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Pitahaya

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VALE LA PENA SEMBRAR PITAYA I

Su agradable sabor, aspecto atractivo, efecto laxante suave y aceptación por parte de los
consumidores, han hecho de la pitaya una fruta exótica con la que el finquero podrá obtener
buenas utilidades.

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Por: JUAN CARLOS DOMINGUEZ Redactor de EL TIEMPO
 
17 de abril de 1999, 05:00 am

Desde el punto de vista nutricional, posee un alto contenido de humedad, medio en


carbohidratos y bajo en cenizas, proteínas, grasa y fibra, que la hace una fruta con buena
fuente de calorías.

Por lo anterior es apetecida en el mercado internacional, especialmente en Japón, que


recientemente reabrió sus importaciones de pitaya.

Así, con mercado asegurado, podrá iniciarse en su cultivo, bien sea de pitaya roja
(Hylocereus ocamponis) o pitaya amarilla (Cereus triangularis haw), esta última la más
apetecida.

Condiciones ambientales Para la siembra de pitaya, el suelo debe presentar textura suelta,
con una pendiente máxima del 50 por ciento, pH entre 5.5 y 6.5 y con altos contenidos de
materia orgánica. También se puede sembrar en suelos de origen volcánico, pobres y
pedregosos.
Un cultivo exitoso de pitaya amarilla se logra en fincas ubicadas entre los 1.000 y 1.700
metros, mientras que para la roja, entre los 300 y 1.000 metros sobre el nivel del mar, lo
que equivale a zonas con temperatura promedio de 16 a 25 grados centígrados.

Igualmente requiere de alta luminosidad, con un mínimo de 1.600 horas de luz al año, es
decir, un promedio de 8 a 10 horas diarias; la precipitación debe estar entre 1.100 y 2.000
milímetros al año y una humedad relativa de 85 por ciento..

No se conocen datos exactos de necesidades hídricas de este cultivo. Sin embargo, es


recomendable la instalación de un sistema de riego por goteo, para contrarrestar los veranos
prolongados.

Es necesario asesorarse siempre de un ingeniero agrónomo o técnico agrícola que conozca


las condiciones de la zona y el manejo propio del cultivo.

La preparación del terreno se puede realizar de forma mecánica, en lotes nuevos , es decir,
donde no ha habido cultivos.

De forma manual, dicha labor consiste en deshierbar y retirar del terreno los rastrojos y
obstáculos presentes; posteriormente se procede a trazar y picar el suelo de manera
localizada. Por último, se hacen las enmiendas o correcciones recomendadas en el resultado
de un previo análisis de suelos.

Por último se siembran las plantas a una distancia de 3x3 metros, para un total de 1.100
matas por hectárea; otra distancia de siembra utilizada es de 3x1,5 metros, con lo que se
logran 2.200 plantas por hectárea.
Ciclo del cultivo La propagación de las plantas consiste en producir otras nuevas a partir de
una planta madre , mediante material vegetal como estacas o esquejes (rama que se siembra
para que se haga árbol). De esta forma la primera cosecha se puede obtener a los 18 meses
después del transplante.

Se puede decir que la producción se inicia a partir del segundo año de establecido el cultivo
con un promedio de 10 a 15 frutos por planta al año..

La producción aumenta hasta el quinto o sexto año cuando llega a unos 4,5 kilos por planta,
para un total de 4.950 kilos por hectárea (si se han sembrado 1.100 plantas) o 9.900 kilos
por hectárea en cultivos de 2.200 plantas por hectárea.

La vida útil del cultivo puede llegar hasta los ocho a nueve años.

La pitaya tiene un hábito de crecimiento trepador, por lo cual se hace necesario construir un
sistema de tutorado que le permita apoyarse y desplegarse; regularmente se usa el sistema
de espaldera en T, apoyado en postes vivos de árboles de matarratón o nacedero, que a su
vez le dan sombra a las plantas. Igualmente se pueden utilizar postes de guadua o madera
inmunizada.

Toda la información técnica y económica del cultivo ha sido recopilada por la Corporación
para el Desarrollo de la Pitaya (Corpitahaya).

** Segunda entrega: tecnología de producción, plagas y enfermedades


El cultivo de Pitaya y su 
posicionamiento en el mercado
Producción 
Situación del mercado nacional 
Comercio Internacional 
Mercados Internacionales 
Oportunidades y retos para Colombia

PITAYA
La pitaya es el fruto de una planta rústica xerofítica de la familia de las
cactáceas; originaria de América tropical, fue observada por primera vez
en forma silvestre por los conquistadores españoles en México,
Colombia, Centroamérica y las Antillas, quienes le dieron el nombre de
pitaya que significa fruta escamosa. En los mercados internacionales,
actualmente se comercializan la pitaya amarilla y la pitaya roja. La pitaya
amarilla se comenzó a cultivar comercialmente en Colombia a comienzos
de la década de los 80, principalmente con fines de exportación,
promovida como cultivo de diversificación de zonas cafeteras por el
Programa de Desarrollo y Diversificación de la Federación Nacional de
Cafeteros. El éxito inicial logrado por la pitaya en los mercados de Japón
y Europa, gracias al fomento que hicieron la Federación Nacional de
Cafeteros y PROEXPO, indujo un incremento significativo del área
sembrada que llegó a 1.016 hectáreas en 1990

Composición nutricional de la pitaya

Pitaya amarilla Pitaya roja


Factor Nutricional* Contenido Factor Nutricional* Contenido
Acido Ascórbico 4.0 mg Acido Ascórbico 25.0 mg
Agua 85.4 g Agua 89.4 g
Calcio 10.0 mg Calcio 6.0 mg
Calorías 50.0 Calorías 36.0
Carbohidratos 13.2 g Carbohidratos 9.2 g
Cenizas 0.4 g Cenizas 0.5 g
Fibra 0.5 g Fibra 0.3 g
Fósforo 16.0 mg Fósforo 19.0 mg
Grasa 0.1 g Grasa 0.1 g
Hierro 0.3 mg Hierro 0.4 mg
Niacina 0.2 mg Niacina 0.2 mg
Proteínas 0.4 g Proteínas 0.5 g
Riboflavina 0.0 mg Riboflavina 0.0 mg
Tiamina 0.0 mg Tiamina 0.0 mg
Vitamina A -U.I. Vitamina A - U.I.

* Por 100 gr. de fruta (55 gr. de parte comestible)


Fuente: Tabla de composición de alimentos. ICBF. Sexta edición, 1992. INCAP y FAO

Este desarrollo se vio frenado por el cierre del mercado japonés a partir
de 1989, como resultado de la detección de larvas de mosca de la fruta
en algunos embarques de pitaya colombiana, a la inexistencia de un
mercado nacional que pudiera absorber la producción, y al desarrollo de
problemas de carácter fitosanitario que redujeron la productividad y
calidad del cultivo y disminuyeron su rentabilidad. Como consecuencia, el
área sembrada en pitaya en el país cayó significativamente de tal manera
que hoy, según CORPITAYA, sólo hay sembradas 118 hectáreas. No
obstante lo anterior, Colombia ha exportado pitaya a los mercados
europeos (en donde no existen barreras fitosanitarias) en forma continua
y fue el único proveedor, hasta finales de 1998, cuando Israel comenzó a
enviar cantidades pequeñas al mercado, como resultado de las
investigaciones que sobre la fruta se han realizado en ese país. En
efecto, desde hace más de 14 años un grupo de investigadores de la
Universidad Ben Gurión viene investigado la pitaya amarilla, que ha sido
considerada como cultivo promisorio para el desierto del Negev. Los
resultados de la investigación han dado lugar al desarrollo de cultivos
semi-comerciales. 

Entre los temas que han ocupado la atención de este equipo investigador
israelí se incluyen la fisiología de la pitaya, la fisiología del cultivo y las
condiciones óptimas para su desarrollo, así como el comportamiento de
la floración y la fructificación, entre otros. En esta investigación se
encontró, por ejemplo, que la pitaya es una fruta no climatérica, lo que
implica que su proceso de maduración se interrumpe en el momento de
la cosecha, contrario a las observaciones prácticas y a las
investigaciones desarrolladas en Colombia en este sentido. 
En el caso de Colombia, el tratamiento cuarentenario con vapor de agua
caliente para la pitaya desarrollado por el ICA y la Agencia de
Cooperación Técnica de Japón (JICA) facilitará, nuevamente la apertura
del mercado japonés para la fruta colombiana en la cual están
interesados importadores japoneses, principalmente compañías
multinacionales como Marubeni, Mitsubishi y Sumitomo. Por su parte, los
mercados europeos siguen otorgándole las mejores posibilidades de
éxito a esta fruta y confiando en contar con una oferta más estable y en
volúmenes atractivos para desarrollar en firme el mercado. Asimismo,
Canadá y Estados Unidos se perfilan como países con un interesante
potencial de mercado para la pitaya colombiana.

Considerando que el Plan de Desarrollo Cambio para Construir la Paz


busca convertir las exportaciones en motor de crecimiento de la
economía del país, es evidente la necesidad de adelantar los trabajos
necesarios para aprovechar el potencial de mercado existente para la
pitaya colombiana en los mercados internacionales.

PRODUCCION
En Colombia se cultiva comercialmente la pitaya amarilla (Selenicereus
megalanthus Haw que se caracteriza por tener una corteza de color
amarillo con espinas y una pulpa blanca y aromática con pequeñas
semillas negras. La pitaya roja (Hilocereus undatus), cultivada en México,
Nicaragua y Vietnam, entre otros, es de cáscara roja, tiene brácteas en
lugar de espinas y su pulpa puede ser blanca o roja clara (dependiendo
de la variedad), con pequeñas semillas negras. 

En Colombia, la rápida transición del cultivo silvestre de pitaya amarilla a


la producción comercial sin que se contara con un paquete tecnológico
adecuado (ya que no había ninguna investigación sobre este cultivo) dio
lugar a grandes problemas en el manejo del mismo, especialmente en
aspectos fitosanitarios, que condujeron a la disminución de la
productividad y de la calidad de la fruta y, por ende, a la pérdida de
rentabilidad del negocio.

Otro factor que incidió de manera negativa sobre el manejo de los


cultivos de pitaya fue su siembra por fuera de la franja agroclimática
óptima. De acuerdo con la experiencia que en la práctica han adquirido
los productores de esta fruta, las zonas adecuadas para su cultivo están
entre 1.400 y 1.700 msnm, con temperaturas que fluctúan entre 14°C y
26°C.

Otras condiciones óptimas que se han identificado son una precipitación


de 1.500 a 2.000 mm por año y un sombrío de 40% a 60% (en lugar de
alta luminosidad, como se creía inicialmente), junto con un suelo de
textura suelta con un pH entre 5.5 y 6.5, con altos contenidos de materia
orgánica y pendiente del 50%. Cabe anotar, sin embargo, que estas
condiciones pueden variar ligeramente entre las diferentes zonas
altitudinales. Por tratarse de una planta que en su estado silvestre crece
trepando por árboles, piedras o muros, el cultivo comercial de la pitaya
requiere un sistema de tutorado.

Las plantaciones pueden llegar a tener una vida útil superior a los 10
años, dependiendo de las condiciones agroclimáticas y del manejo que
se dé al cultivo. La producción se inicia a partir del segundo año de
establecido el cultivo, con un promedio de 3 a 4 frutos por planta y
aumenta continuamente hasta el quinto o sexto años cuando alcanza una
producción promedio de 4.5 kg. por planta, lo cual, para una densidad de
siembra recomendada de 2.200 plantas por hectárea, representa una
productividad aproximada de 10 toneladas por hectárea.

Condiciones óptimas para el cultivo de pitaya*

Altitud 1.400 - 1.700 msnm


Temperatura 14 °C - 26 °C
Precipitación 1.500 - 2.000 mm/año
PH 5.5 - 6.5
Sombrío 40% a 60%
Pendiente 50%
Suelos con alto contenido de materia orgánica
Tutorado

* Según la experiencia de productores pitaya

De acuerdo con información disponible sobre este cultivo, el período de


producción rentable de la pitaya va hasta el año 8, siendo necesario
renovar a partir de entonces; dado que la mayoría de los cultivos
existentes en la actualidad en el país tienen 10 o más años de
establecidos, su renovación constituye una actividad prioritaria en este
cultivo.
En 1990, cuando el área cultivada en pitaya en Colombia sobrepasó las
mil hectáreas, los departamentos con mayor área sembrada fueron, en
su orden, Valle del Cauca (296 ha), Cundinamarca (235 ha) y Caldas
(103 ha); en 1996 el área sembrada en pitaya había descendido a 255
hectáreas, en Valle quedaban sólo 40 ha, en Cundinamarca 111 ha y en
Caldas apenas 11 ha. Como ya se mencionó, CORPITAYA estima que
en la actualidad el país cuenta apenas con 118 ha sembradas.

La producción de pitaya es marcadamente estacional: tiene dos


cosechas principales al año, una de febrero a marzo y la otra de julio a
agosto, por lo que hay épocas de sobreoferta y épocas de escasez. Esta
particularidad del cultivo de pitaya se ha tratado de resolver cultivando la
fruta en diferentes zonas altitudinales, para extender la producción a un
período más largo en el año. Los cultivos de Tolima son los primeros en
entrar en cosecha, seguidos por los de Valle del Cauca y Cundinamarca
y, por último, por los de Boyacá.

La cosecha de la pitaya es particularmente difícil, debido a las espinas


que tiene la fruta. Para llevarla a cabo es necesario usar herramientas
especiales y elementos de protección para los trabajadores. La
conservación de la calidad de la fruta depende de un adecuado manejo
durante la poscosecha; en este punto cabe anotar que en los últimos
años se ha suspendido la realización de algunas prácticas de adecuación
del producto, tales como el lavado y la desinfección de la fruta, con lo
que la vida de anaquel se reduce de manera importante.

Actualmente se cuenta con la Norma Técnica NTC-3554 de 1993,


desarrollada por Cenicafé en el marco del convenio Federación Nacional
de Cafeteros - Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, norma que fue
ajustada en 1996, de acuerdo con los resultados de seguimiento y
evaluación que ha adelantado el mismo Centro. Esta norma ha sido
homologada por el ICONTEC y fue incorporada en la propuesta de
norma presentada al Comité de Frutas del Códex Alimentarius.

La pitaya roja (Hilocereus undatus) se comercializa en el mercado


internacional con el nombre de fruta del dragón (dragon fruit) y es el
cultivo más lucrativo de Vietnam, a donde aparentemente fue introducido
por los franceses hace 100 años. La principal zona de producción en
Vietnam es la costa oriental, desde Nha Trang en el norte hasta la ciudad
de Ho Chi Minh en el sur; la época de cosecha va de julio a octubre y los
cultivos comerciales, cuya extensión se estima en varios miles de
hectáreas, crecen entre árboles como soporte, reduciendo de esta
manera el mayor costo en la instalación de los cultivos (por el sistema de
tutorado).

La productividad anual por hectárea es de 30 toneladas y la fruta es de


mayor tamaño y se desarrolla en una tercera parte del tiempo requerido
para el desarrollo de la pitaya amarilla (50 días frente a 150 días); su
cáscara es roja y gruesa y tiene brácteas que al madurar se tornan
amarillas, dándole un aspecto muy decorativo; el color de la pulpa puede
variar de blanca a tonos rojizos suaves. Las exportaciones de pitaya roja
de Vietnam se orientan principalmente a los mercados de Hong Kong,
Singapur y Taiwán, aunque también se exporta a los mercados
europeos.

SITUACIÓN DEL MERCADO NACIONAL


En el mercado nacional, la pitaya continúa siendo una fruta con un
consumo bajo, principalmente debido al poco conocimiento que tienen
los consumidores sobre la fruta y al alto precio de la misma en el
mercado. Sin embargo, fuentes consultadas por la Corporación Colombia
Internacional tanto a nivel de distribución mayorista como a nivel
detallista indican que el consumo de pitaya en Colombia muestra una
tendencia creciente.

En las plazas mayoristas de Corabastos (Bogotá), Cavasa y Santa


Helena (Cali) la pitaya se transa en forma permanente, mientras que en
Medellín sólo se transa en las épocas de producción (enero--febrero y
septiembre--octubre); en Pereira sólo se transa en forma ocasional y en
Barranquilla sólo se vende a través de los supermercados.

En la comercialización de pitaya participa un número reducido de


mayoristas, que simultáneamente manejan otras frutas, y los principales
compradores son las cadenas de supermercados, aunque también la
adquieren restaurantes, fruterías, vendedores ambulantes y clientes
particulares. Al mercado mayorista llega fruta pintona y madura de
diferentes tamaños y se maneja en canastillas plásticas de 22 kilos
netos. El precio está en función tanto de la época de cosecha como del
tamaño pero durante 1999, en promedio, ha estado alrededor de los
$2.500/kilo al por mayor y de los $3.000/kilo al detal.
Las encuestas desarrolladas por la Corporación Colombia Internacional
con representantes de diversas cadenas de supermercados en Bogotá
indican que la pitaya es una fruta de alto precio y baja rotación y que su
consumo, que se concentra en estratos de ingresos altos, muestra una
tendencia creciente. Estas cadenas compran tanto a productores como a
intermediarios, comprándole a estos últimos especialmente en las
épocas de escasez y cada empresa aplica su propia norma de calidad.
La fruta proviene principalmente de cultivos localizados en Cundinamarca
y el Valle del Cauca.

El precio de venta por kilo oscila de manera significativa en los


supermercados y en 1999 ha estado entre $3.500 y $12.000,
dependiendo de la época del año y de la calidad de la fruta. Debido a que
la pitaya tiene un precio elevado, en algunas cadenas de supermercados
sólo se vende en los almacenes localizados en estratos de alto ingreso;
en otras, para venderla en todos los almacenes, la segmentan según la
calidad ofreciendo la de mejor calidad y mayor precio en las zonas de
mayores ingresos.

Entre los aspectos positivos de la pitaya, los encuestados incluyeron la


imagen especial que la fruta imprime a la sección de frutas y la buena
rotación que tiene cuando el precio es razonable; en cuanto a los
aspectos negativos mencionaron las dificultades para conseguirla
durante algunas épocas del año y las grandes fluctuaciones de precios.
Ninguna de las cadenas que participaron en la encuesta realiza
promociones específicas para la pitaya, aunque sí promueven el
consumo de frutas y hortalizas.

Los principales clientes de la pitaya en los supermercados son


consumidores mayores de alto ingreso, que la compran principalmente
por sus propiedades medicinales. En opinión de los representantes de
las cadenas encuestadas, el consumo de pitaya en Colombia podría
aumentarse a través de campañas promocionales que eduquen al
consumidor sobre las propiedades de la pitaya (más allá de las
medicinales) y mediante degustaciones en el punto de venta. Asimismo,
anotaron que estas campañas deben ser un esfuerzo conjunto entre los
proveedores y las cadenas de supermercados y que su éxito estaría en
función de se pueda ofrecer la fruta a precios más cómodos y estables, lo
que implica el desarrollo de acuerdos con los productores para el
suministro de la fruta.

Norma técnica colombiana para pitaya amarilla (NTC-3554)


Requisitos Generales: Todas las categorías de pitaya deben cumplir con las
siguientes características físicas mínimas:

 Las frutas deben estar enteras y sin heridas.


