Enseñanza y Educación
Enseñanza y Educación
Enseñanza y Educación
Índice
1. Introducción
2. Enseñanza Y Educación
3. Entrenamiento Y Adoctrinamiento
4. Educación como "transacción " o "descubrimiento"
5. Autoridad y participación
6. Autoridad y disciplina
7. Autoridad y castigo
8. Conclusiones
9. Bibliografía
1. Introducción
En el trato diario estamos bajo situaciones en las que de una manera u otra aprendemos o enseñamos algo nuevo,
esto independientemente de que nos dediquemos o no a la tarea de la enseñanza, es por ello que he elegido para
este trabajo el tema Enseñanza y Educación tomado del libro Introducción a la Filosofía de la Educación de
T.W.Moore, ya que pienso que es muy importante conocer los diferentes maneras en que podemos transmitir los
conocimientos y habilidades, hablaré además sobre los conceptos de enseñanza y los requisitos necesarios para
impartirla, su objetivo y los diferentes tipos de ésta, se analizará cómo se enseña y no lo que se enseña.
En cuanto a la educación se verá su definición, los diferentes métodos y teorías para transmitirla, la relación
maestro-alumno, así como los conceptos autoridad y castigo intervienen en lo que es la enseñanza y educación,
analizando en todos los temas los conceptos del autor.
2. Enseñanza Y Educación
La enseñanza está relacionada de manera directa con la educación, es lo que nos refiere el autor. Ha existido
siempre un debate sobre que si la educación se puede dar en ausencia de la enseñanza.
Es difícil que esto pueda suceder, ya que enseñar no es una sola actividad; se enseña desde que se entra al salón
de clases, como caminar, hablar, comportarse dentro del salón, desde el saludar a la llegada al mismo, hasta como
crear un ambiente donde el alumno aprenda.
El autor nos dice que es "difícil ubicar que separa a la enseñanza de otras actividades semejantes", ejemplo
¿cuándo informamos o castigamos estamos enseñando?, ¿nuestro comportamiento, forma de vida, de vestir, de
comportarnos, de hablar es otra forma de enseñanza?
Para poder entender cómo se debe dar la enseñanza es necesario que identifiquemos correctamente y de manera
muy clara lo que ésta significa, y sobretodo qué facultades del hombre son el objeto formal de nuestro cometido;
para que ésta se pueda llevar a cabo de una manera correcta debe haber alguien que quiera aprender y que tenga la
intención de hacerlo, además que entre el maestro y el alumno haya una relación especial.
Si no existe la intención de aprender, cualquier cosa que se haga el maestro no será suficiente y difícilmente se
dará el aprendizaje. Es importante que cuando se quiere enseñar se prepare de manera exhaustiva lo que se quiere
dar, debemos recordar a quien nos estamos dirigiendo, en qué nivel, que características presentan las personas que
nos van a escuchar, aunque las facultades de todo ser humano sean el entendimiento y la voluntad, no a todos se
les puede tratar de la misma manera. A veces aprendemos sin querer, lo que no debemos, pero esto no se toma
como un aprendizaje, para que éste se dé debe haber la intención.
"Es posible aprender sin ser enseñado", nos comenta el autor, un mal maestro de matemáticas, por ejemplo, puede
hacer que a un alumno no le gusten, porque no simpatiza con el maestro, aquí deliberadamente está enseñando a
que algo no le guste.
"La enseñanza no debe ser obligatoriamente exitosa", dice el autor, se puede enseñar durante todo un día, sin
lograr nada, siendo esto porque los alumnos tienen flojera, están desvelados, van llegando o se van de vacaciones,
etc., o simplemente no hay intención de aprender.
Es difícil poder enseñar cuando no hay una buena relación maestro-alumno, ya que si ésta no se da, el lograr el
éxito en la enseñanza aprendizaje será muy difícil.
Debe haber atención, respeto, responsabilidad, reconocimiento, intención, compromiso y agrado de recibir la
educación y de dar la enseñanza. Se forma una empresa conjunta, ya que se adquieren compromisos de ambas
partes: el maestro enseña, el alumno aprende.
No se debe permitir la sombra de la irresponsabilidad, pereza o perversidad por cualquiera de las dos partes, ya
que esto rompería el vínculo de maestro-alumno.
El hombre es un ser humano por naturaleza educable, y su educación involucra todos los aspectos morales,
religiosos y de valores y principios.
El enseñar de manera adecuada, no implica necesariamente que se esté educando, pero si el alumno aprende, se
está enseñando.
La educación contiene:
La transmisión de conocimientos y habilidades. Didáctica, se puede adquirir de manera independiente
(autoeducación), donde la misma persona asume los papeles de maestro y alumno, aunque siempre es necesario
tener el apoyo del maestro.
La educación involucra generalmente a la enseñanza, pero no toda la enseñanza es educativa.
