Socio Politica
Socio Politica
Socio Politica
una nueva experiencia de crisis de hiperinflación en el mundo. Steve Hanke, una referencia mundial en la
materia (de tendencia neoliberal), asegura que existe hiperinflación cuando la tasa de inflación supera el 50%
mensual. De acuerdo con el autor, una inflación de 50% mensual, proyectada de forma anualizada, se
calcularía aproximadamente en 13.000%.
Según estimaciones del FMI, para 2017 la inflación venezolana superó el 1000%, y su proyección para 2018
ubicó al indicador inflación en 14.000%. Más recientemente, el organismo financiero multinacional publicó
nuevos pronósticos, los cuales plantean una inflación superior al 1.000.000% para 2018. Sin embargo, el
mismo Hanke cuestionó y calificó de deslumbrantes, imposibles y falsas tales proyecciones, además de
señalar como imprecisa cualquier tentativa de predicción de esa naturaleza1.
Causas de la hiperinflación
Las corrientes liberales de economía argumentan que los fenómenos de hiperinflación son producto de dos
fenómenos:
1. La emisión desproporcionada de dinero inorgánico, según esta tesis, ocurre cuando hay un aumento
vertiginoso en la cantidad de dinero circulante que no está correspondido por un aumento similar en la
cantidad de bienes y servicios existentes en la economía. Esta variable está relacionada con las políticas
fiscales de gasto público, el cual según los postulados neoliberales debe reducirse al mínimo.
2. La pérdida de confianza de los sistemas financieros de los Estados nacionales.
Estas corrientes, incluso postulan modelos de desarrollo o evolución del fenómeno que en teoría explicarían
los procesos de hiperinflación, pero dichos patrones no son aplicables a todas las experiencias por dos
razones esenciales. En primer lugar, porque existe gran diversidad en las causas estructurales y las
condiciones económicas-políticas que producen estas crisis, las cuales han estado regularmente vinculadas a
situaciones de guerra, de conmoción social y política, de crisis de endeudamiento, de profundos déficits
fiscales y/o de devaluaciones; y en segundo lugar porque sus formas de evolución también han sido
heterogéneas.
Las corrientes del pensamiento crítico por su parte, plantean que cada fenómeno de hiperinflación es
expresión de circunstancias históricas y sociales concretas. Por tanto esas generalizaciones resultan
arbitrarias y reduccionistas –se limitan a reconocer las variables monetaria y fiscal, y desconocen de manera
intencionada elementos e indicadores vinculados orgánicamente con la producción tangible –no especulativa-
y la capacidad de reserva de valor en la economía de un país.
Antecedentes globales
El fenómeno de hiperinflación venezolana se posiciona como la quincuagésima séptima experiencia de ese
tipo registrada por la historiografía moderna. Los incidentes más sobresalientes hasta ahora han sido los
sucedidos en:
- Alemania en la década de 1920 del siglo XX, con una tasa de hiperinflación de un billón por ciento
(1.000.000.000.000%) en 1923, cuando un dólar americano llegó a cotizarse en dos billones de marcos
alemanes;
- Hungría en 1946, país que experimentó una hiperinflación que se mantiene como el record hasta la
actualidad, cuando ese indicador alcanzó los 41,9 trillones por ciento (41.900.000.000.000.000.000.000%);
- Zimbabue en 2008 -el caso notable más reciente-, cuyo zenit de hiperinflación se situó en 7960 millones por
ciento (7.960.000.000%)2.
Los casos de Alemania y Hungría estuvieron mediados por conflictos de amplio espectro –que se entienden
como proceso y producto de las dos guerras mundiales del siglo XX-, mientras el caso de Zimbabue responde
a una particularidad enmarcada por los estragos del colonialismo y el neocolonialismo en una economía
dependiente y vulnerable.
En caso de Zimbabue es usado frecuentemente como ejemplo de las hipótesis neoliberales, pues según esas
versiones, la hiperinflación de ese país se desató por la emisión desproporcionada de circulante monetario
para cubrir el déficit interno. Sin embargo estos análisis resultan sesgados y reduccionistas porque
desconocen –de manera intencionada- una carga histórica de problemas y distorsiones que prefiguraron la
emisión monetaria referida, tales como la condición de colonia británica de ese país hasta 1980, cuya
independencia formal como Estado nacional determinó la imposición de una deuda astronómica y de una
economía atrasada y primaria (concentrada en una élite ligada a los intereses ingleses), orientada a la
exportación de capitales. Además omiten el proceso de endeudamiento con el FMI –con su respectivo
paquete de medidas- asumido por el gobierno de ese país a finales de los noventa, hasta su calificación de
default. Las condiciones mencionadas fueron el caldo de cultivo de la crisis que inició en 2001, cuando el
gobierno de Robert Mugabe decidió la confiscación por la fuerza de unidades productivas agrícolas –medida
que agravó la depresión de la economía de ese país porque afectó la tasa de desempleo y precipitó mayores
niveles de pobreza.
Por su parte, en América Latina los casos más significativos de las últimas décadas, sucedieron en: Bolivia en
1985, con un índice de 60.000%; Perú en 1990, con 7694%; Argentina y Brasil en ese mismo año con 3079%
y 2751% respectivamente. Otros países de la región que han experimentado incidentes de hiperinflación son
Nicaragua y Chile (enmarcados en situaciones de conmoción política).
