Tesis 2 Marco Teorico
Tesis 2 Marco Teorico
Tesis 2 Marco Teorico
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
DEPARTAMENTO DEL NIÑO Y ORTOPEDIA DENTOMAXILAR
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
CIRUJANO-DENTISTA
TUTOR PRINCIPAL
TUTOR ASOCIADO
Prof. Dra. Marie-Claire Hempel Leyton
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
CIRUJANO-DENTISTA
TUTOR PRINCIPAL
TUTORES ASOCIADOS
Prof. Dra. Marie-Claire Hempel Leyton
Mis más sinceros agradecimientos al profesor Cristian Vergara por permitirme ser
parte de este proyecto, por su compromiso y apoyo constante, pero principalmente
por haberme dado la oportunidad de reconciliarme con este proceso simbólico tan
importante en mi vida universitaria. De la misma forma agradezco a la profesora
Marie-Claire Hempel por su compromiso con nuestro trabajo.
Papá, muchas gracias por enseñarme valores fundamentales que tanto me sirvieron
para sortear los obstáculos que se me presentaron. Mamá, no podría haber
conseguido nada de esto si no fuese por ti, por tus consejos en los momentos más
difíciles, o tu incansable preocupación llena de hermosos detalles en el día a día.
Los amo profundamente.
A cada uno de mis amigas y amigos, que sin duda alguna hicieron que esta etapa
fuese la más hermosa e inolvidable, atesorare cada recuerdo, pero más aún la
amistad sincera que tuve el privilegio de recibir.
Y para finalizar quiero darle las gracias a la Danza por enseñarme una nueva forma
de ver la vida, por ser mi refugio y mi gran inspiración.
INDICE
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 1
MARCO TEÓRICO .................................................................................................. 3
1. Sistema Estomatognático y Articulación Temporomandibular. ............................ 3
1.1. Anatomía funcional de la ATM. ......................................................................... 4
1.2. Biomecánica de la ATM. ................................................................................... 7
2. Trastornos temporomandibulares (TTM). ............................................................ 8
2.1. Terminología y clasificación de los TTM. .......................................................... 8
2.2. Epidemiología de los TTM. ............................................................................... 9
2.3. Etiología de los TTM. ...................................................................................... 10
2.4. Signos y síntomas de los TTM. ....................................................................... 12
3. Generalidades de oclusión dentaria y morfología facial. .................................... 15
3.1. Clase Esqueletal. ............................................................................................ 17
3.2. Biotipo Facial. ................................................................................................. 21
4. Morfología facial y TTM. .................................................................................... 28
HIPÓTESIS. ........................................................................................................... 31
OBJETIVO GENERAL. .......................................................................................... 31
OBJETIVOS ESPECÍFICOS. ................................................................................. 31
METODOLOGÍA. ................................................................................................... 32
RESULTADOS....................................................................................................... 35
1. Características demográficas de la muestra. ..................................................... 35
2. Características de morfología facial de la muestra. ........................................... 36
3. Prevalencia de signos y síntomas de TTM. ....................................................... 36
4. Asociación entre prevalencia de signos y síntomas de TTM y parámetros de
morfología facial..................................................................................................... 41
DISCUSIÓN ........................................................................................................... 57
CONCLUSIONES .................................................................................................. 61
LIMITACIONES Y SUGERENCIAS ....................................................................... 63
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS....................................................................... 64
ANEXOS ................................................................................................................ 71
Anexo N°1: Acta de aprobación de protocolo de investigación. ............................ 71
Anexo N°2: Consentimiento informado pacientes de Postítulo de Ortodoncia y
Ortopedia Dento Maxilo Facial de la FOUCH. ....................................................... 73
Anexo N°3: Cuadro resumen de estudios que investigan la relación entre los
signos y síntomas de TTM y parámetros de morfología facial. .............................. 74
RESUMEN
La etiología de los TTM aún no está bien definida, aunque existe consenso en
considerarla de origen multifactorial con un fuerte componente biopsicosocial.