3. Entrenamiento Y Adoctrinamiento
Existen diversas teorías que ponen al hombre desde diferentes puntos de vista, primero como una máquina, que
puede ser moldeada desde afuera (mecanicista) y segundo como un organismo que se desarrolla por si mismo en
un ambiente propicio y adecuado (organicista). Estas teorías nos dan diferentes ideas de la relación que debe
llevarse entre alumno y maestro.
La teoría mecanicista nos dice que la relación de maestro-alumno en la educación se presenta como una
transacción, en ésta, el alumno tiene carencias y el maestro, ventajas. El maestro es el que sabe, la autoridad, el
experto, el guía, el instructor, el animador en un salón de clases, el transmisor que busca los medios adecuados
para poder proporcionar los conocimientos, la comprensión total y las habilidades necesarias para hacer posible la
enseñanza creando un ambiente de
Igualdad y respeto mutuo, estimulación y disciplina que el alumno debe recibir y aprovechar todos los
conocimientos del maestro por medio de diferentes actividades específicas como tareas, juegos, ejercicios,
lecturas, evaluaciones, etc., él no tiene nada que aportar en este momento y mucho que recibir.
En la teoría organicista se disminuye el concepto de transacción y se aumenta el concepto de descubrimiento. El
maestro se sigue considerando una autoridad pero ya no solo es el expositor, sino también un consultor,
supervisor, apoyo para los alumnos, estará al pendiente de lo que suceda en torno al salón de clases, será un
consejero y guiará al alumno por el mejor camino, apoyándolo en sus habilidades y capacidades. El alumno
deberá construir su mejor ambiente, descubrir lo que hay a su alrededor, formar diagnósticos con pruebas
experimentales, averiguar lo que rodea a las cosas que está conociendo, distinguir entre lo positivo y lo negativo
de las situaciones que se le presentan. La educación se presenta ya no como una transacción, sino como un
proceso continuo de descubrimiento.
El alumno no se limitará a lo que el maestro diga, sino que tomará sus propias decisiones, se relacionara con
otros, cooperarán entre si y mutuamente aprenderán. Esto ayudará a que se de la tolerancia y el respeto mutuo
entre ellos mismos, la relación maestro alumno, se tornará en una relación humana, en la que el centro de toda
acción e intención es el respeto a la dignidad de la persona ayudando esto a que él mismo descubra la naturaleza
de su mundo. El maestro será como un supervisor, que regulará y apoyará las actividades de los alumnos,
realizará el proceso educativo y hará que el alumno descubra el bien, surja el amor por ese bien y trate de
conseguirlo.
5. Autoridad y participación
Los papeles del maestro y el alumno, refiere el autor, juegan papeles muy importantes en las doctrinas
mecanicista y organicista. Siempre se busca darle una educación y enseñanza al alumno, que mejore en todos los
aspectos que lo rodean y esto va a depender de la participación que tenga en su propia educación.
Del concepto que el maestro tenga del proceso educativo, de su capacidad y de la doctrina que adopte para ello
dependerá que el alumno descubra la bondad del bien que se le propone adquirir: si toma el mecanicismo, donde
se tiene el concepto de un ser pasivo, no permitirá la participación del alumno, el cual solo se dedicará a escuchar
e imitar, sin analizar ni cuestionar lo que le expongan. Solo responderá si es requerida su participación y no por
inquietud propia.
Si el maestro se inclina por el organicismo el proceso educativo se desarrollará de manera totalmente diferente, el
alumno será participe del proceso, participará de manera individual o conjunta, cooperará en todas las tareas y a la
vez irá adquiriendo el conocimiento, las habilidades y comprensión.
El papel del alumno es muy importante, ya que él es una de las piezas principales de un proceso educativo, es
indispensable su intención e interés en adquirir los conocimientos y habilidades, debe haber necesariamente
compromiso de su parte, responsabilidad, honestidad, atención y participación en su misma enseñanza y
educación, si el alumno no asume la responsabilidad y compromiso de atender y entender la enseñanza, ésta no se
dará y menos aún la educación.
El maestro es la otra parte del proceso educativo, dependerá en mucho de la doctrina que tome como suya para
impartir la educación.
El autor señala que si el maestro toma la teoría mecanicista fungirá de manera autoritaria, impartiendo sus
conocimientos y habilidades, proporcionando al alumno experiencias que lo conduzcan hacia la producción de
ideas que lo lleven al fin que persigue; moldeará el comportamiento del alumno sin darle oportunidad de
discusión o diálogo.
La teoría organicista se centra en el alumno, tiende a aumentar la relación entre el maestro y el alumno,
considerando la participación del mismo, aconsejándolo y supervisándolo.
Arregla su entorno y le permite crecer y desarrollarse como persona, lo atiende sin inmiscuirse con él, lo ayuda a
aprender y no le impone sus ideas.
