Lectura Sesión 1 - Disciplina Inteligente
Lectura Sesión 1 - Disciplina Inteligente
Lectura Sesión 1 - Disciplina Inteligente
Al hablar de disciplina en el salón de clases nos vienen a la mente diferentes imágenes algunas
desagradables y otras no agradables, algunos recuerdos de estrategitas que se aplicaron
nuestros maestros y otros recuerdos de las estrategias que aplicamos nosotros.
Sea cual sea el enfoque pedagógico que utilicemos, la disciplina es y seguirá siendo un tema de
vital importancia en nuestra práctica docente sobre todo si la consideramos un medio y no un
fin en sí misma.
La disciplina es un medio importante que nos ayuda a fomentar una serie de valores.
Vidal Schmil la define como: “El conjunto de estrategias que los adultos podemos aplicar para
que los menores a nuestro cargo puedan distinguir lo aceptable de lo inaceptable de su
conducta y de la de los demás, dentro del contexto específico de la sociedad en la que viven y
de acuerdo con los valores que dicha sociedad considera deseables”
Con base a esta definición podemos destacar que el verdadero sentido de la disciplina es ayudar
al estudiante a auto regular su conducta, analizándola a la luz de los valores de la sociedad en
la que vive. De este modo la disciplina es nuestra aliada en la noble tarea de formar personas;
objetivo completamente opuesto al de someter, humillar o castigar a la persona para obtener
lo que deseamos atropellando su dignidad y su autoestima.
Por supuesto que es difícil mantenernos en esta postura, todos hemos experimentado
frustración, desesperación y hasta represión por el comportamiento de estudiantes que ponen
a prueba nuestra voluntad. Lo más difícil es entender y aplicar el equilibrio necesario al
momento de abordar el comportamiento tanto hacia el estudiante como hacia nosotros mismos.
La firmeza se refiere a la capacidad del profesor de poner límites y hacer que se cumplan con el
fin de fundamentar y consolidar los valores que se pretenden transmitir. La firmeza adquiere
diferentes niveles de acuerdo con la claridad, consistencia y cumplimiento de los límites, así
tenemos que un nivel de firmeza alto consiste en establecer límites claros, concisos, concretos,
cumplidos y conscientes, los cuales se basan en valores fácilmente reconocibles.
La benevolencia de refiere a la buena voluntad con que se compone una persona. También se
presenta en diferentes niveles. Un nivel alto de benevolencia se observa cuando se tiene buena
intención en el trato a los estudiantes, hay afecto, bondad, respeto mutuo, empatía y simpatía.
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Combinando las variables firmeza, respeto y benevolencia podemos clasificar cuatro diferentes
estilos disciplinarios.
Sector I SECTOR II
Firmeza (+) Firmeza (+) con respeto (+)
Sin benevolencia (-) Estilo asesorativo
Estilo autoritario Disciplina vinculada entre profesor y
Disciplina conectada con el profesor alumnos
(ofende, desaprueba, intimida, amenaza, (libertad dentro de límites claros, elecciones
culpa, regaña) aceptables, códigos de conducta aceptados).
Como podemos observar, el estilo asertivo es el que mejor cumple los objetivos de la disciplina
y el que más se acerca a la disciplina inteligente.
Tal como lo afirma Vidal Schimil la disciplina inteligente en la escuela, inicia con la disciplina
preventiva en el aula.
La disciplina preventiva afirma que un maestro eficaz es aquel que presenta las reglas,
procedimientos y rutinas desde el primer día de clases y se ocupa de que sean entendidos y
practicados hasta que los estudiantes sean autónomos en su realización.
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B. Cercanía afectiva entre maestros (as) y estudiantes.
Cuando el maestro presencia de manera clara, concisa y precisa las reglas, explica por qué
son necesarias, organiza el aula para que los estudiantes trabajen sin distracciones,
teniendo objetivos claros, es menos probables que se presentes situaciones que requieran
correcciones.
Un profesor o profesora asertiva es capaz de expresar su punto de vista con claridad y firmeza
estableciendo una buena relación de trabajo con colegas y alumnos.
Mientras más capacitado esté el profesor en el manejo de sus emociones más probable será que
pueda establecer un clima positiva y agradable para el aprendizaje. Si puede identificar y
manejar sus emociones también puede conducir a los estudiantes a reconocer y manejar sus
emociones, generando así confianza y cercanía afectiva en la relación maestro-estudiante.
BIBLIOGRAFÍA