 Deben tener la forma ovoidal característica de la fruta.
 El pedúnculo o tallo debe medir de 15 mm a 20 mm de longitud.
 Deben estar sanas.
 Deben estar limpias (sin espinas); exentas de materia extraña
visible principalmente en el orificio apical.
 Deben estar libres de humedad externa anormal producida por
mal manejo en las etapas de poscosecha.
 Deben estar exentas de olores y/o sabores extraños.
Categoría Extra: Además de reunir los requisitos generales, para ser clasificadas
en esta categoría las pitayas deben estar exentas de todo defecto; solamente se
aceptan ligeras alteraciones superficiales de la cáscara, siempre y cuando no
afecten la apariencia general del producto. Tolerancia: hasta el 5% en número o
en peso.

Categoría I: Deben cumplir los requisitos generales pero se aceptan


deformaciones del fruto (como alargamiento poco pronunciado del ápice),
rozaduras cicatrizadas que no excedan 1 cm2 con respecto al área total del fruto,
pedúnculo no mayor a 25 mm. Tolerancia: hasta el 10% en número o en peso.

Categoría II: En esta categoría se clasifican las pitayas que no cumplen con las
disposiciones de las anteriores categorías pero que reúnen los requisitos
generales. Se admiten los siguientes defectos: manchas superficiales y/o
pequeñas raspaduras cicatrizadas. Tolerancia: hasta el 10% en número o en
peso. No se admiten los frutos visiblemente atacados por podredumbre,
magulladuras severas o heridas no cicatrizadas que las hagan impropias para el
consumo.

Empaque y rotulado: Para el mercado interno se puede usar canastillas


plásticas cuyas medidas externas son 600 mm x 400 mm. Se deben empacar
máximo dos capas, dependiendo del calibre de la fruta y con un peso que no
exceda de 13 kg. Para exportar se puede presentar en envases rígidos de cartón
corrugado, madera o una combinación de ellos. Puede llevar separadores (de
pulpa de celulosa o de cartón) y/o una capa amortiguadora en la base.

Cada empaque deberá llevar la siguiente información con caracteres visibles:

 Identificación del productor, exportador o empacador o ambos (nombre y


dirección)
 Naturaleza del producto "pitaya amarilla"
 Origen del producto o región productora
 Características comerciales tales como fecha de empaque, categoría, calibre,
peso neto al empacar y coloración al empacar.
 Identificación del exportador o distribuidor (nombre y dirección).
 Símbolo que indique el manejo adecuado del producto.
COMERCIO INTERNACIONAL
Desde su introducción al mercado internacional en la década de los 80
hasta el día de hoy, Colombia sigue siendo el principal proveedor de
pitaya amarilla a nivel mundial. Es difícil establecer con precisión el
tamaño del mercado, ya que para fines estadísticos la pitaya se agrupa
con otras frutas exóticas y tropicales en una misma posición arancelaria.
Sin embargo, es sabido que a nivel mundial los únicos proveedores de
pitaya amarilla en los mercados internacionales son Colombia e Israel
que, de acuerdo con información proporcionada por fuentes oficiales,
inició exportaciones de este producto en 1999, exportando a la fecha 1.2
toneladas a Europa y Canadá (160 toneladas).

Dado que Colombia abarca la mayor parte de este mercado, para el


presente análisis se toman las cifras de exportación efectuadas por
Colombia, registradas por el DANE, como tamaño del mercado de pitaya
amarilla; es de anotar, sin embargo, que desde que se estableció la Zona
Franca de Bogotá como destino de las exportaciones en 1997, se ha
hecho más difícil identificar los mercados de destino final de estas
exportaciones.

Tal como se observa en la Gráfica No. 1, tanto el valor como el volumen


de las exportaciones de pitaya colombiana disminuyeron entre 1991 y
1998, siendo el descenso en el volumen casi del doble de la caída en el
valor de las mismas, lo que implica que la pitaya se encareció en los
mercados internacionales durante este período.

Gráfica No. 1
Valor y volumen de las exportaciones de pitaya de Colombia
Fuente: DANE. Cálculos: Corporación Colombia Internacional.

Como se aprecia en el Cuadro No. 1, las exportaciones colombianas de


pitaya a los mercados europeos han registrado una tendencia a la baja a
partir de 1992, cuando se exportaron 293 toneladas por valor FOB de
US$1.2 millones, cayendo a 87 toneladas por valor FOB de US$578 mil
en 1998. Entre 1991 y 1998 Holanda ha sido el principal mercado de
destino, seguido por Alemania, Francia y Reino Unido. Otros mercados
europeos hacia donde se exportan cantidades moderadas de pitaya
colombiana son España, que tiende a crecer, y Suiza, que muestra una
tendencia descendente durante este período; asimismo, se han
exportado cantidades pequeñas a Brasil, Venezuela y Hong Kong.

Cuadro No. 1
Exportaciones de pitaya amarilla de Colombia (1991-1998)
Toneladas

Países 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998


Mundo 170 293 210 226 157 135 104 87
Holanda 22 35 40 66 55 34 23 18
Francia 24 42 35 53 23 25 15 15
Zona Franca 18 12
           
Alemania 30 78 59 45 32 34 17 9
Brasil 1 7
           
Gran Bretaña 46 79 24 22 16 9 5 6
España 1 2 5 6 6 5
   
Suiza 14 15 10 12 10 10 7 4
Venezuela 6 18 4 1 1 4
   
Hong Kong 1 1 1 1 3 3 2 2
Otros 28 25 36 24 11 13 10 4

Fuente: DANE. Cálculos: Corporación Colombia Internacional.

MERCADOS INTERNACIONALES
En los últimos años ha crecido el interés de los consumidores de la Unión
Europea por productos nuevos y exóticos; en muchos casos, los viajes
que realizan al exterior les permiten probar estos productos que luego
buscan en sus mercados y, en otros, la diversificación que los
supermercados han venido desarrollando en la sección de frutas y
verduras, como una de sus estrategias competitivas, les ha dado la
oportunidad de conocerlos.

En muchos de estos mercados se ha detectado un estancamiento del


consumo per cápita de frutas, principalmente relacionado con el consumo
de las frutas tradicionales, mientras que la demanda por frutas tropicales
y exóticas registra un gran dinamismo.

En los resultados del estudio realizado por el Centro de Comercio


Internacional de Ginebra para la Corporación Colombia Internacional en
1994, dentro de la canasta de productos exóticos que exporta Colombia,
se identificó la pitaya como uno de los productos con mayores
posibilidades de éxito en los mercados de Holanda, Alemania, Francia y,
particularmente, en Reino Unido.

Según este estudio, el sabor agradable que responde al gusto de los


consumidores, así como la lealtad de éstos hacia el producto uno vez lo
han probado, constituyen los principales aspectos positivos de la pitaya;
las principales limitaciones en el desarrollo del mercado de la pitaya son
el desconocimiento de la fruta, de sus propiedades y de la forma de
consumo, la falta de promoción, el alto precio y la imposibilidad de contar
con una oferta de calidad homogénea en volúmenes importantes a lo
largo del año.

Adicionalmente, el estudio citado formula una serie de recomendaciones


tendientes a desarrollar este negocio: buscar una distribución más amplia
del producto (aumentando la oferta), estandarizar el producto, el
empaque y la estrategia de precios, programar una oferta consistente y
estable a lo largo del año, establecer mejores comunicaciones entre
vendedores y compradores, crear una marca nacional y, finalmente,
concentrar los esfuerzos de promoción y exportación hacia el mercado
de Holanda, país que se ha especializado en importar productos exóticos
y en distribuirlos a toda la Unión Europea.

En los mercados europeos no existen restricciones fitosanitarias al


ingreso de la pitaya ni normas de calidad de forzosa aplicación; sin
embargo, se da por entendido que el producto debe ser siempre de
calidad óptima, como requisito indispensable para su aceptación en los
mercados. En los países que conforman actualmente la Unión Europea,
las disposiciones arancelarias para la importación de productos de
terceros países está unificada y, en el caso de la pitaya de Colombia,
está exenta del pago de arancel bajo el esquema de Preferencias
Generalizado del cual se beneficia Colombia.

Con el fin de actualizar la información disponible sobre oportunidades y


potencial de mercado para la pitaya colombiana en los principales
mercados europeos, la Corporación Colombia Internacional realizó dos
encuestas a nivel internacional: una con importadores de pitaya ubicados
en Alemania, Francia, Holanda y Reino Unido, encuesta que se realizó
con el apoyo de los exportadores colombianos; otra, con comerciantes
detallistas de pitaya en esos mismos mercados, para la cual se contrató
a la firma de consultoría Fintrac. A continuación se presentan los
resultados de estas dos investigaciones, que, en términos generales,
confirman los hallazgos del estudio realizado por el Centro de Comercio
Internacional en 1994.

Resultados de la investigación de mercados con importadores


en la Unión Europea

En su mayoría, los importadores que respondieron la encuesta


distribuyen los productos más allá de sus fronteras y sus principales
clientes son los mayoristas, las tiendas especializadas, los
supermercados y los restaurantes. Todos importan pitaya colombiana y,
en algunos casos, de Ecuador y de Israel. Casi todos han participado en
el negocio de importación de pitaya por más de cinco años y reportan
dificultades en el abastecimiento y precios no competitivos que dificultan
el crecimiento del mercado, además de las limitaciones que el poco
conocimiento del producto por parte de los consumidores impone sobre
la rotación del mismo.

En todos los casos, excepto en Francia, los encuestados reportaron que


su mercado puede aumentar (entre 25% y 100%), siempre que haya una
oferta más consistente y a precios más competitivos. El tamaño unitario
preferido en la pitaya estuvo entre menos de 100 gr. (Bélgica) y máximo
200 gr. (Alemania) con preferencia por un producto con 75% de
maduración en la mayoría de los reportes. Los principales atributos de la
pitaya amarilla son, para los encuestados, el sabor, el aspecto externo, el
carácter exótico y las propiedades laxantes, mientras que los aspectos
negativos son el contenido de semillas, la estacionalidad de la oferta y el
precio. Según los importadores, el perfil del consumidor de pitaya
corresponde a personas de ambos sexos cuyas edades oscilan entre los
36 y los 55 años, con un alto nivel de ingresos y de educación.

Las estrategias propuestas por la mayoría de los importadores para


desarrollar el mercado de la pitaya en los mercados europeos incluyen
garantizar una oferta permanente a lo largo del año, aumentar el tamaño
de esta oferta, desarrollar campañas promocionales en supermercados o
a través de menús en hoteles y restaurantes, ofrecer degustaciones del
producto y, en todos los casos, hacer énfasis en los principales atributos
de la pitaya. Todos los encuestados manifestaron estar interesados en
participar en el desarrollo de tales campañas.

Por último, cabe mencionar que algunos de estos importadores también


importan pitaya roja de Vietnam, Israel y Ecuador y afirmaron que este
producto no es un sustituto de la pitaya amarilla pues se diferencia de
ésta tanto por su apariencia externa como por el sabor; asimismo,
afirmaron que no existe otra fruta en el mercado que pueda considerarse
sustituto de la pitaya amarilla.

Resultados de la investigación de mercados con detallistas en la


Unión Europea

Aunque la pitaya amarilla tiene ya su propio nicho de mercado a través


de los mercados especializados de Europa, los comercializadores
detallistas afirman que la demanda actual es muy baja pero que existe el
potencial de aumentarla, siempre que se desarrollen campañas
promocionales efectivas, por una parte, y que se pueda contar con una
oferta consistente a lo largo del año y a precios competitivos, por otra.

Según esta fuente, Colombia continúa siendo el principal proveedor de


pitaya amarilla en los mercados europeos; Israel llega al mercado entre
agosto y diciembre con una fruta cuyo tamaño unitario promedio es de
330 gr. Los países centroamericanos como Guatemala, Costa Rica y
Nicaragua, que en años pasados realizaron exportaciones menores de
pitaya amarilla fresca a Europa y de pitaya congelada a Estados Unidos
vía Miami, se han concentrado en la producción y desarrollo del mercado
de la pitaya roja.

En la actualidad, la pitaya es vendida principalmente en tiendas


especializadas y ofrecida en el menú de hoteles cinco estrellas, de
restaurantes gourmet y de banqueteros sofisticados. El perfil del
consumidor de pitaya, de acuerdo con la apreciación de los detallistas
entrevistados en los diferentes mercados, corresponde a personas de
ambos sexos de ingreso medio--alto y alto y nivel de educación superior
o mayor. Las edades están entre los 25 y los 45 años, aunque hay
consumidores en todos los grupos de edades.

Los precios de la pitaya a nivel detallista se han mantenido relativamente


estables en los últimos cinco años (en niveles altos) en los mercados de
Holanda y Reino Unido, mientras que en los mercados de Alemania y
Francia (tanto a nivel mayorista como detallista) éstos aumentaron de
manera significativa en el mismo período. Cabe anotar que los precios
registrados para la pitaya de Israel durante el último trimestre de 1998 en
los mercados de Alemania y Holanda fueron más bajos que los
correspondientes al producto colombiano, tal como se verá más
adelante. El alto precio de la pitaya hace difícil vender el producto por
unidad, por lo cual a menudo la fruta se utiliza para elaborar canastas de
frutas en las que el precio de ésta se ve contrarrestado por el de otras
frutas más económicas. Según los detallistas entrevistados, es posible
vender pitaya de diversos tamaños, dedicando las más grandes a la
venta por unidad y las más pequeñas a las canastas.

En cuanto al desarrollo de una campaña de promoción de la pitaya, los


detallistas sugirieron las siguientes estrategias: preparar afiches y folletos
con información sobre la pitaya, destacando su mejor sabor frente a otros
productos (incluso exóticos) así como la facilidad de pelarla y consumirla;
publicar folletos con recetas indicando las opciones de preparación (con
énfasis en ensaladas de frutas y postres) y realizar actividades como las
degustaciones que induzcan a probar el producto por primera vez.
Asimismo, sugirieron disminuir los precios de venta simultáneamente con
la campaña promocional, como mecanismo para inducir a un mayor
número de consumidores a realizar la compra por primera vez, así como
incluir la canasta de fruta en la promoción, teniendo en cuenta que es
uno de los vehículos que ha permitido vender la pitaya en varios
mercados.

En opinión de los detallistas, el desarrollo de un sello de origen (Producto


de Colombia) para la pitaya, orientado principalmente a aquellos
consumidores muy sofisticados que están permanentemente buscando
productos exóticos diferentes, podría ser también una estrategia
promisoria para desarrollar este mercado. Por último, anotaron que las
campañas promocionales deben estar dirigidas a consumidores en zonas
urbanas de alto ingreso.

Los representantes de un número importante de las cadenas detallistas


entrevistadas que comercializan pitaya manifestaron estar adelantando
estudios de mercado sobre la fruta o tener programadas campañas de
promoción en el futuro cercano; por su parte, los representantes de las
cadenas que no manejan pitaya actualmente, manifestaron estar
considerando la opción de incluirla en su línea de productos exóticos.

Según los entrevistados que tienen experiencia con la pitaya, la fruta que
se va a vender por unidad debe tener un color amarillo uniforme con una
vida de anaquel de, por lo menos, tres días, siendo preferible la fruta
grande a la pequeña. Cuando se va vender en canastas de fruta (el
método más efectivo con motivo de ocasiones especiales), es aceptable
la fruta más pequeña y con un grado de madurez avanzado, mientras
que la fruta verde no es apta para la venta en ninguna forma.

Todos los detallistas entrevistados coincidieron en afirmar que no existe


actualmente ningún producto en el mercado que se pueda considerar
sustituto de la pitaya amarilla. Según ellos, la pitaya roja es consumida
principalmente por consumidores de origen asiático y, por su aspecto
marcadamente exótico, se puede asumir que no está dentro de los
productos que los consumidores europeos tengan en mente comprar en
forma habitual; agregaron que la pitaya amarilla tiene un aspecto menos
espectacular y un sabor más dulce, lo que la hace más aceptable para
los europeos.
A continuación se resumen las características específicas del mercado
de la pitaya en Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido, con base en
el estudio realizado por el Centro de Comercio Internacional para la
Corporación Colombia Internacional en 1994, complementados con los
hallazgos de las investigaciones de mercado desarrolladas por la
Corporación.

El mercado alemán

El mercado alemán de productos exóticos es pequeño y su crecimiento


depende de una adecuada promoción y de la disponibilidad permanente
de estos productos. Dentro de las exóticas que exporta Colombia, la
pitaya y la uchuva fueron identificadas por el Centro de Comercio
Internacional como promisorias. Es importante mencionar que, aunque
es importante disponer en forma permanente de estos productos a lo
largo del año, según importadores y comercializadores, es de esperarse
que durante los meses de verano se presente un descenso de la
demanda, principalmente por la mayor inclinación de los alemanes a
consumir la fruta de la cosecha local o a salir del país durante las
vacaciones.

La realización de campañas de promoción (estilo kiwi de Nueva Zelanda)


es considerada como una de las actividades primordiales para desarrollar
el mercado de la pitaya en Alemania dado que el desconocimiento y su
consumo inadecuado dan como resultado una mala percepción de la
misma y la decisión de no volver a comprarla.

La demanda de pitaya en Alemania se presenta durante todo el año,


aunque disminuye, como ya se mencionó, en los meses de verano y
aumenta significativamente en los tres últimos meses del año. El
mercado se abastece con importaciones directas de los países
productores y con importaciones desde Holanda. Entre 1991 y 1998 las
importaciones de pitaya colombiana en Alemania registran un
comportamiento muy variable, con el máximo volumen importado en
1992 (78 toneladas), año a partir del cual descendieron, llegando a 9
toneladas en 1998. Este comportamiento se explica tanto por la
disminución de las importaciones como por el desplazamiento de las
empresas alemanas especializadas en productos exóticos a Holanda,
desde donde re-exportan la pitaya hacia Alemania (Cuadro No. 1). Israel
exporta cantidades pequeñas de pitaya amarilla en la época previa a las
fiestas de fin de año.

Actualmente, el precio promedio de la pitaya al consumidor final está


entre DM 5 y DM 8 (US$2.73-US$4.37); en opinión de uno de los
detallistas entrevistados, la demanda podría aumentar significativamente
si el precio se pudiera mantener alrededor de DM 5 (US$2.73) la unidad
(de 200 gr. en promedio).

Se detectó un entusiasmo particular entre los comerciantes entrevistados


en este mercado sobre el éxito futuro de la pitaya, quienes coincidieron
en resaltar las virtudes del producto en cuanto a su excelente sabor y
buena calidad. En opinión de la mayoría, con una adecuada campaña de
promoción orientada al consumidor junto con un plan de abastecimiento
consistente y precios competitivos, la pitaya podría convertirse en un
producto estrella en el mercado alemán. Prueba del interés existente en
este mercado es el hecho de que dos de las cadenas de supermercados
más importantes de Alemania (Metro y REWE Zentral) están planeando
promocionar la pitaya en varios de sus puntos de venta en el futuro
cercano.

