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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL LITORAL

Facultad de Ingeniería en Mecánica y Ciencias de la


Producción

Centro de Investigaciones Biotecnológicas del


Ecuador

Programa de Maestría en Biotecnología Agrícola

“Aislamiento e identificación de hongos marinos del manglar


de Palmar-Provincia de Santa Elena, y establecimiento del
banco de cepas fúngicas”

TESIS DE GRADO

Previa la obtención del Título de:

MAGISTER EN BIOTECNOLOGÍA AGRÍCOLA CON


MENCIÓN EN AGRICULTURA ORGÁNICA

Presentada por:

Xavier Álvarez Montero

GUAYAQUIL – ECUADOR

2011
AGRADECIMIENTO:

Agradezco al Dr. Washington B. Cárdenas, tutor de esta tesis, apoyo y guía

permanente en el correcto desarrollo de la investigación.

A la Dra. Siti A. Alias, por prestar sus valiosos conocimientos sobre el

aislamiento e identificación de micromicetos marinos del manglar.

A la Dra. Jinx Campbell y su estudiante de posgrado Allison Walker por su

ayuda en la confirmación del trabajo taxonómico.

Al Dr. Efrén Santos, amigo y maestro, por su apoyo incondicional.

A la Facultad de Ingeniería Marítima y Ciencias del Mar – Laboratorio de

Biomedicina por todo el aporte para la culminación exitosa de esta

investigación.

A la Máster Diana Enríquez, quien desinteresadamente aportó con sus

amplios conocimientos en micromicetos marinos.

2
A la Blga. Ruth Chóez de Quezada directora del Laboratorio de Biotecnología

y Genética de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de

Guayaquil, por su apoyo al desarrollo de esta investigación.

Al Tcnlgo. Eduardo Panchana, por la dedicación brindada a este proyecto.

3
DEDICATORIA:

A Nancy, mujer especial, que con su esfuerzo, comprensión y dedicación

ayudó a desarrollar está investigación.

A mi madre, mujer de excepcional carácter y honradez, formadora de mis

primeros días.

A mis hijos, Desiree, Denise, Diana y Daniel, por su cariño.

4
TRIBUNAL DE GRADUACIÓN

Francisco Andrade, Msc Washington B. Cárdenas, PhD


Decano FIMCP DIRECTOR DE TESIS

Efrén Santos O, PhD Alfredo Barriga, PhD


VOCAL PRINCIPAL VOCAL PRINCIPAL

5
DECLARACIÓN EXPRESA:

“La responsabilidad del contenido de esta Tesis de

Grado, me corresponde exclusivamente; y el

patrimonio intelectual de la misma a la ESCUELA

SUPERIOR POLITÉCNICA DEL LITORAL”

……….........................................

Xavier Álvarez Montero

6
RESUMEN

El manglar es un ecosistema circunscrito a zonas tropicales y subtropicales.

Está formado por fanerógamas que presentan adaptaciones para poder vivir

en terrenos inundados altamente salinos, con baja concentración de oxígeno

y que está sujeto a mareas de agua salobre y salada. Se estima que el área

total de manglares a nivel mundial es de aproximadamente 16´530.000

hectáreas, de las cuales los manglares de América Latina y el Caribe

constituyen el 35,27% del área total. Ecuador cuenta con aproximadamente

196.000 Ha de manglar.

Este ecosistema acuático es hábitat de numerosas especies de vertebrados

e invertebrados, mantenida por una rica comunidad de bacterias y hongos

encargada de fijar nitrógeno, solubilizar el fósforo y descomponer la materia

orgánica. La acción de estos microorganismos permite que se mantengan los

flujos de materia y energía de este ecosistema.

El estudio de los hongos del manglar ecuatoriano, no sólo sirve para

entender mejor este ecosistema y su funcionamiento, sino también para

investigaciones en el campo de la biotecnología, ya que este tipo de

microorganismo producen enzimas que pueden utilizarse en la industria

alimenticia (e.g., pectinasas, proteasas y amilasas), producción de

7
detergentes (e.g., amilasas) y la naciente industria de biocarburantes. Esta

última a través de la degradación de celulosa y lignina en azucares simples

fermentables para la producción de bioetanol. De igual manera las enzimas

fúngicas son usadas en la industria del papel y de la biorremediación.

El presente estudio establece por primera vez la presencia y caracterización

taxonómica de los hongos marinos lignícolas del manglar de Palmar,

Provincia de Santa Elena. Se implementó un método de colección y

procesamiento de muestras, que permitió el aislamiento de las estructuras

reproductivas para la identificación taxonómica y el cultivo de los

micromicetos. También se estableció un banco de cepas fúngicas para

estudios posteriores.

8
ABSTRACT

The mangrove is an ecosystem limited to tropical and subtropical zones. It is

formed by phanerogams that present adaptations to live in flooded areas, with

low oxygen concentration, high salinity and influenced by brackish and salty

water tides. It is estimated that the world mangrove area is approximately

16´530,000 hectares, from which 35.27% is located in Latin America and the

Caribbean. Ecuador has approximately 196,000 ha of mangroves.

This aquatic ecosystem is inhabited by numerous vertebrate and invertebrate

species, that are supported by a rich bacteria and fungi community in charged

of fixing nitrogen, solubilizing phosphorus and decomposing organic matter.

The action of these microorganisms allows the continuous flow of matter and

energy in these ecosystems.

The study of the fungi community of the ecuadorian mangroves, is important

to understand not only the ecosystem and its function, but also to develop

further research initiatives in the biotechnology field. These microorganisms

can produce enzymes that can be used in food industry (e.g., pectinases,

proteases and amylases), production of detergent (e.g., amylases) and the

biofuel industry. This last one to decompose cellulose and lignin into

9
fermentable simple sugars that can be used in bioethanol production. Further,

fungal enzymes are also used in the paper and the bioremediation industries.

This study establishes for the first time the presence and taxonomic

characterization of marine ligninolytic fungi in the mangrove ecosystem of

Palmar, Santa Elena province. It was implemented a method for collection

and processing of field samples that allowed the isolation of reproductive

structures for identification and culture of the fungi. A strain collection was

also established for future studies.

10
ÍNDICE GENERAL

RESUMEN………………………………………………………………………..….7

ABSTRACT……………………………………………………………………..……9

GLOSARIO…………………………………………………………………………14

ÍNDICE DE TABLAS………………………………………………………………19

ÍNDICE DE FIGURAS………………………………………………………….….20

CAPÍTULO 1………………………………………….…………………………….24

GENERALIDADES.…………………………………………………………….….24

1.1 Características ecológicas del manglar y los micromicetos...…….…..24

1.2 Antecedentes……………………………………………………………….26

1.3 Morfología de los micromicetos marinos………………………………..34

1.4 Diversidad de micromicetos marinos………………………………….…39

1.5 Evolución e importancia ecológica de los micromicetos marinos..….43

1.6 Degradación de la madera por micromicetos marinos……..………...47

1.7 Objetivos……………………………………………………………………48

1.7.1 General……………………………………………………………..48

1.7.2 Específicos…………………………………………………………48

CAPÍTULO 2………………………………………………………………….........50

MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………………………..50

2.1 Descripción del área de estudio………………….………….…………….50

2.2 Técnica de muestreo y procesamiento de las muestras………………..52

11
2.3 Metodología de laboratorio…………………………………………………53

2.3.1 Incubación en cámara húmeda…………………………………..55

2.3.2 Aislamiento de estructuras de reproducción……………………56

2.3.3 Obtención de cultivos monospóricos……………….……………58

2.3.4 Conservación de cepas monospóricas………………………….63

2.3.4.1 Procedimiento 1……………………………………63

2.3.4.2 Procedimiento 2……………………………………64

CAPÍTULO 3...................................................................................................66

RESULTADOS……………………………………………………………………..66

3.1 Aislamiento e identificación de micromicetos marinos lignícolas…..…....66

3.1.1 Teleomorfos…………………………………………………….……66

3.1.2 Descripción de Dactylospora haliotrepha…………………….…..66

3.1.3 Descripción de Corollospora maritima…………………………....67

3.1.4 Descripción de Lulworthia grandispora……...…………………...68

3.1.5 Descripción de Saccardoella sp……….…………………………..69

3.1.6 Anamorfos u hongos mitospóricos..………………………………71

3.1.7 Descripción de Zalerion maritimun……………………………..…71

3.1.8 Descripción de Trichocladium alopallonelum…………………….72

3.1.9 Descripción de Trichocladium achrasporum……………………..73

3.1.10 Descripción de Periconia prolífica……………………………….74

3.2 Obtención y conservación de cultivos monospóricos para el

establecimiento de un banco de cepas fúngicas……………………………….75

12
CAPÍTULO 4……………………………………………………………………….77

DISCUSIÓN…………………………………………………………………….….77

4.1 Discusión….…………………………………………………….……………..77

CAPÍTULO 5……………………………………………………………………….83

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES…………...……………………..83

5.1 Conclusiones.………………………………………………………………..83

5.2 Recomendaciones…………………………………………………………..84

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………....……………………….86

13
GLOSARIO

Anamorfo. Estadio reproductivo asexual de hongos ascomicetes y

basidiomicetes.

Anóxico. Carente de oxígeno.

Asca. Estructura esporógena (reproductora) de los ascomicetes, dentro de la

cual se organizan ocho endósporas.

Ascocarpo. Denominado también cuerpo fructífero, encierra las ascas.

Basipétalo. Crecimiento o transporte desde el ápice hacia la base.

