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Unidad 1

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UNIDAD 1: LA PSICOLOGIA CLINICA

LOMBARDI,G: LA CLINICA PSICOANALITICA


La clínica debe distinguirse de la terapéutica , para esto partimos de la pregunta
del momento en el cual surge la clínica en elseno de la medicina. Sydenham
postula que para curar adecuadamente un padecimiento es necesario determinar
científicamente en que consiste,averiguar la causa, lo que antes no parecía
imprescindible ( por ejm el Valium que se receta sin conocer enteramente las
causas del padecimiento)

La clínica representa un intento mucho mas sutil que una terapéutica sin vueltas:
es la apertura del discurso de la ciencia a lo singular del padecimiento de un sijeto.
La clínica nace en el seno de la medicina en el S XVIII y la psicología tal como es
concebida actualmente aun no existía (ni el psicoanálisis por supuesto)

En la medida que van apareciendo distintas corrientes que definen su campo a


partir de la experimentación comienza a elaborarse una psicología con
aplicaciones practicas relacionadas con los síntomas (psicología experimental), no
experimenta sino que realiza experiencias directamente con el ser humano.

El recurso al psicoanálisis en esta facultad tiene que ver con eso, con que no hay
psicología clínica propiamente dicha y eso se resuelve tomando prestada la clínica
que deriva del psicoanálisis quien a su vez no deriva de ninguna psicología ya que
Freud era medico y elaboro lo que ya había sido planteado por janet( la etiología
de la histeria o depende de la conformación del sistema nervioso)

Cuando una histérica padece una paralisis en el brazo, padece masbienuna lesión
en la representación del brazo. Después Freud encuentra que la sustitución de
una representación por otra es algo que incluso le da la forma al síntoma
histérico,este mismo esquema sirve para explicar lo que luego va a llamar
neurosis obsesiva considerada en esa época totalmente distinta a la histeria
(enfermedad corporal del orden de la conversión)

Freud supone quesi una representación sustituye a otra esporque esta otra tiene
algo que ver con un recuerdo relacionado con lo sexual, primera y en cierto
sentido única teoría freudiana de los síntomas neuróticos.

El nacimiento de la clínica (Foucault) se destaca en la época que el medico deja


de interrogar a su paciente por que tiene usted? Para preguntar donde le duele a
usted? Poco a poco esta medicina se vva reemplazando por tecnologiaque no
necesita la subjetividad del paciente, a diferencia del medico de barrio que le
dedica un tiempo a escuchar lo que dicen sus pacientes, porque encuentra que el

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hablar en si sirve de alivio al síntoma, esta practica no es bien vista por los
médicos modernos.

Es el psicoanálisis el que hereda esta preocupación por elpadecimiento singular


del pacientelejos de reprimirlo con medicamentos se ocupa de eso, le deja la
palabra al enfermo, esto es lo nuevo que Freud propone es ese momento.
Entonces bajo la forma de discurso histérico el paciente desplega la racionalidad
de su sufrimiento.el analista reconoce en el síntoma la dimensión significante,
entonces pasa del cuerpo a la demanda, esto genera una clínica totalmente
nueva, clínica d la histeria, donde el síntoma es el que el sijeto reconoce como ta,
donde la enfermedad que cuenta es la del enfermo y no la que el medico percibe.

La cuestión es pensarlo como un sujeto vaciado de todo contenido ideativo,


pulsional, o afectivo, no suponerle nada de antemano, de este modo el sujeto se
reduce a su saber inconsciente del que el análisis libera. La eficacia pasa por allí,
consiste en que pueda modificar, transformar la relación del sujeto con la pulsión.
Se necesita para esto liberar al sijeto de su personalidad, de su identidad
falsaincluso, construida a partir de parches que son identificaciones: el nombre
propio, la nacionalidad, la profesión, los ideales, los rasgos de carácter, que por
una parte le proporcionan al sujeto una identidad que no tienen y por otra parte
pueden ser la base de sustentación del síntoma, entorpecer su relación con el
deseo.

El análisis conduce entonces al sujeto a la destitución de sus identificaciones


falsas, y por esa via lo vuelveapto para la realización de su deseo, supone una
ética que no es de concordancia o de adaptación alos ideales del otro de la
religión, de la moda, etc.

La angustia y el deseo del otro

La angustia es un efecto que tiene la notable propiedad de no engañar al sujeto, si


sabe orientarse a partir ella, ya es el significate el que desorienta y lo aleja de la
realidad. La angustia orienta al sujeto hacia lo real, es el efecto mas importante
para el psicoanálisis, es efecto de la relación del sujeto con lo real.

El sujeto es para lacan un efecto del significante(creaciones que surgen de la


nada, pero se alojan en lo real) sobre lo viviente .

la primera definición de angustia es la sensación del sujeto ante el deseo del otro
que es el punto en q se revela q el otro no esta hecho solo de significantes y de
eso que puede confundirse con realidades ideales, se revela cierta falla en el otro.
Por un lado esta la angustia como señal y por otro lado la angustiade cuando no
se encuentra ese S1.

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Parecería entonces que sustituir un significante por otro tiene un efecto que
permite entender que quiere elotro (siempre lo mismo, que el otro me quiere como
falo), entonces el sujeto se sirve al otro, pero la paz que esto proporciona no es
duradera ya que rapidmente surgen las anomalías del deseo, como en el sueño
del salmon. Ella tenia una comida preferida que era el caviar, le pedia al marido
que no se lo trajera porq era muy caro, demanda difícil de satisfacer porqesdoble:
que queria caviar, pero preferia privarse porq era muy caro. Tenia a su vez una
amiga que hacia lo mismo con su deseo de salmon ahumado, preferiaprivarse.ella
se identifica con la amiga justamente en lo que no imitable es su deseo. Este tipo
de vueltas típico en los análisis, de sujetos que quieren satisfacer el deseo del otro
pero el otro no quiere satisfacer la demanda para no aplastar el deseo, entonces
por ejm el marido se pregunta entonces que quiere? Y es una preg sin respuesta,
es justamente ahí donde debe ubicarse el analista.

Reglas vs fundamentos

La clínica psicoanalítica no deriva de técnicas, la única que se sostiene como


importante es lo que Freud llamo laregla fundamental, un deber hacer, una ética,
de la relación escencial que tiene el analista con el acto, del cual es responsable y
por el cual debe responder. Por el lado del analizante la regla fundamental es la
asociación libre, y por elladodel analista tenemos nada mas que el acto del
analista, postularse en una posición que pueda soportar la transferencia, debe
desubjetibizarse. Para Freud la transferencia no se interpreta ya que podría
acarrearproblemas.

El analista le cede la palabra al consultante que llega, para que salgan a la luz los
significantes que determinan su sintomay sus inhibiciones. El único correlato
posible para el sujeto es el objeto A, no debe confundirse con ningún otro ya que
no se encuentra en la góndola de un supermercado como algunos creen, allí no se
encuentra la causa de su deseo, Otros la buscan en la relación de pareja, pero
tampoco se encuentra allí.

El surgimiento de la teoría dela contratransferencia se da cuando el analista se


pregunta por el destino de su angustia y de sus sentimientos, no es una teoría
freudiana ya que el nunca planteo que pudiera servir como instrumento sino todo
lo contrario.

El sujeto comienza su análisis quejándose de su deseo, que se le presenta bajo la


forma de una falta de ser, ese sujeto experimentaen el final del análisis una
rectificación ética desisiva, surge lalibertad que lo incita a poner en acto su deseo.
No se produce un cambio de estructura(EFECTOS IRREDUCTIBLES DEL

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SIGNIFICANTE) sino un ajuste distinto a la misma. Mas que estructuras
preferimos referirnos a tipos clínicos que se caracterizan por sintomas particulares
(por ejm en la psicosis el significante del síntoma no remite a otro,como en la
neurosis y perversión).

El analista puede llegar a ser la causa del síntoma del analizante, esto es la
transferencia, es lo mas importante de la transferencia. Eso que le pasa al sujeto
con lo que cree que quiere el padre o que quiere dios, también le pasa con el
analista, la causa de su deseo estaba allí encarnada por quien ocupa el lugar del
analista, incluso cuando va a hacer algo que evidentemente el desea, encuentra
alguna vuelta para que sea obligatorio, por lo cual finalmente no lo hace.

¿Como se lleva al sujeto a reconocer en esa maraña masoquista que allí se juega
su deseo propio, que el analista no espera nada en particular de el, ni siquiera
curarlo? Una tolerancia sin restricciones de la diferencia, porque entre el deseo de
alguien y el deseo de otro no hay nada en común.

LOMBARDI, GABRIEL: “EL PSICOANALISIS NO ES UNA


PSICOTERAPIA”
La clínica consiste en una parte en un saber sobre la experiencia, un saber que se
renueva por la experiencia con cada caso nuevo. Deriva de un hacer, el del
médico, el del psicólogo, el del psicoanalista. Esta formulación se hace más
precisa cuando se estudia de qué deriva exactamente el discurso del clínico.
Existe la técnica que deriva de cierta técnica, un cierto saber hacer, y la del
psicoanálisis podría ser concebida así. Será distinta de una clínica que se formule
como desprendiéndose de una ética, es decir algo que es del orden de un saber
hacer.

El deber hacer es algo completamente dejado de lado por la ciencia. La ciencia no


se ocupa de eso, se ocupa del saber hacer, del nowhow.

La clínica psicoanalítica es una clínica dependiente de una ética. Es efecto del


acto del psicoanalista. Sostener que la clínica del psicoanálisis deriva del acto del
analista, exige introducir en primer lugar dicho acto.

El psicoanálisis entendido como actividad pura.

El del analista es un acto que puede implicar eventualmente no hacer nada. No


necesariamente es así pero un análisis puede pasar por momentos así, en que la
sesión se reduce a una cita, asociaciones del analizante y corte de la sesión. En el
corte de la sesión, que hay que convenir que no es de mucho trabajo, si es en
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cambio una decisión que es del orden del acto y que induce al analizante a
continuar su tarea, la de soñar, asociar, elaborar sus duelos, etc. El acto es del
analista que no hace nada. La tarea, el trabajo, le corresponde hacerlo al
analizante. Solo desde una ética muy rigurosa, se podría fundamentar una
distribución de la actividad tan bizarra como esta.

Es muy diferente plantear la posición del analista a partir de una neutralidad


distante, alejada, de una pasividad; a plantear la posición del analista como acto.
Si hablamos de un acto del analista, este se sostiene en una posición que es
esencialmente activa. La posición del analista es parecida a la del primer motor
inmóvil de Aristóteles, que era inmóvil y que sin embargo no por eso dejaba de
causar todo lo demás, todo lo que se mueve, todo lo que se agita en el mundo. La
posición del analista es una posición causal, encarna la causa del deseo del
analizante. Si se lo piensa como una posición pasiva no se entiende qué es el
psicoanálisis. El analista ocupa la posición de causa del deseo, posición
eminentemente activa.

Lacan habla del analista en posición de causa del deseo sobre todo a partir de que
descubre que lo único esencial, lo que define de la posición del analista, es el
acto. El acto del analista es parecido a algunos otros actos donde no hay que
hacer nada, donde solo se trata de decir sí o no, pero que son actos que tienen
consecuencias duraderas, enormes, benéficas o devastadoras, para la vida del
sujeto.

Hablamos de la historia tal como se juega en el análisis, que no es algo del orden
de una linealidad escrita y dejada de lado, o de un pasado no escrito, sino que en
el psicoanálisis la historia tienen que ver con momentos esencialmente activos,
que no están relacionados con el desarrollo más que porque produce
interrupciones, disturbios en el desarrollo. Se trata de esos momentos en que el
sujeto, por ejemplo, por algo que paso en el matrimonio no de él, sino de los
padres ha sufrido tales y cuales consecuencias a lo largo de su infancia.

El analista tiene que ver con esos putos decisivos en la historia, esos puntos en
que el sujeto se encuentra con algo del goce o con algo del orden del deseo,
incluso con algo del orden de lo que ahora sería deseo pero que en la infancia fue
goce aplastante. Allí hay un lugar ofrecido al Otro, al Otro primordial, al Otro que
habla al sujeto, al Otro que interpreta sus propias necesidades en términos de
lenguaje. Hay un lugar ofrecido al Otro que no es un lugar de demanda, el lugar
donde se dice “quiero esto”, sino el lugar ligado esencialmente con el deseo
sexual, que queda al margen de la demanda, porque es informulable en términos
de demanda. Ese es un lugar que se reconoce rápidamente en la historia de cada
sujeto a partir de lo que Freud llamo trauma, que es determinado punto de ruptura

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de la cadena del discurso, determinado momento en que el sujeto o se reúne allí
con una demanda claramente formulable, sino con una especie de ruptura en el
texto de lo simbólico, en el texto de la historia. No lo recuerda, recuerda lo que
esta inmediatamente al lado, que se transformó en un recuerdo hiperclaro, muy
“catectizado”, el análisis descubre rápidamente que lo decisivo no es ese
recuerdo, al que Freud llama encubridor, sino que lo decisivo es algo que hay que
construir al lado, precisamente porque no es recordable.

El lugar del analista viene a coincidir con esos putos traumáticos por los que, por
algo relacionado con la manera en que habitualmente se habla del fenómeno de la
regresión, el sujeto revive actualmente en sesión una situación real que va mas
allá incluso de lo simbólico, mas allá también de lo imaginario. Decimos que hay
algo de lo real en ese punto, en tanto lo real hay que pensarlo como algo del orden
del retorno de lo mismo, como algo que no pudo ser procesado simbolicamente y
que entonces retorna y retorna exactamente igual, idéntico a si mismo, según las
leyes de la repetición.

El analista encarna algo que tiene que ver esencialmente con eso, con lo que para
el paciente es retorno de lo mismo, con lo que para el paciente se repite como
fuerza pulsional, siempre la misma. El analista encarna esto no bajo la forma de
un órgano de goce, no está ahí para pulsionarizar a su analizante por el lado del
goce, no está para hacerlo gozar. El analista no es un sádico, tampoco es un
masoquista, no encarna el objeto a con esos fines, con fines de goce, sino que por
el contrario lo encarna con fines de deseo, lo encarna a título de causa de deseo,
a título de objeto perdido para el goce, y que puede funcionar como causa del
deseo precisamente porque está perdido.

