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Oracion

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La liturgia es la manera como Dios se relaciona con nosotros

Paternidad: Dios con sus hijos Filiación: hijos con Dios

Cristo es Dios y hombre: siendo hombre nos dispenso de la oración, la cual tienes que ser con filial
confianza e intimidad incomparable, dando como ejemplo a los discípulos el Padre Nuestro.

El cristiano movido por el Espíritu Santo hará de la oración motivo de su vida diaria y de su
trabajo: la oración crea en el una actitud de alabanza y agradecimiento a él Señor (aumenta la fe,
lo conforta en la esperanza, lo conduce a entregarse a los hermano y hace fiel en la tarea
apostolica.

Nos capacita para ser puntuales con Cristo.

La Fe nos introduce a conocer a Cristo para acogerlo y dejarlo entrar.

En la liturgia de las horas la iglesia ora sirviéndose en gran medida del Espiritu Santo en la
poesía del antiguo testamento, tiene la virtud para elevar la mente y el corazón para con Dios,
excitan en ellos sentimientos santos y piadoso, los ayudan en momentos de elegirá y proporcionan
consuelo y firmeza de espíritu en la adversidad.

Sin embargo los salmos no son más que una brevedad de aquello que se revelo en tiempos
de Cristo Jesús, como fuente de sentimiento de Fe se van recorriendo cada semana para que
vayamos la plena comunión con Cristo, así nos trasmite los mismos sentimientos de Cristo.

Quien por tanto saborea la salmodia medita verso tras verso disponiendo a su corazón,
dispuesto a la voluntad del Espíritu Santo. Y sigue asistiendo al que con piedad esté dispuesto a
recibir su gracia. Por lo cual la salmodia de realizarse con alegría de espíritu y amor tanto como a la
poesía y canto, sobre todo a la libertad de los hombres.

Oración.- relación de amista, un encontrarse frecuentemente con quien sabemos nos


ama, a solas, experiencia afectiva, “una amistad entre personas”, conviene alimentarla y
experimentarla, encontrarse frecuentemente con Dios y le basta cualquier elemento en mi vida
como inspiración. Aprender a buscar un momento con Dios es una relación teologal (no tiene otro
sostén que la Fe, Esperanza y Caridad). Es concentración y como todo ejercicio requiere la misma,
es concentración amorosa en Dios y es la concentración amorosa de Dios.

Oración Vocal.- la forma más sencilla, es hacer conciencia de las palabras que estoy
diciendo, primer contacto con Dios. Verbalizar es expresar los sentimientos íntimos, es manifestar
el interés involucrándome en lo que estoy diciendo en oración compuestas o expresa situaciones
interiores en forma de oración propia, formula escrita. En la medida que el sujeto quiera acervarse
a Dios y hablar con Él, exige escuchar lo que estamos diciendo con atención. El maestro y amigo
que nos quiere nos enseña cómo debemos orar (mente y corazón deben acompañar las palabras.
Alcanzar el máximo nivel de contemplación tiende a él silencio con el deseo de ser escuchado y de
escuchar a él otro. La vida espiritual no se mide por las formas de oración, es la forma que vivas en
la Verdad y el Amor.

Oración de adoración o alabanza.- hay que diferenciarla de las demás oración ya que
puede abundar el agradecimiento y ser muy pobre la alabanza, lo alabamos no por lo que
recibimos de Dios sino por lo que el Es, la alabanza es un piropo a Dios, esa presencia hace que nos
olvidemos de nosotros mismos y me detenga a alabar a Dios. Es indispensable dejarnos
deslumbrar por Dios y aprender cosas de El para que así brote la alabanza del corazón.

Para alabar hay que dejar el propio yo, las preocupaciones y los planes para poner el
corazón solo en Dios, si nos habituamos a alabar a Dios eso nos ayuda a no agrandar los problemas
y se asume la actitud orante de que él nos ayuda, a no encerrarnos en nuestros dramas a no
dejarnos absorber por la rutina. La alabanza tonifica el corazón de las pequeñeces que los
esclavizan, disminuye la fuerza de los miedos porque hace que el hombre saque el centro de su
propio interior complicado y lo ponga en Dios.