Celulosa. Polímero lineal de la D-glucosa que posee enlaces β(1 → 4)

glucosídicos.

CMA. Corn Meal Agar.

Cultivo monospórico. Cultivo fúngico proveniente de una sola ascospora.

14
Detrito. Materia orgánica muerta, como hojas y ramas secas y otros

desechos vegetales y animales que se encuentran en cualquier ecosistema.

Detritívoro. Organismo que obtiene su energía y nutrientes a partir del

detritos.

Eucaryota. Organismo que está formado por células eucariotas (con núcleo).

Exuvia. Cutícula usada (exoesqueleto), que es abandonada por los

artrópodos (insectos, crustáceos o arácnidos) tras la ecdisis. La exuvia de un

artrópodo puede ser de gran importancia para identificar la especie o incluso

el sexo del animal.

Fase ameboidea. Las células ameboideas alteran su forma emitiendo o

retrayendo pseudópodos a partir de cualquier punto de la superficie celular.

Por debajo del plasmalema yace una capa no granular, el ectoplasma, de

consistencia gelatinosa, que rodea al endoplasma, más fluido.

GPS. Sistema de Posicionamiento Global

Hifa. Es un filamento de pared rígida en el que fluye el protoplasma. Su

longitud es variable, pero su diámetro es relativamente constante, variando

15
de 1 a 30 μm. El extremo terminal de la hifa se llama zona de extensión y

corresponde a la región de crecimiento más activo de la pared. La hifa no

siempre es un filamento continuo. En hongos superiores, ésta posee paredes

transversales, espaciadas regularmente, denominadas septos.

Lignina. Polímero de alcoholes aromáticos.

Macrófitas. Las plantas acuáticas o macrófitas (también llamadas plantas

hidrofíticas o hidrofitas o plantas hidrofilaceas o higrofitas) son plantas

adaptadas a los medios muy húmedos o acuáticos.

Plastidios. Nombre general para el tipo de orgánulos de las células

vegetales que están rodeados de una doble membrana y contienen

plastoglóbulos y una red de membranas internas y vesículas.

Proporción C:N. Estas proporciones caracterizan a las distintas MO (materia

orgánica) y nos permiten anticipar como combinarlas para que se

descompongan adecuadamente. Mucho carbono (relaciones altas) hace muy

lento al compostaje y mucho nitrógeno (relaciones bajas) puede generar

problemas para las lombrices. Para optimizar el proceso se deben ajustar los

materiales a compostar a relaciones entre 25/1 y 40/1.

16
Queratina. Son proteínas insolubles de los animales, derivadas de las

células del ectodermo (piel). Están incluidas en ella elementos proteicos

estructurales de la piel (el cuero es casi queratina pura), así como los

derivados biológicos del ectodermo, tales como el pelo, la lana, las escamas,

las plumas y sus cañones, las pezuñas, las uñas, los cuernos y la seda.

Quitina. Es un homopolímero de la N-acetil-D-glucosamina, con enlace β(1

→ 4), es el elemento orgánico principal en el exoesqueleto de los insectos y

de los crustáceos, y compone la pared celular (2 %) de muchos grupos de

hongos.

Recalcitrante. Molécula o compuesto totalmente resistente al ataque

microbiano.

Saprobio. Organismos como termitas, hongos y bacterias que obtienen su

energía y nutrientes de la materia orgánica muerta.

Seudoparénquima. En micología y ficología, tipo de plecténquima en el que

las hifas del hongo se disponen de forma compacta, no apareciendo

individualizadas, y con morfología más redondeada, recordando al

parénquima vegetal. Se forma por aproximación y soldadura de hifas

separadas en hongos, y de la misma manera por células separadas en algas

17
Términos equivalentes: blastoparénquima, hifénquima, nematoparénquima,

paraplecténquima.

Simbionte. Organismo asociado íntimamente con otro.

Teleomorfo. Estadio reproductivo sexual de hongos ascomicetes y

basidiomicetes.

Zona nerítica. Zona marítima correspondiente a la plataforma continental.

18
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1……………………………..………………………………………………41

Tabla 2………………………….…….……………………………………………42

Tabla 3………………………….…….……………………………………………52

19
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Ascocarpo o cuerpo fructífero de Lulworthia grandispora y un

diagrama de su estructura. Magnificación 4X.………………………………...34

Figura 2. Pared fina con células poligonales seudoparenquimatosas de un

ascocarpo de L. grandispora. Magnificación 100X……….....…………………36

Figura 3. Ascas claviformes de un ascomicete marino no identificado.

Magnificación 40X...………………………………………………………….……36

Figura 4 A) Ascosporas de Dactylospora haliotrepha con estrías

longitudinales. Magnificación 40X. B) Ascospora de Corollospora maritima

con doble flequillo de apéndices flexibles alrededor del septum y apéndices

apicales. Magnificación 100X.……………………………………………………37

Figura 5. Ascospora filiforme de L. grandispora y parte del cuerpo fructífero.

Magnificación 10X..…………………………………………………………..……38

Figura 6. Vista aérea del manglar de Palmar-Provincia de Santa Elena…...51

Figura 7. Técnica de muestreo y procesamiento de muestras. A) Zona

intermareal del manglar de Palmar. B) Muestras del manglar de Palmar

colocadas en bolsas de polietileno herméticas. C) Muestras recolectadas en

un recipiente térmico………………………………………………..…….………53

Figura 8. Esquema de la metodología de laboratorio…………………………54

Figura 9. Material lignificado colocado en la cámara húmeda de

incubación…………………………………………………………………………..55

20
Figura 10. Aislamiento de estructuras reproductivas. A) Microfotografía de

cuerpos fructíferos de micromicetos marinos lignícolas. Flechas blancas:

Cuerpos fructíferos de micromicetos marinos lignícolas. B) Aislamiento de

cuerpos fructíferos de la muestra incubada. C) Placas semi-permanentes

fijadas con azul de lactofenol (001 - 102) y glicerol (007)..…………...………57

Figura 11. Caja de Petri con el medio Agar agua mostrando la suspensión de

esporas……………………………………………………...……………….……..59

Figura 12. Cajas de Petri con el medio CMA con esporas germinadas

señaladas con un círculo…………………………………………………….……59

Figura 13. Caja de Petri con el medio CMA mostrando la colonia de un

cultivo monospórico…………..…………………………………………………...60

Figura 14. Caja de Petri con 500 µL de suspensión de esporas antes de ser

agregado el medio de cultivo..…………………………………….....................61

Figura 15. Aislamiento de esporas germinadas en medio V8……..…………61

Figura 16. Colonias monospóricas del micromiceto marino C.

maritima……..……………………………………………..…………………….…62

Figura 17. Aislamiento de colonias fúngicas en placas individuales. A)

Colonia monospórica de C. maritima en medio V8. B) Colonia monospórica

de C. maritima en medio CMA. C) Colonia monospórica de D. haliotrepha en

medio V8………………………………………………………………...……….…62

Figura 18. Conservación de cepas monospóricas por Procedimiento 1. A)

Colonia monospórica de C. maritima lista para obtener un disco de ella y

21
proceder a su conservación. B) Discos de C. maritima en glicerol al 20

%....................................................................................................................64

Figura 19. Conservación de cepas monospóricas por Procedimiento 2. A)

Discos de C. maritima en glicerol al 10 y 15 % con agua de mar (35 ‰) o

glicerol al 10 y 15 % con agua destilada. B) Disco de C. maritima en glicerol

para su conservación…………………………………………………..………….65

Figura 20. Ascosporas de la especie D. haliotrepha. A) Magnificación 40X.

B) Magnificación 100X, mostrando mayor detalle de estructuras...…..……..67

Figura 21. Ascosporas del género C. maritima A) Ascospora mostrando el

septo, cinturón de flequillos y apéndice polar. Magnificación 100X. B)

Ascosporas y parte del cuerpo fructífero. Magnificación 40X..………………68

Figura 22. Ascosporas de L. grandispora. A) Ascosporas filiformes.

Magnificación 10X. B) Ascosporas filiformes mostrando la cámara cónica

apical. Magnificación 100X...……………………………………………..….......69

Figura 23. Ascosporas del género Saccardoella sp. A) Ascosporas con

septos claros. Magnificación 100X. B) Ascosporas mostrando la “capa fina

hialina”. Magnificación 100X…………….………………………………………..70

Figura 24. Conidios de Z. maritimun. Magnificación 100X.…………...…..….71

Figura 25. Conidios de la especie T. alopallonelum. A) Conidio mostrando el

septo. Magnificación 100X. B) Tejido seudoparenquimatoso del cuerpo

fructífero. Magnificación 10X…………………..………………………………....72

22
Figura 26. Conidio de la especie T. achrasporum, mostrando los septos y

células apical y basal. Magnificación 100X…………..…………………………73

Figura 27. Conidio de la especie P. prolífica. A) Conidio simple color café,

unicelular. Magnificación 100X. B) Conidio germinando. Magnificación 40

X..………………………………………………………….………………………...74

Figura 28. Cultivos monospóricos. A) C. maritima. B) D. haliotrepha………75

Figura 29. Micelio con estructuras vegetativas del cultivo monospórico

conservado en: A) Glicerol al 10% en agua de mar después de 4 meses.

Magnificación 40X. B) Glicerol al 15% en agua de mar después de 4 meses.

