Programa de Cómputo para La Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1920-1940
Programa de Cómputo para La Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1920-1940
Programa de Cómputo para La Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1920-1940
Introducción
Con el triunfo del Plan de Agua Prieta 1 y el derrocamiento del
Carrancismo, en 1920, asumió el poder un grupo político
altamente politizado de clase media que reconstruiría al Estado
Mexicano posrevolucionario; sus planteamientos establecerían
las bases que le darían continuación al sistema hasta finalizar
el siglo XX.
Generales Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón
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Si bien algunos de ellos pudieron tener relación o influencias de los dirigentes formados durante el Porfiriato, como los
magonistas, reyistas, maderistas y carrancistas que iniciaron la Revolución, sus particulares propuestas comenzaron a
tener importancia desde el momento en que se consolidó la pacificación del país, durante la Convención de
Aguascalientes en 1914, en el Congreso Constituyente de 1917 y durante el gobierno de Venustiano Carranza, al ofrecer
nuevos planteamientos que darían continuidad al viejo liberalismo del siglo XIX:
1. Con la reafirmación constitucional del laicismo, además de la legalización del amplio poder del ejecutivo, al cual
habían recurrido Benito Juárez y Porfirio Díaz para poder gobernar imponiéndose sobre el Congreso; al mismo tiempo
que se buscaba evitar la reelección en los cargos públicos de elección, por lo que se estableció el postulado maderista
de la no reelección;
2. El nacionalismo y el intervencionismo del Estado en lo económico, con la propuesta de una nueva alianza entre las
clases sociales dentro de una sociedad burguesa, mediante la integración corporativa de la sociedad, fortaleciendo el
estado benefactor que garantizaba la futura mejoría socioeconómica para los menos favorecidos y, dentro de este
ámbito, la ampliación de la atención en salud y educación pública, además de un creciente interés por la población
indígena, con una nueva propuesta de integración y modernización que abarcaba a todos los grupos sociales de la
nación.
3. Su liderazgo y dominio político se debió a su poder militar, impuesto sobre sus rivales revolucionarios, y su gran
capacidad de establecer alianzas, tanto con los sectores populares, a quienes organizarían para canalizar sus
demandas, anunciando lo que se denominaría la política de masas; como con los residuos contrarrevolucionarios
alzados en armas, que todavía actuaban en ciertas regiones del país.
4. Además, ofrecieron alternativas para pacificar al país, consolidando el apoyo de todos los grupos sociales después de
una década de guerra civil y de la destrucción del sistema porfirista, garantizando la persistencia del sistema
capitalista y de la propiedad privada, que ahora debía sujetarse a nuevas reglas indicadas por el Estado.
Su poder político se había consolidado por medio de las armas, como caudillos durante la etapa armada, lo que les
permitió destruir la estructura del poder porfirista, imponerse sobre las propuestas revolucionarias anarquistas y las de
los reformistas educados en la sociedad liberal decimonónica, además de las del radicalismo campesino.
Su origen se puede ubicar, en la mayoría de los casos, perteneciente a la clase media como propietarios rurales,
comerciantes, profesionistas y empleados de las empresas agropecuarias, extractivas e industriales, que se
desarrollaron con el antiguo régimen; en las cuales no habían logrado sobresalir y trabajaban como administradores y
técnicos, o bien eran pequeños empresarios y propietarios agrícolas, que habían sobrevivido al impacto resultante del
capitalismo rapaz que impulsó el Porfiriato, con la entrega de los recursos naturales del país a las compañías
extranjeras.
Por lo que impulsaron los procesos de cambio sociopolítico que les garantizaran obtener, en la época posrevolucionaria,
un gran protagonismo en estos terrenos y en los económicos; pasando de ser rancheros, empleados públicos,
profesores o administradores y técnicos, a políticos, empresarios y líderes nacionales.
El liderazgo político de este grupo, entre 1920 y 1940, se vería comprometido en primer lugar por la competencia interna
y la rivalidad entre los caudillos, que conduciría a sucesivas insurrecciones militares al finalizar los períodos
presidenciales de Álvaro Obregón en 1924, de Plutarco Elías Calles en 1929, y en lo álgido de las reformas cardenistas
en 1938, dirigidas por destacados generales que se consideraron desplazados del poder, como Adolfo de la Huerta,
José Gonzalo Escobar y Saturnino Cedillo. La otra amenaza provino de grupos católicos fundamentalistas, aliados con
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Todas las referencias, que sirven como complemento de la información del texto, fueron consultadas en Mayo de 2012
grupos contrarrevolucionarios, que enfrentaron infructuosamente el radicalismo laico gubernamental y el
intervencionismo económico del Estado, en una insurrección que tomó tintes de guerra religiosa y terrorismo, sobre todo
en el centro del país, que se conoce como la Guerra Cristera, de 1926 a 1929.
El asesinato de Obregón, por estos radicales católicos en 1928 cuando ya era presidente electo, agravó la continua
inestabilidad política del período; lo que fue solucionado mediante la creación de un organismo político a partir de
cuotas obligatorias de los burócratas, que aglutinó a todas las organizaciones regionales y nacionales existentes afines a
este grupo en el poder, institucionalizando el corporativismo de Estado en el Partido Nacional Revolucionario, PNR; que
tenía el propósito de seleccionar, centralizadamente, la designación de los candidatos a los cargos públicos en el país,
buscando con ello acabar con las insurrecciones.
A esta inestabilidad política se adicionó la crisis económica que sumió al mundo a partir de 1929, que tuvo un gran
impacto en el país y en el proyecto socioeconómico y político del grupo en el poder, con su efecto en la suspensión del
reparto agrario y la generalización de conflictos obrero patronales, además del cuestionamiento sobre el rumbo de la
propia Revolución Mexicana por los intelectuales. Durante los años de 1929 a 1938, en esta época de gran crisis, el país
entero vivió bajo el control político del general Calles, considerado como el Jefe Máximo de la Revolución, por lo que se
conoce a este período como el Maximato; durante esta época ocuparon la presidencia: Emilio Portes Gil, de 1929 a
1930, interino a la muerte de Obregón; Pascual Ortiz Rubio de 1930 a 1932, que inaugura la época de los gobernantes
designados por el partido oficial, el PNR; y Abelardo L. Rodríguez de 1932 a 1934, que supliría a Ortiz Rubio.
Durante la segunda convención del PNR, realizada en Querétaro en 1933 para postular al candidato a la presidencia e
integrar un Plan Sexenal, como programa de gobierno para la nueva administración federal, la designación recaería en
el general Lázaro Cárdenas del Río, quien fortificaría los mecanismos de conducción y organización institucional del país
de forma corporativa, de 1936 a 1940, con un fortalecimiento del nacionalismo y un mayor intervencionismo estatal en la
economía, en momentos en que el mundo se aproximaba a una confrontación en contra del nazi-fascismo en la
Segunda Guerra Mundial, cuyas consecuencias generarían la creación de un nuevo orden mundial.
El interinato de Adolfo de la Huerta
Al triunfar el Plan de Agua Prieta y la designación
como presidente interino de Adolfo de la Huerta,
con el derrocamiento y el asesinato de Venustiano
Carranza, su primer tarea consistió en pacificar al
país, logrando dos grandes éxitos: la rendición de
Francisco Villa, quien se dedicaría a labores del
campo hasta 1923 en que fue asesinado, y la de
Félix Díaz, último representante político del
Porfiriato, quien abandonó el país en 1920; además
de lograrse el licenciamiento de 40 mil integrantes
Villa aceptó deponer las armas en Sabinas, Coahuila, en agosto de 1920 del ejército.
AGN, Autores varios, Revolución
En las nuevas elecciones para ocupar la Presidencia de la República contendieron Álvaro Obregón y el Ingeniero Alfredo
Robles Domínguez, mientras que el general Pablo González Garza retiró su candidatura y abandonó la política. Resultó
triunfador Obregón para un período que terminaría el 30 de noviembre de 1924.
