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Hora Santa.

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HORA SANTA

SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA


“NO TENGAN MIEDO DE ABRIR LAS PUERTAS DE SU CORAZÓN A
CRISTO”.
Canto: 315
Sacerdote: Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, eres nuestra Salvación; socorre
nuestros pueblos con la fuerza de tu amor, nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu
rebaño, queremos renovarnos con la fuerza de tu amor. Transfórmanos, para que con
la fuerza de tu Palabra salgamos victoriosos frente a las tentaciones del maligno
enemigo.
Todos: (Padrenuestro)
Presidente: Señor Jesús, Tú eres nuestra paz; Eres nuestro consuelo en el
sufrimiento. Fortalécenos; haznos capaces de ser testigos de tu compasión, de te
perdón. Úngenos con tu amor para liberarnos del dominio del mal; para no tener
miedo y abrirte las puertas de nuestro corazón.
Todos: (Padrenuestro)
Presidente: Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, Eres nuestro compañero en el camino;
Luz en nuestra oscuridad. Infunde en nuestros corazones la esperanza, para
sacudirnos el yugo del miedo que nos paraliza. Fortalécenos para que en el itinerario
cuaresmal te contemplemos como el Señor de nuestra vida, la misma vida que
recibimos cuando renacimos en el agua y el Espíritu.
Todos: (Padrenuestro)
Oremos
Sacerdote: Señor, Padre Santo que en Jesucristo, tu Hijo, presente realmente en la
Eucaristía, nos das el testimonio más grande de la fidelidad de tu amor, te pedimos
que nos concedas en esta cuaresma, que la escucha atenta de tu Palabra ilumine
nuestras vidas para descubrir y vencer las tentaciones del maligno enemigo y
superados nuestros miedos podamos sobrellevar los momentos marcados por el
dolor y el sufrimiento y perseverar como hijos tuyos dando testimonio de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Adoración personal.
Canto: 114
Del Evangelio según san Mateo 4,1-11
«En aquel tiempo, Jesús fue conducido al desierto por el Espíritu para ser tentado
por el demonio. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin
sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, di que estas
piedras se conviertan en panes." Pero él le contestó, diciendo: "Está escrito: "No
sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo pone en la parte más alta del
templo y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, trate abajo, porque está escrito: "Encargará
a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no
tropiece con las piedras."" Jesús le dijo: "También está escrito: "No tentarás al
Señor, tu Dios."
Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y, mostrándole los reinos del mundo y
su gloria, le dijo: "Todo esto te daré, si te postras y me adoras." Entonces le dijo
Jesús: "Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a solo a
él le servirás." Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles para servirle.»
Palabra del Señor.
3. Meditación
Acero: El día que fuimos bautizados sobre nuestro pecho se nos ungió para “darnos
la fuerza de Cristo Salvador”; así fuimos arrancados de las tinieblas y fuimos
trasladados al reino de la luz. Para poder vencer el miedo y abrir las puertas a Cristo,
habrá que renovar esta fuerza bautismal para vencer al tentador. ¿Estoy dispuesto a
renovarme consciente que poseo la fuerza de Cristo para vencer los miedos
provocados por la insidia del maligno?
Ortiz: El Papa Benedicto XVI en su mensaje de cuaresma nos dice:
«El itinerario cuaresmal subraya nuestra condición de hombre en esta tierra. La
batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a la misión de Jesús, es una
invitación a tomar conciencia de la propia fragilidad para acoger la Gracia que
libera del pecado e infunde nueva fuerza en Cristo, camino, verdad y vida. Es una
llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de
Jesús y en unión con él, una lucha «contra los Dominadores de este mundo
tenebroso» (Ef 6, 12), en el cual el diablo actúa y no se cansa, tampoco hoy, de
tentar al hombre que quiere acercarse al Señor: Cristo sale victorioso, para abrir
también nuestro corazón a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del
mal.»
Canto: 328

4. Oración
 ¿Qué palabras me brotan del corazón después de contemplar este texto del
Evangelio?
 Ante la presencia de Jesús sacramentado abre tu corazón a la esperanza y
déjate guiar por Cristo para vencer las seducciones del mal.
 Descubro ante Jesús mis miedos que me impiden abrirle las puertas de mi
corazón para que el me da la valentía y la audacia para mantener viva mi
esperanza.
Compromiso: Signo del compromiso frente a la cruz.
Sacerdote: Ahora hermanos elevemos nuestras súplicas confiadas a Dios para pedir
por su Iglesia y por las necesidades de todos los hombres.

Todos: En ti Jesús está nuestra esperanza.


Por la Iglesia; para que, fortalecida con el pan de la palabra de Dios, no caiga en la
tentación de confiar en poderes y medios extraños a su misión en el mundo,
roguemos al Señor.
Por todos los creyentes que toman en serio su fe para que crezcan y maduren en la
ella, roguemos al Señor.
Por los pueblos subdesarrollados, incapaces, por carencias de medios, de solucionar
sus graves problemas; para que encuentren la ayuda fraterna de los países más
desarrollados, Roguemos al Señor.
Por nosotros, aquí reunidos, que hemos escuchado en este retiro que “no sólo de pan
vive el hombre”; para que se nos despierte el hambre por la Palabra de Dios.
Roguemos al Señor.
Por nuestra Provincia para que en su caminar no se deje seducir por las tentaciones
del camino y reafirme su convicción de que “sólo se debe adorar al Señor y sólo a él
se debe servir”. Roguemos al Señor.
Sacerdote: Acude en ayuda de nuestra debilidad durante esta cuaresma que apenas
iniciamos, Dios Salvador nuestro, como hiciste con los israelitas en el desierto y con
Jesús en aquel tiempo que te consagró de ayuno, por el mismo Jesucristo nuestro
Señor.
Todos: Amén.

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