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Yermolinsky 1

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26 EL CAMINO HACIA EL PROGRESO EN AJEDREZ

36 llJd6 43 �d4 l:l.el


Pensé que 36 lt)e5 l:lxh4+ 37 'ili>g3 l:l.d4 me 44 i.d3
habría dejado con las manos vacías: En principio, las blancas quisieran clavar el
a) 38 JLxb5 l:.d5 =. peón negro en g6, pero estaba temeroso de más
b) 38 JLxg6 l:.d5 39 f4? (39 <¡f¡¡f4 'ili>f6 40 sorpresas después de 44 f4 l:l.g1 45 i.c6 l:l.c l 46
lt)c6 ! es lo que omití; las blancas conservarían 'ili>d5 <¡f¡¡e 7, y elegí el camino más seguro - un
excelentes posibilidades de victoria) 39 . . . l:l.xe5 buen ejemplo de cómo mi personalidad 'de do­
40 fxe5 ..ti>xg6 41 �f4 b4 42 ci>e4 b3 43 <i>d3 ble signo menos' toma el control en las posicio­
'ili>f5 , empatando. nes ganadoras.
e) 38 f4 b4 39 1Lxg6 b3, y después que las 44 gS
negras ganen una pieza a cambio de su peón pa­ 45 lt)dS 'iti>g7
sado, las blancas solamente tendrían dos peo­ 46 lt)e3 'ili>t'6
nes por la calidad, lo cual no es suficiente para 47 ..ti>e4 :tal
ganar. 48 lt)g4+ ..ti>g6
36 49 'ita>eS+ �g7
37 c¡f¡lg3 50 g3 l:l.a2
38 lt)e8+ 51 'iti>e6 l:l.a3 (D)
39 JLxbS
É sta es la única forma que encontré para eli­
minar el peón pasado negro. Irónicamente, he
puesto mis piezas en una situación graciosa. B
Una jugada, esto es 39 . . . ..ti>e7, habría enviado a
las blancas a ir a la pesca de posibilidades re­
pletas de dificultades después de 40 lt)c7 <i>d6
4 t lt)a6 g5 42 ci>f3 :r.d2 43 <i>e3 l:.b2.
Gregory Serper tenía solamente unos segun­
dos en su reloj .
39 l:ldS? (D)

B
52 lt)eS
Con todo, no había nada malo en la estrate­
gia directa: 52 JLe4 l:l.a6+ 53 'ili>f5 l:.a5+ 54 lt)e5
l:.b5 55 f4, pues el peón alfil gana fácilmente,
aunque podría haber algunos peligros, y más
tarde el trabajo de dar jaque mate con alfil y
caballo en una partida a guillotina. No me preo­
cupaba esta última - ninguna persona con au­
toestima debiera estarlo - pues pensé que
siempre podría volver a dicho plan, en tanto es­
tuviera adelante en el reloj . Los controles de
Ahora las blancas están ganando hábilmen- tiempo a muerte súbita han traído una nueva di­
te, o al menos eso es lo que pensé. mensión al ajedrez de torneo.
40 lbc7 l:l.gS+ En la última ronda del Abierto de Norteamé­
41 'it>f3 :t'S+ rica de 1 997 en Los Angeles me encontré de­
42 <i>e3 l:l.eS+ fendiendo el célebre final de ll+i. contra :
TENDENCIAS, MOMENTOS CRUCIALES Y CAMBIOS EMOCIONALES 27