La presidencia de Álvaro Obregón Salido
Para atender la problemática agraria, asunto de
gran importancia por ser una de las principales
causas de la generalización de la violencia
armada en el país, Obregón inició el reparto
agrario estableciendo pequeñas propiedades
agrícolas con los excedentes de los latifundios.
Para los pueblos expidió la Ley de Ejidos, a tres
semanas de tomar el poder, y el 10 de abril de
1922 expidió el Reglamento Agrario que negó
el derecho de dotación a los peones
acasillados, o de planta de las haciendas,
ofreciéndoles la creación de colonias en tierras Obregón con su gabinete: Adolfo de la Huerta, ministro de Hacienda; Plutarco Elías
nacionales o baldías, con una política agraria Calles, de Guerra; Mario J. Pani, de Relaciones Exteriores; Pascual Ortiz Rubio, de
Comunicaciones y Transportes, y Antonio Villarreal, de Agricultura y Fomento.
que continuaría hasta 1936. AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García
En cuanto a las relaciones con el movimiento obrero se apoyó en la Confederación Regional Obrera Mexicana, CROM,
inaugurando la política de que el presidente sería reconocido como el árbitro de los conflictos laborales. Nombró a Luis
N. Morones, el máximo dirigente obrero de la CROM, como agente confidencial ante los EUA. El movimiento obrero
independiente, al margen de la organización corporativa del Estado, impulsó movimientos huelguísticos como el de
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tranviarios en la ciudad de México y el inquilinario contra el pago de rentas en el sureste del país; en todos los casos los
movimientos fueron reprimidos violentamente por el ejército. En esta época surgieron organizaciones laborales tanto de
filiación anarquista y comunista, como la Confederación General de Trabajadores, CGT, organizadas por el naciente
Partido Comunista Mexicano, creado en 1919; al mismo tiempo que, en 1922, se integró en Guadalajara la
Confederación Nacional Católica del Trabajo.
La hacienda pública, las relaciones con los empresarios y el impulso a la educación
En el contexto económico se tuvieron que resolver dos problemas: la restauración del crédito interno y exterior, y la
reorganización fiscal, que permitiera la reactivación de la economía nacional y el contar con los recursos para el
mantenimiento del Estado. A principios de 1921 se devolvieron los bancos a los inversionistas privados, después de que
habían sido incautados por Carranza para organizar la emisión de moneda, reglamentándose su funcionamiento
posteriormente con una Comisión Nacional Bancaria en 1924.
En lo referente a la deuda externa, se concluyeron las negociaciones para el pago de la deuda y los resultados de la
política de incautación bancaria carrancista de 1914-1916, mediante un arreglo firmado en 1922 (Convenio De la Huerta-
Lamont), por el Secretario de Hacienda Adolfo de la Huerta y el representante de los banqueros extranjeros, Thomas
William Lamont, con lo que se obtuvieron créditos para proyectos gubernamentales y la reanudación de los flujos de
capital externo hacia México, renegociándose el pago de la deuda con el producto del impuesto sobre el petróleo y la
recaudación de los ferrocarriles, sin que Obregón lograra el reconocimiento de los norteamericanos a su gobierno, que
estuvo condicionado a la no retroactividad de la nueva Constitución en su Artículo 27.
En cuanto a la reorganización fiscal, en 1921 se estableció el Impuesto del Centenario, antecedente del actual impuesto
sobre la renta, que estableció un impuesto federal extraordinario sobre los ingresos o ganancias particulares, que
gravaba el ejercicio del comercio o de la industria; el ejercicio de una profesión liberal, literaria artística o innominada; el
trabajo a sueldo o salario y la colocación de dinero o valores a rédito, participación o dividendos, sin abarcar la
ganadería ni la agricultura. Ingresos que se aplicaron para obras públicas y que fueron cobrados únicamente durante el
mes de septiembre, para contribuir al gran festejo del Centenario de la consumación de la Independencia.
Después de varios intentos se lograron firmar los
Tratados de Bucareli, que al ser aceptados por el
Senado de los EUA otorgó el reconocimiento
diplomático al gobierno de Obregón en 1924; su costo
significó proteger los intereses petroleros
norteamericanos, al establecerse la no retroactividad
de la Constitución sobre las concesiones adquiridas
por extranjeros con anterioridad a 1917, además de
que cualquier expropiación contra sus latifundios
deberían pagarse al contado y de inmediato.
Con el federalismo de la nueva Constitución, la
Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes fue
suprimida y el artículo 3º quedó en manos de los
José Vasconcelos municipios, quienes carecían de recursos.
http://biblioweb.tic.unam.mx/libros/mexico/decadas/20-30/fotos/xx_139.html
El Rector de la Universidad Nacional, José Vasconcelos, lanzó la iniciativa de crear la Secretaría de Educación Pública,
que se estableció en 1921 y emprendió la tarea de una educación rural, indígena y técnica; creando bibliotecas,
multiplicando escuelas, e impulsando la alfabetización de la población.
La sucesión presidencial de 1924 y la presidencia de Plutarco Elías Calles
La renovación de poderes inició con una nueva rebelión militar. El general Plutarco Elías Calles sería el candidato del
grupo obregonista, mientras que el general Adolfo de la Huerta aglutinaría a la oposición dentro del ejército; el conflicto
entre ambos grupos de caudillos revolucionarios se generalizó cuando los obregonistas acusaron falsamente a de la
Huerta de desfalco del erario, durante su gestión como Ministro de Hacienda del régimen de Obregón, por lo que desde
Veracruz los delahuertistas iniciaron un levantamiento armado contra el gobierno, con más de la mitad del ejército.
En su Manifiesto Revolucionario, Plan de Veracruz, se acusaba al presidente de violar la soberanía de los estados
mediante el fraude electoral en elecciones legislativas en Veracruz y la destitución inconstitucional de los gobernadores
de Michoacán, Nuevo León y Coahuila, de varios alcaldes de San Luis Potosí, además de haber desconocido al
Congreso de Zacatecas y de atemorizar a legisladores federales, por lo que adicionalmente se declaraba inexistente al
Poder Judicial de la Federación, por estar al servicio de la presidencia.
En especial se acusaba a Obregón de dirigir la impopular candidatura del general Plutarco Elías Calles, a fin de
asegurarse más tarde una inmediata reelección que la nación rechaza y que nuestra ley condena. Situación esta última
que se comprobaría pocos años más tarde.
La rebelión fue aplastada en la primavera de 1924 y de la Huerta se exilió en los EUA, de donde regresaría en 1935, por
solicitud del presidente Lázaro Cárdenas, para ocupar diversos puestos diplomáticos.
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El fracaso de la rebelión delahuertista impulsó la institucionalización del
ejército al ser diezmado de generales, casi todos ellos ejecutados, al
mismo tiempo que fortaleció al grupo obregonista, y luego callista. Otra
víctima de la violencia desatada sería Francisco Villa, quien fue asesinado
en Parral luego de manifestar a la prensa su apoyo a la candidatura
presidencial del general Adolfo de la Huerta.
El 10 de julio de 1924, después de ser derrotados los delahuertistas
insurrectos, Calles resultó electo Presidente, para enfrentar exitosamente
una nueva insurrección, dos años después, ahora conducida por radicales
católicos.