El mercado holandés

Holanda es un mercado pequeño en términos del consumo de frutas


exóticas, pero es de gran importancia como país importador, dado que
un alto número de compañías holandesas se ha especializado en la
importación de estos productos no sólo para el mercado interno sino para
su re--exportación hacia otros países europeos. Como en el caso del
mercado alemán, entre las frutas exóticas colombianas con mayor
potencial en este mercado se encuentra la pitaya. Los importadores
holandeses manifestaron su interés en aumentar la distribución del
producto y para promover el crecimiento del mercado de pitaya
recomiendan desarrollar una mayor coordinación entre los exportadores
o, incluso, buscar exportar el producto con un sello único; recomiendan,
igualmente, desarrollar una estructura precio/calidad más lógica que
permita mantener una mayor rentabilidad en el mercado; solucionar los
problemas de transporte y desarrollar campañas de educación orientadas
al consumidor, principalmente en relación con el grado de madurez
óptimo para el consumo de la pitaya, así como sobre sus propiedades
medicinales y posibles formas de uso.
La demanda en este mercado es permanente a lo largo del año,
principalmente con el fin de atender otros mercados europeos; según los
detallistas entrevistados, para atender esta demanda se importa pitaya
colombiana durante la mayor parte del año y se reciben suministros
complementarios de producto israelí entre julio y enero. En 1998, las
importaciones de pitaya colombiana en Holanda ascendieron a 18
toneladas (Cuadro No. 1). La mayor parte de las importaciones de pitaya
realizadas por Holanda se re--exportan hacia los mercados de
Escandinavia, Bélgica, Francia y Alemania y el resto se vende en el país,
principalmente a hoteles y restaurantes.

El mercado francés

Como en los casos anteriores, el mercado de frutas exóticas en Francia


es pequeño y su desarrollo depende de los esfuerzos que se lleven a
cabo para posicionar estos productos entre los consumidores, así como
para garantizar una oferta permanente a precios competitivos.

En el caso de la pitaya, los detallistas entrevistados por FINTRAC


indicaron que en Francia este producto sólo se importa de Colombia,
fundamentalmente antes de Navidad y Semana Santa, cuando se
incrementa la demanda de canastas de fruta para regalo. El precio
detallista promedio de la pitaya en este mercado oscila entre FF 150/kilo
y FF 200/kilo en Navidad (US$24.4/kilo – US$32.6/kilo). La pitaya en este
país se orienta a un nicho de mercado muy especializado en donde se
transan volúmenes muy bajos del producto y, en opinión de los
entrevistados, continuará siendo así en el futuro cercano. Una de las
dificultades que enfrenta la pitaya amarilla en este mercado consiste en
que la mayor parte de los consumidores no la identifica como una fruta
exótica, confundiéndola a menudo con la tuna (higo).

El mercado inglés

Tanto los importadores como los comercializadores en Reino Unido se


muestran particularmente entusiasmados con las posibilidades de
mercado de la pitaya, especialmente si ésta pudiera enviarse por vía
marítima, en cantidades suficientes y a precios más bajos. Según ellos, a
pesar del incremento de las exportaciones colombianas de frutas
exóticas a este mercado entre 1990 y 1992, cuando pasaron de 46
toneladas a 79 toneladas (Cuadro No. 1), el principal problema en el
desarrollo del mercado para estos productos radica en la escasez de la
oferta, ya que bajo estas condiciones no es posible programar campañas
promocionales efectivas. Como en el caso de los demás mercados, se
considera fundamental contar con una oferta permanente de fruta de
óptima calidad y realizar esfuerzos conjuntos entre proveedores y
agentes del comercio inglés para adelantar campañas de promoción
encaminadas a dar a conocer la fruta entre los consumidores.

De acuerdo con la información proporcionada por los importadores,


existe una demanda permanente a lo largo del año para la pitaya en este
mercado. Los principales consumidores de pitaya en el Reino Unido son
inmigrantes de origen árabe y, entre los consumidores ingleses,
personas de clase media alta, con edades entre los 25 y los 40 años. En
Inglaterra se importa pitaya colombiana de julio a agosto y de diciembre a
marzo únicamente; en 1998 las importaciones ascendieron a 6 toneladas
(Cuadro No. 1). Israel envía pitaya de agosto a diciembre; en
consecuencia, la principal brecha de abastecimiento en este mercado se
extiende de abril a junio.

El mercado español

A pesar de que en los últimos años el mercado español ha dado


muestras de un creciente interés en las frutas exóticas, tal como ocurre
en otros países europeos, el mercado para la pitaya se caracteriza por
tener una demanda extremadamente baja, resultado tanto del
desconocimiento del producto entre los consumidores como del alto
precio, y sólo se ofrece de manera esporádica, según el representante
del Corte Inglés, la cadena detallista más importante de España.

Cabe anotar que las exportaciones colombianas de pitaya a este


mercado, aunque de bajo volumen, han registrado un incremento
importante entre 1993 y 1998, pasando de 1 a 5 toneladas. Como en los
casos anteriores, para el desarrollo del mercado se considera primordial
la promoción, principalmente enfocada a educar a los consumidores
sobre las excelentes propiedades de la pitaya.

Los resultados de las entrevistas realizadas con representantes del


comercio detallista confirman los resultados del estudio del Centro de
Comercio Internacional según el cual, de los cuatro mercados
analizados, el de mayor potencial para la pitaya es el inglés. Los
detallistas afirmaron que la pitaya amarilla tendría un mayor éxito en el
mercado detallista si se resolvieran las dificultades actuales en
suministrar el mercado de manera consistente.

Actualmente varias de las cadenas de supermercados más importantes


de Inglaterra están probando el mercado para este producto. La principal
dificultad que experimentan es la de no poder contar con un
abastecimiento permanente de pitaya amarilla categoría Extra que
pueden vender a £ 1.50 (US$2.42) la unidad, siendo más comunes las
categorías I y II, cuyo precio unitario se sitúa alrededor de £ 0.99
(US$1.60).

Precios de venta del importador en los mercados europeos

En la Gráfica No. 2 se ilustra el comportamiento de los precios de venta


del importador para pitaya amarilla procedente de Colombia en los
mercados de Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido. Como se puede
observar, entre enero de 1997 y agosto de 1998 los precios se
mantuvieron entre US$6/kilo y US$8/kilo en los mercados de Holanda y
Alemania, con una tendencia al alza durante el primer semestre de 1999
en el mercado de Alemania, mientras que en ese mismo período los
precios registrados en Reino Unido fueron entre 15% y 35% más altos
que los de Holanda y Alemania, pero tienden a situarse en el mismo nivel
que los precios en el mercado alemán en el segundo trimestre de 1999.
Las cotizaciones de la pitaya colombiana en el mercado francés son muy
dispersos y sólo se registran esporádicamente, situación que refleja el
comportamiento de la demanda en este mercado.
Comparación de precios de venta del importador para pitaya entre 1994 y 1998 Precio/kilo

País 1994 1998


Alemania 8.70 - 11.20 DM 11.50 - 13.70 DM
Francia 36.00 - 45.00 FF 47.50 - 64.50 FF
Reino Unido 4.00 - 5.20 £ 4.50 - 5.75 £
España 600 - 650 P 1.100 - 1.550 P
Holanda 11.30 - 15.25 G 11.50 - 15.75 G

Precios detallistas promedio para pitaya en los mercados europeos (1999)

País Precio en moneda local Precio en dólares


Alemania 5.00 - 8.00 /u. DM US$ 2.73-4.37/u.
Francia 150-200/kilo FF US$ 24.40 - 32.60/k
Reino Unido 1.50/u. £ US$ 2.42/u.
España 1.000 -2.000/kilo US$ 6.25 - 12.50/k.

Gráfica No. 2
Precios de venta del importador de la pitaya colombiana en los principales mercados
europeos

Fuente: MNS-ITC, Ginebra. Cálculos: Corporación Colombia Internacional.

Cabe mencionar, en este punto, que los precios de venta del importador
de la pitaya amarilla y de la roja en los mercados europeos tienen niveles
muy similares tanto a nivel del importador como a nivel detallista. Por otra
parte, según información proporcionada por fuentes israelíes, la fruta
exportada por Israel en el primer trimestre de este año alcanzó precios
hasta un 15% más altos que los del producto colombiano.

El mercado japonés

La pitaya amarilla es un producto conocido y muy apreciado en Japón,


gracias a las exportaciones que se efectuaron hasta 1989, año en el cual
la presencia de larvas de mosca en algunos embarques de la fruta
colombiana dio como resultado el cierre del mercado; tanto compañías
multinacionales como importadores particulares han dejado ver su gran
interés en importar nuevamente este producto.

Por ahora, dada la aprobación del tratamiento cuarentenario, la


reiniciación de las exportaciones depende de la instalación de la planta
de tratamiento y de su correspondiente aprobación por parte de los
inspectores de Cuarentena Vegetal de Japón en cuanto a la instalación,
la infraestructura, el funcionamiento del proceso de tratamiento, las
medidas de seguridad y los demás aspectos que garanticen la
efectividad y conservación de los efectos buscados con el protocolo
desarrollado. Actualmente se están analizando las diferentes alternativas
para el montaje y operación de esta planta y se espera realizar las
primeras exportaciones de pitaya a Japón antes de finalizar 1999.

Según estimativos de una de las compañías exportadoras de Colombia,


las exportaciones de pitaya hacia este mercado podrían ser entre 40 y 60
toneladas anuales en los dos primeros años, con perspectivas de
aumentar significativamente en los años siguientes, siempre y cuando se
resuelvan los problemas de carácter técnico que hoy afectan el cultivo y
limitan la oferta de fruta con calidad de exportación.

El mercado de Estados Unidos

No existe actualmente un mercado para la pitaya amarilla en Estados


Unidos ya que no es admitida por restricciones de carácter fitosanitario;
sin embargo, teniendo en cuenta el auge de las frutas tropicales y
exóticas en este mercado en los últimos años, es de esperarse que una
vez superadas las actuales limitaciones, la pitaya podría tener un
mercado interesante en este país, si se realizan, además, campañas de
promoción, como se ha identificado en los otros mercados.

Con el objeto de lograr que la pitaya sea admitida en este mercado, el


ICA solicitó ante la agencia norteamericana APHIS (Animal and Plant
Health Inspection Service), la agencia de cuarentena animal y vegetal del
Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la homologación del
protocolo de tratamiento cuarentenario desarrollado para el Japón,
solicitud que ha sido aprobada por esta agencia, sujeta a la
comprobación de la efectividad de este tratamiento para controlar las
plagas que afectan a la pitaya, lo cual se verificará mediante el desarrollo
del Análisis de Riesgos correspondiente.

El mercado canadiense
Canadá tiene actualmente uno de los consumos per cápita de frutas y
verduras frescas más alto a nivel mundial (223 kg/año), un alto nivel de
ingreso y un creciente consumo de frutas tropicales. De acuerdo con el
estudio realizado por la firma Labrecque Marketing Inc. de Toronto para
Proexport, en 1995, los consumidores canadienses no conocen la pitaya
y, por ende, no saben consumirla; además, los comerciantes tienen poco
conocimiento sobre el manejo adecuado de este producto. A pesar de lo
anterior, esta firma concluyó que frutas como la pitaya podrían
convertirse en productos de consumo habitual en Canadá si se
promocionan y mercadean agresivamente.

Las exportaciones de pitaya colombiana al mercado canadiense se


iniciaron en 1994 con menos de una tonelada y habían alcanzado las 5
toneladas en 1996, pero cayeron a 1.6 toneladas en 1998, principalmente
debido a dificultades logísticas en el transporte entre el aeropuerto de
arribo en Estados Unidos y las ciudades de destino en Canadá.

La afluencia de los consumidores canadienses, así como las corrientes


de inmigración de los últimos años que se han visto concentradas en
población de origen asiático con altos niveles de ingreso y de educación,
quienes por su mismo origen están más inclinados al consumo de una
variada gama de frutas tropicales y exóticas, permite suponer que la
pitaya puede tener un potencial interesante de mercado en Canadá.

No existen restricciones fitosanitarias ni normas de calidad específicas


para el ingreso de la pitaya a este mercado; sin embargo, una de las
principales limitaciones para el acceso de frutas y verduras frescas de
Colombia a este mercado radica en la falta de transporte aéreo directo,
por lo que es necesario entrar a través de aeropuertos en Estados
Unidos, con las dificultades que ello implica, dado que la pitaya no es
admisible en ese país. Por tratarse de un producto exótico que no se
produce en Canadá, no existen limitaciones de cuotas y la fruta está
exenta del pago de aranceles. Existen disposiciones generales sobre
residuos de pesticidas para frutas frescas y exigencias de carácter
general en cuanto al rotulado de los empaques, las cuales deben
observarse para exportar pitaya.

Oportunidades y retos para


Colombia
Como se desprende de la información aquí presentada, la pitaya tiene un
interesante potencial de mercado tanto a nivel internacional como
nacional y, por lo tanto, constituye un producto clave para el sector
hortofrutícola de Colombia. Es clara la urgencia en resolver los
problemas de orden técnico que hoy afectan el cultivo y generar el
correspondiente paquete tecnológico, así como desarrollar una
producción empresarial con niveles adecuados de calidad y rentabilidad
para la pitaya.

Igualmente importante es el trabajar activamente en el desarrollo de los


mercado existentes a través de esfuerzos conjuntos de promoción
dirigidos al consumidor, entre productores, exportadores y
comercializadores y en el desarrollo de un Sello de Origen o de una
Marca para la pitaya colombiana, fórmula que, en los casos del mango y
de la papaya, ha demostrado ser altamente efectiva en los mercados
europeos. Por último, es necesario que tanto el sector público como el
privado asignen los recursos y esfuerzos necesarios para la apertura de
otros mercados que encierran potenciales interesantes para la
comercialización de la pitaya, como es el caso de Estados Unidos.

Pitayas colombianas con destino a Japón

Como resultado de las acciones desarrolladas dentro del convenio suscrito entre el
Instituto Colombiano Agropecuario y la Agencia de Cooperación Internacional de
Japón, JICA, se logró que en marzo de 1999 el Ministerio de Agricultura y Pesca de
Japón autorizara la reapertura de las importaciones de pitaya fresca en ese país, que
se encontraban cerradas desde 1989 por la presencia de la Mosca del Mediterráneo
en la fruta colombiana.

El objetivo fundamental del Convenio era desarrollar un método efectivo que evitara la
presencia de la mencionada mosca en la pitaya colombiana. Con este propósito,
Japón donó equipos y prestó asesoría técnica y capacitación al personal involucrado
en el programa. Entre 1996 y 1997 se desarrolló el proyecto Método fitocuarentenario
de desinfestación de pitaya con vapor caliente en la República de Colombia, que
demostró su eficacia al eliminar todo estado inmaduro de Mosca del Mediterráneo en
pitaya sin afectar las propiedades organolépticas de la fruta.

Como consecuencia de los anterior, Colombia deberá cumplir con los siguientes
requisitos para exportar pitaya fresca a Japón:

 Usar cámaras comerciales para vapor caliente para efectuar el calentamiento de


desinfección de la fruta, de acuerdo con las condiciones establecidas por Japón. El
tratamiento cuarentenario será a 46°C de temperatura en el centro de la fruta por
espacio de 20 minutos.
 Aprobar la desinfestación hecha por inspectores colombianos y japoneses, de
acuerdo con las normas fitosanitarias establecidas por ambos países. Los costos de
viaje y estadía del inspector japonés serán asumidos por el gobierno colombiano.
 Certificar el tratamiento cuarentenario con vapor caliente a través de las
autoridades fitosanitarias de Colombia, de acuerdo con las normas fitosanitarias
exigidas por Japón.
 Satisfacer los requisitos especiales sobre empaques y etiquetas, que serán
determinados conjuntamente por los dos países, de acuerdo con las disposiciones
legalmente vigentes en cuanto a seguridad biológica y transporte.
La fruta será rechazada cuando:

Falte el certificado fitosanitario de Colombia.


Falte la aprobación oficial de los inspectores de cuarentena de Colombia y Japón.
El empaque no esté sellado o esté defectuoso.
No exista en el empaque la etiqueta que certifique la inspección y el país de destino.

Rechazo del cargamento: Las autoridades fitosanitarias de Japón podrán rechazar


todo el cargamento de pitaya si se detecta Mosca del Mediterráneo o Mosca
Suramericana en el mismo. Este rechazo implica:

La devolución del cargamento.


La investigación sobre la presencia de la mosca en la fruta.
La suspensión de la importación hasta aclarar la causa del problema.
Los costos del rechazo, la destrucción o la devolución del cargamento serán asumidos
por los exportadores del Colombia.

Fuente: Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, División de Sanidad Vegetal.

