Luz del Arquidiócesis de Quito

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+ Alfredo Espinoza, sdb.

Semanario Litúrgico • Director: P. Naún Tapia, sdb. • N.º 2989 •Tiraje: 350 000 16 de agosto de 2020
Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro
Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 XX TIEMPO ORDINARIO
correo-e: luzdeldomingo@salesianos.org.ec Ciclo A

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OR
Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca ZL
O POR AM

«Dios quiere que todos los hombres se salven»

El salmo 66 también expresa a modo de peti-
ción: «Oh Dios, que te alaben los pueblos, que to-
dos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe».
La segunda lectura de la Carta del apóstol san
Pablo a los romanos está dirigida explícitamente
a los extranjeros. Pablo se proclama a sí mismo
como el apóstol de los gentiles. Y se declara or-
gulloso de su ministerio con el propósito de «des-
pertar celos en los de mi raza y salvo a alguno de
ellos». Y dice que los que, en otro tiempo, eran
rebeldes a Dios, ahora han obtenido misericordia.
El Evangelio de Mateo nos muestra a Jesús
en la región de Tiro y Sidón, en donde una mu-
jer cananea (extranjera), se puso a gritarle: –«Ten
compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija
tiene un demonio muy malo». En principio, Jesús
Ilustración: CGS - Cuenca

la ignora y ante la petición de sus discípulos para

que la atienda, dice una frase que nos deja des-
concertados: –«Solo me han enviado a las ovejas
descarriadas de Israel». Y es que posiblemente, el
«Mujer, ¡qué grande es tu fe! plan de Dios contemplaba una primera salvación
para su pueblo, el «pueblo escogido».
Que se cumpla lo que deseas».
La mujer los alcanza y le suplica a Jesús, postra-
Las lecturas de este domingo nos quieren en-
da: –«Señor, socórreme». Y la respuesta del Señor
señar acerca de la voluntad de Dios para que su
va a ser mucho más desconcertante, todavía: –«No
salvación llegue a todos los hombres. Aunque en
está bien echar a los perros el pan de los hijos». Pero
un principio la salvación estaba destinada hacia
observamos la humildad, la valentía y la entereza de
un pueblo, esta se orientó después hacia la hu-
esta mujer que no se siente en lo más mínimo ofen-
manidad entera.
dida por las palabras de Jesús, sino que al contrario
La primera lectura del libro de Isaías ya hace con toda seguridad repone: –«Tienes razón, Señor;
el anuncio de aquella revelación por parte de pero también los perros se comen las migajas que
Dios a los extranjeros: «… mi salvación está caen de la mesa de los amos».
para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los
Por último, el elogio de Jesús a esta mujer, por
extranjeros que se han dado al Señor, para ser-
todos aquellos valores que ha demostrado, cons-
virlo… los traeré a mi monte santo, los alegraré
tancia, humildad, valentía, entereza, dignidad;
en mi casa de oración…; porque mi casa es casa
pero, ante todo, una fe sólida y profunda: –«Mujer,
de oración, y así la llamarán todos los pueblos».
qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas».
P. Marco Antonio Acosta
 16 de agosto de 2020

