Marco Legal para Las FFAA
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PDC-02
JUNIO - 2021
(PÁGINA INTENCIONADAMENTE EN BLANCO)
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JUNIO DE 2021
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(http:/intra.mdef.es/portal/intradef/Ministerio_de_Defensa/CCDC/CCDC/Publicaciones/Nacional)
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CARTA DE PROMULGACIÓN
EL ALMIRANTE GENERAL
JEFE DE ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA
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PREFACIO
Las Fuerzas Armadas (FAS) son el instrumento del Estado para el empleo de las capacidades
militares, constituyendo el elemento esencial a través del cual el Gobierno implementa la
política de Defensa, para contribuir a la Seguridad Nacional. Las FAS, además de su participación
fundamental en la Defensa Nacional, contribuyen en materia de seguridad pública y de acción
exterior, colaborando con otras instituciones a difundir la cultura de defensa.
La actuación de las FAS, en cualquier situación, se ajusta a principios legales, éticos y doctrinales.
El marco legal que regula su empleo lo conforma la Constitución, las leyes, las directrices
emitidas por el Gobierno, el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y los acuerdos suscritos
por España.
En el actual entorno operativo, global y complejo, adquiere gran importancia el respeto al marco
legal, lo que garantiza la legalidad y legitimidad de su empleo. Los responsables del
planeamiento y toma de decisiones deben analizar y comprender todos los factores que
componen el entorno para poder ponderar y decidir la forma más adecuada de proceder. Como
consecuencia, entender el marco legal de cada operación es esencial para el adecuado
desarrollo de las operaciones.
La revolución tecnológica que está conformando los escenarios de presente y futuro de las
operaciones, y la adaptación a los mismos a través de la preparación de las FAS, requiere unos
principios de uso responsable, considerando los aspectos de privacidad, consentimiento,
respeto pleno al Estado de Derecho, responsabilidad y gobernabilidad.
Por todo ello, se hace necesario analizar el marco legal en que debe basarse el empleo y la
actuación de las FAS y que facilite tanto el planeamiento como la ejecución de todo tipo de
operaciones. Resulta fundamental tener en cuenta el marco jurídico predefinido para poder
garantizar la cobertura legal de la fuerza.
La figura del Asesor Jurídico, como parte integrante del equipo del comandante, cobra especial
relevancia en esta labor. Su asesoramiento en el planeamiento y ejecución de las operaciones
constituye un esfuerzo más que se integra en la actuación de las FAS y que busca reforzar la
posición de legitimidad de las propias FAS y, por ende, del Estado.
La finalidad de esta publicación es proporcionar conocimiento sobre las herramientas
necesarias para que el empleo operativo de las FAS se lleve a cabo dentro del marco legal
y se desarrolle manteniendo la legitimidad, para lo que recopila los fundamentos y los
principios más relevantes extraídos de la normativa vigente referenciada en el Anexo A. No
pretende ser, en ningún caso, una norma jurídica obligatoria.
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ÍNDICE
Página
PREFACIO ......................................................................................................................................... 9
CAPÍTULO 1. ASPECTOS LEGALES DEL EMPLEO DE LAS FAS .......................................................... 15
1.1. FUNDAMENTOS .................................................................................................................. 15
1.2. MARCO REGULADOR .......................................................................................................... 16
1.3. PRINCIPIOS LEGALES BÁSICOS ............................................................................................ 17
1.3.1. Principio de legalidad ..................................................................................................... 17
1.3.2. Principio de legitimidad ................................................................................................. 17
1.3.3. Principio de jerarquía normativa ................................................................................... 17
1.3.4. Principio de soberanía.................................................................................................... 17
1.3.5. Principios relativos al empleo de la fuerza .................................................................... 18
1.3.6. Principios en el plano internacional ............................................................................... 19
CAPÍTULO 2. EMPLEO DE LAS FAS EN LA DEFENSA Y SEGURIDAD NACIONAL .............................. 23
2.1. FUNDAMENTOS .................................................................................................................. 23
2.2. LA DEFENSA Y SEGURIDAD NACIONAL ............................................................................... 24
2.2.1. La Defensa Nacional ....................................................................................................... 24
2.2.2. La Seguridad Nacional .................................................................................................... 25
2.3. CIBERSEGURIDAD NACIONAL ............................................................................................. 27
2.4. GESTIÓN DE CRISIS Y SITUACIÓN DE INTERÉS PARA LA SEGURIDAD NACIONAL ............... 29
2.5. LOS ESTADOS DE ALARMA, EXCEPCIÓN Y SITIO ................................................................. 30
2.5.1. Aspectos comunes ......................................................................................................... 30
2.5.2. Estado de alarma............................................................................................................ 31
2.5.3. Estado de excepción....................................................................................................... 33
2.5.4. Estado de sitio ................................................................................................................ 34
2.6. OTRAS CONTRIBUCIONES DE LAS FAS A LA DEFENSA Y SEGURIDAD NACIONAL ............... 34
2.6.1. Seguridad pública ........................................................................................................... 35
2.6.2. Acción exterior del Estado ............................................................................................. 37
CAPÍTULO 3. MISIONES DE LAS FAS ............................................................................................... 39
3.1. FUNDAMENTOS .................................................................................................................. 39
3.2. MISIÓN CONSTITUCIONAL DE LAS FAS............................................................................... 39
3.2.1. Garantizar la soberanía e independencia........................................................................ 39
3.2.2. Defender la integridad territorial .................................................................................... 41
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ANEXO A......................................................................................................................................... 99
NORMATIVA DE REFERENCIA ........................................................................................................ 99
ANEXO B....................................................................................................................................... 103
ACRÓNIMOS Y ABREVIATURAS .................................................................................................... 103
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1.1. FUNDAMENTOS
1. La Constitución atribuye al Estado la competencia exclusiva, entre otras materias, sobre
la Defensa y las Fuerzas Armadas (FAS). Además, establece que corresponde al Gobierno
de la Nación la dirección de la administración militar y la defensa del Estado.
2. Las FAS son el instrumento del Estado para el empleo de las capacidades militares.
Constituyen el elemento principal y esencial a través del cual el Gobierno implementa
la política de Defensa que, en coordinación con el resto de instrumentos del poder
nacional, contribuye a la Seguridad Nacional. Su entidad, única e integradora, posibilita
el empleo óptimo de sus capacidades con el objetivo de cumplir las misiones
encomendadas.
3. La política de Defensa tiene por finalidad la protección del conjunto de la sociedad
española, de su Constitución, de los valores superiores, principios e instituciones que en
esta se consagran, del Estado social y democrático de derecho, del pleno ejercicio de los
derechos y libertades y de la garantía, independencia e integridad territorial de España.
Asimismo, tiene por objetivo contribuir a la preservación de la paz y seguridad
internacionales, en el marco de los compromisos contraídos por el Reino de España.
4. Las FAS están constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire. En
su organización, regulada por una Ley Orgánica conforme a los principios
constitucionales, tiene especial importancia el concepto de Fuerza Conjunta,
instrumento que materializa la acción de las FAS.
5. La eficacia operativa de las FAS le permite responder a las necesidades estratégicas y a
los intereses nacionales, aplicando la acción conjunta y haciendo posible operar de
forma coordinada con otros instrumentos del Estado.
6. Las misiones de las FAS son establecidas por la Constitución y la legislación nacional en
materia de defensa y seguridad.
7. Las FAS contribuyen, militarmente, a la defensa y seguridad de España y de sus aliados
en el marco de las organizaciones internacionales de las que España forma parte, así
como al mantenimiento de la paz, la estabilidad y la ayuda humanitaria. La Guardia Civil
contribuirá igualmente, en relación con las misiones de carácter militar que se le puedan
encomendar, por su naturaleza militar y preparación policial, mediante la integración de
miembros de la Guardia Civil o de unidades del Cuerpo en estructuras militares de las
FAS españolas, y excepcionalmente, en las de una organización internacional. La Guardia
Civil tendrá consideración de Fuerza Armada cuando se integre en una unidad de las FAS
para desempeñar una misión militar.
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8. En coordinación con las Instituciones del Estado y las Administraciones Públicas, las FAS
contribuyen a preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de
grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas, conforme a lo
establecido en la legislación vigente.