frente a Larry Christiansen, teniendo cerca de 65 ti:ld5 .l:ta6+


15 minutos disponibles en mi reloj . Habitual­ 66 'íiif5 'íith6
mente la gente deja de registrar las jugadas tan 67 �g4 l:a5
pronto como uno de los jugadores dispone de 68 tt:le3 l:a7
cinco minutos, ¡ pero caí en la cuenta que yo no 69 tt:lf5+ 'íitg6
podría hacerlo ! Porque si dejaba de anotar, no Las negras están pendientes de un hilo. Si
podría reclamar nada, y la regla de las 50 juga­ fuera su tumo de jugar, tendríamos una bonita
das podría extenderse en la práctica a 200 juga­ situación de zugzwang: 70 . . . 'iitf6 7 1 tt:le3 segui­
das. Habiendo hecho algunos cálculos mentales, da de 72 ti:ld5 ; 70 . . . l:c7 7 1 ti:ld4+ 'iit h 6 72 tt:le6;
imagine que tenía que producir una jugada (y o 70 .. J�a1 7 1 ti:ld6+ 'iith 6 72 tt:lf7+. El asunto
anotarla) cada 12 segundos, si quería evitar esa es cómo perder un tiempo.
irremediable situación. 70 ti:ld6+ �h6
Conseguí mantener lo planificado, pero el 71 'íiif5 .l:ta5+
mérito verdadero es de Larry, quien se compor­ 72 'it>g4 l:ta7
tó como un caballero durante todo este espec­ 73 i.c2 l:c7
táculo. 74 .i.b1 l:td7!
52 .:!.a4! (D) ¡El maldito mañoso ! Si 74 . . . l:.a7, entonces
75 i.e4 y habría conseguido mi objetivo.
En este momento me puse algo nervioso.
Requirió de cierto esfuerzo poner mi mente de
B vuelta al trabajo - fue muy bueno disponer de
cierto tiempo para darme algo de ánimo - y fi­
nalmente hallé una bonita forma de terminar
esta tortura de partida.
75 tt:lf5+ 'iitg6
76 .i.e4 l:ta7
77 ti:ld4+! 'íith6
77 . . .cl;f6 78 tt:lc2 l:Ig7 79 tt:le3 l:tg8 80 ti:ld5+
'iti>e5 8 1 �h5 g4 82 f4+ ! �xe4 83 ti:lf6+ 'iitf3 84
tt:lxg8 �xg3 85 f5 �h3 86 tt:le7 g3 87 ti:ld5 fue
la variante que comprobé dos y tres veces.
78 'íiif5 l:a6
Impide que las blancas jueguen f4. De acuer- 78 . . . l:f7+ 79 'ite6 l:. f8 80 �e7 l:.b8 8 1 tt:le6
do, intentaré ganar después el restante peón. solamente demoraría lo inevitable.
53 .i.c4 .l:i.a8 79 tt:le6 l:.a3
54 f3 .:rs 80 ti:ld8 l:a5+
55 .i.d3 l:tf6+ 81 �f6 l:a6+
56 'iite7 W'8 82 tt:le6 l:b6
57 .i.e4 .l:If6 83 g4 .l:ta6 (D)
58 ti:ld7 lla6 84 f4 gxf4 85 g5+ 'iith 5 86 g6 'itth6 está lejos
59 tt:lc5 1Ia7+ de ser clara, pero las blancas disponen de algo
60 riite6 .l:.a5 mejor bajo la manga.
61 tt:lb3 l:tb5 84 .i.g6!
62 ti:ld4 .l:Ia5 Ahora 85 f4 se transforma en la verdadera
63 ti:lf5+ 'iit g6 amenaza. Gregory dispone una diabólica tram­
No teme el jaque a la descubierta, pues de pa final.
cualquier modo llevaría mi rey a g4. 84
64 tt:le3+ 'iitg7 85 f4 l:f3!?
28 EL CAMINO HACIA EL PROGRESO EN AJEDREZ

