Debora Arango.
Debora Arango.
Debora Arango.
políticas de lado. Por depender siempre de fondos públicos, Huelga de estudiantes (1957), las cuales serán analizadas en los
sus murales más conocidos, ubicados en edificios públicos de siguientes párrafos.
Medellín y Bogotá, se limitan a la representación de mitos y A partir de 1954 Arango profundizó su formación artística
leyendas regionales, así como a escenas del pasado “heroico” de en la renombrada Academia San Fernando en Madrid donde
Colombia. Sólo en algunos cuadros de formato más modesto, hoy organizó otra exposición controvertida el 28 de febrero de 1955,
en día expuestos en la Casa Museo Pedro Nel Gómez, el artista la cual tuvo que ser cerrada por órdenes de las autoridades
se refiere explícitamente a La Violencia de los años 50. Esta serie franquistas, cuya visión del “buen arte” no se diferenciaba en
de cuadros, intitulada Recuerdos de la violencia (1950), también nada del ideal gomecista (Londoño Vélez 191-192). Esa vez, la
representa un nexo temático con la obra de Débora Arango, su muestra sólo duró un día. Después de varias estadías extensas en
alumna más prolífica. el extranjero, la artista se alejó cada vez más de la vida pública y
Muy impresionada con la revolución estilística introducida su obra cayó en el olvido. Sólo a mediados de los años 70 comenzó
por Gómez, Débora Arango se acercó a las técnicas muralistas, el lento proceso de revalorización de sus pinturas, como muestra
aunque inclinándose hacia trazos gruesos, figuras idealizadas, la exitosa exposición Arte y política que tuvo lugar en 1975 en
superficies amplias y rasgos desenfocados. Hasta los años 40 su el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), y en la cual
motivo preferido sería el cuerpo femenino desnudo, una obsesión también se presentaron artistas más jóvenes (Zea 34). A pesar del
que culminó en una serie de cuadros sobre las prostitutas de redescubrimiento de la obra de Débora Arango, los historiadores
Medellín. En algunos de estos óleos, esta feminista temprana, del arte más tradicionales todavía se negaron a incorporar sus
muestra a los hombres como animales compulsivos, y acusa a la cuadros en los cánones y las supuestas obras “estándares” de la
vez la hipocresía del Estado y la Iglesia al tratar el ‘problema’ de historia del arte en Colombia.1 Eso se explica en gran parte por el
la prostitución con el único fin de someter a la mujer por medio de rechazo mutuo entre la clase política y la artista.
un discurso moralizante. A medida que sus reflexiones artísticas Hasta los años 80 la obra de Débora Arango fue simplemente
y personales crecían, las posibilidades muralistas evolucionaban menospreciada en Colombia, salvo algunas pequeñas exposiciones
reflejándose en planes para realizar su propio mural en algún locales y regionales. El reconocimiento oficial como “pionera del
espacio público. No obstante, a causa de sus controvertidas obras arte moderno en Colombia” llegó finalmente en 1984, cuando
sobre el maltrato de la mujer, la administración conservadora de la Gobernación de Antioquia le concedió el Premio de las Artes
Medellín se negó a prestarle ayuda financiera, pues a diferencia y Letras. El mismo año, 233 de sus cuadros fueron expuestos
del ya aceptado “maestro” Pedro Nel Gómez, Arango se había de manera permanente en el Museo de Arte Moderno de
vuelto una “feminista rebelde” y por lo tanto el blanco preferido Medellín (MAMM) donde se pueden apreciar hasta el día de hoy
de las críticas de la burguesía paisa (Londoño Vélez 136 ss.). (Fernández Uribe 3-6). A la luz de la revalorización tardía pero
De la misma manera, se armó un escándalo en 1940, cuando rimbombante de su obra, parece aún más extraño que algunos de
sus desnudos femeninos se volvieron tema de un airado debate en sus cuadros sigan representando un legado “problemático” para
el Congreso de la República. Como amiga de Amparo Jaramillo, ciertos sectores de la clase política, como indica el ejemplo de una
la esposa del líder liberal-popular Jorge Eliécer Gaitán, Arango muestra internacional de arte colombiano en la ciudad francesa
ya había provocado reacciones hostiles por parte de políticos y de Biarritz en 1995, la cual fue organizada por el Ministerio de
clérigos conservadores en varias ocasiones. Aunque el obispo Relaciones Exteriores de Colombia. En esa ocasión, las obras de
de Medellín le había advertido personalmente de abstenerse a Arango fueron excluidas de manera explícita, debido al posible
pintar “obscenidades”, aceptó una invitación personal de Gaitán “daño” que habrían causado a la imagen de Colombia en el
a exponer una serie de acuarelas en el Teatro Colón de Bogotá, exterior (González 104).