9. Las intervenciones de las FAS pueden ser de distinto tipo según cuáles sean las
condiciones legales particulares bajo las cuales se realicen:
a. En aplicación de la legislación nacional y en el ejercicio de la soberanía nacional, tanto
en condiciones de normalidad como en situaciones de interés para la Seguridad
Nacional y en los estados de alarma, excepción y sitio.
b. En ejercicio del derecho a la legítima defensa.
c. Siguiendo un mandato de Naciones Unidas, para mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales.
d. En cumplimiento de los compromisos con la Alianza Atlántica y de la defensa
colectiva.
e. En cumplimiento de los compromisos con la Unión Europea, ante ataque armado a
un país miembro o para participar en tareas humanitarias, de rescate, de
mantenimiento de la paz y en gestión de crisis.
f. A petición del gobierno legítimo de un Estado, para cumplir los compromisos
adquiridos.
g. Para la evacuación de nacionales en otro país, por circunstancias de inestabilidad que
pongan en grave riesgo su vida o intereses.
10. El cumplimiento de sus misiones requiere de las FAS, tanto en el ámbito general de la
seguridad como en el más específico de la defensa, la ejecución de operaciones, ya sea
en territorio nacional o en el exterior.
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2.1. FUNDAMENTOS
47. La Defensa y la Seguridad Nacional son elementos esenciales para la conformación de la
Nación y la protección de los españoles.
48. La seguridad es un pilar básico indispensable para garantizar derechos, libertades
individuales y colectivas y avanzar hacia nuestro progreso y bienestar, al mismo tiempo
que persigue contribuir activamente a la paz y seguridad internacionales.
49. La Constitución, en su Preámbulo, establece los valores sobre los que se inspira la Nación
española en uso de su soberanía: la justicia, la libertad, la seguridad y la promoción del
bien común de cuantos la integran. Señala asimismo la aspiración de colaborar en el
fortalecimiento de unas relaciones internacionales pacíficas y de eficaz cooperación
entre todos los pueblos.
50. Estas dos dimensiones, la relativa a la Nación española y la relativa a la comunidad
internacional, son claves en el concepto y desarrollo de la Defensa y la Seguridad
Nacional.
51. La defensa de España es un derecho y un deber de todos los españoles, sancionado
constitucionalmente. Las FAS tienen la misión de garantizar la soberanía e
independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento
constitucional.
52. Las FAS se constituyen como el elemento esencial de la defensa y una entidad única,
que se concibe como un conjunto integrador de las formas de acción específicas de cada
uno de sus componentes.
53. La organización de las FAS deberá posibilitar el cumplimiento de las misiones que se le
encomienden en el marco específico, conjunto y combinado, de forma que se asegure
la eficacia en la ejecución de las operaciones militares, conforme a los principios de
jerarquía, disciplina y unidad.
54. El empleo de las FAS se desarrolla en tres escenarios principales:
a. Escenario Nacional: con la misión prioritaria de las FAS de garantizar la seguridad del
territorio nacional, que comprende la seguridad y defensa de los espacios de
soberanía nacional.
b. Escenario Externo al territorio nacional: denominado seguridad exterior, que
responde a los compromisos del ámbito multinacional, multilateral o bilateral y a la
protección de los intereses de España en el exterior.
c. Escenario Transversal y no ligado a una concepción territorial o geográfica específica:
denominado seguridad nacional ampliada, donde las FAS pueden verse obligadas a
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71. Los órganos competentes en materia de Seguridad Nacional son el Presidente del
Gobierno, las Cortes Generales, el Gobierno, los Ministros y el Consejo de Seguridad
Nacional. Las autoridades o cargos de las Comunidades Autónomas y de las Ciudades
con Estatuto de Autonomía deberán ser convocados al citado Consejo cuando se estime
oportuno. Igualmente podrán ser convocadas autoridades de los gobiernos locales o
aquellas personas cuya contribución se considere relevante.
72. La política de Seguridad Nacional se configura como una política pública en la que, bajo
la dirección del Presidente y la responsabilidad del Gobierno, participan todas las
Administraciones Públicas, de acuerdo con sus respectivas competencias, y la sociedad
en general, para responder a las necesidades de la Seguridad Nacional.
73. En las Comunidades Autónomas y en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla serán
órganos competentes en materia de Seguridad Nacional, aquellos que correspondan
según los respectivos Estatutos de Autonomía.
74. Las autoridades locales, por su parte, ejercerán las competencias que en materia de
Seguridad Nacional les resulten propias conforme a la legislación de régimen local.
75. Los principios básicos que orientan la política de Seguridad Nacional son: unidad de
acción, anticipación, prevención, eficiencia, sostenibilidad en el uso de los recursos,
capacidad de resistencia y recuperación, coordinación y colaboración.
76. El marco político estratégico de referencia es la Estrategia de Seguridad Nacional, con
los siguientes objetivos:
a. Asegurar la defensa de la soberanía e integridad de España y la protección de la
población y el territorio frente a cualquier conflicto o amenaza proveniente del
ámbito exterior, de forma autónoma o junto a socios y aliados.
b. Contribuir a crear un entorno internacional más estable y seguro mediante la
proyección de estabilidad y el refuerzo de la cooperación con los socios,
particularmente en las áreas de interés para España.
77. La Estrategia de Seguridad Nacional está enfocada a la prevención de conflictos y a
potenciar la diplomacia de Defensa, entre otros aspectos.
78. Los principios fundamentales de esta Estrategia son unidad de acción, resiliencia,
resistencia, recuperación, colaboración público-privada, complementariedad de
capacidades, funcionamiento integrado y coordinado de todos los recursos disponibles
y la implicación de la sociedad civil.
79. El Sistema de Seguridad Nacional es el instrumento institucional fuerte y compacto para
preservar la seguridad de España y poder responder de forma ágil, adaptativa y flexible,
con una visión integral, a los riesgos y amenazas detectados.
80. Se define como el conjunto de órganos, organismos, recursos y procedimientos
integrados que permite a los órganos competentes en materia de Seguridad Nacional
ejercer sus funciones. En función de las necesidades, podrán asignarse cometidos a
otros organismos y entidades, de titularidad pública o privada.
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81. Las entidades privadas que sean operadores de servicios esenciales y de infraestructuras
críticas relacionadas con la Seguridad Nacional tienen el deber de colaborar con las
Administraciones Públicas.
82. El Gobierno aprobará un catálogo de aquellos recursos humanos y materiales
pertenecientes a los sectores estratégicos de la Nación, que puedan ser puestos a
disposición de las autoridades competentes en una situación de interés para la
Seguridad Nacional.
83. La disposición de recursos se efectuará mediante su adscripción al Sistema de Seguridad
Nacional de personal, medios e instalaciones, según la situación concreta de interés
declarada.
84. La aportación de recursos humanos y materiales, tanto públicos como privados, no
adscritos con carácter permanente al Sistema de Seguridad Nacional, se basará en los
principios de contribución gradual y proporcionada y en el de indemnidad.
a. Por contribución gradual y proporcionada de recursos a la seguridad nacional se
entiende una aportación escalonada, de menor a mayor intensidad, de elementos
humanos y materiales, adaptada a la realidad de la situación y a las necesidades que
la misma requiere.
b. Por principio de indemnidad aplicado a la contribución de recursos a la seguridad
nacional, se entiende la garantía del resarcimiento del daño o menoscabo sufrido, o
del valor de los recursos humanos o materiales aportados.
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97. El ejercicio del derecho a usar la fuerza en legítima defensa frente a una operación en el
ciberespacio susceptible de ser calificado de ataque armado está, por otra parte, sujeto
a las exigencias de inminencia, inmediatez, necesidad y proporcionalidad.
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3.1. FUNDAMENTOS
176. Las misiones de las FAS se encuentran reguladas en la Constitución y en la normativa
sobre la Defensa y la Seguridad Nacional, conforme al principio de legalidad.
177. La dirección de las misiones de las FAS corresponde al Gobierno de la Nación en
ejecución de sus competencias constitucionales de dirección de la política interior y
exterior, la administración civil y militar y la defensa del Estado.
178. Las misiones que legalmente tienen encomendadas las FAS se llevan a cabo mediante la
ejecución de operaciones militares, ya sean de carácter permanente o de reacción, en
respuesta o en prevención de una crisis nacional o internacional.
179. La organización de las FAS posibilita el cumplimiento de las misiones encomendadas,
asegurando asimismo la eficacia en la ejecución de las operaciones militares.
