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Tema 1

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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para La Educación Superior Ciencia y Tecnología.


Misión Sucre – Universidad Bolivariana de Venezuela.
Aldea General en Jefe “José Félix Ribas.
La Victoria – Estado Aragua.
6to. Semestre Estudios Jurídicos.

LOPPNA

Triunfador:
Beyker González.
Profesor Colaborador: Eugenio López.
Unidad Curricular: Papel Social de la Familia.
1.- LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DEL NIÑO, NIÑA Y
ADOLESCENTE (L.O.P.N.A.)

FUNCIONES:

NIVELES DE ACCION:
FORMULAR
COORDINAR LAS POLITICAS, *NACIONAL
INTEGRAR PROGRAMAS Y
ORIENTAR ACCIONES DE *ESTADAL
SUPERVISAR
INTERES
EVALUAR
PUBLICO. *MUNICIPAL
CONTROLAR

FINALIDAD:

Protección y Atención a todos los Niños, Niñas y


Adolescentes.

2.- LA CONSIDERACIÓN JURÍDICA DE LA INFANCIA.

La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA), surge
gracias a un movimiento en el que participan diversos integrantes de la sociedad
colocando a los niños y adolescentes como protagonistas fundamentales del
proyecto. Esta Ley considera a los niños y adolescentes como personas y no
como objetos, permitiéndoles opinar y participar en actividades que sean de su
interés, eliminando de esta manera el concepto de menor tutelado, por lo que son
considerados sujetos de plenos derechos con deberes y obligaciones,
condicionados de acuerdo a su edad.
El objeto principal de la LOPNA, es regular los derechos y garantías así como los
deberes y responsabilidades relacionados con la protección de los niños y
adolescentes; además de reforzar el concepto de familia como célula fundamental
de la sociedad, otorgándole gran importancia a las obligaciones que tiene ésta
como responsable principal en el desarrollo integral de los niños y adolescentes,
tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en
su Capítulo V, artículo 78.

A partir del momento en que Venezuela ratifica la Convención Universal de los


Derechos del niño, se vive en el país una realidad jurídica anómala: la vigencia
simultánea de dos leyes, la Ley Tutelar de Menores y la Convención, totalmente
antagónicas entre sí, regulando el mismo tema. Para superar esta situación y para
honrar los compromisos internacionales que asumió, Venezuela se ve ante la
necesidad de ajustar su legislación interna a los principios y normas contenidas en
el mencionado tratado internacional.
La Convención cambia el rumbo a seguir por las legislaciones para la infancia y
juventud. En América Latina todas las legislaciones, incluyendo la nuestra, se
sostenían en la doctrina o paradigma de la Situación Irregular. Después de la
Convención, las nuevas leyes deben responder al paradigma de la Protección
Integral. En efecto, la incorporación de la Convención a nuestro ordenamiento
jurídico interno exige la erradicación de la vieja doctrina y la adopción de la nueva.
Según la definición del Instituto Interamericano del Niño, situación irregular es
“aquella en que se encuentra un menor tanto cuando ha incurrido en un hecho
antisocial, como cuando se encuentra en estado de peligro, abandono material y
moral o padece déficit físico o mental…Están en situación irregular “los menores
que no reciben tratamiento, educación y los cuidados que corresponden a sus
individualidades”. De acuerdo a esta definición pueden ser declarados en situación
irregular y por ende ser objeto de cualquier medida estatal, el niño o adolescente
que enfrente cualquiera de estas dificultades, independientemente de que las La
característica esencial de la doctrina de la Situación Irregular, es que los niños no
son sujetos de plenos derechos sino objeto de tutela por parte del Estado,
representado por el Juez de Menores quien es la figura protagónica en este
paradigma. En el paradigma de la Situación irregular, “los menores son una suerte
de categoría residual respecto a la categoría infancia, resultado de la marginación
social. Son aquellos niños y adolescentes que tienen necesidad de tutela o de
medidas socioeducativas porque no han gozado, como los niños y adolescentes
sólidamente insertos en el sistema escuela-familia, de los derechos fundamentales
que las Constituciones reconocen”.
La doctrina de la Protección Integral rompe con la doctrina de la Situación Irregular
y obliga a repensar profundamente el sentido de las legislaciones para la infancia,
convirtiéndolas en instrumentos eficaces de defensa y promoción de los Derechos
Humanos específicos de todos los niños y adolescentes, no solamente los
menores. El punto central de la Convención y por ende de la doctrina de la
Protección Integral es el reconocimiento de todos los niños, niñas y adolescentes,
sin discriminación alguna como sujeto de plenos derechos, cuyo respeto se debe
garantizar.
La oposición entre el nuevo y el viejo paradigma podría enunciarse,
resumidamente, de la siguiente manera: “ningún derecho para muchos niños”, es
la formulación de la doctrina de la Situación Irregular; “todos los derechos para
todos los niños”, es la formulación de la doctrina de la Protección Integral, qué
abarca pilares fundamentales como: el niño como sujeto de derechos; el interés
superior del niño; la prioridad absoluta; la participación y el rol fundamental de la
familia en la garantía de los derechos de los niños y adolescentes. Mismas puedan
ser atribuidas o no a su voluntad.