El lugar del analista puede ubicarse en ciertos paréntesis, ciertos intervalos de la


historia del sujeto. Estos significantes S1, significantes del relato, significantes con
los que se trama la historia, son del orden de lo diferente, cada significante es por
estructura diferente al otro, incluso cada significante al repetirse se diferencia de si
mismo. El intervalo entre significantes en cambio es el lugar ofrecido en la cadena
al retorno de lo mismo, que es el modo de retorno de lo real

La actividad, marcada por una represión primordial.

Es precisamente ese lugar el que el analista viene a ocupar a través de su acto.


Su acto consiste en un lugar que no es significante, su presencia no es la de una
representación, se trata de algo real. Lugar real que es el que Freud sitúa a partir
de su noción de lo reprimido originario, de una representación irreductible, cierta
represión que tiene la aptitud de tirar hacia si los recuerdos, y más aun a los
significantes del desciframiento analítico.

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El inconsciente no es profundo, a veces hay uno o dos significantes y se terminó el
desciframiento, cesan las asociaciones, vacío de pensamiento, eventualmente
angustia. Lacan lo dice así “el inconsciente es menos profundo que inaccesible a
la profundidad consciente”. Por más esfuerzos que se hagan por ir hacia ese
núcleo de la represión primordial, no se llega muy lejos. Enseguida uno se
encuentra con ese litoral del significante que es el borde de un puro agujero. Un
puro agujero no rememorable, un agujero donde se puede situar la causa del
deseo pero solo a partir de los significantes que la rodean.

Cuando va a análisis el sujeto es un sujeto paciente. Nos enteramos de como


determina esa pulsión al sujeto esencialmente a partir del síntoma, que es el modo
más duradero en que lo reprimido retorna. No es el único, también están los
sueños, lapsus, chistes, etc. Pero este es el modo más peculiar del sujeto, incluso
más estable: podemos hablar de un síntoma que recorre toda la historia del sujeto
y que no es una veleidad de una noche como puede ser u sueño. En el análisis un
sujeto tiene la oportunidad de reconocer su síntoma, dicho así, en singular, para
destacar ese significante del que el sujeto padece. Hay que destacarlo porque en
el expresa esa fuerza pulsional que proviene de lo reprimido originario.

El análisis le enseña al sujeto a reconocer su síntoma. Como dice Miller, desde el


comienzo el análisis hace del sujeto su propio clínico, en la medida en que es el
quien debe advertir cuál es su síntoma. Terminado el análisis, nadie más que el
guarda ese saber de lo que paso, de lo que atravesó en ese análisis, cuando ya
no hay analista para saberlo. Solo él puede saber que le molesta, que le duele,
que le resulta insoportable, y no el analista.

Cuando hablamos que lo primero que se hace en una análisis es sustituir la


neurosis primitiva por una neurosis de transferencia, estamos diciendo que de lo
que se trata es de que el analista encuentre efectivamente la manera que eso se
constituya, que en eso consista su cato, de encarnar en la causa de la que el
síntoma es el resultado. Eso es lo esencial de la neurosis de transferencia.

Por la neurosis de transferencia el análisis hace de la represión originaria el


partenaire del sujeto..esoque por ahora designamos en bruto como lo reprimido
originario, que al mismo tiempo es causa del deseo, causa de la que el síntoma es
el resultado, toma de hecho una forma objetal en el análisis, forma en la que
Lacan enseño a reconocer los objetos a.

Un destino de sublimación para el síntoma.

Si el síntoma es retorno de lo reprimido, manifestación de lo pulsional; lo que se


haga en el encuentro con el sujeto en torno al síntoma decide sobre lo que vendrá,

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sobre lo que puede suceder y lo que no puede suceder en un vínculoterapéutico
cualquiera que sea.

Voy a tomar de un libro que se llama “Teoría y técnica de las psicoterapias”


donde el autor compara los objetivos, la estrategia y las actitudes básicas del
terapeuta en, por un lado el psicoanálisis, por otro las psicoterapias de
esclarecimiento, y por otro las psicoterapias de apoyo.

Cuando habla de las psicoterapias plantea que dado que el síntoma supone una
ruptura de un equilibrio homeostático, los objetivos de una psicoterapia de apoyo
son: la recuperación de ese equilibrio homeostático, el alivio de la ansiedad, y la
atenuación o supresión de los síntomas. Para las psicoterapias de
esclarecimiento añade a esto, como objetivo, el aprendizaje de la capacidad de
auto conservación y el fortalecimiento de las defensas útiles.

Esto permite una cierta distinción entre lo que es una psicoterapia y lo que es el
psicoanálisis. El análisis no se trata másque en casos extremos de la recuperación
de un equilibrio homeostático, ni se trata del retorno a ningún estado anterior. Por
el contrario, en el análisis lo que se busca es, en primer lugar, inducir una neurosis
nueva, hasta ese momento desconocida por el paciente, como sucede
efectivamente en los análisis; por mas inoperante que sea el analista esto tiende a
suceder.

En la medida en que la neurosis de transferencia ha sustituido a la neurosis


primitiva, el segundo paso consiste, ahora sí, en la resolución, en la curación. Si
este segundo paso se produce, el estado la que llega el paciente es un estado
nuevo, estado para el desconocido. El sujeto se ha liberado en buena medida del
goce miserable de su fantasma, ese goce que implicaba para las inhibiciones,
reforzamiento del síntoma, angustia. Encuentra en cambio la puerta del acto. No
digamos que se encuentra con el acto porque el psicoanálisis no lleva a nadie al
acto. Puede llevar al acting, al pasaje al acto, pero no a un acto. Para hablar de
acto tendríamos que hablar de una decisión donde no debería intervenir el
analista, pues si interviene el analista ya no es u acto del sujeto, es un acto del
analista.

En el sentido en que Lacan lo trabaja, no hay un acto que pueda ser autorizado
por Otro. La noción de acto es contraria a eso, supone una decisión sin el Otro, sin
la consulta al Otro, sin la autorización del Otro. En la medida en que se cumple
este segundo paso, el análisis puede dejaral sujeto en la puerta del acto,
enfrentando algo que es del orden de una decisión, que es en esencia la de si
élquiere o no quiere lo que desea, si él lo toma, lo asume, si él lo pone en acto, o
si lo sigue postergando, si lo deja para otra vida.

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¿Esto tiene que ver con que el analista se autoriza de sí mismo?

Sí. El analista se autoriza de sí mismo a partir de que termino su propio análisis o


de que es alguien que ha podido ir mas allá de la neurosis, que ha podido salir de
su fantasma, al menos cuando sostiene el acto analítico.

El cambio que el psicoanálisis induce no es cuantitativo, sino cualitativo, es la


creación de un estado nuevo.

El síntoma es goce del inconsciente, del inconsciente primordialmente reprimido


en la medida en que ese síntoma puede depurarse hasta encarnar que eso que
está justo en el borde de la represión primordial, se reduce y se vuelve
operatoriamente diferente de lo que era. El sujeto puede hacer algo mejor con ese
síntoma que simplemente padecerlo, puede por ejemplo ponerlo al servicio de la
sublimación, algo que es del orden de la acción, del orden de un acto conforme al
deseo, del acto que realiza el deseo.

Con el síntoma se puede hacer eso. Lacan trabaja el caso de Joyse, quien con su
síntoma hace una enorme producción literaria que tuvo enormes efectos en toda la
literatura del siglo XX. Hay otros casos de locos ilustres, donde se puede rastrear
como con su síntoma hicieron algo que tenía estrictamente que ver con esa tarea
sublimatoria en que consistió la escritura con la cual gozaron, realizaron su deseo
y sobre todo salieron del fantasma.

¿Se puede pensar que alguien haga eso sin intervención del analista?

Por supuesto, pero no le pasa a todos los neuróticos. Los neuróticos se definen
justamente por su incapacidad de sublimación, en la medida en que para el
neurótico es Otro, algún Otro, el papa, la esposa, el jefe etc, el que guarda la
causa de su deseo. Por lo tanto tiene que estar todo el tiempo pidiendo permiso, o
discutiendo lo que se ordena, y adema s como es el Otro quien lo pide, no es
exactamente lo que ellos quieren. Así se instaura toda esa trampa en que consiste
la neurosis por la cual en la que se busca tanto la aprobación del Otro, el sujeto
termina no haciendo nada de lo que tendría que ver con ir derecho a la realización
de su deseo. Pero hay gente que sin análisis va derecho a una producción que
nos sorprende, nos maravilla. El análisis es un modo de poner cerca de eso, en la
puerta de la satisfacción sublimatoria.

¿ Están presentadas las cosas como si un ideal del análisis fuera su sublimación?

En cierto sentido lo es. Pero no es solamente un ideal. La orientación lacaniana


del psicoanálisis es una orientación hacia lo real, es decir, fuera del fantasma. Y
más allá del fantasma esta la certidumbre de la angustia… o el acto. Solo el acto
puede arrancar a la angustia su certidumbre, dijo Lacan. Cuando digo sublimación
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en un sentido amplio no me refiero solamente a pintar, o a cuestiones que tienen
que ver con el arte. También se puede sublimar trabajando en lo que a uno le
gusta, no en lo que le gusta al Otro o en lo que el Otro exige.

Acerca del rol del analista.

Según este libro, el rol del terapeuta en las terapias breves es “definido”
principalmente como “docente” para las terapias de esclarecimiento; y para las
terapias de apoyo, un rol también “definido” fundamentalmente como “protector”.
En ambos casos el rol del terapeuta es “activamente participante”. En todos los
planteos de las psicoterapias, las intervenciones en general, tiene que ver con un
uso velado o no velado, depende del reconocimiento que quiera tener el terapeuta
respecto del psicoanálisis, de la transferencia. Hay gente que hace lo imposible
por no hablar de transferencia en la relación entre un terapeuta y un sujeto que
consulta.

Con lo que si nos encontramos en todos los casos es con el peso sugestivo que
tienen las intervenciones de los terapeutas de todas las corrientes. Analizando
cuales son las intervenciones, a donde apuntan y a que llegan, nos encontramos
siempre con la omnipresencia de la sugestión. Es decir, con la reducción de la
transferencia del poder que esta otorga al Otro, al terapeuta en este caso. Es
justamente la idea de Freud de que todo lo que transcurre durante el imperio de la
transferencia positiva puede ser sospechado de sugestión, lo que nos permite
establecer un límite tajante a nivel del manejo concreto del análisis. Es decir, los
resultados terapéuticos obtenidos pueden ser efectos de una simple sugestión.
Dice Freud “basta con que sobrevenga algo del orden de la transferencia negativa
para que esos resultados terapéuticos sean arrastrados como brizma por el
viento”.

Entonces ¿para qué nos sirve la transferencia negativa en los análisis?. Entre
otras cosas como indicador de en qué punto subsiste un deseo que es un deseo
de resistir a la receta sugestiva del Otro. La transferencia negativa puede ser
perfectamente expresión del deseo del sujeto: en la medida en que actualiza
ciertos síntomas va en contra de las intenciones terapéuticas del terapeuta, o del
analista, si lo es, y es lo que rompe con los ideales de las curas rápidas. Cuando
las terapias son suficientemente breves, el terapeuta puede no enterarse lo que
viene después. La hace, la termina y con los síntomas que aparecen después que
se arregle otro, o vuelve a consultar y hacen otra terapia breve.

La eficacia del análisis depende fundamentalmente de los medios de los que se


priva, y en primer lugar del uso sugestivo de la transferencia. El psicoanálisis no
es una psicoterapia en primer lugar porque prescinde de la sugestión. Es esa
prescindencia lo que, por muy costoso que sea, permite ese desarrollo pleno de la
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transferencia por el que cada síntoma adquiere una nueva significación
transferencial, como dijo Freud.

Cómo se define en este libro el rol del terapeuta cuando es u analista. Se lo define
por oposición al rol “definido” del terapeuta de apoyo de esclarecimiento; como un
rol “ambiguo” depositario potencial de múltiples roles. Esto no tiene nada que ver
con el psicoanálisis, es lamentable que eso se escriba. Porque el rol del analista
es un rol perfectamente definido. No tiene nada que ver con asumir la imago del
padre o de la madre o la de algún personaje de la historia, sino precisamente con
encarnar ese objeto aen la medida en que se actualiza cada uno de esos
momentos de la historia retroactivamente.

Actitud del terapeuta: “activo participante”. Dice el libro para el caso del
psicoterapeuta. El analista que no es un psicoterapeuta, esta definido aquí como
“pasivo, silencioso, distante” si lo otro era malo, esto es peor.

¿Qué puede querer decir un rol que no es pasivo sino esencialmente activo? es
acto puro. Es un acto que no tiene nada de potencia, es un acto puro en el sentido
de que se trata de causar ahora todos los efectos.

La actitud del analista tiene que ver con el acto, no con la pasividad. Es una
experiencia de análisis: cuando el analista es analista, cuando sostiene
verdaderamente su acto, eso se nota. Por más que no diga absolutamente nada,
hay algo del orden de una presencia, muchas veces angustiante, que causa algo
que hace que no sea lo mismo antes que después de la sesión. Hay un cambio de
sesión a sesión aunque sea que uno viene bien y se va angustiado o uno viene
angustiado y se va bien, pero hay algo que se modifica en la economía libidinal a
partir del encuentro que allí se produce. Tiene que haber algo del orden de un
encuentro, no del orden de ir a hablar solo. El análisis no es hablar solo, no es
introspección.

El analizante puede asociar libremente porque hay alguien que garantiza que el
corte que él hace es mejor que los otros cortes que puede hacer el analizante
mismo cuando se cansa de pensar o de hablar. Mejor que los haga ese otro que
se autoriza en cierta posición que tiene que ver precisamente con esos lugares de
corte, que sabe cortar, que sabe hacernos usar esa apertura de la angustia, pero
no como hacer con ella. El análisis nos enseña el camino para usar esa abertura
de la angustia, ese efecto que nos señala la incidencia o la cercanía, la inminencia
de un objeto que es lo más real que tenemos al alcance de la mano. La posición
del analista es tan activa como lo es el corte que abre esa puerta esencial para el
sujeto, la que lo conecta con el objeto que lo angustia, pero que también causa su
deseo.

