Daniela Camacho FINAL WEB
Daniela Camacho FINAL WEB
Daniela Camacho FINAL WEB
Médula y materia
Médula y materia
© Daniela Camacho
1era La Castalia / Línea imaginaria, 2021
© De esta edición
© Daniela Camacho
Fotografía de portada
© Meline Uzcátegui Coleman
Foto de autora
© César Erosa
Colección al cuidado de
Edwin Madrid
Aleyda Quevedo Rojas
José Gregorio Vásquez
Edición digital
Mérida, Venezuela - Quito, Ecuador, 2021
Ediciones La Castalia
Centro Editorial La Castalia
Mérida, Venezuela
www. lacastalia.com.ve
centro editorial lacastalia
@centroeditoriallacastalia
lacastalia@gmail.com
(Por esta razón, en algún momento, hablaré en femenino para referirme a ti, a mí, a nosotras.)
El padre
¿Cómo harás de la escritura algo no emocional? ¿Qué ocultarás para que la
enfermedad permanezca y no nos destruya?
El padre
No olvides que el pavor se propaga demasiado rápido.
11
A veces pienso que te debo todos mis fantasmas inocentes.
12
la alegría de la enferma es inoportuna [¿para quién?]
No.
sin maldiciones
basta con haber arruinado a tu especie
esta es tu genética del peligro
13
La hija
Siempre adiviné en tu pecho un sufrimiento cruel.
El padre
Fuiste lo contrario a una niña delicada. ¿Has temido alguna vez la
semejanza?
La hija
Ya he sido como tú.
14
Una noche despertará solo. Tendrá mi cuerpo y mi edad y será
alumbrado por lámparas de halógeno. Quien abra la puerta
descubrirá la crueldad: verá a un hombre recién nacido. Verá un
horizonte de bloques de hielo estallando contra el Sol. Un alivio
una furia hasta ese momento indetectables. Un hombre una mujer
en su reino. Con instrumentos inadmisibles y manchas menstruales
su cuerpo no podrá descifrarse. Será de nuevo un arcano absurdo,
será una hija triunfante.
15
La videncia de mi cuerpo no se acaba en tu cuerpo.
Has vuelto a nacer en mi yo caudaloso. Por eso tiemblas y por eso das miedo.
16
Diez años me separan de la primera enfermedad. En ese entonces
no sabía que el cáncer te persigue como una buena/mala estrella.
Te persigue como las montañas para devolverte algo desconocido,
busca tu piel tranquila para encaminarla hacia el riesgo. Ahora
estamos juntos en la gran ciudad, muñecos del museo de cera, con
nuestra lechosa capa de glóbulos blancos, flotando turbiamente
sobre glóbulos rojos.
17
Fue cuando dijeron leucemia de células pilosas1* que sentí un
relámpago atravesarme el hipotálamo. De la parte más profunda
de tu cuerpo vino a mí un dolor glacial. Así elaboramos juntos la
inquietud. Acostada en tu cerebro, padre, y tú en el mío, fuimos
más-que-humanos sosteniendo lo fallido. Lo desmesurado y lo
18
El padre
Ninguna enfermedad cumple su nombre. Mejor hablar de las cosas con
dulzura.
Otras voces
Apasionados con su suerte, han unido su coraje a la manera de curar.
Ella roba palabras de las idas como una criminal:
Padre, fue mucho tiempo atrás que éramos buenos.
Nos desagrada.
Si nos habla nuestras bocas son huidizas.
Nadie sabe nada de sus verdaderos pensamientos.
Él escala hacia sí mismo como una tachadura,
Prendida a su vena cava superior
lleva una cánula.
La hija
El cáncer investiga nuestros cuerpos
y hace notar sus enigmas.
19
El padre
(tumbado en una mesa clínica)
Soñé que era un toro divino y otros hombres me pedían riquezas, me
pedían lluvia y salud.
La hija
No podemos eludir la enfermedad fingiendo ser otros. Solo el cuerpo es
capaz de decirle su verdad a la muerte.
Otras voces
Una hija es una enemiga peligrosa.
20
Advertimos en las resonancias casi un juego. Todos esos imanes y
ondas de radio potentes para inventarnos un cuerpo intranquilo.
60 minutos con las venas cargadas de un tinte especial, material
de contraste. Toda su fosforescencia para decir: esto es normal.
Esto es anormal. Luego eliminarlo a través de la orina. Pero a ti y
a mí nada nos bajaba el furor. Nuestro estado era de permanente
intensidad, siempre pusimos en escena nuestro vacío.