El Art. 4 de la LOPNA señala la obligación del Estado de tomar las medidas


necesarias para garantizar a los niños, niñas y adolescentes el pleno goce de sus
derechos. Así mismo, en su Art. 4 literal “A” establece que el Estado, la familia y
sociedad son corresponsables en la defensa y garantía de dichos derechos, con
prioridad absoluta, considerando el interés superior de los niños, niñas y
adolescentes.
Por otra parte tanto la Convención de Derechos del niño, como la LOPNA hacen
referencia al papel fundamental que debe desempeñar la familia en la garantía de
los derechos del niño. En efecto, el preámbulo dice expresamente que “el niño,
para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno
de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión”. Este principio
genera cambios fundamentales en las políticas sociales dirigidas a niños y
adolescentes. Con la adopción del nuevo paradigma se privilegia la familia como
el medio natural y primario donde se garantiza el desarrollo y la protección del niño
y del adolescente. Los padres son los principales responsables de cuidarlos y
educarlos. A tal efecto, el Estado debe brindar a la familia la ayuda necesaria para
poder asumir plenamente sus responsabilidades. Apoyando a la familia se estará
apoyando al niño. Este principio obliga al Estado a evitar medidas que separen al
niño de su familia, entendida en su sentido más amplio. Ante cualquier
circunstancia, se debe tomar en cuenta primero la familia, luego los parientes más
cercanos y sólo en casos excepcionales se aplicarán medidas como colocación en
hogares sustitutos o adopción y, en último caso, su colocación en entidades de
atención. De igual manera la Ley en su Art. 6 incluye la participación de la
sociedad, quien debe y tiene derecho de participar activamente para lograr que se
cumplan los derechos y garantía de los niños, niñas y adolescentes; todo ello con
prioridad absoluta como lo indica el Art. 7 de la LOPNA, es decir con especial
preferencia. De manera que con la vigencia de esta Ley toda persona que tenga
conocimiento de que se están menoscabando los derechos de un niño o
adolescente puede dirigirse a los órganos competentes y hacer que se cumplan
las garantías que ordenamiento jurídico enmarca.

3.- DOCTRINA DE LA SITUACIÓN IRREGULAR VS. PARADIGMA DE LA


PROTECCIÓN INTEGRAL.