PRESENTACION
INTRODUCCION
1. GENERALIDADES
1.1. La Planta
1.2. Requerimientos de Producción
1.3. Reproducción y Producción de Plantas
1.4. Labores Culturales
1.5. Producción
1.6. Cosecha y Postcosecha
1.7. Rentabilidad
1.8. Usos
2. COSECHA
2.1. Maduración
2.2. Alistamiento de la Cosecha
3. POSTCOSECHA
3.1. Generalidades
3.2. Pérdidas Postcosecha
3.3. Operaciones Postcosecha
4. COMERCIALIZACION DE LA PITAYA
4.1. Mercado Nacional
4.2. Mercado Internacional
4.3. Publicidad
5. PROCESOS DE ELABORACION DE PRODUCTOS DE PITAYA
6. BIBLIOGRAFIA
3
PRESENTACION
Los mercados internacionales de frutas y hortalizas frescas y procesadas han
presentado un gran dinamismo en los último años, impulsados por los cambios
en las preferencias de los consumidores. Sin embargo, Colombia a pesar de ser
un país eminentemente agrícola, no ha podido aprovechar estas interesantes
oportunidades y más aún está cediendo espacios en los que ya había logrado
avances importantes. Este es el caso de la uchuva y la pitaya, frutales exóticos
con un importante y creciente mercado internacional, pero que no han contado
con el respaldo tecnológico que les permita posicionarse en el competido
mercado hortofrutícola. El único factor a favor ha sido la calidad innata del
producto, ya que al igual que muchos de los productos hortofrutícolas del país,
las restricciones en cuanto a cantidad , presentación y continuidad se han
constituido en el principal cuello de botella.
El producto obtenido es excelente, pero la falta de procesos de acondicionamiento
apropiados que garanticen la entrega de un producto de excelente calidad a
precios justo y en el volumen y momento que se requiere ha conllevado a la
pérdida del mercado frente a países como Israel y Ecuador en el caso de la
pitaya y de Zimbabwe en el caso de la uchuva.
Por lo tanto es necesario comenzar a hacer el acompañamiento tecnológico a
estas cadenas que entreguen elementos y herramientas que conlleven al alcance
de las condiciones de competitividad que permitan no solo mantenerse en el
mercado sino buscar nuevos horizontes.
El presente trabajo busca ofrecer alternativas que contribuyan al alcance de
este objetivo. En él se plantean las operaciones recomendadas para mejorar el
manejo de la fruta durante la etapa postcosecha, de manera que se incremente
la vida útil de la misma, se transfiera mayor valor agregado al producto y se
reduzcan las pérdidas de fruta en esta etapa.
INTRODUCCION
Hasta inicios de la década de los 80, la pitaya era una fruta silvestre que se
encontraba trepando sobre árboles, palmeras, muros y piedras. Sin embargo a
partir de esta década se comenzó a cultivar comercialmente, promovida como
cultivo de diversificación de zonas cafeteras por el Programa de Desarrollo y
Diversificación de la Federación Nacional de Cafeteros. A pesar de todos los
inconvenientes que se presentaron en este tiempo por la falta de
acompañamiento, en especial en el momento de su comercialización, la pitaya
comenzó a tomar fuerza, llegando a cerca de 1000 hectáreas cultivadas,
incentivado por las expectativas que se generaron en los mercados
internacionales por este producto. Sin embargo este crecimiento se vio frenado
por el cierre del merado japonés en 1989, como resultado de la detección de
larvas de mosca de la fruta en pitaya proveniente de Colombia. A esto se sumó
la inexistencia de un mercado nacional que pudiera absorber la producción y al
desarrollo de problemas de carácter fitosanitario que redujeron la productividad
y calidad del cultivo, disminuyendo su rentabilidad.
Estos problemas conllevaron a una caída en el área sembrada de cerca del
70%, en menos de 10 años, ya que según CORPIPROM para el 2002 no se
tenían más de 255 hectáreas.
Sin embargo el ICA y la Agencia de Cooperación Técnica de Japón (JICA)
desarrollaron el tratamiento cuarentenario con vapor de agua caliente, con lo
cual el merado japonés abrirá nuevamente sus puertas a la pitaya colombiana.
Esta noticia sumada a los estudios de mercado realizados por la Corporación
Colombia Internacional, CCI, los cuales muestran para la pitaya expectativas
muy interesantes en el mercado europeo así como en Estados Unidos y Canadá,
han motivado el crecimiento del área cultivada en los últimos años.
Aunque ya se cuenta con una experiencia importante tanto en el manejo del
cultivo como en el proceso de exportación de la fruta, no hay que olvidar que a
este mercado ya entraron países como Israel, de amplia tradición exportadora,
así como Ecuador, país que ha presentado un importante crecimiento en las
exportaciones de productos hortofrutícolas en los últimos años. Esto obliga a la
búsqueda de condiciones de mayor competitividad, lo cual se obtiene a través
de oferta de fruta de excelente presentación, reducción de costos de producción,
volúmenes estables a lo largo del año, precios justos.
6
Con este objetivo se está trabajando en la búsqueda de una producción
escalonada, en técnicas de almacenamiento que permitan mantener períodos
de oferta más prolongados, en desarrollo de herramientas y metodología para
el acondicionamiento de la fruta que contribuyan a mantener su calidad por
mayor tiempo. Reduciendo así las pérdidas postcosecha y mejorando su
presentación, garantizando la entrega de productos de excelente calidad y con
mayor valor agregado.
En el siguiente trabajo se presentan algunas recomendaciones y propuestas
para el manejo de la pitaya durante la etapa de cosecha y postcosecha con el
fin de contribuir con este objetivo.
7
1. GENERALIDADES
Pitaya amarilla. Es la Pitaya que se produce en Colombia, los frutos son
alargados y pequeños (180 - 250 g en promedio), en el ápice de sus brácteas
truncas o mamilas tienen grupos de espinas que se desprenden con facilidad
cuando los frutos están completamente maduros. Su cáscara es amarilla y su
pulpa blanca, dulce y de consistencia blanda y ligeramente fibrosa. Tiene dos
periodos de fructificación cuya ocurrencia muestra variación en las distintas
zonas productoras dependiendo de las condiciones climáticas. También se le
llama Pitaya colombiana, acepción que sirve para distinguirla de las otras
pitayas. Por las notorias diferencias de sus frutos, con relación a las otras pitayas,
pertenece a una especie de otro género, Selenicereus megalanthus. Fuera de
Colombia sólo se cultiva en Israel.
1.1. La planta
La Pitaya es una planta perenne que requiere de soporte, pues su arquitectura
le impide sostenerse a sí misma.
Raíz: Posee dos tipos de raíces, el primer tipo está constituido por una raíz
principal poca profunda (de fijación) y por raíces secundarias muy ramificadas
y superficiales. El otro tipo de raíces son las adventicias, que se producen sobre
los lados planos de los tallos; éstas al crecer se introducen en la tierra y adquieren
las características de raíces normales (Jirón, 1997).
El tallo o filocladodio es suculento, que además de ser receptor y regulador
del agua participa en la fotosíntesis. Es de color verde, tienen tres aristas o
costillas con areolas en sus bordes, las cuales tiene grupos de espinas de 2 a 4
mm, consideradas ramas u hojas modificadas. De la parte superior de las areolas
nacen las ramificaciones y las flores (Jirón, México 1997). Las pitayas son plantas
cuyos tallos o filocladodios abren sus estomas sólo por las noches, lo cual
constituye una adaptación fisiológica para evitar la pérdida de agua por
transpiración durante el día, cuando las temperaturas son elevadas. Por esta
característica se les ubica en el grupo de las plantas al que pertenecen todas
las cactáceas y muchas especies epífitas de las zonas tropicales.
8
La flor es tubular, hermafrodita, con ovario en la parte inferior (cubierto de
espinas en el caso de Selenicereus), con un sólo lóbulo, cámara nectarial,
numerosos estambres, brácteas completamente verdes o verdes con orillas rojas
y pétalos blancos, amarillos o rosados; es grande (de 20 a 40 cm de longitud y
hasta 25 cm en su diámetro mayor), muy vistosa, abre en la noche y solamente
en una ocasión. Las primeras floraciones ocurren al inicio de las lluvias, después
de ser polinizadas toman posición colgante (Jirón, 1997). Las flores blancas
grandes son usadas como flores ornamentales, conocida como la Reina de la
noche.
Es importante conocer los ciclos de floración de la planta, ya que permite al
productor programar su período de corte o cosecha.
En una misma planta pueden coincidir en un momento determinado varias fases
de desarrollo: frutas maduras, frutas con 12 a 20 días de desarrollo, flores a
punto de abrirse, flores con dos días después de la floración y yemas florales
recién iniciadas. (Barbeau, 1997).
Teóricamente pueden darse de 7 a 9 ciclos de floración, pero en la práctica solo
se dan de 5 a 6, ya que algunos no llegan a darse o son muy débiles, por causas
nutricionales o climáticas. Algunos agricultores opinan que el hecho de dejar
madurar el fruto totalmente en la planta, ocasiona retraso en la aparición de
una nueva floración. También es importante saber que la aplicación de riego
durante la época seca no provoca floración y solo el aporte de agua en los días
próximos a la temporada lluviosa parece tener una respuesta positiva, ya que
aparentemente el proceso de floración está en dependencia del fotoperíodo. El
derrame de flores, es un fenómeno importante y se desconocen sus causas;
aplicaciones de fertilizantes foliares o urea foliar parecen reducirlo (Barbeau,
1997).
Muchas de las especies de pitaya requieren de agentes externos que realicen la
polinización cruzada, pero dado que solo abren en una sola noche, se necesita
de agentes que sean altamente efectivos en la polinización. Aunque las hormigas
y las abejas participan en estas acciones, su eficiencia es muy baja.
El fruto: es como una baya globosa o subglobosa, mide de 8 a 15 cm de
largo y de 6 a 10 cm de diámetro, de pulpa dulce y abundante, su cáscara es de
color rojo o amarillo, en variados matices, cubierta con escamas foliáceas o
brácteas distribuidas helicoidalmente. En el caso de Selenicereus megalanthus
son truncas, se denominan mamilas y tienen grupos de espinas de 1.5 cm de
largo.
9
1.2. Requerimientos de Producción
La Pitaya se adapta a un amplio ámbito de alturas y precipitaciones sin embargo,
existen más problemas fitosanitarios y menor producción en zonas de alta
precipitación. Por ser una cactácea presenta tolerancia a elevadas temperaturas
(máx 38-40°) y largos períodos de sequía, pero no a acumulaciones de agua.
Durante la floración requiere lluvias, aunque una alta precipitación causa la
caída de las flores. En general, prosperan de 0 a 1850 msnm, con temperaturas
entre los 18 y 27 ºC y precipitaciones de 650 a 1500 mm anuales. Aunque se
desarrollan mejor en los climas cálidos subhúmedos, también se adaptan a los
climas secos; no soportan, las bajas temperaturas. La pitaya amarilla de Colombia
se encuentra entre 1000 y 1850 msnm, temperaturas de 18 a 25 ºC., la
precipitación esta entre los 1500 y 2000 mm. de lluvia al año, aunque el cultivo
se desarrolla bien con precipitaciones inferiores.
Estudios de la Universidad de Wageningen, (Holanda), Nicaragua, México e
Israel recomiendan precipitaciones del orden de los 600  1300 mm/año.
Asimismo, para estimular la formación de yemas florales se requiere de un
período seco mínimo de un mes y despuntar las ramas en donde se han de
formar. Los mejores suelos para el cultivo son los francos a franco-arenosos,
bien drenados, que eviten la acumulación de humedad en la raíz, con una
pendiente máxima del 50%, un pH entre 5.5 y 6.5 y altos contenidos de materia
orgánica. Sin embargo, dada su alta rusticidad, el cultivo se desarrolla bien en
suelos de origen volcánico, pobres y pedregosos. Los suelos deben tener
excelente drenaje, pues no tolera los terrenos inundables; de igual manera
debe ser rico en materia orgánica, pues sus raíces son superficiales; no obstante,
requiere de programas de nutrición acordes a su desarrollo fenológico y a sus
requerimientos productivos.
Las condiciones óptimas para el cultivo de la pitaya amarilla se presentan entre
los 1200 y 1600 m.s.n.m. lo que equivale a un rango de temperatura promedio
de 16° a 25° C. Las recomendaciones tecnológicas establecían que era
conveniente contar con condiciones de alta luminosidad con un mínimo de 1500
horas de luz /año o de 8 a 10 horas /día. Sin embargo, la experiencia de varios
agricultores sumado a los resultados encontrados por ensayos realizados en
Israel han demostrado que la pitaya se ve favorecida por el uso de sombrío (40-
60%).
10
1.3. Reproducción y producción de plántulas
La Pitaya puede reproducirse por semillas o por partes vegetativas. Esta última
es la más usual debido a que las plántulas procedentes de semilla sexual tienden
a degenerarse y su desarrollo es muy lento, el cual puede tardar hasta 7 años
para producción de frutos
Es muy importante la selección de las plantas, de las que se obtendrán las
partes vegetativas para la siembra, debido a transmisión de enfermedades. Es
recomendable, después de seleccionar y recortar el material de siembra, tratarlo
con una solución fungicida para evitar que la parte cortada se contamine con
hongos al momento de sembrarla. Una vez tratado, el material debe ser protegido
del sol para evitar su deshidratación.
El cultivo de la pitaya requiere cuatro etapas básicas (vivero, instalación en
campo, mantenimiento y producción) cuya duración depende de las condiciones
climáticas del sitio de producción y de los manejos particulares del cultivo. Cuando
se conjugan estos factores de manera favorable, la plantación llega a alcanzar
una vida útil superior a los 10 años.
Vivero. Es una etapa transitoria realizada en invernaderos y que tiene por
objeto propagar el material que posteriormente será instalado de manera
definitiva en el campo. La propagación de la pitaya se hace a través de material
vegetativo (estacas) obtenido a partir de tallos de plantas que presenten óptimas
condiciones fitosanitarias, de adaptación y producción.
La estaca responde más rápido a la formación de yemas florales y frutos cuando
proviene de tallos delgados y de una longitud de 20 a 30 cm. Se debe dejar de
2 a 4 días a la sombra, al cabo de los cuales se siembran en bolsas de vivero
(20 X 30 cm) con la misma orientación que tenían en la planta madre. El sustrato
de la bolsa debe ser suelto y rico en materia orgánica, para lo cual se emplea la
mitad en cascarilla o viruta de madera y la otra mitad en tierra; además es
preciso adicionar unos 50 g de suelo micorrizado, preferiblemente obtenido de
plantas de pitaya bien desarrolladas con óptima producción y estado fitosanitario.
El material así sembrado dura en la etapa de vivero entre 3 y 4 meses, aunque
algunos autores recomiendan cerca de 6 meses, durante los cuales se deben
hacer riegos periódicos y controles de arvenses, principalmente.
11
Instalación en campo. Esta etapa, que se hace paralelamente a la de
vivero, comprende las labores de elección y preparación del terreno, siembra
en campo de las plantas y construcción del sistema de tutorado. El sitio en el
que se sembrará de manera definitiva el cultivo de pitaya debe poseer buen
drenaje y un sombrío ligero (40-60%) realizado, preferiblemente, con una
leguminosa de hoja delgada como la leucaena, lo cual permite incrementar la
calidad en los frutos y disminuir la severidad de los problemas fitosanitarios.
La preparación consiste primero en deshierbar y retirar del terreno rastrojos y
obstáculos, posteriormente se procede a trazar y picar el suelo de manera
localizada y a hacer las enmiendas y correcciones que se requieran de acuerdo
con el análisis de suelos y, por último, se siembran las plántulas aporcando
alrededor de ellas parte del suelo picado.
Las distancias de siembra usadas son de 3m X 3m para un total de 1100 plantas/
ha. y de 3m X 1.5 m para un total de 2200 plantas/ha. La elección del número
de plantas depende de las condiciones ambientales particulares, en especial,
de la fertilidad del suelo y de la humedad relativa. La siembra definitiva se
realiza cuando las plantas se encuentran completamente enraizadas, al inicio
de la estación lluviosa, garantizando así el buen desarrollo del material en el
campo. Si se siembra en época seca, las plantas deben ser regadas
abundantemente en las bolsas antes de ser llevadas al campo y, una vez se
hayan sembrado y aporcado, debe cubrirse el suelo alrededor de ellas con una
cobertura vegetal muerta (hojarasca. rastrojo, aserrín, etc.) que evite altas
temperaturas y pérdidas drásticas en la humedad del suelo.
Por su hábito de crecimiento trepador, la planta exige un sistema de tutorado
que le permita apoyarse y desplegarse. El esqueje seleccionado debe sembrarse
de 6-8 pulgadas de profundidad, pegada al tutor. Al mes se notará la emisión de
raíces adventicias que la fijarán al tutor. La época de siembra dependerá del
inicio de las lluvias, a menos que se utilice riego.
El sistema más aconsejado es el de espaldera en T, ya que se basa en el concepto
de desarrollo natural de la planta en donde las ramas productivas cuelgan sobre
las calles, lo que hace más fácil la recolección de la fruta. Otros sistemas de
tutorado empleados son árboles, piedras, emparrado bajo o camas, espaldera
y tradicional.
12
Figura 1. Sistema de tutorado de la Pitaya.
El material usado para la construcción de la espaldera debe ser fuerte y durable,
para lo cual se recomienda la utilización de postes vivos de especies tales como
nacedero o matarratón que, además de disminuir costos del cultivo, dan cierta
diversidad y estabilidad al agroecosistema y reducen la presión que se ejerce
sobre especies como la guadua. Además, en caso que los tutores sean vivos
pueden generar el sombrío necesario, pero también deben podarse para evitar
que interfieran con la penetración de luz solar, evitando la floración y producción
de frutos.
Sin embargo las estructuras en postes de cemento ofrecen una mayor duración,
lo cual a pesar de la alta inversión inicial justifica su uso. Cuando la estructura
no es lo suficientemente fuerte, la mata se cae y se cierra dificultando la
recolección, con lo cual las pérdidas se incrementan por fruta no recogida.
1.4. Labores culturales
Poda. Existen dos tipos de poda: a) De formación y mantenimiento de la
arquitectura de la planta y b) La sanitaria. La poda de formación se realiza en
plantaciones recién establecidas eliminándose todos los tallos o brotes que salen
hasta una altura de 60 cm de la superficie del suelo y dejando desarrollar uno o
dos tallos hasta que alcancen el extremo del tutor. Cuando la Pitaya se ha
desarrollado mucho, es necesario podar, para eliminar los tallos que se
entrecruzan entre las calles o surcos y que obstaculizan las labores culturales y
la recolección de los frutos. También se requiere de podas para inducir nuevos
rebrotes y formación de frutos.
13
Con la poda sanitaria son eliminados los tallos que se arrastran en el suelo para
evitar la infección. La poda de limpieza por otra parte, sirve para eliminar todos
los tallos enfermos, los cuales deberán ser enterrados o quemados.
Al realizar la poda es necesario desinfectar las herramientas, puede ser con
cloro u otro desinfectante con el fin de evitar que a través de ellas se diseminen
los agentes contaminantes.
Mantenimiento. Es una etapa que busca generar unas condiciones óptimas
para garantizar que el cultivo tenga una producción sostenible y rentable,
mediante la ejecución de las siguientes labores:
Amarre y orientación. Se hace con el fin de guiar la planta por la
espaldera. Dada la fragilidad y el peso de los tallos, se recomienda utilizar
materiales naturales como calcetas de plátano.
Fertilización. Hasta el momento no existen estudios que reporten las
exigencias nutricionales del cultivo; sin embargo, tanto las enmiendas del suelo
como la fertilización requieren de un análisis de suelo. Se ha podido determinar
que esta especie tiene altas exigencias de potasio, medias de nitrógeno y bajas
de fósforo. La planta responde muy bien a las aplicaciones de materia orgánica
y en general a todo tipo de fertilizantes naturales como humus, compost y
estiércol bien descompuesto, tratado con un material encalante. Sin embargo
también se han obtenido muy buenos con cultivos en arena. La fertilización
debe fraccionarse en dos aplicaciones por año, que deben coincidir
preferiblemente con el final de la estación lluviosa. La planta tiene una alta
tolerancia a los gases sulfurosos, lo cual ha sido aprovechado en Nicaragua,
