Tema 1
Tema 1
Tema 1
LOPPNA
Triunfador:
Beyker González.
Profesor Colaborador: Eugenio López.
Unidad Curricular: Papel Social de la Familia.
1.- LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DEL NIÑO, NIÑA Y
ADOLESCENTE (L.O.P.N.A.)
FUNCIONES:
NIVELES DE ACCION:
FORMULAR
COORDINAR LAS POLITICAS, *NACIONAL
INTEGRAR PROGRAMAS Y
ORIENTAR ACCIONES DE *ESTADAL
SUPERVISAR
INTERES
EVALUAR
PUBLICO. *MUNICIPAL
CONTROLAR
FINALIDAD:
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA), surge
gracias a un movimiento en el que participan diversos integrantes de la sociedad
colocando a los niños y adolescentes como protagonistas fundamentales del
proyecto. Esta Ley considera a los niños y adolescentes como personas y no
como objetos, permitiéndoles opinar y participar en actividades que sean de su
interés, eliminando de esta manera el concepto de menor tutelado, por lo que son
considerados sujetos de plenos derechos con deberes y obligaciones,
condicionados de acuerdo a su edad.
El objeto principal de la LOPNA, es regular los derechos y garantías así como los
deberes y responsabilidades relacionados con la protección de los niños y
adolescentes; además de reforzar el concepto de familia como célula fundamental
de la sociedad, otorgándole gran importancia a las obligaciones que tiene ésta
como responsable principal en el desarrollo integral de los niños y adolescentes,
tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en
su Capítulo V, artículo 78.
Nueva concepción de la infancia que la Convención sobre los Derechos del Niño
introduce a partir del nuevo paradigma de protección integral. Presenta diferencias
con la concepción tradicional de la situación irregular, algunas de las cuales
pueden apreciarse en el siguiente cuadro elaborado por UNICEF. Doctrina de
Situación irregular Doctrina de Protección integral Sólo contempla a los niños,
niñas y adolescentes más vulnerables, a quienes denomina “menores”, intentando
dar solución a las situaciones críticas que atraviesan, mediante una respuesta
estrictamente judicial. La infancia es una sola y su protección se expresa en la
exigencia de formulación de políticas básicas universales para todos los niños. El
niño o “menor” al que van dirigidas estas leyes no es titular de derechos, sino
objeto de abordaje por parte de la justicia. El niño, más allá de su realidad
económica y social, es sujeto de derechos y el respeto de éstos debe estar
garantizado por el Estado. El juez interviene cuando considera que hay “peligro
material o moral”, concepto que no se define, y permite “disponer del niño,
tomando la medida que crea conveniente y de duración indeterminada”. El juez
sólo interviene cuando se trata de problemas jurídicos o conflictos con la ley penal;
no puede tomar cualquier medida y si lo hace debe tener duración determinada. El
Estado interviene frente a los problemas económico-sociales que atraviesa el niño
a través del “P a t r o n a t o” ejercido por el sistema judicial, como un “patrón que
dispone de su vida”. El Estado no es “patrón” sino promotor del bienestar de los
niños. Interviene a través de políticas sociales planificadas con participación de los
niños y la comunidad. El sistema judicial trata los problemas asistenciales o
jurídicos, sean civiles o penales, a través de la figura del Juez de menores. El
sistema judicial trata los problemas jurídicos con jueces diferentes para lo civil
(adopción, guarda, etc.) y lo penal. Los temas asistenciales son tratados por
órganos descentralizados en el nivel local, compuestos m u l t i s e c t o r i a l m e
n t e . Considera abandono no sólo la falta de padres, sino también aquellas
situaciones generadas por la pobreza del grupo fa m i l i a r, lo que le permite
separar al niño de sus fa m i l i a r e s . La situación económico-social nunca
puede dar lugar a la separación del niño de su familia. Sin embargo, constituye un
alerta que induce a apoyar a la familia en programas de salud, vivienda y
educación. El juez puede resolver el destino del niño en dificultades sin oír su
opinión y sin tener en cuenta la voluntad de sus padres. El niño en dificultades no
es competencia de la justicia. Los organismos encargados de la protección
especial están obligados a oír al niño y a sus padres para incluir al grupo familiar
en programas de apoyo. Se puede privar al niño de la libertad por tiempo
indeterminado o restringir sus derechos, sólo por la situación socioeconómica en
la que se encuentra, aduciendo “peligro material o m o r a l ”. Se puede privar de la
libertad o restringir los derechos del niño, sólo si ha cometido infracción grave y
reiterada a la ley penal. El niño que cometió un delito no es oído y no tiene
derecho a la defensa e incluso cuando sea declarado inocente puede ser privado
de su libertad. El juez tiene la obligación de oír al niño autor de delito, quien a su
vez tiene derecho a tener un defensor y un debido proceso con todas las garantías
y no puede ser privado de la libertad si no es culpable. El niño que ha sido autor
de un delito y el que ha sido víctima de un delito reciben el mismo tratamiento. El
niño que ha sido víctima de un delito no puede ser objeto de tratamiento judicial.