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ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas, delitos cometidos por los
funcionarios públicos contra las garantías constitucionales y delitos de ultraje a España.
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Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contra todos
ellos y, en consecuencia, si tal ataque se produce cada una de las partes asistirá a la
parte atacada, adoptando de acuerdo con las otras partes, las medidas que juzgue
necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada para restablecer y mantener la
seguridad en la región del Atlántico Norte.
214. El Tratado de la UE establece que, si un Estado miembro es objeto de una agresión
armada en su territorio, los demás Estados miembros le deberán ayuda y asistencia con
todos los medios a su alcance, de conformidad con lo establecido en la Carta de las
Naciones Unidas.
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3.3.2.2. Estabilidad
236. Las operaciones de estabilidad, también conocidas como de consolidación de la paz, no
son independientes de las Operaciones de mantenimiento de la paz, sino que son una
consecuencia lógica en su desarrollo.
237. Las operaciones de estabilidad son el conjunto de acciones militares efectuadas en
apoyo de una serie de actividades políticas, económicas, sociales y de reestructuración
que están orientadas a reducir el riesgo de recurrencia al conflicto y proporcionan las
bases para una situación de paz sostenible y duradera.
238. El proceso de estabilidad es complejo y a largo plazo, y afronta los motivos estructurales
del conflicto armado de forma global. Sus acciones están relacionadas con el desarrollo
de la sociedad a la que se dirigen y con la mejora de la capacidad del Estado para
desarrollar legítima y eficazmente sus funciones.
239. El objetivo de las operaciones de estabilidad es mejorar las capacidades del Estado y de
la sociedad civil, hasta el punto que el apoyo externo no sea necesario.
240. Pese a que los elementos predominantes sean los actores civiles, las fuerzas militares
pueden ser requeridas para múltiples actividades como son el apoyo en el proceso de
reconstrucción de la seguridad, desarme, desmovilización y reintegración de
combatientes, acciones de desminado, apoyo al desarrollo de procesos electorales,
monitorización y formación, protección y seguridad, entre otros.
241. El marco legal de las operaciones de estabilidad es el que corresponde a las operaciones
de mantenimiento de la paz, compartiendo en la mayoría de las ocasiones una misma
resolución internacional.
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1
Las NEO se encuentran desarrolladas en la Publicación Doctrinal Conjunta PDC-3.4.2 Doctrina Conjunta
NEO.
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265. Una NEO es aquella operación que se planea y ejecuta con la finalidad de reubicar en un
lugar seguro al personal no combatiente designado que se encuentre en una situación
de riesgo en un país extranjero.
266. Las NEO se dirigen normalmente a los ciudadanos nacionales. No obstante, en función
de la situación, puede contemplarse la evacuación de ciudadanos de la UE o incluso de
otros países, según lo que determine la Autoridad Diplomática Competente.
267. La característica más significativa de una NEO es su marcado carácter interministerial,
dada la transversalidad de los múltiples actores que intervienen en su planeamiento y
ejecución, tanto en el ámbito nacional como internacional.
268. Para facilitar la participación eficaz y coordinada de los distintos actores implicados, se
precisa una clara delimitación de sus competencias y responsabilidades, en particular
entre las autoridades de la Presidencia del Gobierno, del Ministerio de Asuntos
Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAUEC) y del Ministerio de Defensa
(MINISDEF), de forma que, aplicando un enfoque integral, se garantice la coherencia
entre la actuación militar y la del resto de los instrumentos del poder nacional.
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275. Las misiones de carácter militar que podrán encomendarse a la Guardia Civil son las
siguientes:
a. Participar en el planeamiento, la preparación y ejecución de operaciones militares
desarrolladas por las FAS o fuerzas multinacionales, mediante el desempeño de las
funciones siguientes:
i. Policía militar.
ii. Vigilancia y defensa militares.
iii. Aquellas otras actuaciones que se le atribuyan en el marco de las operaciones
militares desarrolladas por las FAS o fuerzas multinacionales.
b. Participar, de forma integrada, en actividades desarrolladas por unidades, centros y
organismos militares dependientes del Ministro de Defensa, así como por los órganos
judiciales militares y fiscales jurídico militares, mediante el desempeño de las
funciones siguientes:
i. Policía judicial en el ámbito de la jurisdicción militar, con competencias en la
averiguación de los delitos y descubrimiento y aseguramiento del delincuente.
ii. Enlace, apoyo y coordinación, en su caso con fuerzas policiales y sistema judicial
local si existiese, y con las autoridades judiciales españolas.
iii. Inteligencia, contrainteligencia y seguridad.
iv. Enseñanza militar, a través del personal docente de la Guardia Civil asignado a
las distintas academias y centros de formación militares.
c. Participar en aquellas actividades de análoga naturaleza que determine el Consejo
de Ministros, a propuesta del Ministro de Defensa.
276. La encomienda a la Guardia Civil de misiones de carácter militar será realizada por el
Ministro de Defensa, previa consulta con el Ministro del Interior.
277. La generación del contingente de la Guardia Civil necesario para el cumplimiento de las
misiones de carácter militar que se le encomienden, será acordada conjuntamente por
los Ministerios de Defensa e Interior.
278. En el cumplimiento de las misiones de carácter militar asignadas, la Guardia Civil
dependerá del Ministro de Defensa.
279. Cuando las misiones militares encomendadas a la Guardia Civil tengan carácter
operativo, dependerá del JEMAD y se regirá por las normas reguladoras de la estructura
operativa de las FAS.
280. El desempeño de las misiones de carácter militar por parte del personal de la Guardia
Civil no supondrá la pérdida de la dependencia orgánica respecto de su Dirección
General.
281. Cuando las misiones de carácter militar encomendadas supongan la participación en
operaciones y ejercicios, las unidades y los miembros de la Guardia Civil también
quedarán sujetos al estatuto de la fuerza de la que formen parte.
282. El cumplimiento de las misiones se llevará a cabo con el armamento, material y equipo
de dotación propios del Cuerpo de la Guardia Civil, salvo si no dispusiera de medios
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4.1. FUNDAMENTOS
284. El empleo de las FAS y el cumplimiento de sus misiones requiere realizar diferentes tipos
de operaciones militares, tanto en territorio nacional como en el exterior.
285. Por operación militar se entiende el conjunto de acciones, coordinadas por una
autoridad militar en tiempo, espacio y propósito, para alcanzar objetivos militares de
acuerdo con lo establecido en una directiva, plan u orden.
286. Las operaciones suponen el conjunto de acciones mediante las que las misiones que
legalmente tienen encomendadas las FAS se llevan a la práctica, concretándose en un
objetivo determinado, específico para cada operación.
287. Las operaciones de las FAS deben alcanzar alguno o algunos de los siguientes objetivos
estratégicos genéricos:
a. Disuadir a las posibles amenazas contra los intereses nacionales y la seguridad y
bienestar de los ciudadanos.
b. Defender y vigilar nuestros espacios de soberanía.
c. Desplegar nuestras fuerzas en el exterior, para defender nuestros intereses
nacionales, con capacidad de integración en ambiente multinacional.
d. Integrar eficazmente el apoyo de las fuerzas militares a las autoridades civiles.
288. Todas las operaciones de las FAS, con independencia del escenario en que se produzcan,
deben emplear los medios más adecuados en relación con las medidas permisivas,
limitativas o prohibitivas conforme al marco legal aplicable a la operación, para
aumentar su eficacia y garantizar el cumplimiento de la legalidad.
289. La inclusión de la dimensión cognitiva en el marco legal para el empleo de las FAS, como
ámbito emergente por el alcance de sus implicaciones en las operaciones, ha conllevado
a que la Unión Europea disponga de Directivas y esté desarrollando un marco de
regulación para todos los Estados Miembro. Asimismo, la Alianza Atlántica y los países
aliados, la han identificado como elemento clave, incorporándola en sus áreas de
transformación en las FAS, al tiempo que demanda una regulación en su gobernanza al
nivel estatal, europeo y aliado.
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4.4.1. Mandato
310. Cada operación requiere un mandato que le proporcione una base legal y que determine
tanto los objetivos como los parámetros legales y operativos por los que se regirá.
311. El mandato en última instancia siempre procede del Gobierno, previa autorización del
Congreso de los Diputados, y está sujeto a las leyes españolas y a los convenios y
tratados internacionales de los que España es parte.