El caso venezolano
Las características de la economía venezolana –una formación económico-social dependiente del ingreso
petrolero, por ende regida por el mercado y el sistema financiero mundial, cuyo mercado interno está
supeditado a las variaciones de ese ingreso para satisfacer sus necesidades mediante el flujo de sus
importaciones-, han determinado una tendencia inflacionaria marcada y sostenida, por encima de dos dígitos
desde la década de los setenta, e incluso de los tres dígitos en los noventa del siglo XX.
Por tal motivo, se puede afirmar que se trata de un problema sistémico de nuestra economía, pero es preciso
profundizar en la materia porque a pesar de esa tendencia histórica, Venezuela no había experimentado hasta
ahora una crisis de hiperinflación.
Hiperinflación venezolana: hipótesis y corrientes
El fenómeno de hiperinflación venezolana ha suscitado intensos debates para explicar sus causas. A
continuación se presentan las hipótesis más reconocidas para explicar el fenómeno.
- La posiciones neoliberales (cuyos voceros principales son el diputado a la AN José Guerra y los analistas
Luis Vicente León y Asdrúbal Oliveros), arguyen que el fenómeno es producto de la combinación de una crisis
dada por dos errores sustantivos del gobierno: la emisión de dinero circulante –la denominada masa
monetaria- para satisfacer el gasto público, así como una caída abrupta de la confianza en el marco normativo
y las instituciones que regentan la economía del país, especialmente por políticas como las expropiaciones de
modos de producción, el control de cambio y la inseguridad para la inversión y el flujo de capitales.
- Analistas de izquierda proclives a las tesis que ha postulado el gobierno hasta ahora (Pasqualina Curcio,
Luis Salas, Juan Carlos Valdez y Andrés Giussepe, entre otros), plantean que la inflación venezolana es
consecuencia de una devaluación inducida3 por la presión de agentes económico-financieros transnacionales
dirigidos por los Estados Unidos, por tanto, según sus postulados, la emisión de dinero no es una causa de la
inflación y la devaluación sino una consecuencia de las mismas4. Según esta corriente, el control de cambio
es fundamental para mantener la estabilidad económica del país y contener una nueva oleada de fuga de
capitales5.
- Mientras tanto, una corriente heterogénea de analistas de izquierda (con la cual nos identificamos en la
presente reflexión), tales como Rodrigo Cabezas, Jesús Faría, Oscar Forero y Manuel Sutherland, coinciden
en afirmar que la hiperinflación venezolana es un fenómeno multidimensional y multifactorial, producido por
una carga histórica de problemas económicos estructurales y coyunturales, tales como: la dependencia al
ingreso petrolero, la sobrevaluación del tipo de cambio6 y la fuga de capitales, la emisión desproporcionada de
circulante monetario, la crisis de endeudamiento y el déficit fiscal, la caída abrupta del PIB desde hace 17
trimestres, las distorsiones en las estructuras de costos de producción y distribución que afectan el mercado
interno, por mencionar las más significativas.
Desde el punto de vista de la presente reflexión, la escalada de inflación desatada responde a fuerzas
estructurales que se configuraron a partir de la recesión económico-financiera global de 2007-2008 y sus
implicaciones sobre la economía nacional (esa recesión determinó algunos elementos que resultan
sustantivos para comprender la depresión económica que determinó la crisis de hiperinflación, los cuales
fueron alertados en su momento por Víctor Álvarez: la sobrevaluación del tipo de cambio y su influencia
negativa sobre la productividad nacional y la consolidación de una lógica dependencia del mercado nacional
en torno al flujo de las importaciones; el endeudamiento vertiginoso; y la concentración de esfuerzos de
inversión-exploración en la faja petrolífera del Orinoco, ante la sobreestimación de las tendencias de la
dinámica del precio del petróleo.
En particular el anclaje cambiario –con diferencial incluido en diversas tasas oficiales-, así como la depresión
del PIB y el aumento exorbitante de la liquidez monetaria, terminaron de configurar las condiciones para el
despliegue de la crisis de hiperinflación de la actualidad, la cual reproduce múltiples –nefastas y severas-
consecuencias para la formación económico-social venezolana.
Perspectivas de los fenómenos de hiperinflación
Los casos de hiperinflación registrados han presentado una extensión temporal variable, la cual ha fluctuado
entre los seis (06) y los veinticuatro (24) meses, es decir, se trata de situaciones coyunturales finitas en el
tiempo. En situaciones particulares, como la de Brasil, la economía alcanzó posteriormente crecimientos
extraordinarios –sustentados en una capacidad agroindustrial instalada de gran escala y un mercado interno
de enormes proporciones. No obstante, en otras ocasiones, las lesiones de la hiperinflación no han sido
superadas, como ha sucedido en los casos de Zimbabue y Grecia.
Los fenómenos de hiperinflación desarrollados en América Latina y el Caribe, de obligatoria referencia para
Venezuela, fueron estabilizados mediante políticas de shock de signo neoliberal –los denominados paquetes
o programas de ajuste estructural tan propugnados por los sectores liberales del país-, los cuales frenaron la
hiperinflación pero derivaron en daños severos para las clases trabajadoras.