Experimentales
poco prudentes
ningún arrepentimiento.
21
Otras voces
Nos incomodan. Padre e hija permanecen cerca de la enfermedad.
La observan.
Miden su respiración como si de un animal recién nacido se tratara.
Se miran dentro de los ojos.
Nos irritan.
El brillo de la cladribina los traspasa.
Parece como si gozaran, obscenamente.
Los otros hospitalizados no los representan.
La hija
No me da miedo hablar bruscamente. Estos cánceres son una ceremonia,
una experiencia corporal de desprendimientos.
Otras voces
Parecen eléctricos.
La hija
Los cuerpos mutilados/irradiados transforman la naturaleza de las cosas.
Su curiosidad nunca está oculta.
En mis manos los cuchillos ganan filo.
22
Hay una relación invisible entre el movimiento de las células y el
tipo de belleza que se cumple en nuestros hilos radiantes. De nada
sirve tener miedo del primer cáncer del mundo. ¿Qué has hecho
para conocer la enfermedad? Los abismos siempre están llamando
a otros abismos. Por eso elijo inventar este cuadro. Por eso mi
exterior se desliza entre máquinas extravagantes: néctar, boca del
anoréxico que simula un sofocamiento. Si cubrimos la parte del mal,
la eternidad será diferente. Mi interior ha quedado vacío.
23
La hija
Padre, llegamos hasta aquí empujados por los vicios.
Hemos sido cuidadosamente envenenados.
Lejos de ti, olfateo al animal con cuernos de tu sangre,
olfateo al divino que te agita, que te mueve la boca sin aire.
Esta es una escena de cuerpos sin calma.
El padre
Los cuerpos que la enfermedad erige lo ocupan todo.
24
Entonces nos llamaron turbios cancerosos malos no te acerques
se decían venenosos pobres qué tragedia nos dijeron contagiosos
radiactivos trastornados pero fue en la domesticidad donde nos
volvimos arbitrarios opresivos imperiosos allá fuera nos llamaron
atrevidos insensatos malas víctimas ellos no podían saber que el
cáncer tiene mecanismos para mantenernos vivos no podían saber
que poseemos un segundo cuerpo para el odio contaminan no los
veas sospechosos nos dijeron nunca se atrevieron a besarnos
25
Escribo y puedo ver nítidamente los latidos de tu corazón.
26
La hija
No confío en el orden, padre, mejor la desvergüenza.
Mejor mostrar los filos, dejar que el dolor busque.
Y luego sustraer el cuerpo del dominio de los otros.
El padre
¿Para estar a salvo de ti misma?
La hija
Sé que mi malignidad es una herencia.
Por eso no me entrego al trance estéril
ni a los accidentes sencillos.
Vamos a morir demasiado tarde.
27
La hija
¿Has visto, padre? Fuimos elegidos. La médula espinal está meciéndose
como una hierba entre tus dos pulmones negros. La fotografía es
deslumbrante porque en ella puede oírse el sonido de las células al
propagarse.
El padre
El cuerpo ya ha iniciado su camino. Mis órganos son múltiples.
La hija
Escucha, vas a sentir de nuevo el miedo que de chico le tenías a los
payasos, ya sin miedo, sentirás los músculos partirse en dos y llevarás tu
carne hacia la aguja, llevarás todo tu cuerpo hacia el milagro marginal de
los venenos.
Todo estallará para volver.
La enfermedad presta su nombre a ciertas cosas: es posible perdonar entre
cuchillos.
El triunfo es de los cuerpos que consiguen traspasar.
Todo estallará para volver.
Antes de venir al mundo, ya sabía que estabas vivo.
28
[imperia]
el aislamiento de los cuerpos puros
La enfermedad tiene una tierra, una patria que puede señalarse,
un lugar subterráneo, pero sólido.
Michel Foucault
(a)
33
(b)
34
(c)
Pensarás
el tumor es una extraña certidumbre.
(La imagen del espejo cambia.
Mi imagen frente al espejo cambia.
Hubo días en que todo fue un tembladeral.
Hubo noches.
Hablo en mi gramática infantil.
Están apareciendo magnolias en mi lengua.
Los cuerpos que me amaron se estremecen.
Conocen la dulzura. Lo escondido.
El bulto de mi boca resplandece
y me alimenta
con la rabia de las últimas estrellas.)
