Cuento de Español
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Azul vivía sola ya que sus padres habían muerto hace mucho tiempo, ella vivía en
una pequeña casita alejada de la ciudad; casi nadie en Risonlandia la conocía ya
que ella la mayoría del tiempo la pasaba encerrada en su pequeña y misteriosa
casa sin tener ninguna relación con las demás personas. Azul tenia alguien que la
conocía muy especialmente este era el viejo pintor de cuadros de Risonlandia
llamado Joaquín, él cual conto en una ocasión en el parque de esta ciudad a unas
personas que todos creían que en Risonlandia no existía nada que tuviera relación
con la tristeza o el dolor, él les dijo: yo les aseguro que aquí vive una hermosa
joven a orillas de la ciudad llamada Azul ella puede ser la tristeza la soledad y el
dolor que habita en Risonlandia.
Y así era Azul, tenía rencor y tristeza en su alma y corazón ya que, desde hace 9
años ella había sido testigo de un brutal suceso el asesinato de sus padres. Ellos
habían sido asesinados en la ciudad donde anteriormente habitaban llamada
Crotonlandia en la cual no existía el derecho de libre pensamiento y expresión ahí
se tenía que hacer lo que ordenara el Rey Crotoro. El rey Crotoro era un hombre:
malo, frío, asesino etc. Y como los padres de Azul nunca estuvieron de acuerdo
con las reglas que impartía el Rey, en una ocasión le dijeron Rey Crotoro “Cada
una de las personas que habitamos aquí en Crotonlandia estamos libres y
tenemos el derecho de pensar y hacer lo que queramos por supuesto pensando
en las consecuencias de nuestras acciones” En ese momento fue cuando el Rey
Crotoro dio la orden para que Don Arturo y Doña Aurora fueran decapitados por el
motivo de faltar al reglamento del Rey Crotoro.
Don Arturo y la Señora Aurora fueron asesinados frente a los ojos inocentes de su
hija Azul, la cual solo tenia siete años de edad una edad en la que todo se
aprende y nada se olvida.
Azul al ver la gran maldad del Rey ante sus padres decidió huir hacia una mentada
ciudad llamada Risonlandia, al poco tiempo de su llegada a Risonlandia ella tenía
que ver que hacía para poder sobrevivir, al Principio empezó como asistente en el
taller del pintor Joaquín, por esta razón el la conocía muy bien, ya que ella le había
comentado; lo que había visto en Crotonlandia entonces fue así como Joaquín
decidió aceptarla como su asistente para pintar los cuadros.
Luego Azul se retiro como asistente de Joaquín, y decidió trabajar como panadera
ya que a ella desde pequeña le había gustado hornear pan y pasteles. Con su
madre y así fue como se puso a trabajar en la panadería del pueblo llamadas
Dulces Risas.
Azul era bastante eficiente en su trabajo entraba a las siete de la mañana, y salía
a las cinco de la tarde y de ahí agarraba para su casa y nadie más la veía.
Azul llegaba a su casa y se ponía a pensar, en aquello tan malvado y feo que le
había sucedido a sus pobres padre. Lo que Azul no sabía era que en Risonlandia
había muchas personas, interesadas en conocerla ya que Joaquín les había
platicado de su historia y todos querían conocerla y empezar a crear amistad con
ella.
En la ciudad cuando la gente la veía aunque no estaban seguros de que fuera, por
lo único que la identificaban era por sus ojos azules. Las personas en la calle la
saludaban y le sonreían a manera de que ella se sintiera bien y que empezara
abrir su corazón poco a poco.
Un día Joaquín decidió ir a visitar ha Azul para decirle que afuera había una
ciudad, llena de buenas personas las cuales estaban dispuestas a aceptar un
habitante más, llego a casa de Azul y toco la puerta el “ton ton” se escucho y Azul
con una vos muy baja y temblorosa pregunto: ¿Quién es? Joaquín muy
amablemente dijo soy yo pequeña Azul el viejo Joaquín quería ver si me permites
hablar contigo un momento. Azul contesto: ahorita le abro la puerta señor.
Azul muy despacio y tímidamente abrió la puerta y le dijo: pase señor tome asiento
por favor, Joaquín entro y se sentó en una pequeña y polvorienta silla de madera
que Azul tenia y le dio: hija como sabes soy una de las pocas personas que te
conozco aquí en la ciudad y como sabes; aquí en Risonlandia se supone que solo
reina la felicidad la alegría y las risas.