Sin embargo, otros casos han detenido la tendencia de hiperinflación a través de fórmulas diversas:
Alemania por ejemplo, en 1923 retiró del mercado su moneda nacional y mediante el Banco Central (El
Reichsbank) ejecutó la emisión y circulación de una nueva moneda -respaldada en su capital fijo: tierras e
industrias-;
Hungría recurrió a la emisión de una nueva moneda enmarcada en un plan intensivo de planificación y
centralización de su economía, con lo cual pudo favorecer la producción nacional, corregir las distorsiones del
mercado interno y contener la fuga de capitales que precipitó su proceso de hiperinflación;
Zimbabue, no aplicó ninguna política estructural para enfrentar la hiperinflación (se limitó a llevar a cabo
continuas reconversiones monetarias con cambios nominales en el signo, con los cuales alcanzaron a utilizar
un billete de cien billones de dólares de Zimbabue; y posteriormente se eliminó el signo monetario nacional y
en ese país circula el dólar americano y otras monedas de la región, tales como el Rand sudafricano), hasta
que la inercia produjo la llegada a una especie de punto mínimo o rebote que derivó en una deflación.
Perspectivas concretas para Venezuela
Desde las corrientes neoliberales internacionales se plantea como receta única la desaparición de la moneda
nacional –con lo cual se reitera la visión monetarista del problema-, la moneda nacional sería sustituida por el
dólar americano (esa es la recomendación explícita del citado experto Steve Hanke, quien sugirió y dirigió una
política de ese tipo en Ecuador y Bulgaria).
Por su parte los neoliberales venezolanos referidos en el apartado anterior, afirman que la única, instantánea
e infalible solución es un ajuste estructural: Según estas posiciones, se requiere de un plan de estabilización
económica que consiste en una liberalización total de la economía en los ámbitos monetario y de inversiones,
la privatización de activos públicos, el congelamiento de los salarios, la reducción al mínimo del gasto público
–denominada de manera eufemística disciplina fiscal-, así como una política de incentivos fiscales para el
capital (la terapia de shock utilizada por Pinochet en Chile y por Fujimori en Perú).
Desde el espectro del chavismo, las soluciones planteadas son diversas y en ocasiones expresan notables
contradicciones en temas sustantivos como el control de cambio (mantenerlo, flexibilizarlo o eliminarlo), las
políticas monetarias, las estrategias para la promoción de inversión extranjera, el pago de la deuda
internacional (el dilema entre cancelar los compromisos para no perder más confianza o llevar a cabo una
moratoria de pagos con una auditoría integral de la deuda), los mecanismos para la determinación de
baremos de precios, salarios y ganancias, entre otras variables.
Lo cierto del caso es que en Venezuela no se han asumido medidas correctivas de signo estructural, ni en los
términos de las tendencias planteadas, ni en términos de políticas innovadoras. Por el contrario, hasta ahora
la política económica se había caracterizado por mantener una acción inerte y de omisión ante la
hiperinflación –muy similar a la implementada en Zimbabue-. Tal situación se agravó con la imposición de
sanciones financieras impuestas por el gobierno de Estados Unidos en agosto de 2017 (que es una
continuidad de una tendencia de presión y hostilidad -dirigida por Washington- contra la economía
venezolana, la cual fue instaurada desde la llegada de Hugo Chávez al gobierno en 1999).
La combinación de múltiples variables en el sistema financiero y el mercado internacional (especialmente el
de los hidrocarburos), las hostilidades de origen internacional y la inercia mencionada, han desencadenado en
una descapitalización del país, cuyos indicadores más notables son la megadevaluación de la moneda
nacional, la fuga de capitales astronómica, el estancamiento de la producción nacional (con un despilfarro
escandaloso de fuerzas productivas y de potenciales de renta), así como el aniquilamiento del valor de la
fuerza de trabajo y con ello de las capacidades de satisfacción de necesidades básicas de las clases
asalariadas.
A partir de las medidas anunciadas de manera superficial el pasado 26 de julio, se puede afirmar que el
gobierno de Venezuela ha asumido la intervención de la situación actual a través de una nueva política
económica. Todo parece indicar que el modelo formulado tiene afinidades de forma y contenido con la política
de Alemania en 1923 (emisión de una nueva moneda: anclada y respaldada en commodities transables en el
mercado de valores7), acompañada de una maniobra de certificación de reservas en oro (en convenio con
Turquía), esto último con la intención de proyectar confianza y ofrecer garantías para obtener nuevas fuentes
de financiamiento.
La política esbozada por el presidente Nicolás Maduro el referido 26 de julio, tiende a demostrar audacia
táctica, pero además de estar condicionada por la capacidad de valorización del Petro en el mercado
internacional (tema de gran complejidad a menos que se concrete con éxito una necesaria acción diplomática
que permita anular las sanciones impuestas por el gobierno de los EE.UU.), resulta insuficiente para enfrentar
de manera integral la crisis8, si no se implementan enérgicas medidas de carácter estructural, tales como:
- El diseño de una Estrategia para la recuperación de la industria petrolera nacional: la fuente fundamental de
divisas: más allá de la retórica ingenua de superación del modelo rentista petrolero; y la proyección en el
mediano plazo de un reimpulso de la industria petroquímica.