Modos:

1. Busca que decirle a Dios, que adorad de EL, que contemplar.


2. Un momento de oración en el que yo tomo una alabanza a dios, algo de EL. (su paz y trato
de alabarlo por su paz)
3. También a Cristo se le puede dar una alabanza. (encarnación, nacimiento, milagros, por la
belleza de su enseñanza)
4. Alabar a Dios por la creación, incluso por las creaturas: 2 formas ver lo que las creaturas
reflejan de Dios y por las creaturas (es importante trata de hallar nuevos motivos para
enriquecer la alabanza, porque Dios siempre puede revelarse como alguien totalmente
nuevo)

Hay que tener el corazón y la inteligencia bien abierta para descubrir la novedad que se
encierra en la aparente rutina de cada día.

Alabanza-contemplación es una admiración serena y silenciosa un tanto más intelectual, la


alabanza es más efusiva en que decimos a Dios con entusiasmo y fuerza todo los que nos
admite de Él

Contemplación del Evangelio

Oración muy sencilla pero exige sencillez del que ora, no añade nada extraordinario ni
exige temperamento especial, representa la escena evangélica y la idea que hemos formado de
ella, el racionamiento tiene menor influjo, la imaginación es la que entra en juego, lo hace
mientras ora. Hay que hacerse presente en la misma escena evangélica, no bastar recordar los
hechos en esta escena, hay que darle contemplación, es como si fuera la primera vez y como si
nosotros fuéramos testigos oculares, auditivos, se trata de leerla definidamente, penetrarla y
asimilarla.

La palabra de Dios lleva consigo una fuerza, un poder de trasformación para aquel que la
lee, con la disposición de recogimiento, silencio, deseo de escuchar a Dios, ofrecimiento de si
mismo y de reflexión (familiarizándonos con las palabras del Señor llegaremos a ser evangélicos,
Cristo trasforma poco a poco nuestro entendimiento, corazón y voluntad, la trasformación se
produce en quien asiduamente lee el evangelio y lo aprende a meditar, de nada serviría leer solo
la Sagrada escritura si no vamos a la liturgia donde se encuentra en la Eucaristía.
Cuando aplicamos la sensibilidad a la vida de Cristo nos disponemos a recibir su luz e
imaginación.

 Ofrecimiento de si mismo a Dios, este comienzo debe ser breve pero intenso, de este acto
de ofrecimiento depende toda la meditación.
 Leer el texto del evangelio sin detenernos en los pasajes obscuros, se trata de leer el
pasaje entero muy despacio si es necesario más veces, hasta que el texto sea uno con
nosotros.
 Pedir gracia, se trata de acabar la lectura con la petición de conocer mas profundamente a
Jesús a fin de amarlo más y conocerlo mejor.
 Meditación, comenzar a reflexionar que tenemos que ver nosotros con EL, buscamos cual
es esa relación y le hablamos al Señor. Podemos repasar punto por punto, verso por verso
y hacer alto en que pormenor que más atraiga nuestra atención sin preocuparnos por el
resto de la escena
 Oración, se trata de un breve acto que ponga fin a nuestra oración

San Ignacio de Loyola recomienda que se proceda como en la contemplación.

1. Ver a las personas, se trata de entablar conocimiento con cada uno de ellos, primero lo
exterior luego lo interior.
2. Es escuchar las palabras, se trata de pensar con atención cada una de ellas personalmente
3. Es ver palabras personas y acciones.

Seguimos las acciones de Jesús o de las demás personas, tratamos de penetrar los motivos de
las acciones y los sentimientos que las inspiro, luego se reflexiona sobre si mismo y se saca
algún fruto personal. Podemos decir que la imaginación se aplica a cada uno de los
pormenores del pasaje a fin de esclarecer el entendimiento, tocarnos el corazón y ayudarnos a
nuestra conversión que es el fruto personal de todo contacto con Dios.

El pasaje de la escritura es solo un medio para poder hallar a Cristo; a veces basta una sola
palabra, si pasamos por un momento de sequedad habrá que recurrir más al texto, releerlo
pausadamente varias veces o bien continuar la lectura de corrido, si ni siquiera la escritura nos
dice algo, esa misma sequedad se puede ofrecer a Dios.

