5 Técnicas Gestálticas
5 Técnicas Gestálticas
5 Técnicas Gestálticas
1. Asuntos pendientes
Los asuntos pendientes hacen referencia a esos hechos del pasado que
afectan a nuestro presente. Son emociones no gestionadas, sentimientos
atascados, nudos personales que nos quitan vitalidad en el aquí y ahora. Según
la Gestalt, todos nosotros tenemos asuntos pendientes con amigos, con
familiares, exparejas, e incluso personas que ya no están con nosotros.
Lejos de eludirlos, debemos ser capaces de sacar a la luz esas emociones
para dejar de apegarnos al sufrimiento, a la pérdida o incluso al resentimiento.
Para ello podemos llevar a cabo una simulación, un proceso mental de
reencuentro, afrontamiento y despedida.
Podemos evocar mentalmente a la persona y expresarle aquello que
necesitamos decirle. Desnudaremos las penas, airearemos los desconsuelos, las
faltas o incluso el rencor. Una vez expuesto y reconocido, los dejaremos ir.
Cerraremos el círculo para avanzar.
A muchos les sonará esta técnica, es conocida, suele ser útil y representa
muy bien la esencia de la Gestalt. Ahora bien, a veces se usa para favorecer
encuentros y proyecciones imaginarias de otras personas, intentando favorecer
así procesos de duelo o resolver traumas.
Sin embargo, dentro del campo del crecimiento personal se usa también con
otro fin: generar un diálogo interno donde queden escenificados “nuestros
opuestos”. Por ejemplo, podemos promover un diálogo con nosotros mismos
donde aparezca por un lado ese estímulo que nos produce malestar y en el
otro, esa parte que desea hacerle frente para tener una vida más productiva,
libre y receptiva. Este sería un modo:
3. Me hago responsable
Otra de las técnicas de la Gestalt que nos puede ser de utilidad en el día a día
es el juego de “hacerse responsable”. En apariencia resulta sencillo, pero lo
que requiere por encima de todo es compromiso. La finalidad es permitir que
seamos más conscientes de lo que ocurre en nuestro interior, que lo
percibamos, lo aceptemos y que a su vez propiciemos una conducta más
activa en torno al cambio.
Esta es otra de las técnicas de la Gestalt que nos puede parecer muy simple en
apariencia, pero que encierra una utilidad terapéutica muy valiosa: nos ayuda
declarar realidades internas y a movilizar recursos. ¿Cómo hacerlo? Muy
sencillo. Todos hemos tenido uno de esos días los que al llegar a casa nos
decimos a nosotros mismos: “Pero, ¿por qué me siento así? ¿Por qué me siento
tan desesperanzado y sin fuerzas?”.