35
(d)
Escucha:
36
primera opacidad
37
segunda opacidad
sí Claude
ma mutante héroïque
yo sueño
lo inhumano
lo monstruoso
lo imposible
lo ordinario
38
tercera opacidad
(un retrato)
39
cuarta opacidad
40
YO CREO EN LA SENSUALIDAD DE LO QUE TEMO
41
La ENFERMEDAD es una contingencia.
El cáncer no es una maldición.
El cáncer es una maldición.
42
[los nombres de lo definitivo en las horas del
vitriolo dulce: la degollada destilando dalias,
gravemente]
un objeto solo:
papel blanco palabras ilegibles puñetazo
(...
tiempo detenido uno dos veinticuatro segundos detenido. el tiempo
...)
(...
tres cuatro ciento diecinueve segundos y así hasta el-fin-de-los-números
...)
tragar saliva por última vez. muy lentamente en la cama de hospital está
nevando
43
quirúrgica dulcemente
(...
seis siete el tiempo ese pavor parsimonioso detenido ...)
44
[OH-236]
45
De repente: ser un campo de batalla. La muy desesperada. Rabiosa de sí.
No hay más que una compasión un poco sucia en el hombre que la mira.
Ella, insolente. Desnuda como todos los enfermos.
¿aún
me reconoces?
46
[ninguna membrana de contención estaba ahí
para protegernos]
[voz ii] ¿has pensado cuándo arreció la desdicha? ¿cuándo dijiste: estoy
rendida? solo tú podías hacer de esa derrota un don celeste. nunca vi ojos
más torpes brillar de esa manera.
[voz i] comencé a hablar sola, pero mi voz era obscena. supe que ninguna
efusividad reemplazaría mi antigua fascinación.
[voz ii] ¿y esta luz tan blanca? ¿la habitación vacía? ¿has temido la
radioactividad?
47
[voz ii] me gustaría insistir en los detalles. hay en ti un desfiladero que no
reconozco. la imagen de un animal que contiene todo el pavor del mundo.
[voz i] ¿pavor? ¿te refieres al sobresalto? no. he llevado ese tumor como
una perla, una joya solo mía. a veces he querido enterrarlo en el jardín,
con la esperanza de alimentar una flor desconocida.
48
[de la naturaleza de las cosas que están
sin terminar]
en ese cuerpo
el daño fundamental está hecho
49
carcinoma
Extirpar quirúrgicamente el tumor o quemarlo con radiación,
una elección entre el rayo caliente y el cuchillo frío.
Siddhartha Mukherjee
Alteración y abultamiento.
La mano ajena retrocede con espanto. Así dejó de existir la caricia.
Primera sospecha
(los tumores suelen ser benignos).
Corregir.
Completamente ida, la mente toca lo que él, o ella, o eso ha comenzado a
destruir.
55
La enfermedad odia el desorden. Sus amenazas ilegibles.
Hay que imaginar paredes muy pulcras. Una belleza clínica. Luz de día
para reivindicar la palidez.
Después de la biopsia:
Pero abre los ojos. Afila tu espada. Mira a tu melliza interior deshacer con
gracia este peligro.
56
Después del cáncer quedé sagrada
a) quedé entumecida
b) todo volaba todo corría como leche cuerpo mío
c) los hombres se volvieron locos
d) principio, decían, con la boca muy negra
e) y sus ojos se iban como si estuvieran muertos
57
El peligro se vive por dentro. Pero si abro la boca:
a) nunca verás el monstruo la bala invisible de la que ya he
muerto antes
b) verás un dolor
c) la parte animal del dolor
d) aullará para que comprendas el lenguaje del miedo
e) lo verás multiplicarse
f ) ponerme los ojos en blanco
g) llevarme lejos
h) al final repetirás su nombre:
i) carcinoma
j) como quien cava un hoyo profundo en la tierra
k) y deja caer en él algo muy vivo
58
Quedé asustada porque el cáncer vino como un animal del sueño y yo
había dejado las toxinas, los hongos venenosos, el consumo excesivo de
alcohol. Vino mientras respiraba mal. Vino cuando yo me pegaba a otras
bocas para que supieran lo que era ahogarse. Y quedé expulsada pero sin
saber de dónde. Tenía la lengua blanca cuando vino el cáncer y yo soñaba
mal como sabiendo:
59
Era 1920 y algunas mujeres brillaban de radiactividad. De lamer brillaban,
de pobreza brillaban.
