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Destinos de La Pulsión FREUD

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Facultad de Psicología - UNLP

DESTINOS PULSIONALES, SIMBOLIZACIÓN Y


SUBLIMACIÓN

Pulsional destinies, symbolization and sublimation

Ramona Vera y Angela Ceretta


ramonavera@gmail.com

Facultad de Psicología | Universidad Nacional de La Plata

Resumen
El objetivo de este trabajo es dar cuenta de las inscripciones, el mo-
vimiento y el desplazamiento de las pulsiones parciales y sus recursos
defensivos, en momentos previos a la constitución de la represión se-
cundaria con el sepultamiento del complejo de Edipo, a partir del cual
los destinos pulsionales podrán orientarse como destinos del sujeto.
Nuestra hipótesis es que existe un tiempo anterior a la actividad su-
blimatoria en el que se establece la potencialidad sublimatoria. Siendo la
simbolización un prerrequisito para estas actividades, se hace necesario
situar el logro de esta capacidad de simbolización en el devenir psíquico.
Los temas abordados en este trabajo constituyen aportes en la elabo-
ración del marco teórico del Proyecto de Investigación “El jugar como ac-
tividad sublimatoria. Procesos de simbolización en niños y adolescentes de la ciudad
de La Plata: un estudio exploratorio” perteneciente a las cátedras Psicología
Evolutiva I y Psicología Clínica de Niños y Adolescentes de la Facultad de
Psicología de la Universidad de La Plata (UNLP).
Palabras clave: Pulsión; simbolización; potencialidad sublimatoria;
sublimación

Vol. III - Temas en Psicología - Anuario 2016 - 421


Ramona Vera y Angela Ceretta

Abstract
The goal of this work is to account of the inscriptions, the movement
and the displacement of the partial impulses and their defensive resour-
ces, at a time prior to the constitution of the secondary repression with
the dissolution of the Oedipus complex, from which the pulsional desti-
nies may be oriented as destinations of the subject.
Our hypothesis is there is a time prior to the sublimatory activity in
which sublimatory potentiality is established.
Since symbolization is a pre-requisite for sublimatory activities, it is
necessary to situate the attainment of this capacity of symbolization in
the psychic happening (Geschehen).
The topics covered in the present work contribute to the develop-
ment of the theoretical framework of the Research Project “Playing as a
sublimatory activity. Processes of symbolization in children and adolescents of the
city of La Plata: an exploratory study” belonging to the chairs Evolutionary
Psychology I and Clinical Psychology of Children and Adolescents of the
Faculty of Psychology of the University of La Plata (UNLP).
Keywords: Drive; symbolization; sublimation potentiality; sublimation

1. Introducción
Para abordar los conceptos básicos de pulsión, de destinos pul-
sionales, de simbolización y de sublimación, que son fundamentales
en la organización y estructuración del psiquismo en estos primeros
tiempos, tiempos presubjetivos1, hemos seleccionado la línea de pen-
samiento psicoanalítico.
Partiendo de los enunciados freudianos, tomamos el aporte de auto-
res posfreudianos que nos aproximan a esquemas teóricos en referencia
a las primeras inscripciones psíquicas de datos de la realidad. Estos au-
tores formularon hipótesis teóricas que solamente podrán ser validadas
posteriormente por sus efectos.
El objetivo de este trabajo es dar cuenta de las inscripciones, el mo-
vimiento y el desplazamiento de las pulsiones parciales y sus recursos
defensivos, en momentos previos a la constitución de la represión se-

1 Nota aclaratoria: noción “tiempos presubjetivos” que puede ser mantenida conceptualmente a
condición de ser trabajada en análisis posteriores.