es algo raro. Normalmente, esa casilla pertene­


ce al caballo; desde allí puede dirigirse a d6 des­
B pués que las blancas fijen la estructura de peones
con c4-cS . En nuestro caso, las blancas tienen
que intentar explotar la ventaja que puede dar­
les la "ife4 antes de pasar al plan convencional
bosquejado anteriormente. La batería .i.d3-'it'e4
obliga a las negras a fianchettar su alfil de casi­
llas negras, mientras la dama mira hacia el otro
lado, a c6, haciendo algo impreciso el destino
del otro alfil negro, pues el procedimiento es­
tándar del fianchetto resulta imposible.
e) Las blancas deben impedir el avance libe­
rador . . . eS, y consiguen hacerlo justo a tiempo.
Existe: 86 ltlxgS?? .l:.xf4+ 87 .i.fS :xg4 ! ! , Tan pronto como en la jugada 1 2 las negras
tablas. enfrentan una gran decisión que tendrá un im­
86 .i.fS! gxf4 pacto a largo plazo por el resto de la partida.
87 ltld8 1-0 ¿Deberían comenzar las maniobras defensivas
No hay forma de parar 88 ltlf7#. (por ejemplo . . . 'ikd8-c7 para preparar . . . b6), o
aceptar el riesgo de comenzar la guerra de peo­
Así, lo que vimos fue una partida larga, par­ nes en el centro estando insuficientemente de­
ticularmente no sobrecargada con táctica. Inten­ sarrolladas?
temos ahora descomponerla en partes, mientras Ambos caminos pueden ser traicioneros. En
perfilamos los siempre cambiantes conceptos el caso anterior, las blancas tendrían todo el
estratégicos y sus implicaciones tácticas. tiempo del mundo para reubicar sus piezas de la
a) A costa de renunciar a la pareja de alfiles, manera que consideren correcta ('ii'e 3, ltle4), o
las blancas consiguen jugar e4, y ganar alguna hasta intentar aflojar la posición del rey negro
ventaj a de espacio en el centro. Sin embargo, con h4-hS . Las negras deciden ir por la ruptura
no existe nada raro en la estructura resultante de . . . cS. Comienza la lucha del medio juego.
peones . Los peones blancos en c4 y d4 contra d) Las blancas avanzan su peón a dS , dando
los negros en c6 y e6 son característicos de de esa manera a su rival una perfecta casilla de
muchas aperturas (la Eslava, la Francesa Ru­ bloqueo comenzando con . . . eS . Las negras re­
binstein, la Caro-Kann), y resulta injustificado chazan el ofrecimiento por las razones indica­
discutir las ventaj as y desventaj as estructurales das en los comentarios de la partida. Saben que
de cada bando. Son las piezas, el tiempo y la deben resolver el problema del alfil-c8, así que
energía quienes determinan quien obtiene la ponen más presión sobre dS mediante la apa­
ventaj a. rentemente torpe jugada 1 3 . . . ltlb6. En respuesta,
b) A la vez, las blancas tienen algo con qué las blancas encuentran una manera de mantener
estar contentas . Las negras gastaron un tiempo embotado a dicho alfil. El peón-d avanza y pue­
en . . . h6 para obligar a las blancas a cambiar su de estar perdido, si las negras cambian piezas
alfil. También fueron obligadas a recapturar para llegar al final.
con la dama. La posición de la dama negra en f6 e) Ó pticamente, parece que a las negras les
puede ser desventajosa, pues las blancas a ve­ será posible solucionar su problema, y hasta po­
ces ganan otro tiempo mediante ltlc3-e4. Sin siblemente conseguir una mejor partida gracias
embargo, también hay un costado desfavorable: a la pareja de alfiles . La jugada de las blancas
las negras consiguieron una temprana presión 1 8 ltlbS, sin embargo, introduce una nueva pe­
contra d4 que se extiende a lo largo de toda la culiaridad: la desprotegida torre negra en la co­
diagonal a l -h8 . Estando la dama blanca en e4 lumna-d. además de algunos peones del flanco
TENDENCIAS, MOMENTOS CRUCIALES Y CAMBIOS EMOCIONALES 29