º Ritos iniciales 5. PRIMERA LECTURA Is 56, 1.6-7

Lector: Lectura del libro del profeta
Isaías.
1. RITO DE ENTRADA
Esto dice el Señor:
Guía: Bienvenidos hermanos, el Señor nos «Velen por los derechos de los demás,
invita a compartir su Palabra, su Cuerpo y su practiquen la justicia, porque mi salvación
Sangre. Su presencia nos fortalece donde
quiera que estemos. Pongamos nuestras in- está a punto de llegar y mi justicia a punto
tenciones e iniciemos cantando con alegría. de manifestarse.
A los extranjeros que se han adherido al
Presidente: La paz, la caridad y la fe de par-
te de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a
estén con todos ustedes. los que guardan el sábado sin profanarlo y
se mantienen fieles a mi alianza, los con-
Asamblea: Y con tu espíritu. duciré a mi monte santo y los llenaré de
2. RITO PENITENCIAL alegría en mi casa de oración. Sus holo-
Presidente: Hermanos: para celebrar dig- caustos y sacrificios serán gratos en mi
namente estos sagrados misterios, reco- altar, porque mi templo será la casa de
nozcamos nuestros pecados. (Momento de oración para todos los pueblos».
silencio). Palabra de Dios.
Presidente: Señor, ten misericordia de no- Asamblea: Te alabamos, Señor.
sotros.
Asamblea: Porque hemos pecado contra ti. 6. SALMO DE RESPUESTA Sal 66
Presidente: Muéstranos, Señor, tu misericordia. Salmista: Que te alaben, Señor, todos los
Asamblea: Y danos tu salvación. pueblos.
Presidente: Dios todopoderoso tenga mise- Asamblea: Que te alaben, Señor, todos
ricordia de nosotros, perdone nuestros pe- los pueblos.
cados y nos lleve a la vida eterna. Ten piedad de nosotros y bendícenos;
Asamblea: Amén. vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozca la tierra tu bondad y los pue-
3. GLORIA blos tu obra salvadora. R.
4. ORACIÓN COLECTA
Las naciones con júbilo te canten, por-
Presidente: Oh Dios, que preparaste bienes
invisibles para los que te aman, infunde en que juzgas al mundo con justicia; con
nuestros corazones la ternura de tu amor, equidad tú juzgas a los pueblos y riges
para que, amándote en todo y sobre todas en la tierra a las naciones. R.
las cosas, consigamos alcanzar tus prome- Que te alaben, Señor, todos los pueblos,
sas, que superan todo deseo. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina que los pueblos te aclamen todos juntos.
contigo, en unidad del Espíritu Santo y es Que nos bendiga Dios y que te rinda honor
Dios por los siglos de los siglos. el mundo entero. R.
Asamblea: Amén.
7. SEGUNDA LECTURA Rom 11, 13-15.29-32
Lector: Lectura de la carta del apóstol
Liturgia de la Palabra san Pablo a los romanos.
Hermanos: Tengo algo que decirles a
Guía: La compañía de Jesús a los primeros ustedes, los que no son judíos, y trato de
discípulos, no es un hecho del pasado. Hoy, desempeñar lo mejor posible este ministe-
Él sigue estando a nuestro lado para darnos rio. Pero esto lo hago también para ver si
seguridad y alimentar nuestra fe. provoco los celos de los de mi raza y logro
Escuchemos su Palabra y descubramos en salvar a algunos de ellos. Pues, si su recha-
ella la llamada personal que nos hace. zo ha sido reconciliación para el mundo,
 XX Tiempo Ordinario - Ciclo A

¿qué será su reintegración, sino resurrec- 10. PROFESIÓN DE FE

ción de entre los muertos? Porque Dios no
Creo en Dios, Padre todopoderoso,/ Creador
se arrepiente de sus dones ni de su elección.
Así como ustedes antes eran rebeldes del cielo y de la tierra./ Creo en Jesucristo,
contra Dios y ahora han alcanzado su mise- su único Hijo, nuestro Señor,/ que fue conce-
ricordia con ocasión de la rebeldía de los bido por obra y gracia del Espíritu Santo,/
judíos, en la misma forma, los judíos, que nació de Santa María Virgen./ Padeció bajo
ahora son rebeldes y que fueron la ocasión el poder de Poncio Pilato,/ fue crucificado,
de que ustedes alcanzaran la misericordia muerto y sepultado./ Descendió a los infier-
de Dios, también ellos la alcanzarán. En nos./ Al tercer día resucitó de entre los muer-
efecto, Dios ha permitido que todos cayéra- tos./ Subió a los cielos/ y está sentado a la
mos en la rebeldía, para manifestarnos a derecha de Dios, Padre todopoderoso./
todos su misericordia. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
Palabra de Dios.
muertos./ Creo en el Espíritu Santo,/ la santa
Asamblea: Te alabamos, Señor.
Iglesia católica,/ la comunión de los santos,/
el perdón de los pecados,/ la resurrección de
8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO la carne y la vida eterna.
Asamblea (cantando): Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y Asamblea: Amén.
curaba las enfermedades y dolencias del 11. ORACIÓN UNIVERSAL
pueblo. Asamblea: Aleluya, aleluya. Presidente: El Señor escucha siem-
pre nuestras plegarias, acudamos
9. EVANGELIO Mt 15, 21-28 diciendo: Padre de bondad, danos tu
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo. amor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor. Asamblea: Padre de bondad, danos tu amor.
En aquel tiempo, Jesús se retiró a la 1. Por el papa, los obispos, sacerdotes y pastores
comarca de Tiro y Sidón. Entonces una de su pueblo, para que guíen fielmente al
mujer cananea le salió al encuentro y se pueblo de Dios. Oremos al Señor.
puso a gritar: «Señor, hijo de David, ten
compasión de mí. Mi hija está terriblemente 2. Por toda la familia humana, para que goce
atormentada por un demonio». abundantemente de la bondad y misericordia
Jesús no le contestó una sola palabra; de Dios. Oremos al Señor.
pero los discípulos se acercaron y le rogaban: 3. Por los creyentes de cada barrio, comunidad
«Atiéndela, porque viene gritando detrás de y ciudad, para que el Espíritu Santo los
nosotros». Él les contestó: «Yo no he sido inspire en la oración, la generosidad, el amar
enviado sino a las ovejas descarriadas de la y el servir y así sean presencia de Dios vivo
casa de Israel». en medio de su pueblo. Oremos al Señor.
Ella se acercó entonces a Jesús, y postra-
(Se pueden añadir otras peticiones).
da ante él, le dijo: «¡Señor, ayúdame!». Él le
respondió: «No está bien quitarles el pan a 4. Por los que participamos de esta eucaristía,
los hijos para echárselo a los perritos». Pero para que vivamos en amor fraterno y
ella replicó: «Es cierto Señor; pero también formemos una comunidad verdadera en el
los perritos se comen las migajas que caen seno de la Iglesia. Oremos al Señor.
de la mesa de sus amos». Entonces Jesús le Presidente: Que te sean gratos, Señor, los
respondió: «Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que deseos de tu Iglesia suplicante; para que tu
se cumpla lo que deseas». Y en aquel mismo misericordia nos conceda lo que no podemos
instante quedó curada su hija. esperar por nuestros méritos. Por Jesucristo,
Palabra del Señor. nuestro Señor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.
Asamblea: Amén.
 Liturgia de la Eucaristía Despedida
12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Guía: Nuestra celebración ha terminado.
Recibe, Señor, nuestras ofrendas, en las Ahora empieza la tarea de convertir las
cuales se realiza un glorioso intercambio; palabras en obras: de pasar de la oración
para que, al ofrecerte lo que nos diste, me- al compromiso, de llevar a la vida lo que
rezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesu- hemos celebrado. Cristo venció el mal
cristo, nuestro Señor. para enseñarnos a vencerlo.
Asamblea: Amén.