Magnificación 40X…………………………………………………………………76

23
CAPÍTULO 1
GENERALIDADES

1.1 Características ecológicas del manglar y los micromicetos.

Los manglares son árboles que habitan las zonas costeras, con adaptaciones

fisiológicas, reproductivas y estructurales que les permiten colonizar

sustratos inestables y áreas anegadas de las zonas intermareales de las

costas tropicales y subtropicales (Feller & Sitnik, 1996).

Los mangles sirven para "limpiar" las aguas que fluyen de los ríos antes de

que éstas lleguen a otros ecosistemas marinos, tales como praderas de

macrófitas y arrecifes de coral. Estos últimos serían cubiertos por sedimentos

y detritos si los manglares, junto con su rica fauna de animales filtradores, no

estuvieran presentes en las desembocaduras de los ríos (Lepcsick, 2002).

Los manglares sirven de filtro biológico y retienen o procesan algunos

contaminantes. Procesan nutrientes en exceso, degradan materia orgánica y

almacenan algunos residuos utilizados en la agricultura (CONABIO, 2008).

Muchos manglares se desarrollan alrededor de las lagunas costeras, esteros

y desembocadura de ríos y arroyos. En estas áreas, a nivel mundial, se

llevan a cabo importantes actividades pesqueras artesanales que aportan

24
alimento y desarrollo económico a comunidades en las zonas costeras

(CONABIO, 2008).

Los ecosistemas de manglar son altamente productivos y generan una gran

cantidad de nutrientes, los cuales son exportados a las aguas marinas de la

franja litoral más cercana a la costa, donde son aprovechados por pastos

marinos y una variedad de peces de importancia comercial (CONABIO,

2008). De acuerdo con la FAO, cerca del 80% de la captura mundial de

peces marinos se realiza en la franja costera.

El ecosistema de manglar provee un ambiente ecológico único para las

comunidades microbianas. Bacterias y hongos ocupan varios nichos y son

fundamentales para el funcionamiento de estos hábitats. En el manglar se

encuentra un grupo de hongos denominados “manglícolas”, los que son de

vital importancia en el ciclo de los nutrientes de estos ecosistemas (Maria &

Sridhar, 2003).

La descomposición de la materia orgánica por bacterias y hongos origina

fragmentos de detritos ricos en proteínas (Sarma & Vittal, 2007). Los

micromicetos son considerados como los principales responsables en este

incremento en nitrógeno (Odum & Heald, 1972).

25
Los micromicetos marinos poseen una función ecológica fundamental,

especialmente en las zonas costeras y en ecosistemas de manglar. Estos

intervienen en la descomposición de todos los sustratos orgánicos, entre los

que se encuentran los compuestos lignocelulósicos (Nambiar & Raveendran,

2009). Estos compuestos no pueden ser utilizados por otros organismos, y su

acumulación puede causar un desequilibrio en diversos ecosistemas marinos

(Gadd et al., 2007). Por lo tanto, estos microorganismos contribuyen al

reciclaje de los nutrientes, la mineralización de las fuentes de carbono y al

movimiento de materia y energía en el ambiente marino (Kohlmeyer &

Kohlmeyer, 1979; Liberra & Lindeguist, 1995).

Las hojas caídas, flores, frutos, ramas pequeñas, corteza del tronco, todos

proporcionan un sustrato idóneo para el crecimiento de los micromicetos. De

hecho, los micromicetos son más efectivos como descomponedores que las

bacterias, ya que tienen la capacidad penetrar los tejidos orgánicos (Mehdi &

Saifullah, 2000).

1.2 Antecedentes.

En la última década, la diversidad fúngica ha recibido especial atención

debido al elevado número de especies de hongos existentes en el planeta y a

la pequeña proporción de especies descritas hasta el momento

26
(Groombridge, 1992). Además, el conocimiento de la diversidad fúngica es

importante para entender el adecuado funcionamiento de los ecosistemas,

así como potencial fuente de nuevos productos bioactivos (Hawksworth et al.,

1995). El número de especies de hongos en el mundo se estima que supera

los 1,5 millones, de los cuales, únicamente 80.060 (alrededor del 5%) se

encuentran descritas (Hawksworth, 1991; Kirk et al., 2000).

Los métodos tradicionales para estimar la biodiversidad han presentado

fuertes limitaciones cuando se trata de microorganismos hiperdiversos, como

son los micromicetos (hongos microscópicos). Mientras que existe abundante

información sobre la fisiología y taxonomía de macromicetos (hongos

macroscópicos) terrestres, la información disponible para micromicetos

marinos es escasa (Valderrama et al., 2006).

La microbiología marina es una ciencia nueva y dentro de ella, los hongos

marinos constituyen uno de los grupos menos estudiados (Enríquez et al.,

2004). La existencia de los hongos en los mares se conoce desde el siglo

XIX, pero no es hasta 1944, con la publicación del libro "Hongos marinos, su

taxonomía y biología " de Barghoorn y Linder (Barghoon & Linder, 1944), que

resurge el interés en este campo. Desde entonces han sido descritas el 90%

de las especies conocidas actualmente (Enríquez et al., 2004). La primera

evidencia de la existencia de los hongos en ambientes marinos apareció en

27
1846, cuando Durieu de Monzonneuvo y Montagne describieron el

ascomicete Sphaeria posidoniae sobre Posidonia (macrófito marino)

(Montagne, 1856).

Durante los primeros cien años de desarrollo de esta ciencia se efectuaron

algunas descripciones de hongos marinos, pero las mismas se limitaron a

determinadas especies sin hacer referencia al hábitat marino. Excepciones

fueron los trabajos publicados por los hermanos Crouan en 1867, quienes

describieron 5 especies de hongos marinos asociados con algas (Kohlmeyer,

1974a; Sutherland, 1915a; 1916a).

Las contribuciones más relevantes en esta área han sido realizadas por:

Wilson (Gran Bretaña) con “Some new marine Pyrenomycetes on

wood and rope: Halophiobolus and Lindra” (Wilson, 1956),

Höhnk (Alemania) con “Pilze aus marinen Schwaemmen” (Höhnk &

Ulken, 1979),

Meyers (USA) con “Taxonomy of marine Pyrenomycetes” (Meyers,

1957),

Cribb y Herbert (Australia) con “Marine Fungi from Queensland” (Cribb

& Herbert, 1955),

28
Johnson (USA) con “Fungi in oceans and estuaries” (Borut & Johnson,

1962),

Feldmann (Francia) con “Une ustilaginale, paraite du Ruppia maritima

L (Feldmann, 1959)”,

Kohlmeyer (USA) con “Illustrated key to the filamentous higher fungi”

(Kohlmeyer & Volkmann-Kohlmeyer, 1991),

Jones (Gran Bretaña) con “Marine fungi: some factor influencing

biodiversity” (Jones, 2000) y

Hyde y Pointing (Hong Kong) con “Marine Mycology, A practical

Approach. Fungal Diversity” (Hyde & Pointing, 2000).

Si bien los manglares constituyen el segundo hábitat de importancia para los

hongos marinos, después de la madera a la deriva, reporte de hongos

marinos en estos ecosistemas no fueron publicados hasta que en 1955 Cribb

y Cribb obtuvieron una colección de hongos de raíces de mangles de

Australia (Sarma & Vittal, 2007).

En la micología marina las investigaciones se han enfocado en dos campos

principales: el primero, en hongos que habitan en el mangle, madera de

deriva y otros sustratos de la zona litoral, donde se efectúan observaciones

directas de los cuerpos de fructificación, sin el empleo de medios de cultivo

selectivos (Hyde & Pointing, 2000); el segundo, se desarrolla a partir de

29
aislamientos en sedimentos, arena y agua, mediante el empleo de técnicas

de cultivo (Hyde & Pointing, 2000). El método de observación directa ha sido

el más aceptado y empleado por un gran número de investigadores a nivel

mundial (Hyde & Pointing, 2000). Sin embargo, la distribución de los hongos

en el ambiente marino no ha sido completamente estudiada, cuando la

comparamos con los estudios en hongos terrestres y de agua dulce. Los

micromicetos marinos descritos representan solo el 5% del total de la

micoflora (Hawksworth, 1991; Kirk, et al. 2000). A pesar de que se presentan

comúnmente en la materia orgánica muerta y como parásitos de organismos

vivos, todavía su distribución en ambientes marinos no ha sido

convenientemente evaluada (Purushothaman & Jayalakshmi, 2008).

Los hongos marinos verdaderos se definen en base a su habilidad de crecer

y esporular exclusivamente en agua de mar, así como sus esporas que son

capaces de germinar en agua de mar (Raghukumar, 2008). Los hongos

marinos facultativos son formas provenientes de tierra, capaces de crecer en

agua de mar (Kohlmeyer & Kohlmeyer, 1979).

No existe evidencia de la presencia de micelio fúngico creciendo

plantónicamente en el mar; sin embargo, hongos unicelulares (levaduras) son

comunes en la columna de agua, aunque en menor número que las bacterias

(Molitoris, 1995; Raghukumar et al., 1995). Los micromicetos pueden ser

30
encontrados adheridos a plantas y animales pelágicos. Tienen mejores

índices de supervivencia a lo largo de la orilla costera, donde existen

sustratos orgánicos como algas, plantas de marismas y restos de mangle en

suficiente cantidades para sostener su crecimiento (Purushothaman &

Jayalakshmi, 2008).

Los hongos marinos superiores se presentan como parásitos de plantas y

animales y como simbiontes en líquenes marinos y algas (Gloer, 1993;

Liberra & Lindequist, 1995; Konig & Wright, 1995). También viven como

saprófitos en desechos orgánicos de origen animal y vegetal.