312. En atención a los compromisos internacionales suscritos por España, el mandato puede
tener su origen en una organización internacional de la que España sea parte, o en el
gobierno de un Estado anfitrión que solicite o preste consentimiento para el desarrollo
en su territorio de una operación dirigida por una organización internacional. También
puede tratarse de una combinación de ambas.
313. En caso de que el mandato derive de compromisos internacionales suscritos por España,
el consentimiento del Estado anfitrión y, en su caso, la correspondiente Resolución del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas proporcionarán la base legal para el desarrollo
de la operación.
314. Si el mandato ha sido adoptado bajo el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
prevalecerá sobre cualesquiera otros términos que el Estado anfitrión hubiera fijado
para prestar el consentimiento para la operación.
315. Pueden existir Resoluciones adicionales, procedentes de otras organizaciones
internacionales y que deriven de la emitida por el Consejo de Seguridad, sin que la
contradigan nunca, sino que solamente la desarrollen. Se darán en aquellos casos en los
que estas organizaciones vayan a asumir el mando y control de la operación
internacional.
316. En ausencia de consentimiento del Estado anfitrión, la existencia de un mandato
emanado del Consejo de Seguridad bajo el Capítulo VII de la Carta de las Naciones
Unidas constituye un requisito legal estricto para el despliegue de tropas y otro personal
en el territorio de un Estado para el desarrollo de una operación. A estos efectos resulta
indiferente si la operación se halla dirigida directamente por la ONU, por una
organización o acuerdo regional, o por Estados individuales que operan con
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El Derecho Internacional Humanitario (DIH) anteriormente se denominaba Derecho Internacional de los
Conflictos Armados (DICA).
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336. Con independencia de la naturaleza de la operación, el DIH sólo será aplicable a una
operación militar cuando esta tiene lugar en el contexto de un conflicto armado, tal y
como lo define el Derecho internacional.
337. La existencia de un conflicto armado es el superior requisito de aplicabilidad del DIH, sin
perjuicio de los requisitos propios del carácter internacional o no internacional del
conflicto armado.
338. La jurisprudencia del Tribunal Internacional Penal señala que existe conflicto armado
cuando se recurra a la fuerza armada entre Estados o a la violencia armada prolongada
entre autoridades gubernamentales y grupos armados organizados, o entre dichos
grupos entre sí dentro de un Estado.
339. Desde el punto de vista jurídico, el DIH hace una distinción entre dos tipos de conflictos
armados:
a. Conflicto armado internacional (CAI), cuando se enfrentan dos o más Estados,
aunque el estado de guerra no haya sido reconocido por alguno de ellos.
b. Conflicto armado no internacional (CANI), cuando el enfrentamiento se produce
entre fuerzas gubernamentales y grupos armados no gubernamentales, o entre esos
grupos únicamente.
340. El DIH no es aplicable a las actuaciones de una fuerza desplegada en un conflicto
armado, en el que no sea parte beligerante. Sin embargo, los miembros de esa fuerza se
beneficiarán de la protección que el DIH garantiza a la población civil, mientras no
participen directamente en las hostilidades y sólo mientras dure su despliegue.
341. En caso de no ser originariamente parte en un conflicto armado, los miembros del
componente militar de una operación pierden la protección contra ataques directos que
se garantiza a la población civil si, en ese momento, la fuerza interviniente se convierte
en parte en el conflicto.
342. En los casos en los que la fuerza interviniente en una operación no se ha convertido en
parte, los miembros individuales de la fuerza perderán esa protección solamente en
tanto en cuanto participen directamente en las hostilidades.
343. Si se verifican los requisitos de aplicabilidad del DIH, la fuerza interviniente en una
operación puede convertirse en una parte beligerante en el conflicto. En todo caso, ha
de tenerse en cuenta lo que el DIH establece para la parte correspondiente a sanidad y
servicio de asistencia religiosa.
344. En las operaciones multinacionales, y dependiendo de los supuestos de hecho, los
distintos países participantes pueden convertirse en parte en el conflicto a título
individual, sin que ello extienda la condición de parte a los demás contingentes o, en su
caso, a la organización internacional bajo la cual se hallen desplegados.
345. Conforme al DIH se determinará el ámbito geográfico de un conflicto armado, así como
el ámbito temporal de su aplicación, bien con el cese general de las operaciones
militares o, alternativamente, cuando desaparezcan las circunstancias para su
aplicación.
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346. El cese general de las operaciones militares que pone fin a la aplicación del DIH significa
expresamente el fin definitivo de los enfrentamientos entre todas las partes
involucradas.
347. El DIH sólo continuará aplicándose después del cese general de las operaciones
militares, para las normas del derecho de ocupación y para la obligación de repatriar a
las personas detenidas, en relación con el conflicto armado y las operaciones militares
desarrolladas.
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375. Desde el punto de vista del Derecho internacional, las ROE no se corresponden con
ninguna de las categorías reconocidas en el artículo 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia como fuentes de Derecho internacional. No constituyen
obligaciones de carácter convencional, ni tienen la consideración de costumbre ni
constituyen ninguna otra de las fuentes de carácter subsidiario del Derecho
internacional incluidas en dicho precepto.
376. Las ROE no pueden colisionar con lo prescrito por los instrumentos convencionales
sobre la materia en los que España es Parte, o con las normas que constituyen el núcleo
del Derecho consuetudinario aplicable en los conflictos armados.
377. El sometimiento de las ROE al Derecho es absoluto, y por ello deben ajustarse al bloque
normativo español o internacional sobre el uso de la fuerza y sus consecuencias.
378. Es importante señalar que las ROE no pretenden resumir los preceptos del DIH, cuyo
conocimiento por parte de los militares se supone siempre, sino que son autorizaciones
o prohibiciones concretas a disposición de la fuerza, para cada momento de la operación
y la situación en la zona de operaciones, ajustadas a las necesidades operativas
derivadas del cumplimiento de la misión.
379. Las ROE no pueden limitar el ejercicio del derecho a la legítima defensa, ya que según lo
establecido en la normativa nacional e internacional constituye una causa de exención
de la responsabilidad criminal, actuar en defensa de la persona o de derechos propios o
ajenos.
380. El mandato de la operación puede autorizar el uso de la fuerza necesaria y proporcional
para el cumplimiento de los cometidos, propósitos y objetivos establecidos por el
mandato cuando las circunstancias requieran el uso de la fuerza.
381. El personal interviniente en una operación tiene el derecho inmanente a usar la fuerza
necesaria y proporcional en defensa propia o en defensa de otros.
382. El personal interviniente en una operación puede tener el derecho a usar la fuerza
necesaria y proporcional en defensa de propiedad esencial de la misión o para asegurar
su derecho a la libertad de movimiento conforme a las ROE establecidas.
383. En cualquier caso en que resulte de aplicación el DIDH sus normas determinarán las
maneras y circunstancias en que se puede emplear la fuerza.
384. Una fuerza armada que se convierte en parte beligerante en un conflicto armado o que
interviene en él, debe cumplir con las prescripciones del DIH, cuando desarrolle
operaciones en el ámbito de dicho conflicto.
385. Se aplicarán las reglas del DIH a las situaciones que impliquen la conducción de
hostilidades contra objetivos bajo el DIH. El uso de la fuerza fuera de ese contexto se
regirá, con carácter general, por otras reglas, en especial las del DIDH.
386. Una fuerza que participe en una operación debe contar con el equipamiento necesario
que le permita ajustar el grado y naturaleza de la fuerza que emplea, para que se ajuste
tanto como sea posible a los requisitos de las previsibles situaciones de seguridad.
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387. El militar en operaciones debe conocer y cumplir las ROE para hacer frente a las
situaciones cambiantes en cada momento de la operación, debiendo estar preparado
para asumir la protección de la población afectada y los riesgos consiguientes.
388. Las ROE de una operación cuentan con la protección que se determine en cada caso, y
su conocimiento se encuentra limitado a los sujetos que participan en la misma.
389. La naturaleza jurídica de las ROE se asimila a las órdenes de servicio, en relación con lo
señalado en el Código Penal Militar, al señalar que por orden se entiende todo mandato
relativo al servicio que un superior da a un subordinado, en forma adecuada y dentro
de las atribuciones que le corresponden, para que lleve a cabo u omita una actuación
concreta.