de rey, serán cambiados por las dos piezas me­ tiempo producido en la jugada 39 echó a perder
nores blancas. La característica dominante de su tremendo esfuerzo, y la partida pasó a su eta­
la posición resultante será la actividad de las to­ pa decisiva, un final técnico. En rigor de ver­
rres blancas, especialmente la que ocupe la 8a dad, las blancas deberían ganar mediante el
fila. A causa de la inexorable presión, las ne­ sencillo avance de sus peones para crear un
gras simplifican otra vez, pasando a un final peón pasado. De acuerdo a la teoría de finales,
claramente inferior. el peón-f gana fácilmente (mientras se conozca
t) ¿Qué hace tan grande la ventaja de las como dar jaque mate a un rey solo con alfil y
blancas en la jugada 22? La diferencia en po­ caballo - y yo no temía esta parte), mientras el
tencia de las piezas menores. El alfil blanco f3 y peón-g presenta considerables dificultades. La
el caballo-b5 amenazan despedazar los peones diferencia reside en la habilidad para esconder
del flanco de dama, mientras el alfil-f5 es un es ­ el rey detrás del peón, cuando la torre rival co­
pectador de apariencia inocente, y el c abal1o b6
- mience a acosarlo desde el costado, y es mucho
está gravemente restringido. Sencillamente no más fácil hacerlo cuando se tiene espacio del
hay otro camino para las negras que lanzar su otro lado del peón. Además, el caballo perdería
torre a la segunda fila. El verdadero contra­ parte de su poder al merodear cerca del borde
juego comienza con un veloz avance del peón­ del tablero. Durante el análisis posterior a la
a. En la jugada 26 surge un momento crítico. partida me impartí una bonita sesión de entre­
Las blancas deben calcular cuidadosamente las namiento en este tipo de final.
complicaciones resultantes que podrían llevar a h) La partida tomó un curso diferente, y por
algunos finales técnicos distintos, ¡y justo aho­ lo tanto decidí ser práctico. Gregory Serper se
ra flaquean ! La marcha de los acontecimientos defendió estoicamente, pero usó demasiado
fue demas i ado rápida para manej arl a. La j uga­ ti empo para sus jugadas en una partida a ritmo
da 27 lDxf5? es una clara indicación del deseo de muerte súbita. Más tarde me explicó que él
de las blancas de encontrar una solución sim­ había estado actuando bajo la errónea impre­
ple, la que, por supuesto, requiere del cambio sión que otro cambio de peones le hubiera con­
de piezas (lo mismo que causó tempranos pro­ ducido al empate. Mis acciones de maniobra,
blemas a las negras), que no resulta del todo las que realicé por diversas razones (una de
sencilla. Un hecho interesante - no temía calcu­ ellas era calmarme y recuperar la confianza a
lar variantes profundas (vean mis comentarios medida que marchaba el reloj de mi rival), di­
a la jugada 35a de las blancas), mientras ésta cho sea de paso parecieron confirmar esta opi­
fuera una variante forzada donde quedaran po­ nión. Continuaba rehusando el plan natural de
cas piezas sobre el tablero; a pesar de ello puse crear y avanzar un peón pasado - Greg observó
considerablemente menos atención en la alter­ cómo yo no iba a ninguna parte y empezó a
nativa más fuerte 27 l:tb5 . La sola presencia so­ creer que podría sostenerse. Esto puso sobre
bre el tablero de un juego adicional de pi ezas sus hombros una carga adicional. Tras un l arg o
menores me hizo sen t ir inseguro. Me preocu­ ensayo en maniobras indirectas, volví final­
paba particularmente la posibilidad de las ne­ mente al camino correcto y logré urdir una red
gras de bloquear la columna-a con un oportuno de mate alrededor del rey de las negras cuando
. . . lDa4 o . i.a4 (vean los comentarios al dia­
.. expiraba el tiempo de mi rival.
grama de análisis) lo cual ayudaría a la negras a Creo que aprendí algunas cosas de esta parti­
promover su peón-a. da, y especialmente de mis análisis posteriores
g) La excelente inventiva de las negras en al juego . Ahora conozco más sobre mi adversa­
severo apuro de tiempo (vean su j ugada 35a) me rio, y eso un día podría ser importante, ya que a
devolvió nuevamente a la tierra. Las blancas menudo nos encontramos en los torneos abier­
perdieron su peón-h, y fueron muy afortunadas tos aquí en los Estados Unidos. Gregory Serper
en traer a su caballo de vuelta al juego tras un parece poseer una fuerte p ersonal idad ' + ' ,
largo viaje. El error de Gregory en el apuro de cuando s e enfrenta a una difícil labor de fensi va ,
30 EL CAMINO HACIA EL PROGRESO EN AJEDREZ

