Araujo La Didactica
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1.1. Introducción
La didáctica constituye un campo de conocimiento medular en la formación
docente inicial así como en la formación permanente de los docentes en ejerci-
cio. En efecto, como disciplina que se ocupa de estudiar la enseñanza, resulta
vital para la comprensión, fundamentación y desarrollo de la tarea central de
la actividad docente: la transmisión de contenidos de una persona a otra, más
específicamente, en el sistema escolar, de un docente a un alumno o grupo de
alumnos. Esta importancia se observa en la inclusión de contenidos didácticos
en los diseños curriculares de la formación de profesores en los institutos
superiores de formación docente y en las universidades.
Sin embargo, también cabe señalar que esta valoración del conocimiento
didáctico, como uno de los pilares de la profesionalización de la docencia,
no ha estado siempre –ni suele estar– presente en las políticas educativas
públicas ni en los propios interesados en el trabajo como profesores/as o
futuros/as profesores/as. Esta situación puede sustentarse en, al menos,
tres razones: en primer lugar, las controversias en torno a los contenidos
legítimos, el sentido y la finalidad de la didáctica, problemática que ancla
en la propia definición de su objeto; en segundo lugar, a la compleja rela-
ción existente entre el conocimiento didáctico sistematizado y las creencias
de los docentes sobre los elementos didácticos (los contenidos, los propó-
sitos, las actividades de enseñanza, los mejores modelos de enseñanza,
entre otros); finalmente, en las dificultades implicadas en la propia trans-
misión de sus contenidos por cuanto el desafío es que estos posibiliten no
solo reflexionar críticamente sobre los supuestos en los que se sostienen
las prácticas de enseñanza, sino también traducir en principios y acciones
aquellos modelos o teorías valoradas por sus efectos en los destinatarios
de las propuestas de enseñanza.
En esta primera unidad, serán abordados dos ejes centrales que, como
síntesis inicial, pretenden realizar la apertura al resto de las unidades que
componen la Carpeta de trabajo: la problemática del campo de la didáctica
en el entramado de las ciencias de la educación y la compleja relación de los
docentes con el saber didáctico, lo cual contribuirá a sentar las bases para
encarar el estudio de la materia y comprender muchas de las actividades que
serán incluidas a lo largo de este material.
CC
Concebida la moderna didáctica como una ‘técnica de la dirección del
aprendizaje’, es evidente que su progreso se encuentra fuertemente condi- En este caso también se define
cionado por los resultados de la Psicología y de la Epistemología Genética. la didáctica como una técnica,
postura que será cuestionada por
En la medida en que la Didáctica se base en conclusiones válidas provenien-
diversos autores. Asimismo, se
tes del campo de ambas disciplinas, su acción ganará en efectividad, evitará establece una relación entre con-
las improvisaciones, las búsquedas, los ensayos empíricos, en una palabra, cepción de aprendizaje y métodos
se hará científica. de enseñanza que de igual forma
será problematizada.
Toda Didáctica ha derivado, consciente o inconscientemente, de una Psicología.
En realidad, está ligada a una concepción psicológica y filosófica. La Didáctica
tradicional y la de la escuela activa se basan, como es obvio, en concepciones
psicológicas divergentes, siendo tal divergencia histórica explicable por el pro-
greso y la evolución lógica de la Psicología. Las variaciones en la concepción
de los procesos del aprendizaje se proyectan en la estructura metodológica.
(Márquez, 1983:109-110)
1.
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DIDÁCTICA MAGNA que expone el artificio universal para enseñar a todos to-
das las cosas, o sea, modo cierto y exquisito para todas las comunidades, pla-
zas y aldeas de cualquier reino cristiano, de erigir escuelas de tal naturaleza,
que la juventud toda, de uno y otro sexo, sin exceptuar a nadie, pueda ser re-
formada en las costumbres, educada en la piedad e instruida durante los años
de la pubertad en todo aquello que hace relación a esta vida y la futura con
brevedad, agrado y solidez. (Comenio, 1922:2)
C
I. Haya un solo y mismo método para enseñar las ciencias; uno solo y el mismo
para todas las artes; y uno solo e idéntico para todas las lenguas.
II. En cada escuela se siga el mismo orden y procedimiento en todos los ejercicios.
III. En cuanto sea posible, sean iguales las ediciones de los libros en cada materia.
De este modo, con facilidad y sin dudas, se efectuarán todas las cosas.
(Comenius, 1986:153)
CC
Siguiendo las huellas de la Naturaleza, hallaremos que fácilmente puede ins-
truirse a la juventud si:
I. Se comienza temprano antes de la corrupción de la inteligencia.
II. Se actúa con la debida preparación de los espíritus.
III. Se procede de lo general a lo particular.
IV. Y de lo más fácil a lo más difícil.
V. Si no se carga con exceso a ninguno de los que han de aprender.
VI. Y se procede despacio en todo.
VII. Y no se obliga al entendimiento a nada que no le convenga por su edad o
por razón del método.
VIII. Y se enseña todo por todos los sentidos actuales.
IX. Y para el uso presente.
X. Y siempre por un solo y mismo método.
(Comenius, 1986:138).
PARA AMPLIAR
LECTURA RECOMENDADA
RR
Aguirre Lora, M. (2001), “Enseñar con textos e imágenes. Una de las aportaciones
de Juan Amós Comenio”, en: Revista electrónica de investigación educativa, México, vol.