La reestructuración de la administración
Durante su gobierno Calles se distinguió por su labor político
administrativa, en parte debido a su larga experiencia anterior en estas
tareas; había sido Gobernador de Sonora, Secretario de Industria y
Comercio con Carranza, organizador del Plan de Agua Prieta, Secretario
de Guerra y Marina con Adolfo de la Huerta y Secretario de Gobernación
Los generales Eugenio Martínez, Obregón, Calles y Francisco
con Obregón. Se apoyó en el movimiento obrero que era fiel al gobierno, R. Serrano durante la revuelta delahuertista.
fundamentalmente la CROM, nombrando a su dirigente Luis N. Morones http://www.nevadaobserver.com/Mexican%20Revolution%20-
%20People/Obregon_%20Calles_%20Serrano%20and%20Martinez.jpg
como Secretario de Industria y Comercio.
Después de la rebelión delahuertista el panorama político de las Cámaras mostraba ser aliado del gobierno, con una
preponderancia de legisladores provenientes del Partido Laborista, en manos de la CROM, y del Nacional Agrarista,
cuyos principales dirigentes compartían la propuesta agraria que habían impulsado Obregón y Calles; por otra parte, la
eliminación física de jefes militares como resultado de la insurrección delahuertista, el ascenso a los primeros planos
militares de nuevos caudillos como Joaquín Amaro Domínguez, Juan Andrew Almazán, Lázaro Cárdenas y Saturnino
Cedillo, además de que jefes de la vieja guardia se habían convertido en gobernadores y empresarios, le dio ocasión
para controlar totalmente el país, ante la reducción del caudillismo militar.
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Inició una reforma tributaria para eximir de impuestos a quienes recibieran ingresos mínimos y estableció principios de
proporcionalidad para gravar más a quién más recibiera, estableciendo las bases del sistema fiscal mexicano, y expidió
la primer Ley de Pensiones Civiles de Retiro. Mediante decreto creó la Comisión Nacional Bancaria, e impulsó la Ley
General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios. Después de lograr estabilizar el crédito, logrando
reducir los intereses del 24 y 36% anual a un 10%, se expidió la ley constitutiva del Banco de México, como banca única
de emisión de papel moneda.
En cuanto al asunto agropecuario favoreció la
formación de la pequeña propiedad agrícola. Durante
se gobierno se emitieron dos leyes agrarias, la ley
elaborada por Gabino Fraga, en 1925, que
reglamentaba el reparto ejidal y la constitución del
patrimonio parcelario, que permitía que quienes
usufructuaban en forma comunal obtuvieran parcelas
individuales; y la Ley de Dotaciones y Restituciones
de Tierras y Aguas, reglamentaria del Artículo 27
Constitucional, elaborada por Narciso Bassols y
emitida en 1927, mediante la que se daba inicio a la
reforma agraria en el país.
El Banco de México, creado en 1925, se ocuparía de regular la
circulación monetaria. AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García
Impulsó en 1926 una Ley de Crédito Agrícola, que suplió a la Caja de Préstamo porfirista de 1908, sentando las bases
del Banco Nacional de Crédito Agrícola que, al no incluir en sus acciones crediticias a los ejidatarios, obligó a la emisión
de una Ley de Bancos Ejidales, que serían la base del Banco Nacional de Crédito Ejidal de 1935.
Las relaciones internacionales
El petróleo y los latifundios ganaderos fue tema de conflicto en las relaciones internacionales, debido a la Constitución
de 1917. Los empresarios extranjeros buscaron su no retroactividad, que lograron con un amparo apoyado por la
Suprema Corte de Justicia en 1921.
Los Tratados de Bucareli sirvieron para que los norteamericanos lograran el compromiso nacional de no aplicar
retroactivamente el artículo 27. Al reconocer al gobierno mexicano, en 1924, los norteamericanos nombraron embajador
a James R. Sheffield, quien apoyó a las compañías petroleras, agudizando los conflictos
El establecimiento de relaciones diplomáticas con la URSS fue aprovechado por Sheffield, para prevenir al Secretario de
Estado norteamericano Frank B. Kellog del peligro comunista en México y la expansión soviética en Nicaragua, en
donde Augusto César Sandino luchaba contra la intervención norteamericana. Esta situación se aunó al hecho de que el
magnate periodístico William Randolph Hearst, quien tenía latifundios en Chihuahua, lanzó campañas a favor de
intervenciones militares en nuestro país. La situación empeoró en 1927 y Calles ordenó al general Lázaro Cárdenas, jefe
de la zona militar de la Huasteca, que incendiara los pozos si el país era intervenido. El nombramiento de Dwight W.
Morrow como embajador, mejoró la situación mediante negociaciones.
La Guerra Cristera
Calles aplicó con dureza el artículo 130 Constitucional sobre la reglamentación de cultos, con lo que numerosos
sacerdotes católicos extranjeros fueron expulsados del país, al mismo tiempo que impulsó la exótica idea de nacionalizar
este culto. El 22 de febrero de 1925 favoreció que el cura José Joaquín Pérez Budar ocupara el Templo de La Soledad,
en la ciudad de México, quien tenía la intención de fundar una Iglesia Católica Apostólica Mexicana; esto provocó
protestas de las organizaciones religiosas Asociación Católica de la Juventud Mexicana, ACJM, y de los Caballeros de
Colón, además del episcopado.
Los excesos continuaron, como la expedición de un decreto en Tabasco, que exigía el matrimonio a los sacerdotes para
poder oficiar su culto. La respuesta católica consistió en la integración de una Liga de Defensa de la Libertad Religiosa,
para enfrentar el ataque gubernamental a sus instituciones religiosas.
El anticlericalismo de los militares sonorenses se puede relacionar, como antecedente, con la felicitación que envió el
Vaticano a Victoriano Huerta por imponer la paz, publicada en la ciudad de México por el periódico El País, después del
golpe de estado contra Madero. Adicionalmente, en franca rebeldía en contra de las limitaciones constitucionales de
expresiones públicas de religiosidad en un estado laico, el clero católico decidió erigir un monumento a Cristo en el
centro geográfico del país: el Cerro del Cubilete, en 1923; a la colocación de la primera piedra asistió el delegado
apostólico del Vaticano, monseñor Ernesto Philippi. La respuesta del gobierno fue la aplicación del artículo 33
constitucional, expulsando del país al prelado y endureciendo la aplicación de la ley, que prohibía las manifestaciones de
culto públicas. Todo ello contribuyó a que se iniciaría el proceso que llevaría a la Guerra Cristera.
En 1925 algunos dirigentes católicos decidieron integrar una organización que, sin depender de la Iglesia ni de partido
político alguno, pudiera funcionar sin ser coartado por el Estado. Sus objetivos fueron: detener a los enemigos de la
religión Católica y conquistar lo que ellos consideraban integraba la libertad religiosa y las demás libertades que dimanan
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de ella, como el derecho a la libertad de educación, la defensa de los derechos políticos de los católicos como
ciudadanos y los derechos de la Iglesia relativos al culto público, la propiedad y administración de sus templos, escuelas,
obras sociales y de caridad. Así nació la Liga de Defensa de la Libertad Religiosa, que se ramificó en todo el país, con
gran fuerza en el centro y occidente de México; iniciando su lucha legal, en primera instancia, para lograr sus cometidos.
Paralelamente se creó un Comité Episcopal, formado por clérigos, que trataría con el gobierno todos los asuntos
relacionados con la Iglesia.
Los obispos, siguiendo la política vaticana, rechazaron la violencia; pero impulsaron la lucha pacífica por las libertades
religiosas frente al Estado, por lo que se generalizó la impartición de cultos y la continuación de la educación religiosa de
forma clandestina en domicilios particulares; sin embargo, muchos sacerdotes participaron activamente en la guerra. En
1928 se incorporó a los cristeros, en los Altos de Jalisco, el general huertista, Enrique Goroztieta, ocupando la jefatura
militar del movimiento en Jalisco, Nayarit y Colima, con lo que el conflicto tomó el cariz de contrarrevolucionario. Contra
estas fuerzas militares cristeras el gobierno federal envió un ejército al mandó del general Joaquín Amaro Domínguez.
