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ASTROCITOMA

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EXPO ROTACIÓN NEUROCX

Existen dos tipos principales de tumores encefálicos y de médula espinal:

 Los tumores que comienzan en el encéfalo o la médula espinal se


denominan tumores encefálicos (o de médula espinal) primarios.
 Los tumores que comienzan en otra parte del cuerpo y luego se propagan al encéfalo
o a la médula espinal se denominan tumores encefálicos (o de médula espinal)
metastásicos o secundarios.

 OMS Grado I: Tumores circunscritos, de lento crecimiento y bajo potencial de


conversión a un tumor de mayor malignidad.
 OMS Grado II: Tumores de borde difuso, lento crecimiento y, algunos, con
tendencia a progresar a tumores de mayor malignidad.
 OMS Grado III: Tumores infiltrantes con células atípicas o anaplásicas y mayor
número de mitosis.
 OMS Grado IV: Tumores de rápido crecimiento con alta tasa mitótica, pudiendo
presentar vasos de neoformación y áreas de necrosis.

Cualquier tumor que se forme en las células gliales que significa pegamento), o en tejido de
sostén, del cerebro se denomina “glioma”. Un tipo de glioma es el astrocitoma. Los
astrocitomas toman su nombre de los astrocitos, las células en forma de estrella de las
cuales crecen.

 (tumores gliales)
 se trata de tumores cerebrales primarios, es decir, tumores que se originan a partir
de las células que conforman la estructura cerebral normal. Dentro del grupo de los
gliomas
 los astrocitomas suponen los tumores más frecuentes.
Pueden localizarse en cualquier punto del neuroeje ( cerebro y médula espinal) si bien es
especialmente frecuente a nivel de los hemisferios cerebrales.
Especial mención merecen los gliomas de nervio óptico, astrocitomas talámicos y los
astrocitomas de tronco cerebral y medula espinal, pues presentan características propias
tanto por su localización como por su histología que hace que deba personalizarse el
tratamiento en estos tipos de lesiones

ASTROCITOMAS

Son tumores infiltrantes supuestamente provenientes de células gliales. La Organización


Mundial de la Salud (OMS) los clasifica en cuatro grados pronósticos con base en sus
características histológicas: grado I (c, astrocitoma de células gigantes subependima- rio);
grado II (astrocitoma difuso); grado III (astrocitoma anaplásico), y grado IV (glioblastoma).
Se considera que los grados I y II tienen baja malignidad, en tanto que los de grados III y
IV la tienen alta.

Astrocitoma de baja malignidad Los tumores de esta categoría aparecen


predominantemente en niños y adultos jóvenes.

CAUSAS

La causa de estos tumores y otros tipos de tumores cerebrales


se desconoce.

Los científicos han identificado anomalías en los genes de diferentes cromosomas que
podrían desempeñar un rol en el desarrollo de los tumores.

No obstante, aún no se sabe con certeza qué es lo que causa estas anomalías.

Los tumores cerebrales pueden ser causados por un síndrome heredado genéticamente,
como por ejemplo, la neurofibromatosis, Li-Frameni, Von Hippel-Lindau, Turcot y
esclerosis tuberosa,

y afectan solamente al 5% de los pacientes.

ASTROCITOMAS DE GRADO I

Los astrocitomas pilocíticos (grado I de la OMS)

 son los tumores más frecuentes en niños.


 Aparecen típicamente en el cerebelo, pero se pueden identificar en cualquier punto
del neu- roeje, que incluye nervios ópticos y tronco encefálico.
 Suelen aparecer en la forma de lesiones quísticas con un nódulo mural de mayor
contraste radiográfico.
 Pueden ser curables si es factible extirparlos del todo.
Los astrocitomas subependimarios de células gigantes por lo común se detectan en la
pared ventricular de personas con esclerosis tuberosa.

A menudo no necesitan intervención alguna, pero pueden ser tratados quirúrgicamente o


con inhibidores del blanco de rapamicina en mamíferos (mTOR, mammalian target of
rapamycin).

-un glioma de grado I se considera benigno con exactitud, en cuanto la escisión quirúrgica
completa se considera curativa.

Astrocitomas de grado II S

on tumores infiltrantes que suelen acompañarse de convulsiones en adultos jóvenes.

Los gliomas de grado II a menudo se designan como de “grado bajo” ya que el término
“benigno” no refleja la tendencia común de estos tumores.

gliomas de grado II requieren un control consecutivo mediante resonancias magnéticas o


tomografías computarizadas (MRI y CT, por sus siglas en inglés) para vigilar que el tumor
no vuelva a aparecer.