390. Teniendo las ROE el carácter de órdenes, el incumplimiento o inobservancia de las
mismas puede conllevar la consiguiente responsabilidad disciplinaria o penal, que
oscilaría desde la falta disciplinaria con carácter leve al delito penal militar. Todo ello sin
perjuicio de otro tipo de responsabilidades que pudieran derivarse de la acción u
omisión cometida.
391. Las ROE en vigor para una operación se encuentran comprendidas en la colección de
ROE para esa operación. Se plasman en un documento individual que porta cada militar
que participe en la operación (ROE Card, tarjeta ROE).
392. La aplicación de las ROE en una operación se relaciona con el proceso de escalada de
fuerza (Escalation of Force, EOF), consistente en la secuencia de acciones llevadas a cabo
por una unidad militar en ambiente hostil que comienza con la aplicación de medidas
defensivas de fuerza no letal hasta la utilización de fuerza letal.
393. Se puede autorizar el uso de la fuerza por el personal interviniente en una operación de
acuerdo con el mandato o en legítima defensa.
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de todo aquello que se requiera para hacer frente a las amenazas contra la población
civil.
399. En cualquier situación en la que una fuerza reciba el mandato de proteger a la población
civil, las labores de protección deben encontrarse reflejadas en las ROE de la operación.
400. Aun cuando una fuerza no hubiere recibido un mandato expreso en ese sentido, sus ROE
deben permitir la posibilidad de llevar a cabo labores relacionadas con la protección de
la población civil.
401. Se debe dar protección y asistencia especiales a los grupos de personas particularmente
vulnerables que requieran una atención especial.
4.4.10.2. Menores
402. Los menores deben ser protegidos en todo momento y sin discriminación del impacto,
directo o indirecto, de un conflicto armado.
403. La fuerza interviniente en una operación debe asegurar que los roles y responsabilidades
respecto de la protección de menores en conflictos armados se encuentran
suficientemente definidas en todos los aspectos del mandato, así como que el
planeamiento, la ejecución e información de la operación reflejen las particulares
necesidades de protección de la infancia.
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410. Una persona que cumpla los criterios establecidos en la definición de refugiado, será
privada de los beneficios de su estatuto cuando existan razones fundadas para
considerar que:
a. Haya cometido un crimen contra la paz, un crimen de guerra o un crimen de lesa
humanidad, tal y como se hallan definidos en los instrumentos internacionales
diseñados para prevenir tales crímenes.
b. Haya cometido un delito grave de naturaleza no política fuera del Estado de refugio
previamente a su admisión en el país como refugiado.
c. Sea culpable de actos contrarios a los principios y propósitos de las Naciones
Unidas.
411. Una persona deja de ser refugiado cuando se demuestra que ya no tiene necesidad de
protección internacional o, alternativamente, cuando desaparecen las circunstancias
por las que se reconoció su estatuto.
412. La condición de refugiado se pierde en alguna de las siguientes circunstancias:
a. Si acepta voluntariamente de nuevo la protección de su país de nacionalidad.
b. Cuando habiendo perdido su nacionalidad, la vuelve a adquirir voluntariamente.
c. Si adquiere una nueva nacionalidad y disfruta de su protección.
d. Cuando vuelve a establecerse voluntariamente en el país que abandonó o fuera del
que permaneció por miedo a ser perseguido.
413. Los refugiados se encuentran protegidos contra cualquier tipo de expulsión hacia
territorios en los que exista amenaza contra su vida o libertad por razón de su raza,
religión, opinión política, nacionalidad o por formar parte de un determinado grupo
social.
414. Los refugiados no deben sufrir consecuencias adversas por su nacionalidad formal.
415. Los refugiados tienen derecho a los derechos humanos recogidos en la Convención
sobre el Estatuto de los Refugiados.
416. La UNESCO define a los desplazados como la persona o grupo de personas que han sido
forzados a huir o a abandonar sus lugares de residencia habitual como resultado de
conflicto armado, luchas internas y violaciones habituales de los derechos humanos; o
por desastres naturales o consecuencia de la acción humana que afecten a alguno de
estos elementos y que no hayan atravesado ninguna frontera estatal
internacionalmente reconocida.
417. Los asentamientos y campos de refugiados deben ubicarse lejos de las fronteras.
418. Debe garantizarse el carácter civil y humanitario de los asentamientos y campos de
refugiados y de los lugares con desplazados internos.
419. Deben protegerse los campos de refugiados y los campos de desplazados internos, así
como sus alrededores inmediatos.
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420. Debe asegurarse el acceso sin obstáculos de los refugiados y desplazados internos a la
asistencia humanitaria.
421. Los refugiados pueden regresar a su país de origen exclusivamente de manera
voluntaria. Tanto los refugiados como los desplazados internos gozan del derecho de
regresar a sus lugares de origen.
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454. Según el Derecho internacional, en un conflicto armado no pueden ser atacadas las
aeronaves sanitarias; las aeronaves provistas de salvoconducto en virtud de un acuerdo
entre los beligerantes; y los aviones de línea.
455. No obstante, las aeronaves sanitarias sólo gozan de inmunidad contra los ataques si han
sido reconocidas como tales, si actúan de conformidad con un acuerdo, si vuelan en
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zonas dominadas por fuerzas propias o amigas o si vuelan fuera de la zona de conflicto
armado. En todos los demás casos, las aeronaves sanitarias vuelan por su cuenta y
riesgo.
456. Las aeronaves provistas de salvoconducto sólo gozan de inmunidad contra los ataques
si se emplean de manera inocua en su actividad habitual, si no obstaculizan
intencionadamente los movimientos de los combatientes y si cumplen los términos del
acuerdo, incluida la disponibilidad para una inspección.
457. Los aviones de línea sólo gozan de inmunidad contra los ataques si se emplean de
manera inocua en su actividad habitual, y si no obstaculizan intencionadamente los
movimientos de los combatientes.
458. Si estas aeronaves incumplen cualquiera de las condiciones anteriores de inmunidad,
sólo podrán ser atacadas si su desviación para el aterrizaje, visita, registro y eventual
captura no es factible; si no se dispone de ningún otro método para ejercer un control
militar; si las circunstancias del incumplimiento son lo suficientemente graves como
para que dicha aeronave se haya convertido en un objetivo militar o pueda
razonablemente presumirse que lo es; y si las bajas o daños incidentales no fueran
desproporcionados en relación con la ventaja militar obtenida o prevista.
459. En caso de duda sobre si se está utilizando una aeronave que goza de inmunidad contra
los ataques para contribuir de manera efectiva a una acción militar, se presumirá que
no se emplea para ello.
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entre el Estado anfitrión y los Estados u organización internacional que desplieguen las
fuerzas intervinientes.
485. El daño causado por una operación puede derivarse de violaciones de la legislación del
Estado anfitrión y/o del Derecho internacional.
486. Las violaciones del Derecho internacional pueden dar lugar a responsabilidad
internacional, pero por lo general no puede ser invocada directamente por los
particulares frente a un Estado extranjero.
487. Las violaciones de la legislación del Estado anfitrión pueden, en principio, ser invocadas
por las partes. Las inmunidades de jurisdicción de las organizaciones internacionales y
de los Estados remitentes pueden excluir las reclamaciones contra ellos, a menos que
se renuncie a la inmunidad en un caso concreto. Por tanto, pueden requerirse
mecanismos alternativos de reclamaciones.
488. El Derecho internacional no impone un régimen homogéneo de reclamaciones. Las
organizaciones internacionales que participan en operaciones multinacionales pueden
estructurar su sistema de responsabilidad civil frente a terceros de diferentes maneras.
489. Aunque los regímenes de reclamaciones varían, existen algunas excepciones
consolidadas acerca de la responsabilidad que se aplican por todos los actores en las
operaciones. Los daños causados por acciones en legítima defensa o por necesidades
operacionales, así como los daños derivados de acciones de combate, se hallan exentos
de responsabilidad, pero pueden ser compensados mediante pagos a título graciable.
490. Deben establecerse sistemas alternativos de arreglo de disputas en aquellos casos en
los que no resulte posible el acceso a los tribunales debido a las inmunidades. Este tipo
de procedimientos de reclamaciones deben ser transparentes e imparciales, y deben
respetar las leyes locales.