Los hongos marinos no constituyen un grupo filogenético, ya que en él se

incluyen hongos de diferentes grupos, con una clara predominancia de

ascomicetos y sus anamorfos (Kohlmeyer & Kohlmeyer, 1979).

Está claramente demostrado que los micromicetos marinos en su taxonomía,

morfología y adaptación al hábitat acuático, son distintos a su contraparte

terrestre y de agua dulce (Barghoon & Linder, 1944; Johnston & Sparrow,

1961; Jones, 1976; Kohlmeyer & Kohlmeyer, 1979).

31
A pesar que el término “marino” es utilizado para incluir todos los hongos que

habitan en el mar, en esta definición se agrupan a los hongos oceánicos,

manglícolas, arenícolas y estuarinos (Rees & Jones, 1985).

Los micromicetos marinos son eucariotas heterotróficos que tienen un mayor

rol en la descomposición de la celulosa y lignina del material vegetal, y en

menor grado de la queratina y quitina de tejidos animales (González &

Herrera, 1993). La descomposición libera nutrientes que regresan a los

ecosistemas. Las diversas vías de evolución biológica y bioquímica de los

hongos, les ha permitido utilizar diversos sustratos sólidos para su

supervivencia (Bugni & Ireland, 2004).

El ciclo del detrito es crucial para el funcionamiento del ecosistema marino

(Mann, 1988). La intervención de los hongos marinos en la descomposición

de la materia orgánica, resultante de organismos muertos, que incluye

exuvias y exudados, plumas, pelos, piel de animales y tejido muerto de

plantas y animales, permite que ésta entre en la cadena alimenticia (Liberra

& Lindequist, 1995). Esta intervención es vital para los procesos de

remineralización, así como para la supervivencia de los animales detritívoros

(González & Herrera, 1995).

32
Está establecida la importancia de los hongos como los mayores

descomponedores de las macrófitas costeras, particularmente de los

manglares. Los hongos forman un importante componente en los procesos

del detrito en la zona nerítica, así como también en la oceánica

(Raghukumar, 2005).

Es importante reconocer que bacterias y hongos ocupan diferentes nichos

ecológicos en el detrito (Newell, 1984; Newell, 1994; Raghukumar, 1990).

Las bacterias viven en la superficie del detrito particulado, donde son

capaces de crecer y reproducirse rápidamente en condiciones de baja

concentración de nutrientes (Raghukumar, 2005). Los hongos marinos

filamentosos que pertenecen a los Eumicetes, crecen lentamente

comparados a las bacterias, pero son capaces de penetrar las partículas del

detrito persistente debido a sus filamentos (hifas) y al crecimiento apical

(Raghukumar, 2005).

Los micromicetos marinos lignícolas están particularmente adaptados a

utilizar grandes cantidades del sustrato lignocelulósico, que tiene un alto

cociente C:N (Raghukumar, 2005).

33
1.3 Morfología de los micromicetos marinos.

Las cuatro características morfológicas relevantes para distinguir este grupo

son: (1) la estructura de reproducción sexual (Ascocarpo), (2) la cavidad

central (Centrum) del ascocarpo, (3) la estructura en forma de saco (Asca)

que produce las ascosporas, y (4) la meioespora (Ascospora) (Spatafora et

al., 1998).

La mayoría de las especies poseen ascocarpos con forma de frasco o

peritecio (Fig. 1). Estos se caracterizan por tener un ostiolo, que es un canal

con un poro terminal que puede estar ubicado en una papila o en el cuello del

ostiolo. Únicamente después de atravesar el canal ostiolar, es que las

ascosporas se liberan al ambiente (Spatafora et al., 1998).

Figura 1. Ascocarpo o cuerpo fructífero de Lulworthia grandispora y un

diagrama de su estructura. Magnificación 4X.

34
La cavidad central o centrum del peritecio es el sitio de producción de las

ascas y ascosporas, y está inicialmente compuesto por una pared fina de

células poligonales seudoparenquimatosas (Fig. 2). Este seudoparénquima

desarrolla cadenas de células estériles (catenophysas), las cuales se

convierten en el asca o pueden desaparecer completamente en el peritecio

maduro (Spatafora et al., 1998). El asca de la mayoría de los micromicetos

marinos es claviforme y es típicamente producida en un fascículo (haz de

hifas) localizado en la región basal de la cavidad central (Fig. 3) (Spatafora et

al., 1998).

En la mayor parte de las especies la pared del asca se desintegra

anteriormente o durante la maduración de las ascosporas. A este proceso se

denomina ascas evanescentes. Esto permite que las ascosporas no sean

forzadas a descargarse (Spatafora et al., 1998). Las ascosporas son

empujadas dentro del canal ostiolar del peritecio por la producción adicional

de ascas y ascosporas, y en las especies de micromicetos intermareales

pueden ser exudadas en una gota en la punta del cuello, y así ser

dispersadas por el agua (Jones, 1995).

A menudo las ascosporas con apéndices o cubiertas conspicuas son

características de los micromicetos marinos (Fig. 4 A, B) (Jones, 1995).

35
Figura 2. Pared fina con células poligonales seudoparenquimatosas de un

ascocarpo de L. grandispora. Magnificación 100X.

Figura 3. Ascas claviformes de un ascomicete marino no identificado.

Magnificación 40X.

36
La pared de las ascosporas puede tener de dos a tres capas. La capa interna

es denominada mesosporium, la capa media es el episporium, y la capa

externa, ausente en algunos géneros, es el exosporium (Jones, 1995).

Figura 4 A) Ascosporas de Dactylospora haliotrepha con estrías

longitudinales. Magnificación 40X. B) Ascosporas de Corollospora maritima

con doble flequillo de apéndices flexibles alrededor del septum y apéndices

apicales. Magnificación 100X.

Los apéndices y cubiertas de las ascosporas derivan principalmente del

episporium y/o del exosporium, y son específicos de cada género. Los

apéndices de las ascosporas son adaptaciones al medio marino. Estos le

permiten incrementar el área superficial para su dispersión en el agua

37
(apéndices y flequillos) y adherirse al sustrato apropiado (estrías y

rugosidades) (Spatafora et al, 1998).

La mayoría de los géneros tienen ascosporas elipsoidales o fusiformes con

uno o muchos septos. Sin embargo hay géneros (e.g., Lindra y Lulworthia)

que poseen ascosporas largas y filiformes (Fig. 5), con o sin septos

dependiendo de la especie (Spatafora et al, 1998).

Figura 5. Ascospora filiforme de L. grandispora y parte del cuerpo fructífero.

Magnificación 10X.

38
1.4 Diversidad de micromicetos marinos.

Entre los factores que influyen en la biodiversidad de los hongos marinos

podemos destacar: disponibilidad de sustratos para la colonización,

distribución geográfica, temperatura, salinidad, mecanismos de competencia

e inhibición y microhábitat (Jones, 2000). Otros agentes incluyen: nutrientes

orgánicos disueltos, concentración del ión hidrógeno, presión osmótica,

disponibilidad de oxígeno, habilidad para adherirse a sustratos, presión

hidrostática, tipo de sustrato, temperatura, amplitud de las mareas y

posiblemente la luz (Booth & Kenkel, 1986). Por lo tanto la diversidad de

hongos marinos es controlada por una combinación de factores

fisicoquímicos interactivos.

Algunos micromicetos marinos pueden existir tanto en hábitats marinos como

en hábitats terrestres y de agua dulce. Esto se ha observado en las especies

Savoryella lignícola y Lignincola laevis, así como también en los géneros:

Leptosphaeria, Pleospora, Trematosphaeria (Ascomicetes), Calathella

(Basidiomicetes) y Alternaria (Mitospóricos) (Kohlmeyer & Volkmann-

Kohlmeyer, 1991).

En los inicios de la década pasada Kohlmeyer & Volkmann-Kohlmeyer

incluyeron 321 especies en su clave para hongos marinos superiores

39
(Enríquez et al., 2004). Desde entonces 74 nuevos géneros y 123 nuevas

especies han sido descritos (Kohlmeyer & Volkmann-Kohlmeyer, 1995,

1996b, 1998; Kohlmeyer, et al. 1995a, b, 1996; 1997a, 1998; Hyde, 1994,

1996a; Hyde & Alias 1998; Hyde, et al., 1998; 1999).

Hasta el año 2000 fueron aceptadas 444 especies catalogadas como hongos

marinos superiores, de los cuales 360 especies en 177 géneros pertenecen a

los ascomicetes (80%), 10 especies en 7 géneros a los basidiomicetes

(1,6%), y 74 especies en 51 géneros a los hongos mitospóricos (17%) (Tabla

1). Estos últimos se denominan así ya que sus esporas son el resultado de la

mitosis (Hawksworth et al., 1995).

Recientes análisis filogenéticos de los micromicetos marinos, clasificó a un

total de 530 especies (en 321 géneros), así los Ascomicetes presentan 424

especies (en 251 géneros), los hongos anamórficos 94 especies (en 61

géneros) y los Basidiomicetes 12 especies (en 9 géneros). El orden más

numeroso de los hongos marinos es Halosphaeriales con 126 especies en 53

géneros, de los cuales 35 son monotípicos. Muchas taxa son de incierta

posición y no han podido ser asignadas a ninguna clase taxonómica (Tabla

2) (Jones et al., 2009).

40
Tabla 1. Hongos marinos superiores descritos en diferentes décadas

(Enríquez et al., 2008).