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El análisis se trata de que el sujeto cree que hace su acto con el Otro. Cree que el
analista es el que sabe. Haya allí algo del orden de una suposición necesaria a la
que llamamos transferencia. La transferencia es suponer que el Otro sabe y que
sabe tanto que incluso sabe lo que ordena lo que yo quiero, la causa de mi deseo.
La transferencia consiste en transferir al Otro la causa del deseo. Pero recién
después de todo un recorrido del análisis, de toda esa movilización de lo simbólico
en su relación con ciertos bordes que lindan con lo real, en un recorrido
exhaustivo, solo después de eso el sujeto puede enterarse de que su angustia era
una que él no manejaba bien, que no utilizaba como un indicador que le dice
dónde está la causa de su deseo. Recién entonces podrá enterarse en definitiva
que la causa de su deseo no está en el Otro, y que si bien pude tener ciertos lazos
de deseo con el Otro, la causa del deseo no está en el Otro más que por un efecto
de alienación neurótica.

El psicoanálisis no propone el retorno a ningún estado anterior, y este es uno de


los pilares por los que podemos afirmar que no es una psicoterapia. Sobre todo,
el psicoanálisis no apunta a la curación de los síntomas. Dice Freud “necesitamos
de los síntomas” necesitamos que los síntomas se expresen, en primer lugar
porque es la única manera de enterarnos efectivamente de lo pulsional y de lo que
tiene que ver con el deseo reprimido del sujeto. Y a eso lo necesitamos no como
recuerdo del pasado, sino actualizado, ya que los síntomas funcionan como el
motor del análisis.

Freud decía que necesitamos a los síntomas como motor dela análisis. Si nos
preocupamos mucho porque el paciente se sienta bien rápidamente, nos
olvidamos de que hay objetivos más importantes que ser feliz en la vida, por lo
menos desde la ética del psicoanálisis. La ética del psicoanálisis no apunta a la
felicidad, no apunta tampoco a un estado de ataraxia (disposición del ánimo
gracias a la cual un sujeto mediante la disminución de la intensidad de sus
pasiones y deseos alcanza el equilibrio y finalmente la felicidad), sino que apunta
a la rectificación de la relación del sujeto con su deseo, porque lo que el sujeto no
realiza en esta vida, por más feliz que sea, posiblemente no tenga oportunidad de
realizarlo.

El analista, por otro lado, no protege en el sentido de un padre protector. De los


daños que puede ocasionar un analista paternal o maternal nos enteramos en los
reanalisis a través de los relatos de los pacientes, e incluso de los analistas que
predican este tipo de posiciones. Este puede ser el caso de Freud mismo en
relación a la posición paternal, donde el analista aun terminado el análisis, seguía
siendo quien sabía qué era lo que el sujeto quería. Esa alienación del deseo
propia en el Otro, era algo que le pasaba a los analizantes de Freud aun
terminado el análisis.

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De los límites del análisis a la orientación por los limites.

Con esto termino sobre los límites del análisis con Freud.

Freud llegaba hasta cierto punto del análisis con sus pacientes, y después estos
se enfrentaban con esos que el describe en “Análisis terminable o interminable” a
lo que le llama la roca de la castración. ¿En qué consiste esa roca? Lacan en su
seminario sobre la angustia hace una lectura de eso que abre una nueva etapa en
el psicoanálisis; a muy grandes rasgos, lo que descubre Lacan, es que se puede ir
más allá de la angustia de castración en tanto puede separarse a la angustia de la
castración.

Esto es posible porque la castración que está en juego no es del propio sujeto, la
del neurótico que, por lo menos en la medida en que se histeriza, tiende a
mostrarse como castrado. No es la castración del lado del sujeto lo importante, ya
que el sujeto puede usar su propia castración como un sacrificio en favor de la
integridad del Otro, de sostener al Otro, el padre, el analista, la mujer, en un
estado divino en el cual al Otro no le falta nada, y si le falta es lo que justamente él
puede aportar identificándose con el falo. La identificación inconsciente con el falo
es la vuelta que encuentra Lacan para resolver esa conjunción que parecía
insalvable entre angustia y castración.

En la medida en que el neurótico se identifica con el falo del Otro, la castración


que surge como posible es la castración que lo separaría a él del Otro, es la
castración del Otro donde él quedaría como arrancado de Otro. De eso se trata en
el análisis: de arrancar al sujeto del Otro. Pero justamente eso es posible a partir
de que se descubre que él no es falo del Otro, porque si él se sigue pensando
como falo del Otro es demasiado sangrienta la cosa, no hay salida por ese lado.
La primer tarea es mostrarle hasta qué punto es falso que él sea el falo del Otro
encarnado de la manera que sea, el hijo favorito, el paciente preferido por el
analista, etc.

De esta manera lo que se logra es independizar la angustia de la castración.


Porque la castración del Otro, que es la que importa en el análisis, es un dato de
estructura, el Otro esta estructuralmente castrado y no hay solución para eso, por
lo tanto no es un problema. El Otro es Otro deseante, al que le falta algo esencial
en lo que hace al goce. Estructuralmente es así, el análisis no puede nada con
eso, lo que si puede hacer el análisis es “desneurotizar” la relación del sujeto con
la angustia de manera que esta angustia deje de ser angustia de castración, de
castración del Otro, para darle un uso mucho más ajustado a la estructura.

¿En qué momento nos angustiamos? Nos angustiamos cuando nos encontramos
con el deseo del Otro. De ese deseo que nos viene del Otro, nos hacemos causa.

13
La angustia puede ser usada como lo que no engaña, como lo que entonces
orienta al sujeto, lo orienta hacia lo que en su relación con el deseo hay de más
real, hay más allá del fantasma.

A veces los fantasmas angustian. A veces la realización de ciertos fantasmas


angustia, como nos pasa con la lectura de algo, como puede pasar al ver una
película, donde hay determinadas imágenes que aún no estamos acostumbrados
a ver. Pero ¿por qué son angustiantes? No porque haya nada real que se juegue
ante esa escena.

Cualquiera que sea la escena que haya angustiado, en la medida en que el


fantasma deja de ser algo difuso y meramente pensado, imaginado y pasa a ser
algo dicho, o en la medida en que eso esta presentificado en la pantalla, lo que
tiene de angustiante eso es justamente que hay algo allí que no es puramente
fantasma, y que todos los fantasmas precisamente han servido para velar esos
lugares donde a nosotros se nos juega todo lo que el análisis nos muestra como
nuestras vías de relación con lo esencial de la vida, a saber, sexualidad y muerte.

En lo que somos a nivel de sexuados y en lo que somos a nivel de sujetos


destinados a la muerte se nos juega algo a los que si se le puede dar un sentido
por el lado del límite: sabemos con certeza que vamos a parar ahí.

Sabemos también que nuestro deseo tiene que ver con eso. Sabemos que si o
fuera porque hay un límite que es la muerte, seguramente podríamos postergar
eternamente la realización de nuestro deseo y abocarnos a cosas más felices. Es
porque esos límites están que nosotros nos podemos orientar hacia lo real. La
muerte es lo que los sostiene, vociferaba Lacan, como para hacerse oir en ese
punto. Es una orientación a la que solo le podemos llamar sentido en el sentido de
la causa final, pero que es más bien del orden del sinsentido. En todo caso el
sentido de la muerte se lo puede encontrar por el lado de los fantasmas postizos
que podemos encontraren la religión o en cualquier sistema cosmológico.

Lo que nos enseña el psicoanálisis de nuestra relación con la sexualidad y con la


muerte es que allí no encontramos u sentido en el nivel de la significación.

Sí encontramos límites allí, que por lo tanto nos sirven como orientación, para
saber hacia donde tenemos que ir para realizar nuestro deseo. La realización del
deseo, para nosotros, se inscribe necesariamente en el marco temporal real que
da para nosotros nuestra conciencia, por precaria que sea, de la muerte.

Por eso, la realización del deseo es más importante, para el psicoanalista, que la
curación del síntoma, si el psicoanálisis cura de algo, no es en el sentido de una
terapéutica, y si lo hace, es a un precio infinitamente más elevado que el de una

14
terapéutica: el precio de no volver a un estado anterior, el precio de dejar la
felicidad atrás, para afrontar lo interesante del deseo, más allá del principio del
placer, donde sexo y muerte son las coordenadas que marcan los límites de lo
posible.

Patrick Valas. “Niños en psicoanálisis”.

¿Qué es un niño?
En otros discursos: en el curso de la historia, la definición del niño se modifico en
función de las ideologías. Ellas tienen en común que no es tanto la edad como la
referencia al trabajo.

Es un hecho de estructura, que el trabajo socialmente reconocido en el


intercambio es la puesta en juego de un saber como medio de goce. El niño será
aquel que no trabaja, que incluso no puede, no debe trabajar. Se puede,
ciertamente, hacerlo trabajar, pero dado que se considera que su saber no vale
nada, se denominara a esto ponerlo en aprendizaje. El susodicho niño no podrá
valederamente hacer un contrato social porque no se lo considera como
comprometido con su palabra.

De acuerdo al código napoleónico, es definido como niño o en estado infantil, el


que no trabaja.

En el derecho, que tiene siempre una relación con la ley, cada quien es definido
por su ser social como ciudadano, como un individuo. Se sabe que en caso de
delito, las circunstancias atenuantes solo pueden serle otorgadas al supuesto
culpable en ciertas condiciones precisas y en especial si acepta su culpabilidad.

Hay una jurisdicción especial, que se aplica al niño, según la cual éste no es
considerado civil y penalmente responsable de sus actos, salvo excepciones. Se
considera importante, que el derecho no le da los medios de disponer de su acto,
su firma no vale nada.

Llegamos ahora a la persona, cuya etimología remonta a persona, mascara. La


mascara con la que se reviste al actor en la antigüedad le permite representar un
personaje tipificado. Es un personaje, la persona cuya conducta está codificada,
fijada, es siempre la misma, cualquiera sea el contexto, es lo que le da una
presencia, una consistencia estable, su deseo y su goce están en juego.

15
En definitiva, es efectivamente a partir de las coordenadas estructurales de la
persona, no solo del significante, como debería uno esforzarse en distinguir al niño
del adulto.

CON FREUD: la distinción es precisa con Freud, no solo distingue al niño del
adulto en torno a la pubertad biológica realizada, sino que también en relación a
ella define los estados del sujeto (infancia, latencia, pubertad, adolescencia,
madurez) que son referidos a los momentos cruciales del movimiento de la
estructura que se incorpora según la diacronía del desfiladero edipico.

Efectivamente, en la asunción del complejo de castración en el varón y de la


Penis-neid en la niña, a través del Edipo, se traza para Freud el límite más seguro
entre el niño y el adulto través de los reordenamientos estructurales del periodo de
latencia y de la pubertad.

Freud llega afirmar que la estructura está incorporada precozmente, constituyendo


la represión secundaria, analizable, mientras que la represión originaria es
inaccesible.

Freud no particulariza un psicoanálisis de niños. Este modo de proceder tiene en


cuenta el lugar del niño en la estructura familiar al igual que la de otros discursos
que no le dan los medios para disponer de sus actos.

CON LACAN: Lacan articulo su sincronía en la metáfora paterna, lo que lo lleva a


alejarse de toda noción de psicogenesis.

En la incorporación de la estructura es mucho más precoz, el Otro del lenguaje


preexiste al sujeto, determinando la palabra desde antes de su nacimiento, no solo
su estatuto, sino también la llegada al mundo biológico.

Situara en dos momentos genéticos de importancia desigual la incorporación de la


estructura: el estadio del espejo y el juego del for-da.

Del estadio del espejo resulta que: 1) desde el punto de vista del adulto, el niño es
un fantasma, el de un ser que es amado o que habría debido serlo, deseado o no.
Pero es así mismo un ser que puede ser dominado.

2)desde el punto de vista del niño, el adulto representa un ideal de dominio.

Efectivamente, a partir de la estructura ya incorporada, es este el estadio en el que


se cristalizan las identificaciones yoicas del sujeto, constituyentes de los ideales
de la persona, cuya posición sexual se regula en el desfiladero edipico.

El niño o el adulto son tipos de personas, entonces evidentemente “hace falta


tiempo”, para pasar del uno al otro, por eso es necesario proponer una definición

16
(decepciónate, pero difícil de formular de otro modo) “el niño no es una persona
grande”. Nos falta aun distinguir al niño del adulto en torno a 4 puntos.

ALREDEDOR DE 4 PUNTOS: 1) al nivel del significante: el niño es un


hablanteser, dividido por el significante. Puede adoptarse una escala diferencial de
los tipos de niños en la sucesión temporal que va del niño que habla, pasando por
el momento de estructura que constituye para el descubrimiento de la castración
materna, para llegar al punto de aprendizaje de la escritura.

2)_a nivel del goce: el niño no dispone del acto sexual, no teniendo acceso al goce
sexual que pasa por la puesta en acto del deseo del Otro, debe contentarse con
un goce puramente masturbatorio. Aquí se vuelve a encontrar la incidencia de la
castración como límite entre el niño y el adulto.

3)a nivel de la historia: la maduración biológica del cuerpo es un rasgo distintivo,


pero nosotros apuntamos a lo que llamare esquemáticamente “la experiencia de la
vida”.

La noción de aprendizaje ocupa aquí el primer plano. El niño puede aprender a


saber, aun cuando esta adquisición de un saber suplementario no es homogénea
al saber inconsciente.

4 )al nivel del acto: surge la pregunta de saber si el acto analítico es posible con el
niño. La respuesta es si, un niño puede entrar en el acto analítico condicionado
por la ubicación en su lugar del sujeto supuesto a saber. La salida del acto es lo
que sigue siendo problemático en el.

HILLERT, REBECA: “NIÑO INCONCIENTE DE SIGMUND FREUD”.


1)_ NIÑO REGALO: cuando hace más de un siglo Freud publico el análisis de
una fobia, el análisis del pequeño Hans, advertía a sus lectores sobre la dificultad
del análisis de un niño. Asevero por ese entonces que sin la participación e
intervención directa del padre en la dirección de esa cura, el tratamiento no
hubiera podido realizarse.

Hoy en día, muy de vez en cuando aparecen planteos como ¿existe el


psicoanálisis de niños? ¿Atendemos al hijo o a los padres?

Según la intimación del deseo, deseo que es deseo de deseo, el niño es uno de
los términos de una ecuación simbólica. Por otra parte, como don de amor, se
inscribe en el ámbito de las relaciones de objeto.