3, n.º 1, 2001. Disponible en: http://www.uned.es/manesvirtual/Historia/HistIndex.
html. Consulta: 03-05-2012.
CC
Método de las ciencias en particular
CC
Método de las artes
Acerca de esto hay que tener en cuenta once reglas: seis respecto del uso, tres
en cuanto a la dirección y dos referentes al ejercicio.
I. Lo que ha de hacerse, debe aprenderse haciéndolo.
II. Siempre ha de haber una forma y norma determinadas para lo que debe hacerse.
III. Debe enseñarse el empleo de las herramientas con ellas mismas, no con
palabras; esto es con ejemplos mejor que con preceptos.
IV. Los ejercicios deben empezar por los rudimentos, no por los trabajos serios.
V. Los alumnos deben hacer sus ejercicios sobre materias conocidas.
VI. La imitación debe ser al principio muy fiel; después podrá ser más libre.
VII. Debe cuidarse que la forma de lo que haya de hacerse sea la más perfecta
posible, y así el que haga la imitación.
VIII. El intento primero de imitación ha de ser lo más cuidadoso posible, a fin de
no apartarse en lo más mínimo del modelo.
IX. Los errores deben ser corregidos por el Maestro mismo; pero haciendo
notar de paso múltiples observaciones, que llamamos reglas y excepciones
de estas reglas.
X. La enseñanza completa de un arte abarca la síntesis y el análisis.
(Comenius, 1986:209-214)
1592 Nace el 28 de marzo en Uhersky Brod, en la Moravia checa, Jan Amós Komensky,
que sería más conocido por su nombre latinizado, Comenius.
1611 Tras realizar sus primeros estudios en Straznice y Prerov –Moravia–, pasa en el
curso de este año a las escuelas superiores de Herborn, en Nassau –Alemania–,
donde seguirá estudios de filosofía y teología.
1614 Retorna a Prerov y compone sus Gramaticae facilioris praecepta, método de estu-
dio de la gramática latina.
1618 Consagrado sacerdote, se encarga de la parroquia y la escuela de Falnek.
1620-1623 Cambia varias veces de lugar de residencia a causa de la invasión española y la
persecución de los reformados. Escribe en este período sus Contemplaciones sobre
la perfección cristiana.
1623 Se refugia en Brandys, donde recibe la noticia de la muerte de su esposa y de sus
dos hijos, víctimas de la peste. Compone su sátira simbólica titulada El laberinto
terrenal y el paraíso del alma.
1625 Continúa El laberinto con la composición del Centrum securitatis.
1627 Fernando II dicta el decreto de expulsión de los habitantes no católicos de
Bohemia.
1628 Comenius, junto con alguno de sus compatriotas, se refugia en Leszno, Polonia.
1631 Se edita por primera vez El laberinto, así como la Janua linguarum –La puerta de
las lenguas–, nuevo método de lengua latina. Comienza a trabajar en la Didáctica,
que será su obra más famosa, y escribe además en esta época su Informatorio de la
escuela maternal, texto de enseñanza para el parvulario, y su Núcleo de la Física.
1632 Se publica en checo su Didáctica Magna, obra capital del pensamiento pedagógico.
Añade como apéndice a la Janua linguarum un refranero checo, recopilado bajo el
título de Sabiduría de los checos antiguos.
1640 Se publica la versión latina de la Didáctica Magna, que lo dará a conocer y asen-
tará su fama de humanista en toda Europa.
1641 Viaja a Londres con objeto de proyectar una reforma práctica de la enseñanza de
las ciencias, a petición del Parlamento inglés. Este intento –relegado al olvido a
causa de la guerra de Irlanda– está recogido en su opúsculo Vía lucis –El camino
de la luz–, donde aboga por el empleo de un solo idioma docto y comienza a ela-
borar su utopía pacifista basada en un concierto de naciones.
1642-1648 Se establece en Suecia. Publica en 1643, en Elbing, su Pansophiae diatyposis.
1648 Al amparo de la ocupación sueca vuelve a Lezno, donde permanece hasta 1650.
Posteriormente se traslada a Hungría y trabaja en la reforma pedagógica de las
escuelas de Transilvania, donde compondrá su Gentis felicitas, a modo de manual
del buen gobierno dedicado al príncipe Rakozky, su protector.
1656 Se traslada a vivir a Amsterdam donde recibirá protección oficial, tras perder, en
el incendio de Leszno, gran parte de sus bienes así como los manuscritos de su
Thesaurus linguae bohemicae –glosario que había venido recopilando a lo largo de
toda su vida– y gran parte de los materiales de su proyectada Pansophia.
1657 Aparece su Opera didáctica omnia, editada a cargo del Senado de Amsterdam,
donde recoge el conjunto de sus obras pedagógicas hasta entonces elaboradas.
1658 Se publica en Nuremberg su Orbis pictus, que sería el primer método ilustrado de
enseñanza para la juventud.
1666 Se publica en Amsterdam su gran tratado político, de corte utopista, titulado De
rerum humanarum emendatione.
1667 Publica el tratado Unum necesartum.
1670 Fallece en Amsterdam, el 15 de noviembre.
1935 Se reencuentran en Halle parte de los manuscritos de su Pansophia y de su
Pampaedia, perdidos hasta entonces.