Tarsicio Herrera
Tarsicio Herrera
Tarsicio Herrera
Nova Tellus,
ISSN (Versión impresa): 0185-3058
novatelu@servidor.unam.mx
Centro de Estudios Clásicos
México
¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista
www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Cómo verter villancicos
de seis lenguas modernas al latín
O sanctissima, o dignissima
dulcis Virgo Maria.
Intemerata, immaculata.
Pro nobis ora, Virgo pia.
(Villancicos de ambos mundos, 10º)1
I. Corales solemnes
Laetare, puerpera,
in adventu Filii.
Tua beata viscera
cuna fuerunt Dei.
Gloooo-oria
in excelsis Deo! (bis)
(Ibidem, 4º)
In dulci jubilo
nun singet und sei froh!
Unser Herzens Wonne
leit in praesepio
Und leuchtet als die Sonne
matris in gremio.
alpha est et o (bis).
(Ibidem, 14º)
In dulci jubilo
et in gaudio mystico
qui nos nutrit fidus
jacet in praesepio
et splendet sicut sidus
matris in gremio.
alpha est et o (bis).
Adeste, fideles,
laeti, triumphantes.
Venite, venite in Bethlehem.
Natum videte Regem angelorum.
Venite adoremus (ter) Dominum.
(Ibidem, 1º)
Nativitas laetissima!
Tu illustras nostram vitam (bis)
Sideribus descendis,
o caelorum Rex
et in cavernam venis
ubi est frigus et nix (bis).
(Ibidem, 8º)
Se trata del inglés Silent night, O holy night!; o sea, del italiano
Astro del ciel, pargol divin. Es el mismo francés O sainte nuit, o
douce nuit!, o sea, de ¡Noche de paz, noche de amor!
Ya es tiempo de añadir mi versión latina, que parece ser la única
que le faltaba a este que es el coro místico navideño por exce
lencia:
Bernal creó para esos versos una melodía que al principio es ele-
vada y tranquila, pero luego se vuelve un homenaje a la “Sonata
patética” de Beethoven, con una tonada que va ascendiendo y agi-
gantándose.
—No llores, hijo —le dice don Miguel—. ¿No ves que ese niño que iba
cantando mi villancico preferido, está dando a entender que yo no me
voy a morir nunca?
¿Las Mañanitas?
El catalán universal
Minuit, chrétiens!
Por excepción, he dejado sin latinizar esta marcha porque tiene toda
una docena de versos, y los alumnos no los aprenden tan rápida
mente. Mas me compensé dando letra latina al marcial coro barro
co inglés God rest ye merry, gentlemen. Así suena en mis versos
latinos:
occultavit cetrum
forma Parvuli.
(Ibidem, 16º)
Una marcha del Día de los Reyes Magos, llamada en francés Fa-
randole —muy amada por Georges Bizet, el compositor de la ópera
Carmen— resulta una notable prueba de la universalidad de la mú
sica navideña.
Este compositor usó dicha Farandole como tema de una se-
rie de variaciones en su ópera La arlesiana, que jamás he vis-
to programada, pero que mi amigo Eduardo Lizalde ha adopta-
do gallardamente por años como tema de su programa de crónicas
operáticas en Radio UNAM: La ópera ayer, la ópera hoy, la ópera
siempre.
Por si fuera poco, circula en un disco Philips una imponente
tocata improvisada con base en este gran coro marcial, y realizada
en la cascada de los cinco teclados del gran órgano de la catedral
de Nôtre Dame de París. La creó el virtuoso Pierre Cochereau hará
unos treinta años y es una de esas obras que se han transmitido
muchas veces por radio. Yo la adquirí en un clásico long play a la
entrada misma de la Catedral de París.
Todo el mundo tiene en el oído ese tema navideño, que en fran-
cés comienza:
Natus est
ad nos caelorum Rex.
Monarchae pergunt adorantes
vivum Deum.
Natus est
ad nos caelorum Rex.
Monarchae stant ut colat
Regem grex.
(Ibidem, 18o)
cado Leise rieselt der Schnee. Cierro con el encantador coro inglés
Away in a manger, para el cual tracé una versión latina a la que
procuré dar la mayor fluidez:
¿Y qué mejor manera de cerrar los coros folclóricos que con este
canto rural mexicano, que circula de boca en boca?
Chilpayatito Dios,
tunita fresca.
Capullito de algodón.
México está de fiesta.
(Ibidem, 51º)
Coros de bebedores
X. Coros sociales
Y en latín lo diríamos:
Laetitiam
natalitiam!
Laetitiam,
Prosperum annum et gaudium!
Vobis auguro jucunditatem (ter)
Inde ab imo corde nunc.
Laetitiam
natalitiam!
Laetitiam,
Prosperum annum et gaudium!
(Ibidem, 69º)