Grupo (Kohlmeyer & (Kohlmeyer & (Hyde & Sarma,


Kohlmeyer, 1979) Volkmann-Kohlmeyer 2000)
,1991)

Géneros Especies Géneros Especies Géneros Especies

Ascomicetes 62 149 115 255 177 360

Basidiomicetes 4 4 5 6 7 10

Hongos mitospóricos 40 56 41 60 51 74

Total 106 209 161 321 235 444

La dominancia de los ascomicetes sobre los otros grupos de hongos marinos

puede estar relacionada a sus adaptaciones morfológicas al hábitat marino.

Por ejemplo, la presencia de cuerpos de fructificación microscópicos y de

esporas ornamentadas con apéndices adhesivos que les permiten unirse

fácilmente a los sustratos y dispersarse en forma efectiva (Jones & Alias,

1997). Dentro de los ascomicetes, el orden Halosphaeriales es el mayor

grupo seguido por los Loculoascomycetes. Estos últimos están

particularmente adaptados a las condiciones subacuáticas, mientras que los

Halosphaeriales son más abundantes en la zona intermareal (Hyde, 1990).

41
Tabla 2. Especies de hongos marinos descritas por década desde 1840

(Jones et al., 2009).


Número de especies

En la última década, el uso de técnicas moleculares para examinar la

filogenia de los micromicetos marinos ha avanzado considerablemente

(Spatafora & Blackwell, 1994).

Con respecto a la diversidad fúngica marina, los manglares son el hábitat

mejor estudiado. Los hongos que colonizan la madera (material lignificado)

constituyen más del 50 % de las 450 especies de hongos marinos

verdaderos descritas y son los más estudiados (Das et al., 2006).

42
Estudios sobre la distribución geográfica de micromicetos marinos en las

costas del continente suramericano son escasos. En Brasil se han reportado

5 hongos marinos (Ulken, 1970, 1972; Kohlmeyer, 1969; Kohlmeyer &

Kohlmeyer, 1971); en Chile se reportaron 15 especies marinas lignícolas

(Hughes & Chamut, 1971); en Argentina 6 especies (Malacalza & Martínez,

1971), y en Venezuela 2 especies manglícolas (Kohlmeyer, 1968).

En otro estudio Erika Kohlmeyer reportó 13 hongos marinos verdaderos en

Argentina, Brasil, Colombia y Perú (Kohlmeyer, 1976). Esta colección incluía

especies alguícolas, arenícolas, lignícolas, manglícolas y hongos de plantas

vasculares en estuarios.

1.5 Evolución e importancia ecológica de los micromicetos

marinos.

Uno de los mayores temas en la evolución de los eucariotas es la repetida

transición de hábitats acuáticos a terrestres que ha ocurrido en muchas taxa,

incluyendo hongos, plantas y animales. En un artículo científico clásico,

Pirozynski y Malloch (1975), sugieren que hongos y plantas fueron los

primeros eucariotas en colonizar la tierra, y este cambio ecológico hizo

posible el establecimiento de la simbiosis micorrizal (asociación que involucra

hifas fúngicas y raíces de plantas). Esta hipótesis está fundamentada por el

43
reciente descubrimiento de esporas de un hongo micorrízico putativo del

Ordoviciense (500 a 435 millones de años). En este periodo geológico

aparecen las primeras plantas no vasculares similares a las Briofitas

(Redecker, et al., 2000).

Los hongos marinos han jugado un rol central en la hipótesis filogenética

relacionada con el origen y evolución del reino Fungi a lo largo de 100 años.

Esta importancia se resalta en la hipótesis Florideana, la cual afirma que el

Filo Ascomicete evolucionó de un alga roja parásita perteneciente a la familia

Florideae (Filo Rodofita) (Sachs, 1874; de Bary, 1887). Recientemente,

proponentes de la hipótesis Florideana relacionan similitudes en el ciclo vital,

formas de nutrición y la morfología de las estructuras reproductivas, como

evidencias de un ancestro común entre Ascomicetos y Rodofitas (Denison y

Carrol, 1966; Kohlmeyer, 1975; Demoulin, 1985).

Opositores de la hipótesis Florideana, argumentan que estas similitudes son

el resultado de evolución convergente o paralela (Barr, 1983; Blackwell,

1994). Ellos citan la disímil vía de biosíntesis del aminoácido lisina y la pared

celular formada por carbohidratos en ambos grupos como argumentos que

refutan la cercanía filogenética entre Ascomicetes y Rodofitas (Spatafora, et

al., 1998).

44
Recientes análisis filogenéticos del gen que codifica para el ARN de la

pequeña subunidad ribosomal nuclear (SSU ADNr ó ARNr) en eucariotas, no

validan la hipótesis Florideana (Bhattyacharya et al., 1990; Cavalier – Smith

et al., 1994).

Los Ascomicetos están ubicados dentro del Reino Fungi como clado

monofilético, cercano a los basidiomicetes (Filo Basidiomicete) (Bruns et al.,

1992; Berbee & Taylor, 1993). Las rodofitas están ubicadas en una región

aparte del árbol eucariota y no están cercanas al Reino Fungi (Bhattyacharya

et al., 1990; Cavalier-Smith et al., 1994).

Los hongos marinos superiores, se encuentran como parásitos de plantas y

animales, como simbiontes en asociaciones liquenoides con algas y como

saprobios de desechos orgánicos de plantas y animales (Kohlmeyer &

Kohlmeyer, 1979). Generalmente a los hongos de ecosistemas marinos y

costeros se les resta importancia, aunque constituyen una parte significativa

de la biodiversidad marina. Los hongos en general son capaces de degradar

un amplio rango de moléculas biológicas recalcitrantes. En los ecosistemas

costeros, la actividad fisiológica fúngica es crítica en los primeros estadios de

la biodegradación (Damare, 2007).

45
Los hongos marinos filamentosos han sido reportados en una amplia

variedad de detritos: madera y hojas en descomposición, algas, pasto

marino, y sustratos calcáreos y quitinosos (González & Herrera, 1993).

Los hongos marinos comprenden formas saprófitas, presentes en aguas

abiertas oceánicas (pelágicos) y en el fondo (bénticos) (Enríquez et al.,

2004). Sin embargo la mayoría de los estudios en hongos marinos están

relacionados a formas que ocurren en varios tipos de materiales sumergidos

en el agua y sedimentos cercanos a la costa, las zonas nerítica y litoral (Hyde

et al., 1998). Son escasos los estudios de hongos presentes en aguas y

sedimentos profundos oceánicos.

La mayoría de los hongos encontrados en hábitats marinos son

microscópicos (micromicetos). El ascocarpo más grande reportado en

Amylocarpus encephaloides, no excede de 3 mm. Los basidiomicetes

Digitatispora marina y Nia vibrissa tienen cuerpos fructíferos de 4 mm de

longitud y 3 mm de diámetro (Ruiz, 2004). Esto se debe a que el medio

marino no permite el desarrollo de grandes y blandos cuerpos fructíferos, a

causa de la abrasión causada por las olas y granos de arena (Johnson &

Sparrow, 1961; Kohlmeyer & Kohlmeyer, 1979; Christophersen et al., 1999).

46
1.6 Degradación de la madera por micromicetos marinos.

La mayoría de los hongos marinos han sido identificados en sustratos que

contienen lignocelulosa. Debido a esto, no es de sorprenderse que muchos

géneros estén implicados en la descomposición de la madera dentro de

ecosistemas marinos y estuarinos. A pesar de que los perforadores marinos

son conocidos como degradadores de madera, estos son incapaces de

tolerar las bajas concentraciones de oxígeno encontradas en los sedimentos

(Blanchette et al., 1990). Muchos hongos marinos poseen la capacidad de

tolerar bajas concentraciones de oxígeno y pueden ser los agentes

dominantes del desdoblamiento de la lignocelulosa en sedimentos marinos. A

pesar que existen bacterias lignocelulolíticas, estas no son degradadoras

agresivas de este sustrato (Holt & Jones, 1983; Singh et al., 1990).

Esto es de particular importancia si consideramos la alta cantidad de

biomasa lignocelulósica, representada en forma de manglares y otro material

vegetal, en las áreas costeras con una alta descarga de sedimentos. Los

micromicetos marinos son importantes descomponedores de madera en la

zona intermareal superior, donde los perforadores marinos son incapaces de

sobrevivir (Hyde et al., 1998).

47
1.7 Objetivos:

1.7.1 General:

Aislar e identificar micromicetos marinos lignícolas del manglar de Palmar-

Provincia de Santa Elena, para establecer el primer banco de cepas fúngicas

de manglar en el Ecuador, como base para aplicaciones biotecnológicas

futuras; bioles, enzimas, antimicrobianos.

1.7.2 Específicos:

Determinar las estaciones de muestreo en el manglar de Palmar así como

su ubicación geográfica exacta.

Colectar material lignificado en cada una de las estaciones de muestreo

determinadas.

Implementar el método de traslado de la muestra, aislamiento y cultivo de

los micromicetos marinos lignícolas colectados del manglar de Palmar

mediante la utilización de medios de enriquecimientos y medios

selectivos.

Evaluar taxonómicamente las cepas aisladas del manglar de Palmar

mediante el análisis microscópico de estructuras reproductivas.

48
Determinar las condiciones para el establecimiento de un banco de las

cepas fúngicas aisladas del manglar de Palmar mediante el análisis de

diversas técnicas de conservación.