donde los cultivos comerciales están ubicados en las pendientes de los volcanes.
La fertilización se realiza dependiendo de la topografía del terreno, así en
terrenos planos se puede fertilizar alrededor de la planta y en terreno con
pendiente, en forma de media luna en la parte superior.
La aplicación de fertilizante foliar ayuda al desarrollo de la planta en estado de
crecimiento y también favorece la floración y fructificación de las plantas en la
fase de producción. Según experiencias de campo, la aplicación de foliares
antes de las primeras lluvias, adelanta la floración y reduce la caída de flores.
Se ha encontrado buenos resultados de aplicaciones foliares en la etapa de
vivero para el desarrollo de nuevas plantas.
14
Como norma general se puede decir que el cultivo necesita 4TM de materia
orgánica/año, con los requerimientos presentados en la tabla uno, sin embargo
es mejor realizar el análisis de suelos para definir la programación de
fertilización.
Tabla 1. Requerimiento del cultivo en Kg/ha/año (elementos puros)
Para el caso de aplicaciones foliares, normalmente se realizan en Enero, Febrero
o Marzo siendo las horas frescas las mejores para aplicar, debido a que los
estomas se encuentran más abiertos en estas condiciones y la asimilación de
los mismos se mejora.
Manejo de malezas. Las malezas pueden ser muy perjudiciales para el
cultivo de la Pitaya, principalmente en las primeras etapas de la plantación,
inmediatamente después de la siembra o transplante, dado que en esta fase los
tallos de Pitaya están pequeños y en período de adaptación no tolerarían una
alta competencia por nutrientes.
Manejo fitosanitario. En el caso de Australia se reportan problemas
con pájaros, ratas o murciélagos, los cuales se comen la fruta. Allí también al
igual que en Centro América se reporta el ataque bacteriano por Xanthomonas
campestris, así como el ataque de insectos locales, el Dothiorella, hongo que
causa el pardeamiento de la fruta. En el caso de Nicaragua, para el año 1991, la
bacteriosis había acabado con la mayoría de los cultivos.
En Colombia los problemas fitosanitarios que limitan la producción de esta
especie vegetal son entre otros, la pudrición basal del fruto (para el cual no se
ha determinado el agente causal), la antracnosis (Colletotrichum sp), la mosca
del botón floral (Dasiops saltans), la mosca de la fruta (Anastrepha sp.) y los
nemátodos. Muchos de estos problemas sanitarios que presenta en la actualidad
15
el cultivo se han incrementado a causa de un manejo técnico incorrecto de las
plantaciones. Es recomendable que el manejo fitosanitario en el cultivo de la
pitaya esté orientado a la utilización de prácticas culturales y de controles
naturales y biológicos y, en casos excepcionales, al uso de agroquímicos, dado
que se corre el riesgo de alterar irremediablemente el ecosistema y de que
subsistan residuos químicos en el fruto.
1.5. Producción
Las plantas comienzan a producir sus primeros frutos al año o a los dos años
del trasplante, dependiendo de si se utilizan plantas producidas en vivero o
tallos, así como del sistema de cultivo y de la temporada en que se establezcan.
Su vida productiva es muy prolongada, mayor a 10 años, pues muchos de sus
tallos producen raíces adventicias que llegan al suelo, con las que se renuevan
o se convierten en nuevas plantas; sin embargo, cuando crecen sobre tutores
su vida útil termina con la muerte o caída de éstos, a menos que oportunamente
se reemplacen.
La pitaya amarilla (Selenicereus megalanthus) es más pequeña y de pulpa blanca
y más dulce que la pitaya roja.
En Nicaragua se reportan producciones de 10-12 t/ha en el quinto año de
producción, mientras que para las mismas especies en Vietnam se alcanzan
hasta 30 t/ha/año. En Colombia la producción se inicia a partir del segundo año
de establecido el cultivo, con un promedio de 3 o 4 frutos por planta. La
producción aumenta secuencialmente hasta el quinto o sexto año, hasta llegar
a 4,5 kg. promedio / planta, para un total de 4950 Kg/ha. (1100 plantas) o 9900
kg/ha. (2200 plantas). Aunque la producción es más baja, su calidad es mejor.
El peso de las frutas de plantas bien nutridas está entre 180 y 250 gramos. La
cosecha oportuna y bien realizada, así como el adecuado manejo postcosecha,
garantizan una mejor calidad del fruto a comercializar y un aumento de la vida
comercial del mismo. Una vez cosechados, los frutos exigen un tratamiento
cuidadoso a fin de evitar su rápido deterioro.
1.6. Cosecha y postcosecha
La tecnología poscosecha para este producto es incipiente y requiere de mayor
investigación. Sin embargo se cuenta tienen algunas recomendaciones generales
además de contar con la norma técnica ICONTEC NTC 3554, la cual resulta
bastante útil en las actividades de comercialización.
16
Stubbert y Mojica (1997) y Jirón (1997) recomiendan los siguientes cuidados al
cosechar la Pitaya, así como al acondicionarla:
La fruta en estado maduro se corta del pedúnculo con tijeras, sin afectar la corteza
de la misma.
Los frutos destinados a la exportación deben reunir una serie de características
tales como:
Sanos, sin manchas ni cicatrices o heridas. Deben presentar uniformidad en tamaño,
forma, peso y color. El tamaño, número y disposición de las brácteas debe ser
uniforme.
Estas se colocan en cajas plásticas en 2 ó 3 capas para evitar las magulladuras por
sobre carga. Posteriormente las frutas se llevan a la empacadora donde se introducen
en una solución de cloro a una concentración de 100 ppm. Se continúa con el
proceso de encerado y secado; posteriormente se realiza el empaque y clasificación
según el tamaño y peso.
En Colombia la fruta es tratada de manera similar, pero no se realiza el tratamiento
con cloro ni el encerado. Para la comercialización de la Pitaya se utilizan cajas de
cartón con un peso neto de 3.5 kg., recomendándose el uso de separadores entre
ellas para evitar el roce y daño de las frutas. Se ha determinado que el mejor
empaque para la fruta a nivel nacional es la canastilla plástica de 60 X 40 cm., con
un peso máximo de 13 kg. distribuido en 2 capas. En el ámbito internacional se
recomienda la utilización de empaques de cartón o de madera liviana con capacidad
de 9 a 12 unidades. El transporte de la fruta debe hacerse en vehículos apropiados
que presenten buenas condiciones higiénicas y que eviten la exposición del producto
al sol, al viento, a la humedad y que reduzcan las causas del daño mecánico, ya sea
por vibración, compresión o impacto.
1.7. Rentabilidad
El cultivo de la Pitaya es una actividad rentable, aunque sólo en el mediano y largo
plazo, pues las inversiones se recuperan al tercer año de establecida la plantación
y a partir del cuarto año comienza la obtención de utilidades. La asociación con
otros cultivos durante los dos primeros años es una estrategia que utilizan algunos
productores para acelerar la recuperación de las inversiones.
17
1.8. Usos
La importancia y el potencial de las Pitayas radican en su gran variabilidad genética,
su adaptabilidad a condiciones ambientales diversas, su productividad, su rentabilidad
y su demanda en los mercados regionales y en el mercado internacional. El uso
principal de la Pitaya es alimenticio; tradicionalmente la parte comestible ha sido el
fruto, aunque también se reporta el consumo de las flores como legumbre y
recientemente se propuso el uso de los brotes de los tallos como verdura para la
elaboración de guisos. La pulpa puede someterse a congelamiento, concentración,
deshidratación, fermentación, procesamiento térmico y preservación química.
Las posibilidades de industrialización realmente han sido poco estudiadas,
especialmente en el caso de la pitaya amarilla, ya que en la roja se han buscado
alternativas para la extracción de colorantes y pectinas contenidos en la cáscara.
La fruta es el producto más demandado, ya sea para consumirse como tal o para
ser utilizada en distintas preparaciones. La Selenicereus megalanthus contiene
captina, utilizado como tónico cardiaco, mientras que sus semillas contienen un
aceite de suave y seguro efecto laxante.
En la tabla de composición nutricional de la pulpa de la pitaya se encuentra que
esta fruta presenta un alto contenido de agua y carbohidratos y aunque sin mayores
atributos, si se le reconocen propiedades medicinales importantes. Su valor
energético es elevado (superior al de la zanahoria y la lechuga), la vitamina A es
reducida, las vitaminas B1, B2 y C están casi ausentes, tienen baja cantidad de
potasio, la presencia de fósforo es casi nula y su contenido de hierro es más elevado
que en la mayoría de las verduras (Castillo, Cálix y Rodríguez, 1996:39).
Tabla 2. Composición nutricional de la pitaya.
* Por 100 g. de fruta
Fuente: Tabla de composición de alimentos. ICBF. Sexta edición, 1992. INCAP y FAO
18
Los tallos también tienen un alto valor potencial como forraje para el ganado
mayor (ovino, bovino, caprino, etc.) y también es bien aceptado por pollos y
patos. En México, fracciones licuadas de tallos son utilizadas para el tratamiento
de afecciones de los riñones, la eliminación de amibas, para calmar el dolor de
cabeza y el cansancio de los pies, lavarse el cabello y eliminar la caspa; también
se aplica como desinfectante y para el tratamiento de llagas y tumores de la
piel.
Las flores recién cortadas de Selenicereus grandiflorus, en particular, son usadas
en la preparación de drogas, las cuales tienen un efecto espasmolítico sobre los
conductos coronarios y promueven la circulación de la sangre. Para este propósito
son cultivados en invernaderos. Con las flores se preparan infusiones que sirven
como tónico cardiaco.
2. COSECHA
Determinar con precisión el momento óptimo de recolección, permite la
programación de las actividades de cosecha y postcosecha, lo cual conlleva al
uso eficiente de los recursos tanto económicos, como humanos, asegurando la
entrega de un producto bajo los requisitos del mercado. Esto se verá reflejado
en la reducción de las pérdidas postcosecha y en el fortalecimiento de la cadena.
La recolección debe realizarse en las horas de la mañana, una vez que el rocío
haya desaparecido (con el fin de evitar la fermentación y el deterioro por
hongos), pero no extenderse a lo largo del día, en especial en días soleados,
para evitar el calentamiento de los frutos.
Para determinar el momento de cosecha, es importante conocer como se da el
proceso de formación y maduración del fruto. Para esto es necesario hacer el
seguimiento a las características de la fruta, desde el momento de su formación
hasta la obtención del fruto totalmente maduro. Con esta información se
construyen las curvas de maduración de la fruta, herramientas bastante útiles
en la determinación del momento óptimo de recolección.
Sin embargo antes de entrar a la construcción de estas curvas es importante
conocer algunos aspectos generales sobre el proceso de maduración de los
productos hortofrutícolas.
19
2.1. Maduración
La maduración es el proceso fisiológico de crecimiento y desarrollo de una fruta.
Esto es una transformación interna de la fruta, que finaliza en un producto con
sabor, aroma y color característico que lo hacen atractivo para su consumo.
Existen frutas que pueden continuar su proceso de desarrollo una vez
recolectadas, es decir pueden acentuar su sabor, aroma, color, mejorar su textura,
una vez retiradas del árbol. Por lo tanto tienen la ventaja de que pueden ser
recolectadas en estado verde o pintón y ellas seguirán madurando hasta alcanzar
niveles óptimos para su consumo. Este es el caso del aguacate, por ejemplo.
Esta frutas se conocen como productos climatéricos. Pero también se presenta
el caso contrario, es decir, frutas que una vez cortadas no pueden seguir
madurando, es decir su sabor dulce o aroma no va a mejorar, sino que por el
contrario comienzan a presentar una serie de reacciones que llevan a su
deterioro, reflejándose en el ablandamiento, pérdida de la turgencia y brillo y
sabor ácido, entre otras características. La única característica que puede cambiar
es el color, pero el sabor no mejorará. Estas frutas se conocen como no
climatéricas y la Pitaya hace parte de ellas. Por lo tanto estas frutas deben
recolectarse muy cerca de las características que exige el mercado y tienen que
ser comercializadas rápidamente y con mayor cuidado, para evitar que se
deterioren y alcancen a llegar al consumidor.
2.1.1. Cambios durante la maduración.
Los cambios más notorios durante la maduración de la frutas se reflejan en su
color, dulzor y dureza.
El cambio de color es lo más perceptible durante la maduración de muchas
frutas y es el criterio más utilizado para establecer su grado de madurez.
Los carbohidratos, como el almidón, son convertidos en azúcares, lo cual favorece
el sabor, la textura y la consistencia del fruto, haciéndolo más dulce y con mayor
aceptabilidad. Además se debilitan las paredes celulares, lo cual favorece la
textura y consistencia del producto, haciéndolo más blando y fácil de consumir.
Acidos orgánicos: son transformados en azúcares, reduciendo de esta manera
la acidez en las frutas maduras.
20
2.1.2. Momento óptimo de cosecha
El momento óptimo de cosecha está regido básicamente por el mercado, el cual
establece los requisitos que la fruta debe cumplir y por su puesto por la madurez
del fruto.
Los requerimientos del mercado o del consumidor. El mercado
de exportación implica niveles de manejo y calidad más altos, dado que las
distancias son más amplias y además se tienen mayores competidores, lo cual
exige continuidad en la entrega, mayores tiempos de conservación y buenos
precios.
Esta información debe ser obtenida a través de comunicación directa con el
mercado de destino o mejor aún si se ha establecido un contrato previo, donde
el comprador y el productor han definido las condiciones. Otra alternativa es la
consulta en entidades que manejan esta información.
La madurez fisiológica del fruto. La determinación del grado de
madurez que presenta un fruta es una actividad compleja en la que se necesita
conocer los extremos de la maduración, esto es el inicio de la maduración y la
senescencia o comienzo de la degradación. Por esta razón es importante hacer
un seguimiento a las características tanto físicas como fisicoquímicas del fruto,
desde el mismo momento de la formación del fruto hasta su senescencia o
muerte. En muchas de las frutas estos trabajos ya se han desarrollado y se han
establecido unos criterios que permiten conocer el grado de madurez que
presenta la fruta. Estos criterios se denominan indicadores o índices de madurez,
siendo el color el más utilizado por ser un método sencillo, rápido y económico,
pero también es el menos confiable, por lo cual debe combinarse con cualquiera
de los métodos presentados a continuación, para obtener mayor certeza.
Métodos temporales. Como su nombre lo indica hace referencia a indicadores
de tiempo, por ejemplo, el tiempo desde la floración o desde la siembra hasta la
maduración. Como se verá en las curvas de maduración, en el caso de la pitaya se
encontró que el tiempo desde la floración hasta la maduración del fruto está
alrededor de las 12 semanas.
Métodos físicos. Estos se refieren a características físicas de la fruta, como color
de la piel o corteza, color de la pulpa, llenado del fruto, presencia de hojas secas,
secamiento de la planta, facilidad de abscisión o separación, dimensiones,
consistencia (dureza), peso seco y fresco, gravedad específica y textura.
21
Entre los métodos fisiológicos se tiene el rendimiento de la pulpa, jugo o
almendra, la producción de etileno y la intensidad respiratoria, la cual se mide
en términos de mg de CO2/ kg de fruta por hora.
Los métodos organolépticos, están dados por características que pueden ser
percibidas por los sentidos, determinando su madurez por medio del sabor,
aroma, olor y color.
Entre los métodos químicos, el más conocido es el de los sólidos solubles o
°Brix (ºB), el cual es un indicador de la cantidad de azúcares que presenta la
fruta. Así a mayor cantidad de azúcares, mayor grado de madurez. También se
utiliza el pH, la acidez y el índice de madurez el cual está dado por la relación
entre el brix y la acidez. El contenido de vitaminas, ácidos orgánicos, almidones,
aceites y colorantes también pueden ser utilizados para tal fin.
En la norma técnica colombiana NTC 3554 para pitaya, se presentan las
características de color, grados brix, acidez, de acuerdo con el grado de madurez
que presenta la pitaya, por lo cual puede resultar bastante útil, en la
determinación del momento de recolección.
2.1.3. Curvas de maduración
El tener un conocimiento más preciso de las transformaciones que la fruta sufre
a lo largo de su proceso de maduración proporciona más elementos para tomar
la decisión sobre el momento adecuado para recolectar la fruta. Para esto se
realizó un seguimiento de los cambios de peso, dimensiones, acidez, pH, grados
brix e índice de madurez y respiración durante el proceso de maduración.
El momento de corte constituye un dilema para el productor, ya que en ocasiones
el mercado ofrece un precio atractivo, pero la fruta no ha alcanzado las
condiciones mínimas de calidad; o por el contrario, la fruta presenta estándares
altos de calidad pero el precio ofrecido es muy bajo. Por lo tanto en el primer
caso la fruta se corta antes de tiempo, sacrificando calidad y arriesgando el
mercado, mientras que en el segundo caso, si se espera a que el precio se
incremente, la fruta se puede sobremadurar y perderse. Para manejar esta
situación es importante conocer el proceso de maduración de la fruta, con lo
cual se puede determinar el tiempo que se puede adelantar o retardar la cosecha
de la fruta, garantizando la calidad de la misma y reduciendo las pérdidas.
22
En las siguientes fotos se pueden observar los cambios que va sufriendo el
fruto. El seguimiento se realizó desde el momento de la formación de la yema
floral hasta la obtención de un fruto maduro, con lo cual se tienen más elementos
para la determinación del momento de cosecha, ya que se pueden obtener dos
indicadores temporales, el tiempo desde la formación de la yema floral y el
tiempo desde la caída de la flor. La semana uno corresponde a la semana en la
cual se forma la yema floral.
Fruto en la semana cinco y seis
Fruto en la semana ocho y once
Figura 2. Formación, fecundación y caída de la flor
23
En la semana 10 se da la fecundación de la flor, mientras que en la semana once se da la
caída de la flor. Por lo tanto a partir de esta semana puede decirse que comienza a
desarrollarse
el fruto como tal.
En las fotos siguientes, puede observarse como van cambiando las características físicas de
la fruta, mientras que en la figura 4 estos cambios son representados mediante gráficas
donde se presenta la evolución del peso, la longitud, el diámetro y el volumen de la pitaya.
Frutas en la semana 13 y 16
Frutas en la semana 22 y 23
Figura 3. Formación y desarrollo del fruto de la pitaya.
24
En la semana 23 después de la formación de la yema floral o 13 semanas
después de la caída de la flor, el fruto ya ha desarrollado las características
organolépticas que la hacen atractiva para su consumo, aunque no ha llegado
al máximo nivel.
a)
b)
c)
25
Figura 4. Evolución del a) Peso b) Longitud c) Diámetro y d) Volumen de la
pitaya
El seguimiento realizado al peso y volumen muestran un crecimiento
relativamente constante, durante las primeras semanas de desarrollo,
acelerándose su cambio desde el momento de la caída de la flor. Con el diámetro
y la longitud, pasa lo contrario, el mayor crecimiento se presenta hasta el
momento de la caída de la flor. Estas características físicas son muy importantes
si se tiene en cuenta que el precio de la pitaya está dado por el calibre de la
misma, esto es peso y tamaño.
Con respecto a las características fisicoquímicas se observa como la fruta
presenta un crecimiento acelerado y constante, sin presentar ningún
comportamiento asintótico hasta los últimos días de la evaluación. Es decir que
después de 23 semanas de la formación de la yema floral o 13 después de la
caída de la flor, la fruta continua acentuando sus características organolépticas.
Figura 6.
En el caso de los grados brix, o porcentaje de azúcar, presentan un aumento
constante desde la semana 16, mientras que la acidez disminuye de manera
constante, hasta el último día de evaluación Es decir que la pitaya después de la