- Una política de emergencia para la coordinación de planes y acciones orientados hacia la reactivación de las
fuerzas productivas en los ámbitos industrial y agrícola, así como a las capacidades logísticas y tecnológicas
para la distribución de bienes y servicios.
- La recuperación de los servicios públicos fundamentales (agua potable, energía eléctrica,
telecomunicaciones, saneamiento ambiental), los cuales son vitales para el desarrollo de las fuerzas
productivas industriales y agroindustriales, para el funcionamiento del tejido institucional, y para la satisfacción
de necesidades esenciales de la población.
- Una política macroeconómica multidimensional para el fortalecimiento de las reservas internacionales.
- Una moratoria de pagos y una auditoría de la deuda internacional –que incluye una evaluación exhaustiva de
los denominados bonos soberanos- y de las condiciones de pago del servicio de deuda.
- Una reforma fiscal drástica que revierta la tendencia regresiva del actual régimen tributario.
- El diseño de una estrategia para contener la fuga de capitales –el control de cambio ha demostrado que no
controla y no cambia-, así como una auditoría de los capitales exportados durante los últimos años (como
primera medida para estimar la factibilidad de repatriación de los mismos).
- Un plan rector de las inversiones internacionales sin menoscabo de los intereses estratégicos de la
República.
- Una política de inversión de los ingresos en divisas –los cuales se deben recuperar de manera paulatina-, en
áreas prioritarias de la economía nacional, así como en la satisfacción de necesidades básicas de la
población, primordialmente de alimentación, salud y servicios públicos.
- Una política de amplio espectro para mitigar las distorsiones del mercado nacional –dadas por las asimetrías
y la inviabilidad de estimar estructuras de costos en la producción, distribución y comercialización de bienes y
servicios-.
- Por último y no por ello menos importante, de crear y materializar una política para recuperar el poder
adquisitivo de la clase asalariada, lo cual estimularía el mercado interno y potenciaría de manera objetiva y
subjetiva un factor esencial para la capitalización: la fuerza de trabajo.
A manera de conclusión
Los fenómenos de hiperinflación expresan problemas orgánicos de las formaciones económico-sociales, es
decir, no se reducen a las dimensiones monetaria y fiscal (como pretenden hacer ver los neoliberales), sino
que responden a distorsiones estructurales de las economías de los Estados nacionales en su relación con
el sistema-mundo.
El análisis documental realizado permite establecer que Venezuela entró en una crisis de hiperinflación desde
noviembre de 2017. Por tanto, hasta ahora ha transitado nueve meses en tal condición.
La hiperinflación es finita en el tiempo y existe una tendencia a alcanzar un punto mínimo que deriva en un
rebote9 de la misma (incluso sin intervenciones del Estado, tal y como sucedió en Zimbabue), y las fórmulas
para superar la misma han demostrado ser diversas a lo largo de la historia. Lo más importante para
determinar el método, es definir cuál es el objetivo estratégico, cuáles son los intereses que median y quiénes
son los sujetos que deben ser el centro del plan de estabilización.
Las medidas anunciadas recientemente por el gobierno de Venezuela, parecen audaces y son un buen signo
(de ruptura con la inercia), pero resultan insuficientes porque –desde otro enfoque- caen en el mismo error
que las tesis liberales: el reduccionismo de creer que el problema de la hiperinflación se soluciona únicamente
a través de la variable monetaria.
Se requiere de un programa integral de recuperación económica, con objetivos estratégicos y tácticos,
procedimientos claros, plazos, metas y responsables explícitos, para detener la hiperinflación, así como sus
nefastas repercusiones, y primordialmente para corregir los factores estructurales y coyunturales que le
determinaron, de manera de lograr la estabilización y el reimpulso de la economía venezolana sobre la base
del desarrollo de sus fuerzas productivas.
Jorge Forero
Investigador del Centro Internacional Miranda
Notas
1 El economista norteamericano afirmó que el interés del FMI radica en lograr titulares de prensa, y fustigó los
cálculos de inflación errados de ese organismo para 2017, en cuyos informes se publicaron estimaciones que
ubicaban la inflación de ese año en 2200%.
2 El caso de Zimbabue es usado frecuentemente como ejemplo de las hipótesis neoliberales, pues según
esas versiones, la hiperinflación de ese país se desencadenó ante la emisión desproporcionada de circulante
monetario para cubrir el déficit interno. Sin embargo estos análisis resultan sesgados y reduccionistas porque
desconocen –de manera intencionada- una carga histórica de problemas y distorsiones que prefiguraron la
emisión monetaria referida, tales como la condición de colonia británica de ese país hasta 1980, cuya
independencia formal como Estado nacional determinó la imposición de una deuda astronómica y de una
economía atrasada y primaria (concentrada en una élite ligada a los intereses ingleses), orientada a la
exportación de capitales. Además omiten el proceso de endeudamiento con el FMI –con su respectivo
paquete de medidas- asumido por el gobierno de ese país a finales de los noventa, hasta su calificación de
default. Las condiciones mencionadas fueron el caldo de cultivo de la crisis que inició en 2001, cuando el
gobierno de Robert Mugabe decidió la confiscación por la fuerza de unidades productivas agrícolas –medida
que agravó la depresión de la economía de ese país porque afectó la tasa de desempleo y precipitó mayores
niveles de pobreza.