Algunos autores han descrito como factores etiológicos de los TTM las alteraciones
a nivel estructural y funcional del complejo cráneo-facial, acotando que ciertas
morfologías faciales podrían ser menos adecuadas para soportar sobrecargas,
debido a los vectores de fuerza muscular desfavorables que actúan sobre la ATM.
INTRODUCCIÓN
La etiología de los TTM aún no está bien definida, aunque existe consenso en
considerarla de origen multifactorial con un fuerte componente biosicosocial, donde
los rasgos de personalidad y el estrés emocional desempeñarían un importante
papel (Taboada y cols., 2004).
Los factores oclusales durante años han figurado como una causa significativa en
el desarrollo de los TTM, sin embargo, actualmente los múltiples estudios han
permitido llegar al acuerdo de que estos factores tienen cada vez menos relevancia
en la etiología de los TTM (Firmani y cols., 2013).
Este trabajo tiene como objetivo conocer la prevalencia de signos y síntomas de TTM
y su asociación con parámetros de morfología facial; Clase esqueletal y Biotipo facial,
de los pacientes ingresados al Postítulo de Ortodoncia y Ortopedia Dento Maxilo Facial
de la FOUCH entre los años 2013 y 2015. Con el fin de aportar información relevante
en la etiología, prevención y protocolo terapéutico de estos desordenes.
3
MARCO TEÓRICO
• Componente esquelético
• Componente neuromuscular
• Articulación temporomandibular (ATM)
• Oclusión
• Periodonto
Disco articular: es una lámina ovalada formada por tejido conectivo fibroso y
denso, desprovisto de inervación e irrigación, a excepción de la porción más
periférica que se encuentra ligeramente inervada. Su superficie antero - superior es
de forma cóncavo - convexa, acomodándose a la eminencia articular y fosa
mandibular respectivamente. Y su superficie postero - inferior es cóncava y está en
relación al cóndilo mandibular. Sus bordes externos se encuentran conectados a la
capsula articular, dividiendo la articulación en dos compartimentos: uno superior o
supradiscal, y otro inferior o infradiscal (Manns y Diaz, 2000; Okeson, 2008).
La morfología del cóndilo y la fosa mandibular determinan la forma exacta del disco,
y su flexibilidad durante el movimiento le permite adaptarse a las exigencias
funcionales de estas superficies articulares sin alterar su forma. Sin embargo,
fuerzas destructoras o cambios funcionales en la articulación pueden alterar de
forma irreversible la morfología del disco, produciendo cambios biomecánicos
durante su función (Okeson, 2008).
Zona posterior: con 3-4 mm de grosor es la zona más gruesa de todas, situada en
el fondo de la fosa mandibular.
Figura N°2: Disco articular proyección lateral; ZP = zona posterior, ZI = zona intermedia, ZA = zona
anterior. Okeson (2008).
Cuando la boca está cerrada la tracción que genera la lámina retrodiscal superior
sobre el disco articular es mínima. A medida que se inicia la apertura mandibular el
cóndilo es traccionado hacia eminencia articular y la lámina retrodiscal superior se
distiende y la vez crea fuerzas de retracción sobre el disco, las que en posición
mandibular completamente avanzada se vuelven máximas. Sin embargo, la
retracción excesiva del disco durante su retorno es impedida por dos factores: la
8
Del mismo modo, con el fin de estandarizar los criterios diagnósticos y así aumentar
la coherencia entre los diferentes estudios a realizar, en el año 1992 se introducen
los Criterios Diagnósticos de investigación (CDI/TTM). Los CDI/TTM abordan estos
trastornos a través de dos ejes: El Eje I clasifica según el diagnóstico físico de TTM,
y el Eje II evalúa el aspecto conductual, psicológico y social del paciente.
Permitiendo por ejemplo que un individuo reciba más de un diagnóstico especifico
(Dworkin y LeResche, 1992).