Nueva concepción de la infancia que la Convención sobre los Derechos del Niño
introduce a partir del nuevo paradigma de protección integral. Presenta diferencias
con la concepción tradicional de la situación irregular, algunas de las cuales
pueden apreciarse en el siguiente cuadro elaborado por UNICEF. Doctrina de
Situación irregular Doctrina de Protección integral Sólo contempla a los niños,
niñas y adolescentes más vulnerables, a quienes denomina “menores”, intentando
dar solución a las situaciones críticas que atraviesan, mediante una respuesta
estrictamente judicial. La infancia es una sola y su protección se expresa en la
exigencia de formulación de políticas básicas universales para todos los niños. El
niño o “menor” al que van dirigidas estas leyes no es titular de derechos, sino
objeto de abordaje por parte de la justicia. El niño, más allá de su realidad
económica y social, es sujeto de derechos y el respeto de éstos debe estar
garantizado por el Estado. El juez interviene cuando considera que hay “peligro
material o moral”, concepto que no se define, y permite “disponer del niño,
tomando la medida que crea conveniente y de duración indeterminada”. El juez
sólo interviene cuando se trata de problemas jurídicos o conflictos con la ley penal;
no puede tomar cualquier medida y si lo hace debe tener duración determinada. El
Estado interviene frente a los problemas económico-sociales que atraviesa el niño
a través del “P a t r o n a t o” ejercido por el sistema judicial, como un “patrón que
dispone de su vida”. El Estado no es “patrón” sino promotor del bienestar de los
niños. Interviene a través de políticas sociales planificadas con participación de los
niños y la comunidad. El sistema judicial trata los problemas asistenciales o
jurídicos, sean civiles o penales, a través de la figura del Juez de menores. El
sistema judicial trata los problemas jurídicos con jueces diferentes para lo civil
(adopción, guarda, etc.) y lo penal. Los temas asistenciales son tratados por
órganos descentralizados en el nivel local, compuestos m u l t i s e c t o r i a l m e
n t e . Considera abandono no sólo la falta de padres, sino también aquellas
situaciones generadas por la pobreza del grupo fa m i l i a r, lo que le permite
separar al niño de sus fa m i l i a r e s . La situación económico-social nunca
puede dar lugar a la separación del niño de su familia. Sin embargo, constituye un
alerta que induce a apoyar a la familia en programas de salud, vivienda y
educación. El juez puede resolver el destino del niño en dificultades sin oír su
opinión y sin tener en cuenta la voluntad de sus padres. El niño en dificultades no
es competencia de la justicia. Los organismos encargados de la protección
especial están obligados a oír al niño y a sus padres para incluir al grupo familiar
en programas de apoyo. Se puede privar al niño de la libertad por tiempo
indeterminado o restringir sus derechos, sólo por la situación socioeconómica en
la que se encuentra, aduciendo “peligro material o m o r a l ”. Se puede privar de la
libertad o restringir los derechos del niño, sólo si ha cometido infracción grave y
reiterada a la ley penal. El niño que cometió un delito no es oído y no tiene
derecho a la defensa e incluso cuando sea declarado inocente puede ser privado
de su libertad. El juez tiene la obligación de oír al niño autor de delito, quien a su
vez tiene derecho a tener un defensor y un debido proceso con todas las garantías
y no puede ser privado de la libertad si no es culpable. El niño que ha sido autor
de un delito y el que ha sido víctima de un delito reciben el mismo tratamiento. El
niño que ha sido víctima de un delito no puede ser objeto de tratamiento judicial.
La justicia no puede victimizar ulteriormente a la víctima, sino actuar sobre el
victimario UNICEF.

4.- CORRESPONSABILIDAD ESTADO FAMILIA SOCIEDAD.