17
Niño, en la dirección señalada por Freud, es un regalo. Regalo que los hijos
fantasean obsequiar a sus madres a cambio de la vida que gracias a ellas tienen.
Freud escribe esto en “sobre un tipo particular de elección de objeto en el
hombre”. El desarrollo es:

Tanto en hombres como en mujeres se presenta un tipo de elección amorosa que


denomina masculina. Las condiciones que el objeto escogido deberá reunir,
“brotan de la fijación infantil de la ternura a la madre y constituyen uno de los
desenlaces de esa fijación”.

Estas condiciones tomando como referencia al varón son: 1) se elige a la mujer


que pertenece a otro hombre, hay un “tercero perjudicado”. 2) se tratara d una
mujer fácil, de mala fama, que despierte celos por sus probables relaciones con
extraños. 3) en lo que atañe al amante. Éste otorgara “supremo valor” a su objeto
y se exigirá a si mismo fidelidad a cada una de las mujeres que sucesivamente
irán formando una serie. 4) es la tendencia observada en estos sujetos a “rescatar
a la amada”.

Estas cuatro características remiten a la “constelación materna”, porque el tercero


en cuestión es una referencia al padre, y el sujeto elegirá a una determinada mujer
desde su posición de hijo; por otro lado la sobreestimación nos recuerda que
madre hay una sola, y la formación de series de amadas indica que en cada
subrogado (de la madre) se echa de menos a la satisfacción ansiada.

La condición de mujer fácil, remite al descubrimiento del coito entre los padres.
Esto ocurre en la pubertad, y a partir de allí el joven deduce que mamá y prostituta
hacen lo mismo, en el inconsciente coinciden los opuestos, en este caso madre y
puta. En la pubertad se despiertan en el joven deseos incestuosos infantiles;
hubiera deseado como regalo la relación sexual con la madre, y no le persona a
ella haberse entregado al padre, fantasea, durante el ejercicio de la masturbación,
el acto sexual con la madre, imaginándola adultera, de este modo realiza una
venganza, al mismo tiempo que un anhelo.

Salvar a la amada de su tendencia a lo indecente y a la infidelidad, presenta un


aspecto de racionalización que tiene un aspecto consciente, pero Freud lo
compara a la elaboración secundaria del sueño. “En realidad el motivo de rescate
tiene su significado y su historia propios y es un retoño autónomo del complejo
materno o parental”. Rescatar a la madre cobra el significado de obsequiarle o
hacerle un niño.

Niño, es el regalo que un hijo haría a la madre, identificándose para ello con su
padre, perpetuando así la vida y con ella la deuda. Aquí aparece otro factor, la
identificación con el padre por rivalidad.

18
2 ) LA ECUACION SIMBOLICA: ¿Qué es un concepto? Lacan en el Seminario I,
dice de esta: hace surgir la cosa misma, que no es más que el concepto.

El concepto, según Hegel, es el tiempo de la cosa. El concepto hace que la cosa


esté no estando allí, como en el inconsciente fuera de tiempo.

Freud describe 4 características a los conceptos tratados en lo inconsciente. Estos


son: equivalentes, sustituibles, permutables, separables.

Son equivalentes, ya que la moneda que igualara su valor es “das Klein”. La


equivalencia pene-niño, prescinde de la diferenciación anatómica de los sexos,
ajustándose a las teorías sexuales infantiles. Por vía metonímica, el deseo de la
niña de poseer un pene como el varón, se muda, cambia de lugar,
transformándose en deseo de niño. Pero ambos deseos son idénticos, sólo que en
este desplazamiento se da el pasaje del amor narcisista al amor de objeto.

De esto se desprende que la equivalencia se opera a través de un símbolo común,


cuestión del lenguaje, por la metonimia del deseo y bajo un nuevo signo del amor.
De donde resulta que es por la categoría de falta en ser que los conceptos
devienen equivalentes, falta que es del Otro y del sujeto en relación al deseo.

La segunda característica del concepto, sustituible, surge como consecuencia de


la equivalencia.

Pene es sustituible por caca porque a partir del descubrimiento que hace el chico
de la falta de pene en las mujeres, ambos pueden desprenderse del cuerpo.
Según las teorías sexuales infantiles, en este caso la teoría de la cloaca, hacer
niños es como hacer “lumpf” (caca).

Las sustituciones: caca-regalo-dinero, se basan en determinaciones lingüísticas:


como “recibir de regalo un hijo”, el dinero que conocen los chicos es regalado, la
caca es demandada como regalo por la madre. Y el chico puede entregarla o
retenerla, para satisfacer su autoerotismo o en función de desafío, dar o no dar
ese regalo, que puede transformarse en regalo de un niño.

En tercer lugar, la característica de permutable remite nuevamente a regalo, dar y


recibir. Estamos en el registro de los dones simbólicos, pasaje de la madre
imaginaria y omnipotente, agente de la privación, a la madre simbólica de la
frustración, por intermedio del mandato paterno que prohíbe el goce incestuoso y
abre el acceso al deseo, promoviendo la demanda.

Este desarrollo organizado en función del complejo de castración, nos lleva a la


cuarta característica de estos conceptos en el inconsciente: son separables. Si el
varoncito descubre, en la época en que su genital es la zona erógena rectora, la

19
diferencia sexual anatómica, reniega de esta percepción pensando que a su
hermanita ya le crecerá. Pero termina aceptando la diferencia y conceptualizando
el pene como separable; el falo representa la diferencia de los sexos, esto
refuerza la equivalencia con caca, que es lo que por propia experiencia se separa
del cuerpo.

3) _¿NARCISISMO-COMPLEJO DE CASTRACION?: En el seminario X de


Lacan, allí se distingue castración primaria de castración imaginaria. Encontrar su
propia falta en el Otro, llama lacan, castración primaria. En cuanto a la castración
imaginaria, la que atañe al pene, la ilustra con la imagen de un varoncito
mirándose en el espejo.

En principio la articulación narcisismo, complejo de castración se explica porque


en la imagen del espejo el órgano no está, está tachado del mapa. Entonces no es
que la castración realice el narcisismo. La castración acota al narcisismo.

Lacan propone un apólogo: el varón, alfarero, frente a su vasija, es el vacío quien


hace la vasija; en ese vacío primero, imaginamos la falta de falo: …., pero hay una
vasija vecina; el varón supone que su parte-naire contiene el ob de su deseo: a.
este apólogo está destinado a acentuar que a, ob del deseo, para el hombre tiene
sentido cuando ha sido vuelto a verter en el vacio de la castración primordial.

Esto, por lo tanto, se produce a partir del narcisismo secundario, en el momento


en que a se desprende, cae de i (a), la imagen narcisista.

La imagen especular esta sostenida por el Otro, la mirada del Otro.

El ob que causa el deseo en el varón cobra valor si pasa por la marca de la


castración propia. Ese ob que viene a llenar el hueco de la vasija, viene de otra
parte: del deseo de otro. Entonces a parece la angustia.

Con respecto a la castración, hay otro problema a considerar: la teoría de las


pulsiones.

Los objetos separables y sustituibles son objetos narcisistas, Lacan los escribe
(a). Pertenecen al campo del deseo. Sustituyen a lo que falta en el campo del
Otro, son objetos libidinales.

Es la libido, en tanto que puro instinto de vida, es decir vida inmortal, que no tiene
necesidad de ningún órgano, indestructible. Esto es precisamente lo sustraído al
ser vivo desde que está sometido al ciclo de la reproducción sexuada. Y de estos
son representantes, equivalentes del objeto a.

20
Freud articula simbólicamente los objetos separables y los instala en el escenario
edipico. Allí, el complejo de castración se traduce en el varón como amenaza y en
la niña como envidia (amenaza y envidia se refieren al campo del narcisismo).

Este es el límite freudiano para el análisis de los niños: hace de la relación edípica,
y de su heredero, el superyó, el campo de intervención.

4) DEL CONCEPTO NIÑO A LA CLINICA: El niño viene al lugar de lo que falta al


Otro, en función del deseo de deseo. Por tanto niño es:

 Es un concepto sobre el que el inconsciente trabaja, por lo tanto no es sólo


ni principalmente una etapa de la vida.

 Este concepto se resignifica en la pubertad, ubicándose en la fantasía como


el regalo de un niño a la madre, identificándose con el padre y perpetuando
la deuda de vida.

 Es una suposición de los adultos y se refiere a al narcisismo de ellos.

 No hay niño, como tampoco narcisismo si no opera el complejo de


castración como amenaza o como envidia del pene.

 Niño es esa caquita- regalo que el significante obsequia tan solo por el
hecho de vivir en la cultura.

Considerar al niño en correlación con el falo imaginario, remite al complejo de


castración, a la perspectiva del deseo de los padres. Esta concepción constituye
un obstáculo en la clínica. Obstáculo reconocido por Freud: al niño hay que
prestarle demasiadas palabras.

Veremos como Ana Freud enfrenta el obstáculo de la ley fálica: el establecimiento


de dos tiempos de la sexualidad humana, separados por el periodo de latencia, es
un dato que tiene importancia en la dirección de la cura, cuando se trata de
personitas de corta edad: solo en el segundo despertar sexual se resinificarán y
hallaran ubicación en la vida psíquica todos los elementos singulares de la historia
del sujeto lo cual da su especificidad y plantea los limites reales de la practica
psicoanalítica con niños.

COHEN IMACH,S:”FRANCISCO, ENTRE ANUBIS Y


OSIRIS, PRESENTACION DE UN CASO”.
Se intenta presentar los alcances y los límites del dispositivo de la presentación de
un caso en el cruce entre la investigación y psicoanálisis.

21
La investigación fue durante mucho tiempo desprestigiada dentro de los ámbitos
psicoanalíticos en los inicios de la experiencia analítica. Aunque Freud le había
asignado un lugar esencial.

La investigación implica siempre el encuentro con huellas, las marcas, los inicios a
través de los cuales se intenta llegar a la verdad de las cosas, q será siempre de
una manera asintótica. Conlleva una Epistemología, el modo en q el investigador
concibe el conocimiento, modo q supone una lógica con la q aborda su tarea, un
plan de investigación, elaborado en función de los objetivos y las condiciones de
indagación, unas técnicas q se utilizan para recoger la información y finalmente un
método de análisis de aquellos datos.

Dos grandes paradigmas metodológicos están en el mundo de la investigación


científica y ha determinado distintos posicionamientos y debates, los métodos
CUANTITATIVOS, de origen positivista y los métodos CUALITATIVOS de origen
fenomenológico o hermenéutico. Si bien la práctica de la autora como
investigadora va de la mano de investigaciones empíricas, con metodología
cuantitativa, se va a permitir reflexionar, cuestionar, interrogar a la investigación
desde otro marco disciplinar como lo es el psicoanálisis, inaugurar una nueva
metodología de investigación.

El método creado por Freud supone investigar, en el entrecruzamiento de la


clínica, la teoría y la necesidad de descifrar la retórica del inconsciente y sus
juegos de lenguaje. Pensar la investigación en la infancia desde los paradigmas
del psicoanálisis, supone hacer un recorte al objeto de estudio, q a veces suele
tomar forma de desencanto, debido a su complejidad, pero tmb de apuesta, en
tanto implica retomar el espíritu freudiano q se pone en juego en la clínica y en la
investigación.

Abordar nuestro objeto desde esta disciplina no es tarea sencilla, el sujeto del
inconsciente en tanto entrecruzamiento de lo externo a lo interno, de la realidad
material a la psíquica, del hecho clínico a la fantasía y de lo objetivo consiente a lo
subjetivamente inconsciente...

En cuanto a la técnica de recolección de casos se trata siempre de ENCONTRAR,


nunca de BUSCAR, en los espacios q nos posibilita la práctica, q ofrece indicios y
marcas para su interpretación y construcción. La estrategia del Historial o
Presentación de un caso, será una de las formas de contrastar teoría y praxis y
cuando es necesario, cuestionar la teoría hasta conmoverla.

ACERCA DE UNA PRESENTACION DE CASOS

LA PRESENTACION DE CASOS ES:

22
 Una estrategia de transmisión, muchas veces con objetivos pedagógicos,
busca fortalecer la formación clínica del estudiante y profesional psicólogo, q
tiene la finalidad de comunicar una experiencia de diagnóstico y/o tratamiento
con pacientes, ya sea individuales o agrupados en torno a un mismo problema,
de un modo sistemático, lo q contribuye ciertamente al acercamiento entre
teoría y práctica de la psicología clínica.

 Constituye una herramienta de comunicación q se plantea en general con fines


probatorios de una o varias tesis en discusión dentro de la comunidad
científica, en algunos casos es para dar a conocer hallazgos realizados en el
curso del proceso diagnostico o terapéutico, lo q le confiere valor como hecho
científico.

 Ya sea en forma escrita o en PRESENTACION DE ENFERMOS, la


presentación apunta a señalar las particularidades del sujeto, su singularidad.

 Se basa en el método de estudio de casos, herramienta valiosa q permite


indagar de modo exhaustivo el sufrimiento del sujeto. LA PRIMERA
OBLIGACION DEL ESTUDIO DE CASOS ES COMPRENDER ESTE CASO.
Es preciso respetar la premisa de comprensión casuística ya q es esta la q
permite la generalización y le confiere su valor como hecho científico.

 La presentación de casos conserva una estructura metodológica q se


fundamenta en aspectos técnicos y clínicos, La consistencia teoría se apoya
principal en los contenidos clínicos, brindados por las producciones del niño y
de sus padres durante el proceso y las estrategias de intervención.

 El caso clínico es un espacio donde emerge aquello q se produce en el uno


por uno, a partir de una demanda y de la puesta en marcha de la transferencia,
en la intersección de las particularidades sociales y culturales.

 EL abundante y a veces caótico material ofrecido en la praxis, encuentra en la


presentación de casos, una sistematización organizada a través de diferentes
categorías de análisis cuando se trata de una evaluación psicológica o
Psicodiagnóstico,

El modelo de organización guarda semejanzas y diferencias con el caso clínico q


deriva de un tratamiento psicoanalítico. (Componentes)

1. TITULO DEL CASO

2. NOMBRE DEL PROFESIONAL

3. DATOS DE IDENTIFICACION DEL PACIENTE

23
 nombre del paciente, edad, sexo

 nivel educacional alcanzado, el tipo de institución escolar al q asiste

 descripción del grupo familiar

 y hasta se puede incluir un genograma, para ver el lugar q ocupa el niño en


esa familia

4. MOTIVO DE CONSULTA, se describe de forma técnica.

 quien realiza el pedido de consulta

 de q se trata, modalidad del pedido

 la claridad o dificultad con lo q lo plantea

 si hay derivación de otro profesional.

