Olmo Chino
Olmo Chino
Olmo Chino
El pinzado debe realizarse con las ramas nuevas de la brotación del año, reduciéndolos a
2 ó 3 hojas durante la época de crecimiento, con el fin de equilibrar el vigor.
Como las hojas son alternas, tanto en la poda como en
el pinzado debemos tener en cuenta la dirección que
tenga la yema que nace de la primera hoja de la rama
tras la poda, de tal forma que siempre podaremos por
encima de una hoja que tenga una yema hacia el
exterior de la copa o hacia la dirección deseada.
Si a la vez que cortamos la rama, la defoliamos o sólo la
defoliamos sin podar, conseguiremos brotes interiores y renovar las ramas. El momento
adecuado para defoliar es cuando la hoja está madura tras la brotación de la primavera,
aproximadamente entre mayo/septiembre (hemisferio norte) y noviembre/marzo
(hemisferio sur). Es importante pinzar las puntas de las ramas para evitar que broten
únicamente por el extremo. Se pueden hacer varios defoliados consecutivos, si el árbol
está sano y vigoroso.
Tras el defoliado es importante colocar el árbol a pleno sol para favorecer la brotación.
En general, debemos quitar:
todos los brotes de la base del tronco,
las ramas que se cruzan,
las ramas opuestas,
las ramas que crecen muy verticales o que lo hacen hacia el interior del tronco.
Hay que tener cuidado de no podar drásticamente las raíces durante el trasplante,
podando sólo las raíces más gruesas y dejando las más finas. También hay que
aprovechar a podar las ramas no deseadas.
Entre la poda de ramas y el trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo
de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3
semanas.
Por último, recordar que la poda, el pinzado o la defoliación sólo se deben realizar si el
árbol está sano.
Alambrado
La colocación de ramas mediante el alambrado debe realizarse tras el defoliado, entre
la primavera y el otoño, vigilando las marcas del alambre en la corteza debido a la
rapidez con la que engordan y crecen.
Un árbol con aspecto de "madeja de alambre", por el exceso de éste, pierde todo el
aspecto de vivo y no es un mejor ejemplar como bonsai. Por favor, alambra lo justo y
sólo cuando otras técnicas de modelado no puedan utilizarse o no hayan conseguido los
efectos deseados.
Enfermedades y parásitos más comunes
Las plagas y enfermedades más frecuentes son:
Cochinilla: insecto chupador de savia de forma plana y redondeada (hembras) o
alargada y rectangular (machos). (Ver: ¿Cómo combatir a la cochinilla?)
Pulgón: como la cochinilla, es un insecto chupador de savia generalmente de color
marrón o negro, de unos 3 mm de longitud y agrupado sobre los brotes tiernos y
en colonias muy densas protegidas por hormigas que recogen el rocío meloso que
secretan éstos. (Ver: ¿Cómo combatir al
pulgón?)
Clorosis: provocada por la falta de hierro y
manganeso, que afecta a la formación de la
clorofila y, por tanto, al crecimiento de la
planta por imposibilidad de realizar la función
clorofílica de forma adecuada. (Ver ¿Cómo
combatir la clorosis?)
Araña roja: pequeño ácaro que ataca en ambientes secos y calurosos mal
ventilados y que produce un debilitamiento progresivo sobre la planta. Las hojas
amarillean y se observan pequeñas picaduras. (Ver: ¿Cómo combatir a la araña
roja?)
Hongos: las más frecuentes son las antracnosis, grafiosis (especie de "trombosis"
de los vasos que conducen la savia), roya y abolladura de las hojas. (Ver ¿Cómo
combatir a los hongos?)
Mosca blanca: insecto chupador de savia que suele concentrarse en el envés de
as hojas nuevas y tiernas. (Ver: ¿Cómo combatir la mosca blanca?)
En cualquier caso, debemos recordar que si necesitamos emplear algún tratamiento
fitosanitario, éste debe ser específico contra la plaga o enfermedad y constante en el
tiempo hasta eliminarla completamente.
Recordad, que el cultivo adecuado de nuestro árbol nos evitará tener que usar
productos químicos que provocan:
riesgos para nuestra salud,
un gasto innecesario y
la contaminación del medioambiente.
Temas relacionados:
Insecticidas para plantas
¿Cómo usar productos químicos?
Reproducción
Se puede reproducir con facilidad mediante:
Esquejes tiernos o semileñosos, de unos 10 cm.,
al comienzo de la primavera.
Acodo aéreo al comienzo del verano.
Temas relacionados:
El bonsai a partir de la propagación de otras plantas
Acodo de un ficus
Curiosidades
El olmo chino (Ulmus parvifolia) debe su nombre al
nombre latino de estos árboles y de su madera,
ulmus, que a su vez tiene un origen indogermánico
procedente de la raíz el-, ol- = rojo anaranjado,
amarillo, debido al color de su madera recién cortada.
Otros autores creen que el término latín tiene su
origen en el vocablo celta elm o ulm, con el que hoy en
día se denomina en inglés.
Su nombre común alude al origen de esta especie, que
es el sureste asiático (China, Japón y Corea.)
La mitología y las leyendas japoneses dicen que los olmos fueron los primeros árboles en
aparecer en la Tierra para proveer de leña al fuego de los hombres. Curiosamente, las
raíces secas de los olmos producen chispas al frotarse entre ellas.
En general la madera de los olmos ha sido muy
apreciada siempre debido a su dureza, tan dura como
la del roble, fácil de traba y resistente a la humedad y
los golpes, motivo por el que se llegó a utilizar para la
construcción de barcos.
La corteza de los olmos, especialmente del Ulmus
minor, se utiliza en medicina natural por su gran
cantidad de taninos, como:
astringente contra la diarrea,
calmante de los dolores reumáticos,
remedio para eccemas de la piel,
y contra la teniasis.
A pesar de sus posibles aplicaciones médicas, nunca
debemos utilizar ninguna parte de este árbol para
automedicarnos, recordando que sólo un médico es la persona experta que puede
indicarnos un tratamiento específico como remedio o alivio de alguna dolencia o
enfermedad.