semana 23 puede seguir incrementando el contenido de azúcar, mientras que la
acidez puede seguir disminuyendo. Sin embargo la pitaya se acostumbra a
comercializar en estados de madurez 3 o 4, Figura 5., los cuales corresponden
aproximadamente a la semana 9 y 10 después de la caída de la flor o 20 y 21
después de la formación de la yema floral.
26
Figura 5. Grado de madurez para
la comercialización de la pitaya
a)
b)
27
c)
Figura 6. Evolución de a) Grados brix, b) Acidez e c)Indice de madurez
durante la maduración del fruto
2.2. Alistamiento de la Cosecha
Aunque el grado de madurez y los requerimientos del mercado constituyen un
parámetro decisivo para decidir el momento de corte, también deben tenerse
en cuenta otros factores, tales como la distancia al mismo, las condiciones de
transporte, además de factores de tipo logístico, como la disponibilidad de mano
de obra, elementos y herramientas, condiciones climáticas, entre otros.
La buena preparación, planeación, organización y realización eficiente de las
labores previas se reflejan en la rapidez de la cosecha, la disminución de las
pérdidas por daño, en el tiempo de vida postcosecha y por su puesto, en los
ingresos.
Alistamiento de personal. Es necesario asegurar la cantidad y calidad
del personal dedicado a esta labor. Por esto es importante determinar la cantidad
requerida y la capacitación del mismo. Es importante impartir instrucciones a
los operarios con el fin de unificar criterios sobre las características (color,
sanidad, tamaño) que debe presentar la fruta para su recolección, ya que esta
operación es determinante en la vida postcosecha de la fruta y requiere de alta
28
experiencia y concentración, dada la maduración no uniforme de las frutas. Por
lo tanto es recomendable tener presente las características de la fruta a
recolectar, ya sea a través de una tabla de color o de una muestra de referencia.
Además es importante asegurar la manipulación adecuada de la fruta, para
evitar maltratarla y la higiene de las personas, para evitar la contaminación de
la fruta.
Alistamiento de herramientas. Entre las labores recomendadas se
tiene:
Inventario sobre cantidad y estado de las herramientas equipos e
instalaciones existentes y necesarias para la cosecha.
Adquisición de los elementos faltantes.
Limpieza y desinfección de equipos, herramientas e instalaciones.
Despeje de las instalaciones para permitir la libre movilización.
Eliminación de materiales que puedan maltratar o contaminar la fruta.
3. POSTCOSECHA
3.1. Generalidades
Para tener mayores elementos de decisión en el momento de determinar el
manejo que se le debe dar a la fruta una vez recolectada, es importante conocer
como se comportan las frutas una vez retiradas de la planta.
Las frutas son estructuras vivas y por lo tanto se ven afectadas por las condiciones
del medio y el manejo que se haga de ellas. La falta de conciencia sobre este
aspecto hace que se exponga a temperatura y humedades relativas inadecuadas,
manejos bruscos que causan impactos, cortes, compresión y que aceleran los
procesos de respiración y transpiración de la fruta reduciendo su calidad y tiempo
de vida útil.
29
Una vez recolectada la fruta, pierde contacto con su fuente de alimento, por lo
cual la energía para seguir viviendo tienen que ser tomada de las reservas de
alimento. Por lo tanto, su tiempo de vida útil dependerá de la cantidad de
nutrientes que haya logrado almacenar y de la velocidad a la que los consume.
Cuando las reservas se agotan, la fruta comienza a deteriorarse, iniciando la
etapa de senescencia. La velocidad de deterioro esta determinada por la
respiración y la transpiración.
Respiración. Es el proceso mediante el cual la fruta toma el alimento
(azúcares, ácidos orgánicos, etc) almacenado y los transforma, con ayuda del
oxígeno, (O2) en agua, dióxido de carbono (CO2) y energía. Parte de esta energía
se almacena y parte libera en forma de calor, por lo cual el lugar donde se
tienen almacenados estos productos se calientan sino cuentan con una ventilación
adecuada.
La velocidad a la que una fruta consume alimento o respira, depende de
diferentes factores, entre los cuales cabe mencionar la temperatura y la
composición de la atmósfera.
La temperatura. Es el factor que mayor influencia ejerce en la velocidad de
respiración de la fruta. Las temperaturas altas aceleran el proceso de respiración
llevando rápidamente al deterioro de la fruta. Sin embargo las temperaturas
muy bajas también pueden ocasionar daño al producto, por lo cual es necesario
determinar la temperatura adecuada para cada producto. La Pitaya es una fruta
con una tasa de respiración relativamente baja, sin embargo debe ser mantenida
a baja temperatura, alrededor de los 10°C, máximo 15°. Por debajo de 7°
puede presentar problemas deteriorándose rápidamente durante el
almacenamiento o al exponerla a temperatura ambiente.
La composición de la atmósfera: Este es otro factor que incide en el
tiempo de conservación de la fruta. La reducción en el porcentaje de oxígeno
que rodea la fruta o el aumento del CO2 incrementa el tiempo de vida útil de
la fruta. Sin embargo, concentraciones muy bajas de oxígeno o muy altas
de CO2 pueden alterar el desarrollo de la fruta, originando olores y sabores
desagradables. Estos conceptos son la base de los sistemas de conservación
de la fruta en almacenamiento de atmósferas controladas y modificadas.
Transpiración. es la pérdida de agua, en estado de vapor, a través de
la corteza o cáscara. Esta pérdida de agua se traduce en una reducción del
peso y pérdida de turgencia del producto, desmeritando su calidad y valor
30
comercial para el mercado de productos frescos. La transpiración también
se ve afectada por diferentes factores siendo la humedad relativa el más
importante.
Si el aire que rodea la fruta tiene una humedad relativa baja, promoverá el
flujo de agua del producto hacia el medio, provocando su deshidratación y
pérdidas considerables de peso.
Figura 7. Pitaya deshidratada
En caso contrario, cuando el aire tiene una humedad relativa alta, el vapor
de agua puede condensarse sobre la superficie del fruto, favoreciendo el
desarrollo de microorganismos.
Además de la humedad relativa y la temperatura, es importante tener en cuenta
el caudal de aire sobre la fruta y el tiempo de ventilación, ya que si se combina,
aire de baja humedad relativa con caudales muy altos o tiempos de ventilación
prolongados, la fruta sufrirá una fuerte deshidratación.
Las barreras físicas. Son elementos que constituyen obstáculos que restringen
el libre paso del oxígeno, el CO2 y el vapor de agua hacia la fruta o de la fruta
hacia el medio. Esto reduce la velocidad de deterioro de la fruta. Los empaques
a base de polietileno, polipropileno, cloruro de polivinilo (PVC), y las ceras
constituyen las barreras físicas más utilizadas.
31
Figura 8. Pitaya en bolsa de polipropileno
Por lo tanto, el manejo adecuado de la temperatura, la humedad relativa, el
uso de empaques y el manejo cuidadoso de la fruta desde el mismo momento
de la cosecha favorece la conservación de la fruta, reduciendo en un alto
porcentaje las pérdidas que se dan durante la postcosecha.
Esta información aunque es muy general, provee de elementos que ayudarán
a dar un mejor manejo de la fruta, favoreciendo la conservación de la misma
por tiempos mayores.
A continuación se presentan las principales causas de las pérdidas
postcosecha, ya que su identificación permite tomar las medidas del caso
para reducirlas o evitarlas y además provee elementos para entender la
importancia de las operaciones postcosecha.
3.2. Pérdidas Postcosecha
Las pérdidas se pueden presentar como pérdida total del producto o como
disminución de su calidad, cualquiera de ellas se traduce directamente en
la reducción de su precio.
32
Esta pérdida de calidad puede ser ocasionada por diferentes causas, las
cuales pueden agruparse en tres grandes grupos, las de tipo mecánico, las
de tipo fisiológico y las ocasionados por ataque de plagas y enfermedades.
Daños mecánicos. Son los ocasionados por impactos, cortes, abrasión,
presión, originados en su mayoría por la manipulación inadecuada durante
el acondicionamiento, embalaje, empaque, transporte y almacenamiento.
Cortes o perforaciones: producida por objetos agudos; astillas, grapas o
clavos que dan lugar a la pérdida de agua y a la contaminación por
microorganismos. En el caso de la pitaya esto daños son muy comunes y
son ocasionados principalmente por la misma espina de la pitaya que no es
retirada.
Impacto (golpes). Durante la recolección y el transvase, los frutos no son
colocados en el recipiente sino que se dejan caer en él, las cajas o empaques
se manipulan de manera brusca en el cargue, descargue y transporte,
causando magulladuras al producto.
Abrasión (fricción): ocurre principalmente durante el transporte por carreteras
en mal estado o en vehículos inadecuados, ocasionando la fricción entre los
frutos, generando pérdidas de la epidermis con la consecuente pérdida de jugos
y facilitando la entrada a microorganismos.
Por esta razón sería favorable el uso de materiales como espuma o
separadores individuales en las canastillas de manera que eviten la fricción
e impacto entre las pitayas.
Compresión. Esta es una de las
causas de daño más comunes,
ocasionada por el uso de
recipientes de recolección muy altos
o profundos para el transporte de
la fruta, con lo cual la fruta que
queda en el fondo o base del
recipiente recibe todo el peso de la
fruta que queda en la parte
superior.
Figura 9. Pitaya con daño por
impacto y compresión
33
Daños fisiológicos: son aquellos relacionados con las actividades de
transpiración y respiración, las cuales van generando la pérdida de agua, así
como el consumo de las reservas alimenticias de la fruta.
La exposición directa de la fruta al sol, la falta de ventilación de los recipientes,
de los vehículos de transporte y de los lugares de almacenamiento, favorecen el
aumento de la temperatura, con lo cual la tasa de respiración y de transpiración
se incrementan, obteniéndose frutas deshidratadas, blandas, que se
descomponen rápidamente, generando sabores desagradables.
De otra parte cuando la temperatura es muy baja, el producto puede sufrir
decoloración interna y superficial, presentar áreas cafés endógenas, falta de
sabor, picaduras, descomposición o deterioro acelerado, maduración no uniforme
o ausencia de maduración, incidencia de patógenos y desarrollo de
enfermedades.
Los daños pueden observarse durante el almacenamiento o después de trasladar
el producto a temperatura ambiente.
La exposición a ambientes de alta humedad relativa, como la exposición a la
lluvia favorece el ataque de hongos y ablandamiento del producto.
Contaminación química: Almacenamiento de frutas con productos químicos o
utilización de canastillas contaminadas, ya sea por el transporte de fruta contaminada
o de productos químicos, sin un lavado y desinfección posterior.
Figura 10. Pitaya con daño por almacenamiento en condiciones
inadecuadas de temperatura y humedad relativa
34
Daños ocasionados por plagas y enfermedades. Generado por la exposición
del producto al ataque de insectos, roedores, pájaros y microorganismos; falta
de aseo en los lugares de acopio y almacenamiento o cercanía a focos de
contaminación, como depósitos de basuras.
Figura 11. Pitaya con daño por plagas y enfermedades
En la mayoría de los casos, las consecuencias no se ven reflejadas inmediatamente
sino unas horas después de ocurrido el daño, por lo cual generalmente los causantes
no son concientes del daño que están originando. Por lo tanto, es necesario el compromiso
35
de todas las personas involucradas con el manejo de la fruta, desde el
recolector hasta el expendedor final, con el fin de reducir las pérdidas a lo
largo de la cadena, garantizando que al consumidor llegue un producto de
óptima calidad.
Para lograr esto existen una serie de operaciones que aplicadas a la fruta
contribuyen a su conservación. Estas se conocen como operaciones
postcosecha o de acondicionamiento.
3.3. Operaciones Postcosecha
Entre las operaciones o prácticas básicas a realizar una vez recolectada la
fruta, para favorecer el mantenimiento de la calidad del producto, se tiene:
la selección, el pre-enfriamiento, la clasificación, el lavado y desinfección,
el secado, el empaque y el almacenamiento.
En el caso de la pitaya, se tiene una actividad particular, que se conoce
como desespinado y que tiene como fin retirar las espinas, características
de la pitaya amarilla.
Figura 12. Diagrama de operaciones postcosecha para el manejo de la pitaya
36
De otra parte también se incluyó el transporte, dado que es un actividad a la cual no se
le da la importancia que merece, pero que es causante de un alto porcentaje de los
daños que se presentan en esta etapa, tanto por el número de transvases que se
realizan, como por el tipo de recipientes que se utilizan para ello.
3.3.1. Selección
La fruta debe cosecharse sana, entera, de consistencia firme. Por lo tanto esta
operación busca separar los frutos que no cumplen con estas condiciones y por
ende no son aptos para la comercialización. En muchos productos hortofrutícolas,
la selección, se realiza en el mismo momento de la cosecha, desechando los
frutos que presentan daño severo, ya sea de tipo mecánico, físico o por plagas.
En el caso de la pitaya esta operación se realiza directamente en el lote. En
algunos casos en el mismo momento de la cosecha, recogiendo la fruta con
daño en otro recipiente; y en otros casos esta actividad se realiza el día anterior.
Esta fruta se comercializarla como de tercera, cuando hay escasez.
Esta fruta no debe dejarse en la planta porque puede convertirse en foco de
contaminación para el lote y además consumir energía que podría utilizarse en
frutas en buen estado.
Las frutas con problemas fitosanitarios no deben mezclarse con frutas en buen
estado, ya que la velocidad de propagación de las enfermedades es bastante
alta, por lo cual se corre el riesgo de perder toda la canastilla.
3.3.2. Desespinado
Para el buen desarrollo de esta actividad se recomienda realizar la recolección
en días secos y en horas de la mañana, después de que el rocío haya
desaparecido, ya que la lluvia o alta humedad favorece el desarrollo de hongos
y además dificulta el retiro de la espina. Tampoco es recomendable recogerla,
cuando la temperatura es muy alta, ya que esto acelera los procesos de
respiración y favorece la deshidratación de la fruta. Podría recogerse entre las
8 am y las 11 am y después de las 3 pm. Aunque debería programarse de
manera que en la tarde o en la noche solo se transportara la fruta.
Existen dos métodos que normalmente se utilizan en esta labor. El primero consiste en
realizar la recolección en dos etapas, es decir primero va un trabajador, desespinando
y después van los recolectores cortando la fruta. En el segundo caso el mismo trabajador
desespina y corta, algunos cortan primero y después desespinan.
37
Las herramientas utilizadas para esta actividad son tijeras para el corte y un
cepillo o brocha para el desespinado. La tijera no tienen ningún problema, solo
queda recomendar la desinfección periódica durante la recolección, con el fin
de evitar la dispersión de plagas y enfermedades. Con respecto al desespinado,
estas herramientas no resultan muy eficaces, ya que quedan espinas en la pitaya
y esto puede ocasionar el daño de la fruta.
Figura 13. Desespinado y corte de la pitaya con cepillo y tijera
El desespinado, es una etapa de las más importantes y delicadas en el manejo
de la Pitaya. Cuando el desespinado no se realiza de manera eficaz, las espinas
que quedan pueden causar daño mecánico a la fruta, facilitando la entrada de
microorganismos, lo que lleva a la disminución de su valor comercial, rechazo
en los diferentes mercados o a la pérdida total del producto.
38
Para el desespinado se tiene una propuesta,
que consiste en un guante de calibre alto,
construido en látex con un recubrimiento
especial de malla plástica, cuyo tejido facilita
el retiro de la espina. Esta malla va recubierta
por una delgada capa de látex translúcido que
refuerza la adhesión de la malla a la
estructura básica.
Como la base es un guante, esto permite
mayor movilidad a la mano, incrementando
su eficacia.
Figura 14. Desespinado con guante
Las evaluaciones realizadas con el guante y las herramientas tradicionales
mostraron una mayor eficacia del guante.
Para el corte, la tijera no tiene discusión pero es importante desinfectarla para
evitar la transmisión de enfermedades en el lote. Para esto puede utilizarse
hipoclorito de sodio, Merteck y Yodo, entre otros.
Una vez cortada y desespinada la pitaya, las labores continúan con el transporte
dentro del lote y hacia el punto de acopio.
39
3.3.3. Transporte
Esta es una actividad que no es considerada como una operación postcosecha,
pero hace parte de la recolección y merece especial atención, ya que el manejo
inadecuado de la fruta durante su transporte, se ha convertido en uno de los
puntos críticos del manejo postcosecha de muchos productos. En esta etapa el
producto recolectado es sometido a diferentes transvases, sufriendo golpes o
cortes, exposición por tiempos prolongados al sol y al agua, a insectos, a
roedores, a pájaros, a fuentes de contaminación provenientes del suelo, del
agua, del aire, además de los problemas que trae el uso de elementos no
adecuados para estas tareas.
La recolección la realizan en
diferentes recipientes, en su mayoría
profundos (de altura superior a los
40 cm), lo cual genera daños por
compresión en la fruta que queda
ubicada en la base del recipiente.
Buscando alternativas de solución
a este problema, identificado en
muchos de los cultivos, se
desarrolló un carro para el
transporte de la fruta a nivel de
campo. Con él se busca minimizar
los efectos anteriormente
mencionados. Este ha sido
probado en el caso de la pitaya
con excelentes resultados para
cultivos en terrenos con pendientes
mínimas.
Figura 15. Carretilla para el transporte de la fruta
Estructuralmente esta diseñado para soportar hasta 60 kg de peso, lo cual para
productos de alto peso, tal como la pitaya, es equivalente a tres canastillas,
cantidad máxima de fruta que un operario puede recolectar durante una jornada
de trabajo. Esto reduce sensiblemente los tiempos muertos de proceso, ya que
solo tiene que hacer un viaje desde el lote hasta el punto de acopio.
40
El carro permite la recolección del producto en la canastilla, reduciendo el número
de transvases; impide el contacto de la fruta o la canastilla con el suelo, evitando
su contaminación; el trabajo o esfuerzo físico del recolector se reduce, ya que
no tiene que alzar las canastillas sino que debe empujar o halar el carro, lo cual
implica menor esfuerzo.
Esta carretilla o carro presenta gran versatilidad, ya que se adapta a diferentes
terrenos y tareas. Puede ser utilizado para transportar la fruta desde el lote
hasta el punto de acopio o en las labores de poda o en la recolección de fruta en
mal estado.
Figura 16. Recolección de la Pitaya
Para contrarrestar la pendiente que presentan muchos de los terrenos donde
se cultiva esta fruta, la base o apoyo del carrito presenta dos brazos
independientes, con tres puntos de apoyo, lo cual permite darle mayor
estabilidad.
41
Los obstáculos, tales como zanjas de gran profundidad pueden ser fácilmente
superados, gracias al diámetro (tamaño) de la rueda y la posibilidad de
halar el carro.
La rueda tienen neumático con lo cual absorbe mucho mejor la vibración,
dada la poca uniformidad del terreno por donde se debe conducir.
Esta especialmente diseñado teniendo en cuenta el punto de agarre y distribución
de fuerzas, con el fin de darle mayor comodidad para su manejo y uso más
eficiente de la fuerza, además en su carga máxima, tres canastillas, no obstruye
la visión del trabajador.
Las dimensiones del carro permiten la máxima utilización del espacio, con lo
cual se facilita el transporte por calles angostas propias de las gran mayoría de
los cultivos.
Figura 17. Transporte hacia el punto de acopio de la pitaya
Recomendaciones para el manejo y mantenimiento.
Después de cada jornada de trabajo limpielo y desinfectelo y más si ha sido
utilizado para la recolección de fruta con daño sanitario.
No lo deje expuesto al agua y sol mientras no le este utilizando.
No coloque un peso mayor para el cual fue diseñado.
42
No lo utilice para el transporte de otros materiales peligrosos tales como