1. Diagnóstico de músculos
a. Dolor miofascial
b. Dolor miofascial con limitación de apertura
2. Desplazamiento del disco
a. Desplazamiento del disco con reducción
b. Desplazamiento del disco sin reducción, con limitación de apertura.
c. Desplazamiento del disco sin reducción, sin limitación de apertura
3. Artralgia, artritis, artrosis
a. Artralgia
b. Osteoartritis de la ATM
c. Osteoartrosis de la ATM
gran variabilidad en sus cifras, sin embargo, todos concuerdan en la alta prevalencia
de sus signos y síntomas encontrados en la población general (Egermark-Eriksson
y col., 1997; Wahlund y cols., 1998).
Los desórdenes de la ATM pueden llegar a ser la causa más común de dolor facial
después del dolor dental, afectan con mayor frecuencia al sexo femenino en una
relación que va desde 2:1 a 4:1, y el rango de edad predominante comprende los
20 a los 40 años (Grau y cols., 2005).
Estrés emocional: cerca del 75% de los pacientes con algún trastorno en la ATM
ha demostrado tener alguna alteración psicológica significativa. Esto se explicaría
porque el aumento del estrés emocional actúa de forma sistémica aumentando la
tonicidad muscular a nivel global, y reduciendo la capacidad de tolerancia fisiológica
del paciente, por lo que la ansiedad, el estrés y otros trastornos emocionales pueden
exacerbar los síntomas de TTM, especialmente en pacientes con dolores crónicos
(Okeson, 2008; Buescher, 2007).
Dolor profundo: estímulos dolorosos como una odontalgia, dolor sinusal, otalgia o
incluso un dolor localizado en otra parte del cuerpo tienen la capacidad de excitar a
nivel central el tronco encefálico, produciendo una co-contracción protectora a nivel
muscular, lo que podría manifestarse clínicamente como una limitación de la
apertura bucal y por consiguiente un TTM (Okeson, 2008).
Los diversos factores pueden tener al mismo tiempo más de un efecto, esto en
respuesta a los diferentes niveles de tolerancia fisiológica de los individuos. Y el
éxito del tratamiento dependerá de la correcta identificación y control de estos
factores (Okeson, 2008).
Una oclusión ideal además de una adecuada relación dentaria también estará
acompañada de una distribución normal de las fibras periodontales y de las
estructuras óseas alveolares, de un crecimiento armónico de los huesos maxilares,
de un apropiado funcionalismo y de un sistema neuromuscular equilibrado. Estas
16
Podemos inferir entonces que cualquier desviación de la oclusión normal puede ser
calificada como “maloclusión”, sin embargo, lo normal y lo “maloclusivo” debe
entenderse como un hecho biológico que difícilmente puede separarse. Por lo que
entre lo normal y lo anormal existirá un matiz individual para cada paciente (Canut,
2000).
17
El concepto de “Clase Esqueletal” busca describir la relación sagital del maxilar con
la mandíbula, y la clasifica en tres tipos diferentes (Figura N°3):
Figura N°3: Clases Esqueletales, de izquierda a derecha: Clase I Esqueletal, Clase II Esqueletal,
Clase III Esqueletal. Gregoret (1998).
• Silla (S): punto localizado en el centro de la silla turca del hueso esfenoides.
• Nasion (N): intersección de la sutura nasal y nasofrontal.
• Punto A: punto localizado en la zona de mayor concavidad de la curva que
une la espina nasal anterior y la cresta del proceso alveolar maxilar.
• Punto B: punto más posterior sobre la curvatura anterior de la mandíbula, se
sitúa verticalmente entre Pogonion y el reborde alveolar inferior.
Se utiliza el plano SN (Silla – Nasion) como base para medir otros ángulos, por su
fácil localización y la pequeña variación de sus puntos en el cefalostato.
– Nasion – Punto B), que resulta de la diferencia encontrada entre los ángulos SNA
(Silla – Nasion – Punto A) y SNB (Silla – Nasion – Punto B), que se describen a
continuación (Figura N°4):
Ángulo SNA: Este ángulo describe la posición del maxilar. El valor establecido
como normal es 82° ± 2°, un ángulo mayor indica una protrusión maxilar, y un ángulo
menor indica retrusión maxilar.