60
Carcinoma mucoepidermoide de glándula parótida
—Estaba sitiada.
61
El mismo milagro repetido:
62
La enfermedad solo acecha a quien ya está perdido:
63
Siempre supiste, Paterson, que nadie se desliza dos veces en la misma
mujer.
Si el cáncer regresa,
tendrá que darme otro nombre.
64
Ya anestesiado, el cuerpo es un animal que no deja de irse. De ese lugar de
misterio he vuelto mordida.
65
Era capaz de comportarme como quien descubre que, al tallarse los ojos,
un cuerpo lejano comienza a sangrar. Así improvisé otros rituales. Al
hombre prendido a mis piernas le arrebaté el habla y lo puse a rugir.
66
Diamante de carne, joya fantasma que sigues brillando fuera de mí: tus
células son inmortales.
67
El cáncer sugiere un color verde pálido que no ha sido visto jamás.
68
Que el tumor no era cosa de inocentes
69
Escritura celular 1. [Escándalo y degeneración]
tumor destrúyeme
haz de mí la mujer no maternal
haz que mi herida permanezca maldita persígueme tumor rebásame
que no me vaya
de este mundo
y de este mundo.
70
Escritura celular 2. [Multiplicación]
71
Escritura celular 3. [Monomanía]
Yo estaba y no estaba
en el rostro
que se rendía para ser cubierto por una máscara
y era rescatado por la radiación cada mañana.
Yo era y no era esa afirmación
la leche derramada tan cerca de la boca
72
MEDITACIÓN MÍNIMA O DELICADO RUMOR SOBRE
LAS COSAS QUE NUNCA TERMINAN
Comencé muchas veces. Nunca hubo nada más solitario que comenzar.
Soñar el tumor fue prematuro.
73
La enfermedad
es algo que empuja.
74
MEDITACIONES A OSCURAS
75
Interna de mí
me escribo dos veces
76
I
Estoy detenida
en el lugar del silencio.
A partir de hoy,
seré el sujeto
de una historia distinta.
77
II
Ahí.
nace el fulgor
algo que arde
y comienza a dejar sitio a otra cosa.
Inmediatamente.
Estoy pensando, ¿es verdad que la hembra horrenda puede ser conquistada?
78
III
Provocación interminable:
79
IV
por ejemplo.
80
V
Dicen que en un lugar distante algo terrible está sucediendo. Pero es aquí
donde el cuerpo se entume y no puedes / no puedo / no puede moverse.
Los riñones
por su parte
aún separan
el agua de la sangre
y la orina comienza a enfriarse
bajo los pies.
Nunca pudimos juntar las manos porque las llevábamos llenas de espinas.
81
VI
El mal y yo
teníamos una historia propia,
las cosas se me aparecían
para ser tocadas,
pero el cuerpo no olvida el terror
de haber sido alcanzado.
82
VII
Hay, con todo, regiones de sombra en donde lo que digo instaura un rostro.
83
VIII
84
Notas que ella o él escribe en el borde
pág. 11
Cuando todo termine, habré vivido una aventura distinta, habré capturado
mi confrontación con el otro (¿la otra?).
pág. 16
pág. 23
pág. 31
Las multitudes son enemigas del cuerpo. Nos aniquilan, nos hacen
desaparecer.
85
pág. 33
Aquí debería estar el cuerpo que aprendió a militar entre los animales. La
ausencia también nos desplaza.
86
FOTÓGRAFA INVITADA
[imperia] 29
(a) 33
(b) 34
(c) 35
(d) 36
primera opacidad 37
segunda opacidad 38
tercera opacidad 39
cuarta opacidad 40
[los nombres de lo definitivo en las horas del vitriolo
dulce: la degollada destilando dalias, gravemente] 43
[OH-236] 45
88
[ninguna membrana de contención estaba ahí
para protegernos] 47
[de la naturaleza de las cosas que están
sin terminar] 49
carcinoma 51
PRINCIPIA: 55
Escritura celular 1. [Escándalo y degeneración] 70
Escritura celular 2. [Multiplicación] 71
Escritura celular 3. [Monomanía] 72
MEDITACIÓN MÍNIMA O DELICADO RUMOR SOBRE
LAS COSAS QUE NUNCA TERMINAN 73
MEDITACIONES A OSCURAS 75
I 77
II 78
III 79
IV 80
V 81
VI 82
VII 83
VIII 84
Notas que ella o él escribe en el borde 85
89
colección Alfabeto del mundo