Astrocitoma de alta malignidad

GRADO 3 --ANAPLASICO

 Las neoplasias de este tipo com- prenden 15 a 20% de los astrocitomas de alta
malignidad. S
 Suelen aparecer en el cuarto y quinto decenios de la vida

El tratamiento es el mis- mo que el del glioblastoma y consiste en la extirpación quirúrgica


máxi- ma y segura, seguida de radioterapia complementada con temozolomida, o con
radioterapia y temozolomida sola igualmente como auxiliar.

La palabra “anaplásico” significa maligno. Un astrocitoma anaplásico es un tumor de grado


III o grado medio que se infiltra en forma difusa en el neoplasma que confirma una
anaplasia focal o dispersa y un aumento del índice de crecimiento en comparación con
astrocitomas de grado I y II. El

diagnóstico histológico se basa en la atipia nuclear y la actividad mitótica.

Los astrocitomas anaplásicos aparecen con más frecuencia en adultos más jóvenes.
Astrocitoma de grado IV (glioblastoma)

 Los glioblastomas compren- den la mayor parte de los astrocitomas de alta


malignidad;
 afectan a más hombres que mujeres
 constituyen las neoplasias malignas primarias más comunes del cerebro
 El cuadro inicial suele manifestarse en el sexto y décimo decenios de la vida, con la
aparición de cefaleas, convulsiones y déficit neurológicos focales.
 La imagen del astrocitoma es de una masa con contraste anular, necrosis central y
edema periférico
 El tratamiento comprende la ablación quirúrgica máxima, a la que seguirá
radioterapia con haz externo de campo parcial (6 000 cGy en 30 fracciones de 200
cGy), acompañada de temozolomida y, seis a 12 meses después, temozolomida
complementaria.del

 Pueden invadir y migrar fuera del tumor principal dentro del cerebro; no obstante,
los glioblastomas rara vez se propagan a otras partes del cuerpo.

Hay dos subtipos de glioblastomas: de novo (nuevo o primario) y secundario.

Los tumores de novo se desarrollan rápidamente y tienden a mostrar su presencia en forma


abrupta. Son los más comunes, y una forma
de glioblastomas muy agresiva. Los tumores de novo representan la mayoría de los
glioblastomas en personas de 55 años en adelante.

Los glioblastomas secundarios se encuentran con más frecuencia en pacientes de 45


años
y menos, generalmente comienzan como astrocitomas
de grado bajo o medio que fueron programados genéticamente para transformarse
finalmente en glioblastomas malignos de crecimiento rápido.

Aproximadamente el 9% de los tumores cerebrales infantiles son glioblastomas.

SInTomaS

A medida que crece el tumor, podría interferir con las funciones normales del cerebro
(consulte el diagrama a la derecha). Los síntomas son una señal saliente de esta
interferencia.

Como el cráneo no se puede expandir en respuesta


al crecimiento de un tumor, los primeros síntomas generalmente se deben a un aumento de
la presión en el cerebro..
Las manifestaciones generales o inespecíficas incluyen cefalea, dificultades
en las funciones psíquicas, cambios de la personalidad y trastornos de la
marcha.

 Los síntomas generalizados se producen cuando el tumor en cremiento


y el edema vecino hacen que aumente la tensión intracraneal, o ejercen
compresión directa en la circulación del líquido cefalorraquídeo (LCR),
lo cual causa hidrocefalia.
 La clásica cefalea propia del tumor cerebral se advierte con mayor
frecuencia por la mañana y mejora durante el día, pero tal perfil
particular en realidad se identifica en unos cuantos pacientes.
 La cefalea puede acompañarse de náusea o vómito cuando surge
hipertensión intracraneal.
 El dolor mencionado suele ser holocefálico, pero puede estar sólo en el
lado del tumor. En ocasiones las cefaleas tienen características de una
migraña típica, con dolor pulsátil unilateral y un escotoma visual.

 Entre los cambios de la personalidad pueden estar la apatía y


retraimiento de situaciones sociales, lo cual aparenta depresión.

Entre las manifestaciones focales o de lateralización están la hemiparesia,


la afasia o un defecto campimétrico visual.
Los síntomas de lateralización, como la hemiparesia, típicamente son
subagudos y progresivos. El defecto campimétrico a menudo no lo percibe el paciente,
y su presencia tal vez sea detectada sólo después de causar un episodio lesivo, como un
accidente automovilístico, porque la persona no percibió el otro vehículo al quedar dentro
del campo ciego de su visión. Las dificultades del lenguaje pueden ser tomadas
erróneamente por confusión.

diagnóSTico

Para obtener un diagnóstico preciso, su médico comenzará con un examen neurológico


seguido por
una MRI o una CT. La exploración se realizará con
una tinción de contraste que hace que el borde y los detalles del tumor sean más visibles. Si
tiene un tumor,
la exploración ayudará a su médico a determinar el tamaño, la ubicación y el tipo probable
de tumor. Algunos médicos podrían solicitar también una espectroscopía
por resonancia magnética (MRS), que mide los niveles químicos y minerales en un tumor.
Esas mediciones pueden dar una sugerencia de si el tumor es maligno o benigno.

