Costelaciones Familiares
Costelaciones Familiares
Costelaciones Familiares
Bert Hellinger
gNacido en 1925, estudió filosofía, teología, y pedagogía. Posteriormente, se hizo psicoanalista y profundizó
hipnoterapéuticos. Tras 16 años trabajando en Sudáfrica como misionero católico, desarrolló su propia Terapia
COSTELACIONES FAMILIARES
Constelaciones familiares es un método desarrollado por el psicoterapeuta Bert Hellinger. Su objetivo es liberar a
las personas de sus tensiones. Estas tensiones suelen venir de las generaciones pasadas y tienen sus raíces en
los acontecimientos de la historia de la familia. Por ejemplo: guerra, violencia familiar o doméstica, fallecimiento
prematuro de padres o de hijos, abortos, separaciones, violaciones. Todo ello puede manifestarse en las
presentes generaciones como depresiones, psicosis, miedos, migrañas, cansancio crónico o problemas en las
relaciones.
Constelaciones Familiares es un tipo de Psicoterapia Sistémica Familiar desarrollado por Bert Hellinger. Se dice
que el 70% de los problemas psicológicos que nos afectan a todos vienen de nuestra historia y relación familiar.
El niño, por amor ciego, adopta reacciones y soporta cargas que le dificultarán la vida de adulto. Constelaciones
saca rápidamente a la luz la dinámica que causa el sufrimiento y, si se dan las circunstancias apropiadas, la
Esta Terapia se diferencia de otras por su extrema rapidez. En una Constelación (de una duración media de 1
hora) sale a la luz y se aborda el verdadero tema causante del problema presentado por el cliente, en oposición a
procesos que pueden durar años en otro tipo de Terapias, como el Psicoanálisis. Por eso cada vez más
psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas se interesan por las Constelaciones Familiares como herramienta
terapéutica.
El Método de trabajo se fundamenta en trabajar con representantes, y en grupo (aunque también existen las
sesiones individuales).
El alcance del trabajo no se limita a la persona que ha hecho su Constelación, sino también a su sistema familiar,
ya que cuando un elemento del sistema se mueve, todos se recolocan a su vez, encontrando un mejor equilibrio.
Asimismo, el trabajo de una persona en su Constelación también afecta al resto de participantes del Taller, ya
que muchísimas problemáticas son comunes, en menor o mayor grado, a las del resto de participantes.
ANTECEDENTES DE LA EXPRESIÓN
La expresión la acuñó Alfred Adler como la posición de los miembros de una familia con relación a su edad y rol.
En 1953 se encuentran los primeros artículos que utilizan la expresión en el American Journal of Orthopsychiatry,
de (Glauber, 1953) y de (Plank, 1953). En 1961, Walter Toman, de la Universidad de Brandeis (Massachusetts),
publicó un libro (Toman, 1961) donde se presenta un análisis, basado en correlaciones estadísticas, de las
características de los diferentes hermanos en una fratría, categorizando las personalidades en función del género
y de su orden de nacimiento respecto a los otros hermanos. En los estudios de psicología referentes a las
La constelación actúa en el alma de la familia y en el alma de quien consulta. Es ahí donde se llega a una
solución que contemple el bienestar de todos los miembros de la familia. Una solución que muchas veces pasa
por honrar nuestros vínculos con los padres hermanos y ancestros. Pero también pasa por el reconocimiento del
lugar único e irrepetible que ocupamos en la familia y por asentir a nuestro destino y a nuestra vida tal y como es.
¿A QUIÉN BENEFICIA?
En casi todas las familias hay ciertos hechos que tienen un profundo impacto residual en todos sus miembros,
perturbando la armonía familiar. Todo niño está conectado a una familia y adopta ciertos roles en la estructura
familiar. Todos los miembros de la familia, incluyendo aquellos que están ausentes por muerte y separación,
Con este trabajo se logran, una y otra vez, traer a la luz lo oculto y hacer visible la causa de determinados
conflictos. La realidad aceptada es liberadora, disuelve las implicaciones en viejas ilusiones y abre paso a la
TIPOS DE CONSTELACIONES
Quienes aplican esta pseudoterapia distinguen dos tipos de constelaciones familiares: grupal e individual.
CONSTELACIÓN INDIVIDUAL. Trabaja con muñecos terapéuticos que representan a los miembros de la familia.
Esta sesión sólo se desarrolla con el constelador y el constelante y es una ventaja para las personas a las que les
CONSTELACIONES EN GRUPO. El constelante expone su tema a los demás miembros del grupo y los demás
individuos representan a los otros integrantes de la familia. En algunos casos, el constelante sólo expone su
inquietud al constelador, de tal forma que los participantes no saben el tema a resolver, evitando influir positiva o
negativamente en el mismo.
