LA FE QUE DIOS ESPERA

INTRODUCCIÓN
Repasando un poco mis apuntes, me di cuenta que desde el 2010 aquí en Manantial de Vida he
predicado alrededor de unas 234 predicaciones sin contar con todas las otras predicaciones que
otros han predicado, unas 475 predicaciones cuidadosamente escuchadas en oración, preparadas y
compartidas. Sin contar todo cuanto se ha compartido en vigilias, cultos de oración, cultos
especiales y todos los estudios realizados en Manantial de Vida.
Meditando en esto me pregunto ¿Qué estamos haciendo con todo cuanto Dios nos ha dicho? ¿No
deberíamos ser ya maestros (He 5:12)? ¿Qué más estamos esperando de Dios?
¿Qué esperas de Dios? ¿Qué esperas que Dios haga? ¿Qué esperas que Dios te diga hoy que no te
haya dicho ya?
¿Acaso Dios no te ha dicho quién eres en Cristo? ¿No te dijo Dios todo cuanto tienes en Cristo?
¿Acaso no eres un coheredero juntamente con Cristo? ¿No estás sentado junto con Cristo al lado del
trono de Dios? ¿No tienes el mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos, el mismo Espíritu
que hacia arder la montaña, que se manifestaba como columna de fuego en el Tabernáculo, que
hacía que los Levitas tuvieran que salir del Templo de Salomón?
¿No dijo Cristo que las mismas obras que Él hizo, haríamos y aún mayores?

Eze 36:26-27  Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27  Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis
por obra. 

Esto se cumplió en usted cuando recibió a Cristo. ¿Recibió un corazón nuevo cuando recibió a
Cristo? ¿Fue limpiado de sus pecados (1Jn 1:9)? ¿Recibió al Espíritu Santo (2Co 6:16)? Entonces,
¿por qué no andamos en sus Estatutos, en su Palabra? ¿Por qué no la ponemos por obra? ¿No es eso
lo que el Espíritu Santo nos haría hacer? ¿Falló el Espíritu Santo en esto? ¿No tenemos el Espíritu y
por lo tanto no hemos nacido de nuevo?
Es imposible que el Espíritu Santo se equivoque, o que no cumpla su Palabra. Y si hemos nacido de
nuevo y hemos recibido al Espíritu Santo que nos haría poner por obra su Palabra ¿Qué puede estar
pasando cuando a pesar de Palabra tras Palabra no parece haber cambios, no avanzamos,
continuamos estancados en una especie de letargo espiritual? ¿No estaremos resistiendo al Espíritu
como dice Hch 7:51?

Se ha murmurado mucho en cuanto a Manantial de Vida, en cuanto a sus pastores, y en cuanto al

liderazgo. Que si la visión, que si hay demasiado orden o estructura, que no hay libertad para
adorar, que si se siente o no se siente la presencia de Dios, etc…

Pablo y Silas estaban en una prisión que haría vomitar a un cerdo. Habían sido brutalmente
golpeados con varas, estaban heridos, doloridos, ensangrentados, sus ropas rotas, atados de pies y
manos con grilletes manchados con la sangre de otros presos. Podrían haber argumentado que les
era imposible alabar, adorar a Dios con libertad quizá por el dolor de sus espaldas abiertas, o por la
humedad, o por el nauseabundo olor a orina y heces humanas, o por la injusticia con la que fueron
tratados, pero en lugar de echarle la culpa a los demás o a las circunstancias, tomaron la decisión de
comenzar a alabar a Dios y allí en aquel ambiente de muerte y desesperación la Gloria de Dios se
hizo presente abriendo las puertas, rompiendo los grilletes y trayendo salvación y liberación.

El problema no está en Manantial de Vida, ni en la Palabra que se predica, ni en sus formas, ni en su

liderazgo, el problema está en el corazón y en una manera equivocada de ver el cristianismo. En una
manera errónea de vivir la fe en Cristo, y es esto lo que deseo transmitirle de parte de Dios, DE
NUESTRA FE MUERTA:
MUERTA