Figura N°4: De izquierda a derecha: ángulo SNA, SNB y ANB. Cauvi y cols. (2007).
20
Utiliza los puntos A y B por ser próximos y representativos de las bases apicales, y
los proyecta en el plano oclusal. De este modo no interfieren la inclinación y longitud
de la base del cráneo en la interpretación de la convexidad facial (Fernández y Da
Silva, 2009).
Para obtener esta medida, se trazan líneas perpendiculares a partir de los puntos A
y B hasta el plano oclusal, determinado por la línea de máxima intercuspidación de
los dientes posteriores, formando los puntos AO y BO. La distancia entre estos dos
puntos en el plano oclusal representa la evaluación Wits. Cuando el punto AO se
encuentra delante del punto BO Wits toma un valor positivo, como en los casos de
retrusión mandibular. Por el contrario, cuando el punto AO se encuentra detrás de
BO el valor de Wits se considera negativo, describiendo una protrusión mandibular
(Figura N°5).
Figura N°5: Evaluación Wits AO-BO, de izquierda a derecha: Clase I Esqueletal, Clase II Esqueletal,
Clase III Esqueletal. Cauvi y cols. (2007).
Biotipo Dólicofacial: Este patrón describe caras largas y estrechas con perfil
convexo, y arcadas triangulares. Posee musculatura débil y dirección de crecimiento
vertical bastante desfavorable, y se asocia con maloclusiones Clase II División 1 de
Angle (Gregoret, 1998).
Para la determinación del biotipo facial Ricketts crea el índice VERT, que es un
coeficiente de variación que establece numéricamente el tipo y cantidad de
crecimiento vertical del tercio inferior del rostro, provocado por la rotación posterior
o anterior de la mandíbula (Del Villar, 1980). Para esto utiliza 5 ángulos que
relacionan la posición mandibular, y para determinarlos se utilizan los siguientes
puntos y planos cefalométricos:
23
• Dc: Punto que representa el centro del cóndilo sobre el plano Ba – Na.
• Gnation (Gn): Punto ubicado en la intersección del plano Na-Pg con el plano
mandibular.
• Gonion (Go): Intersección de la tangente al borde posterior de la rama y la
tangente al borde inferior del cuerpo mandibular.
• Eje del cuerpo mandibular: Línea que va desde el punto Xi al punto Pm. Es
de referencia para evaluar el tamaño y morfología mandibular.
• Eje del Cóndilo: Línea que va desde el punto Xi al punto Dc. Se utiliza para
describir la morfología de la mandíbula.
• Plano Xi – ENA: Línea que une ambos puntos.
25
Eje facial (Figura N°8): Describe la dirección del crecimiento del mentón y expresa
la relación de altura facial con la profundidad de la cara. Corresponde al ángulo
formado por el plano eje facial y plano Ba-Na.
Su valor normal es 47° ± 4°, es constante con la edad, y valores menores a 47°
corresponden al biotipo braquifacial y mayores al biotipo dolicofacial.
Su norma es de 26° ± 4° a los 9 años y aumenta 0.5° por año. Valores mayores a
26° corresponden al biotipo braquifacial y menores al biotipo dolicofacial.
Figura N°9: Ángulo del plano mandibular, altura facial inferior y ángulo del arco mandibular. Tillería
(2011).
Estos ángulos se comparan con los valores de la norma que está ajustada a la edad
del paciente. Si los valores tienden a dolicofacial se coloca un signo negativo, si
tienden a braquifacial se coloca un signo positivo, y si está en la norma se coloca
cero. Luego se calcula la diferencia entre la norma y la medida del paciente, cifra
que se acompaña del signo correspondiente, luego es dividida por la desviación
27
Para obtener un VERT más exacto, pasado los 9 años se puede individualizar la
norma según la edad del paciente, ya que tres de los cinco factores descritos sufren
variaciones con la edad (Tabla 2). Este ajuste se realiza hasta los 14 años en
mujeres y hasta los 16 años en varones, edades en que se considera prácticamente
finalizado el crecimiento (Gregoret, 1998; Ricketts y cols.1983).