En la MRI con contraste, los gliomas de grado alto se ven brillantes (esto se denomina
realce); los gliomas de grado bajo frecuentemente no se destacan con el contraste o solo lo
hacen levemente. No obstante,

únicamente el examen del tejido del tumor de un paciente al microscopio puede confirmar
un diagnóstico exacto.

La tomografía computarizada debe reser- varse para pacientes en los que no se puede
realizar MRI (como quienes tienen un marcapaso).

TraTamienTo

cirugía

Generalmente, el primer paso en el tratamiento de los glioblastomas es la cirugía. Con las


técnicas modernas actuales, la cirugía generalmente es segura para la mayoría de los
pacientes. Los objetivos de la cirugía
son obtener tejido tumoral para el diagnóstico y la planificación del tratamiento, extirpar la
mayor cantidad posible de tumor y reducir los síntomas provocados

por la presencia del tumor. En algunas circunstancias, como por ejemplo determinadas
afecciones o preocupaciones médicas sobre la ubicación del tumor,
se puede realizar una biopsia en lugar de una cirugía.
El tejido obtenido durante la biopsia se usa luego para confirmar el diagnóstico. El
diagnóstico se basa en el cambio de estructura celular más visible y la actividad de
crecimiento observada en el tejido, incluso si las características se encuentran únicamente
en unas pocas células. La realización de una resección quirúrgica proporciona una gran
cantidad de células, lo que permite un diagnóstico más exacto, que puede afectar en gran
forma las opciones de manejo y tratamiento.

En el mejor de los casos, el neurocirujano deseará extirpar la mayor cantidad posible de


tumor.
No obstante, debido a la ubicación del tumor, donde se puedan ver afectados el
movimiento, la sensibilidad o el habla, algunos tumores no pueden ser extirpados en su
totalidad. Se puede realizar una extirpación parcial del tumor para disminuir la inflamación
en el cerebro o para reducir la actividad convulsiva.

radiación

En los adultos, generalmente se administra radioterapia luego de una biopsia o cirugía. Hay
diferentes tipos de radiación que se pueden administrar usando diversas dosis y programas.

QuimioTeraPia
Para los GMB recién diagnosticados, se administra un ciclo de seis semanas de
temozolomida conjuntamente con radiación. La temozolomida es un agente alquilante con
una penetración razonable de la barrera hematoencefálica. Algunos oncólogos recomiendan

La mayoría de los fármacos quimioterapéuticos se encuentran en uno de dos grupos:


fármacos citotóxicos
y fármacos citostáticos.

Los fármacos citotóxicos están diseñados para destruir las células tumorales.
Estos funcionan haciendo que las células tumorales no sean capaces de reproducirse. La
carmustina (Gliadel o BCNU), la lomustina (CCNU), la temozolomida (Temodar) la
procarbazina, el cisplatino, el carboplatino, el etopósido y el irinotecan son ejemplos de
fármacos citotóxicos.

Los fármacos citostáticos se usan para alterar el comportamiento de un tumor. Estos


fármacos funcionan cambiando el tejido dentro y alrededor del tumor. Hay varios tipos
diferentes de fármacos citostáticos. Por ejemplo, los inhibidores de la angiogénesis son
fármacos citostáticos que detienen el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos alrededor del
tumor. Los agentes de diferenciación, como
el fenilbutirato, el fenilacetato o los retinoides son fármacos citostáticos que hacen que las
células malignas se vean y actúen como células normales.

Algunas veces, los fármacos citotóxicos y citostáticos se combinan en un intento por


aumentar la efectividad de ambos.

Los investigadores también están desarrollando nuevas formas de administrar fármacos al


tumor.
La liberación mejorada por convección o CED
utiliza una bomba para hacer “fluir” lentamente un fármaco quimioterapéutico o sustancias
biológicas dentro del sitio del tumor. En otro método, se deja una lámina de carmustina
biodegradable en la

cavidad del tumor después de la cirugía para liberar un fármaco quimioterapéutico en el


tejido tumoral remanente. Otros investigadores están trabajando con micropartículas que
liberan fármacos dentro del tumor a un ritmo predeterminado.

maneJo de medicamenToS
Para loS SínTomaS
Hay varios fármacos que se usan para aliviar los síntomas de un tumor cerebral. Los
esteroides son fármacos que se utilizan para disminuir la inflamación (edema) alrededor del
tumor. El esteroide que se receta con más frecuencia para los pacientes con tumores
cerebrales es la dexametasona.

