CLONACIÓN
CLONACIÓN
CLONACIÓN
LA OVEJA DOLLY
Dolly fue el primer animal clonado, es decir, generado a partir de una célula
diferenciada o somática, sin que hubiese fecundación. Esa célula procedía de un
cultivo de células obtenidas a partir de la ubre de la oveja que se quería clonar.
Como hemos dicho antes, las células de un determinado tejido cuando se
mantienen vivas fuera del cuerpo -en cultivo-, no dan espontáneamente
embriones, sino más células diferenciadas como ellas: no "recuerdan" cómo se
lleva a cabo el programa embrionario.
Para lograr que una de esas células "recuperase la memoria" y diera lugar a un
nuevo ser, se recurrió a una técnica denominada transferencia nuclear: se tomó el
núcleo de esa célula, que es la parte que contiene el ADN y por tanto la
información, y se fusionó con el citoplasma de un óvulo procedente de otra oveja,
al que previamente se había eliminado el núcleo. Se utilizó un óvulo porque es una
célula equipada para el desarrollo embrionario, y su citoplasma (el contenido que
rodea al núcleo) vendría a ser de algún modo el entorno adecuado para que el
núcleo de la célula adulta se reprogramara. Y, en efecto, así fue: esa célula, una
vez activada con señales similares a las que produce la fecundación, se
transformó en un embrión unicelular y comenzó el sofisticado programa
embrionario, de manera idéntica al que se obtiene por la fusión de un óvulo y un
espermatozoide. Tras unos días de crecimiento in vitro el embrión se implantó en
una madre de alquiler y 148 días después nació Dolly, una oveja genéticamente
idéntica a la de partida.
El proceso de obtención de Dolly fue muy costoso, y en la actualidad no se ha
mejorado mucho. Dolly fue el único resultado positivo de 277 intentos, a partir de
los cuales se consiguieron 29 embriones,
muchos de estos no llegaron a desarrollarse y
otros murieron al poco de nacer.
Con todo, Dolly fue un logro científico muy
importante. Demostró que hay más de un modo
de obtener nuevos animales. Por un lado,
tendríamos la reproducción natural, que es
sexual y que produce diversidad; y, por otro, la
clonación: una reproducción artificial, asexual, y
que da lugar a individuos idénticos.
Junto con sus innegables ventajas, la clonación animal presenta también para
algunas objeciones éticas. Las principales se refieren al impacto medioambiental
que tendrían los animales clonados y a la propia supervivencia de la especie. La
diversidad que proporciona la reproducción sexual es una ventaja desde el punto
de vista biológico, ya que supone para la especie en su conjunto el contar con
individuos variados que puedan adaptarse a las condiciones también diversas del
entorno. De hecho, sólo las especies más primitivas tienen modos de reproducción
que no dan lugar a individuos diversos sino a muchas copias idénticas a los
progenitores, son los llamados modos de reproducción asexual: gemación
bipartición, etc. Por eso existe el temor de que se empobrezca el patrimonio
genético de las especies por la manipulación del hombre y que eso tenga
consecuencias irreversibles en el ecosistema. Sin embargo, ese peligro no parece
inevitable, si se ponen las medidas adecuadas para que se respete la
biodiversidad y la riqueza natural. La propia complejidad de la clonación asegura
que los animales clonados no se producirían indiscriminadamente, sino que
estarían limitados a fines de producción ganadera o terapéutica, y serían
necesariamente un número relativamente limitado (además de que siempre serían
capaces de reproducirse a su vez sexualmente).
Tipos de clonación
La clonación celular crea cultivos de las mismas células clonadas.