13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Evangelio y Vida

Habiendo recibido a Cristo por estos sacra- «¡Qué grande es tu fe!»
mentos, imploramos humildemente tu mi-
sericordia, Señor, para que, configurados Si Jesús no fue enviado sino a las ovejas
a su imagen en la tierra, participar de su descarriadas de Israel, ¿por qué, entonces,
gloria en el cielo. Él que vive y reina por los atendió finalmente los ruegos de la mujer ca-
siglos de los siglos. nanea?
Asamblea: Amén. • ¡Cuántas veces dejamos nuestra oración porque
consideramos que «no está dando resultado»!
Cartelera • ¡Con qué facilidad abandonamos nuestra asis-
tencia a la Misa dominical, por dudar de la pre-
sencia de Jesús en ella!
• ¡Cómo es que dejamos de hacer el bien que
tenemos que hacer, solo porque los demás no
lo están haciendo!
• ¡Es impresionante la forma en que nos rebela-
mos ante Dios por una situación difícil que se
nos presenta!
Aquella cananea no se rindió, aunque
Jesús se negó a atender sus ruegos y llamó
«perritos» a ella y a los de su pueblo, porque
estaba segura de que él era Dios y tenía el
poder de curar a su hija.
Tenemos mucho que aprender de esta
mujer que supo ante quién se encontraba.

Tiempo Litúrgico: XX del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas: IV Semana

SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE
L 17 SANTO JACINTO Ez 24, 15-24/ Sal: Deut 32/ Mt 19, 16-22. Abandonaron a Dios, que les dio la vida.
M 18 SANTA ELENA Ez 28, 1-10/ Sal: Deut 32/ Mt 19, 23-30. El Señor da la muerte y la vida.
M 19 SAN JUAN EUDES Ez 34, 1-11/ Sal 22/ Mt 20, 1-16. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
J 20 SAN BERNARDO Ez 36, 23-28/ Sal 50/ Mt 22, 1-14. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
V 21 SAN PÍO X Ez 37, 1-14/ Sal 106/ Mt 22, 34-40. Demos gracias a Dios, porque nos ama.
S 22 SANTA MARÍA, REINA Ez 43, 1-7/ Sal 84/ Mt 23, 1-12. El Señor habitará en la tierra.
D 23 XXI TIEMPO ORDINARIO Is 22, 19-23/ Sal 137/ Rom 11,33-36/ Mt 16, 13-20. Señor, tu amor perdura eternamente.
 TE E N C
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