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494. Cualquier miembro interviniente en una operación del que se sospeche su participación
en cualquiera de los mencionados crímenes internacionales, o no hubiere adoptado las
medidas oportunas para evitar la comisión o castigar a los subordinados que los
cometieren, se encuentra sujeto a enjuiciamiento por los tribunales nacionales e
internacionales en el ámbito de sus respectivas jurisdicciones.
495. Convertir a los miembros de una operación de mantenimiento de la paz en objetivo de
un ataque, constituye un crimen de guerra si dicha operación no es parte de un conflicto
armado y si el miembro de la operación de mantenimiento de la paz conserva su derecho
de protección de conformidad con el DIH.
496. En toda situación, y hasta los límites establecidos en el mandato, las fuerzas
intervinientes en una operación ayudarán en la administración de la justicia
internacional.
497. En ausencia de tal mandato, las fuerzas intervinientes en una operación deben, siempre
que sea posible, brindar su ayuda en cuanto resulte compatible con su mandato y dentro
de su capacidad, en relación con los tribunales internacionales establecidos en la
administración de justicia internacional.
498. Como mínimo, las fuerzas intervinientes en una operación, a través de los canales
oportunos, deben llamar la atención de las autoridades españolas y, cuando resulte
pertinente, del gobierno del Estado anfitrión o de la organización internacional en cuyo
seno se desempeñe la operación, sobre la comisión de crímenes internacionales por
cualquier actor en su área de operaciones.
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534. Aunque en el ámbito jurídico es muy difícil predecir con exactitud la secuencia de
acontecimientos que las FAS van a tener que afrontar en una operación, debe contarse
con la oportuna anticipación que permita resolver las distintas eventualidades.
535. Como elemento interpretativo básico de los distintos sucesos que puedan tener lugar
en una operación en el uso de la fuerza, el personal de las FAS deberá observar las
normas de utilización gradual y proporcionada de los medios a su disposición, buscando
impedir o repeler una agresión y desde parámetros de racionalidad en los medios
empleados.
536. En una primera aproximación a los aspectos normativos de las operaciones, puede
afirmarse que existe un marco legal de la operación en sí misma considerada y un ámbito
interno que se refiere a las especificidades jurídicas relativas al personal desplegado en
la misma.
537. En el marco legal de las operaciones revisten especial importancia los Acuerdos sobre el
Estatuto de la Fuerza (SOFA) y el Estatuto de la Misión (SOMA), ya referidos
anteriormente, complementados por otro tipo de acuerdos de carácter no normativo,
como son los Memorandos de Entendimiento (MOU) o de Acuerdos (MOA) y los
denominados acuerdos técnicos. Asimismo, deben tenerse en cuenta las ROE, ya
abordadas también.
538. En cuanto al ámbito interno, las FAS desplegadas en territorio de otro Estado se rigen
por el Derecho nacional.
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544. Se entiende por target cualquier entidad (instalación, persona, estructura virtual,
equipo u organización) que cumple una función para el adversario y sobre la que se
puede realizar acciones letales y no letales para crear efectos físicos, psicológicos o
virtuales
545. El proceso de elección y selección de targets es fundamental para la misión y la ejecución
de la operación, ya que determina qué objetivos se pueden atacar, cómo emplear los
medios de localización y cuál es la forma más idónea de combatirlos, de conformidad
todo ello con la legalidad nacional e internacional.
546. El targeting implica asegurar el ataque al objetivo oportuno, con los medios adecuados,
en el momento justo y por ello exige un sometimiento escrupuloso a la ley.
547. En el targeting se aplican ROE concretas de considerable trascendencia por su alto valor
operacional y estratégico para la operación. Por ello su autorización suele situarse en
niveles pertenecientes al ámbito político-estratégico, al ser de especial importancia para
la ejecución de la operación.
548. Con carácter general, el ASEJU debe realizar en este proceso una valoración legal que
abarca desde la propia misión, la legalidad del blanco, hasta analizar, desde un estricto
punto de vista legal, los medios al alcance y las posibles consecuencias no deseadas.
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565. El marco jurídico relativo al derecho al voto se regula con carácter general en la
normativa del régimen electoral, existiendo una normativa sectorial específica para el
personal de las FAS embarcado o en situaciones excepcionales vinculadas con la defensa
nacional.
566. En el caso de una convocatoria de un proceso electoral, o en su caso referéndum, el
Ministerio de Defensa en coordinación con el Mando de Operaciones, los Ejércitos, la
Armada o la UME, en cada supuesto, adoptará las medidas pertinentes para que el
personal militar pueda ejercer su derecho al voto.
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592. La potestad disciplinaria es una materia privativa del mando nacional. En los Estatutos
de la Fuerza y en los acuerdos internacionales que regulan las operaciones, la materia
disciplinaria se reserva a los mandos nacionales, habida cuenta que rige el denominado
principio de bandera, en virtud del cual el militar sigue siempre bajo su ordenamiento
jurídico propio.
593. En la documentación operativa de cada operación deberá hacerse expresa referencia a
la competencia propia del mando militar sobre la fuerza que manda, para evitar
problemas de interpretación que pudieran surgir en el marco de las integraciones de
carácter multinacional.
594. La competencia sancionadora en operaciones es superior a la prevista en el ámbito de
la cadena orgánica, pudiendo llegar a imponer las sanciones correspondientes a faltas
graves, con la excepción de la pérdida de destino.
595. Se permite que en la documentación operativa se lleven a cabo delegaciones de
competencia sancionadora, debiendo ser explícitas, sin que pueda presumirse la
existencia de tal delegación.
596. En todo aquello que no se encuentre especialmente recogido en el régimen disciplinario
en operaciones en el exterior, será de aplicación lo previsto con carácter general en el
procedimiento disciplinario ordinario.
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3
Desarrollados con detalle en las publicaciones doctrinales conjuntas TTPC-3.21.1 “Los miembros de las
FAS como agentes de la autoridad” y TTPC-3.21.2 “Policía Militar”.
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609. Los miembros de las FAS con el carácter de agentes de la autoridad solamente deberán
utilizar las armas en las situaciones en que exista un riesgo racionalmente grave para su
vida, su integridad física o la de terceras personas, o en aquellas circunstancias que
puedan suponer un grave riesgo para la seguridad ciudadana y con sometimiento a los
principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad.
610. Si el Gobierno confiriera el carácter de agente de la autoridad a los miembros de las FAS
para el cumplimiento de una o varias misiones, deberán implementarse los
procedimientos operativos necesarios para que tales cometidos puedan llevarse a cabo
de forma eficaz.
611. Los miembros de las FAS son responsables personal y directamente de los actos que en
su actuación profesional llevaren a cabo, infringiendo o vulnerando las normas legales,
así como las reglamentarias que rijan su profesión y los principios enunciados
anteriormente, sin perjuicio de la responsabilidad patrimonial que pueda corresponder
a la Administración por las mismas.
612. Las normas de actuación de los miembros de las FAS con carácter de agente de la
autoridad se sujetan en todo caso a las Reales Ordenanzas, en especial en lo relativo al
respeto y cortesía militar en sus relaciones con las autoridades civiles y con los
ciudadanos.
5.4.3. Centinela
617. El centinela es, por definición legal, un componente de la guardia de seguridad y como
tal presta servicio como Policía Militar durante la ejecución de la citada guardia. Es por
ello que, por derivación, tiene el carácter de agente de la autoridad.
618. Tienen además la misma consideración aquellos que por la importancia o trascendencia
de las funciones o cometidos que desempeñen, así les sea reconocida.
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628. Las detenciones que pudieran practicarse en las misiones de las FAS que tengan lugar
en territorio nacional, habrán de cumplir en todo caso las disposiciones contenidas en
el ordenamiento jurídico nacional sobre la detención.
629. En el caso de que miembros de las FAS, bien como fuerza armada, bien como agente de
la autoridad, presencien la presunta comisión de un delito, deberán informar al mando
operativo y a la Guardia Civil a la mayor brevedad, si sucede fuera del territorio nacional.
Si el hecho se produce en territorio nacional, se informará a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado, por ser los que tienen encomendada la persecución de los delitos.
630. En caso necesario, se podrá proceder a la detención de la persona o personas
involucradas conforme a la legislación procesal. La intervención de los miembros de las
FAS para prevenir o evitar la comisión de un delito sólo podrá darse en el caso de que
se trate de un delito flagrante.