Quiero presentarle a un amigo…

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 LA FE QUE DIOS ESPERA

Stg 2:14-26  Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus
acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?  15 Supónganse que ven a un hermano o una
hermana que no tiene qué comer ni con qué vestirse 16 y uno de ustedes le dice: «Adiós, que tengas
un buen día; abrígate mucho y aliméntate bien», pero no le da ni alimento ni ropa. ¿Para qué le
sirve? 17 Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas
acciones, está muerta y es inútil. 18 Ahora bien, alguien podría argumentar: «Algunas personas
tienen fe; otras, buenas acciones». Pero yo les digo: «¿Cómo me mostrarás tu fe si no haces
buenas acciones? Yo les mostraré mi fe con mis buenas acciones». 19 Tú dices tener fe porque
crees que hay un solo Dios. ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados. 20
¡Qué tontería! ¿Acaso no te das cuenta de que la fe sin buenas acciones es inútil? 21 ¿No
recuerdas que nuestro antepasado Abraham fue declarado justo ante Dios por sus acciones cuando
ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿Ya ves?, su fe y sus acciones actuaron en conjunto: sus
acciones hicieron que su fe fuera completa. 23 Y así se cumplió lo que dicen las Escrituras:
«Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe». Incluso lo llamaron «amigo
de Dios». 24 Como puedes ver, se nos declara justos a los ojos de Dios por lo que hacemos y no
sólo por la fe. 25 Rahab, la prostituta, es otro ejemplo. Fue declarada justa ante Dios por sus
acciones cuando ella escondió a los mensajeros y los ayudó a regresar sin riesgo alguno por otro
camino. 26 Así como el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin buenas acciones está
muerta.  

La Palabra de Dios dice que una fe sin obras está muerta, una fe sin acciones, sin decisiones. Puede
tener mucha fe, muchísima, pero si está muerta, es como si no tuviera nada.
¿Qué puede hacer una fe muerta? Nada, no obra milagros, no trae esperanza, no trae consuelo, no
produce nuevas fuerzas. Una fe muerta no le hará superar nada, porque está muerta. Una fe muerta
no hará que usted sienta nada ni experimente nada, no hará que las promesas de Dios se cumplan,
porque es una fe muerta. Una fe muerta, no tiene poder, eficacia. Somos salvos por la fe, pero si su
fe esta muerta, ni siquiera podrá salvarle, porque una fe muerta nada puede hacer.

¿Es nuestra fe una fe muerta? ¿Qué debería producir una fe viva? Pensamos que una fe viva y
activa hará que Dios se mueva, producirá una acción de parte de Dios. Pero en realidad, una fe viva
y eficaz produce obras y acciones por parte del creyente.
Dios ya ha hecho todo cuanto debía hacer ¿O piensa que no fue suficiente entregar a su Hijo a morir
por nosotros? ¿Cristo no le dio suficiente? ¿Sus promesas no son suficientes? ¿Estar sentado con
Cristo, recibir la Gloria que el Padre le dio a Cristo, haber sido bendecido con toda bendición
espiritual no es suficiente para nosotros? ¿Haber sido hechos morada de Dios, haber sido bautizados
con su Espíritu, dotados de poder, dones, talentos, valentía, capacidad, dominio propio, autoridad
sobre la muerte, el pecado y el mismo diablo no es suficiente para nosotros? ¿Está esperando que
Dios haga algo? ¿Qué tiene Dios que decirnos respecto a todo esto?...

Isaías 58:1-12 »Grita con la voz de un toque de trompeta. ¡Grita fuerte! No seas tímido. ¡Háblale
a mi pueblo Israel de sus pecados! 2 Sin embargo, ¡se hacen los piadosos! Vienen al templo todos
los días y parecen estar encantados de aprender todo sobre mí. Actúan como una nación justa que
nunca abandonaría las leyes de su Dios. Me piden que actúe a su favor, fingiendo que quieren
estar cerca de mí. 3 “¡Hemos ayunado delante de ti! —dicen ellos—. ¿Por qué no te
impresionamos? Hemos sido muy severos con nosotros mismos, y ni siquiera te das cuenta”. »¡Les
diré por qué! —les contesto—. Es porque ayunan para complacerse a sí mismos. Aun mientras
ayunan, oprimen a sus trabajadores. 4 ¿De qué les sirve ayunar, si siguen con sus peleas y riñas?
Con esta clase de ayuno, nunca lograrán nada conmigo. 5 Ustedes se humillan al hacer penitencia
por pura fórmula: inclinan la cabeza como cañas en el viento, se visten de tela áspera y se cubren
de cenizas. ¿A eso le llaman ayunar? ¿Realmente creen que eso agrada al SEÑOR?  