las cuales celebraban el cuerpo femenino y, en algunos casos, Finalmente, en la segunda mitad de 1999, su vida y su obra
también el sexo femenino. Encolerizado por aquel increíble acto fueron plenamente rehabilitadas por medio de la exposición Arte y
de “degeneración artística”, el mismísimo Laureano Gómez violencia en Colombia desde 1948 en el MAMBO, la cual contaba
se refirió a la exposición durante un debate parlamentario para con más de 60,000 visitantes en los primeros tres meses (The
atacar a su rival Gaitán, el entonces Ministro de Educación New York Times, 17 de octubre de 1999). Esa muestra, hasta ahora
(1940-42). También El Siglo, periódico de la propiedad de inigualada, tuvo como objetivo narrar la historia de la violencia
Gómez, descalificó la obra de Arango en términos moralizantes en Colombia por medio de sus múltiples representaciones en el
y la rechazó como técnicamente inferior y hasta pornográfica. En arte. A parte de algunas obras ‘obligatorias’ de Obregón, Botero
palabras de un columnista, se trataba de un “atentado contra la o Grau, los organizadores también tuvieron en cuenta artistas
cultura y la tradición artística” de la capital del país (El Siglo, 10 menos conocidos como Alipio Jaramillo, Carlos Correa o Ignacio
de octubre de 1940). Gómez Jaramillo, cuyas obras sobre La Violencia “clásica”
Debido al gran alboroto público y mediático que había fueron igualmente menospreciadas durante mucho tiempo. Sin
causado la exposición, Arango se vio forzada a descolgar sus embargo, con un total de seis cuadros sobre La Violencia, la obra
cuadros después de sólo dos días. En los años siguientes se de Débora Arango – ahora celebrada como la Grande Dame de
dedicaría aún más a la denuncia social, en gran parte incentivada la pintura moderna en Colombia – conformaba uno de los ejes
por los sucesos violentos del 9 de abril, fecha que dio inicio temáticos de la exposición, precisamente por su crítica inherente
a una serie de cuadros sobre el conflicto armado en el campo de la situación sociopolítica de la época (Medina / Zea).
colombiano, conocido como La Violencia. En aquellos años Entre septiembre de 2004 y marzo de 2005, el Ministerio
pintó obras emblemáticas como Masacre del 9 de abril (1948), El de Relaciones Exteriores de Colombia, el Ministerio de Cultura
cementerio de la chusma (1951), La salida de Laureano (1953) y de España, así como el MAMM, organizaron por fin una extensa
Ensayos 37
Notas
Así p. ej. los editores del Diccionario de artistas en Colombia (1979) o de la voluminosa Historia del arte colombiano (1983).
Obras citadas
Bravo, Marta Elena. “Débora Arango: significado de una exposición”. En Débora Arango en el Centro Cultural “Reyes Católicos”, editado
por Carlos Arturo Fernández Uribe y Marta Elena Bravo. Bogotá: Art Editions, (2006)7-10.
Braun, Herbert. The Assassination of Gaitán. Public Life and Urban Violence in Colombia. Madison: Univ. of Wisconsin Press, 1985.
Fernández Uribe, Carlos Arturo. “Débora Arango, testigo de ciudad”. En Débora Arango en el Centro Cultural “Reyes Católicos”, editado
por Carlos Arturo Fernández Uribe y Marta Elena Bravo. Bogotá: Art Editions, (2006)3-6.
Gómez, Patricia y Alberto Sierra. “Débora Arango: lo estético y político del contexto”. En Débora Arango. Exposición retrospectiva,
editado por el Banco de la República de Colombia. Bogotá: Banco de la República, (1996)11-45.
González, Beatriz. “A Critical Reappraisal of Débora Arango”. En Débora Arango. Exposición retrospectiva, editado por el Banco de la
República de Colombia. Bogotá: Banco de la República, (1996)104.
Laverde, María Cristina. “Conversación con Débora Arango”. En Otras miradas, editado por Carmen María Jaramillo. Bogotá: Ministerio
de Relaciones Exteriores, (2004)39-41.
Londoño Vélez, Santiago. Débora Arango: vida de pintora. Bogotá: Ministerio de Cultura, 1997.
Medina, Álvaro y Gloria Zea, Eds. Arte y violencia en Colombia desde 1948. Bogotá: Norma, 1999.
Nora, Pierre. Les lieux de mémoire. 7 tomos, París: Gallimard, 1984-1992.
Zea, Gloria. El museo de arte moderno de Bogotá. Una experiencia singular. Bogotá: El Sello, 1994.