Contrato de Trabajo
Contrato de Trabajo
Contrato de Trabajo
El contrato de trabajo está regulado por el código sustantivo del trabajo o código laboral, en sus
artículos 22 a 75, donde se regulan las diferentes modalidades de contratación laboral.
Para que el contrato de trabajo se configure, o se presuma, deben confluir unos elementos que de
presentarse simultáneamente dan lugar a la relación laboral que regula el contrato de trabajo.
Estos elementos están definidos en el artículo 23 del código sustantivo del trabajo:
Para que exista un contrato de trabajo el trabajador debe prestar el servicio o desarrollar la
actividad personalmente, de manera que no puede delegar a otra persona. Si la empresa contrató
a don José, será don José quien tendrá que hacer el trabajo.
Continuada subordinación
El trabajador debe estar bajo la continuada subordinación, lo que significa que el empleador tiene
la facultad de impartir órdenes al trabajador y este la obligación de acatarlas en todo momento. La
subordinación es el elemento diferencial que permite determinar la existencia de una relación
laboral, aunque la jurisprudencia de la corte suprema de justicia ha manifestado que la
subordinación no es exclusiva del contrato de trabajo, sino que también puede existir en el
contrato de servicios o incluso en el contrato comercial.
Retribución
Si en una relación de trabajo se dan esos elementos, estamos frente a un contrato de trabajo, y si
lo que se hubiera firmado fue un contrato de servicios, un juez laboral podría declarar la
existencia de un contrato de trabajo realidad, pero para que ello suceda hay que recurrir a la
justicia para que ella decida la naturaleza de la relación entre trabajador y contratante.
Formas del contrato de trabajo
Las formas del contrato de trabajo corresponde a la forma en que se formaliza la vinculación, y
según artículo 37 del código sustantivo del trabajo existen dos formas: verbal y escrito.
El contrato de trabajo verbal es aquel en el que no se firmó ningún documento, donde los
acuerdos son de palabra. En esta forma de contrato no hay documento alguno que sirva como
prueba de una cosa u otra, lo que supone una debilidad en caso de que surjan diferencias futuras
entre el trabajador y el empleador. Este contrato está regulado por el artículo 38 del código
sustantivo del trabajo.
El contrato de trabajo escrito está regulado por el artículo 39 del código sustantivo del trabajo, y
todo lo que se acuerde debe quedar contenido en un documento, documento que aparte de la
firma de trabajador y empleador, no requiere formalidad alguna para su validez, por lo que
constituirá prueba por sí sólo para cualquiera de las partes.
Como su nombre lo indica, es aquel contrato que nace con una fecha definida de defunción. Desde
que se firma el contrato de trabajo se acuerda que ese contrato terminará en una fecha que se ha
consignado en el contrato, aunque ello no impide que el contrato sea renovado, ya sea
formalmente o automáticamente si se cumplen los preceptos legales para ello. Esta modalidad de
contrato está regulada por el artículo 46 del código sustantivo del trabajo.
Es importante resaltar que según la norma, el contrato de trabajo a término fijo siempre debe
constar por escrito, y su duración no puede ser mayor a 3 años pero renovables indefinidamente.
Es el contrato de trabajo que se firma sin acordar o fijar una fecha de terminación. El contrato se
extenderá tanto como las partes lo consideren. Por supuesto en este tipo de contrato no cabe la
renovación, por cuanto su duración es infinita hasta que una de las partes decida ponerle punto
final. Este tipo de contrato está regulado por el artículo 47 del código sustantivo del trabajo.
En realidad es el mismo contrato de trabajo a término fijo, pero el origen de ese contrato nace en
la necesidad de cubrir una actividad temporal, transitoria, accidental, como puede ser el
reemplazo de un trabajador que se fue a vacaciones, o una empleada que goza de una licencia de
maternidad, o para hacer un trabajo temporal en la empresa como tal vez acompañar una
auditoría externa que se realizará por un determinado tiempo, etc.
El periodo de prueba es la parte inicial de un contrato de trabajo en el cual cualquiera de las partes
puede dar por terminada la relación laboral sin consecuencia alguna, por lo que un trabajador
despedido en periodo de prueba no tiene derecho a ser indemnizado, aunque por doctrina
jurisprudencial se ha matizado ese hecho y se exige que el despido obedezca a causas objetivas,
pero ello habría que probarlo en los tribunales.
Dice el artículo 77 del código sustantivo del trabajo que el periodo de prueba se debe pactar
siempre por escrito, de tal manera que si el contrato es por escrito, en ese contrato se debe
consignar el periodo de prueba, y si el contrato ha sido verbal, será necesario hacer un documento
en el que conste el periodo de prueba, así lo demás se haya acordado verbalmente.
Durante el periodo de prueba el trabajador tiene derecho a todo, excepto a ser indemnizado si es
despedido, por lo tanto hay que pagar el trabajo extra, las prestaciones sociales, afiliarlo al sistema
de seguridad social, etc.
El contrato de trabajo, así como nace porque las partes han tenido la voluntad de hacerlo, puede
ser terminado por voluntad de ellas o una de ellas, aunque la ley y la jurisprudencia han regulado
algunos aspectos, con el objetivo de proteger a la parte débil que se supone es el trabajador.
Terminación del contrato de trabajo por una justa causa
La ley ha considerado que si una de las partes incurre en determinadas actuaciones, se configuran
ciertas causas que se consideran justas para la terminación del contrato. Es natural que si una
parte no cumple con las condiciones pactadas, la otra no puede quedar atada a un contrato que
no les beneficioso, máxime si se tiene en cuenta que todo contrato nace por la expectativa de las
partes de recibir un beneficio.
El contrato de trabajo, como lo señala el artículo 61 del código laboral, puede ser terminado por la
expiración de la fecha pactada, por común acuerdo de las partes, por muerte del trabajador, etc.
El artículo 62 del código sustantivo del trabajo textualmente ha señalado las causas que se
consideran justas para que el contrato sea terminado. Se enumeran causas o hechos que las dos
partes puedan generar.
En este caso, la terminación no se da por consentimiento mutuo, sino porque una de las partes
quiere hacerlo y la otra no. En este caso como existe una justa causa para que una de las partes de
por terminado el contrato, no hay lugar a indemnización ni reparación alguna.
Si no hay una justa causa para que una de las partes termine el contrato de trabajo, igual puede
hacerlo porque es su voluntad, que no es obligatorio tener una relación con quien no se quiere,
pero en tal caso hay consecuencias especialmente para el empleador.
En efecto, si el empleador le termina el contrato de trabajo a un empleado sin que medie una justa
causa, tendrá que indemnizarlo en los términos que dispone el artículo 64 del código sustantivo
del trabajo y asunto arreglado.