Se realizara una descripción del motivo de consulta manifiesto y se intentara


colegir la existencia de otros motivos latentes, no enunciados al momento de
solicitar la entrevista.

5. DESCRIPCION E HISTORIA DEL PROBLEMA se consignan

 las referencias q hacen tanto los padres como el niño o adolescente sobre el
origen del problema, cuando inicio y en q circunstancias, como evoluciono y
cuando y porq comenzó a ser EGODISTONICO para el paciente o familia,
intentando encontrar SITUACIONES PROBLEMATICAS mas q problemas
concretos...

6. RESULTADOS DE LOS INSTRUMENTOS Y/O DISPOSITIVOS EMPLEADOS.

 se señalan los instrumentos de evaluación y dispositivos de intervención q se


hayan utilizado, precisando obstáculos si los hubiera en su administración,

 tmb si se le solicito a los padres el consentimiento informado como así tmb al


niño o adolescente y cuáles fueron sus respuestas y sus efectos

 luego se detallan los resultados de cada una de las técnicas administradas


durante el proceso.

 apuntar a los aspectos cognitivos, madurativos y emocionales del niño, lectura


q se realiza teniendo en cuenta la historia familiar de cada niño q traen a
consulta y el lugar q este niño ocupa en la trama familiar, como así tmb el
contexto socioeconómico en el q vive el sujeto.

24
7. CONCLUSIONES

Esta integración concluye en un breve resumen de la conflictiva del sujeto niño o


adolescente y tiene por finalidad intentar explicar el problema q motivo el pedido
de consulta.

FREUD advierte las dificultades con las q se encuentra el investigador cuando se


propone la compleja tarea de escribir un caso, sin embargo este se debe a la
ciencia, por lo cual se vuelve casi imprescindible la comunicación pública de los
hallazgos q uno cree haber encontrado.

En primer lugar es un material q revela la intimidad del paciente, por lo cual el


resguardar el SECRETO PROFESIONAL, constituye una cuestión preliminar. Para
preservar la identificación del paciente se modifican muchos datos (nombres,
edad, tipo de trabajo, lugar de residencia) aunque otros no serán plausibles de
modificación en función de la coherencia interna y la significación del caso.

En todos los casos, lo recomendable es tomar una distancia apropiada en el


tiempo para su redacción.

Toda presentación constituye un recorte, un fragmento del material clínico y q de


nada valdría la transcripción completa de cuanto sucede en cada encuentro. El
profesional jerarquiza un aspecto para trabajarlo de modo exhaustivo en el
historial.

CASO FRANCISCO, UN NINO ENTRE ANUBIS Y OSIRIS

 INSTITUCION, centro q atiende la problemática de violencia familiar.

 FECHA Y DURACION DEL PROCESO, Mayo a junio 2009 (8 sesiones).

 DATOS DE IDENTIFICACION

1. FRANCISCO, 7 ANOS

2. HIJO UNICO DE UN MATRIMONIO Q DURO 2 ANOS, VIVE CON SU MADRE


(FLORENCIA DE 30 ANOS, EMPLEADA DE UN SUPERMERCADO, en la
casa de la abuela materna 65 años, junto con su tío soltero 27 años.

3. SU OADRE CRISTIAN 32 ANOS, EMPLEADO PUBLICO, VIVE CON UNOS


AMIGOS EN UNA PENSION, DESDE EL MOMENTO DE LA SEPARACION Y
ERA VISITADO POR EL NINO CON FRECUENTA HASTA EL MOMENTO DE
LA CONSULTA.

 MOTIVO DE CONSULTA

25
1. el pedido de Evaluacion, psicológica fue realizado por la madre del niño en
mayo 2009, ya q presenta el niño serios trastornos de conducta,
posteriormente el Juzgado Penal q atiende el caso solicita el informe
psicológico con el objeto de evaluar las secuelas del maltrato. Francisco ha
sido asistido por dos psicólogas antes.

 DESCRIPCION E HISTORIA DEL PROBLEMA

Según la madre, el niño

1. evidencia resistencias para asistir a la escuela como así tmb para relacionarse
con los pares

2. por momentos se muestra agresivo en la casa y en otros momentos silencioso


y pensativo.

3. en cuanto al rendimiento escolar, la madre y la abuela señala q el niño registra


bajas calificaciones.

4. el niño no asiste a clases de forma regular y cuando lo hace su madre lo


acompaña durante toda la jornada, estando con el aun en los recreos

5. sus interacciones con los pares son escasas ya q el niño no hizo amigos en
esta escuela debido a q se cambió el año pasado, hecho q tampoco fue
expresado de manera espontánea.

Según la abuela

1. la madre del niño sufrió de maltrato emocional por parte de su esposo en el


momento del embarazo, puesto q le había sugerido abortar, motivo por el q
rompe el vínculo con la pareja, si bien el padre reconoció a su hijo fue meses
después de haber nacido.

2. el vínculo de francisco y su padre, el niño lo visita regularmente, ya q él lo


seguía mucho

3. a los 3 años de edad se le restringen las visitas debido a un intento de


secuestro por parte del padre, por orden judicial el niño es retirado solo por
algunas horas, tres veces por semana y se le niega la posibilidad de sacarlo de
la provincia.

4. a los 5 años, cada vez q volvía de la casa paterna, evidenciaba


comportamientos agresivos con la madre y abuela y sufría pesadillas, AQUI
CONCURRE A LA PSICOLOGA UN MES.

26
5. en diciembre de ese año, al regresar de una visita al padre, mientras la abuela
lo vestía observo en el niño un comportamiento extraño con sus genitales. ante
la pregunta el niño relato lo q sucedió, dice q estando con su papa, su tío
paterno y unos amigos del padre, lo hicieron acostar en la cama bajarse los
pantalones mientras todos se reían de él y q su papa no lo defendió.

6. a los pocos días el padre intenta secuestrar al niño, lo q motivo un aumento en


las medidas de cuidado por parte de la madre.

 TECNICAS UTILIZADAS, dada la edad del niño y el motivo de consulta se


administraron,

1. entrevista inicial con la madre y abuela

2. hora de juego diagnostica

3. test de la familia Kinética actual

4. wisc III

 RESULTADOS

Primera Sesión

 Francisco corpulento y mal aseado llega al consultorio, se presenta de


un modo temeroso y con alto montante de ansiedad, por lo q ingresa con
su madre, se le pregunta si sabe porq viene y responde q no puede
expresarlo porque es un secreto, y expresa q lo va a comunicar en un
mes. La madre permanece en silencio pero cada vez q el niño nunca algo
intenta evitar con gestos y comportamiento q ella devele su secreto.

 Se le da la consigna de la HORA DE JUEGO DIAGNOSTICA, analizando el


contenido de sus palabras se infiere cierta ansiedad persecutoria y temor
al ataque, tiene movimientos rígidos y lenguaje si bien es claro por
momentos se vuelve ajeno, hablando con voces de personajes de
televisión, tono de voz alto y automatizado.

 Con respecto al material se muestra exploratorio pero no elije ningún


juguete y prefiere jugar con su cuerpo, a las escondidas dentro del
espacio del consultorio, su placer se encuentra más en esconderse y no
tanto en encontrar, de una manera insistente y repetida, simbolizando la
ausencia a la perdida.

 Luego vuelve al material de juego y ahora evidencia preferencia por


elementos para armar, es perseverante y finalmente logra armar el

27
rompecabezas aunq le demanda mayor tiempo q para niños de su edad.
se muestra muy verbal CORRECTO es un significante q se repite durante
el encuentro.

 Luego elije la tarea grafica de la CARACOLA MAGICA, y dice q a ella hay


q preguntarle si puede contar el secreto. y dice q dentro de un mes,
además de evocar a un oráculo para decidir sobre sus actos, emerge en
este gráfico y la secuencia siguiente elementos fálicos y el apego al color
rojo como indicador de agresividad, violencia, sangre.

 Luego saca animales pero su elección está determinada por las cosas q
son para armar, es persistente.

 DESDE EL PRINCIPIO APARECE EL SECRETO Y LA NECESIDAD DE


GUARDARLO, EN ESTE SENTIDO EL SECRETO ES LA REGLA IMPUESTA
POR EL ABUSADOR, GENERANDO EN EL NINO LA SENSACION DE Q LO
VIVIDO ES INCONFESABLE, SIENDO SU FRONTERA RIGIDA E
IMPERMEABLE. ESTRUCTURANDO EN FORMA DE DEFENSA
PSICOLOGICA LLAMADA NEGACION O DESMENTIDA EN LOS
MIEMBROS DE LA FAMILIA, EL SECRETO RODEA A LA PRACTICA DEL
INCESTO MAS Q A LA DEL ABUSO, DEJANDO A LA VICTIMA EN UNA
SENSACION DE SOLEDAD Y DESAMPARO ABSOLUTO.

SEGUNDA SESION

 El niño logra ingresar solo, de donde se infiere aceptación de la


consigna y tolerancia a la frustración y expresa q ha visto películas de
acción y violencia, relatando con elevado moto de excitación las escenas
de violencia y destrucción. Y acentúa la fantasía q su tíoJavier le regale
una navaja evidenciando su agresividad o tal vez q le devuelva el objeto
de seguridad pero aparece enseguida un amortiguador PARA USARLA
COMO DESTORNILLADOR.

 se aplica la FKA, una vez dada la consigna gira la hoja en forma vertical y
comienza a dibujar. realiza el dibujo en dos planos en el superior dibuja
dos personajes de la mitología griega (ANUBIS Y OSIRIS) mientras q en el
sector inferior dibuja a la familia separada por una raya, diferenciando la
fantasía y la realidad.

 sobre la parte superior fantasea q esto paso hace 400 años, se trata de un
hijo y su padre, Anubis vivía entre los muertos, era el dios de la

28
necrópolis, dice q era de color negro por el color de la putrefacción de
los cuerpos, Anubis hijo de Osirirs fue muerto por Seth y cortado en 14
pedazos. entoncesAnubis ayuda a su madre a juntar esos pedazos y
volverlo a unir pero no encontraron una parte q había sido devorada por
los peces el ORGANO VIRIL.

 En el sector inferior, de la realidad nos muestra a su familia con múltiples


integrantes por separados cada uno en su mundo. dividido en 3 espacios, su
propia figura muy pequeña en el sector inferior de la hoja denotando
pasividad, con escasa interacción con los otros y porque no débil. la figura de
la madre a parecer como un par de forma pasiva y sin contacto. en el sector
del medio la figura de su tío Javier en una actividad, con menos características
hostiles y su tía maría José en una actividad lúdica pero solidaria y en el
sector superior de esta casa hay una madre q acuna q sostiene a un hijo q no
es él ni su madre es su tía silvina y su prima.

 se hace evidente la omisión de la figura paterna no solo a nivel grafico sino


verbal, sin embargo él sabe q tiene un padre y está presente. a través de su
dibujo logra incluir al padre terrible tal vez simbolizado en la figura de OSIRIS,
nuevamente para evitar lo doloroso recurre a la fantasía.

TERCERA SESION

 Aplicación del CAT aunque hasta la lámina 5 ya q después evidencio una


fuerte resistencia a la tarea

 sus relatos son adecuados al clise q propone cada lamina y evidencia al mismo
tiempo creatividad llegando por momentos a la fuga de la fantasía. Por la edad
del niño aún se espera cierta apelación al mundo de la fantasía, las
características del relato de Francisco SON DE PARTICULAR INTERES
CLINICO.

 A su vez le permitió la emergencia de su secreto q solo pudo expresarlo en


esa oportunidad. MIENTRAS JUGABA CON UN MUNECO A QUIEN LO
ESCONDIA BAJO UN ALMOHADON EN EL DIVAN Y LUEGO LE HACIA
COSQUILLITAS, DIJO MI PAPA TMB ME HACE COSQUILLITAS EN LA
COLA. YO ESTABA CON CRISTIAN (EL PAPA) EL TIO MAURICIO Y EL
PROFE Y ME HICIERON ACOSTAR EN LA CAMA Y BAJARME EL
PANTALON MIENTRAS TODOS SE REIAN DE MI. EL TIO ME Hizo JUGAR A
LOS NOVIOS Y MI PAPA NO ME DEFENDIO, luego de poner en palabras la
situación vivida, se lo noto mástranquilo y sosegado. Relato q le permitió el
inicio de elaboración de la vivencia intolerable y su desprendimiento q supone

29
poder pasar de un recuerdo intolerable para el yo a un recuerdo posible de ser
puesto en palabras.

CUARTA SESION

 se administró el WISC III, el niño se vio motivado por las respuestas verbales
y evidencio cierto desinterés por los subtes de ejecución.

SINTESIS DEL CASO

 analizando las variables clínica se infiere q Francisco tiene cc de sus propias


limitaciones ya q admite q no sabe o desconoce sin sentirse perturbado ni
afectado, por momento hace ostentación de su buen desempeño y realiza
comentario en relación a los éxitos conseguidos.

 en cuanto a los aspectos intelectuales de su personalidad presenta muy buen


nivel de comprensión y expresión verbal, su lenguaje es claro y coherente, su
vocabulario rico aunque por momentos su tono de voz es ajena. hay tendencia
a la intelectualización y perseverarían.

 en su organización perceptual el niño evidencia atención al ambiente q lo rodea


alerta y memoria visual a corto y largo plazo y capacidad de identificar,
reconoce y discriminar visualmente. presenta maduración viso motriz superior
a su edad cronológica, es capaz de aprender tareas nuevas y especificas
seguir instrucciones y realizar tareas rutinarias con un buen nivel de
motivación.

 Estos resultado estarían mostrando q las dificultades del niño q registra en su


trabajo escolar no se debe a un déficit de sus habilidades cognitivas sino tal
vez a q percibe el espacio escolar como amenazante (por temor a q aparezca
su padre) por lo cual sus habilidades se encuentran inhibidas en ese espacio
como efectos de la situación sufrida.