además es muy bueno en hallar contrajuego ac­ Ya debatimos la variante 15 ... e5 16 fue5
tivo, aunque tiende a gastar demasiado tiempo 'ii'xd6 1 7 l:tad 1 , con una peligrosa ventaja en
cuando es obligado a permanecer pasivo - un desarrollo que comienza a producir amenazas
importante factor perjudicial en el juego prácti­ tácticas tal como 1 8 lbxg6. En el juego poste­
co. La labor analítica que tuve que realizar ex­ rior, Atalik-Bacrot, Wijk aan Zee Grupo B 1 997
pandió mis horizontes en un tipo particular de las negras trajeron una importante mejora:
final técnico: �-tll:l+t'o. contra l:l, pero lo que es 15 . . . �d7 ! 16 l:tad l �c6. Resulta que las blan­
más importante, recordaré cómo fallé en en­ cas no pueden continuar con la natural 17 liJeS,
contrar la continuación ganadora en la posición porque las negras sencillamente capturan el
del diagrama tras la 26a jugada de las negras, peón-d, a saber 1 7 . . . 'ii'xd6 1 8 �xg6 ( 1 8 lbxg6
debido a las razones anteriormente descritas, y 'ii'xf4 1 9 lb xf4 l:[ad8 brinda a las negras un final
espero poder evitar errores parecidos en el futu­ mejor) 1 8 . . . fxg6 1 9 'ii'g4 'ii'e7 ! 20 ltJxg6 'ií'f6
ro. 2 1 lbxf8 :xf8 22 .l:f.e2 'ii'fS ! , y la ventaja pasa a
las negras. La continuación de aquella partida,
También conseguí una pequeña gratificación: 17 �e4, condujo a consecuencias aún peores
el conocimiento adquirido sobre esta particular después de 17 . . . lb xc4 ! (el caballo suplementa­
apertura pagó dividendos unos pocos meses rio entra al combate) 1 8 i.xc6 lbxb2 1 9 i.xb7
más tarde, pues conseguí un rápido triunfo con­ l:tb8 . Repasando esta importante partida puedo
tra un fuerte GM en la última ronda de un tor­ solamente mencionar como una posible mejora
neo abierto en Alemania. a 1 7 'ii'g 3 .
L a jugada realizada por Thomas tiene incon­
venientes ostensibles, ya que la morada de su
rey queda ventilada. También hay un detalle
N táctico que será revelado luego. Francamente,
cuanto más observo esta posición, más difícil
me resulta entender la idea de 15 . . . g5, a menos
que asumamos que las negras planearon avan­
zar sus peones para perseguir a la dama blanca
- vean mis comentarios a la 1 7 a jugada de las
negras.
16 'iig3
1 6 'ii'd 2 era una alternativa decente, pero
sentía que mi dama debía estar en el flanco de
rey. ¡Tener que elegir entre una o más jugadas
buenas es toda una tortura !
Yermol insky - Luther 16 ... i.d7
Bad Zwesten 1997 Las negras se abstienen de un debilitamiento
adicional en el flanco de rey. Sin duda, la apa­
Una posición familiar - sin importar que te­ rentemente activa 1 6 . . . f5 17 l:tad 1 f4 1 8 'it'g4 e5
nía una hora de ventaja en el reloj . La buena 19 'ii'h 5 no les habría llevado a ninguna parte.
preparación da resultados, mientras mi rival, La dama está segura y lista para explotar las
que no conocía mi partida contra Serper, nada­ nuevas debilidades en la posición de las negras.
ba en su propia incertidumbre. 17 l:tad1 (D)
Thomas Luther tomó un camino diferente a Las blancas han completado su desarrollo,
partir de la posición del diagrama, sin caer en la y el peón pasado aún está vivo. Estos dos facto­
cuenta que su jugada iba a resultar una nove­ res ciertamente significan malas noticias para
dad. su rival . ¿Qué pueden hacer las negras para
14 .'ii'd8 15 'ii'f4 g5?
•• minimizar el daño? Existen un par de ideas
TENDENCIAS, MOMENTOS CRUCIALES Y CAMBIOS EMOCIONALES 31