La lucha encabezada por Goroztieta tuvo un contenido político: regresar al país a la Constitución de 1857, sin las Leyes
de Reforma. El acto más importante de la insurrección, además de la secuela de destrucción y muerte en amplias
regiones del campo mexicano, se expresó con el magnicidio de Álvaro Obregón, presidente electo en 1928, a manos de
José de León Toral. En el juicio del asesino el gobierno callista implicó a grupos católicos en el atentado.
El gobierno mexicano, presionado por los EUA, inició arreglos con la jerarquía católica encabezada por el obispo de
Tabasco Pascual Díaz Barreto, el delegado apostólico Leopoldo Ruiz y Flores y el Presidente Interino Emilio Portes Gil.
Los arreglos concluyeron el 21 de junio de 1929 sin documento alguno, salvo el reconocimiento público del gobierno de
aplicar la ley sin tendencia sectarista, mientras que la jerarquía eclesiástica reabría los templos. Goroztieta fue capturado
y fusilado, y los radicales cristeros sobrevivientes se exiliaron en los EUA.
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Las elecciones de 1928 y una nueva insurrección militar
Para 1928 se llegó el tiempo de la sucesión presidencial; muerto Benjamin Hill Salido, aparentemente asesinado, y
exiliado Adolfo de la Huerta, el grupo sonorense estaba desmantelado; por lo que Obregón, que había permanecido en
Sonora durante cuatro años, lanzó un manifiesto radical en el que anunció su regreso a la política, con lo que un grupo
de diputados inició la reforma constitucional que modificaría la no reelección de la presidencia, que se mantuvo
únicamente para el período inmediato.
El caudillo inició su campaña a la presidencia apoyado en personajes tan disímbolos
como Aarón Sáenz Garza y Antonio Díaz Soto y Gama; contendería contra otros dos
generales Arnulfo R. Gómez y Francisco R. Serrano Barbeytia, quienes formaron un
Partido Antirreeleccionista. Gómez era el jefe militar en Veracruz y Serrano el
Gobernador del Distrito Federal, quienes aglutinaron a los enemigos de Obregón como
los carrancistas Félix F. Palavicini y Cándido Aguilar Vargas, y delahuertistas como Vito
Alessio Robles. Mientras Gómez realizaba una gira por el país y Serrano se reunía con
sus seguidores en Cuernavaca, el jefe militar del Valle de México general Eugenio
Martínez salió a Europa y quedó en su lugar Héctor Ignacio Almada. El 1 de octubre de
1927 se realizaron maniobras nocturnas en Balbuena en la ciudad de México, a las que
fueron invitados Calles, Obregón y Joaquín Amaro; en este evento se buscaba lograr su
aprehensión y dar un golpe de Estado.
Generales Francisco R. Serrano y Arnulfo R Gómez http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/6/Gomez%20Serrano-.jpg
Los caudillos no asistieron y, a su vez, ordenaron el asesinato del grupo de Serrano reunido en Cuernavaca, con lo que
se inició una nueva revuelta militar dirigida por Gómez, que duraría hasta el mes de noviembre y terminaría con una
nueva y larga lista de generales fusilados.
El asesinato de Obregón
Sin mayor oposición Obregón fue reelecto y la
diputación guanajuatense le brindó un
banquete en un restaurante de San Ángel en la
ciudad de México, llamado La Bombilla; en
donde un oscuro personaje, José de León
Toral, lo asesinó. El magnicida era
simpatizante de la Liga, y pertenecía a un
grupo de fanáticos dirigido por Concepción
Acevedo de la Llata, conocida como la Madre
Conchita; el primero fue fusilado y la monja
condenada 20 años de prisión, mientras que
Aurelio Manrique y Antonio Díaz Soto y Gama,
del Partido Nacional Agrarista, acusaron a
Calles de haber sido el autor intelectual, lo que Obregón en el restaurante La Bombilla antes de su asesinato
generó una gran división política. http://www.inehrm.gob.mx/imagenes/obregon/04_obregon.jpg
El magnicidio del 17 de julio de 1928 marcó el fin de la época de los caudillos, únicamente quedaba Plutarco Elías
Calles, que sería llamado el Jefe Máximo de la Revolución hasta 1935.
El 1 de septiembre de 1928 Calles presentó su último informe ante el Congreso, en un clima de división y confrontación
política. El tema constante en el informe fue el de la importancia de las instituciones. Señaló que con Obregón había
desaparecido el último de los caudillos, lo que planteaba a la nación la necesidad de encauzarse por la vía de las
instituciones, para que no fueran los individuos quienes se convirtieran en piezas clave del poder. Anunció que era
necesario que los organismos políticos, representantes de los grupos revolucionarios, debieran ser quienes nombraran,
por vías democráticas, a los que habrían de representarlos en el ejercicio del poder.
El paso del caudillismo a la institucionalidad
Calles señaló en su informe:
…la necesidad que creemos definitiva y categórica de pasar de un sistema más o menos velado, de "gobiernos de
caudillos" a un más franco "régimen de instituciones", me han decidido a declarar solemnemente...que nunca y que
por ninguna consideración y en ninguna circunstancia volverá el actual Presidente de la República a ocupar esta
posición.. la Revolución Mexicana... para no apartarse de estos derroteros... necesita de energía siempre nueva,
que mantenga su vigor y las características más destacadas del movimiento renovador y del concurso variado y
entusiasta del mayor número posible de ciudadanos que puedan escalar puestos de elección popular por sus dotes
y merecimientos ante la opinión de las mayorías...
Su mensaje indicaba claramente la intención de formar un único partido político nacional, que detentando el poder
absoluto eliminara la proliferación de facciones derivadas de la lucha armada y se encargara de decidir quién podría
llegar a ocupar los puestos políticos en el país.
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Se anunciaba la conformación del partido único y
la consolidación del corporativismo mexicano. El
principal elector sería en ese momento el Jefe
Máximo, quien pasaría la estafeta posteriormente
al que ocupara la Presidencia de la República.
Los procesos electorales habían estado
supeditados a la fuerza de las armas desde 1876,
situación que se había fortalecido con el proceso
revolucionario.
Nombró al Secretario de Gobernación Emilio
Portes Gil, quien había sido Procurador General de
la República, congresista y Gobernador de
Tamaulipas, para ocupar la presidencia en forma
interina.
Convención Constitutiva del Partido Nacional Revolucionario en 1929
AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García
Emilio Portes Gil presidente interino
Tenía como tarea la realización de nuevas elecciones, después del asesinato de Obregón. Por no ser militar su interinato
despertó expectativas.
Sin embargo, anunció en su toma de posesión que no realizaría cambios
en el gabinete, lo que anunciaba su dependencia de Calles. Mientras
tanto, debido a la agitación posterior a la muerte de Obregón, Calles se
autoexilio en Europa durante siete meses, de los catorce que duró la
gestión del presidente provisional; dio a Portes Gil cierta autonomía, sin
que fuera ajeno el Jefe Máximo a las decisiones que tomaba.
La CROM, acusada de estar implicada en el asesinato de Obregón,
enfrentó al presidente provisional al retirar a sus representantes ante la
Convención Obrera-Patronal que estudiaba el proyecto de Ley Federal
del Trabajo. en noviembre de 1928.
El Partido Nacional Revolucionario, PNR, se integró en diciembre de
1928, con Calles como presidente en su comité directivo, y el 1 de marzo
de 1929 se convocó en Querétaro a la integración de su programa,
estatutos y designación de su candidato a la presidencia, durante su
Primera Convención Nacional, siguiendo lo indicado por Calles en su
último informe de gobierno.