49
CAPÍTULO 2

MATERIALES Y MÉTODOS

2.1 Descripción del área de estudio.

La zona de estudio se encontró a un costado de la ruta de la costa

ecuatoriana, en la comuna Palmar, del cantón Santa Elena, Provincia de

Santa Elena, Ecuador.

Esta zona está limitada por los siguientes puntos: Al norte se encuentra el

Cerro Angahuel y camaroneras (02° 00' 868´´ de latitud Sur y 80° 44'

240´´ de longitud Oeste); al sur, barrios, “Los Esteros” y “Las Conchas”, (02°

01' 232´´ de latitud Sur y 80° 44' 179´´ de longitud Oeste); al este la

camaronera “Chila”, (02° 01' 22´´ de latitud Sur y 80° 44' 46´´ de longitud

Oeste); al oeste se encuentra la desembocadura del río Grande (02° 00’

989´´ de latitud Sur y 80° 44' 451´´ de longitud Oeste) (Fig. 6).

Los ocho puntos de muestreo en el manglar de Palmar se ubicaron con la

ayuda de un GPS. Las localizaciones geográficas para cada una de las

estaciones se indican en la Tabla 3.

50
Figura 6. Vista aérea del manglar de Palmar – Provincia de Santa Elena.

51
Tabla 3. Localización geográfica del área de investigación.

Estación Localización geográfica

#1 02°01´95´´S 80°44´175´´W

#2 02°01´178´´S 80°44´184´´W

#3 02°01´229´´S 80°44´144´´W

#4 02°01´256´´S 80°44´106´´W

#5 02°01´261´´S 80°44´057´´W

#6 02°01´210´´S 80°44´058´´W

#7 02°01´169´´S 80°44´041´´W

#8 02°01´104´´S 80°44´031´´W

2.2 Técnica de muestreo y procesamiento de las muestras.

Los muestreos se realizaron a lo largo de la zona intermareal, durante la

marea baja. En cada estación se tomaron 5 unidades de muestra que

consistieron en restos vegetales como ramas, propágulos, y raíces de

mangle, los cuales se colocaron en bolsas de polietileno cerradas

herméticamente y ubicadas en un recipiente térmico (Fig. 7 A-C).

52
Figura 7. Técnica de muestreo y procesamiento de muestras. A) Zona

intermareal del manglar de Palmar. B) Muestras del manglar de Palmar

colocadas en bolsas de polietileno herméticas. C) Muestras recolectadas en

un recipiente térmico.

2.3 Metodología de laboratorio

Cinco etapas principales se implementaron durante el procesamiento de

muestras en el laboratorio: (1) Incubación en cámara húmeda; (2)

Aislamiento de estructuras de reproducción (cuerpos fructíferos); (3)

53
Identificación taxonómica; (4) Obtención de cultivos monospóricos; y (5)

Conservación de cepas monospóricas (Fig. 8).

Figura 8. Esquema de la metodología de laboratorio.

Muestra de material lignificado del 1. Incubación en cámara


manglar húmeda

2. Aislamiento de estructuras de 3. Identificación taxonómica


reproducción

4. Obtención de cultivos 5. Conservación de cepas


monospóricos monospóricas
2.

3.1

54
Incubación en cámara húmeda.

Las muestras colectadas se trasladaron al laboratorio de biomedicina de la

Escuela Superior Politécnica del Litoral, donde se eliminó el exceso de

sedimento mediante el enjuague con agua de mar filtrada y esterilizada. Una

vez eliminado el exceso de sedimento se incubaron durante 10 meses a

temperatura ambiente (revisando el material periódicamente), utilizando el

método de incubación de material lignificado en cámara húmeda. Este

consistió en colocar las muestras en un recipiente plástico con papel toalla

estéril y humedecido con agua de mar filtrada y estéril. Dos veces por

semana se asperjó agua de mar de las mismas características para

mantener la cámara húmeda (Alias & Jones, 2000) (Fig. 9).

Figura 9. Material lignificado colocado en la cámara húmeda de incubación.

2.3.2 A

55
Periódicamente se revisó el material en incubación bajo un

estereomicroscopio, en búsqueda de estructuras de reproducción (cuerpos

fructíferos). Dichas estructuras fueron aisladas y transferidas a una gota de

agua destilada sobre un portaobjeto. Luego se colocó un cubreobjetos y se

presionó suavemente antes de su observación bajo el microscopio. Fue

necesario presionar debidamente el cubreobjeto para provocar la liberación

de las ascas y esporas. Para la observación de esporas con coloración

marrón se añadió una gota de glicerol al borde del cubreobjetos para que

ingrese por capilaridad. En caso de esporas hialinas, se agregó una gota de

azul de lactofenol en lugar de la glicerina (Kohlmeyer & Kohlmeyer, 1972)

(Fig. 10 A-C).

56
Figura 10. Aislamiento de estructuras reproductivas. A) Microfotografía de

cuerpos fructíferos de micromicetos marinos lignícolas. Flechas blancas:

Cuerpos fructíferos de micromicetos marinos lignícolas. B) Aislamiento de

cuerpos fructíferos de la muestra incubada. C) Placas semi-permanentes

fijadas con azul de lactofenol (001-002) y glicerol (007).

57
2.3.3 Obtención de cultivos monospóricos.

El proceso de identificación de hongos no se basa únicamente en

características morfológicas. El uso de cultivos de hongos, obtenidos a partir

de una espora es fundamental para la identificación de muchos hongos, así

como para su posterior conservación y establecimiento de un banco de

cepas. En términos del concepto morfológico de la especie, los cultivos

monospóricos pueden proporcionar caracteres adicionales para

la identificación, y establecer las conexiones entre el estado teleomorfo y el

anamorfo.

El concepto de especie filogenética, incluye la comparación de

ambos caracteres, los morfológicos y moleculares, y en la mayoría de los

casos requieren cultivos monospóricos (Goh & Hanlin, 1997).

Para la obtención de cultivos monospóricos de micromicetos marinos

lignícolas, se aislaron los cuerpos de fructificación en condiciones asépticas,

colocándolos en una placa excavada con 100 µL de agua de mar estéril. Se

aplastó el cuerpo fructífero hasta desalojar todas las esporas, luego se

homogenizó y se agregó una gota en cada cuadrícula diagramadas en la

base de placas de Petri con medio Agar-agua suplementadas, con

cloranfenicol (40 µg/mL) (Mehdi & Saifullah, 1992) (Fig. 11). Después de 24

58
horas se observó bajo el estereomicroscopio las esporas germinadas.

Posteriormente se transfirieron alrededor de 5 esporas germinadas, a nuevas

placas de Petri con medio Corn Meal Agar (CMA), suplementadas con

cloranfenicol (40 µg/mL) (Fig. 12). Se revisó periódicamente la formación de

colonias, para transferirlas a placas de Petri individuales con medio CMA

suplementado con cloranfenicol (Fig. 13).

Figura 11. Caja de Petri con el medio Agar agua mostrando la suspensión de

esporas.

Figura 12. Cajas de Petri con el medio CMA con esporas germinadas

señaladas con un círculo.

59
Figura 13. Caja de Petri con el medio CMA mostrando la colonia de un

cultivo monospórico.

Con el método descrito se logró sólo el aislamiento monospórico de C.

maritima. Debido a esto, se estableció otro protocolo para la obtención de

cultivos monospóricos, utilizando un medio a base del jugo vegetal V8,

suplementado con 250 mg de sulfato de estreptomicina. El proceso de

obtención de esporas fue similar al descrito anteriormente, excepto que el

homogenizado se colocó en la caja de Petri antes de agregar el medio a una

temperatura de alrededor de 39ºC (Fig. 14). Esta técnica permitió que las

esporas se integren al medio una vez solidificado. Las placas se incubaron a

35ºC. Las esporas germinadas (5 o 6) después de 24 h de incubación, fueron

transferidas a nuevas placas con medio V8, con la ayuda de agujas

entomológicas y bajo un estereomicroscopio (Fig. 15).

60
Figura 14. Caja de Petri con 500 µL de suspensión de esporas antes de ser

agregado el medio de cultivo.

Figura 15. Aislamiento de esporas germinadas en medio V8.

Las cajas de Petri con las esporas germinadas fueron incubadas a 35 °C y se

observaron cada 24 horas hasta que se detectó la formación de colonias

(Figura 16). Posteriormente cada colonia fue transferida individualmente a

nuevas cajas de Petri con medio V8 y medio CMA (Fig. 17 A-C).

61
Figura 16. Colonias monospóricas del micromiceto marino C. maritima.

Figura 17. Aislamiento de colonias fúngicas en placas individuales. A)


Colonia monospórica de C. maritima en medio V8. B) Colonia monospórica
de C. maritima en medio CMA. C) Colonia monospórica de D. haliotrepha en
medio V8.

62
2.3.4 Conservación de cepas monospóricas.

Los dos objetivos que nos planteamos alcanzar para conservar

correctamente las cepas monospóricas fúngicas en la presente investigación

fueron: A) que el cultivo a conservar sea puro, evitando que se produzcan

contaminaciones durante el proceso de conservación; y B) que durante el

tiempo de conservación sobrevivan al menos el 70-80% de las células

(García & Uruburu, 2005).

Una vez obtenidos los cultivos monospóricos se optimizó un método para su

conservación, el mismo que debía mantener la viabilidad de los cultivos a

través del tiempo.

2.3.4.1 Procedimiento 1.

Se dispensó medio CMA suplementado con cloranfenicol (40 µg/mL), en

tubos de 17 x 100 mm y se dejó solidificar en ángulo para formar un “slant”.