Si se hacen de forma grupal se necesita de un consultante el cual expone su caso al constelador, quien le hará
una serie de preguntas relacionadas con la familia, los excluidos, eventos familiares, tragedias, antepasados,
fechas importantes para la familia, etc. Enseguida se pide al consultante que entre los miembros del grupo elija a
alguien que lo represente a él y a otros miembros que representen a los padres o a su pareja o a los miembros de
la familia o síntomas que pudieran estar implicados en el problema. Se pide que los “configure”; es decir, que los
coloque dentro del área en donde se lleva a cabo la constelación y que sólo se deje guiar por sus sensaciones,
no es necesario que piense en nada, después se sienta a observar cómo el constelador pregunta a los
participantes/representantes sus sensaciones y sentimientos, se observa hacia donde miran, en qué lugar se
sienten más cómodos o incómodos. El constelador va realizando movimientos, si es necesarios mete a más
participantes para que representen a miembros del sistema del consultante que también es importante que tomen
parte de la constelación. Se llega a una imagen de solución en donde todos los representantes estén tranquilos y
en su lugar. A esta imagen se llega a veces mediante movimientos de los mismos representantes que a veces
son imprevistos y voluntarios (como un abrazo), en otros casos se dan por la intuición del constelador quien pide
ciertos movimientos a los representantes, ciertas frases, hacer reverencias, etc. En ocasiones se meten
representantes también para síntomas, enfermedades, sentimientos, secretos, situaciones políticas críticas como
las guerras, migración de un país a otro, etc. Cabe destacar que Schneider dice que algunas constelaciones a
veces transcurren sin palabras, confiando en las reacciones corporales de los representantes le otorguen la
claridad suficiente al cliente de su sistema familiar y en estos casos las interpretaciones e intervenciones del
terapeuta se reducen en ocasiones a ello de manera decisiva. Las constelaciones también se pueden hacer
mediante figuras, esto es especialmente útil cuando la consulta es individual, aunque éstas no ofrecen tanta
información como cuando se hacen en grupo, dan una visión tridimensional, el mismo consultante va reportando
las sensaciones o sentimientos que le despiertan la posición de cada figura. Tiene la ventaja de que el
consultante puede hablar sólo con el constelador acerca de su problema y dar toda la información que se le
solicite sin temor a que más personas sepan sobre tu familia. También se llegan a usar plantillas, las cuales se
colocan en el piso y el consultante o algún otra persona que se ponga al servicio del consultante se va parando
Independientemente de su formación técnica, existe una premisa fundamental para el terapeuta: su actitud. Una
actitud sin intención. Más allá de lo bueno y de lo malo, de todo juicio ético. El terapeuta mira la realidad
manifestada por el cliente, y con un profundo respeto entra en sintonía con él; sin afán de ayudar, sino sólo con el
deseo de servir de instrumento para la realidad emergente del cliente. Esta, la realidad, es la que alberga ya
Esta actitud significa algunas veces aceptar el destino trágico como la mejor solución para el cliente y, en
consecuencia, no interferir en ello. Por parte del terapeuta supone un profundo trabajo personal previo con su
propio origen y con sus propias intenciones. Supone la humildad de aceptar la realidad tal como es. Supone la
distancia ante el cliente para que éste viva su realidad mostrada. Y la conciencia de que no es él, el
coordinador/terapeuta, quien cura, sino la misma realidad. El terapeuta no necesita una solución creativa, él no es
un constructivista que crea una nueva realidad: él deja que la realidad sea.
En su aspecto técnico, el coordinador/terapeuta tiene ciertamente una parte activa. Preparar al cliente para la
constelación sería su primera actuación: saber qué le pasa, para qué ha venido. No estamos ante una
conversación puramente racional: los gestos, el tono, el discurso, la actitud, las emociones expresadas, la misma
Qué ha sucedido, es el paso inmediato. Sólo con hechos, con fenómenos podemos trabajar: enfermedades,
muertes, nacimientos, parejas ¾ todo aquello que contribuye a la formación de un sistema. Quedarse en los
sentimientos nos dejaría con una personalidad confusa, la cual no podría ver sus implicaciones en un sistema y,
por otro lado, sería una violencia para los demás participantes en el grupo y para el mismo coordinador/terapeuta,
que pondría en peligro su necesaria distancia para perder fuerza en la compasión o en la crítica.
Naturalmente, en el desarrollo de la constelación aparecen sentimientos. Pero aquí son los representantes
quienes los sienten y expresan. Aquí ya no aparecen racionalizados o desviados hacia otros objetos, sino en su
dinámica original. Son estos sentimientos los que hay que atender y encauzarlos de manera que el sistema gane
energía y harmonía.