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 LA FE QUE DIOS ESPERA

LA FE QUE ESPERA QUE DIOS OBRE

Este pueblo tenía fe, una fe que les llevaba a Buscar a Dios cada día. Una fe que les hacía querer
conocer a Dios y sus caminos. Una fe que les hacía creer que andaban en Justicia, de una manera
recta. Tenían una fe que les llevaba a pedir justicia, interceder, clamar, ayunar por una acción de
Dios, por milagros, por un obrar sobrenatural de Dios.
En el A.T. era normal que la fe de ellos les llevara a esperar que Dios actuase, obrara pues no
habían sido justificados, no habían sido salvados, regenerados. No tenían una nueva naturaleza. No
tenían al Espíritu Santo viviendo en ellos. ¿Quién podría hacer milagros sino Dios?
Tenían una fe que les hacía creer que era Dios quien debía moverse, actuar, obrar y por eso oraban,
ayunaban.

Aún así, en alguna ocasión Dios reprochó ese tipo de fe que esperaba que Dios hiciera el milagro:
Éxodo 14:15  Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que
marchen.  16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de
Israel por en medio del mar, en seco. 

Esta clase de fe no parecía impresionar a Dios. Sentían que Dios los estaba defraudando, que algo
no andaba bien. Que no había respuesta. Como si Dios no se diera cuenta. Estamos orando,
ayunando, afligiéndonos, asistiendo al Templo, intentando acercarnos a Dios, pero Dios no
responde, Dios no actúa, no obra ¿Será que no tenemos fe?

Le estamos pidiendo a Dios que derrame su gloria, que rompa las cadenas, que traiga provisión, que
sane a los enfermos, que haga milagros, que vidas sean transformadas. Tenemos fe, por eso oramos
para que Dios obre.
Pero parece que Dios no oye, no atiende, no responde ¿será la culpa de Dios? ¿Será que no le dejan
a Dios moverse en la Iglesia? ¿Será que…?
Tenían fe pero era una fe muerta como la que Santiago describe.

Dios les reprocha que estuvieran buscando su propio gusto, su propio deleite como dice Stg 4:3
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. . Oraban mucho por sus
propias necesidades, por sentir a Dios, por sentir algo especial, por sentirse amados, perdonados,
aceptados. Venían al culto a sentir algo especial y así marchar para casa con la sensación de que el
culto fue bueno esta vez. (Recuerde a Pablo y Silas en la cárcel).

Escuche esto: ¡¡Fe no es creer que Dios puede!! Eso lo sabe cualquiera. Santiago 2:19 Tú dices
tener fe porque crees que hay un solo Dios. ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan
aterrorizados.
¡¡Fe no es creer que Dios puede!! ¡¡Fe es creer usted puede!! ¡¡Fe es creer que Dios le capacitó para
que usted pueda!!

¿Estamos reclamando a Dios que nos escuche, que nos responda, que haga algo como si todo lo que
ha hecho no fuese suficiente? No podemos echarle la culpa a Dios de que no nos responda, así que
buscamos otros culpables en la Iglesia, en los pastores, en mi hermano que anda en pecado y por
eso Dios no se mueve.

La respuesta de Dios es: ¿Cómo pueden pretender acercarse a mí, orar, reclamarme, incluso
ayunar cuando continúan con sus riñas, con sus debates, con peleas, con palabras que hieren?
La respuesta de Dios ante toda esta clase de fe muerta es: NTV: Con esta clase de ayuno, nunca
lograrán nada conmigo. RV60: No ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. No
llamen a esto ayuno porque no lo es. No llamen a esto día agradable para mí porque no lo es.

Dios no responderá a una fe que espera que Él lo haga todo porque Dios entregó a Cristo para
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 LA FE QUE DIOS ESPERA

salvarle, perdonarle, atribuirle autoridad para continuar la obra que Jesús comenzó.
Nos fue entregado el Poderoso Nombre de Jesús para que en el Nombre de Jesús los demonios
huyan, las enfermedades sean sanadas, las cadenas se rompan y todo oprimido quede libre. Pero la
Iglesia de Cristo está esperando que Dios haga algo, la Iglesia dice tener fe para orar y creer en un
Dios que hace milagros, pero Dios parece no escuchar, no actuar porque está esperando que nuestra
fe tome un papel más activo.