Los niños son producto del amor, por lo que merecen vivir a plenitud, con padres,
con familia, con amigos, con alimentos, juguetes y regalándonos a los adultos esa
alegría tan pura con ojos inocentes. Merecen ser atendidos por padres amorosos,
que los amen, los protejan, les enseñen valores, les brinden educación, les
muestren la abundancia, para que exista en ellos una proyección de vida, que
genere un adulto próspero, exitoso y feliz.
En este sentido, existen tratados internacionales donde Venezuela está incluida,
como la Convención de los Derechos del Niño de 1989, que se convirtió en ley en
1990, la misma está compuesta por 54 artículos, que recogen Derechos
Económicos, Sociales, Culturales, Civiles y Políticos de todos los niños, niñas y
adolescentes, donde su aplicación es obligada para los gobiernos que la han
ratificado, tal es el caso de nuestro país. De tal manera, en Venezuela se da
origen a la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA)
promulgada en 1998 con entrada en vigencia en el año 2000 y reformada en el
2015.
En este mismo orden de ideas, la LOPNA es una ley que tiene por objetivo
garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes, el ejercicio, el disfrute pleno y
efectivo de sus derechos y garantías, a través de los principios de igualdad y no
discriminación, la corresponsabilidad (Familia, Estado, Sociedad), Principio de
Participación, Principio de Gratuidad, Principio de Interés Superior del Niño y
Prioridad Absoluta, por lo que, los niños jurídicamente están sumamente
protegidos para disfrutar de una infancia feliz.
Sin embargo, la realidad venezolana es sumamente distinta. Es notorio la
condición de vida deplorable de muchos infantes por: 1. Los hospitales no cuentan
equipos, personal médico capacitado, insumos, ni medicamentos para atender
enfermedades, ni casos de emergencia, por lo que muchos niños han muerto, lo
que viola el derecho a la vida y  la salud (Art. 15 y 41 de la LOPNA). 2. Los
Padres, a pesar de trabajar todos los días, no pueden garantizarle a sus hijos la
alimentación, el vestido, la salud, la recreación y en algunos casos la vivienda, lo
que no le permite un nivel de vida adecuado (Art. 30 LOPNA). 3. Las familias se
han diluido, lo que ha ocasionado que muchos niños estén en las calles, sin
padres ni nadie que los proteja, expuestos a delincuentes, a los abusadores,
explotadores y manipuladores, así como a maltratos, tráfico y hasta abusos
sexuales, lo que violenta sus derechos a ser criado por una familia (Art. 26
LOPNA), Derecho a la Integridad Personal ( Art.32 y 32A LOPNA), Derecho de ser
Protegidos de Abuso Sexual y de Sustancias Psicotrópicas (Art. 33 y 51 LOPNA).
Así, podríamos enumerar muchísimas situaciones de niños en la actualidad
venezolana.
De manera que, Venezuela se encuentra secuestrada por un Régimen Criminal,
Mafioso que daña el futuro de nuestra nación, donde nuestra constancia, fortaleza,
lucha debe ser firme para defender la abundancia que por derecho nos pertenece,
no podemos aceptar cohabitación porque la vida no tiene precio, no podemos
aceptar diálogos porque con criminales no se negocia, no podemos aceptar
elecciones porque en nuestro futuro debe prevaler la ética y la moral.
Por tal motivo, siempre me pongo a pensar: que difícil debe ser aprender con
hambre, que difícil que tu maestro también tenga hambre y este de mal humor,
que difícil que tus padres estén desesperados y estén de mal humor, que difícil
que donde quiera que vayas seas maltratado por ser el más débil a pesar de
jurídicamente estar protegido. Que difícil debe ser crecer con miedos, que difícil
debe ser no tener un futuro.
El compromiso es lograr la Libertad, lograr la Abundancia y la Prosperidad de
Venezuela, que cada niño venezolano sea Feliz, para que sea el adulto que
construya a través de valores morales y éticos el crecimiento de Nuestro país,
para ser una Nación Poderosa y Libre.

5.- LA INFANCIA COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL.

La infancia es una construcción social que en cada tiempo histórico adoptó


características específicas. Los niños fueron concebidos, recibidos, tratados,
institucionalizados, acompañados de modos distintos según las épocas. Hubo así
muchas infancias a lo largo del tiempo.

Se describe la concepción de infancia como una construcción social, a partir de la


cual se denota el lugar preferencial o no que han ocupado los niños y las niñas
dentro de la sociedad y las expectativas y relaciones con las personas adultas. Se
presentan el aprendizaje, la educación y la formación, como espacios para la
producción de significaciones, sensaciones y acciones que viabilizan el desarrollo
de las competencias que hacen posible que los niños y las niñas elaboren
conocimientos, prácticas comunicativas de convivencia y desde ahí,
posteriormente, encuentren la razón de su existencia humana y de la
transformación individual y colectiva

6.- DERECHOS Y DEBERES DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES.