EN CUANTO A SU ESTADO EMOCIONAL el niño revela desde el principio la


posesión de un secreto, q son las reglas impuestas por el abusador, el secreto
rondaría más en el incesto.

EN CUANTO A LA ESTRUCTURA FAMILIAR, el niño registra una madre q no


cumple la función, un tío q es idealizado también aparece como hostil y un padre
ausente en su función, vivido como terrible, imposible de pensarlo, pero factible de
ser proyectado a través de la envoltura simbólica q le proporciona el mito, q
siempre encubre una verdad imposible de decir.

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FANCISCO revela temores y ansiedades de tipo paranoide con temor al ataque,
frente a esto se defiende mediante a la fuga a la fantasía oscilando ente principio
de placer y realidad q por momentos llega a la desestructuración psíquica.

Es q lo real de incestuoso ha ingresado en el sujeto produciendo un impacto


desubjetivizante. Desmantelamiento psíquico, q aparece en francisco como
despersonalización, intelectualización, hipercontrol ES Q SE TRANSGRESION LA
LEY UNIVERSAL, LA PROHIBICION DEL INCESTO Q DEBIO GARANTIZAR EL
COMPLEJO DE EDIPO, LA CONSTITUCION PSIQUICA DEL NINO, SU ACCESO
A LO SIMBOLICO Y LA INSTAURACION DE UN ORDEN DE LAS RELACIONES
FAMILIARES. El incesto sentido por el niño ha borrado los contornos familiares y
lo introduce en una confusión de lugares y funciones.

A pesar de esto el niño pudo a través de los diferentes encuentros y los distintos
instrumentos poner en palabras su sufrimiento y así comenzar lo q se denomina el
proceso de desprendimiento a través de la construcción del relato.

CONCLUSION

EL material clínico muestra, aun con las limitaciones q todo recorte implica, los
alcances y los limites q se imponen a la hora de realizar una evaluación con niños
abusados. Por un lado reconocer q las técnicas proyectivas siguen aportando un
material clínico insustituible a pesar de reconocer q no brindan hasta el momento
indicadores claros de abuso o maltrato. Sin embargo más allá de los obstáculos el
proceso de evaluación sigue siendo el primer paso ya q ofrece la posibilidad al
niño de un encuentro con el otro q permita iniciar el trabajo de elaboración de lo
traumático mediante la repetición y la rememoración.

Solo así se lograran q las redes simbólicas de su historia vuelvan a entramarse.

Al mismo tiempo considero q el trabajo permite reconocer tambien los limites q nos
imponen al momento de investigar, a partir del caso por caso, en un intento de
desocultar la verdad del sujeto, su verdad histórica diferente tal vez a la verdad
material o fáctica.

Investigar desde el psicoanálisis supone un desafío y la apuesta a producir un


nuevo nivel de articulación entre 3 campos q no debieran desconectarse nunca,
SE TRATA DE UN NUEVO ANUDAMIENTO ENTRE TEORIA PRAXIS Y CLINICA
q no es otra cosa q las consecuencias de reflexionar sobre nuestra praxis,
constatar teoría y práctica y cuando es necesario cuestionar la teoría hasta
conmoverla HE AHI EL OBJETIVO PRIMORDIAL DE LA INVESTIGACION EN
PSICOANALISIS.

31
CATHERINE MATHELIN: “CLINICA
PSICOANALITICA CON NIÑOS”. UVAS VERDES Y
DENTERA

1. Pablo o el costo de un niño

6años, ojos azules,mechon revuelto, entra en mi despacho como un huracán se


tira sobre el diván, toca todo quiere abrir todo y grita, habla tanto que no me deja
escucharlo ni tampoco a sus padres, le digo que el consultorio era para las
palabras se escuchen si el no quería eso que se siente en la salade espera
mientras hablo con sus padres, asi lo hizo diciendo que las palabras no servían
para nada y que quien mandaba era el, sus padres para hacerlo regresar le
prometieron comprarle lo que el quisisera hasta un auto muycaroque habría
querido, pero aun asi el no volvió.Les explico a los padres que no hay que forzarlo
a regresar, y que lasalida de pablo del consultorio era una forma de respetar lo
que yo le dije (si no queres hablar espera auera).

El padre me explica que la casa es un infierno, que hace llorar a su mama todos
los días y que en la escuela es igual y que allí le recomendaron enseñanza
especializada pero que el no va a pagar clases particularesaunque tiene la
solvencia económica porque considera que la educación debe ser gratuita ya que
eso es algo que la sociedad les debe a todos, yole pregunto entonces si no quiere
pagar el precio? A lo que el responde, eso es exactamente y cuenta que tuvo una
infancia desdichada y que no haría que su hijopasara por lo mismo por lo cual no
dejaría de ceder a los caprichos de pablo, y me dice que por eso vienen aca para
que intenete mantenerlo tranquilo.

La madre dice que creía que la escuela lo iba a disciplinar pero no hubo caso, y
que pablo la enferma a diario y le causa discusiones con su esposo, que no quiere
mas hijos ya que este le habría costado demasiado esfuerzo.

En el centro de esta problemática de goce donde todo esta permitido (los golpes,
donde no hay limites), donde los padres al negarle la castración se protegen ellos
mismos y sustentan tanto en ellos como en su hijo la ilusión de omnipotencia: los
golpes, pero no el costo. Al ver que pablo no ueria una entrevista se la propongo a
los padres y aceptan, los acompaña a la puerta, y el padre vuelve a los minutos a
pedirle el comprobante de seguridad social para que se le reembolse el costo de la
consulta, le explico que no pertenezco al sistema y su semblante cambio, se enojo
porque el estado no va a devolverle este costo, exclama que e el colmo que su

32
hijo tenga problema y encima el tenga que pagar el costo, la sociedad es la que
debe hacerse cargo, y dice que si es asi no volverán.

No es peligroso para el psicoanálisis en nuestra sociedad que loss niños tengan


problemas de conducta de desdicha y el estado tenga que pagar el costo y
reembolsarlo? Para aceptar el análisis y el costo por el serequiere que los padres
estén dispuestos a sacarse la mascara y la idea de que algo les es debido.

2. Samira niño síntoma o síntoma del niño?

Encantadora chiquilla que enferma súbitamente a los 8 años, todo su cuerpo se


cubrio de placas rojas los ojos hinchados y se quejaba de ardor y picazón, parecía
curarse por la noche y a la mañana reaparecia el cuadro, no le permitían ingresar
a la escuela por posible contagio y la maestra no aguantaba mas su color,
consultaron en el hospital de parís donde la internaron 4 dias para realizarle
exámenes no tenia nada organico, llamaron a psiquiatras y psicólogos y luego de
entrevistas y test, concluyen en alergia nerviosa causada por angustia, la madrees
demasiado sobreprotectora y el padre muy severo, viven apartados de la sociedad
y la niña es un síntoma de los padres, el solo tratamiento de la madre debería
curar a la hija, el marido la acompaña a terapia una vez por semana ya q no la
dejaba salir sola, pero al cabo de 2 meses la niña sigue igualy vuelven a
expulsarla de laescuela, y en el hospital ya no la reciben.

Me la deriva el pediatra, cuando llega nadie de la sala queria mirarla, entran y


lamadre me cuenta que eran en exceso religiosos y que tenia otra hija de 19 y un
hijo de 15 que nunca salían nni hacían nada y que no tenían problemas al igual
que samira hasta que dios les mando su enfermedad, hago salir a la mama y me
qudo solo con samira, dibuja un faro que lanza mil luces y explica que es para
avisar del peligro, lepregunto que peligro y me dice elpeligro de saber cosas que
uno no tiene el derecho de saber, le pregunto por ejemplo? Y me dice yo se cosas
que mama no sabe, secomo se hacen los bebes, mi hermano hace bebes
conmigo dese que soy muy chiquita, mete su pitito duro en todos mis agujeros y
me dice que no hay que hablar de eso, mi hermana mas grande tampoco quiere
hablar de eso, lepregunto si la hna lo sabe y me dice que un dia los vio y me dijo
que ya no tenia virginidad y que si papa se enteraba me mataba y mi mama
moriría de pena.

Le pregunto si su comienzo de enfermedad coincide con algo sucedido, y me dice


que quizás sintió miedo, en la escuela un chico trepo la pared de los baños
cuando yo hacia pipi y tuve miedo de que le dijera a todo el mundo que ya no
teniamas la virginidad y mi papa se entere y mi mama se muera. El error del
psicoanálisis estaría en dejar de escuchar al niño por si mismo yno considerar al
síntoma como perteneciente de el mismo. Otro punto es recibir en terapias niños
33
abusados y guardarlo en secreto de profesión, que efecto tiene en el niño esta
complicidad? En nombre del psicoanálisis se sostuvo que era una niña síntoma de
los padres sin darle la posibilidad de pedir ayuda, esto no se correlaciona con el
incansable intento de incluir el psicoanálisis en el ámbito publico.

3. Valentin y su león.

13 años,niño esplendido que consulta por concejo del pediatra, la madre


inmediatamente toma la palabra y dice - valentin anda muy bien pero el pediatra
quiere que consulte porq nunca quiere separarse de mi, me adora (valentin
sentado en las rodillas de ella), valentin estira su mano hacia el cesto de juguetes
sobre el escritorio y la madre le insiste que lo hagaqueno le pasara nada y el retira
la mano bruscamente, la amdre asegura sin dejarlo hablar que todo lo que la
separa de ella le da miedo, incluso su mismo padre, que agrega que el nada sabe
de niños, ante estos dichos valentin se pone a gritar, le pregunto si tiene miedo de
su papa me dice con la cabeza que si, (CONTINUAR FALTA FOTOC DE PAG 60-
61)

4. Violeta o el drama de los celos

6 años, derivada por el psiquiatra, es timida, retraida, según los padresno sabe
hacerse valer, esta muy sola dice la madre por eso decidimos tener otro bebe,
maria de 18 meses. Los padres aseguran saber que los celos a esta edad son
normales y que actuaron como se debe hecer en estos casos, le expresarona la
niña “te queremos siempre, puedes no querer a tu hna pero no puedes hacerle
daño”, pero no había caso detestaba asu hermanita y ellos ya no la soportaban, la
semana anterior la habían encontrado tratando de estrangular a la bebe diciendo
que por fin la iba a dejar tranquila, entonces pensaron en ir con un psicoanalista.

Mientras sus papas relataban los últimos 18 meses violettatenia una herida y
humillada como sin entender porq le guardan rencor, le pregunto porq se
encontraba asi, que ocurria con su hermana, y me responde que era normal no
querer a su hermana, eso dijo papa, asi que no entiendo que les ocurre conmigo,
la bebe los pone nerviosos y me retan a mi. Mientras la mama me cuenta
delembarazo de maria, Violeta dibuja una casa gris sin postigos la puerta
atrancada sin flores sin sol, interrumpe su dibujo para escuchar a su mama
hablando de cuando estaba embarazada de ella, dice que no queria otro hijo pero
como leyó que un solo hijo no es bueno busco a maria.

La madre cuenta que ella fue hija única y que su madre aborto cuando ella tenia 8
añis porque ella se enfurecio y desenganchar el bebe fue por mi bien para que yo

34
no deje de ser la única, creo que los celos son normales, pero es cierto que desde
que naciomaria peleo con mi marido le reprocho porque el casi me forzó a tener
otro hijo.

No se trataba de celos normales sino de la vivencia de su madre de odio hacia


predadores (otros hijos que ocupen su lugar, que por ella misma fue
desengachado), violeta tenia ante sus ojos a una enemiga terrofica no a su
hermanita, esto fue efecto de enmascarar la propia novela de la madre, quien no
soportaba la idea de un hermano y era tal su odio que por ella lo mataron, como
no iba violeta a hacer lo mismo? Este es el trabajo del psicoanálisis.

5. A la escuha del corazón de Carla.

9 años, derivada por un pediatra mistico, me dice, escuche mi corazón por favor,
el doctor me dice que no vale la pena que esta todo bien, que todo esta en mi
cabeza, pero yo tengo miedo que me explote, si voy a hablar con usted pero
primero quiero saber como marcha mi corazón. Quizá el examen era inútil pero el
gesto medico no, asi que lo convenci de examinarla, y ante el gesto ella pudo
realizar una demanda y comenzar el trabajo, fue necesario sosegar la demandade
atención medica para que ella pueda iniciar análisis.

Es tan necesario el lugar del medico como el lugar del psicoanalista y en este caso
queda plasmado, sin el examen medico no hubiera sido podible el análisis y sin el
análisis el medico no hubiera realizado un examen descartando verdaderamente
una patologiiaorganica.

SALAS MARTA: “PSICOANALISIS CON NINOS,


DEMANDA, TRANSFERENCIA E
INTERPRETACION”
La hipótesis de este trabajo es q NO EXISTE UN ANALISIS DISTINTO O MEJOR
DICHO PROPIO ESPECIAL PARA NINOS.

Al sujeto del inconsciente no se le puede atribuir edades, no crece ni madura,


tampoco se adapta y una vez constituido demanda hablar.

Si existen algunas diferencias en el análisis con niños pero estas no justifican la


idea de una especificidad. SE ES O NO PSICOANALISTA.

El trabajo con niños por la forma q toma en la experiencia, en donde el niño


depende realmente de los padres, nos enfrenta con la pregunta crucial en todo

35
análisis, LA DEMANDA deseo de quien. Sera inevitable para el PSA escuchar a
los padres, a veces solo al inicio de la cura otras en momentos privilegiados de la
misma, singularidad de cada caso

La infancia no es una especificidad, lo q puede suceder es q el niño tenga una


posición diferente frente al goce o al deseo.

El psicoanalista espera al niño en el consultorio para ver q sabe el niño, por q lo q


le pasa al niño es consecuencia de lo q sabe, ES EN RELACION AL SABER
INCONCIENTE. El niño es histérico, sabe q hay algo de la insatisfacción en el
deseo, el obsesivo sabe q el saber es imposible y el fóbico sabe q el deseo es
peligroso.

El niño no llega solo al análisis, es necesario tener en cuenta q su demanda, si la


hay ESTA PRECEDIDA Y VEHICULIZADA POR LA DEMANDA DE UNO O
VARIOS ADULTOS.

La demanda no debe ser considerada como palabra consciente, al contrario


debemos considerar q la demanda es inconsciente y q es necesario no adulterar.

Se puede sostener una demanda, lo q importa es una determinada posición en


relación al deseo inconsciente.