Algunos autores destacan entre los diferentes factores etiológicos de los TTM las
características estructurales y funcionales, dándole relevancia a condiciones que no
suelen mencionarse en las clasificaciones más usadas (Carlsson y
Magnusson,1999). Respecto a los factores estructurales, los cambios en el tamaño
y forma de los componentes craneofaciales influirían directamente en la función del
sistema masticatorio, por lo que diversos estudios han sugerido una asociación
entre patrones de crecimiento vertical craneofacial, asimetrías mandibulares, y
desarrollo de signos y síntomas de TTM (Ramirez y Espinosa, 2015; Fuentes y cols,
2006).
Costen realizó estudios enfocados en conocer el rol que los factores oclusales
tienen en el desarrollo de las alteraciones de la ATM. La primera asociación describe
un cuadro de síntomas que incluían otalgia, tinitus y/o dolor a nivel del seno maxilar,
asociado a una pérdida de soporte oclusal dentario y consecuente cambio
anatómico de la ATM (Costen 1934, García-Fajardo y cols., 2007). A pesar de que
este estudio se basó en un número muy reducido de casos, la profesión
odontológica comenzó a tratar pacientes con terapia de planos oclusales para la
reducción de síntomas.
Pero es en 1988 que Green y Laskin publican una lista de 10 mitos en este campo
que aún después de 20 años, es motivo de controversias entre los ortodoncistas:
29
Este hallazgo en la alteración del ángulo ANB también fue descrito en pacientes con
enfermedad degenerativa bilateral de la ATM (Gidarakou y cols., 2003a), y con
desplazamiento discal bilateral con y sin reducción (Gidarakou y cols., 2002;
Gidarakou y cols., 2004a). A diferencia de lo encontrado en pacientes con
desplazamiento discal unilateral con reducción donde ambas bases dentales se
encontraron retroposicionadas, acompañado de otras alteraciones en la morfología
craneofacial (Gidarakou y cols., 2004b).
HIPÓTESIS.
OBJETIVO GENERAL.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
METODOLOGÍA.
Tipo de estudio
Universo y muestra
El universo de este estudio está constituido por todas las fichas clínicas de los
pacientes que ingresaron al Postítulo de Ortodoncia y Ortopedia Dento Maxilo Facial
de la FOUCH entre los años 2013 y 2015, lo que corresponde a 1216 fichas clínicas.
Criterios de inclusión:
• Fichas clínicas de pacientes ingresados entre los años 2013 y 2015.
• Fichas clínicas completas, en las cuales los datos se pudieron leer con
claridad.
• Fichas clínicas de pacientes sin historia previa de ortodoncia.
Criterios de exclusión:
• Fichas clínicas de pacientes en dentición temporal.
• Fichas clínicas de pacientes que presentaron factores de riesgo de TTM:
bruxismo, trauma en región maxilomandibular y enfermedades sistémicas
que pudieron afectar el funcionamiento articular (artritis, artrosis,
osteoporosis, reumatismo, lupus, etc).
• Fichas clínicas de paciente que presentaron algún síndrome que
comprometía la ATM (Síndrome de Goldenhar, microsomía hemifacial).
33
Aspectos éticos
Este estudio cabe en el marco del PRI-ODO 06/016 que fue aprobado por el Comité
de Ética Científico de la Facultad de Odontología (Anexo N°1).
Procedimientos
Análisis de resultados
Los datos requeridos de las fichas clínicas para este estudio fueron extraídos de la
planilla Excel® original, considerando la siguiente información: identificación del
paciente, sexo, edad, Clase Esqueletal y signos y síntomas de TTM. Se realizó la
tabulación en el programa Excel® 2013, y el análisis estadístico de los datos en el
programa Stata® versión 14 S/E.