venenos, insecticidas, gasolina, entre otros
Mantenga la rueda con aire entre las 15 y las 20 libras para facilitar su
movimiento e incrementar su amortiguación.
3.3.4. Pre-Enfriamiento
Tiene por objeto reducir la temperatura interna de la fruta, lo más pronto posible
después de la recolección, con el fin de hacer más lentos los procesos de
maduración y degradación de la fruta.
El enfriamiento con agua o con aire constituyen las alternativas más utilizadas
para reducir la temperatura de la fruta cosechada.
El pre-enfriamiento con agua puede realizarse por inmersión o aspersión. En el
primero la fruta se sumerge en agua limpia y fría, (5°C) por 15 a 30 minutos,
mientras que en el segundo se pasa bajo regaderas, donde se rocía agua a
baja presión.
Cuando el enfriamiento se realiza con aire pueden utilizarse túneles de ventilación
o sistemas más sencillos, como cuartos o cámaras cerradas, con materiales
aislantes, un extractor y una cortina de humidificación. Esta última evita que el
aire además de remover el calor, deshidrate la fruta.
3.3.5. Limpieza y Desinfección
La limpieza. Se ocupa de la remoción de los residuos, impurezas y demás
suciedad visible. Puede realizarse por métodos secos como tamizado y cepillado;
o por métodos húmedos como inmersión o aspersión. Estos últimos son más
eficientes, pero requieren de un secado posterior para evitar el desarrollo de
microorganismos. Además exige un control escrupuloso del estado sanitario del
agua, de los equipos y herramientas utilizadas, la eliminación adecuada de los
desechos y el cuidado posterior del producto ya lavado.
Desinfección. Esta labor busca eliminar los gérmenes, los microorganismos y
las sustancias químicas residuales después de la limpieza. Para hacer una buena
desinfección es importante tener en cuenta el desinfectante, la concentración y
43
la forma de aplicación además de
tener el cuidado necesario durante
la manipulación y aplicación, dado
su grado de toxicidad y residualidad.
Esta es una operación poco
practicada por los productores de
pitaya, argumentando que esto solo
incrementa la velocidad de deterioro
de la fruta, favoreciendo el
desarrollo de hongos. Esta situación
puede ser ocasionada por una
desinfección ineficiente, lo que deja
microorganismos en la superficie de
la fruta, los cuales pueden
desarrollarse posteriormente, si
encuentran las condiciones que lo
favorezcan, esto es alta humedad y
temperatura. Por lo tanto es
necesario garantizar la eficiencia de
la desinfección y realizar un secado
posterior, además de almacenar la
fruta en lugares frescos y limpios.
Figura 18. Pitaya sin limpiar y limpia
Para evaluar la eficacia de la desinfección, se evaluaron los desinfectantes
más comúnmente utilizados (hipoclorito de sodio, Mertec, Derosal, la cera y
las combinaciones entre ellos), en las dosis recomendadas por el fabricante,
encontrando resultados semejantes para todos ellos. Por lo tanto por costos
puede recomendarse el hipoclorito de sodio, utilizando una dosis del 5% en
volumen del hipoclorito comercial, aunque en el caso de la pitaya el Merteck
es ampliamente utilizado y conocido.
Aunque la desinfección puede realizarse sumergiendo toda la fruta en la
solución desinfectante, también puede tratarse solamente la parte donde
generalmente se origina el daño, esto es alrededor del punto de corte. Con
esto se realiza una desinfección más localizada, más eficaz y se reducen
las exigencias del secado y las posibilidades de desarrollo de hongos en el
resto de la fruta.
44
Sin embargo se tiene una propuesta para mejorar el contacto de la fruta
con la solución y realizar el secado posterior en el mismo equipo.
El principio es colocar la fruta dentro
de un cilindro y en una batea la
solución de desinfectante, de tal
manera que el tambor gire
lentamente, para no maltratar la
fruta, manteniendo siempre
sumergida la mitad del tambor en la
batea. Esto facilita el contacto entre
al solución y la pitaya. Después en el
mismo equipo se hace el secado de
la fruta, evacuando el agua de la
batea y poniendo en funcionamiento
el ventilador que se encuentra en la
parte superior de la estructura.
Por lo tanto en esta estructura se
puede llevar a cabo el pre
enfriamiento, la desinfección y el
secado de la pitaya de manera
simultánea.
Figura 19. Lavadora y secadora de pitaya
Aquí lo importante es recalcar que si la fruta se va a limpiar con agua es
importante secarla o sino es mejor limpiarla con un cepillo y dejarla así. Aunque
esto no garantiza la eliminación de los microorganismos es mejor hacer esto y
no lavarla, desinfectarla y dejarla mojada, porque esto favorecen el desarrollo
de hongos.
Sin embargo no es solamente la fruta la que debe someterse a procesos de
limpieza, el orden, la higiene y la limpieza de todos los implementos de
protección y trabajo (uniformes, guantes, delantales), de la infraestructura
(salas o mesas de despitonado, clasificación, aireación, secado, pre-
enfriamiento y almacenamiento), de la herramienta y en especial del
personal, son aspectos de gran importancia a lo largo de todo el manejo
cosecha y postcosecha de la fruta. Además es importante separar el área
de trabajo de la de servicios, para evitar la contaminación de los productos.
Estas medidas contribuyen a la reducción del daño y pérdida de la fruta.
45
3.3.6. Secado
El exceso de humedad superficial de los productos hortofrutícolas favorece el
ataque de microorganismos, en especial de hongos, por lo cual es necesario
retirar esta humedad antes de llevarlos al almacenamiento.
La mayoría de las frutas se dejan escurrir en la mismas canastillas, lo cual es
una buena opción cuando se tiene una ventilación natural adecuada y se realicen
en lugares alejados de focos de contaminación.
Si el producto presenta alta susceptibilidad al daño por humedad, puede utilizarse
la ventilación forzada con aire caliente o túneles de secado.
La exposición de la fruta al aire libre es el método más utilizado para el secado de la pitaya,
cuando realizan la limpieza y desinfección en húmedo. La mayoría de las veces la pitaya es
dispuesta en canastillas, mientras que en otras ocasiones la dejan a granel.
Figura 20. Secado a granel de la pitaya
3.3.7. Clasificación
Consiste en separar los frutos sanos y limpios en grupos con características
similares de tamaño, color, firmeza, textura y apariencia.
46
Las variables de selección, clasificación, presentación y empaque deben ser
definidas claramente por el comprador o el mercado, con lo cual se puede
planear tanto la cosecha como la postcosecha, aumentando los rendimientos
de estas labores y asegurando la entrega de una fruta acorde con las
exigencias del mercado. Estos requisitos deberían estar definidos por medio
de un contrato de suministro, de un acuerdo mutuo o por un análisis de
mercado en el cual se establezcan los parámetros de calidad, programación,
cantidad, frecuencia y oportunidad.
La pitaya es recolectada en estados de madurez 3 y 4 generalmente, con el
fin de disponer de mayor tiempo para su comercialización y evitar que se
pierda en la planta, ya sea por el ataque de pájaros o de cualquier otra
plaga o enfermedad. Por lo tanto no es común la clasificación de la fruta
por grado de madurez. El criterio utilizado para esta operación es el calibre
o tamaño. En esta cadena se manejan tres tamaños, que catalogan la fruta
como extra, primera y segunda. La fruta que presenta daños fitosanitarios
graves, como estados avanzados del hongo o que son muy pequeñas o
presentan cortes o daños mecánicos se clasifican en un último grupo o
terceras, el cual se comercializa a muy bajo precio.
Esta clasificación se realiza manualmente a criterio del trabajador, quienes
dada la experiencia en esta tarea, no cometen mayores errores. Sin embargo
en jornadas largas, el cansancio natural ocasionado por la atención que
demanda esta tarea, la postura inadecuada mientras realizan el trabajo, al
no contar con la infraestructura y espacio que les proporcionen una mínima
comodidad, hace que la eficiencia sea menor y el error pueda incrementarse
al final de la jornada. Para esta operación también se tiene una propuesta
para dar mayor comodidad al trabajador reduciendo los problemas
anteriormente mencionados.
El implemento es una estructura que está calculada con todos los parámetros
ergonómicos que permitan a la persona ubicarse cómodamente y realizar el
trabajo con mayor facilidad, ya que todo le queda al alcance y no tiene que
realizar movimientos bruscos o extremos, aumentando su rendimiento y
protegiendo su salud.
47
Figura 21. Implemento para la clasificación de la pitaya
Teniendo en cuenta que se manejan tres tamaños o calibres ajustados a los
requisitos del mercado, en la escala de la balanza se fijaron estos tres
niveles, utilizando colores diferentes, lo cual permiten una rápida
clasificación. Las canastillas llevan el mismo identificador de color que la
balanza, de manera que se reduce el error en la clasificación.
Figura 22. Balanza acondicionada para la clasificación de la pitaya
48
Este implemento constituye una alternativa económica, de muy fácil
operación, mantenimiento y transporte. Además de dar mayor comodidad
al trabajador, presenta otras ventajas entre las cuales cabe mencionar:
Permite la adecuación de balanzas de diferente capacidad, con lo cual la
gama de aplicaciones puede extenderse
Aunque se recomienda que permanezca en el punto de acopio de la finca,
es fácilmente transportable, lo cual facilita su uso por diferentes
productores
A pesar de su robustez, sus dimensiones y peso la hacen fácilmente
maniobrable
Es muy flexible en términos de la facilidad de adaptación para diferentes
productos
Su limpieza y mantenimiento es mínimo
En su diseño se consideraron aspectos ergonómicos y antropométricos
que dan total comodidad al operario.
Recomendaciones para su utilización
Haga una limpieza y desinfección periódicas.
Coloque la canastilla que contienen la pitaya de categoría extra (mayor
peso) en la base de la estructura, lo cual le confiere mayor estabilidad.
Mantenga la espalda recta mientras trabaja.
Levántese periódicamente para mantenerla circulación en las piernas.
No suelte ni arroje la fruta dentro de la canastilla, sino colóquela con
cuidado para evitar el maltrato de la misma.
No golpee la balanza para evitar que se descalibre.
49
Antes de comenzar la jornada, asegúrese de que la balanza este calibrada.
Antes de cualquier pesaje, asegúrese que la balanza este en cero.
Para calibrar la balanza puede utilizar por lo menos tres objetos de peso
conocido que estén muy cercanos a los extremos de medida de la balanza
y un peso intermedio.
La segunda propuesta corresponde
a una clasificadora mecánica,
recomendada para altos volúmenes, es
decir en picos de cosecha. Presenta
mayor capacidad, velocidad y
complejidad desde el punto de vista
de precisión y control, pero de fácil
operación y mantenimiento.
Figura 23. Clasificadora mecánica para pitaya
En términos de inversión inicial, es
más costosa, exige un manejo más
cuidadoso dados los mecanismo
que la conforman, sin embargo las
dos presentan una alta flexibilidad,
ya que pueden ser ajustadas a
diferentes productos.
Estas herramientas resultan
bastante útiles, especialmente en
la obtención de certificaciones de
calidad, ya que corresponde a
operaciones o procesos totalmente
cuantificables, confiables y
objetivos.
50
3.3.8 Empaque
Las funciones básicas que debe cumplir un sistema de empaque y embalaje
son:
Proteger contra daños mecánicos (compresión, vibración, abrasión, golpes,
etc.); contra pérdidas de humedad (deshidratación) y; contra contaminación
y daño por microorganismos, pájaros y roedores. Además puede
proporcionar una atmósfera modificada benéfica.
En cuanto a la logística de la comercialización, el empaque debe exhibir el
producto ante los ojos del comprador, promover las fortalezas del producto
y debe efectuar la venta con plena satisfacción para todos los integrantes
de la cadena de comercialización.
Características del empaque. Los materiales de empaque no debe
afectar las características organolépticas del producto ni causar daño al
consumidor, deben ser resistentes para que protejan la fruta de daños
mecánicos y faciliten su apilamiento, transporte y almacenamiento, deben
ser fáciles de limpiar y desinfectar.
Además de tener un tamaño uniforme y proteger el producto, el embalaje
debe reunir otros requisitos, tales como:
Fácil de transportar y ocupar mínimo espacio cuando esté vacío, (cajas de
plástico telescópicas, cajas de cartón abatibles y sacos de fibra, papel o
plástico)
Figura 24. Empaques para la comercialización de fruta
51
Deben ser fácil de armar, llenar y cerrar, económicos con respecto al precio
del producto que transporta y a su posibilidad de reutilización, deben pesar
poco pero tener una capacidad alta. La ventilación también es un factor a
tener en cuenta, tanto en el transporte como en el almacenamiento,
especialmente para evitar la acumulación de calor y de dióxido de carbono.
Para la comercialización de la pitaya se utilizan las cajas de plástico de 60
* 40 *25 cm, las cuales tienen una capacidad de 20 kg. y un peso de 2
kilogramos. Para el mercado de exportación se maneja la caja de cartón
telescópica de 6 kg de capacidad. Estos empaques pueden observarse en la
norma técnica colombiana NTC 3554.
Los estudios sobre empaque se han combinado con los de almacenamiento,
buscando tiempos de vida útil más prolongados. Se han probado películas
de polietileno y polipropileno perforados y sin perforar, para el
almacenamiento de pitaya verde y pintona. Los resultados de estos estudios
se presentan en la siguiente sección.
3.3.9. Almacenamiento
El almacenamiento de productos frescos, busca incrementar la vida útil,
asegurar una oferta constante y reducir la oscilación en los precios.
Existe gran variedad de formas de almacenamiento las cuales tienen en
común la disminución de los procesos fisiológicos, como la respiración y la
transpiración; y con ello reducir la velocidad de degradación de la fruta a
través del control de la temperatura, la humedad relativa, la concentración
de gases como el CO2, etileno y O2. Su eficiencia se mide por la cantidad de
tiempo que puede mantenerse la calidad del producto.
Tipos de operaciones de almacenamiento:
Almacenamiento natural. Los productos se conservan sin ningún
tratamiento artificial. El fruto se deja en la planta por tanto tiempo como
sea posible, retrasando la cosecha.
Almacenamiento artificial. Se proporcionan condiciones para prolongar
el aprovechamiento del producto. Entre estos se tienen el tipo subterráneo
o sótano y el almacenamiento sobre tierra o bodegas, en el cual la
52
bodega debe construirse con aislante adecuado contra la radiación solar
y debe permitir la entrada de aire frío durante la noche.
Factores que afectan el almacenamiento
Las magulladuras, picaduras, cortes y otras lesiones mecánicas producen
daños mayores, que reducen la vida de un producto en almacenamiento.
Pre-enfriamiento. Permite reducir la carga de refrigeración, aumentando la
capacidad del sistema de almacenamiento.
Limpieza. Las condiciones antihigiénicas de las bodegas aumentan las pérdidas
debido a que prevalecen organismos que causan pudriciones. Por su puesto
la fruta también debe almacenarse limpia y desinfectada.
Variedad o estado de madurez de la cosecha. Los productos cosechados en
estado de madurez avanzado tendrán una vida de almacén corta.
Temperatura de almacenamiento. Es el factor ambiental más importante a
controlar durante el almacenamiento. Es necesario buscar la temperatura
suficientemente baja que reduzca al velocidad de los procesos de degradación
de la fruta, pero que no cause ningún tipo de daño a la misma.
Humedad relativa de almacenamiento. Una humedad relativa alta permite
reducir la transpiración y la pérdida de agua en los productos, pero puede
causar condensación, favoreciendo el crecimiento de hongos en la superficie,
germinación y pérdida total de la calidad de los productos.
Composición de la atmósfera de almacenamiento. La reducción de la
concentración de oxígeno (O2), el aumento de la concentración dióxido de
carbono, (CO2) o la combinación ambas situaciones, favorece la conservación
de la fruta por mayor tiempo.
Almacenamiento en atmósfera modificada y controlada
Corresponden a almacenamiento del producto en empaques o cuartos en los
que los niveles de dióxido de carbono, (CO2) son más altos que en el aire,
mientras que los de oxígeno (O2) son menores.
53
Los empaques son los medios más utilizados para alcanzar las atmósferas
modificadas, ya que constituyen una barrera para el libre movimiento de los
gases. Esta barrera depende del material del empaque y de la velocidad del
aire alrededor del producto.
En las pruebas desarrolladas se han evaluado películas de polietileno (PE) y
polipropileno (PP), perforados y sin perforar, para el almacenamiento de
pitaya verde y pintona tanto a temperatura ambiente como refrigerada (10°
C). El almacenamiento de la pitaya a temperatura ambiente, 22°, empacada
en bolsas de polietileno y polipropileno no mostró resultados favorables. En
el caso de la pitaya refrigerada se alcanzaron tiempos de conservación de la
fruta de 21 días en buenas condiciones, para todos los tratamientos.
Las pitayas verdes presentaron una velocidad de deterioro menor que las
pintonas, pero sin mayor diferencia por el uso de empaques, presentando
mejores características al final del ensayo, en el día 30.
Figura 25. Pitaya con daño por almacenamiento inadecuado
La única ventaja que mostró el uso de empaques fue la reducción en la pérdida
de peso de la fruta durante el almacenamiento, como se puede observar en la
Figura 26.
54
Todos los tratamientos corresponde a pitaya verde. El T1 corresponde a pitaya
a Temperatura ambiente, T2 a pitaya refrigerada, T3 y T4 a pitaya en bolsas de
PE sellada y perforada y el T5 y T6 a pitaya en bolsas de PP selladas y perforadas
respectivamente.
Figura 26. Pérdida de peso de la pitaya almacenada en PE y PP.
En estudios realizados previamente se
encontró que la pitaya no debe
almacenarse a temperaturas por debajo
de los 7°c, ya que esto origina daño a
la pitaya, por lo cual se recomienda
almacenarla temperaturas superiores a
esta pero inferiores a los 10°.
Con respecto a la humedad relativa se
recomienda que este alrededor del 85%,
ya que a valores menores, la fruta se
deshidrata perdiendo peso y presentando arrugamiento. Sin embargo, alcanzar
estas condiciones en las zonas de producción, regiones de alta temperatura y
bajo humedad, no es sencillo y más aún si no se cuenta con los recursos
económicos necesarios para la implementación
de sistemas de refrigeración convencionales.
Buscando ofrecer alternativas que permitan
acercarse a estas condiciones de humedad y
temperatura, se diseñó un prototipo para el
almacenamiento de la fruta, en el cual se
obtuvieron temperaturas de alrededor de 18° en
el día y humedades relativas de alrededor del
85%, a lo largo del día.
Figura 27. Cuarto de Almacenamiento
Basados en este prototipo se diseño y construyó
un cuarto de almacenamiento en el cual la paredes
se aislaron con icopor de alta densidad y se instaló
un extractor para facilitar la remoción del aire
caliente y facilitar la ventilación además de una
cortina de humidificación para mantener la
humedad relativa en los valores recomendados.
55
3.3.10. Otras operaciones
Encerado. Es una operación aplicable en algunas frutas y hortalizas que
contribuye a reducir su deshidratación al crear una barrera que limita la pérdida
de agua. En algunas ocasiones puede añadirse algún desinfectante a la cera
para proteger al producto de los
microorganismos. El encerado es una práctica
común en los cítricos y se ha venido expandiendo
hacia otros frutos.
Figura 28. Pitaya encerada
Con la pitaya se hicieron
ensayos con diferentes
ceras, entre la cuales
estaba la carnauba, la
parafina, la colofonia, sin obtener mayores ventajas
en cuanto a tiempo de vida útil.
Transporte en canastilla. Para reducir el daño por fricción y compresión durante
el transporte, se está evaluando el uso de separadores de espuma y de tubos
de polietileno espumado que eviten el maltrato de las mamilas. Por supuesto el
peso y volumen que ocuparían debe ser mínimo frente al ocupado por la fruta.
Figura 29. Pitaya en canastilla con separadores de espuma
56
4. COMERCIALIZACION DE LA PITAYA
Hace 20 años, la pitaya era una fruta silvestre que se encontraba trepando
sobre árboles grandes, palmeras, muros y piedras. A comienzos de la década
