Habituacion y Dependencia
Habituacion y Dependencia
Habituacion y Dependencia
HABITUACION Y DEPENDENCIA
REALIZADO POR:
VELASQUEZ, DANNY
8vo SECCION “C”
JUNIO, 2012
INTRODUCCIÓN
Desde épocas inmemoriales, personas de todas las clases sociales han usado los
estupefacientes y hasta ahora, no se ha probado que exista algún grupo racial o étnico que
sea inmune a las toxicomanías. Es probable que el hombre en épocas muy remotas
conociera sustancias capaces de provocar nuevas sensaciones y por consiguiente nuevos
estados de conciencia, que unidos al deseo de enmascarar la realidad, serían el punto de
partida del uso inadecuado de estas sustancias.
El uso de las drogas estupefacientes es un problema social relativamente moderno, no tanto
porque la sociedad haya tomado conciencia por sí misma de que el uso de estas sustancias
acarrea problemas sociales y problemas individuales, sino más bien, porque solo hoy, el
“vicio” ha adquirido la fisionomía de “fenómeno social del siglo XX”. No fue sino a finales
del siglo XIX cuando se consideró el uso y el tráfico de estupefacientes como un problema
internacional; anteriormente se le veía como un negocio más o menos legítimo y hasta se
pensó que el uso de determinadas “drogas” (opio, hojas de coca, marihuana, etc) provenían
de hábitos muy arraigados en algunos grupos sociales en determinados países.
Gran número de estupefacientes y sustancias psicotrópicas son productos naturales o
sintéticos, que en general tienen uso médico sobre la actividad mental y el estado de ánimo
del usuario. En consecuencia, cuando son utilizadas bajo control médico son beneficiosas
para la salud; por el contrario, cuando son usadas indiscriminadamente, sin ningún control,
cuando en general se abusa de ellas, son nocivas a la salud, al usuario y a la sociedad.
DESARROLLO
El tabaco contiene una sustancia conocida como nicotina, ésta tras unos pocos minutos
después de la primera calada, llega al cerebro en su máximo grado. Cuando la nicotina se
difunde por el resto del cuerpo, actúa sobre el sistema nervioso, el corazón y el sistema
digestivo. Rápidamente la nicotina hace su efecto de comprimir las venas, concentración
que reduce el flujo sanguíneo a los diferentes órganos, especialmente al cerebro. Estos
órganos reciben menor cantidad de oxígeno y otros productos que contiene la sangre y por
eso funcionan peor.
El humo del cigarro contiene gran cantidad de óxido de carbono, que es una parte del
aire muy tóxica. Aspirado por los pulmones pasa a la sangre y es una cantidad de menos de
oxígeno para la sangre. Todos nuestros órganos necesitan oxígeno, pero cuando se fuma
reciben menos cantidad y en cambio reciben óxido de carbono, que los deteriora, lo cual
implica que algunas células del cerebro serán destruidas y se impide la formación de nuevas
células.
Cuando se fuma en exceso (30 o 40 cigarros al día) se corre el peligro de
envenenamiento por nicotina. Se manifiesta por la palidez, náuseas y vómitos. Cuando se
fuma mucho y durante un tiempo prolongado, se puede producir un envenenamiento
crónico.
Algunos de los síntomas durante la abstinencia de nicotina son: Humor depresivo,
insomnio, irritabilidad, frustración, ansiedad, dificultad de concentración, inquietud,
disminución de la frecuencia cardíaca y aumento del hambre o de peso.
El LSD es un ácido lisérgico, un líquido sin olor ni gusto, que se consume sobre papel seco
o en forma de pastilla. Los efectos de esta sustancia varían según las personas que lo
consumen; a algunas no les produce ningún efecto, mientras que otras han muerto o se han
suicidado tras su primera experiencia con el LSD. El peligro real del LSD no es la
toxicidad, sino la imposibilidad de prevenir los efectos psíquicos. El/a consumidora se
puede quedar “colgado”, puede desencadenar un trastorno psíquico muy grave.
El éxtasis o MDMA se obtiene tras tratar el safrol con amoníaco en estado gaseoso, el
MDMA, que es un derivado del MDA, se obtiene de la miristicina. El producto se obtiene a
través de la síntesis de todas estas sustancias.
Esta droga produce un estado de excitación que se prolonga durante 2 o 3 horas. Esta
excitación fruto de una toxicidad aguda produce ansiedad, agitación, anorexia, náuseas,
temblores, convulsiones, pupilas dilatadas, hipertensión arterial, taquicárdia, arrítmias, etc.
Las consecuencias que tiene esta droga son básicamente alteraciones neurológicas y
psíquicas: Las neurológicas consisten en la degeneración de las neuronas serotonérgicas, la
disminución de la concentración de serotonina, alteraciones del sueño y la sexualidad,
hambre, ansiedad, etc. Y la alteración psíquica básica es la psicosis paranoide.
Republica bolivariana de Venezuela.
Ministerio del poder popular para la educación.