El analista de niños se ve confrontado a demandas de muy diversos tipos,

1. SON FRECUENTES LOS CASOSS Q BAJO EL PRETEXTO DE UN SINTOMA


UBICADO EN EL NINO, UNO DE LOS PADRES O AMBOS ENCUENTREN LA
UNICA MANERA DE PEDIR AYUDA PARA ELLOS MISMOS.

2. EL ANALISIS SE PRESENTA COMO UNA IMPOSICION DEL ADULTO Y NO


CORRESPONDE AL DESEO DEL NINO, AHI TIENE Q TENER CUIDADO EL
ANALISTA, DE NO HACERSE COMPLICE DE MANIPULACION Y CONTROL
DEL MISMO.

3. LOS PADRES PRESTAN ATENCION AL PEDIDO DE AYUDA DE SUS HIJOS


U CONCURREN AL ANALISIS PERO EXIGIENDO AL PSICOANALISTA
SOLUCIONES DE TIPO MAGICA, TIPO RECETA. LO Q DESEAN ES
ACALLAR EL SINTOMA EN LUGAR DE PRESENTARSE A Q TENGA
LUGAR UN PROCESO DE INTERROGACION A LA SUBJETIVIDAD Q
SUPONE TODO TRABAJO ANALITICO.

Es necesario en la consulta q realizan los padres por un niño poder determinar

1. si efectivamente solicitan un psicoanálisis

36
2. de quien y para quien es la demanda.

3. en caso de respuesta afirmativa, q si desean un psicoanálisis y descontando q


sea una forma de solicitar uno para ellos es ineludible delimitar si este pedido
corresponde a uno articulado A UN DESEO DEL NINO DE ANALIZARSE.
Tarea nada fácil y con muchos escollos.

Se debe sostener la importancia de las entrevistas preliminares ya q no hay


entrada a un análisis sin estas y en las q los q se pone a trabajar es la
TRANSFERENCIA.

La capacidad del analista de escuchar y discriminar lo q se le presenta dependerá


la apertura o cierre del discurso inconsciente. Escucha compleja en tanto el
discurso se despliega en la articulaciónde diferentes demandas sostenidas por
diferentes sujetos. El analista deberá acoger la suposición de saber q padres y
niños ubican en él.

Las preguntas q se le dirigen al analista q trabaja con niños, están destinadas a


obtener respuestas q se adecuen a su edad. Sin embargo es necesario no olvidar
q el analista NO ES un especialista q detenta un saber SOBRE COMO DEBE SER
UN NINO Y COMO DEBE SER UN PADRE, lo q debe haber aprendido es a
descolocarse de un lugar de saber para q el Otro, el inconsciente se diga. Su
responsabilidad consiste en dar lugar al deseo sabiendo además q el deseo se
conserva al margen de la demanda.

Laurent AFIRMA Q LA PRIORIDAD DEL ANALISIS CON NINOS ES LA


ESCUCHA DE LOS MISMOS SEPARADA DE LA DE LOS PADRES, EN LA
MEDIDA Q LOS NINOS RESPONDEN A SUS PADRES CON SUS SINTOMAS.

SI la interpretación del discurso del propio analizante se trata de separar de ambos


discursos, YA Q NO ESTAN CAUSADOS POR LA MISMA VERDAD.

La transferencia puesta en juego al inicio es las transferencias de saber. La


transferencia es el concepto y el tiempo mismo del análisis, es el motor y
obstáculo de todo movimiento en el análisis, da cuenta de las transferencias en
momentos de apertura y de cierre del inconsciente. En su dimensión de amor
sostiene el análisis más allá de lo imaginario posibilitando el despliegue del saber
inconsciente.

El predominio de lo imaginario en relación con los padres funciona como


resistencia del analista y lo conduce a situaciones representativas del narcisismo,
en el sentido del amor o de la idealización o de la agresividad.

37
La inclusión de los padres en el tratamiento tiene UN VALOR DE ACTO, por un
lado acoge sus propias exigencias favoreciendo el mantenimiento de la
transferencia positiva imprescindible para q el trabajo continuar y por otra, en este
nivel la acción analítica más q interpretativa se sitúa en un punto nodal de
constitución de apertura de surcos en lo q de lo real tiende a la simbolización.

TENEMOS ASI,

1. transferencia del niño y de los padres

2. transferencia bajo la forma de saber

3. transferencia bajo la forma del amor

La transferencia bajo la forma del saber porq la respuesta a la demanda del otro
es una respuesta de saber, de un saber supuesto en un lugar q al sujeto se le
escapa, pero ese saber es para el sujeto al mismo tiempo la LLAVE DEL AMOR.
Así el analizante habla para saber y para ser amado.

Por lo tanto la transferencia es amor q se dirige al saber, ya q el inc.Es el lugar de


un saber, un saber q escapa al sujeto y q sin embargo lo determina.

La interpretación, no opera sin él saber supuesto, ya lo decía Freud es necesario


esperar el establecimiento de la transferencia antes de empezar a interpretar. Pero
interpretar no es el enunciado de un saber, interpretar es UNA PUNTUACION, UN
CORTE DE SESION, UN EQUIVOCO, UNA CITA, ETC. LA INTERPRETACION
ES UN DECIR A MEDIAS.

La interpretación analítica se encuentra en relación inversa respecto de la


comprensión. Si hay algo q el analista debe escuchar es lo q no comprende,
aquello q no es transparente en su sentido q revela vínculos con lo reprimido.

La interpretación debe operar como un significante, sin referencia, su sentido debe


ser reducido, pues nutrir el síntoma de sentido es tan solo darle continuidad de
subsistencia en cambio si la interpretación recae sobre el significante, algo del
campo del síntoma puede retroceder. La interpretación equivoca, atañe al objeto
causa pero no predica nada acerca de él. Concierne al objeto pero no lo nombra.

EXISTE UNA ESPECIFICIDAD EN LA INTERPRETACION CON RESPECTO DEL


ANALISIS CON NINOS?, la especificidad está en la posición del analista. La
posición del analista seria preguntar junto con el niño q quiere el otro? pues si el
analista se coloca en la posición de saber, toma una posición educativa y
pedagogizante.

38
Y con respecto a la interpretación no hay ninguna especificidad en el PSA con
niños, simplemente deberá tener como en todo psicoanálisis a q el sujeto no se
reconozca en lo q el analista dice, Debería hacer surgir la pregunta que quiere
decir eso?

LA especificidad no es la de la interpretación, sino de la posición del analista.

Es necesario además en relación con los padres generar un cierto reconocimiento


de la falta propia y la del otro y mantener distancia entre el lugar de objeto y de
ideal. Tratar de desarrollar en el discurso materno un lugar para la palabra del
padre.

Para sostener la posición de deseo del analista, el lugar del no saber es central.
Encontramos con demasiada frecuencia en el discurso de los padres en relación a
la neurosis del niño, puntos de articulación y de convergencia fantasmatica.

ENTONCES PARA SOSTENER LA TRANSFERENCIA Q LOS PADRES


DESARROLLAN EN RELACION A LA PERSONA DEL ANALISTA Y EL ANALISIS
DE SU HIJO, SERA ACTO INELUDIBLE EL SABER HACER DEL ANALISTA
COMO FORMAS DE CAUSAR Y MANTENR LA POSICION ANALIZANTE DEL
NINO.

Lauru,D, E: “EL PSICOANALISIS


INTERROGADO POR LOS ADOLESCENTES”.

1. EL PSICOANALISIS INTERROGADO POR LOS ADOLESCENTES

El sujeto adolescente en la encrucijada

Hoy en día los adolescentes dirigen su demanda con mayor frecuencia a un


psicoanalista. Ya sea sobre dificultades para sobrellevar la vida, angustias caídas
en el vacío, desesperanzas, escollos o desengaños de la vida amorosa o detalles
aparentemente ínfimos o de una gran banalidad, el analista es interpelado con una
agudeza y una energía considerables.

39
En el análisis el adolescente viene a interrogar los impasses de su síntoma, pero
también el analista en su deseo. El propio concepto de sujeto, en el sentido de
sujeto del inconsciente, debe encararse baja una luz particular, en la medida en
que es sometido a dura prueba durante la travesía por lo real en la pubertad.

La adolescencia no puede ser entendida como el simple final del proceso de la


infancia; también se trata de un comienzo con su potencial de estructuración. La
crisis de maduración e incluso de organización, empuja los anudamientos que,
hasta entonces, le aseguraban al niño un equilibrio relativo entre la pulsión y el
síntoma, construyendo una barrera al goce.

Cada grupo social tiene sus proyecciones fantasmáticas sobre el devenir de los
adolescentes (peligro, violencia, sexualidad desbocada). El adolescente es el
punto de fijación privilegiado de las tensiones familiares muertas o encubiertas que
se revelan con gran acompañamiento de crisis y pasajes al acto, y que solo se
autentifican si esas crisis pasan el límite de lo tolerable. El enfrentamiento
comienza en el plano familiar, antes de diseminarse al entorno y luego a la
sociedad.

El adolescente debe pasar por ese estadio, está sometido realmente al nuevo
atractivo que adopta el padre del sexo opuesto. Le es preciso emprender ese
camino antes de reconsiderar al otro en su dimensión sexuada simbolizante y
estructurante. Es entonces cuando la lógica del fantasma puede ponerse en
acción.

El psicoanálisis interrogado por los adolescentes

Los movimientos pulsionales rápidos, desordenados, incluso desbocados, de los


adolescentes son acuciantes. Nos enfrentan a lo impensado, a lo arcaico, a lo
violento, a lo original en tanto que lo original, a lo real. Lo real donde los mismos
se debaten chocando contra todas las referencias simbólicas que encuentran. Los
analistas resultan interpelados, en lo más vivo de la transferencia, por esas
demandas que muy que hacen tambalear sus posiciones de analistas, su
neutralidad, llamada condescendiente, y su reserva.

El analista es remitido a su propia adolescencia y a la manera en que la misma fue


retomada en su análisis personal.

La adolescencia de Freud y Lacan

40
Freud

Con rasgos de un muchacho sensato y estudioso. Con un episodio amoroso,


concerniente a la madre de una joven adolescente de doce años, esta
secretamente enamorado. El deseo de saber supera todo lo demás. Sale a los 20
años del regazo familiar, no deja de seguir estudiando hasta los 26. Se encuentra
con Martha Bernays, a quien le escribirá centenares de inflamadas cartas. En
parís su crisis de adolescencia puede expresarse, atraviesa un periodo de
toxicómano, con adicción a la cocaína, experimenta una pasión homosexual
sublimada, con Fliess, y expresa tendencias antisociales, incluso perversos
polimorfismos al elaborar una teoría fundada en el pansexualismo y en la etiología
sexual de los neuróticos.

Lacan

De una gran arrogancia. Fantasioso, vanidoso, a veces molesto y sobre todo


incapaz de organizar su tiempo y de comportarse como los demás. En plena crisis
de adolescencia, a menudo ausente por razones de salud, también se fugaba
mucho y sufría una especie de aburrimiento en el que se mezclaban languidez y
delectación morosa. La atracción por la filosofía (Spinoza por ej.) sin duda surgía
del deseo de provocar al medio burgués y católico del que provenía. Comienza a
codearse con los surrealistas, se viste como dandy y reniega de todo lo que le
recuerde sus orígenes. Esa adolescencia prolongada a través por su inmoderado
gusto por la provocación, de búsqueda de la originalidad, de sus frecuentes
pasajes al acto y de una sexualidad activa.

La función simbólica del padre

La función del padre tiene un carácter estructurante. Una estructura es un sistema


regido por leyes internas. Esa lógica interna que ordena las relaciones de los
elementos entre si se aplica al campo de la dialéctica edípica.

Desde los tres registros en Lacan. El padre simbólico, es determinante en la


estructuración del sujeto, es de hecho el padre freudiano, el de la horda primitiva.
El padre mítico de existencia real, en el que Freud creía, es quien conforma la
textura del padre simbólico en Lacan. Más que una encarnación, se trata de una
función estructurante, inscribe al sujeto en una sexualidad dada. El estatuto del
padre simbólico puede ser referido, al puro estatuto de un significante: el Nombre
del Padre, esto no necesita en absoluto la presencia del padre de la realidad. La
metáfora del Nombre del Padre debe efectuar un remplazo significativo. El niño
reemplaza el significante del deseo de la madre por el Nombre del Padre, que es
ante todo un significante fálico. En clínica la pluralidad de los nombres del padre
da cuenta de los cuadros. La eclosión por ejemplo de manifestaciones psicóticas

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en el adolescente da cuenta de la tensión de esa función simbólica del padre en el
intento de estructuración del Edipo.

El padre real tiene un rol más modesto en la medida en que no es más que una
representación de la función del padre simbólico.

Es preciso la intervención del padre imaginario, en tanto aparece ente el niño


como interdictor, privándolo: es el que prefigura al padre castrador. El pasaje del
padre real al padre simbólico, vía padre imaginario, se efectúa por sucesivos
deslizamientos de un elemento, el falo.

El retorno al espejo

El estadio del espejo encarna la primera representación de la alienación en el otro.


Es la captación imaginaria, esbozo de la estructuración subjetiva en el transcurso
de la cual el niño se identifica con su imagen. Imagen que él se representa en un
primer momento como la de otro, antes de integrarla como suya en un segundo
momento. Esa alienación de la imagen es la matriz de su alienación especular en
el otro. La adolescencia vuelve a hacer pasar al sujeto por un momento lógico,
consecuencia lejana del estadio del espejo, donde las apuestas fundamentales de
su posición de sujeto se volverán a poner en juego.

El adolescente pasa por una resubjetivacion, por una reactivación de lo pulsional


que lo impulsa a una refundación de sí mismo y de sus sedes de deseo. Es una
apropiación, una subjetivación del síntoma, para ya no estar simplemente
sometido al de sus padres.

Este bosquejo de estructuración subjetiva encuentra su punto de afirmación


definitivo en el acceso a lo simbólico por el camino de una mediación: la metáfora
del Nombre del Padre.

Si la ley del padre no se encuentra integrada con lo que supone como orden de la
castración, el acceso a lo simbólico es defectuoso. Puede ocurrir de inmediato y
es lo que se observa en las psicosis infantiles, o puede suceder en el transcurso
de la adolescencia, lo que supone el riesgo mayor de desplazarse hacia la
psicosis en esa fase de la vida. La pluralidad de manifestaciones psicóticas en la
adolescencia es el efecto lejano de esa fractura inicial, ligada con los avatares de
la introducción de la metáfora del Nombre del Padre.