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Destinos pulsionales, simbolización y sublimación

cundaria con el sepultamiento del complejo de Edipo, a partir del cual


los destinos pulsionales podrán orientarse como destinos del sujeto.
En Pulsiones y destinos de pulsión([1915]1989), Sigmund Freud propo-
ne la sublimación como un destino pulsional. Nuestra hipótesis es que,
para que el sujeto logre la actividad sublimatoria, tiene que establecerse
previamente una potencialidad sublimatoria. Una de las cuestiones a de-
limitar es entonces cómo se establece esta potencialidad.
Siendo la simbolización un prerrequisito para las actividades subli-
matorias, se hace necesario situar el logro de esta capacidad de simbo-
lización en el devenir psíquico. Partimos entonces de los primeros tiem-
pos de vida psíquica. La psique del infans realiza un trabajo constante
de transcripción y retranscripción de las experiencias para entramarlas
en una red simbólica (Bleichmar, 2008). La experiencia de satisfacción
produce una inscripción (deja una huella) que marca el origen de la re-
presentación (Freud, [1895] 1994).
Las inscripciones tempranas, producto de las primeras vivencias del
infans constituyen el soporte o marco sobre el que se va a ir estructu-
rando el psiquismo (Marcelli, 1992). Que la cría humana devenga en su-
jeto es un proceso que se inicia en el momento en que el ser biológico
es significado por el otro humano. Éste permite -con su intervención- la
preservación de la vida y, a la vez, la inscripción de representantes de la
pulsión sexual que van armando la trama psíquica. Esta trama es el capi-
tal representacional con el que cuenta el infans (Aulagnier, 1977).

2. Primeros tiempos psíquicos


Tomamos como punto de partida los primeros tiempos de inscrip-
ción de la pulsión para poder dar cuenta de las nuevas formas que ad-
quieren las derivaciones pulsionales en el proceso de estructuración
del psiquismo.
Situamos nuestro pensamiento en los orígenes de la pulsión como
energía libidinal que produce excitación que el psiquismo tiene necesi-
dad de drenar o descargar. Dado que el cachorro humano deviene ser
psíquico a través de la intervención del otro, es necesario incluir a la ma-
dre en nuestro análisis2.
2 Consideramos madre como concepto. Sigmund Freud remite a la noción de auxilio ajeno (Freud,
[1895] 1994).

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Analizaremos, en primer término, al infans y su actividad. Luego, se


considerará a la madre y sus intervenciones estructurantes.
El soporte y punto de partida de las inscripciones pulsionales es el
cuerpo, su sensorialidad, sus funciones y sus zonas erógenas (erogenei-
dad del cuerpo y sus funciones mediante la experiencia de placer).
Las investiduras que se producen en este primer tiempo dejan huellas
que, al quedar asociadas a la experiencia de satisfacción, van formando
un entramado representacional. Esta trama psíquica se va complejizando
progresivamente y, la motricidad como función investida, permite me-
diante la actividad de apoderamiento asirse del objeto de la satisfacción.
Las vías de contacto y derivación de la energía pulsional se van cons-
tituyendo en el interjuego entre las siguientes causas:
1. La necesidad de descarga por excitación del aparato
2. La necesidad de dominio del objeto (pulsión de dominio)
3. El placer de las zonas erógenas
4. La imagen del objeto que permite la satisfacción. La imagen puede
ser la apariencia o cualquier otro rasgo del objeto proporcionado por la
sensorialidad (por ejemplo, un olor).
Denis Paúl (2005) formula que la corriente de dominio está presente
en la constitución de toda pulsión. Este autor plantea que la pulsión se
constituye en un movimiento que reúne y combina dos corrientes de in-
vestidura que son complementarias: la investidura libidinal de las zonas
erógenas y la de la motricidad y la sensorialidad por medio de las cuales
la libido se liga a un objeto del mundo externo.
La pulsión de dominio está asociada a la motricidad y a la voluntad
(al deseo) de apoderarse del objeto que permite la satisfacción. El psi-
quismo busca y encuentra el objeto y lo pone en contacto con la zona
erógena, dándose, así, la experiencia de satisfacción. Según Denis, esta
experiencia tiene poder fundante de la pulsión.
Las intensidades cualitativas y cuantitativas de las experiencias sen-
soriales, primordiales de encuentros repetitivos boca-pecho, generan
inscripciones que son los primeros registros. Mentalización que permi-
te asociar los estímulos con las acciones y, gradualmente, construir un
sentido cuya lógica relacional, en el mejor de los escenarios, deberá
ser armónica, coherente y estable en torno al placer-displacer, satisfac-
ción-frustración.