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644. En relación con los delitos que se cometen por parte de los militares en el desarrollo de
una operación, el personal militar desplegado en zona de operaciones se encuentra
sujeto a las leyes penales españolas. Por tanto, de tales conductas pueden derivarse las
consiguientes responsabilidades penales que se depurarán ante el órgano judicial
competente.
645. Para la represión de las conductas que revistan el carácter de ilícito penal, el
ordenamiento jurídico pone a disposición del Jefe de Unidad, un mecanismo tendente
a la averiguación y esclarecimiento de tales hechos, pero sometido a la tutela del Juez
competente.
646. La normativa reguladora de la Jurisdicción Militar dispone que los Jefes de Unidad
independiente, Fuerzas destacadas, aisladas o con atribuciones militares sobre un
territorio, tan pronto como tengan conocimiento de la comisión de un delito de la
competencia de la Jurisdicción Militar, perpetrado por quien les esté subordinado o
cometido en el lugar o demarcación de sus atribuciones, deberán comunicarlo por el
medio más rápido posible al Juez Togado Militar competente.
647. La comunicación del Jefe de Unidad al Juzgado Togado debe realizarse a través de la
cadena de mando, sin perjuicio de la posterior remisión de la documentación que se
vaya generando en la conformación del citado atestado. El objetivo principal es dar a
conocer a la autoridad judicial el hecho presuntamente delictivo. No obstante, las
autoridades judiciales, incluidas las de la jurisdicción militar, no se encuentran
subordinadas a los mandos operativos, ni a los orgánicos, gozando de la independencia
propia de este poder del Estado.
648. El Jefe de Unidad debe nombrar a un oficial a sus órdenes, asistido de secretario, para
que incoe el correspondiente atestado. Ello sin perjuicio de las facultades disciplinarias
que puedan ejercer.
649. El atestado se limitará a las primeras diligencias de averiguación del delito y del culpable,
detención de este, si procede, aseguramiento del mismo, levantamiento de cadáveres
con asistencia de facultativo, si es posible, solicitud de autopsia si procede, asistencia a
la víctimas y recogida de todos los efectos, instrumentos o pruebas del delito.
650. Es necesario destacar que tan pronto como comience a actuar el Juez Togado Militar,
cesarán las diligencias de prevención, entregándose el atestado a dicho Juez, cesando
en consecuencia la competencia y responsabilidad del Jefe de Unidad y del Instructor y
secretario del atestado.
651. En los delitos que sean competencia de la Jurisdicción Militar, la Policía Judicial
interviene con carácter ordinario bien por conocimiento directo del hecho criminal, por
denuncia efectuada ante los funcionarios policiales, por traslado del parte o denuncia
recibida por una autoridad militar, o por encargo del Juez Togado o del Fiscal Jurídico
Militar.
652. Las funciones de Policía Judicial se atribuyen ordinariamente a la Guardia Civil, que tiene
atribuido su desempeño como una de sus misiones de carácter militar ante los Juzgados
y Tribunales Militares y la Fiscalía Jurídico Militar.
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663. En el ámbito de las operaciones militares nos encontramos, principalmente, con dos
situaciones en las que el derecho a la propia imagen puede verse afectado. Por un lado,
el derecho a la propia imagen de los miembros que forman parte de la fuerza desplegada
y, por otro, los derechos de terceras personas.
664. En cuanto al personal que forma parte de la fuerza desplegada, el derecho a la propia
imagen debe ser protegido por una cuestión directamente vinculada a la propia
seguridad de los miembros de las FAS.
665. El uso de la imagen del personal de las FAS para campañas institucionales o su empleo
en medios de comunicación social, entre otros, requiere con carácter general, contar
con el debido consentimiento del titular.
666. Como regla general, tienen la consideración de intromisiones ilegítimas en los derechos
a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen “…la captación, reproducción o
publicación por fotografía, filme o cualquier otro procedimiento, de la imagen de una
persona en lugares o momentos de su vida privada o fuera de ellos” y ello con
independencia de si el sujeto se encuentra en un espacio privado o público (salvo si la
imagen es meramente accesoria).
667. El derecho a la propia imagen no impedirá “…su captación, reproducción o publicación
por cualquier medio cuando se trate de personas que ejerzan un cargo público o una
profesión de notoriedad o proyección pública y la imagen se capte durante un acto
público o en lugares abiertos al público”.
668. Hay que destacar que el derecho a la propia imagen no es un derecho absoluto, sino que
su esfera de protección se encuentra sujeta a una serie de limitaciones:
a. Las derivadas de otros derechos fundamentales, en especial el derecho a la libertad
de expresión e información.
b. La apreciación judicial de circunstancias, singulares y casuísticas, de índole subjetiva
u objetiva, que, en un juicio de ponderación y proporcionalidad, excluyen la ilicitud
o ilegitimidad de la intromisión en este derecho fundamental.
669. En cuanto a los derechos de terceros, se deberá evitar la difusión de sus imágenes en
aquellos casos en que las FAS no dispongan de autorización, salvo que se trate de actos
públicos, entendidos como aquellos donde la concurrencia es pública.
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normativa no puede oponerse frente a la tutela de bienes superiores, como puede ser
la vida e integridad física de un miembro de las FAS.
672. El estado de necesidad debe interpretarse de forma restrictiva, aplicándose siempre que
el bien jurídico que se pretende proteger sea superior al que se va infringir, debiendo
valorarse cada caso de manera individual y las distintas situaciones en las que pueda
operar el estado de necesidad.
673. En la prestación de los apoyos sanitarios en operaciones es frecuente el establecimiento
de acuerdos internacionales de carácter técnico entre los Estados participantes, para su
regulación con detalle, así como los distintos mecanismos de compensación, sin
perjuicio de otro tipo de documentos operativos que puedan resultar de aplicación.
5.6.4. Accidentes
677. En el desarrollo de las operaciones, como en cualquier otro ámbito de prestación de
servicios, pueden ocurrir hechos imprevistos o accidentes, con las consecuencias no sólo
físicas, sino también jurídicas, que pueden derivarse de tales eventos. Sin embargo, en
atención al alcance del análisis, únicamente se tratarán los incidentes ocurridos en el
despliegue en operaciones del personal de las FAS.
678. Se parte de la base de que el personal de las FAS desplegado en operaciones se
encuentra comisionado. A ello hay que añadir el hecho que resulta muy difícil disociar
los momentos de descanso, de los de prestación de trabajo efectivo, máxime cuando,
en ocasiones, ambos coinciden.
679. A efectos de un necesario acotamiento de los sucesos y de sus consecuencias jurídicas,
se considerará accidentes en acto de servicio, o con ocasión o como consecuencia del
mismo, los que ocurran en el efectivo desempeño de las funciones o misión que tenga
encomendado el militar. Por ello, en el caso de que el accidente no se produzca en la
prestación de la función propia para la que ha sido comisionado el militar, podría no
considerarse acto de servicio.
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680. Puede haber situaciones excepcionales en las que, aún sin ocurrir el accidente en la
prestación de una de las funciones propias del militar, sí que sea considerado acto de
servicio. En tales casos, deberá documentarse fehacientemente tal circunstancia,
tratándose de supuestos extraordinarios.
681. Con carácter general, y sin perjuicio de considerar las distintas situaciones que pueden
ocurrir en operaciones, podrían no considerarse acto de servicio aquellos accidentes
que tuvieran lugar en los períodos de asueto o descanso del personal de las FAS
desplegado, siempre que se rompa el nexo causal entre el servicio y el accidente durante
un tiempo prolongado por motivos particulares.
682. La consideración de un accidente como acto de servicio se realiza de manera
individualizada, es decir, caso por caso ante la abundante casuística y variedad de
circunstancias que pueden concurrir, mediante la instrucción del correspondiente
expediente administrativo, con la intervención de los órganos competentes de la
Sanidad Militar y el informe de la Asesoría Jurídica. La competencia última para su
determinación, dejando a salvo la posible revisión judicial del acuerdo, corresponde al
Ministro de Defensa.
5.6.5. Fallecimientos
683. El fallecimiento de un miembro de las FAS o de la Guardia Civil en operaciones, tanto en
territorio nacional como en el exterior, exige un procedimiento riguroso para acreditar
la causa del fallecimiento, con el nombramiento de un Instructor, generalmente el
Asesor Jurídico, la realización de un atestado, informe médico, inventario de
pertenencias, acompañamiento y apoyo familiar, honores y, en su caso, propuesta de
concesión de distinciones.
