Clase 1
Clase 1
Clase 1
Introducción 1
Objetivos 1
Cardiopatías congénitas 2
• Incidencia 2
• Clasificación 2
- Criterio de gravedad o complejidad 2
- Criterio clínico más criterio radiológico 4
- Criterio segmentario secuencial 5
• Formas de presentación 6
Insuficiencia cardíaca en el recién nacido y el lactante 6
• Sintomatología 6
• Diagnóstico 7
Conclusiones 8
Bibliografía 8
Si bien en 1938 se realizó la primera cirugía de cierre de ductus arterioso, a mediados de los años cincuenta
del siglo XX comenzaron a realizarse cirugías a corazón abierto con circulación extracorpórea. En ese
momento, el 90% de las cardiopatías eran adquiridas y solamente un 10% eran congénitas. Las más frecuentes
eran carditis reumáticas y diftéricas.
Tanto la ecocardiografía modo M como el ecocardiograma Doppler color en la actualidad, junto con otros
elementos de imagen como la resonancia magnética nuclear, la tomografía multislice, métodos que, sobre todo
con el eco-Doppler color, fueron reemplazando al cateterismo diagnóstico para realizar una cirugía. También el
cateterismo terapéutico intervencionista ha ido reemplazando a muchas cirugías convencionales (figura 1).
OBJETIVOS
Incidencia
Respecto a la incidencia de las cardiopatías congénitas, es necesario tener en cuenta que:
→ Afecta a 8-10/1.000 de los recién nacidos vivos.
→ Es la malformación congénita más frecuente.
→ Es la segunda causa de muerte en la etapa neonatal.
→ Genera más del 10% de la mortalidad infantil.
Clasificación
Las cardiopatías congénitas se pueden clasificar según distintos criterios:
→ Gravedad o complejidad (figura 2):
• Leves o simples.
• Moderadas.
• Graves o complejas.
→ Clínico y radiológico:
• Acianóticas con hiperflujo pulmonar y con normoflujo pulmonar.
• Cianóticas con hiperflujo pulmonar y con hipoflujo pulmonar.
→ Segmentario-secuencial:
• Patología segmentaria.
• Patología de la conexión.
Las cardiopatías simples son aquellas que nunca requerirán cirugía ni cateterismo terapéutico.
Son aquellas que en algún momento de su evolución requerirán intervención quirúrgica o intervención de cateterismo
terapéutico.
En algún momento de su evolución pueden cursar con insuficiencia cardíaca. Son ejemplos de cardiopatías de
mediana complejidad:
• Comunicación interventricular mediana.
• Comunicación interauricular.
• Estenosis valvular pulmonar moderada, que en la evolución pasa a ser grave.
• Estenosis aórtica moderada, que también puede pasar a grave.
Los dos últimos ejemplos requerirán algún grado de intervención en algún momento, ya sea quirúrgico o de
cateterismo terapéutico.
→ Cardiopatías complejas
Son aquellas que presentan en su evolución insuficiencia cardíaca o cianosis, o insuficiencia cardíaca más cianosis.
Se manifiestan en la etapa neonatal y van a requerir una o más cirugías en dicha etapa o de lactante pequeño, ya
sea correctora, paliativa o algún cateterismo intervencionista.
Respecto a la mortalidad (libradas a su evolución natural), el 50% muere en la etapa de recién nacido y el otro
50% muere entre el mes y el año de vida.
Si se combinan ambos criterios, las acianóticas pueden presentarse con hiperflujo o con normoflujo pulmonar y las
cianóticas con hiperflujo o con hipoflujo pulmonar.
Fisiopatológicamente, estas cardiopatías tienen en común que el cortocircuito es de izquierda a derecha; por eso
son acianóticas.
Dicho cortocircuito dependerá del tamaño del defecto y de las diferencias de presiones entre el circuito sistémico
y el circuito pulmonar.
Las cardiopatías acianóticas con hiperflujo pulmonar (vascularización pulmonar aumentada) son:
→ Comunicación intraventricular.
→ Comunicación interauricular.
→ Ductus arterioso.
→ Canal auriculoventricular completo.
Dentro de las cardiopatías cianóticas con vascularización pulmonar aumentada, por ejemplo, se encuentran:
→ Transposición completa de los grandes vasos (con cianosis y con hiperflujo pulmonar e insuficiencia cardíaca).
→ Anomalía total del retorno venoso pulmonar (también cianótica, con un aumento del flujo pulmonar).
→ Tronco arterioso.