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Se construye así la memoria corporal que deviene en estabilidad


emocional e integración progresiva de los acontecimientos significados.
En el acontecer de la vida, nuevos canales funcionan como cauce; vías
de inscripción y retranscripción en el sistema psíquico. Al ser evocada,
la memoria conjuga pasado, presente y futuro. Tres temporalidades que
permiten al yo historizar, dando sentido a la atemporalidad del incons-
ciente.
Las representaciones que se constituyen forman un entramado, red
simbólica con la que cuenta el psiquismo. De este modo, la pulsión va
encontrando y constituyendo nuevas vías de derivación, más alejadas de
la descarga pulsional directa.
Los nuevos estímulos actualizan sucesos del pasado. En el infans
crean la conducta de llamada, que permite predecir lo que vendrá (por
ejemplo, cuando llora de determinada manera y aparece la madre brin-
dando atención y cuidados).
El trabajo de inclusión de las experiencias en una red simbólica trans-
forma la estructura y genera nuevas potencialidades.

3. El trabajo de simbolización
Sobre el marco constituido en estos primeros tiempos se va constru-
yendo la posibilidad de simbolización y de sublimación. El juego del niño
y la capacidad de simbolizar por medio del juego es una de las formas de
derivación pulsional que permite obtener placer sublimado. La imitación
lúdica permite el juego representacional que se amplía y da condición
de creatividad al trabajo identificatorio del niño.
El juego es un espacio necesario para mover la fijeza de ciertas imá-
genes producidas en tiempos de las imitaciones precoces y de las iden-
tificaciones primarias. Este trabajo lleva implícitos derivados pulsiona-
les que van a permitir diferentes modos de simbolización y la actividad
de sublimación.
Melanie Klein ([1930]1988) plantea la simbolización como forma tem-
prana que tiene el niño de producir desplazamientos de la pulsión agre-
siva, desde el objeto primario de la relación de objeto hacia otros víncu-
los próximos mediante la actividad de apoderamiento y del juego.
Si bien no tomamos el concepto de simbolización tal como lo plantea
Klein, creemos que en el trabajo de simbolización hay un apoderamien-

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to del objeto por medio de la actividad y un trabajo del psiquismo para