La justicia no puede victimizar ulteriormente a la víctima, sino actuar sobre el
victimario UNICEF.
Los niños son producto del amor, por lo que merecen vivir a plenitud, con padres,
con familia, con amigos, con alimentos, juguetes y regalándonos a los adultos esa
alegría tan pura con ojos inocentes. Merecen ser atendidos por padres amorosos,
que los amen, los protejan, les enseñen valores, les brinden educación, les
muestren la abundancia, para que exista en ellos una proyección de vida, que
genere un adulto próspero, exitoso y feliz.
En este sentido, existen tratados internacionales donde Venezuela está incluida,
como la Convención de los Derechos del Niño de 1989, que se convirtió en ley en
1990, la misma está compuesta por 54 artículos, que recogen Derechos
Económicos, Sociales, Culturales, Civiles y Políticos de todos los niños, niñas y
adolescentes, donde su aplicación es obligada para los gobiernos que la han
ratificado, tal es el caso de nuestro país. De tal manera, en Venezuela se da
origen a la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA)
promulgada en 1998 con entrada en vigencia en el año 2000 y reformada en el
2015.
En este mismo orden de ideas, la LOPNA es una ley que tiene por objetivo
garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes, el ejercicio, el disfrute pleno y
efectivo de sus derechos y garantías, a través de los principios de igualdad y no
discriminación, la corresponsabilidad (Familia, Estado, Sociedad), Principio de
Participación, Principio de Gratuidad, Principio de Interés Superior del Niño y
Prioridad Absoluta, por lo que, los niños jurídicamente están sumamente
protegidos para disfrutar de una infancia feliz.
Sin embargo, la realidad venezolana es sumamente distinta. Es notorio la
condición de vida deplorable de muchos infantes por: 1. Los hospitales no cuentan
equipos, personal médico capacitado, insumos, ni medicamentos para atender
enfermedades, ni casos de emergencia, por lo que muchos niños han muerto, lo
que viola el derecho a la vida y la salud (Art. 15 y 41 de la LOPNA). 2. Los
Padres, a pesar de trabajar todos los días, no pueden garantizarle a sus hijos la
alimentación, el vestido, la salud, la recreación y en algunos casos la vivienda, lo
que no le permite un nivel de vida adecuado (Art. 30 LOPNA). 3. Las familias se
han diluido, lo que ha ocasionado que muchos niños estén en las calles, sin
padres ni nadie que los proteja, expuestos a delincuentes, a los abusadores,
explotadores y manipuladores, así como a maltratos, tráfico y hasta abusos
sexuales, lo que violenta sus derechos a ser criado por una familia (Art. 26
LOPNA), Derecho a la Integridad Personal ( Art.32 y 32A LOPNA), Derecho de ser
Protegidos de Abuso Sexual y de Sustancias Psicotrópicas (Art. 33 y 51 LOPNA).
Así, podríamos enumerar muchísimas situaciones de niños en la actualidad
venezolana.
De manera que, Venezuela se encuentra secuestrada por un Régimen Criminal,
Mafioso que daña el futuro de nuestra nación, donde nuestra constancia, fortaleza,
lucha debe ser firme para defender la abundancia que por derecho nos pertenece,
no podemos aceptar cohabitación porque la vida no tiene precio, no podemos
aceptar diálogos porque con criminales no se negocia, no podemos aceptar
elecciones porque en nuestro futuro debe prevaler la ética y la moral.
Por tal motivo, siempre me pongo a pensar: que difícil debe ser aprender con
hambre, que difícil que tu maestro también tenga hambre y este de mal humor,
que difícil que tus padres estén desesperados y estén de mal humor, que difícil
que donde quiera que vayas seas maltratado por ser el más débil a pesar de
jurídicamente estar protegido. Que difícil debe ser crecer con miedos, que difícil
debe ser no tener un futuro.
El compromiso es lograr la Libertad, lograr la Abundancia y la Prosperidad de
Venezuela, que cada niño venezolano sea Feliz, para que sea el adulto que
construya a través de valores morales y éticos el crecimiento de Nuestro país,
para ser una Nación Poderosa y Libre.
Derechos
Entre los derechos establecidos se encuentran: derecho a la vida, a la salud, a
la seguridad social, a la protección en casos de conflictos armados, a la educación,
acceso a la información, a preservar su identidad, al nombre y nacionalidad, a no ser
separado de sus padres, a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, a
la recreación y la cultura, a la protección y seguridad, a la participación libre y al
desarrollo.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos de la exposición a
material pornográfico y películas o video-juegos que inciten a la violencia; así como
la venta de licores y cigarrillos que inducen al vicio. Aquellos comercios que violen
este derecho serán sancionados, tal como lo establece la LOPNA.
Deberes.
Entre los deberes están: hornear, respetar y obedecer a sus padres,
representantes o responsable, siempre y cuando sus órdenes no violen los
derechos y garantías e los niños; respetar los derechos y garantías de las demás
personas; cumplir sus obligaciones en materia de educación; honrar a la Patria y
sus símbolos; Cualquier otro deber que sea establecido en la ley.