Aarón Sáenz, Abelardo L. Rodríguez y Lázaro Cárdenas, bajo la égida del general Calles
AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García
Revuelta Escobarista y terminación de la guerra cristera
La creación del PNR generó una nueva insurrección del ejército, el 3 de marzo de 1929; la revuelta escobarista con el
Plan de Hermosillo, que buscaba acabar con el Maximato. Los generales José Gonzalo Escobar, Jesús M. Aguirre,
Francisco R. Manzo, Fausto Topete y Marcelo Caraveo se insurreccionaron en Veracruz, Sonora, Chihuahua, Nuevo
León y Durango, desconociendo a Portes Gil y exigiendo terminar con el Maximato.
La revuelta de 30 mil insurrectos enfrentó a Calles durante
tres meses y se caracterizó por las múltiples traiciones entre
los propios sublevados; el Jefe Máximo fue designado
Secretario de Guerra y Marina para combatir la insurrección.
Ante el fracaso del levantamiento, varios generales fueron
fusilados y el resto buscó el exilio en los EUA.
Ante este poder de la facción callista del ejército, el 2 de
mayo de 1929 el arzobispo Leopoldo Ruiz y Flores
anunciaba la intención de la Iglesia de terminar el conflicto
religioso, como ya se había mencionado, al declarar que era
necesario revisar las leyes sobre cultos y el deber que tenían
los católicos de obedecer a las autoridades civiles, lo que
impulsó el regreso al país de los obispos exiliados y el 27 de Calles, Cárdenas, Saturnino Cedillo y Juan Andrew Almazán
junio se reanudaron los cultos con la primera misa celebrada en campaña contra la Rebelión Escobarista.
http://3.bp.blogspot.com/_gOqg1kS7xfU/S-
en la Basílica de Guadalupe el día 27. E13PoTFiI/AAAAAAAAEBM/8V3Nkn5UuXU/s1600/Calles,Lazaro+Cardenaz,Juan+Andrew+Al
mazan.jpg
8
La autonomía universitaria
Ante la oposición contra un nuevo reglamento de exámenes en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional, tres escritos en lugar de uno oral al año, se generó un movimiento de huelga.
Portes Gil intervino entregando las instalaciones a los estudiantes y solicitando un pliego petitorio. De los diez puntos,
cinco pedían renuncias de autoridades y los otros una reforma del Consejo Universitario y la forma de gobierno en las
escuelas, lo que condujo al Presidente a dictar una ley para conceder la autonomía. El Proyecto de Ley Orgánica de la
Universidad, enviado al Congreso, integraba la forma de gobierno, el subsidio que se otorgaría y el número de
instituciones que la integraban; se expidió el 10 de julio de 1929 y el 31 se instaló el Consejo Universitario, que nombró
Rector a Ignacio García Téllez.
La nueva Ley Orgánica de la UNAM se aprobó el 19 de octubre
de 1933. Emilio Portes Gil recordaba así este suceso:
Creyendo que el conflicto estudiantil iniciado en los
comienzos del mes de mayo, obedecía no tanto a las
razones fútiles y de poca importancia con que se inició, sino
a causas más profundas relacionadas, por una parte, con el
ansia de la Juventud para tener una injerencia más directa y
determinante en los asuntos de su propia educación, y por
otra, con la necesidad de reformas en la Universidad más
trascendentales de las que se habían ya implantado y, por
otra parte, deseando aprovechar la situación negativa creada
por el conflicto estudiantil, para iniciar una reforma positiva,
que a la vez que resolviese el conflicto cumpliese con uno de
los ideales de la intelectualidad revolucionaria, solicité y
obtuve facultades extraordinarias para expedir la Ley de la Emilio Portes Gil recibe a los huelguistas de la Universidad
Nacional en 1929.
Universidad Autónoma. http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/0704/pdfs/87-91.pdf
El primer candidato del PNR: Pascual Ortiz Rubio
La sucesión de 1929 marcaría el impedimento, de hecho hasta el fin del siglo XX, de que un candidato independiente del
partido oficial fuera electo presidente; como señaló Luis Cabrera Lobato:
...demostró que fuera de la organización de los partidos oficiales para fines impositivos, no existe organización
política posible entre los grupos independientes.
La figura más importante del grupo obregonista era para entonces Aarón Sáenz
Garza, quien contaba en diciembre de 1928 con el apoyo de Calles y del Partido
Nacional Agrarista; por otro lado, el Presidente invitó al embajador en Brasil, Pascual
Ortiz Rubio, a incorporarse a su gabinete y regresar a México.
El tercer candidato fue José Vasconcelos, apoyado por el Partido Nacional
Antirreeleccionista que se integraba por veteranos maderistas. Sáenz era miembro
fundador del PNR y Ortiz Rubio, al llegar a México, se entrevistó con Portes Gil y
Calles en Cuernavaca, anunciando que no aceptaría ser parte del gabinete
Pascual Ortiz Rubio presidencial, por haber aceptado ser candidato a la Presidencia.
www.archontology.org/images/mex/rubio.jpg
Sáenz y Ortiz Rubio, como precandidatos del PNR, aceptaron someterse a los acuerdos de la convención, en febrero de
1929; sin embargo, los ataques al primero señalaron que la decisión ya había sido tomada a favor del segundo, con lo
que Sáenz se retiró acusando en la prensa al comité organizador de falta de neutralidad el 3 de marzo, y de preparar
una imposición peor que la de Carranza con el Ingeniero Ignacio Bonillas Fraijo en 1920.
El 17 de noviembre resultó electo Ortiz Rubio, por
lo que Vasconcelos buscó unir a grupos
descontentos con el callismo y obregonismo en
torno a su candidatura, para lo cual elaboró el
Plan de Guaymas, desde esa ciudad, y de
acuerdo a la costumbre ya establecida en estos
procesos, invitó a sus seguidores a levantarse en
armas el día 10 de diciembre, mientras sus
seguidores eran perseguidos y disueltos los
mítines que realizaban, él buscó refugio
nuevamente en los EUA.
Vasconcelos, en 1928, acompañado de los estudiantes Alejandro
Gómez Arias, Adolfo López Mateos y Ángel Carvajal, entre otros
http://www.dgcs.unam.mx/gacetaweb/suplementos/75aniversario/pdf/75_11.pdf
9
Otro candidato independiente, Antonio I. Villareal, se unió a los sublevados escobaristas, mientras que el Partido
Comunista propuso al general Pedro Rodríguez Triana, que pasó inadvertido. Las elecciones se realizaron en un clima
de inestabilidad política y Ortiz Rubio tomó posesión el 5 de febrero de 1930.
Al salir del Palacio Nacional, después de tomar protesta a su gabinete, que incluía a Portes Gil como Secretario de
Gobernación, sufrió un atentado resultando herido. El hecho de que el Presidente fuera una figura desconocida en el
medio político, aunado a su larga ausencia del país, dio como resultado que no tuviera la personalidad suficiente para
imponer su opinión, con lo que su gestión estuvo dominada completamente por el Jefe Máximo, quien sin función alguna
en el gobierno asistía a las sesiones, imponiendo sus decisiones.
La revolución en crisis
La crisis financiera mundial, iniciada en los EUA en 1929, tuvo su efecto en el país y se anunció el fin de la reforma
agraria, por la necesidad de dar garantías al capital. Las condiciones del país fueron deplorables, con múltiples huelgas,
movilizaciones en el campo y un intento de reiniciar la guerra cristera; mientras que el gobierno actuaba en forma
contradictoria y se sucedían cambios en las secretarías de Estado y en el PNR.
Las condiciones políticas de inestabilidad en diversos países de América del Sur impulsaron que se emitiera la Doctrina
Estrada, elaborada por el Secretario de Relaciones Exteriores, Genaro Estrada, mediante la cual se establecía como
política nacional que México no reconocía ni desconocía gobiernos, sino que se limita a mantener o retirar, cuando lo
creía procedente, a sus agentes diplomáticos.