RESULTADOS
De un total de 903 fichas clínicas, 516 fichas correspondieron a pacientes del sexo
femenino equivalente al 57,1% de la muestra, y 387 a pacientes del sexo masculino
equivalente al 42,9% (Gráfico N°1).
El rango de edad de los pacientes fluctuó entre los 6 y los 60 años, con un
promedio de 16,9 años. El mayor número de pacientes se concentró en el
grupo de adolescentes entre los 10 y 19 años y el menor en el grupo de adultez
entre los 41 y los 60 años (Gráfico N°2).
1,43% 9,29%
Escolar (6-9 años)
Masculino Femenino
Gráfico N°1 y Gráfico N°2: Distribución de la muestra de fichas clínicas de pacientes examinados
en el Postítulo de Ortodoncia y Ortopedia Dento Maxilo Facial entre los años 2013 y 2015, según
sexo y grupo etario.
36
19,60%
Gráfico N°3 y N°4: Distribución de la muestra según Clase Esqueletal y Biotipo Facial.
97,89% 98,96%
97,09%
2,90% 1,03%
2,10% Femenino Masculino
Gráfico N°5 y N°6: Prevalencia de dolor del total de la muestra, y distribuida según sexo.
Los Ruidos articulares corresponden a los signos consignados como ruido articular
y salto articular en la ficha clínica, detectados en apertura y/o cierre, tanto en ATM
derecha como izquierda. La prevalencia de ruidos articulares en el total de la
muestra fue de 17,82% lo que corresponde a 161 pacientes. De este total un 61,49%
presento ruidos articulares, 27,95% presento saltos articulares y un 10,55%
presento ambos signos.
Afectó en mayor proporción al sexo femenino con un 22,09% del total de mujeres,
comparado con un 12,14% del total de hombres (Gráficos N°7 y N°8, Tabla N°III y
N°IV). Para las variables Ruidos articulares y Sexo se encontró una asociación
estadística con un OR de 2,05 y un p = 0,00.
22,09%
12,14%
17,82%
Femenino Masculino
con ruidos articulares sin ruidos articulares Con ruidos articulares Sin ruidos articulares
Gráficos N°7 y N°8: Prevalencia de ruidos articulares del total de la muestra, y prevalencia de
ruidos articulares distribuidos según sexo.
38
Femenino Masculino
Dinámica alterada Sin dinámica alterada Dinamica alterada Dinamica sin alteración
Gráficos N°9 y N°10: Prevalencia de dinámica alterada del total de la muestra, y prevalencia de
dinámica alterada distribuida según sexo.
Tabla N°3: Distribución de la muestra según presencia o ausencia de signos y síntomas de TTM,
en número y porcentaje.
Tabla N°4: Distribución de la muestra según presencia o ausencia de signos y síntomas de TTM
distribuidas según sexo, en número y porcentaje.
Tabla N°5: Presencia o ausencia de al menos un signo y/o síntoma de TTM distribuido según
sexo, en número y porcentaje.
Total de N° con ≥1 signo % con ≥1 signo y/o N° sin signo % sin signo y/o
individuos y/o síntoma síntoma y/o síntoma síntoma
903 407 45,07% 496 54,92%
F M F M F M F M F M
516 387 268 139 51,93% 35,91% 248 248 48,06% 64,08%
40
48,06%
64,08%
51,93%
35,91%
Femenino Masculino
Gráficos N°11: Presencia de al menos un signo y/o síntoma de TTM, distribuido según sexo.
Tabla N°6: Presencia o ausencia de al menos un signo y/o síntoma de TTM distribuido según
grupo etario, en número y porcentaje.
43,98% 38,46%
56,99%
75%
56,01% 61,53%
43%
25%
Escolar Adolescente Adulto Adultez
Gráficos N°12: Presencia de al menos un signo y/o síntoma de TTM, distribuido según grupo
etario.