Derechos
Entre los derechos establecidos se encuentran: derecho a la vida, a la salud, a
la seguridad social, a la protección en casos de conflictos armados, a la educación,
acceso a la información, a preservar su identidad, al nombre y nacionalidad, a no ser
separado de sus padres, a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, a
la recreación y la cultura, a la protección y seguridad, a la participación libre y al
desarrollo.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos de la exposición a
material pornográfico y películas o video-juegos que inciten a la violencia; así como
la venta de licores y cigarrillos que inducen al vicio. Aquellos comercios que violen
este derecho serán sancionados, tal como lo establece la LOPNA.
Deberes.
Entre los deberes están: hornear, respetar y obedecer a sus padres,
representantes o responsable, siempre y cuando sus órdenes no violen los
derechos y garantías e los niños; respetar los derechos y garantías de las demás
personas; cumplir sus obligaciones en materia de educación; honrar a la Patria y
sus símbolos; Cualquier otro deber que sea establecido en la ley.

7.- INSTITUCIONES FAMILIARES.

       La familia: Es una institución a la cual se le atribuye un conjunto de facultades y


derechos a los ascendientes, a fin que puedan cumplir con las obligaciones que
tienen con sus descendientes.

a)    Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el Artículo 75
establece que El Estado protegerá a la familia como asociación natural de la
sociedad y como espacio fundamental para el desarrollo fundamental de las
personas.
En el segundo párrafo del mismo artículo establece que el niño, niña y
adolescente tiene el derecho a criarse  y desarrollarse en el seno de su familia de
origen y, cuando esto sea imposible, los niños, niñas y adolescentes tienen el
derecho a una familia sustituta en conformidad a la ley.
Aspecto importante en el mencionado artículo es que la adopción tienen efectos
similares que la filiación en beneficio del adoptado o adoptada en conformidad a la
ley.
a)    Instrumentos Internacionales
En Instrumentos Internacionales tales como la Declaración Americana de los
Derechos  y Deberes del Hombre establece como derecho de toda persona
“Constituir una familia, elemento natural de la sociedad y recibir protección para
ella”
En la Declaración Universal de los Derechos Humanos considera a la familia “El
elemento natural y fundamental de la sociedad y establece su derecho a la
protección de la Sociedad y del Estado”
En la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño establece en su
preámbulo que “Convencido de que la familia, como grupo fundamental de la
Sociedad y medio natural para el crecimiento y bienestar de todo y en particular de
los niños, debe recibir la protección y la asistencia necesaria para poder asumir
plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad”
b)    Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes
Aunado a lo antes expuesto, en la Ley Orgánica para la Protección de los Niños,
Niñas y Adolescentes, en el Artículo 5 define a la Familia como la asociación
natural de la sociedad fundamental para el desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes. Las relaciones familiares se deben fundamentar en la igual de
derechos y deberes, la solidaridad, el esfuerzo común, la compresión mutua y el
respeto reciproco entre sus integrantes
En el Artículo 26 establece que los niños, niñas y adolescentes tienen el derecho
de vivir, ser criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su familia de origen
y, en los casos de que sea imposible o contrario al interés superior, tendrá
derecho de vivir, ser criados o criadas y desarrollarse en una familia sustituta de la
conformidad a la ley.
La familia debe ofrecer un ambiente de afecto, seguridad, solidaridad, esfuerzo
común, compresión mutua y respeto reciproco que permita el desarrollo integral de
los niños, niñas y adolescentes.
Los niños, niñas y adolescentes sólo podrán separados de su familia de origen
cuando estrictamente deba preservar el interés superior.
En los casos de separación, sólo será procedente mediante la aplicación de una
medida de protección aplicada por la autoridad competente.
No será procedente la separación de los niños, niñas y adolescentes de su familia
de origen por motivos de pobreza u otros medios de exclusión social.

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