que cambiarlo por un caballo con la vana ilu­


sión de retrasar a las blancas.
N 19 h4!
En estas posiciones la energía es la clave del
éxito. Con esta jugada de peón las blancas no
pierden tiempo para investigar a fondo las de­
fensas de las negras. Es fácil ver que 1 9 . . . e5, la
jugada que las negras desearían jugar, cae ahora
víctima de un destructivo sacrificio, 20 hxg5
hxg5 21 tbxg5 fxg5 22 l:.xe5.
19 l:.f7 (D)
•.•

aparentemente naturales que debiéramos exa- B


minar:
a) Por supuesto, 17 . . . tba4 tiene su mérito ­
las negras se desembarazan de su peor pieza. El
problema es que el cambio no trae alivio, pues
solamente fortalece al peón pasado de las blan­
cas. Tras 1 8 tbxa4 i.xa4 1 9 b3 i.c6 20 tbe5 l:.c8
las blancas poseen la placentera elección entre
una continuación posicional, 2 1 i.e4 i.xe4 22
l:txe4 i.xe5 23 'ii'xe5 .l:'tc6 24 h4; y un promiso­
rio plan de ataque que comienza con 21 i.c2,
seguido de 'ii'g 3-d3 . Cualquiera de estas posibi­
lidades habría dado a las negras un buen dolor 20 tbh2!
de cabeza. Ahora el caballo puede exhibir su agilidad, a
b) 17 . .. i.c6 es contestada mediante 1 8 tbe5, la vez que limpia el camino para el peón-f.
y, a diferencia de la partida Atalik-Bacrot, el 20...'ii'f8
peón-d permanece vivo : 1 8 . . . 'ii'xd6?? 1 9 i.h7+ Pasiva, pero la torre no podría realizar sola la
- ¡ésta es la diferencia ! En esta situación las ne­ labor defensiva. Después de 20 . . . .l:l.g7 la senci­
gras no tienen otra elección que decir adiós a un lla continuación 21 hxg5 hxg5 22 tbg4 da a las
buen peón: l 8 . . . l:tc8 1 9 tbxc6 l:Ixc6 20 i.e4 blancas un pase gratis a la posición de las ne­
l:tc8 21 i.xb7 l:Ib8 22 i.a6 sin compensación a gras. Sin embargo, tendría que tenerse cuidado
la vista. de evitar la tentadora 2 1 tbg4?, la cual se topa
En vista de estas variantes es entendible por con 2 l .. .h5 ! 22 tbh6+ <iii'f8 23 hxg5 l:.xg5 24
qué Thomas buscó medidas desesperadas. 'ifh4 f5 !, y el caballo no regresa, mientras que
17 i.xc3 ! ? 1 8 bxc3 f6
••• 25 tbxf5 ? ! l:.xf5 26 'ii'e 7+ golpea en el aire:
La idea de las negras tiene sentido: la mayo­ 26 . . . 'ifxe7 27 dxe7+ <iii'f7 ! , y las negras debe-
ría de las blancas en el flanco de dama queda rían prevalecer en este final.
permanentemente comprometida, y si las ne­ 21 f4 "f/g7 22 hxg5 fxg5 23 fxg5 'ii'xg5
gras pueden organizar una línea defensiva de­ Una dura decisión. Sin duda Thomas enten-
trás de su mayoría de peones, podrían volver al dió que el final no sería un paseo campestre,
juego. Es interesante que tanto Serper como Lut­ pero ¿había otra elección? Tanto 23 . . . l:.af8 24
her no pudieron encontrar un mejor uso para el tbg4 hxg5 25 l:.e5 como 23 . . . hxg5 24 l:te5 lle­
poderoso alfil de casillas negras - cuyo antago­ varían a un rápido final.
nista blanco desapareció durante la apertura - 24 'ifxg5+ hxg5 25 l:.e5 (D)
32 EL CAMINO HACIA EL PROGRESO EN AJEDREZ