LA FE QUE DIOS ESPERA QUE TENGAMOS

Isaías 58:6-10 ¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están
encarcelados injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a
los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente. 7 Compartan su comida con los
hambrientos y den refugio a los que no tienen hogar; denles ropa a quienes la necesiten y no se
escondan de parientes que precisen su ayuda. 9b »Levanten el pesado yugo de la opresión; dejen
de señalar con el dedo y de esparcir rumores maliciosos. 10a Alimenten a los hambrientos y
ayuden a los que están en apuros.

Estamos esperando que Dios haga algo y oramos, ayunamos, hacemos vigilias, nos afligimos y nada
sucede porque es Dios quien está esperando que su Iglesia haga lo que tiene que hacer, lo que fue
capacitada para hacer.
- Nuestra fe nos lleva a orar para que Dios rompa ataduras y Dios nos responde que somos
nosotros quienes debemos romper esas ataduras.
- Nuestra fe nos lleva orar por libertad de los cautivos y Dios nos responde que somos
nosotros quienes debemos poner en libertad a los que están cautivos por el pecado, por el
diablo. Somos nosotros quienes debemos romper los yugos.
Pastor, pero nosotros ¿Qué podemos hacer? ¿No es Dios quien debe hacerlo? Necesitamos escuchar
las palabras que Dios le dijo a Moisés una vez más: Éxodo 14:15 Pero el SEÑOR le dijo a Moisés:
¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha!   16 Y tú, levanta tu
vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre
terreno seco.  
- ¿No dice la Isaías 10:27 que el yugo se pudriría a causa de la unción?
- ¿No dice Lc 4:18 que el Espíritu de Dios estaba sobre Cristo y que fue ungido para dar
buenas nuevas, para sanar a quebrantados de corazón, para pregonar libertad a los cautivos,
para dar vista a los ciegos y poner en libertad a los oprimidos y a predicar el año agradable
del Señor?
Pastor, pero eso hablaba de Cristo. ¿No dice Ef 1:19 que la Supereminente grandeza del poder de
Dios opera a través de aquellos que creen en Cristo?
- ¿No dice Ef 2:6 que hemos sido resucitados y sentados junto con Cristo en lugares
celestiales donde ningún ángel por puro que sea tiene derecho a sentarse?
- ¿No dice Ef 2:10 que somos hechura suya, creados en Cristo, creados a partir del modelo
de Jesús?
- ¿No dice Jesús en Jn 14:12 que las obras que Cristo hizo haríamos y que aún mayores
haríamos?
- ¿No dice Jesús en Jn 17:22  Les he dado la gloria que tú me diste…?

No tengo que recordarle todo cuanto Cristo ya hizo con usted porque hemos predicado y enseñado
de esto una y otra vez.

Fe no es orar, ayunar, clamar, afligirse, asistir a los cultos esperando que Dios obre, que Dios haga
algo como si no fuese suficiente todo cuanto ha hecho. La fe que agrada a Dios y que Él busca es
una fe que nos lleva a acercarnos a Él en gratitud por todo cuanto ha hecho, a acercarnos a Él para
tener comunión, para ser llenos del Espíritu para ir y desatar ligaduras en el Nombre de Jesús.
Para Ir y soltar cargas de opresión, para Ir y dejar libres a los quebrantados, para Ir y romper
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todo yugo.
Fe es creer que Dios cuenta con nosotros, Fe es creer en la obra de Cristo en nosotros, Fe es creer
que la Obra de Cristo nos capacita para Ir y proveer pan al hambriento en lugar de esperar que sea
Dios quien de forma milagrosa lo haga. Fe es Ir y dar ropa al que no tiene.
Fe es creer en Cristo, en su Obra, en el Espíritu que está en nosotros, en el Poder que está sobre
nuestra vida, Fe es creer que yo puedo y debo no por mis fuerzas, no por mi nombre, sino porque a
Dios le ha placido darnos el Reino (Lc 12:32).

¿Quiere ver milagros? Salga ahí fuera y comience a hacerlos en el Nombre de Jesús.
¿Quiere ver vidas transformadas, liberadas, sanadas? Comience a creer en Dios, en Cristo,
comience a creer en Su Palabra y cuando vea a alguien oprimido, enfermo, atado por el pecado y el
diablo proclame sobre él una Palabra de fe, atrévase a orar para que se rompan sus cadenas y espere
ver como Dios obra a través de usted.
¿Cree usted que puede hacerlo? Es un asunto de incredulidad, de falta de fe, de seguridad ¿Sera que
Dios miente?