32%
19,26%
Gráfico N°13: Distribución de presencia y ausencia de dolor del total de la muestra, organizada
según Clase Esqueletal.
Para las variables Dolor y Clase Esqueletal se encontró una asociación con un
Odds ratio (OR) de 1,3 sin significancia estadística con un p = 0,41.
27,24%
16,27%
8,85%
3,32% 5,64%
30,12%
19,93%
17,38%
12,73% 12,95%
6,86%
Gráfico N°19: Presencia de al menos un signo y/o síntoma de TTM distribuido según Clase
Esqueletal.
48
Tabla N°13: Resumen de prevalencia de signos y síntomas de TTM distribuidos según Clase
Esqueletal.
18,64%
16,94% 17,17%
Gráfico N°21: Distribución de presencia y ausencia de dolor del total de la muestra, organizada
según Biotipo Facial.
Al dividir los pacientes según sus respectivos Biotipos Faciales, podemos evaluar la
prevalencia del dolor de cada Biotipo. Como en la Tabla N°15 y el Gráfico N°22 lo
indican, la prevalencia del dolor fue más alta en los pacientes con Biotipo
Dólicofacial con un 2,43%, seguido de los Braquifaciales con un 2,06%.
50
Para las variables Dolor y Biotipo Facial no se encontró una asociación con un OR
de 0,9 y un p = 0,71.
7,53%
5,20% 5,09%
Al dividir los pacientes según sus respectivos Biotipos Faciales, podemos evaluar la
prevalencia de los ruidos articulares en cada Biotipo. Como en la Tabla N°17 y el
Gráfico N°24 lo indican, la prevalencia de los ruidos articulares fue más alta en los
pacientes Mesofaciales con un 19,26%, seguido de los Dólicofaciales con un
18,42%.
20,37%
15,72%
14,17%
11,29% 11,73%
Al dividir los pacientes según sus respectivos Biotipos Faciales, podemos evaluar la
prevalencia de la dinámica alterada en cada Biotipo. Como en la Tabla N°19 y el
Gráfico N°26 lo indican, la prevalencia de la dinámica alterada fue más alta en los
pacientes Mesofaciales con un 41,8%, seguido de los Braquifaciales con un 36,55%.
Para las variables Dinámica alterada y Biotipo Facial se encontró una asociación
con un OR de 1,04 sin significación estadística con un p = 0,54.
54
Gráfico N°27: Presencia de al menos un signo y/o síntoma de TTM distribuido según Biotipo
Facial.
Tabla N°20: Resumen de prevalencia de signos y síntomas de TTM distribuidos según Biotipo
Facial
47,54%
41,80% 44,40% 43,79%
34,68% 36,55%
19,26%
18,42% 15,86%
2,43%
1,63% 2,06%
Dolor Ruidos articulares Dinámica alterada ≥ 1 signo o síntoma
DISCUSIÓN
La etiología de los TTM está definida como multifactorial y las alteraciones a nivel
oclusal han sido ampliamente estudiadas y descritas en la literatura como un factor
preponderante en el desarrollo de estos desordenes, sin embargo, actualmente los
múltiples estudios han permitido llegar al acuerdo de que estos factores tienen cada
vez menos relevancia en la etiología de los TTM (Firmani y cols., 2013).
Por el contrario, las alteraciones a nivel estructural y funcional del complejo cráneo-
facial si bien han sido descritas por algunos autores como factores etiológicos de
los TTM (Carlsson y Magnusson,1999) acotando que ciertas morfologías faciales
podrían ser menos adecuadas para soportar sobrecargas, debido a los vectores de
fuerza muscular desfavorables que actúan sobre la ATM (Manfredini y cols., 2015),
existen escasos estudios disponibles que aborden esta relación, y las diversas
metodologías empleadas y variables resultados encontrados no han permitido llegar
a una conclusión.