Luis Cabrera dictó una conferencia en la Biblioteca Nacional sobre el Balance de la Revolución, el 31 de enero de 1931,
señalando que para la resolución de los problemas nacionales se requiere valor civil, honradez y patriotismo y que:
...La revolución social y económica de México no puede consolidarse sin una
reforma política que permita la participación de los mexicanos en el gobierno de
la República.
Lo que motivó que fuera desterrado del país. La intromisión en todos los asuntos del
gobierno y el hecho que el Jefe Máximo controlara toda la vida nacional, aunada a la
errática presidencia de Ortiz Rubio, mostraron la situación de crisis y los conflictos
que vivía la familia revolucionaria.
En este clima de inestabilidad el presidente multiplicó las renuncias por motivos de
salud; para que terminara sometiendo al Congreso de la Unión, el 2 de septiembre
de 1932, su propia renuncia; en la que el único mensaje coherente que se podía
encontrar eran sus deseos de que no hubiera desunión entre los revolucionarios.
Luis Cabrera http://www.redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/publicaciones/publi_quepaso/luis-cabrera.htm
Otro presidente interino: Abelardo L. Rodríguez
Con la renuncia de Ortiz Rubio el Congreso de la Unión contempló a cuatro candidatos: Alberto J. Pani, Joaquín Amaro,
Juan José Ríos y Abelardo L. Rodríguez; este último fue designado y tomó posesión el 3 de septiembre de 1932.
10
El Plan Sexenal sugerido por Calles era, más que un
programa político, un plan de reformas económico-
sociales con una orientación hacia el nacionalismo,
señalándose la intervención del Estado en lo agrario,
industrial, sindical y educativo.
Papel importante tuvo en este programa Graciano
Sánchez, con críticas a la reforma agraria existente,
indicándose que terminaría cuando se hubieran
satisfecho completamente las demandas campesinas;
mientras que en el terreno de la industria, únicamente se
habló de impulsar una industria nacional junto a la
extranjera, la organización de centrales obreras
limitadas por el Estado y la contratación colectiva; en lo
educativo se fortaleció el sentido laico del artículo 3º y la
necesidad de crear una ideología que unificara a los Autores del Plan Sexenal. Entre otros, Carlos Riva Palacio (presidente del
mexicanos bajo intereses comunes y un concepto PNR), Ezequiel Padilla, Genaro Vázquez y Rafael Pérez Treviño
http://biblioweb.tic.unam.mx/libros/mexico/decadas/30-40/fotos/xx_170.html
exacto del universo y de la vida social.
El gobierno de Lázaro Cárdenas del Río
Retomando las giras de Madero, recorrió el país escuchando,
discutiendo y atendiendo quejas, peticiones y protestas, con un
genuino interés en renovar la política e integrarla al pueblo.
Explicaba que buscaba que el poder se difundiera para
afirmarse, que lograra una dimensión propia local y nacional,
integrando las opiniones sobre los problemas nacionales y
convertir e integrar en medidas concretas de gobierno los
postulados más populares y menos elitistas de la revolución,
para enfrentar las consecuencias de la crisis económica de
1929.
Timoteo Garay y su familia, Xilitla, San Luis Potosí
http://biblioweb.tic.unam.mx/libros/mexico/decadas/30-40/fotos/xx_217.htm
La campaña se basó en el Plan Sexenal, como compromiso ideológico con el pueblo y con quienes lo defendían;
conformó una propuesta del grupo radical de la revolución, que buscaba generar actos concretos sustentados en el
pensamiento de 1917. Se enfatizaba el predominio del Estado y su función de instrumento para equilibrar la desigualdad,
su papel como árbitro y guía de la sociedad, y de instancia primordial en los destinos nacionales. Se tenía una idea de
responsabilidad compartida, sustentada en un mandato popular que atendiera las necesidades de la población,
buscando mantener más que cambiar, con una gran responsabilidad por generar instituciones.
El cardenismo se inició con un nuevo principio político, eliminar el militarismo; ahora, en congruencia con el Plan
Sexenal, se procedería a la reorganización política de la sociedad, atendiendo los principios más populares del
movimiento revolucionario, por la vía civil y no por la militar.
Fortalecimiento de la educación
Se anunció la intención de lograr la independencia
tecnológica del imperialismo: ...crear la industria
y...abandonar la condición económica semifeudal; por lo
que la educación recibió el 17% del presupuesto federal,
con lo que se buscó extender y llevar la educación a todo
el país con la escuela rural, además de crearse el Instituto
Politécnico Nacional, IPN, y el Departamento de Educación
Obrera. En educación se transformó la tesis laica y
racionalista con el concepto de educación socialista, como
instrumento de cambio social, mediante un ajuste al
artículo 3º constitucional el 19 de octubre de 1934; que con
gran imprecisión buscaba dar primacía a las necesidades
Escuelas rurales en las áreas de desarrollo de la reforma agraria
sociales sobre las individuales. AGN, Colección Fotográfica de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas
La reorganización del campo y la reforma agraria
En el campo el problema principal lo constituía el rezago en la aplicación del artículo 27º Constitucional. Con el reparto
agrario se impulsó una necesaria reorganización social en las zonas rurales, sometidas desde la colonia al latifundismo;
con estas acciones se dotaba, a quienes recibían la tierra, de la posibilidad de contar con medios de subsistencia
propios. Para el 1 de diciembre de 1934 ya se habían repartido 7.5 millones de hectáreas (el 3.9% de la superficie del
país); Cárdenas repartiría 10.2% del territorio durante su gobierno (280 hectáreas mensuales).
11
La Confederación General de Obreros y Campesinos de México, CGOCM, apareció en 1933 como antecedente de la
reorganización del campo, integrando una coalición obrero-campesina; otra organización fue la Central Campesina
Mexicana, CCM, que había sido conformada por Graciano Sánchez en 1929.
Cárdenas decretó el 9 de julio de 1935 la constitución de una central nacional, como requisito indispensable para que los
campesinos recibieran la tierra, encargando al partido oficial su organización; que tendría ligas a nivel estatal que se
federalizarían a nivel nacional, integrándose así la Confederación Nacional Campesina, CNC, el 28 de agosto de 1938.
El reparto agrario se inició en 1936 en la Comarca Lagunera, en Coahuila y Durango, expropiándose 128 mil hectáreas
de tierras de riego y temporal de las compañías Agrícola de Tlahualilo y la Purcel & Company, beneficiándose a 34,753
peones agrícolas organizados en sindicatos, y que fueron integrados en 185 ejidos y unidades de crédito. La reforma
agraria se continuó en 1937 en Yucatán, con la expropiación de 366 mil hectáreas en beneficio de 34 mil campesinos
henequeneros. La tercera gran expropiación ocurrió en el Valle del Yaqui, en Sonora, afectándose 17 mil hectáreas de
riego y 36 mil de temporal en beneficio de 2,160 peones.
http://mx.kalipedia.com/kalipediamedia/historia/media/200805/13/hismexico/2008
0513klphishmx_29_Ies_SCO.jpg
Gran Convención en Irapuato de la Liga Coordinadora Guanajuatense de Miembros
del PNR. Diciembre 13 de 1936
AGN, Colección Fotográfica de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas
La cuarta expropiación fue en Michoacán, en 1938, en tierras irrigadas de los ríos Tepalcatepec y Márquez, en
Lombardía y Nueva Italia, con una extensión de 61,449 hectáreas a favor de 2,066 nuevos ejidatarios y la expropiación
de 55 mil hectáreas en el río Fuerte, en Los Mochis Sinaloa, en beneficio de 3,500 campesinos.
La destrucción del latifundio, y la consolidación del ejido, constituyeron el elemento central de la reforma social
encabezada por Cárdenas; el pilar para su construcción fue la organización popular en grandes centrales corporativas
de campesinos y obreros alrededor del partido oficial, y bajo la dirección del Presidente de la República.