3 Tales análisis cuestionan el monetarismo de los neoliberales, pero desconocen el impacto negativo severo
que tiene esa emisión de dinero sobre la economía nacional.
4 Un análisis de tendencias en una línea de tiempo le otorga validez a esta hipótesis, pero la negación de los
efectos nocivos de esa emisión de circulante resulta inexplicable, pues es evidente que ese nuevo flujo
monetario produce un ciclo que es directamente proporcional con los indicadores de inflación y devaluación.
5 Recientemente el diputado a la ANC Jesús Faría hizo públicas sus consideraciones respecto al carácter
inviable y fútil del control de cambio en las condiciones actuales.
6 Con el agravante de que desde 2014 se implementaron varias tasas oficiales de cambio con diferenciales
abismales.
7 Predecir el éxito o fracaso de esa medida es temerario, porque las condiciones del mercado mundial y del
sistema financiero internacional son muy distintas, y porque Alemania ya había transitado por un proceso de
industrialización que le permitió el desarrollo de fuerzas productivas y de tecnologías propias.
8 La hiperinflación es apenas uno de los síntomas (el más violento y explícito) de una crisis multidimensional.
9 Algunos investigadores de diverso signo ideológico, pronostican que ese rebote debe darse en el primer
semestre de 2019.
Hiperinflación en Venezuela
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Escala logarítmica de la hiperinflación de Venezuela
Índice
1Antecedentes históricos
2Causas
3Evolución
4Consecuencias
o 4.1Reconversión monetaria
o 4.2Aumento de salarios durante 2017 y 2018
o 4.3Migración de la población
5Véase también
6Referencias
Antecedentes históricos[editar]
Para 1996 se registró la penúltima mayor tasa de inflación en Venezuela, cuando alcanzó la
cifra anual de tres dígitos: se sospecha una correlación entre recesión e inflación. 5
Causas[editar]
Los principales detonantes de la hiperinflación en Venezuela tienen que ver con la
intervención por parte del gobierno de Venezuela en la política monetaria y el Banco Central
de Venezuela (BCV), principalmente a través de la inyección de dinero inorgánico en
la economía.6 Adicionalmente, el déficit fiscal de la República es financiado por el BCV, lo cual
genera un proceso conocido como la monetización del déficit. 6 Por otro lado, debido a la crisis
económica que azota al país desde 2013, el gobierno ha reducido dramáticamente las
importaciones, lo cual ha generado una reducción de la oferta de bienes. 6 Por último, el control
de cambios, vigente desde el año 2003, ha generado falta de divisas en la economía y la
aparición de un mercado paralelo que cotiza muy por encima de la referencia oficial, dicho
mercado que se utiliza para fijar el precio de productos y servicios. 6
Evolución[editar]
En 2015 Venezuela tuvo una inflación anual de 180,9 %, haciéndola la más alta en el mundo,
y en la historia del país.7 Un año después, el BCV reportó que la inflación superó el 274 %;8
sin embargo, la Asamblea Nacional estimó una inflación del 550 %.9
Consecuencias[editar]
Reconversión monetaria[editar]
El 20 de agosto de 2018 fue aplicada una reconversión monetaria al bolívar,35 designado un nuevo signo
monetario denominado bolívar soberano (Bs.S). Dicho proceso estableció una tasa de conversión de
100 000 Bs. igual a 1 Bs.S. Anunciada el 22 de marzo de 2018 por el Presidente de la República, Nicolás
Maduro, estaba prevista para hacerse efectiva el 4 de junio del mismo año, estableciendo una tasa de
conversión de 1000 Bs. igual a 1 Bs.S;36 sin embargo, fue prorrogada dos veces.3738 Según el gobierno de
Maduro, el objetivo de esta es «avanzar hacia la estabilidad económica del país»,39 aunque la medida
generó diversas críticas en la sociedad venezolana.40
Véase también: Viernes Rojo
La hiperinflación que sufre Venezuela desde finales del año 2017, la mayor actualmente en el mundo,
registró una marcada desaceleración durante varias semanas entre los meses de febrero y marzo pasado,
según las estimaciones de las firmas de análisis.
Desde el inicio de este proceso la inflación diaria registrada en ese país se ubicaba en un promedio
de 2,9% diario pero durante esas semanas mencionadas anteriormente descendió hasta el 0,7% diario.
En medio de esa desaceleración hubo productos cuyo precio llegó a estancarse y, en algunos casos,
como en el de los embutidos, los quesos y otros productos perecederos, incluso descendió al ser
ofrecidos a la venta con fuertes descuentos.
Saltar las recomendacionesQuizás también te interese
"La violencia de la calle ha afectado a toda la cadena": las graves consecuencias del
estallido social para la economía de Chile
Los problemas de pagar con tarjeta en la Venezuela sancionada por EE.UU. (y cuáles
son las posibles alternativas)
Algunos expertos, sin embargo, no creen que esto sea el inicio del fin de la hiperinflación.
"Eso es algo que puede considerarse como un síntoma bueno, pero se produjo por las causas
equivocadas y es algo que no se puede prolongar en el tiempo", advierte Tamara Herrera, directora de
la consultora Síntesis Financiera, a BBC Mundo.
Medidas radicales
A finales de 2018, la inflación en Venezuela crecía a una tasa superior al 100% mensual. A partir de
50% es cuando pasa de inflación a hiperinflación.