En la verdadera oración uno se olvidad de si y del os propios intereses, lo que decimos al


Señor es que queremos amarlo, servirlo, que deseamos vivir una vida más auténtica, que nos
ofrecemos a Él para que El haga lo que quiera con nosotros, que le damos gracias por todo lo que
ha hecho, por lo que ha hecho con la iglesia y por lo que nos ha dado

Mt 6, 1-6 Mt 4, 4-11 Mt 4, 18-22 Mt 5, 15-16 Mt 16, 24-28 Mc 3, 13-19

Mc 3, 31-35 Mc 10, 28-31 Lc 6, 46-49 Lc 12, 22-32 Jn 3, 1-21 Jn 10, 1-21

Jn 15, 18-27 Jn 17

Oración de entrega para alcanzar libertad

Hay cosas/personas/situaciones que crean dependencia o apegos que llegan a ocupar el


lugar de Dios en nuestros corazones, esta oración sirve para dejar de divinizar cosas. Nos ayuda a
darles lugar a las cosas, no es quedarnos sin nada, es darle a Dios el primer lugar en toda nuestra
vida, para que nada ni nadie nos estorbe, nosotros queremos entregarle a Dios con infinita
confianza así se alcanza la libertad.

Si yo le entrego al Señor lo que este en mí, el decidirá lo mejor, nos ayuda a depositar en
Dios. Esta entrega no hará que me esclavice, yo seré libre. Es importante hacer esta oración hasta
experimentar que el amor al Señor es lo que más me interesa, que el amor de Dios es todo lo que
necesito. Para entregar hay que querer dar al Señor el primer lugar (hay que querer).

1. Primero hay que entrar en la presencia y amor del Señor, no querer dar todo de golpe, es
decidir dar cada cosa con entrega y amor. -Imagino que pierdo , pero lo entrego
generosamente a Dios sabiendo que me ama- “leer libro de Job”
2. Agradezco a Dios por lo que tengo, esto dispone el corazón al cambio y me hace sentir
más vivo.
3. Imaginar todo lo que hago pero sin mi presencia, amigos, familia, familiares (contigo o sin
ti).
4. Proclamar a Cristo como rey de mi vida

Otra forma

- Pensar en las personas que me absorben y tratar de liberarme de ellos, no para aislarme,
sino, para entregarme mejor a Dios y amar a los demás con mayor libertad. Haciendo esta
entrega a tiempo puedo conseguir no perderlo todo, porque la realidad se vuelve más
libre, sana, menos absorbente y obsesiva

Oración para perdonar al hermano

No estamos en presencia de Dios, sino amas a él prójimo. Es un ejercicio útil porque trata
de descubrir las cosas buenas de los demás, es una oportunidad de agradecer a Dios las cosas
buenas en los demás, para que sea mínimamente sincero hay que intentar despertar algo de amor
por los hermanos, recordando que a ellos también Dios los ama, y que por ello Dios les da la vida,
que murió por ellos en la cruz, que los quiere y protege porque quiere tenerlos junto a Él, es un
arte dejarse sorprender por las personas que ya conocemos e intentar ver a las personas sin
prejuicios y descubrir que es imposible que un humano sea igual.

Esta oración nos obliga a estar atentos para descubrir motivos de gracias, es indispensable
querer perdonar, buscar la comunicación directa, tomar la decisión firme del perdón, una vez que
decidimos perdonar solo nos toca pedir esa gracia de Dios, si es conveniente podemos buscar esa
persona y decírselo personalmente.

Sugerencias:

1. Descubrir que no perdonar es pero para mí.


2. Pensar que el otro no era tan capable.
3. Pensar que todos tenemos un complejo dominante.
4. Intentar ver claramente lo que realmente sucedió cuando me sentí ofendido o agredido.
5. Dios ama infinitamente a aquella persona que me ofendió.
6. Pensar que Cristo murió por él.
7. Recordar que el evangelio me invita a perdonar Lc 6, 36-38 mt 7, 1-2
8. Decisión de perdonar si me pongo a pensar en mis derechos y en las obligaciones del otro

EL PERDON CRISTIANO ES INCONDICIONAL Y GRATUITO.

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