Posteriormente se agregó 3 mL de glicerol al 20% estéril sobre el slant.

Los tubos fueron inoculados con discos de colonias extraídas con sorbetes

plásticos estériles, sellados con parafilm y conservados a -10 ºC (Fig. 18 A,

B).

63
Figura 18. Conservación de cepas monospóricas por Procedimiento 1. A)

Colonia monospórica de C. maritima lista para obtener un disco de ella y

proceder a su conservación. B) Discos de C. maritima en glicerol al 20%.

2.3.4.2 Procedimiento 2.

Se dispensó individualmente en tubos de vidrio con tapa 10 mL de glicerol al

10 y 15 % en agua de mar. Así mismo se colocaron 10 mL de glicerol al 10 y

15 % en agua destilada.

Los tubos fueron inoculados con discos de colonias de la misma manera que

el procedimiento anterior. Se procedió a tapar cada tubo y sellar con parafilm,

se rotularon y conservaron a -10 ºC (Fig.19. A, B).

64
Figura 19. Conservación de cepas monospóricas por Procedimiento 2. A)

Discos de C. maritima en glicerol al 10 y 15 % en agua de mar (35 ‰) o en

agua destilada. B) Discos de C. maritima en glicerol para su conservación.

65
CAPÍTULO 3

RESULTADOS

3.1 Aislamiento e identificación de micromicetos marinos


lignícolas.

En la presente investigación se identificaron siete especies y un género de

micromicetos, cuya clasificación taxonómica y descripción se detalla a

continuación:

3.1.1 TELEOMORFOS

3.1.2 Descripción de Dactylospora haliotrepha.

Phyllum: Ascomycota

Subphyllum: Pezizomycotina

Clase: Lecanoromycetes

Subclase: Lecanoromycetidae

Orden: Lecanorales

Familia: Dactylosporaceae

Género: Dactylospora

Especie: haliotrepha

66
D. haliotrepha presenta ascósporas elipsoidales u ovoides con medidas de

17 – 25 µm de longitud y de 8 – 11 µm de ancho, con un solo septo, con una

constricción en el septo, de coloración verde grisáceo o café con estrías

longitudinales delicadas (Fig. 20 A, B).

Figura 20. Ascosporas de la especie D. haliotrepha. A) Magnificación 40X.

B) Magnificación 100X, mostrando mayor detalle de estructuras,

3.1.3 Descripción de Corollospora maritima.

Phyllum: Ascomycota

Subphyllum: Pezizomycotina

Clase: Sordariomycetes

Subclase: Hypocreomycetidae

Orden: Halosphaeriales

Familia: Halosphaeriaceae

Género: Corollospora

Especie: maritima

67
C. maritima presenta ascosporas de 20 – 40 µm de longitud y de 8 – 10 µm

de ancho, hialinas, con un solo septo, apéndices polares de 4 – 7 µm de

longitud y un cinturón de flequillos en la región ecuatorial (Fig. 21 A, B).

Figura 21. Ascosporas de la especie C. maritima. A) Ascospora mostrando el

septo, cinturón de flequillos y apéndice polar. Magnificación 100X. B)

Ascosporas y parte del cuerpo fructífero. Magnificación 40X.

3.1.4 Descripción de Lulworthia grandispora.

Phyllum: Ascomycota

Subphyllum: Pezizomycotina

Clase: Sordariomycetes

Subclase: Hypocreomycetidae

Orden: Lulworthiales

Familia: Lulworthiaceae

Género: Lulworthia

Especie: grandispora

68
L. grandispora presenta ascosporas filiformes curvas, hialinas, con extremos

característicos, y una longitud de 200 – a 500 µm y un ancho de 3 – 5 µm.

Las ascosporas filiformes de L. grandispora, pueden presentar una cámara

cónica apical con una longitud de 5 a 10 µm (Fig. 22 A, B).

Figura 22. Ascosporas de L. grandispora. A) Ascosporas filiformes.


Magnificación 10X. B) Ascosporas filiformes mostrando la cámara cónica
apical. Magnificación 100X.

3.1.5 Descripción de Saccardoella sp.

Phyllum: Ascomycota

Subphyllum: Pezizomycotina

Clase: Sordariomycetes

Subclase: Xylariomycetidae

Orden: Xylariales

Familia: Clypeosphaeriaceae

Género: Saccardoella

69
Saccardoella sp., presenta ascósporas de 19 – 26 µm de longitud y de 5.5 –

7.5 µm de ancho, cuando las ascósporas son jóvenes se presentan como

dos células, volviéndose 4, 5 o 6 septadas cuando maduran, son hialinas,

elipsoidales, rodeadas por una fina cubierta cuando se encuentran en el agua

(Fig. 23 A, B).

Figura 23. Ascosporas del género Saccardoella sp. A) Ascosporas con

septos claros. Magnificación 100X. B) Ascosporas mostrando la “capa fina

hialina”. Magnificación 100X.

70
3.1.6 ANAMORFOS U HONGOS MITOSPÓRICOS

3.1.7 Descripción de Zalerion maritimun

Phyllum: Deuteromycota

Subphyllum: Deuteromycotina

Clase: Hyphomycetes

Género: Zalerion

Especie: maritimun

Conidióforos cilíndricos, septados, simples, hialinos con tonalidad oliva a

marrón. Los conidios tienen una longitud entre 30 – 42.5 x 26 – 50 µm de

ancho, irregularmente helicoidales o enrollados en tres planos, formando una

especie de nudo de aproximadamente 10 a 30 células. La pared es delgada y

difusa, de coloración café a café oscura, puede aparecer en coloración negra

cuando se presenta en grupos (Fig. 24).

Figura 24. Conidios de Z. maritimun. Magnificación100X.

71
3.1.8 Descripción de Trichocladium alopallonelum.

Phyllum: Deuteromycota

Subphyllum: Deuteromycotina

Clase: Hyphomycetes

Género: Trichocladium

Especie: alopallonelum

Los conidióforos presentan una longitud entre 3.5 – 6.8 x 3.5 – 6 µm de

ancho, simples, 0 – 1 septos, difusos, sub-hialinos a café claro, cortos en

ciertas ocasiones no se distinguen. Los conidios son células de 10 – 32 µm

de longitud x 8 – 17 µm de ancho, ovopiriformes, ovoidales o subglobosos, 0

– 1 septo, célula apical grande, de 10 – 15.5 x 8 – 12 µm, ovoidales; célula

basal pequeña, cónica o cilíndrica, de coloración café claro (Fig. 25 A, B).

Figura 25. Conidios de la especie T. alopallonelum. A) Conidio mostrando el


septo. Magnificación 100X. B) Tejido seudoparenquimatoso del cuerpo
fructífero. Magnificación 10X.

72
3.1.9 Descripción de Trichocladium achrasporum.

Phyllum: Deuteromycota

Subphyllum: Deuteromycotina

Clase: Hyphomycetes

Género: Trichocladium

Especie: achrasporum

Conidióforos algunas veces ausentes, si está presente es simple formado

lateralmente en hifas, es hialino a café pálido. Conidios de 18– 25 x 10 – 16

µm, 2-3 septados, estrechos en el septo, clavados, obpiriformes, rectos o

ligeramente curvos, el diámetro se incrementa de la base al ápice. Célula

apical es subglobosa de coloración café oscura, la célula basal es cónica o

subcilíndrica, subhialina a café claro (Fig. 26).

Figura 26. Conidio de la especie T. achrasporum, mostrando los septos y

células apical y basal. Magnificación 100X.

73
3.1.10 Descripción de Periconia prolifica

Phyllum: Deuteromycota

Subphyllum: Deuteromycotina

Clase: Hyphomycetes

Género: Periconia prolifica

Conidióforo septado, hialino, simple o ramificada, cilíndrica, usualmente

formando pústulas en la superficie o en el sustrato.

Conidios de 7.5 – 12.5 µm de diámetro, unicelulares, subglobosas, desarrollo

basipétalo, color café claro con tinte rojizo, células separadas (Fig. 27 A, B).

Figura 27. Conidio de la especie P. prolifica. A) Conidio simple color café,

unicelular. Magnificación 100X. B) Conidio germinando. Magnificación 40X.

74
3.2 Obtención y conservación de cultivos monospóricos para el

establecimiento de un banco de cepas fúngicas.

Se lograron obtener cultivos monospóricos de D. haliotrepha y C. maritima.

Ambos cultivos fueron obtenidos con el método del vaciado del medio V8

sobre una caja de Petri con una suspensión de esporas y posteriormente el

aislamiento de una sola célula y siembra en medio de cultivo apropiado (Fig.

28 A, B).

Figura 28. Cultivos monospóricos. A) C. maritima. B) D. haliotrepha.

La conservación de cultivos monospóricos de los micromicetos marinos

lignícolas no fue la esperada. El procedimiento 1 (glicerol 20 % + - 10°C)

después de 8 meses de conservación no produjo células viables. Se

sembraron las muestras conservadas por este método en medio CMA y no

75
se observó crecimiento después de incubar por 72 horas a 35°C. Mientras

que el procedimiento 2 (glicerol 10 y 15 % con agua de mar 35 ‰ y agua

destilada) después de 4 meses sólo produjo células viables en los

tratamientos con agua de mar 35 ‰. Se sembraron las muestras en medio

PDA y se incubaron a 35°C durante 72 horas, observándose un crecimiento

lento (Fig. 29 A, B).

Figura 29. Micelio con estructuras vegetativas del cultivo monospórico

conservado en: A) Glicerol al 10 % en agua de mar después de 4 meses.