La oposición callista
Al inicio de la gestión de Cárdenas la CROM se había debilitado por su enfrentamiento con el gobierno, sufriendo
divisiones que habían dado lugar a la creación de la CGOCM, que tenía tres postulados básicos: lucha de clases,
democracia sindical e independencia del movimiento obrero del Estado. Por su parte, el gobierno cardenista no sólo no
se opondría, sino que alentaría las huelgas promovidas para mejorar las condiciones de vida, los salarios de los
trabajadores, y el fomento de la autonomía sindical.
El Jefe Máximo, en una entrevista publicada
el 12 de junio de 1935, reprobó la política
gubernamental al condenar las huelgas
como motivo de agitación, advirtiendo que
se debería rectificar el rumbo, con lo que
este ataque a Cárdenas se adicionaba a su
condena al reparto ejidal.
El grupo gobernante respondió con la
organización social, en una campaña entre
junio de 1935 y abril de 1936, que creó un
Comité Nacional de Defensa Proletaria,
como apoyo a los sindicatos obreros; al
mismo tiempo que se realizaban acciones a
favor del reparto agrario ejidal, que
impulsaba el Estado, como respuesta a
Calles,. El conflicto Calles-Cárdenas culminó con la expulsión del Jefe Máximo
AGN, Colección Fotográfica de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas
12
El Jefe Máximo impulsó una campaña a través de la CROM, presionó al Congreso, realizó giras en donde hizo
declaraciones contrarias a la política cardenista y buscó formar un bloque opositor, extendiéndolo a la administración
federal y sectores no gubernamentales.
Política de masas: movilización obrera y creación de la CTM
En 1935 se registraron 650 huelgas y otras 675 en 1936. La situación era óptima para que los sectores patronales se
unieran a la crítica del gobierno cardenista. El presidente respondió con la reorganización del gabinete, cesando a los
funcionarios callistas, realizando múltiples declaraciones públicas y movilizando a los comandantes militares.
En el contexto del mayor conflicto entre trabajadores y patronos, encabezados por los empresarios de Monterrey,
quienes rehusaban aceptar la legalidad del derecho de huelga como instrumento de los obreros organizados para lograr
sus reivindicaciones, amenazaron con un paro empresarial en protesta por sus demandas. El presidente señaló el papel
del Estado como árbitro entre el capital y el trabajo en beneficio de la nación, en su declaración del 9 de enero, al mismo
tiempo que anunciaba la necesidad de una central obrera y advertía a los dueños del capital, que habían respondido con
un paro empresarial ante las huelgas:
Los empresarios que se sientan cansados por la lucha social pueden entregar sus industrias a los obreros o al
gobierno. Eso sería patriótico; el paro, no.
A los empresarios les ratificó las metas de la
revolución expresadas en el Plan Sexenal, al
mismo tiempo que se integraba la
Confederación de Trabajadores de México,
encabezada por Vicente Lombardo Toledano.
Del 26 al 29 de febrero de 1936 tuvo lugar su
Congreso Constituyente, bajo influencia
presidencial y en apego a las demandas
obreras, que se propuso como meta final la
transformación del país al socialismo; para
lograrlo, se planteó en lo inmediato el cabal
cumplimiento del artículo 123º constitucional.
Los sindicatos de la industria constituyeron la fuerza
laboral fundadora de la CTM. AGN, Colección
Fotográfica de la Presidencia de la República, Lázaro
Cárdenas
Se convirtió en el principal sustento de la política gubernamental en las importantes ciudades del país, al mismo tiempo
que constituyó el principal apoyo del nacionalismo, en contra de los empresarios extranjeros que no deseaban acatar la
Constitución.
Su integración contó con la mayoría de los trabajadores, con excepción de los afiliados a la CROM y los de la
Confederación General de Trabajadores, CGT, de influencia comunista.
El destierro de Calles
Calles, al regresar de uno de sus múltiples viajes
al extranjero, insistió en sus ataques en contra de
la política obrera del cardenismo, lo que obligó al
Presidente a declarar que era...el único
responsable de la marcha política y social de la
nación. Unida la declaración a la acción, el 10 de
abril de 1936 ordenó la expulsión de Calles del
país, del líder de la CROM Luis N. Morones y sus
colaboradores Luis León y Melchor Ortega,
fortaleciéndose la figura del presidencialismo
como el poder absoluto en el país. Un elemento
que puede servir para comprender la visión
callista del Estado y de la sociedad, radica en el
hecho de que al ser detenido el Jefe Máximo leía
la obra fascista de Adolfo Hitler Mi Lucha. http://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/ECP77.html
Al desterrar a Calles el Presidente pudo reestructurar el poder político, haciendo uso de todos los poderes que le
concedía la Constitución, y con el apoyo de las centrales obreras y campesinas que había integrado. Para acabar con el
Maximato, Cárdenas efectuó una serie de cambios de jefes militares que neutralizaron el poder de este grupo dentro del
ejército; incluso, llamó a servicio activo a generales villistas, carrancistas, zapatistas, y amigos personales y caudillos
regionales como Juan Andrew Almazán de Nuevo León y Saturnino Cedillo de San Luis Potosí.
Para el control político estatal se apoyó en los jefes de zona militar y dejó el partido oficial en manos de Emilio Portes Gil,
quien se encargaría de integrar un sólido bloque de gobernadores cardenistas en todo el país. La misma política se
aplicó en su gabinete y en el poder legislativo, al nombrarse líder del Senado al general carrancista Cándido Aguilar,
13
mientras que el general Francisco J. Mújica sería el nuevo Secretario de Comunicaciones, además de sumar a los
generales Rafael Sánchez Tapia y Saturnino Cedillo en las carteras de Economía y Agricultura. Así, en 1935 se desaforó
a cuatro gobernadores, en 1936 a ocho y entre 1937-1938 a dos, para que se tuviera el control total del país entre 1939
y 1940.
La expropiación petrolera
Las compañías petroleras extranjeras, que no había disminuido su producción durante la lucha armada, durante años
habían evadido el cumplimiento de las disposiciones legales y se habían transformado en un enclave imperialista en el
país. En 1936 se formó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, STPRM, que se incorporó a
la CTM y demandó la firma de un contrato colectivo que recibió todo el apoyo del gobierno. El 18 de diciembre de 1937
la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje dictaminó que la empresa estaba en condiciones de pagar salarios y
prestaciones.
Las compañías se negaron a aceptar el fallo y
presentaron una apelación ante la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, al mismo tiempo
que solicitaron la intervención de sus gobiernos.
El 10 de marzo se les negó la apelación y ante
su resistencia se decretó la expropiación de la
industria petrolera en el país, el 18 de marzo de
1938. En el asunto petrolero los EUA
demandaron el pago adecuado e inmediato, que
era imposible; al mismo tiempo que se amenazó
con suspender la compra de plata mexicana,
mientras que se organizaba un boicot
internacional al petróleo nacional.
Manifestación en el zócalo de la ciudad de México, de apoyo a la
expropiación petrolera realizada en 1938. AGN, Archivo Fotográfico
Díaz, Delgado y García
Como respuesta el gobierno cardenista vendió el combustible a los países fascistas, lo que condujo al reconocimiento
norteamericano del derecho nacional a los recursos naturales.
Al mismo tiempo que, con la presión de retirar al embajador mexicano en Londres, se logró la aceptación inglesa a la
expropiación. La gran preocupación imperialista estaba fija en el inicio de la Segunda Guerra Mundial y el control de los
hidrocarburos mexicanos para abastecer su esfuerzo de guerra en Europa.
