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Anclao en París

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Anclao en París es un tango cuya letra pertenece a Enrique Cadícamo en tanto que la

música es de Guillermo Barbieri, que fue grabado por Carlos Gardel en París el 28
de mayo de 1931 con acompañamiento de guitarras.

Desde París donde está viviendo, el protagonista rememora Buenos Aires de la que
partió diez años atrás.

Índice
1 Los autores
2 Génesis del tango
3 Contexto
4 Valoración
5 Censura radiofónica
6 Grabaciones
7 Notas
8 Referencias
9 Enlaces externos
Los autores
Enrique Domingo Cadicamo (Luján, Provincia de Buenos Aires, 15 de julio de 1900 - 3
de diciembre de 1999) fue un poeta argentino, autor de la letra de numerosos
tangos. Usó también los seudónimos de Rosendo Luna y Yino Luzzi.

Guillermo Barbieri ( barrio de San Cristóbal, Buenos Aires, Argentina; 25 de


septiembre de 1894 - Medellín, Colombia; 24 de junio de 1935) fue un compositor y
cantante argentino y uno de los guitarristas del famoso cantante Carlos Gardel.

Corrientes y Esmeralda en 1950


Génesis del tango
Enrique Cadícamo escribió la letra en Barcelona, en el Hotel Oriente de la Rambla,
y con una inspiración tan intensa que la concluyó en menos de tres horas. Una
versión es que la hizo por pedido de Gardel, quien para esa época estaba
atravesando por un período de nostalgia y otra versión es que el pedido fue de
Barbieri.

Contexto
Durante varias décadas París ocupó un lugar importante para la mitología tanguera.
Tanto por las letras de diversos tangos – véase sino La que murió en París, Araca
París, Canaro en París, Madame Ivonne, Claudinette, Siempre París, Arolas en París
y algunos más- como en los artistas y compositores que en el período de entreguerra
pasaron por esa ciudad: Eduardo Arolas, Manuel Pizarro, Carlos Gardel, Pascual
Contursi, Francisco Canaro, Roberto Fugazot, Lucio Demare, Agustín Irusta y tantos
otros.1

Buenos Aires 1936 - Plaza de la República.


Manuel Adet señala que si bien no es el único tango inspirado por París, es el
único en el que se extraña a Buenos Aires y en lugar de relacionar aquella ciudad
con la fiesta, la alegría, la bohemia despreocupada y romántica, se sitúa en la
situación de quien sabe que no puede regresar a la patria perdida, que en este caso
es la ciudad perdida.1

Valoración
Manuel Adet opinó sobre Anclao en París:

“También en este caso se habla de volver o se expresa el deseo de volver. Se nota


que el personaje no está bien en París y extraña horrores a su Buenos Aires
querido. “¡Cómo habrá cambiado tu calle Corrientes...!/ ¡Florida Esmeralda, tu
mismo arrabal...!/ Alguien me ha contado que estás floreciente/ y un juego de
calles se da en diagonal...”. La tragedia del hombre no está en el futuro que añora
o en el pasado que evoca, sino en el presente y ese presente no es Buenos Aire sino
París transformado en símbolo del fracaso.”2
La tristeza y la frustración ya aparecen en el título pues los barcos que están
anclados en el puerto son aquellos que por alguna causa no pueden salir al mar. La
nieve, las luces rojizas con tonos murientes, el recuerdo que clava su puñal, son
todas expresiones de dolor y nostalgia que el poeta contrapone al recuerdo de
Buenos Aires y, más específicamente, a sus noches y a sus calles céntricas más
emblemáticas, para terminarcon “¡Quién sabe mañana me encane la muerte!”, una
formidable imagen que es uno de los grandes hallazgos poéticos de Cadícamo.1

Censura radiofónica
A partir de 1943 dentro de una campaña iniciada por la dictadura militar de 1943
que obligó a suprimir el lenguaje lunfardo, como así también cualquier referencia a
la embriaguez o expresiones que en forma arbitraria eran consideradas inmorales o
negativas para el idioma o para el país, se prohibió la emisión por radio de
Cafetín de Buenos Aires por su supuesto pesimismo y por la comparación entre el
cafetín y la madre.3

Las restricciones continuaron al asumir el gobierno constitucional del general Juan


Domingo Perón y en 1949 directivos de Sadaic le solicitaron al administrador de
Correos y Telecomunicaciones en una entrevista que se las anularan, pero sin
resultado. Obtuvieron entonces una audiencia con Perón, que se realizó el 25 de
marzo de 1949, y el presidente –que afirmó que ignoraba la existencia de esas
directivas- las dejó sin efecto.43

Cementerio del Calvario, Montmartre.


En enero de 1950 SADAIC cuestionó a Radio El Mundo por aplicar criterios
restrictivos sobre los temas de las canciones. En 1952 la entidad de los autores
acordó con las autoridades una lista de canciones populares que por razones de buen
gusto o decoro idiomático no debían pasarse por radio. Opina al respecto el
escritor Oscar Conde que en definitiva, SADAIC no cuestionaba la censura en sí
misma sino quién la aplicaba.3

En octubre de 1953 se aprobó la Ley de Radiodifusión n° 14 241 que no tenía


previsiones sobre el uso del lenguaje popular en radio pero las restricciones en
alguna medida continuaron.

Al ser grabado Anclao en París por Alberto Castillo con la orquesta de Emilio
Balcarce el 19 de enero de 1944 pasó a llamarse Anclado en París, la palabra
"tirao" fue cambiada por "tirado", "faubourg" que significa "arrabal" en francés,
se transformó en "rincón" y "me encane la muerte" pasó a ser "me encuentre la
muerte".5

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