regla, me disgustan las largas variantes teóri­


cas e intento no entrar en ellas, a menos que
N esté absolutamente obligado a ello. Tampoco
me encuentro particularmente orgulloso de este
atributo; simplemente así es como he sido siem­
pre, y creo que es demasiado tarde para intentar
cambiar. En capítulos posteriores hablaré de las
aperturas, de modo que tendremos la oportuni­
dad de volver a este muy importante asunto.

Las herram ientas para romper la


tendencia

La posición de las negras es una carniceóa. Entonces, ¿cómo conseguimos ese segundo aire
25 .. J:tg7 tropezaóa con 26 tbg4. Con sólo unos que podóa ayudarnos a cambiar la tendencia?
pocos segundos en el reloj, Thomas sacrifica un En realidad requiere de un esfuerzo consciente.
peón para crear algún espacio para su pobre Imaginemos un escenario familiar: tu posición
monarca. es peor y por otra parte sientes que la tendencia
25 tt:Ja4 26 tbg4
••• es desfavorable. Sencillamente no puedes sen­
Las blancas dicen, 'Gracias, pero no acepto' tarte y esperar, haciendo jugadas normales, só­
pues si 26 lhg5+?, entonces 26 .. J:tg7. lidas y observar como continúa tu declive -
26 'ifi>f8 27 .l::t xg5 1-0
••• también podóas abandonar. Esto es lo que mu­
chos jugadores hacen - mentalmente abando­
A pesar de mi fácil triunfo en esta partida, no nan cuando las cosas no salen como esperaban.
me inclino a sobrestimar mis posibilidades de Sin embargo, nuestra metodología analítica
coger rivales en estas trampas de apertura, y no puede semos útil aquí: trataremos de evaluar la
pienso que esto debiera ser visto como un situación y determinar qué tipo de acción es ne­
beneficio importante proveniente de estudiar cesaria. Primero, consideremos el siguiente in­
las partidas propias - aunque estoy dispuesto a terrogante: ¿Cuándo y cómo se modifica una
aceptarlo como una gratificación secundaria - tendencia? Podóa haber varias razones.
sencillamente porque la posibilidad que alguien 1 ) Si la ventaja actual no es suficiente para
entre en tu preparación casera es significativa­ ganar, entonces, por definición, una hábil defen­
mente baja, a menos que te llames Garri Kaspá­ sa debeóa detener el declive tarde o temprano.
rov. Como él mismo demuestra día tras día, la Por consiguiente, la tendencia seóa revertida.
preparación de alto nivel paga dividendos ; aun­ 2) Un error garrafal, por supuesto, causaóa
que debemos considerar que esto requiere una un importante cambio inmediato en la tenden­
cantidad de trabajo gigantesca, de manera dia­ cia.
ria, y por una persona extremadamente talento­ 3) Un fuerte plan estratégico podóa llevar a
sa, ayudada por computadoras o equipos de revertir gradualmente la tendencia.
fuertes jugadores/asistentes. No olvidemos que En base a esto existen unas pocas opciones
Garri estableció la base de su actual suceso mu­ viables cuando se lucha contra un tendencia
chos años atrás, cuando el 50% (le concedo a su desfavorable. En la mayoóa de los casos, la
rival, Anatoli Kárpov, la otra mitad) de la pode­ elección dependerá mucho de tu personalidad,
rosa maquinaria del ajedrez soviético estaba pero también puede ( ¡ y debeóa ! ) estar influen­
disponible a su servicio. Muchos pueden inten­ ciada por la personalidad de su rival. Ideal­
tar imitar la manera en que Kaspárov estudia mente, un ajedrecista tendóa la habilidad para
aperturas, ¿pero cuántos tendrán éxito? Como descartar (o al menos minimizar) sus propias

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