Como consecuencia de ello, las ventas de los comercios de desplomaron en enero y siguieron cayendo
aún más el mes siguiente.
"Ese proceso continuó en marzo, cuando se produjo la gran crisis eléctrica que acentuó la situación
depresiva por las bajas ventas y es un factor adicional de parálisis", afirma Herrera.
Cuáles fueron las 5 mayores hiperinflaciones de la historia y cómo se resolvieron
Señala que la caída del consumo llevó a la acumulación de inventarios y obligó a empresas y
comercios a reducir precios para poder cobrar y seguir operando, en un momento en el cual la banca no
estaba ofreciendo créditos.
Según Herrera y otros expertos, esta imposibilidad de acudir al sistema financiero fue un elemento
fundamental en la desaceleración de la hiperinflación.
Desde septiembre pasado, el Banco Central de Venezuela decidió aumentar de forma progresiva el
encaje o reserva legal (el porcentaje de los depósitos recibidos por las entidades financieras y que por ley
estas no pueden utilizar).
La principal finalidad de esta reserva es contar con fondos que permitan evitar una crisis de liquidez. Sin
embargo, en el contexto de la política monetaria también suele utilizarse para restringir el crédito y
así reducir la inflación. Al final de cuentas, si las personas y las empresas disponen de menos dinero
tienen que limitar sus gastos.
Derec
hos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEl aumento del encaje legal al 100% limitó
severamente la capacidad de los bancos de otorgar créditos.
En el caso de Venezuela, la decisión de las autoridades fue llevar el encaje legal hasta el 100%, el
máximo nivel posible y uno que -según Herrera- no tiene precedentes.
De esta forma, las entidades financieras vieron severamente restringida su capacidad para otorgar
créditos.
El Banco Central de Venezuela presentó esta medida como parte de la política de intervención en el
mercado cambiario que prevé ejecutar en coordinación con el Poder Ejecutivo, dentro del "Programa de
Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad" anunciado por el gobierno del presidente Nicolás
Maduro.
Así, con la restricción de la liquidez se estaría apuntando a reducir la cantidad de bolívares circulantes y
disponibles para comprar dólares.
De esta manera, se intentaría evitar que la moneda venezolana se siguiera devaluando, lo que también es
una fuente importante de inflación en un país en el que gran parte de los productos que se consumen son
importados.
Algunos economistas, sin embargo, no consideran esta política como la más apropiada.
"El gobierno entendió que la hiperinflación es un problema monetario pero, en lugar de asumir el
costo y dejar de emitir dinero inorgánico (que es la raíz principal de la hiperinflación), sigue emitiendo
dinero por su cuenta pero obliga a la banca a que deje de prestar", señala a BBC Mundo Guillermo
Arcay, economista de Ecoanalítica y profesor de Macroeconomía de la Universidad Católica Andrés
Bello de Caracas.
Arcay afirma que el BCV aumenta la masa monetaria en promedio en 18% cada semana.
Esa visión, sin embargo, ha sido rechazada de forma reiterada por el oficialismo.
"La causa determinante de la hiperinflación en Venezuela no es el aumento de la cantidad de dinero,
es la manipulación política y criminal del tipo de cambio", escribió en un análisis en noviembre
pasado la economista Pascualina Curcio, quien fue viceministra del gobierno de Maduro y es profesora
de la Universidad Simón Bolívar de Caracas.
El gobierno venezolano acusa de los problemas de escasez e hiperinflación a una guerra económica
desatada en su contra por parte de la oposición y de Estados Unidos, quienes a su vez, achacan estos
problemas a las malas políticas y a la supuesta corrupción del Ejecutivo venezolano.
El gobierno de Estados Unidos impone sanciones a Venezuela, incluidas al sector petrolero, clave de la
economía del país.
En un país como Venezuela, en el que las autoridades no difunden datos sobre el comportamiento de la
economía, la cotización del bolívar frente al dólar en el mercado paralelo se ha convertido en uno de los
pocos indicadores fiables para la mayoría.
Durante los meses de febrero y marzo, al contrario de lo que había sido la tónica de los últimos años, la
cotización del "bolo", como conocen los venezolanos a su moneda, se mantuvo relativamente estable.
Un dólar se cambiaba aproximadamente por 3.500 bolívares, y así fue durante varias semanas, como
resultado, según los expertos, de las medidas drásticas de contracción de la liquidez aplicadas por el
gobierno de Nicolás Maduro.
Esta semana el dólar ya se estaba cambiando por más de 5.000 bolívares. Todo parece indicar que, de
nuevo, el bolívar cae sin freno.
Graves consecuencias
Aunque las estimaciones de los analistas indican que la hiperinflación registró una desaceleración y que,
incluso, hubo productos que llegaron a bajar de precio, Arcay asegura que se trató de un fenómeno
efímero y que la gente no lo pudo apreciar en su vida cotidiana.
"En este proceso, el ingreso de las personas se mantuvo igual en términos nominales, por lo que -en
realidad- su calidad de vida siguió deteriorándose a un paso rápido", apunta.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLa hiperinflación reduce la capacidad
adquisitiva de los venezolanos.
