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Guía Práctica para El MANEJO ASERTIVO

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ASERTIVIDAD

Extracto del Manual de Psicología Práctica:


Volumen 1: Angustia y Ansiedad

Lic. Christian Nocera

¿Qué significa ser Asertivo?

La asertividad es una habilidad interpersonal que interviene exclusivamente en la


comunicación con el otro.

Tenemos muchas cosas para preocuparnos en la vida, pero definitivamente cuando no


podemos expresarnos como nos gustaría y solo observamos como nuestros derechos son
pasados por alto, es cuando nuestros niveles de ansiedades no hallan la forma de ser
debidamente canalizados.

Tenemos que aprender a decir lo que necesitamos por un lado, y aprender a


rechazar las peticiones que no nos parezcan razonables o nos hagan sentir
incómodos, por el otro.

Evitar las confrontaciones, seguro puede resultar muy adaptativo la mayor parte de las
veces, pero si esto se hace continuo tiene las siguientes desventajas:

a) Debilita nuestra creencia y confianza en los propios recursos personales


para afrontar adversidades.

b) Decir que “sí a todo” suele desgastar mucho en el mediano y largo plazo.

c) Estamos otorgando mayor consideración al otro, que a nosotros mismos.


Como si uno valiera poco.

d) A la larga, será muy fácil sentirse: inútil, frustrado, resentido, herido u


ofendido.
También cuando pensamos en la asertividad, no dejamos de lado los derechos del otro.
Ser asertivo es practicar la templanza: hacer respetar nuestros derechos pero también
respetando los del otro. Es no permitir que existan avasallamientos.

La idea es entonces, cuidar nuestras necesidades sin “atropellar” tampoco las del otro.

Existen comunicadores agresivos (que buscan imponerse generando miedo), pasivos


(siempre anteponen los deseos y derechos del otro, a los propios) y los asertivos (que
pronuncian en voz alta sus intereses, pero oyendo al otro, para no alejarlo).

Ésta última comunicación es la más eficaz de todas y también nos ayuda a sacarle el
mayor partido a las relaciones sin deteriorar nuestra salud mental.

A continuación, veamos como ubicarla en las situaciones y comenzar a practicarla:

a) Reconozca y defina una situación que le resulte problemática. Anótela en


unas pocas palabras. Vaya al grano.

b) ¿Qué le gustaría que ocurriera diferente?

c) Transmita sus necesidades, deseos o derechos siempre utilizando el “YO/A


MÍ ME GUSTARÍA/CREO QUE” al principio de la oración. De esta manera dejará
claro que la cuestión se encuentra centrada en usted y que no está acusando
ni culpando a nadie.

d) No se olvide que siempre es preferible que el otro tenga apertura y no que


se ponga en situación defensiva o agresiva.

e) Hágase entender claramente con ejemplos generales (“No me siento


respetada cuando me hablas estando nervioso”, “me siento triste cuando
discutimos porque siento que no te importo”) y si hace falta, recurrir a ejemplos
más concretos (¿te acuerdas cuando salimos aquella vez y….?).

f) Piense una solución.

g) Trasmita firmemente su solución a modo de petición (y no como si fuese


una orden)

h) Si es para un caso particular, sea muy preciso y específico con la solución.

i) Resuma las consecuencias listando las cosas positivas que pasarían si esto
cambiara.

j) Resuma las consecuencias listando las cosas negativas que podrían suceder
si esto no cambiara.

k) Nunca amenace. Si es un conflicto a resolver, recordemos que se busca


siempre la cooperación del otro.
l) Se firme, pero amable. Cuida el tono de voz y mantén una postura amistosa.
Muestra que no tienes mala predisposición.

m) Mantén SIEMPRE una escucha activa. El otro verá que intentas entender
sus razones y esta empatía también te ayudará a ti a ser mas tolerante con el
otro.

Si aun así no tenemos tal colaboración, o si el otro no responde positivamente a nuestro


pedido, SIEMPRE tenemos la posibilidad de pensar mejor las cosas y responder más tarde.
No hace falta decir que SI de forma instantánea. Puede “comprar” más tiempo para
elaborar una estrategia asertiva o ver que otra solución puede implementar.

Incluso a veces, con el mismo paso del tiempo, el otro “relaja” más ciertos aspectos
negativos o reflexiona y nos sorprende más tarde cediendo, disculpándose o haciendo las
cosas diferentes.

Recuerda que la asertividad es una habilidad


que se desarrolla con práctica y paciencia.
Es normal que te sientas incómodo al principio,
pero con el tiempo, te sentirás más seguro expresando
tus pensamientos y emociones de manera asertiva.

NO IMPORTA QUE TE CUESTE MUCHÍSIMO


PONER LÍMITES Y EXPRESAR DESACUERDOS,
ESTA HABILIDAD SE APRENDE Y DESARROLLA.

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