crear nuevos objetos que sustituyen los objetos primarios. Estamos en
desacuerdo con la autora en la forma en que se origina el símbolo, en
tanto no da intervención al otro. Sin embargo, coincidimos en su postura
acerca del trabajo del niño en su búsqueda y el encuentro de nuevas
formas de resolver la tensión psíquica, como así también nuevas activi-
dades para lograrlo.
Tomando ahora los efectos que produce la intervención de la madre
en el psiquismo del hijo, ya desde antes de nacer, se pueden inferir pau-
taciones simbolizantes en ese espacio en el que el yo advendrá, enuncia-
dos identificantes pronunciados por la madre. Sombra hablada referida
a un hijo que aún no está (Aulagnier, 1977).
La capacidad de la madre de funcionar como barrera anti estímulo, capa-
cidad de reverie (Bion, [1962] 2013) o holding (Winnicott, [1971] 1982), posibi-
lita la formación de una trama, opera como marco que asegura la implanta-
ción de representaciones que permanecen; permanencia representacional
necesaria para asegurar la estabilidad de las identificaciones primarias.
En la interacción con el otro -y mediante su intervención- se generan
nuevos derivados pulsionales. Por su acción se van generando inhibicio-
nes de la pulsión, se produce la detención de la descarga y un estado de
atención del infans al mensaje del otro y hay una conducta de imitación
temprana por parte del niño. En un primer momento, la imitación es sobre
el gesto y está implicada toda la sensorialidad. Un ejemplo claro es cuando
el infante toca el enchufe: la madre primero pone el cuerpo enmarcando
la inhibición con gestos y tono de voz firme y cálida, dando tiempo a que
el niño resuelva o bien le ofrece salidas. Luego, en otro momento, el bebé
hace el gesto de tocar el enchufe a cierta distancia. Mirando a la madre
dirige el dedito, sonríe, hace murmullos. Se origina así un juego interactivo
entre la madre y el bebé que incorporó el No (Spitz, [1965] 1992). A partir
de la preservación de la vida y del objeto de amor, ambos responden con
alegría a esa consolidación de la confianza intra e inter-subjetiva que van
construyendo. Se da un proceso de aceptación del límite, inhibición de la
descarga pulsional y renuncia, enmarcado en un espacio-tiempo.
Por pautación materna, en ese vínculo dual, el infans encuentra nue-
vas formas de resolución de la tensión deseante. Con su intervención, la
madre introduce frustración en el autoerotismo del infans e inhibición de

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Destinos pulsionales, simbolización y sublimación

las descargas pulsionales. Le impone al psiquismo temprano descubrir,


crear nuevas vías de resolución. De esta manera, se van constituyendo
los diques anímicos, inscribiéndose el pudor, la vergüenza como meca-
nismos preedípicos. Posteriormente, surge el sentimiento de culpa como
mecanismo posedípico.
En la inhibición hay frustración; en la búsqueda de salida pulsional
hay creatividad en la medida en que es el propio psiquismo el que crea
las vías para la resolución de la tensión.
También el reconocimiento de la alteridad comienza a inscribirse tem-
pranamente. Es la madre quien primero reconoce al hijo como otro, codifi-
cando sus necesidades, reconociendo las obligaciones que tiene para con
él y explorando lo que quiere o necesita. Inicios de un proceso de subjeti-
vación que el niño deberá tomar por su cuenta cuando adquiera la capaci-
dad de simbolizar y de situar como “yo” por medio del lenguaje.
En el marco de la relación con el otro humano y mediante estas inter-
venciones maternas también se va constituyendo el sujeto ético (Bleich-
mar, 2011).
El concepto de reparación de Klein como forma de registro del otro
humano que debe ser cuidado y preservado por el amor que se tiene
hacia él, nos remite al origen del sujeto ético. El niño renuncia a represen-
taciones deseantes por amor al otro. Dice Silvia Bleichmar:
La primer sonrisa, la de reconocimiento, es una sonrisa que ya manifiesta
la base de los sentimientos morales. La posibilidad de postergar la peren-
toriedad del deseo para establecer un raport con el otro constituye la base
de toda relación amorosa y por supuesto el reconocimiento (2011:24).

4. Simbolización, potencialidad sublimatoria y sublimación


Retomamos el propósito de fundamentar un tiempo anterior a la
aparición de la actividad sublimatoria. Es necesario que se generen de-
terminadas condiciones en la estructuración psíquica para que esta po-
tencialidad sublimatoria se presente. Planteamos la hipótesis que será
condición para acceder a la sublimación:
• El reconocimiento de la alteridad, que comienza a inscribirse en los
primeros encuentros, cuando la madre codifica las necesidades del
infans.