Destaca que otra de las herramientas que usó el gobierno de Maduro fue rezagar el gasto fiscal, evitando
desde enero decretar aumentos de salarios en el sector público, pese a que en lo que va de año la
inflación acumulada ya debe superar el 500%.
El gobierno de Maduro volvió a devaluar el tipo de cambio oficial esta semana, lo que usualmente
anticipa un aumento de la inflación.
DolarToday
Logotipo
Información general
Dominio www.dolartoday.com
(no accesible para Venezuela)
DolarToday en Facebook
DolarToday en Twitter
En español Sí
Gestión
Lanzamiento 18 de mayo de 2010
Estadísticas
Índice
1Historia
2Tipos de cambio
3Contenido
4Demandas
5Declive
6Referencias
7Enlaces externos
Historia[editar]
DolarToday fue fundada el 18 de mayo de 2010. Tiene su sede en Miami, Florida, Estados
Unidos. Antes de la elección de Nicolás Maduro en 2013, DolarToday fue la segunda
referencia de tipo de cambio más popular en Venezuela, detrás de Lechuga Verde. Sin
embargo, después de que un escándalo provocara la desaparición de la Lechuga Verde, 6
DolarToday se convirtió en la referencia del tipo de cambio más popular. 2
De acuerdo con una entrevista que sus fundadores concedieron en BBC Mundo, DolarToday
se autodefine como "una forma de protesta contra una dictadura cada vez más comprometida
en silenciar e intimidar a los medios de comunicación en Venezuela."1 En la actualidad, el sitio
web de la empresa se dedica a publicar críticas sobre el gobierno de Maduro.2
Tipos de cambio[editar]
Véase también: Anexo:Cotización histórica del bolívar con respecto al dólar
La compañía basa sus tipos de cambio calculados del bolívar venezolano en el dólar de los
Estados Unidos a partir de las tasas sobre las transacciones en Cúcuta, Colombia, una ciudad
cerca de la frontera con Venezuela. 11 Hoy en día, debido a la inexistencia de otra fuente
confiable, las tasas de DolarToday son utilizadas por Reuters, CNBC, y varios medios de
comunicación agencias de noticias y redes.1213 El sitio web afirma que los valores no son
manipulados con el fin de socavar el gobierno venezolano. 2
Tomamos como referencia el valor de compra/venta del bolívar en la ciudad de Cucuta (sic) y lo
reportamos. DolarToday simplemente le ahorra el tener que hacer una llamada telefónica a
Cucuta (sic) y preguntar por el precio del paralelo.14
DolarToday
Demandas[editar]
El 23 de octubre de 2015 el Banco Central de Venezuela demandó al portal web ante una
corte federal de Estados Unidos para que deje de operar en referente del dólar paralelo. 22
El banco estatal tiene la teoría que el sitio web debilita la economía venezolana, lo que le
llamó "ciberterrorismo" creando la impresión que el banco central es incapaz de manejar la
economía venezolana y presentando indicadores que no son los oficiales emitidos por esa
entidad.23 La acusación formal incluye violaciones a la ley RICO de Estados Unidos, publicidad
falsa y violaciones a leyes venezolanas.24
El 26 de febrero de 2016 el juez de la causa decidió desestimar la demanda considerando que
el daño hipotético (el aumento de la inflación en Venezuela) no es suficientemente atribuible al
demandado (Dólar Today).25 El juez solicitó al demandante, el Banco Central de Venezuela,
reformular su demanda.26 Una demanda reformulada fue introducido el 4 de marzo de 2016 y
desestimada el 11 de mayo de 2016.27 El Banco Central de Venezuela presentó la apelación el
10 de junio28 pero el caso fue finalmente desestimado por causa de un acuerdo entre las
partes el 8 de agosto de 2016. Según la información del representante de DolarToday en el
caso, el Banco Central de Venezuela desistió de la demanda con perjuicio y no puede
renovarla.29
Dólar Today basa su tasa en operaciones que se realizan en la ciudad colombiana de Cúcuta,
en la frontera con Venezuela. El presidente venezolano Nicolás Maduro acusa a la página web
de desestabilizar a su gobierno. 30
Declive[editar]
Según economistas y medios de comunicación, a inicios del año 2018 la compañía fue
perdiendo credibilidad como sitio de referencia por el aumento vertiginoso de la cotización de
la divisa en el mercado y el estancamiento de la tasa referencial en su página, lo que conlleva
a que otros portales de cotizaciones como DolarTrue, AirTM y DolarPro se impusieran con el
tiempo como fuentes principales de consulta.31
En DolarToday publicamos valores de referencia para el Dólar paralelo, El “DolarToday” corresponde al valor
promedio de operaciones privadas en la ciudad de Caracas, el valor de Cúcuta es determinado en función a la
oferta/demanda de Bolívares en esa ciudad. El Implícito es calculado utilizando información del Banco Central
de Venezuela, específicamente, tomamos la Liquidez monetaria (M2) y la dividimos entre las reservas
Internacionales, el resultado es el monto del Dólar Implícito. El Simadi es un dato oficial obtenido del BCV.