En nuestro estudio el síntoma menos prevalente fue el dolor con un 2,1%, esto
puede deberse a que el principal motivo de consulta de los pacientes que acuden a
la Clínica de Ortodoncia son las malposiciones dentarias y no los signos y/o
síntomas que pueden generar los TTM, lo que también puede aplicarse para los
otros signos evaluados. Los ruidos articulares alcanzaron un 17,82%, y la
dinámica alterada fue el signo más prevalente con un 37,2%.
En este estudio, para evitar esta confusión dividimos la muestra por Clases
Esqueletales y Biotipos Faciales, para posteriormente evaluar la prevalencia de
signos y síntomas de TTM de cada subgrupo, obteniendo los siguientes resultados:
El dolor fue más frecuente en individuos Clase III esqueletal con asociación no
estadística, y en individuos con Biotipo Dólicofacial. Los ruidos articulares se
presentaron con mayor frecuencia en individuos Clase II esqueletal y en individuos
con Biotipo Mesofacial, y la Dinámica alterada se presentó en mayor proporción
en individuos Clase III esqueletal e individuos de Biotipo Mesofacial, ambos con
asociación no estadística.
Por lo que podemos destacar que, si bien en algunos casos los signos y síntomas
de TTM fueron más prevalentes en una Clase esqueletal y/o Biotipo Facial
determinado las pruebas estadísticas no demostraron asociación significativa, por
lo que no podemos sugerir que estos patrones morfológicos determinan un mayor
riesgo de desencadenar TTM.
61
CONCLUSIONES
La Clase Esqueletal más prevalente fue la Clase II, perteneciendo un 47,5% del
total de la muestra a este patrón. Le sigue la Clase III con un 32,9%, y la Clase I
alcanzó un 19,6%, siendo la menos prevalente.
El Biotipo Dólicofacial alcanzó el 40,9% del total de la muestra por lo que fue el
más prevalente, seguido del Biotipo Braquifacial un 32,1%, y del Biotipo
Mesofacial con un 27%.
El signo más prevalente fue la Dinámica alterada afectando a un 37,2% del total
de la muestra, seguido de los Ruidos articulares con un 17,82%, y el dolor con un
2,1% fue el menos prevalente. La presencia de al menos un signo y/o síntoma
afectó al 45,07% de la muestra, y el sexo femenino fue afectado en mayor
proporción con un 51,93% del total de mujeres, comparado con un 35,91% del total
de hombres, teniendo esta diferencia significancia estadística.
Ortopedia Dento Maxilo Facial de la FOUCH entre los años 2013 y 2015, esta
asociación no es extrapolable a la población.
63
LIMITACIONES Y SUGERENCIAS
1. Es importante mencionar que los datos recopilados para este estudio podrían no
proceder de una fuente estandarizada, ya que la información consignada en las
fichas proviene de diferentes examinadores con criterios clínicos modelados por el
Postitulo, pero no necesariamente calibrados para este estudio.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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function of the temporomandibular joint. Ann Otol Rhinol Laryngol 43:1–15.
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skeletal morphology in orthodontic patients with TMJ disc displacement. Acta
odontológica Scandinavica. Vol 72: 776-782.
Luther F (2007). TMD and occlusion part I. Damned if we do? Occlusion: the
interface of dentistry and orthodontics. Br Dent J. Vol 13:202–209.
Pereira L, Duarte G, Rigoldi B, Midori C, Van der Bilt A (2007). Muscle thickness,
bite force and craniofacial dimensions in adolescents with signs and symptoms of
temporomandibular dysfunction. European Journal of Orthodontics. 29:72-78.
ANEXOS
Anexo N°3: Cuadro resumen de estudios que investigan la relación entre los
signos y síntomas de TTM y parámetros de morfología facial.
Dibbets y 122 niños entre Estudio Maxilar y mandíbula Ni los síntomas ni los
cols., 10 – 15 años. longitudinal de retruida en niños patrones se
1985. 9 años. con síntomas. mantuvieron
constantes, por lo
que no existe una
relación coherente.
disco y la
maloclusión
pueden
relacionarse
con los TTM.