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Ramona Vera y Angela Ceretta

• La transcripción y retranscripción de las inscripciones (huellas) en


el psiquismo para que puedan ser simbolizadas.
• El establecimiento de la represión primaria (represión de los mo-
dos autoeróticos de satisfacción) y de la represión secundaria (sa-
lida del complejo de Edipo).
Hay un carácter de sublimación o de actividad sublimada cuando lo
pulsional, lo erótico, se relaciona con lo amoroso y genera la necesidad
de buscar nuevas vías de descarga más allá del autoerotismo. Búsqueda
de otros objetos para satisfacer el deseo.
La sublimación se constituye en el movimiento deseante marcado
por la capacidad simbolizante y el encuentro con un medio ambiente
psíquico “adecuado” (Grassi & Córdoba, 2010).
La potencialidad sublimatoria alude a la capacidad para investir inte-
reses alejados de la satisfacción directa de las pulsiones parciales. Implica
también un gran montante de narcisización para el niño sostenida por
los ideales de las figuras significativas. Estos ideales, en correspondencia
con la cultura de la época, se van transmitiendo intergeneracionalmente.
La creatividad en el niño es el acontecimiento caracterizado por la
libertad que proporciona desafíos y aventuras de apropiación con valor
social y narcisísticamente pleno. El niño en el juego crea y se crea.

Referencias Bibliográficas
Aulagnier, p. (1977). La violencia de la interpretación. Buenos Aires: Amorrortu.
Bion, W.R. ([1962] 2013). Aprendiendo de la experiencia. Buenos Aires: Paidós.
Bleichmar, S. (2008). Violencia social-Violencia escolar. De la puesta de límites a la
construcción de legalidades. Buenos Aires: Noveduc.
_________(2011). La construcción del sujeto ético. Buenos Aires: Paidós.
Freud, S. ([1895] 1994). “Proyecto de psicología”. En: Obras completas. Buenos
Aires: Amorrortu.
________([1915] 1989). “Pulsiones y destinos de pulsión”. En: Obras completas.
Buenos Aires: Amorrortu.
Grassi, A. y Cordoba, N. (2010). “Metamorfosis de la pubertad: el hallazgo (?) de
objeto, su registro ordinario”. En: Entre niños, adolescentes y funciones paren-
tales. Buenos Aires: Entreideas.

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Destinos pulsionales, simbolización y sublimación

Klein, M. (1988 [1930]). “Amor, Culpa y Reparación”. En: Obras Completas. Buenos
Aires: Paidós.
Marcelli, D. (1992). Revista de Psicoanálisis con niños y Adolescentes, vol. 2, s/p.
Paúl, D. (2005). “La cuestión del dominio en psicoanálisis”. En Actual. Psicológica,
2, s/p.
Spitz, R. ([1965] 1992). El primer año de vida del niño. Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica de Argentina.
Winnicott, D. ([1971] 1982). Realidad y Juego. Buenos Aires: Paidós.

De las autoras
Ramona Vera es psicóloga y jefa de trabajos prácticos de la cátedra Psico-
logía Evolutiva I de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de
La Plata (UNLP) e investigadora categorizada. Su desarrollo profesional se
llevó adelante en torno a la Psicología del Niño, en los campos de la clínica,
de la docencia y de la investigación. Además, es participante de proyecto
de investigación “El jugar como actividad sublimatoria. Procesos de simbolización en
niños y adolescentes de la ciudad de La Plata: Un estudio exploratorio” (Facultad de
Psicología, UNLP) y ex participante del equipo interdisciplinario de asisten-
cia en estimulación temprana del Centro de Estimulación Temprana CLIVEN.

Angela Ceretta es psicóloga e investigadora categorizada. Fue ayudante


diplomada de la cátedra Psicología Evolutiva I de la Facultad de Psicología
de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) durante el período 1993-2016.
Se desarrolló profesionalmente en el área de la Psicología del niño, en los
campos de la clínica, de la docencia y de la investigación. Es participante del
proyecto de investigación “El jugar como actividad sublimatoria. Procesos de sim-
bolización en niños y adolescentes de la ciudad de La Plata: Un estudio exploratorio”
(Facultad de Psicología, UNLP) y fue coordinadora y supervisora del Servicio
de Psicología del Hospital Municipal “Francisco Caram” de Brandsen (Bue-
nos Aires).

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