Dolar Bitcoin
El 1ro de Abril del 2017 DolarToday comenzó a publicar una referencia adicional. Lo particular de esta nueva
referencia (el Dolar Bitcoin) es que se determina de datos obtenidos de fuentes independientes, comprobables
y basados en la oferta/demanda de la criptomoneda ‘Bitcoin’ en el sitio ‘LocalBitcoins’ (el mas popular entre
venezolanos). La manera exacta en la que realizamos el calculo es la siguiente:
Quiénes están detrás de Dólar Today,
el sitio web al que Nicolás Maduro
acusa de hacer la guerra económica a
Venezuela
Patricia SulbaránBBC Mundo
7 marzo 2016 Comparte esta actualización en Facebook
Comparte esta actualización en Messenger
Comparte esta actualización en Twitter
Comparte esta actualización en Email
Compartir
Derechos de autor de la imagenGETTYImage captionEl cambio nominal versus el real del dólar en
Venezuela es objeto de amplia discusión.
"Más temprano que tarde van a pagar y vamos a tener tras las rejas a todos los bandidos de Dólar
Today que hacen la guerra económica contra Venezuela desde Miami".
El presidente Nicolás Maduro pronunció estas palabras durante un discurso televisado el 13 de abril de
2015, como antesala a lo que se convertiría en una ofensiva legal del gobierno contra el portal
Dolartoday.com.
La página web, que también tiene presencia en redes sociales, publica diariamentela tasa del dólar con
respecto al bolívar en el mercado paralelo venezolano, considerado ilegal dentro del control de
cambio que opera en el país.
10 claves para entender qué pasa con la economía de Venezuela
La respuesta en aquel entonces de los directores de Dólar Today (DT) fue lanzar un video por Youtube
que mostraba cómo aumentaba el número de visitas a la página después de que Maduro mencionara su
nombre en cadena nacional.
¿Cómo perjudica el bloqueo de EE.UU. a los
venezolanos? Una mirada realista
En Profundidad
19 JUNIO 2019
Comentarios
-
LEA TAMBIÉN:
ABC del bloqueo económico contra Venezuela
Un bloqueo financiero consiste en evitar que una persona (natural o jurídica) pueda
comerciar, comprar, vender, canjear e incluso recibir ayuda de terceros, porque serían
sancionados.
En este sentido, señala que "las sanciones económicas mundiales y los embargos
comerciales integrales aparecen hoy en día como medidas coercitivas obsoletas".
Agrega que "la experiencia muestra que las sanciones pueden tener consecuencias
muy negativas para los civiles, especialmente para los grupos vulnerables".
Rusia enfrentará todo intento de golpe de Estado contra Venezuela impulsado por
Estados Unidos, afirmó el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi
Riabkov https://t.co/0VCDH1JwTvpic.twitter.com/XbIAHBNoyc
— teleSUR TV (@teleSURtv) 22 de mayo de 2019
El bloqueo financiero contra Venezuela inició con la orden ejecutiva del 9 de mato de
2015, firmada por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama. Se trató de la
ampliación de las sanciones económicas emitidas por el Congreso de Estados Unidos
del 10 de diciembre de 2014 contra el gobierno y el conjunto del país.
La orden ejecutiva fue prorrogada en los siguientes años por Obama y su sucesor
republicano, Donald Trump, hasta acumular un conjunto de prohibiciones al sistema
financiero y económico venezolano. Estas fueron detalladas por el canciller Jorge
Arreaza, en una rueda de prensa de las Naciones Unidas, en abril de este año.
4. Cada vez se limita más a las instituciones nacionales (públicas y privadas) para
ejecutar pagos a proveedores, beneficiarios, recibir pagos, ejecutar transacciones,
administrar carteras de inversión, cumplir obligaciones financieras como la
cancelación de títulos y bonos de la deuda pública, y/o acceder a fuentes de
financiamientos internacionales.
Como ya se expuso a lo largo del texto, las sanciones de EE.UU. contra Venezuela
van dirigidas a bloquear toda su economía. Un concepto que es importante explicar
una y otra vez, puesto que la oposición y la prensa alineada a la derecha han
posicionado (exitosamente) la matriz de que las sanciones no afectan a la población
venezolana, sino que "congelan cuentas bancarias y bienes" de funcionarios
gubernamentales.
La realidad es más siniestra. Estados Unidos, como líder del sistema financiero
internacional, ha ordenado que las reservas que le pertenecen al pueblo venezolano
(chavistas y opositores por igual) sean retenidas por organismos financieros del
mundo.
- Medicinas
Las sanciones contra Venezuela tienen un grave efecto sobre los venezolanos, debido
a que es un país que depende de sus importaciones de alimentos, medicinas y
maquinaria para su producción interna.
Por otro lado, las sanciones han saboteado la transacción de 4.851.252 euros
necesarios para atender a 26 pacientes venezolanos que se encuentran en Italia,
quienes esperan trasplantes de médula ósea. Estas personas reciben tratamiento
gracias a un convenio de PDVSA con una fundación. Los recursos forman parte de los
1.543 millones de euros, retenidos por la entidad financiera Novo Banco en Portugal.
El 19 de mayo de 2019, el secretario general de los CLAP, Freddy Bernal, informó que
el Gobierno de EE.UU. sancionó a 10 de las 12 empresas navieras que trasladaban
alimentos a Venezuela, para los CLAP. Aunado a esto, no se puede pagar
directamente en dólares a México por los alimentos y las transacciones deben
hacerse a través de un tercer país. Como resultado, el intercambio comercial pasó de
tardar 20 días a 60.