  Nuestra fe nos lleva a esperar que Dios obre, que haga algo. La fe que Dios espera que tengamos
nos lleva a obrar en el Nombre de Jesús.

Mateo 10:7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos,
limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. 
¿No dice la parábola de los talentos en Mat 25:25?  Señor es que tuve miedo, y fui y escondí tu
talento en la tierra;
¿No dice Mat 25:34?  Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre,
heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y
me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los
justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento,
y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te
cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el
Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mí lo hicisteis. 
Esto es lo que Dios espera de nosotros. Este es el tipo de ayuno que a Él le agrada. A esto nos
debería llevar nuestra comunión con Él en oración. A esto nos debería llevar cada culto, cada
momento en su presencia, a Ir y andar en las obras que Él ha preparado de antemano (Ef 2:10). Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos. (Mt 5:16).

Todos deseamos lo mismo que ocurrió el día de Pentecostés, un derramamiento del Espíritu, el
Fuego, miles de vidas convertidas a Cristo en una sola predicación, ¿pero acaso el Espíritu no les
llevó a sanar, a liberar, a vender sus propiedades para repartir entre todos los necesitados? La Iglesia
crecía porque se movía, actuaba, predicaba, sanaba, libertaba, alimentaba. Tenía favor con todo el
pueblo (Hch 2:47).

LO QUE ESTE TIPO DE FE PRODUCIRÁ

8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante
de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. 9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás,
y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar
vanidad; 10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu
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luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías
saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de
aguas, cuyas aguas nunca faltan. 12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de
generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de
calzadas para habitar. 
¿No es esto lo que estamos esperando? Que la Luz que hay en nosotros sea tan fuerte que la gente lo
vea, que vean que somos salvos, que somos el pueblo de Dios. Que nuestra Justicia vaya delante de
nosotros. Que antes de ni siquiera digamos que somos creyentes, ya la gente lo sepa por nuestra
manera de vivir. Que la gloria de Dios vaya detrás de nosotros respaldándonos. Que cada vez que
oremos, Dios responda, Dios acuda, Dios intervenga a través de nosotros sanando, librando.

Pero Dios dice, quita de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, el hablar vanidad. La NTV:
Levanten el pesado yugo de la opresión; dejen de señalar con el dedo y de esparcir rumores
maliciosos.
Dios está pidiendo que tengamos fe, pero fe para pan al hambriento, fe para saciar el alma afligida
y es entonces cuando en las tinieblas nacerá tu luz, es entonces cuando tu oscuridad será como el
medio día. Es entonces cuando comenzamos a practicar una fe que actúa que Dios nos pastoreará
siempre, en las sequías saciará nuestra alma, dará vigor a nuestros huesos, seremos como un
huerto de riego, como un Manantial de agua que nunca se agota.
Cuando comenzamos a vivir una fe práctica, que pone en práctica todo cuanto Cristo ha hecho en
nosotros, nuestra familia edificará las ruinas antiguas, levantaremos los cimientos de generación
en generación, seremos llamados reparadores de portillos, restauradores de calzadas para habitar.
Seremos conocidos como gente que restaura, que sana, que repara lo que el pecado arruinó.

CONCLUSIÓN

¿Qué clase de fe tienes? ¿Una fe que espera que Dios obre, que la Iglesia obre, que los pastores o
liderazgo obren? Y si Dios no obra, si Dios no responde ¿buscamos un culpable?

Dios dice, “deja de señalar con el dedo, deja de hablar vanidad, deja de murmurar, y ponte manos
a la obra. Comienza a creer pero no que Yo puedo porque eso lo saben hasta los demonios.
Comienza a creer que te he capacitado, que hice todo cuanto estaba en mi mano para que vayas y
traigas esperanza al que no la tiene, lleves libertad al cautivo.

Que puedan decir de nosotros como decían de los primeros discípulos: Estos que trastornan el
mundo entero también han venido acá (Hch 17:6).
¿Por qué no venimos hoy al altar y le decimos al Señor Ayúdame a creer que yo puedo en Tu
Nombre? Ayúdame a creer que es Cristo en mí, la Esperanza de Gloria.