684. En el caso de fallecimiento en operaciones en el exterior, existe una normativa específica
en las FAS para que los restos mortales de sus miembros fallecidos en el cumplimiento
del deber tengan el tratamiento digno que se merecen y se manifieste el reconocimiento
social que les es debido.
685. Esta normativa es complementaria a la legislación nacional sanitaria y en especial en
materia de policía sanitaria mortuoria.
686. El mismo tratamiento que a los miembros de las FAS o de la Guardia Civil fallecidos en
operaciones en el exterior se aplica a los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, así
como a cualquier otro ciudadano español, o al personal contratado individualmente por
la Administración española que participe en tales operaciones.
687. Los restos mortales se repatriarán cuando lo permita el desarrollo diligente de las
operaciones. En el caso de que las operaciones impidan el traslado de los restos
mortales a territorio nacional, se procederá a su conservación, si las circunstancias lo
hiciesen posible, o a su inhumación provisional. En tal caso, la repatriación se llevará a
cabo cuando el desarrollo de las operaciones lo permita.
688. El traslado o la inhumación provisional de los restos mortales de los fallecidos se llevará
a cabo previa identificación, que será tan exhaustiva como los medios humanos y
técnicos disponibles en el teatro de operaciones lo permitan.
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689. La recuperación de los restos mortales se realizará bajo los criterios de certeza y
diligencia, alcanzando a su identificación, determinación de posibles testigos del suceso,
custodia de los restos mortales desde su recogida hasta su entrega en escalón logístico-
sanitario que corresponda, entre otras actuaciones.
690. La identificación de los restos mortales debe ser positiva y contrastada tanto por indicios
materiales, testimonios personales, como por análisis médico forenses y, de ser posible,
realizarse en el mismo lugar del suceso.
691. Una vez trasladados los restos mortales al escalón sanitario del teatro de operaciones
se completará la identificación mediante las técnicas médico-forenses de que se
disponga, en un plazo máximo de siete días siempre que resulte posible.
692. El traslado de los restos mortales desde el teatro de operaciones se efectuará de
acuerdo con lo dispuesto en las directivas, planes y órdenes de operaciones por la
cadena logístico-operativa establecida para la operación.
693. El comandante de la Fuerza desplegada en el teatro de operaciones es el responsable
del traslado y debe asegurarse que los restos mortales cumplen los protocolos
establecidos en la normativa española para entrar en territorio español.
694. Para acompañar los restos mortales en su traslado a territorio nacional, el comandante
de la Fuerza en el teatro de operaciones designará una escolta, cuyo jefe, al llegar a
territorio nacional, hará entrega de los restos mortales en el Hospital Central de la
Defensa o centro que se determine.
695. Los restos irán acompañados en todo caso por una comisión formada por miembros de
la unidad del fallecido, salvo expreso deseo de la familia.
696. La inhumación no se realizará hasta haber completado totalmente los procedimientos
médico-forenses de identificación y obtenido la autorización expresa de las autoridades
judiciales y la conformidad de la familia.
697. El apoyo a la familia será constante desde el conocimiento del fallecimiento en el teatro
de operaciones. La unidad de procedencia del fallecido o, en su ausencia, la unidad
orgánica superior, será la encargada de mantener el contacto próximo con los familiares.
698. Para hacer efectivo el apoyo a la familia del fallecido, se establecerá un grupo en el que
se integrarán, al menos, un miembro de la unidad de procedencia, un psicólogo, un
médico y, a petición de la familia, la asistencia religiosa que desee.
699. En caso de fallecimientos múltiples, se nombrará un Oficial Coordinador y tantos grupos
de apoyo como se requieran.
700. Se rendirán honras fúnebres, en señal de respeto y homenaje, al personal fallecido en
operaciones en el exterior, al menos en el momento en que los restos mortales
abandonan el teatro de operaciones, cuando sean desembarcados en el territorio
nacional y en el momento de la inhumación.
701. La responsabilidad de efectuar las honras fúnebres recaerá en el Ejército, Fuerza o
Cuerpo de Seguridad del Estado de procedencia del fallecido y en particular en la unidad
en la que estaba destinado.
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702. La normativa nacional de aplicación determina los aspectos financieros relacionados con
el fallecimiento en operaciones en el exterior, corriendo los gastos de identificación,
inhumación y apoyo a las familias, a cargo del Ministerio de Defensa o del Interior, en
su caso.
703. La normativa exige la preparación de una prolija documentación sobre el fallecimiento
de un miembro de las FAS en operaciones, que incluye el atestado, informes médicos y
de identificación.
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ANEXO A
NORMATIVA DE REFERENCIA
2. NORMATIVA INTERNACIONAL
a. Carta de las Naciones Unidas y Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, 26 de junio de
1945.
b. Tratado del Atlántico Norte, 4 de abril de 1949.
c. Convenio para la protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, 4
de noviembre de 1950.
d. Tratado de Roma, 25 de marzo de 1957.
e. Instrumento de Adhesión del Reino de España al Tratado del Atlántico Norte, 31 de mayo
de 1982.
f. Tratado de la Unión Europea, 7 de febrero de 1992.
g. Instrumento de Ratificación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, hecho
en Roma el 17 de julio de 1998.
3. DEFENSA NACIONAL
a. Ley 8/1975, de 12 de marzo, de zonas e instalaciones de interés para la Defensa Nacional.
b. Real Decreto 689/1978, de 10 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de zonas e
instalaciones de interés para la Defensa Nacional, que desarrolla la Ley 8/1975, de 12 de
marzo, de zonas e instalaciones de interés para la Defensa Nacional.
4. SEGURIDAD
a. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
b. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana.
c. Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección
subsidiaria.
d. Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil.
e. Real Decreto 194/2010, de 26 de febrero, por el que se aprueban las Normas sobre
seguridad en las Fuerzas Armadas.
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5. ORGANIZACIÓN
a. Real Decreto 1310/2007, de 5 de octubre, por el que se regula el régimen de
funcionamiento del Consejo de Defensa Nacional y la composición y funciones de la
Comisión Interministerial de Defensa.
b. Real Decreto 1438/2010, de 5 de noviembre, sobre misiones de carácter militar que pueden
encomendarse a la Guardia Civil.
c. Real Decreto 372/2020, de 18 de febrero, por el que se desarrolla la estructura orgánica
básica del Ministerio de Defensa.
d. Real Decreto 521/2020, de 19 de mayo, por el que se establece la organización básica de
las Fuerzas Armadas.
e. Orden DEF/710/2020, de 27 de julio, por la que se desarrolla la organización básica del
Estado Mayor de la Defensa.
6. PERSONAL
a. Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio, de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas
Armadas.
b. Ley 8/2006, de 24 de abril, de Tropa y Marinería.
c. Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar.
d. Ley 29/2014, de 28 de noviembre, de Régimen del Personal de la Guardia Civil.
e. Real Decreto 1040/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento general de
Recompensas Militares.
f. Real Decreto 96/2009, de 6 de febrero, por el que se aprueban las Reales Ordenanzas para
las Fuerzas Armadas.
g. Real Decreto 684/2010, de 20 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de Honores
Militares.
h. Real Decreto 383/2011, de 18 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de
Reservistas de las Fuerzas Armadas.
i. Real Decreto 2394/2004, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Protocolo para la
recuperación, identificación, traslado e inhumación de los restos mortales de los miembros
de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, fallecidos en
operaciones fuera del territorio nacional.
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8. CONTRATACIÓN MILITAR
a. Ley 24/2011, de 1 de agosto, de contratos del sector público en los ámbitos de la defensa
y de la seguridad.
b. Real Decreto 1120/1977, de 3 de mayo, regulador de la contratación de material militar en
el extranjero.
c. Real Decreto 945/2001, de 3 de agosto, sobre la gestión financiera de determinados fondos
destinados al pago de las adquisiciones de material militar y servicios en el extranjero y
Acuerdos internacionales suscritos por España en el ámbito de las competencias del
Ministerio de Defensa.
9. PROTECCIÓN DE DATOS
a. Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016,
relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos
personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE
(Reglamento general de protección de datos).
b. Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de
los derechos digitales.
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ANEXO B
ACRÓNIMOS Y ABREVIATURAS
Abreviatura Significado
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