El autor nos refiere la "metáfora de la horticultura" donde se hace una comparación del crecimiento y desarrollo
del niño con el de una planta, en ésta el maestro es comparado con el jardinero; el maestro ayuda a acelerar o
dirigir el crecimiento del alumno y el jardinero en su caso, atiende el proceso de crecimiento de la planta.
Esta metáfora presenta ciertas limitaciones: la educación no es solo un asunto de crecimiento, en la forma que lo
es para una planta, en este caso el maestro se limitaría a solo proporcionar un ambiente propicio y la finalidad de
la educación es además formar un hombre educado.
El maestro debe observar y conocer cómo se estructura la mente del alumno y además estar al pendiente de que
sepa utilizar lo aprendido e intervenir en su desarrollo.
El maestro es responsable de la educación de su alumno, por lo cual es necesario que haya una relación especial
entre ellos, otra característica es que debe tener autoridad en lo que enseña y conocer las consideraciones
materiales y psicológicas que ayuden al mejor progreso educativo del alumno.
"La autoridad es una condición necesaria para ser educador " afirmación dada por el autor.
En la enseñanza y educación tanto el maestro como el alumno tienen que estar comprometidos para que pueda
llevarse a cabo.
El maestro supervisa el aprendizaje, se hace responsable y maneja su autoridad en lo que enseña, ya que de no ser
así, no sería posible que participe en la educación.
El alumno se compromete a respetar la autoridad del conocimiento del maestro y sobre todo a esforzarse para
lograr su enseñanza.
6. Autoridad y disciplina
7. Autoridad y castigo
8. Conclusiones
En este trabajo se ha analizado lo que es la enseñanza y la educación, dándonos cuenta lo difícil que es educar
(búsqueda del cambio), sin utilizar la enseñanza (proceso necesario para lograr los cambios).
Entre los puntos más importantes para que se de la enseñanza se encuentra el que debe haber alguien que quiera
aprender, que tenga esa disposición e inquietud que se necesita para atender y entender los conocimientos y
habilidades que se le proporcionan, punto con el cual estoy totalmente de acuerdo, un maestro puede poner todo
de su parte, pero si el alumno no quiere, no pone el interés necesario, la enseñanza, definitivamente no podrá
llevarse a cabo de manera exitosa.
Otro punto no menos importante, es que exista una buena relación entre el maestro y el alumno, siendo esto
indispensable para que se lleve a cabo en buen término la enseñanza, cuantas veces nos ocurre en el ejercicio
profesional, que el alumno no tiene la motivación suficiente para adentrarse a la clase por falta de una buena
interrelación maestro-alumno, alumno-maestro.
Es muy importante conocer las diferentes teorías para la enseñanza, una donde somos autoritarios, sin dar espacio
a los alumnos, sin permitir sus opiniones y sus ideas (mecanicista) o la otra donde somos guías compañeros y
amigos de los alumnos, sin llegar a inmiscuirnos con ellos (organicista). Método en el que en mi opinión personal
todos deberíamos de seguir por las bondades que presenta para el alumno, pienso que es más difícil imponer, que
trabajar en equipo y colaboración entre los alumnos. Por experiencia propia, el ser autoritario, no deja nada
bueno, al contrario, creo que se pierde la idea de lo que debe ser la enseñanza.
La autoridad del maestro tanto en lo que enseña, como en el aula para mantener la disciplina y el orden en un
grupo son puntos clave para una buena educación, si la autoridad falla, en cualquiera de las dos partes se pierde el
control de grupo y es cuando la educación peligra, cuando nuestra autoridad se llega a convertir en autoritarismo
y cuando en casos extremos es necesario utilizar los castigos, los cuales si se tienen que aplicar, deben ser justos y
acordes a la ofensa cometida. Creo yo que estos pueden se pueden y deben evitar, si nosotros como maestros
preparamos bien nuestra clase y la presentamos de tal modo que sea ágil y comprensible, agradable al alumno,
que él sienta el deseo de aprender, atender y participar en la misma, creo en lo personal que así podremos
mantener a nuestros alumnos cautivos en la clase y con el deseo de recibir la enseñanza y educación.
Es muy importante darnos cuenta que en nuestras manos tenemos una riqueza muy grande que son los jóvenes,
que trabajamos con personas, no con seres inanimados y que de nosotros depende en gran medida el que logren
desear ser educados. Es probable que alguno de ellos llegue a dedicarse también a la enseñanza y educación en un
futuro y le sirvan nuestras habilidades y conocimientos transmitidos hacia su persona para que llegue a ser un
gran profesionista.
9. Bibliografía
T. W. Moore. Introducción a la Filosofía de la Educación. Capítulo 4.- Enseñanza y Educación. Editorial Trillas.
1987. Pág. 59-74