Cadena de Favores
Cadena de Favores
Cadena de Favores
Valores: bondad, honradez, ayudar, altruismo
Oliver volvía a casa en su vieja
bicicleta. El día había sido duro en el
colegio, pero él estaba muy
contento porque había aprendido
un montón de cosas nuevas.
- ¿Cómo podría recompensarte por lo que has hecho por mí, muchacho?-le preguntó la señora-.
Veo que tu bicicleta es muy vieja, podría regalarte una nueva.
- No es necesario, señora -respondió Oliver, sabiendo que la señora tenía dinero de sobra-. Mi
madre dice que si todos pagásemos los favores haciendo otro favor a los demás el mundo sería un
lugar mucho más feliz. Me conformo con que ayude a alguien que lo necesite la próxima vez que
tenga ocasión y le pida lo mismo que le estoy pidiendo yo a usted.
La señora, impresionada por aquellas palabras, le dio a Oliver una tarjeta en la que aparecía su
foto, su nombre y su teléfono personal. Y se marchó con la ambulancia.
Oliver regresó a su casa y le contó a sus padres lo que había ocurrido. Cuando acabó le entregó a
su madre la tarjeta que le había dado la señora. La madre de Oliver se quedó petrificada.
- ¿Qué ocurre mamá? Parece que has visto un fantasma -dijo Oliver.
- Nada hijo -respondió la madre -. Simplemente me ha sorprendido ver que has ayudado a una
persona tan importante.
Días después la señora del accidente apareció en casa de Oliver. Cuando el muchacho la vio no
podía creer lo que veía.
- Me alegro de ver que se ha recuperado -dijo Oliver-. Pero ¿cómo ha sabido dónde encontrarme?
- Porque eres el vivo retrato de tu madre, muchacho -respondió la señora.
En ese momento apareció por allí la madre de Oliver. Ambas mujeres se abrazaron como si fueran
dos hermanas que llevaran años separadas.
- Esta señora se llama Clara, hijo mío -explicó la madre de Oliver -. Hace años me ayudó cuando
estaba embarazada de ti llevándome hasta el hospital en su coche y cuando le pregunté cómo
podía agradecérselo me respondió que…
- Espera -interrumpió Oliver-. Te dijo "si todos pagásemos los favores haciendo otro favor a los
demás el mundo sería un lugar mucho más feliz".
- Efectivamente -dijo la señora-.
Oliver entendió aquello que le había enseñado su madre ella lo había aprendido de otra persona y
comprendió que realmente el mundo era más feliz cuando los favores se agradecían haciendo algo
bueno por otra persona.