La transformación del partido oficial y el fortalecimiento del presidencialismo
En el partido oficial se había mantenido al frente a Portes Gil, en tanto disminuía la presión callista en el Congreso, los
gobiernos de los estados y dentro del gabinete presidencial; terminada la emergencia fue sustituido por Silvano Barba
González, al mismo tiempo que se transformaba en el Partido de la Revolución Mexicana, PRM, como un instrumento de
control político del Presidente; adicionalmente, los poderes estatales y federales fueron despojados de cualquier
independencia respecto del ejecutivo, lo que fortaleció el presidencialismo.
La reestructuración del partido oficial se anunció por Cárdenas el 18 de diciembre de 1937,
bajo los siguientes lineamientos:
Es preciso rectificar… para tranquilidad de nuestras masas y para fortalecimiento de
nuestra vida política, haciendo que el PNR se transforme en un partido de trabajadores en
que el derecho y la opinión de las mayorías sean la forma fundamental de su propósito, y el
bienestar general y el engrandecimiento de la patria la liga que los una al poder público, Logo del PRM
haciendo de éste una prolongación de las determinaciones de la colectividad organizada. http://priveracruz.org.mx/Historia.aspx
La CGOCM de Lombardo Toledano había impulsado la unificación obrero-campesina; sin embargo, al gobierno cardenista
no le convenía una central única, por el riesgo político que esto implicaba. El sector campesino fue el más difícil de
constituir, debido a su dispersión; se integraría dentro del PNR a partir de julio de 1937, por medio de un Comité
Coordinador que integraría ligas de comunidades agrarias en los estados y territorios del país, para organizar a todos los
campesinos que habían sido dotados de tierra y a aquellos que en el futuro lo fueran por la política agraria, hasta lograrse
la constitución de la Confederación Nacional Campesina, CNC, en agosto de 1938, como ya se había señalado.
De esta forma los beneficiarios de la reestructuración del campo, que integraban la población
mayoritaria del país, quedaban sujetos directamente a las decisiones presidenciales, que tenían
como objetivo la socialización de la tierra. La CNC se convirtió en el sector popular más
poderoso del PRM, tres millones de campesinos incorporados corporativamente, y quedó bajo la
dirección de Graciano Sánchez. El PNR había sido creado con el propósito de acabar con los
partidos políticos regionales y las competencias individualistas de los caudillos, que se
Graciano Sánchez Romo. manifestaban en levantamientos armados, por lo que nunca pretendió, como en este momento,
http://www.cnctamaulipas.org.mx
/historia5.html
aglutinar a conjuntos de fuerzas sociales de sectores de la producción.
14
Al contar ahora con estas organizaciones sectoriales, la CTM y la CNC, verdaderos instrumentos políticos de masas de
apoyo a la política cardenista, se realizó la reorganización del PNR como un partido de masas, con una organización
estructurada sectorialmente: obreros, campesinos, sector popular y militares, para acabar con los cacicazgos regionales
y terminar con el Maximato callista, creándose así el PRM.
Con esta estructura el presidente integró un instrumento de control corporativo de las masas, ya que los sectores que lo
integraban negociaban con él, lo que le permitió dirigirse al país en nombre de los intereses populares que estaban
integrados al partido en forma corporativa; los intereses fuera del partido oficial podían existir, pero subordinados a los
lineamientos presidenciales. El nuevo partido oficial, PRM, quedó bajo la dirección del general Heriberto Jara Corona,
transformado en una confederación corporativa de fuerzas políticas regionales y locales, con una organización sectorial
que controlaba a las masas trabajadoras por medio de la CTM, a los grupos campesinos por medio de su integración en
la CNC, y al sector militar por medio de generales de filiación cardenista.
Los empresarios y la creación del Partido Acción Nacional
Después de enfrentar al sector empresarial, encabezado por el
grupo de Monterrey, durante las huelgas de 1936, se decidió
integrarlo a la Confederación de Cámaras Industriales, CONCAMIN
y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio,
CONCANACO; creándose una sola organización, la Confederación
de Cámaras Nacionales de Comercio e Industria, para la
interlocución del capital con el gobierno, a través de la Secretaría
de la Economía Nacional.
Manuel Gómez Morín promovió la creación del Partido de Acción Nacional en 1939. AGN,
Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García
Los sectores que se consideraron afectados por la nueva política corporativa integraron, en 1939, el Partido Acción
Nacional, PAN, bajo la dirección de Manuel Gómez Morín.
Las relaciones internacionales
El conflicto de intereses generado entre los países del eje Tokio-Berlín-Roma y los aliados: EUA, Francia e Inglaterra,
motivó la Conferencia de Montevideo; en la que se reconoció, con reservas norteamericanas, la no intervención como
base esencial de la política de los países del continente. Acuerdo que se refrendaría en Buenos Aires en 1936, Lima en
1938, Panamá en 1939, La Habana en 1940 y Río de Janeiro en 1942, como parte de la integración de un acuerdo y una
estrategia antifascista continental americana.
Al producirse la Guerra Civil Española, con el golpe de Estado de Francisco Franco, México y la Unión Soviética
apoyarían a la República Española y, el 31 de mayo de 1937, nuestro país exigió en la Sociedad de las Naciones que se
respetara la neutralidad internacional afectada por la intervención de tropas alemanas e italianas en el conflicto, en
apoyo a las fuerzas fascistas de Franco.
El Mexique transportó a los niños refugiados españoles Vista de Madrid en marzo de 1939. http://www.rayosycentellas.net/fotohistoria/?cat=38
AGN, Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Al ser derrotada la República Española nuestro país ofreció refugio a miles de desplazados por el fascismo, al mismo
tiempo que el gobierno cardenista se pronunció en contra de la invasión italiana a Etiopía. De igual forma se protestó por
la anexión de Austria por la Alemania de Hitler y la invasión de Polonia por los nazis, y de igual manera, por la invasión
soviética de Finlandia y Polonia.
La difusión del fascismo obligó a una política firme, de decidido rescate de la soberanía nacional y de resguardo ante la
interferencia externa. Los principios de la política exterior nacional se expresaron en todos los foros internacionales; en
las Conferencias Panamericanas, así como en la Liga de las Naciones. Al mismo tiempo que se impulsaba un
movimiento antibélico y antifascista con el Congreso Internacional contra la Guerra y el Primer Congreso Obrero
Latinoamericano, presentando la política cardenista un frente activo contra los peligros totalitarios que amenazaban al
mundo y que conducirían a la Segunda Guerra Mundial en 1939.
15
El agotamiento del modelo
El gobierno acudió al déficit fiscal, entre 1934 y 1940, con lo
que aumentó el presupuesto federal en 80% en términos
reales, llegando a ser el déficit del 15.1% del ingreso del
gobierno en 1938; lo que contribuyó a la inflación de la época,
que se tradujo en que el gasto federal en materia económica y
social fuera del 66%, contra un 34% en gasto meramente
administrativo; debiendo considerarse que también se
incrementaron los errores y la corrupción, dentro de un
proyecto de crear un México rural justo y productivo a la vez,
con una sociedad que girara alrededor de ejidos colectivos y
cooperativas fabriles. AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García
Pese a las huelgas y los incrementos salariales no se redujo la producción industrial, creciendo los establecimientos
manufactureros de 6,916 en 1935, a 13,510 en 1940; sin embargo consistían de plantas productivas no modernizadas,
que contaban con un promedio de diez obreros; viéndose favorecidos los pequeños empresarios nacionales que se
integraron en la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, CANACINTRA, que sería la organización
nacionalista bajo la protección del Estado; mientras que el gran capital extranjero, en petróleo, minas y electricidad, no
incrementaron su inversión ni su planta instalada.
Referencias
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Ruiz, México, UNAM IIJ, Serie Doctrina Jurídica No. 216, pp. 1-24, http://www.bibliojuridica.org/libros/4/1627/5.pdf
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