En el caso de las cianóticas con vascularización pulmonar disminuida, se pueden mencionar, por ejemplo: tetralogía
de Fallot, atresia tricuspídea y atresia pulmonar.
Según estas clasificaciones, una comunicación interauricular es una patología segmentaria del segmento auricular.
En cambio, las de la conexión (por ejemplo, la transposición completa de los grandes vasos) son anomalías de la
conexión ventriculoarterial: del ventrículo izquierdo sale la arteria pulmonar y del ventrículo derecho sale la arteria
aorta.
La anomalía total del retorno venoso pulmonar es considerada una anomalía de la conexión venoauricular. Las
venas pulmonares, en vez de desembocar en la aurícula izquierda, lo hacen en la aurícula derecha.
La atresia tricuspídea y la atresia pulmonar son ausencias de conexión entre la aurícula derecha y el ventrículo
derecho y entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar, respectivamente.
Formas de presentación
Las formas de presentación de las cardiopatías congénitas pueden ser con insuficiencia cardíaca o cianosis más
insuficiencia cardíaca.
El resto pueden ser bien toleradas, asintomáticas o con pocos síntomas, y pueden sospecharse ante:
→ Aparición de un soplo.
→ Alteración de un ruido cardíaco.
→ Radiografía con la silueta cardíaca alterada.
→ Cardiomegalia.
→ Alguna alteración en el electrocardiograma.
Sintomatología
La sintomatología en la insuficiencia cardíaca del recién nacido y lactante incluye signos respiratorios y cardiológicos:
→ Signos respiratorios: distintos grados de disnea, desde taquipnea pasando por polipnea o tiraje hasta llegar al
grado máximo de disnea, como es el cabeceo y el quejido.
→ Signos cardiológicos:
• Taquicardia.
• Ritmo de galope.
• Hepatomegalia.
• Oliguria.
• Pulsos pequeños.
• Sudoración perlada en la frente.
• Mala perfusión periférica.
• Retraso ponderoestatural.
Con un criterio mayor y dos menores o con dos criterios mayores se obtiene alta sospecha de que el recién nacido
está en insuficiencia cardíaca.
Para el cribado de cardiopatía congénita grave en el recién nacido, se realiza un tamiz cardiológico a partir de las
24 horas de vida en la sala de internación conjunta en un recién nacido a término aparentemente sano con oximetría
de pulso en el brazo derecho y en una extremidad inferior.
La prueba es negativa cuando se obtiene una saturación de oxígeno mayor del 95% y una diferencia absoluta menor
del 3% entre la saturación pre- y posductal.
La cianosis que, junto con la insuficiencia cardíaca, es el signo más importante para hacer el diagnóstico de una
cardiopatía congénita grave del recién nacido, se divide en grados:
→ Mínima o grado 1: cuando está presente en labios, mucosas y uñas.
→ Ostensible o grado 2: cuando avanza hacia la cavidad bucal.
→ Marcada o grado 3: cuando ocupa mucosas y ojos.
→ Máxima o grado 4: cuando ocupa mucosas y piel, generalizada.
Resumiendo, se debe sospechar cardiopatía congénita ante la presencia, por supuesto, en primer lugar, de cianosis
e insuficiencia cardíaca (que son los signos más importantes), pero también en las cardiopatías que son bien
toleradas por la aparición de:
→ Soplo cardíaco.
→ Alteración en alguno de los ruidos cardíacos (ya sea en su desdoblamiento, en su intensidad).
→ Presencia de algún grado de disnea.
→ Radiografía de tórax (agrandamiento cardíaco o alteración de la silueta cardíaca).
→ Presencia de arritmia (puede hacer sospechar de una cardiopatía congénita).
→ Ausencia de pulsos femorales (en este caso, se sospecha una coartación de aorta).
→ Pulsos periféricos amplios en todos los miembros (haría sospechar de un ductus arterioso permeable).
→ Retraso ponderoestatural que se ve sobre todo en cardiopatías con insuficiencia hemodinámica.
BIBLIOGRAFÍA
Díaz Góngora G, Sandoval Reyes N, Vélez Moreno J, Carrillo Ángel G (editores). Cardiología pediátrica. Bogotá:
McGraw-Hill; 2003.
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Kreutzer E, Flores JE, Viegas C. Radiología cardiovascular en pediatría. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana;
1983.
Pérez-Lescure Picarzo J, Albert Brotons DC. Park’s pediatric cardiology for practitioners. Elsevier España; 2015.
Rodríguez J. El niño con cardiopatía congénita. Buenos Aires; Fundación Garrahan: 2015.