Magnificación 40X. B) Glicerol al 15% en agua de mar después de 4 meses.

Magnificación 40X.

76
CAPÍTULO 4

DISCUSIÓN

4.1 Discusión.

En la actualidad se han descrito un total de 530 especies de hongos marinos

filamentosos. De los cuales, 424 especies son ascomicetes, 94 especies son

hongos mitospóricos y 12 especies son basidiomicetes (Jones et al., 2009).

Según Kohlmeyer & Kohlmeyer (1979) y Hyde & Sarma (2000), los hongos

marinos, a diferencia de los terrestres, en su mayoría son ascomicetes,

debido al desarrollo de una serie de adaptaciones al medio marino (cuerpos

fructíferos pequeños y esporas ornamentadas), lo que les da dominio en este

hábitat.

En la presente investigación se identificaron 4 hongos ascomicetes y 4

hongos mitospóricos, lo que no refleja la dominancia reportada de los

ascomicetes en este tipo de hábitat. Sin embargo otros autores en sus

investigaciones han reportado una dominancia de los hongos mitospóricos

frente a los ascomicetes; en India Sridhar obtuvo un 55,9% de mitospóricos y

77
un 36,3% de ascomicetes, (Sridhar, 2009), Fryar en Brunei, 54% de

mitospóricos y 46% de ascomicetos (Fryar et al., 2004) y Sun 60% de

mitospóricos y 40% de ascomicetos en China (Sun et al., 2008).

Los micromicetos marinos descritos en la presente investigación, han sido

descritos en otras locaciones geográficas del mundo.

Los ascomicetes Dactylospora haliotrepha, Lulworthia grandispora y los

hongos mitospóricos Periconia prolifica, Trichocladium alopallonelum y

Zalerion maritimum reportados aquí, fueron aislados e identificados, por el

método de la cámara húmeda, de madera de Avicennia y Rhizophora en los

manglares de Kerala - India (Nambiar & Raveendran, 2009a).

P. prolífica también ha sido reportada en los manglares de Phichavaram,

costa sureste de la India, y se aisló mediante la incubación de madera, raíces

y hojas de Avicennia marina y Rhizophora mucronata (Sridhar, 2009).

Mediante la incubación en cámara húmeda también se reportaron

Corollospora maritma, Trichocladium achrasporum y Z. maritimum de

muestras de madera enterradas en las playas de Kerala, Tamil Nadu y

Pondicherry-India, (Nambiar & Raveendran, 2009b).

78
En la zona intermareal de la costa oeste de la India, también se aislaron e

identificaron: C. maritima, D. haliotrepha, P. prolifica, Z. maritimum, T.

alopallonelum y T. achrasporum (Prasannarai & Sridhar, 2003).

El método de la cámara húmeda también sirvió para la identificación de D.

haliotrepha, L. grandispora, Saccardoella rizophorae, P. prolifica, T.

achrasporum, T. allopalonelum, de restos vegetales de Rizophora apiculata y

Avicennia sp. colectados en el delta de los ríos Godavari y Krishna de la

costa oeste de la India (Sarma & Vittal, 2000).

En el pasado se han aislados e identificado hongos marinos en las costas de

Sudamérica, en 1973 Erika Kohlmeyer colectó las siguientes especies:

Ceriosporopsis halima , Chadefaudia corallinarum, C. maritima, C. trifurcata,

Didymosphaeria rhizophorae, Halosphaeria quadricornuta, H. salina,

Keissleriella blepharospora, Leptosphaeria australiensis, Lulworthia sp.,

Mycosphaerella pneumatophorae, Phoma sp. y Rhabdospora avicenniae

(Kohlmeyer, 1976). Sin embargo, la mayor riqueza de especies es la

encontrada en los manglares tropicales de Hong Kong, Borneo, India y

Malasia (Sosa-Rodríguez et al., 2009). Esto puede deberse a que los

estudios son insuficientes para la región e inexistentes para nuestro país.

79
El género Trichocladium presentó dos especies T. allopalonelum y T.

achrasporum. La especie Corollospora maritima es exclusivamente arenícola

(Kohlmeyer & Kohlmeyer, 1979. Sin embargo, en el presente trabajo se aisló

de restos vegetales muy cercanos al área de playa, lo que explica su

presencia.

Utilizando el método de incubación en cámara húmeda se aislaron e

identificaron ocho hongos marinos después de diez meses de incubación. La

incubación en cámara húmeda se efectuó hasta producir la disminución del

número de estructuras de reproducción. Algunos investigadores incuban las

muestras durante seis meses (Nambiar & Raveendran, 2009c) (Alias &

Jones, 2000), otros por periodos de 0, 2, 6, 12 y 18 meses (Prasannarai &

Sridhar, 2003), o de 0.5, 2, 4 y 8 meses (Ananda & Sridhar, 2004).

Desde el punto de vista biotecnológico, los hongos marinos constituyen una

novedosa fuente de productos biológicamente activos, incluyendo

compuestos de interés farmacológico (Mahdy, 2004). De algunos hongos

marinos se han obtenido ácidos grasos como oleico, palmítico y linoleico, así

como muchos aminoácidos (Damare, 2006). Se ha demostrado que los hongos

marinos pueden degradar algunos compuestos del petróleo como el n-

hexadecano, 1-hexadeceno, pristano y en menor grado n-tetradecano

(Damare, 2006).

80
En un estudio realizado en Hong Kong el ascomicete C. maritima, presentó

actividad celulolítica (celulasas) y xylanolítica (xylanasas) y L. grandispora

presentó actividad celulolítica, xylanolítica y ligninolítica (lignasas), mientras que

el hongo mitospórico P. prolifica presentó actividad celulolítica y ligninolítica

(Bucher et al., 2004).

El metabolito secundario Corollosporina con actividad antibacteriana contra

Staphylococcus aureus y otros microorganismos, aislado del hongo marino C.

maritima, es actualmente producido mediante la síntesis química (Liberra et al.,

1998).

Debido a estos antecedentes los hongos de hábitats marinos están

recibiendo mucha atención en recientes años por la producción de

metabolitos secundarios útiles (Punyasloke et al.,2006).

Los resultados obtenidos en este estudio sugieren que la presencia de

micromicetos es común en los manglares de Ecuador. No se conoce la

distribución, diversidad ni el rol funcional de la micobiota marina de los

manglares del Ecuador. Ninguna de las especies descritas en la presente

investigación ha sido previamente reportada para nuestro país. Este primer

estudio realizado en un punto del litoral ecuatoriano, evidencia la necesidad

de ampliar las investigaciones de hongos marinos a todo el litoral, incluyendo

81
otros biotopos como son las playas, salinas y arrecifes, debido al total

desconocimiento de este tipo de microorganismos en nuestro país.

La presente investigación sentará las bases para el conocimiento y potencial

utilización de la biodiversidad microbiana de los ecosistemas de manglar. El

establecimiento del banco de cepas puras de hongos marinos servirá para la

posterior evaluación de metabolitos bioactivos producidos por ellos, los

mismos que podrían ser utilizados o aplicados en el área farmacéutica,

humana, animal y biorremediación.

82
CAPÍTULO 5

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1 Conclusiones.

Se identificaron siete especies de micromicetos marinos, los teleomorfos: C.

maritima, L. grandispora y D. haliotrepha y los anamorfos: Z. maritimun, T.

alopallonelum, T. achrasporum y P. prolifica, y un género teleomorfo:

Sacardoella sp.

Para la identificación taxonómica de hongos marinos se comprobó que el

procedimiento de colecta y procesamiento del material lignificado en el

laboratorio (cámara húmeda) es apropiado, habiéndose hallado desde el

inicio estructuras de reproducción en todas las estaciones.

De los ocho microhongos identificados, sólo dos tipos de hongos marinos

fueron aislados a partir de una sola espora (monospórico), D. haliotrepha y C.

maritima; a pesar de que se obtuvo estructuras de reproducción (cuerpos

fructíferos y ascosporas) de todas las especies identificadas, las restantes no

germinaron.

83
De los dos métodos de conservación evaluados, sólo se pudo rescatar en

PDA, el crecimiento en agua de mar con glicerol al 10 y 15%. Sin embargo el

crecimiento observado de estos aislados después de la conservación a -30 C

durante 4 meses, fue diferente morfológicamente al observado antes de la

conservación.

5.2 Recomendaciones.

Es necesario implementar la caracterización molecular de este tipo de

organismos en nuestro país, mediante la amplificación por PCR y posterior

secuenciación de la región espaciadora interna del transcrito (ITS), para

confirmar la identificación taxonómica realizada en este trabajo; está

investigación se está desarrollando en colaboración con el laboratorio de

biomedicina del FICMCM.

Para esto es necesaria la obtención de los cultivos monospóricos de todos

los microhongos hallados, y debido a esto se deben formular medios de

cultivo que permitan este propósito; en la actualidad se ha obtenido un tercer

y cuarto cultivos monospóricos (L. grandispora; T achrasporum).

La conservación de estos microhongos debe ser re-evaluada, si bien el uso

de glicerol al 10 y 15 % con agua de mar (35 ‰) produjo células viables,

84
estas tuvieron un crecimiento lento, por lo tanto es necesario evaluar otros

métodos como la liofilización.

Se obtuvo un banco de cultivos monospóricos de dos especies, pero es

indispensable incrementar este número para contar con una base más

amplia para evaluar la producción de metabolitos de utilidad, actualmente se

cuenta con un banco de cepas monospóricas de 4 especies.

85
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