Los fármacos antiepilépticos controlan las convulsiones, aunque se debe tener especial
cuidado para lograr la dosis óptima a la vez que se mantiene la eficacia de la quimioterapia.
TeraPiaS biológicaS Y dirigidaS

La alteración intencional del comportamiento natural de las células tumorales es un área


más nueva de la medicina denominada “terapia biológica” o “terapia dirigida”. Algunas de
las sustancias usadas en este tipo de terapia se encuentran en la naturaleza, otras en
productos químicos con efectos secundarios que pueden alterar las células tumorales. Estas
nuevas terapias moleculares dirigidas, que aún están en investigación, están diseñadas para
impedir que lleguen los mensajes a la célula tumoral, lo que por consiguiente detendrá el
crecimiento. Hay varias vías en

el cerebro que incentivan el crecimiento celular. Las vías del factor de crecimiento
relevantes en el glioma maligno incluyen el EGF (factor de crecimiento epidérmico), el
PDGF (factor de crecimiento derivado de plaquetas), el VEGF (factor de crecimiento
endotelial vascular), el IGF (factor de crecimiento similar a la insulina) y el HGF/

SF (factor de crecimiento de hepatocitos/factor de dispersión). En los GBM, varios


receptores de factor de crecimiento (p. ej., EGFR, VEGF, PDGFR) presentan una
hiperexpresión o una mutación, lo que hace que las células crezcan sin control, aumenta la
supervivencia de las células anormales y aumenta el suministro de sangre al tumor. Se han
desarrollado fármacos específicos

que inhiben estos receptores de factor de crecimiento en ensayos clínicos. Las vías de
señalización celular, vías donde una reacción provoca otra reacción en las células, son muy
importantes en el crecimiento celular, no impidiendo que las células anormales mueran,
causando la invasión del tumor dentro de tejido normal y estimulando un nuevo suministro
de sangre a los tumores. Se están desarrollando fármacos que contrarrestan estas reacciones
anormales.

La inmunoterapia con vacunas es una nueva y emocionante área de tratamiento diseñada


para
activar el sistema inmunitario del propio organismo
para combatir y detener el crecimiento tumoral. Los recientes y grandes avances en la
comprensión de los mecanismos que llevan a la completa activación de los linfocitos T y el
reconocimiento de la importancia de vencer a los mecanismos inmunosupresores inducidos
por los tumores han aclarado la forma de generar una respuesta antitumoral efectiva y han
suscitado un renovado y entusiasta esfuerzo por aplicar este método como tratamiento para
los tumores cerebrales malignos. Estos tratamientos incluyen vacunas contra el cáncer
que utilizan los antígenos de un tumor. Los antígenos tienen señales que alertan al sistema
sobre anomalías en las células. La vacuna ataca a las células utilizando células dendríticas
creadas por ingeniería genética para estimular el sistema inmunitario y provocar una
respuesta.

Las células dendríticas son células inmunoestimulantes potentes que están constantemente
buscando antígenos, y luego activan una fuerte respuesta inmunitaria.
La inmunoterapia podría representar la próxima frontera de las terapias personalizadas más
prometedoras.
Otros investigadores están usando terapias con genes como una forma de controlar el
crecimiento tumoral.
En un método, genes diseñados específicamente hacen que las células tumorales sean más
susceptibles a la farmacoterapia. En otro método, la terapia con genes se utiliza para
estimular la producción natural del organismo de sustancias inmunitarias. O se puede usar
la terapia con genes para restaurar la función normal del tumor suprimiendo los genes
dentro de las células tumorales.

PronóSTico

. Lo bien que responde una persona al tratamiento se ve afectado por el grado de


malignidad de las células tumorales, la cantidad de tumor extirpado y su estado de salud
general. La edad también desempeña un rol clave en el resultado. Los adultos más jóvenes
y los niños tienden a tener un mejor pronóstico.

Debido a que estos tumores pueden crecer en tejido circundante, los astrocitomas
anaplásicos y los glioblastomas pueden ser muy difíciles de tratar.
Sin tratamiento, estas células tumorales agresivas se multiplican rápidamente. El objetivo
del tratamiento es enlentecer ese proceso, controlar el crecimiento del tumor y mejorar la
calidad de vida.

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