La cuestión psicótica en la adolescencia

Se reconocen las potencialidades psicóticas en los adolescentes, pero las crisis


surgen en otro registro. Los adolescentes interrogan la estructura por la naturaleza
lábil y compleja de su transferencia. Abordan significantes muy a menudo

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enigmáticos que los hacen desplazarse a momentos de desprendimiento casi total
de sus articulaciones significantes y mantienen entonces un discurso de una rara
incoherencia.

La continuidad de la transferencia y del trabajo psicoanalítico

Es clásico decir que la transferencia es lábil, móvil y que la dificultad reside en el


mantenimiento del marco cuando es posible hacerlo resistir. El analista debe
examinar las manifestaciones (obsesionalizacion del marco, ausencias,
enfermedades, etc.) en el contexto de la transferencia y encararlas como síntomas
que le son ofrecidos y no como un avatar suplementario de la inestabilidad
adolescente.

Los adolescentes tienen necesidad de saber en qué se comprometen. Algunos se


refieren al marco, que les sirve de referencia, mientras prosiguen incansablemente
el hilo de su pregunta. Porque somos depositarios de su palabra, idealizan nuestra
posición para mejor destituirla luego, en el registro de juego habitual de
identificaciones.

El adolescente profiere una palabra despegada de muchas ataduras, y a veces me


sorprendo con las extraordinarias capacidades asociativas de alguno de ellos. Su
posicionamiento en la palabra los lleva a un cuestionamiento sobre el aquí y el
ahora al que es difícil sustraerse. Las exigencias de satisfacción pulsional en la
transferencia nos movilizan y nos incitan a intervenir. El adolescente nos obliga a
hablar allí donde tolera mal la intrusión del otro.

¿Por qué el adolescente se encuentra en la encrucijada?

Luego de su encuentro con lo sexual, el adolescente se halla al borde de in


abismo. Al borde del agujero que lo constituye como sujeto. Pero ese carácter
agujereado de la estructura no debe hacernos olvidar que el sujeto, en su
encuentro con lo sexual, se enfrenta a lo que lo constituye, con el riesgo de caer
en fondos sin fin o en angustias inenarrables. Mas que en cualquier otro tipo de
cura, el analista, sobre el hilo de la palabra y al borde del abismo, es impulsado a
volver a poner en juego su deseo de analista.

2. PASAJE AL AMOR

La pubertad es un pasaje obligado. No existe temporalidad particular en esos


fenómenos de la pubertad que siguen un desarrollo progresivo hacia la
constitución de un cuerpo adulto sexuado. En la pubertad, hecho biológico y
fisiológico, resuenan las pulsiones; es un periodo que implica las transformaciones
corporales y, la aparición de los caracteres sexuales secundarios. Sobre esa base
se ubican los procesos y las problemáticas adolescente. Esas problemáticas
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permitirán el eventual advenimiento de fases amorosas, a las que denomino
enamoración para subrayar la fase progresiva progrediente del investimiento del
sujeto en los procesos amorosos.

La clínica enseña que muchos de los síntomas y manifestaciones sintomáticas


mas ostensibles se encuentran en estrecha relación con las diversas
contrariedades que intervienen en la relación amorosa. Ese lazo particular con el
otro debe ser precisado a los efectos de rastrear los arcaicos y discernir como
esas dinámicas psíquicas ponen a prueba la estructura del sujeto, a veces hasta
fragilizarla gravemente, incluso hasta deconstruirla.

Se trata de un pasaje en la estructura que puede entenderse como una puesta a


prueba de la solidez o de las facultades de adaptación de la estructura en
momentos de atravesar la tormenta pulsional y pasional de la relación amorosa.

¿La adolescencia como pasaje?

Pasaje en el sentido espacial significa franquear una instancia, una etapa, así la
expresión “rito de pasaje”. Los rituales encarnan esa presencia hueca necesaria
como punto de referencia individual del sujeto en una determinada sociedad. El
pasaje signa una ruptura con el pasado, una forma de muerte simbólica de la
infancia y el advenimiento a un estatus que otorgan nuevas prerrogativas: para el
adolescente, el acceso a la autonomía de su deseo y a la sexualidad. Los nuevos
rituales intentan autentificar, poner su marca sobre la efectuación del pasaje.

El pasaje debe ser situado entre dos puntos, tal como un Edipo repartirlo entre dos
padres: uno al que ha matado realmente y otro al que ama tiernamente y quiere
preservar. No existe la adolescencia posible sin ese pasaje por la muerte
simbólica del padre, lo que determina que se desplace su deuda. Una vez
cumplido el acto de asesinato, el adolescente tendrá que pagar su deuda. Y lo
hace alegremente, poniéndose a trabajar o desarrollando síntomas que
constituyen un dique a su gozo.

Antropología del amor

El aspecto salvaje e indomable del amor también puede molestar al orden


establecido. El amor, durante tanto tiempo endogámico, planteo problemas que
desembocaron, en la muerte de padre de la horda primitiva y en el desplazamiento
hacia la exogamia. Pero, al ser exógamo, el amor también corre el riesgo de
volverse peligroso para el orden social, pues resulta potencialmente adulterino,
traidor al grupo familiar, al clan, incluso a la patria. Lo indómito y la fuerza del amor
impulsan al sujeto a la transgresión o a la clandestinidad.

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Ya sea como impulso tierno o como impulso sexual, el amor resulta bipolar. Es
una oscilación permanente entre el deseo sexual, que solo demanda ser
satisfecho directamente y el deseo sublimado, que encarna un ideal de
civilización.

El odioenamoramiento

Existe una grieta entre las fuentes somáticas de la sexualidad y su dimensión


psíquica.

El enamorado quiere darlo todo, incluso lo que no tiene. Se entrega a si mismo sin
esperar contrapartida. El vinculo amoroso se inscribe en lo exclusivo, donde
ninguna otra relación de objeto resiste: “solo tiene ojos para ella o para él”

La mirada de los enamorados

La capacidad de convocar que tiene la mirada del otro y la primacía del


significante. Los adolescentes describen minuciosamente como resultan
simultáneamente atrapados en y por la mirada del otro, y prendados ante esa
mirada.

Las miradas solo tienen equivalente en los impulsos de fiebre verbal de los
perdidamente enamorados, de aquellos que son presa de una imperiosa,
irrefrenable necesidad de hablar de sus sujetos de predilección, del objeto amado.
A veces el propio objeto amado es quien se adhiere y se funda con el otro.

Periodo caótico para muchos, la adolescencia es un pasaje obligado, otros dirían


que un mal necesario; en todo caso, es una prueba que deja la huella de la
perpetua falta de acabamiento del amor.

El lugar que ocupan la mirada y la voz de la madre para el lactante, durante el


estadio el estadio del espejo, está directamente orientada por la diferencia de los
sexos. Será preponderante para la constitución de la identidad sexuada del sujeto.

El reconocimiento de la diferencia de los sexos es uno de los elementos


fundamentales de estructuración del sujeto. El camino que determina las vías de la
sexuacion del futuro sujeto adulto se traza en gran parte en el espejo, en las
ondulaciones de la mirada y de la voz de la madre.

Modificación del fantasma entre la infancia y la adolescencia

El tiempo inicial del fantasma es el punto esencial. Los adolescentes están


habitados por el fantasma en construcción, momento psíquico importante donde la
realización se halla relegada a un estadio ulterior. Esta circunstancia remite a la
clínica de los “pasajes al acto sexual” de ciertos sujetos que abordan el

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comportamiento sexual con una impregnante grado de falta de preparación
psíquica, ya que los fantasmas elaborados indudablemente no están destinados a
ser efectuados en la realidad.

Dice Freud, al mismo tiempo que esos fantasmas incestuosos son rechazados y
superados, se cumple un trabajo psicológico propio del periodo de la pubertad,
que se encuentra entre los más importantes, y también entre los más dolorosos, a
saber, el esfuerzo que hace el niño para sustraerse a la autoridad del los padres,
esfuerzo que produce la oposición tan importante para que ocurra el progreso
entre la nueva y la vieja generación.

El amor filial aparentemente no sexual y el amor sexual se alimentan en las


mismas fuentes: es decir que el amor filial no es más que una fijación de la libido.

Los significantes sobre los que se apoya la estructura del sujeto niño van a
rearticularse entre sí bajo el efecto del empuje de lo sexual, a los efectos de que
se constituya una nueva identidad sexual.

La relación amorosa

El deseo se origina en el espacio que se abre entre la necesidad y la satisfacción


de esa necesidad, dicho de otra manera, en el registro de la falta de objeto. El
amor es la ilusionque la completitud del objeto puede ser finalmete recuperada,
objeto situado, en el otro del que el o ella esta enamorado(a).

La particularidad del sentimiento amoroso en la adolescencia se describe así: la


enamoración es una manera de evitar enfrentarse con una castración tanto mas
insostenible como la promesa de un goce nuevo que viene a acunar al
adolescente con una ilusión suplementaria.

El hecho de la estructura en esa remisión del estadio del espejo. Es la ilusión


especular de una unidad del propio cuerpo, sin disociarse por completo del otro,
de la madre. Tanto más cuanto esa operación se efectúa bajo su mirada. La
mirada ocupa un lugar preponderante.

El adolescente pasa por una cierto número de errancias, incluso de repeticiones


de su posición inconsciente de sujeto sexuado por la via de su relación con el falo
y con el Otro.

3. EN LOS ADOLESCENTES, ¿SE PUEDE PRACTICAR EL


PSICOANALISIS?

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La apuesta de una cura posible en el adolescente tiene múltiples consecuencias,
en particular referidas al estatuto metapsicológico de la fase adolescente y a la
evolución del sujeto en el cortejo pulsional que debe atravesar la pubertad.

Las diferentes modalides pulsionales y sus exigencias tienen un impacto directo


sobre las capacidades de transferencia de los adolescentes. La transferencia del
analista sobre cada uno de sus analizantes, incluso si es un adolescente, resulta
una de las condiciones para la posible puesta en marcha de una cura analítica.

Aptitudes transferenciales

La ambivalencia básica de muchas de las transferencias de sujetos adolescentes


que no siempre la expresan. El analista tiene muchas dificultades para reconocer,
los signos de un vuelco transferencial que anuncia el fin de curas interrumpidas
bruscamente.

El sujeto adolescente no muestra de la misma manera las manifestaciones


patentes, incluso exentricas, de la transferencia positiva. Esas experiencias
transferenciales muy pronto se convierten en sentimientos de agresividad, el odio
enamoramiento, que condensa en una sola palabra las dos facetas de las
relaciones afectivas, el amor y el odio.

El analista funciona con una certeza : la ambivalencia del adolescentes patente,


básica, de hecho, estructural. El vinculo de transferencia tiene la tendencia a ser
negado, disminuido, dañado, maltratado, también amado.

La demanda inicial resulta esencial, pues ella orienta el eje de la cura. Se trata de
un punto de origen al que, el adolescente volverá, en particular en los momentos
de interrupción o de conclusión.

¿Disposición o predisposición ante la transferencia?

En la adolescencia, el sujeto prosigue una vital búsqueda de la identidad. Es


permanentemente un sujeto en desequilibrio, cuyo punto gravitatorio no para de
oscilar entre un impulso hacia adelante, que es su futuro, y una apetencia
regresiva, que es patrimonio común.

No existen condiciones particulares para la cura del adolescente, sino la expresión


verbal, o a través del comportamiento, en un comienzo de demanda. Se necesita
de un periodo de observación transferencial en el que el adolescente y el analista,

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tienen el tiempo disponible para experimentar sus modalidades posibles de trabajo
común.

El adolescente no tiene particular predisposición por la transferencia. Como


consecuencia de una connotación narcisistica pronunciada, resulta
indudablemente mas sensible a detalles ínfimos de nuestra manera de acogerlos,
a nuestro timbre de voz o a otros puntos que nos caracterizan en tanto personas o
en tanto analistas. No existen modalidades específicas de la transferencia
adolescentes, sino modalidades de transferencia particulares en ciertos analistas.

La dirección de la cura con los adolescentes

El analista asignado en un lugar imposible, de hecho a ninguno o bien no importa


cual, se vuelve literalmente incapaz, en tanto adulto, de escuchar la demanda. En
tanto analista se encuentra atrapado entre una posición de neutralidad más o
menos benévola, que le resulta inaguantable al adolescente, y la tentación de
acercarse a su demanda remitiéndole muy pronto un acuse de recibo.

El analista es llevado a oscilar entre dos posiciones contradictorias:

- La del sujeto que supuestamente sabe

- La de sujeto que no sabe nada, lo que habla del acceso parental y que
rápidamente puede girar a la persecución.

Entre el que sabe todo y el que no sabe todo y el que no sabe nada, el analista
oscila según el lugar donde la transferencia lo admita. El analista es desalojado de
las diferentes posiciones transferenciales que el adolescente le va asignando
sucesivamente, a veces durante una misma sesión.

La dimensión simbólica

La regla fundamental es enunciada de manera clara, con palabras que le resulten


comprensibles al adolescente. A veces las reacciones son inmediatas: es el
anodamiento, a veces con un comentario del tipo: “no lo lograré nunca” o “nunca
podré decírselo todo”.

El adolescente experimenta dificultad para asumir una palabra, sea cual fuere,
sobre todo si comienza a escuchar que esa palabra es la suya. Me parece que el
analista debe acompañar al adolescente por el camino de ese descubrimiento. El
adolescente tiene necesidad de ese apuntalamiento temporario de la palabra y de
la solicitud del adulto que yace en todo analista.

Silencio y la neutralidad

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El adolescente va a buscar al analista en su dimensión de individuo, y está al
acecho del menor signo de su compromiso en tanto sujeto.

Neutralidad comprometida. Si el analista se ofrece para la transferencia desde la


posición de un yo fuerte con el que, inicialmente, el adolescente puede
identificarse, entonces el comienzo transferencial tendrá lugar.

El transcurso de la cura, el silencio cobro otro significado, el de una resistencia


según el hilo freudiano, pero también el de una imposibilidad de pensar, incluso de
un congelamiento del pensamiento.

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