de los 80, dadas las expectativas que se generaron en los mercados
internacionales por este producto, se convirtió en un cultivo con alto potencial
económico para llevar a cabo procesos de diversificación de las zonas cafeteras
del país.
Este desarrollo se vio frenado por el cierre del mercado japonés en 1989, como
resultado de la detección de larvas de mosca de la fruta en algunos embarques
de pitaya colombiana. A esto se sumó la inexistencia de un mercado nacional
que pudiera absorber la producción y al desarrollo de problemas de carácter
fitosanitario que redujeron la productividad y calidad del cultivo, disminuyendo
su rentabilidad.
Como consecuencia, el área sembrada en pitaya en el país cayó significativamente
de tal manera que hoy, según CORPITAYA, sólo hay sembradas 118 hectáreas.
No obstante, Colombia ha exportado pitaya a los mercados europeos (en donde
no existen barreras fitosanitarias) en forma continua y fue el único proveedor,
hasta finales de 1998, cuando Israel comenzó a enviar cantidades pequeñas al
mercado, como resultado de las investigaciones que sobre la fruta se han
realizado en ese país.
En el caso de Colombia, el tratamiento cuarentenario con vapor de agua caliente
para la pitaya desarrollado por el ICA y la Agencia de Cooperación Técnica de
Japón (JICA) facilitará, nuevamente la apertura del mercado japonés para la
fruta colombiana. Por su parte, los mercados europeos siguen otorgándole las
mejores posibilidades de éxito a esta fruta y confiando en contar con una oferta
más estable y en volúmenes atractivos para desarrollar en firme el mercado.
Asimismo, Canadá y Estados Unidos se perfilan como países con un interesante
potencial de mercado para la pitaya colombiana.
El área cultivada en el país con pitaya ha evolucionado en forma negativa. En
1990 se contaba con aproximadamente 1017 has. en 1992, con 835 y, en 1996,
con 255 has. Se estima que en 1997 el área sembrada en pitaya fue de
aproximadamente 200 has, siendo los departamentos de Cundinamarca, Valle
del Cauca y Tolima los que más área destinan a su cultivo.
57
La oferta de la pitaya en Colombia es estacional, presentándose una cosecha
principal en los meses de febrero a abril y una secundaria en los meses de
octubre a noviembre. Sin embargo, es importante anotar que las plantas bien
manejadas pueden generar fructificación durante todo el año. La producción se
destina principalmente al mercado en fresco. En el ámbito internacional, esta
fruta ha tenido una gran acogida, en particular en Europa, Japón y Estados
Unidos, a tal punto que ha llegado a ser denominada «el kiwi latino».
4.1. Mercado Nacional
En el mercado nacional, la pitaya continúa siendo una fruta desconocida, de
alto precio, lo cual genera un consumo bajo.
En las plazas mayoristas de Corabastos (Bogotá), Cavasa y Santa Helena (Cali)
la pitaya se transa en forma permanente, mientras que en Medellín sólo se
transa en las épocas de producción (enerofebrero y septiembreoctubre);
en Pereira sólo se transa en forma ocasional y en Barranquilla sólo se vende a
través de los supermercados.
En la comercialización de pitaya participa un número reducido de mayoristas,
que simultáneamente manejan otras frutas. Los principales compradores son
las cadenas de supermercados, aunque también la adquieren restaurantes,
fruterías, vendedores ambulantes y clientes particulares. Al mercado mayorista
llega fruta pintona y madura de diferentes tamaños y se maneja en canastillas
plásticas de 22 kilos netos.
4.1.1. Comercialización de pitaya en fresco en los principales
supermercados de Bogotá.
El estudio fue realizado en supermercados Exito, Olímpica, Makro, Alkosto y
Carrefour Carulla, Colsubsidio y Cafam, quienes comercializan la pitaya amarilla.
Los proveedores son principalmente mayoristas y productores; y en menor grado
agentes compradores y cooperativas. Pero no pueden precisar el municipio
proveedor.
Se identificaron épocas de escasez entre abril y mayo y entre noviembre y
diciembre, por lo cual no se cuenta con una oferta, calidad y precios estables. El
precio de venta oscila de manera significativa dependiendo de la época del año
y de la calidad de la fruta.
58
La mayoría de los supermercados de cadena ofrecen la pitaya en todas las
sucursales de la ciudad, sin importar el ingreso de la zona; aunque hay algunos
que segmentan la oferta hacia los lugares de ingreso medio y alto.
Las compras de pitaya por parte de los supermercados se realiza pensando
básicamente en las ventas de fin de semana que son las que registran mayor
movimiento. También influye en la compra, la capacidad de almacenamiento de
los supermercados. Aquellos que manejan mayor tecnología en el
almacenamiento de la fruta están en capacidad de hacer una sola compra,
mientras que otros tienen que hacer dos compras por semana. También existen
políticas de compra en las que se prefiere recibir pequeñas cantidades de fruta
(20Kg) a diario para evitar que se queden pitayas sin vender.
Las cantidades máximas que llegan a comprar los supermercados dependen de
los clientes que atienden y del tamaño de la cadena. En el caso de Makro, los
clientes son institucionales, por lo que la unidad de venta mínima contiene dos
kilos. El tamaño del mercado de pitaya puede estimarse entre 4250 y 5900 kg
de fruta por semana, siendo este el tope máximo de la época de abundancia.
Tabla 3. Máxima cantidad de pitaya que los supermercados compran por semana.
Los supermercados exigen que la pitaya esté de pintona a amarilla, sin plagas
ni enfermedades. Carulla y Cafam son exigentes con el tamaño, mientras que el
primero exige un diámetro mayor a 8 cm el segundo exige que la fruta sea de
calidad extra. Sin embargo, en escasez hay tolerancia con los defectos ya que
las pitayas se exhiben pardeadas, marchitas, muy verdes y con manchas naranjas.
Los supermercados que tienen como política segmentar la oferta optan también
por ofrecer las mejores pitayas, en tamaño y sanidad, en las zonas de ingreso
alto, pues el precio alcanza los $13000 y $20000/kg en escasez, mientras que
en abundancia oscilan alrededor de los $7500/kg. En sectores de ingresos más
bajos el precio de compra en escasez oscila entre $10000 y $15000/kg, mientras
que en abundancia oscila alrededor de los $5500.
,
59
En la mayoría de los casos la pitaya se exhibe sin refrigeración y a granel, sólo
en el caso de Makro, se ofrece empacada en malla y refrigerada. La fruta se
somete al menor número de operaciones posibles, es decir se recibe, se
almacena, se despacha y se exhibe en los diferentes puntos de venta. Cuando
se vende a granel se recibe en canastilla plástica de 8 a 10 Kg y cuando se
vende enmallada se exige que el proveedor la suministre de tal forma. Es decir,
la fruta se presenta al cliente básicamente como la entrega el proveedor.
Los proveedores hacen compartir la carga de pitaya con otras frutas como
guanábana, melón, guayaba, granadilla y mandarina; ya que en ningún caso los
supermercados acostumbran a comprar camiones completos como los que suelen
ofrecer los agricultores que llegan a las plazas mayoristas.
Se identificó el empacado de la pitaya como una opción interesante a desarrollar,
pero encuentran que el precio induce a preferir la unidad. Con respecto al
encerado, afirman en su mayoría no haber recibido ninguna oferta, sin embargo
CARULLA experimentó con cera y concluyó que los defectos de apariencia eran
más notorios en la pitaya encerada.
El tiempo de rotación de la fruta se encuentra entre 2 y 3 días, mientras que el
tiempo de conservación entre 4 y 8 días, siendo este último valor para Makro
donde la pitaya se exhibe refrigerada. Cuando las ventas se deprimen en la
época de abundancia, la pitaya se sobremadura y se pudre lo cual genera una
pérdida de fruta entre el 1 y el 5%.
Entre los aspectos positivos de la pitaya, se identificó la imagen especial que la
fruta imprime a la sección de frutas y la buena rotación que tiene cuando el
precio es razonable.
En cuanto a los aspectos negativos mencionaron la variabilidad de precios
dada su estacionalidad. Los principales clientes de la pitaya en los
supermercados son consumidores mayores de alto ingreso, que la compran
principalmente por sus propiedades medicinales.
En opinión de los representantes de las cadenas encuestadas, el consumo
de pitaya en Colombia podría aumentarse a través de campañas
promocionales que eduquen al consumidor sobre las propiedades de la pitaya
(más allá de las medicinales) y mediante degustaciones en el punto de venta.
Asimismo, anotaron que estas campañas deben ser un esfuerzo conjunto
entre los proveedores y las cadenas de supermercados y que su éxito estaría
en función de se pueda ofrecer la fruta a precios más cómodos y estables,
60
lo que implica el desarrollo de acuerdos con los productores para el
suministro de la fruta1.
Para convertirse en proveedor de algún supermercado es importante
ajustarse a las exigencias de cada uno en cuanto a calidad, cumplimiento
en horarios y cantidades y con algunos documentos oficiales como los de la
Cámara de comercio, fotocopia del NIT y RUT, entre otros.
4.1.2. Comercialización de pitaya en fresco en Corabastos
y en dos plazas menores de Bogotá (Paloquemao y Siete de
Agosto)
La Pitaya que se comercializa en estos lugares proviene principalmente de
municipios como Candelaria, (Valle del Cauca); Fusagasugá, Arbelaez,
Anolaima, Sasaima, Villeta, Choachí, Tena, Pasca, La Mesa y Cachipay
(Cundinamarca); y de Chitaraque, (Boyacá).
Tanto en la plaza mayorista como en las menores la identifican como costosa
y escasa. La época de abundancia tiene lugar principalmente en enero y
febrero y en menor grado en julio y agosto.
En Corabastos, los vendedores le compran la fruta principalmente a productor
y en segundo lugar a cooperativa. La frecuencia de compra y las cantidades
que se transan varían según la época del año, en época de abundancia
pueden comercializarse cantidades superiores a la tonelada por semana.
El precio de compra también está asociado a la época del año y a la calidad
(tamaño y sanidad) de la fruta. Las categorías de calidad que se identifican
son extra, primera, segunda, tercera e incluso cuarta, ésta última con alto
grado de deterioro y un tamaño menor a 8 cm de longitud. En abundancia
un vendedor de Corabastos compra un kilo de fruta entre $2000 y $3000,
mientras que en escasez el precio oscila entre $8000 y $12000. El precio de
venta al público se encuentra entre el 10 y el 25% por encima del de compra.
La pitaya llega en camiones sin compartir el transporte con otras frutas y en
canastillas de 20 a 25 kilos. Generalmente se compra pintona y libre de
hongos, aunque en las épocas de escasez tales exigencias suelen pasar a
un segundo plano.
61
El tiempo de rotación es muy variado, se encuentra entre 1 y 8 días
dependiendo si hay escasez o abundancia respectivamente. El tiempo de
conservación está asociado al grado de madurez inicial y a la sanidad del
producto. Las pitayas maduras suelen permanecer en buenas condiciones
cuatro días mientras que las pintonas hasta ocho.
Las ventas de fruta se deprimen cuando la oferta es alta, es decir en época
de abundancia, y cuando las devoluciones de exportación entran a competir
en el mercado interno con una calidad un tanto mejor y a un precio atractivo.
A medida que la fruta se deteriora el vendedor le va disminuyendo el precio
y si finalmente no logra venderla la bota o la regala.
En las plazas menores, las cantidades que se transan también dependen de
la época del año pero nunca son superiores a 80 kilogramos por semana en
la época de abundancia. Los vendedores en su mayoría le compran a
intermediarios, ya sea en Corabastos o en la misma plaza, por tanto sus
precios no son competitivos con respecto a los pocos que le compran
directamente al productor. Un vendedor le compra a un intermediario entre
dos y siete kilogramos, una o dos veces por semana; mientras que aquél
que le compra al productor maneja entre 10 y 80 kilos, según la época, y
ofrece la libra hasta $2000 más barata al eliminar la cadena de
intermediarios.
En época de abundancia, las ventas se deprimen, por tanto los vendedores
tratan de comprar menos para minimizar las pérdidas En época de escasez,
las ventas se activan pero son los precios de compra los que limitan las
cantidades que se van a comercializar. Los vendedores prefieren comprar
pitaya pintona para que pueda permanecer en exhibición entre 15 y 20 días,
aun cuando ya esté algo pardeada. El precio de venta oscila entre $2000 y
$6000 la libra, con una ganancia entre el 10 y el 30%.
4.1.3 Comercialización de productos procesados a partir de
pitaya en los supermercados de Bogotá.
Los procesados de pitaya no se han explotado plenamente porque significa
darle valor agregado a una fruta que de hecho en fresco es bastante costosa.
Como no son artículos de primera necesidad, se venden principalmente en
supermercados y en algunos hipermercados que abastecen zonas de ingreso
alto y medio.
62
Partiendo del hecho que un gramo de pitaya puede oscilar entre $3.0 y
$12.0, comprada al productor, un procesado de esta fruta le da un valor
agregado de $23.33, en el caso de conservas; y de $60.00 en el caso de
deshidratados.
Los deshidratados se ofrecen en cantidades muy pequeñas del orden de 20
g, en el caso de la pitaya. Las marcas Freshkita, Insualimentos y Carrefour
son las que proveen este segmento del mercado; y los supermercados Exito,
Olímpica y Carrefour son los únicos que le han dado espacio a tales productos.
Los deshidratados suelen empacarse en envases termoformados y en bolsas
de polipropileno selladas, por su baja permeabilidad al vapor de agua.
Freshkita es la encargada de proveer los deshidratados de pitaya en los
supermercados bogotanos, en presentaciones de 20 g a $1200 / bolsa.
Actualmente sólo se ofrece un tipo de conserva de pitaya de marca Calidad
Granate. Esta se empaca en rodajas con cáscara en un líquido de gobierno
que sólo contiene ácido cítrico como conservante. Aunque los 150 gramos
de fruta se ofrecen a $3500, ésta es una alternativa interesante frente a la
estacionalidad del producto en fresco, en especial para las personas que la
consumen por sus propiedades medicinales.
En general estos productos procesados presentan una baja rotación y tienen
una participación menor al 1% con respecto al total de las ventas de los
supermercados.
4.2. Mercado Internacional
Desde su introducción al mercado internacional en la década de los 80 hasta
el día de hoy, Colombia sigue siendo el principal proveedor de pitaya amarilla
a nivel mundial. Es difícil establecer con precisión el tamaño del mercado,
ya que para fines estadísticos la pitaya se agrupa con otras frutas exóticas
y tropicales en una misma posición arancelaria. Sin embargo, es sabido que
a nivel mundial los únicos proveedores de pitaya amarilla en los mercados
internacionales son Colombia e Israel que, de acuerdo con información
proporcionada por fuentes oficiales, inició exportaciones de este producto
en 1999, exportando a Europa y Canadá.
Dentro de las exportaciones colombianas de frutas, excluyendo al banano,
la pitaya ocupa el sexto lugar con una participación del 6.2%, cifra que se
ha mantenido estable. Aunque las cantidades exportadas han disminuido, el
precio de exportación se ha incrementado.
63
Holanda, Alemania, Francia y Reino Unido, son los principales destinos de
las exportaciones de pitaya colombiana (71% en 1996). En el período
comprendido entre 1991 y 1996 no se registró un incremento de las
exportaciones sino la redistribución entre los diferentes mercados de destino
y el ingreso de nuevos países como Canadá, cuya participación es del 3.7%.
En efecto, aunque Holanda, Alemania y Francia muestran altas tasas de
crecimiento, Gran Bretaña, que era el principal destino de nuestras
exportaciones, registra una tasa negativa del 29% anual.
4.2.1. Colombia en el Mundo
La pitaya proveniente de Colombia cuenta en los mercados mayoristas
internacionales con buenos precios de importación que, en casi todos los
países, superan a los de otros competidores como Nicaragua y Vietnam. En
Finlandia y Dinamarca tiene un precio por kilogramo de 10 dólares; en Italia,
Austria, Suecia, Gran Bretaña, Suiza, España, de 8 dólares promedio por
kilogramo y en Bélgica, Alemania y Francia, entre 6 y 7 dólares en promedio.2
Entre 1991 y 1998 Holanda ha sido el principal mercado de destino, seguido
por Alemania, Francia y Reino Unido. Otros mercados europeos hacia donde
se exportan cantidades moderadas de pitaya colombiana son España, que
tiende a crecer, y Suiza, que muestra una tendencia descendente durante
este período; asimismo, se han exportado cantidades pequeñas a Brasil,
Venezuela y Hong Kong.
En los resultados del estudio realizado por el Centro de Comercio Internacional
de Ginebra para la Corporación Colombia Internacional en 1994, dentro de la
canasta de productos exóticos que exporta Colombia, se identificó la pitaya
como uno de los productos con mayores posibilidades de éxito en los pequeños
mercados de productos exóticos de Holanda, Alemania, Francia y,
particularmente, en Reino Unido. Según este estudio, el sabor agradable que
responde al gusto de los consumidores, así como la lealtad de éstos hacia el
producto uno vez lo han probado, constituyen los principales aspectos positivos
de la pitaya. Las principales limitaciones en el desarrollo del mercado de la
pitaya son el desconocimiento de la fruta, de sus propiedades y de la forma de
consumo, la falta de promoción, el alto precio y la imposibilidad de contar con
una oferta de calidad homogénea en volúmenes importantes a lo largo del año.
Adicionalmente, el estudio citado formula una serie de recomendaciones
tendientes a desarrollar este negocio: Desarrollar campañas de educación
orientadas al consumidor, así como sobre sus propiedades medicinales y posibles
64
formas de uso, buscar una distribución más amplia del producto, estandarizar
el producto, el empaque y la estrategia de precios, programar una oferta
consistente y estable a lo largo del año, establecer mejores comunicaciones
entre vendedores y compradores, crear una marca nacional y, finalmente,
concentrar los esfuerzos de promoción y exportación hacia el mercado de
Holanda, país que se ha especializado en importar productos exóticos y en
distribuirlos a toda la Unión Europea.
En los mercados europeos no existen restricciones fitosanitarias al ingreso de
la pitaya ni normas de calidad de forzosa aplicación; sin embargo, se da por
entendido que el producto debe ser siempre de calidad óptima, como requisito
indispensable para su aceptación en los mercados. En los países que conforman
actualmente la Unión Europea, las disposiciones arancelarias para la importación
de productos de terceros países está unificada y, en el caso de la pitaya de
Colombia, está exenta del pago de arancel bajo el esquema de Preferencias
Generalizado del cual se beneficia Colombia.
El estudio realizado por el Centro de Comercio Internacional en 1994, en la
Unión Europea muestran que la Pitaya amarilla es importada de Colombia y en
algunos casos de Ecuador e Israel. En todos los casos, excepto en Francia, los
encuestados reportaron que su mercado puede aumentar entre el 25% y 100%,
siempre que se tengan en cuenta las recomendaciones mencionadas
anteriormente.
El tamaño unitario preferido en la pitaya está entre menos de 100 g. para Bélgica
y máximo 200 gramos para Alemania, con preferencia por un producto con 75%
de maduración en la mayoría de los reportes. Los principales atributos de la
pitaya amarilla son, para los encuestados, el sabor, el aspecto externo, el carácter
exótico y las propiedades laxantes, mientras que los aspectos negativos son el
contenido de semillas, la estacionalidad de la oferta y el precio.
Colombia continúa siendo el principal proveedor de pitaya amarilla en los
mercados europeos; Israel llega al mercado entre agosto y diciembre con una
fruta cuyo tamaño unitario promedio es de 330 g. Los países centroamericanos
como Guatemala, Costa Rica y Nicaragua, que en años pasados realizaron
exportaciones menores de pitaya amarilla fresca a Europa y de pitaya congelada
a Estados Unidos vía Miami, se han concentrado en la producción y desarrollo
del mercado de la pitaya roja. En la actualidad, la pitaya es vendida principalmente
en tiendas especializadas y ofrecida en el menú de hoteles cinco estrellas, de
restaurantes gourmet y de banqueteros sofisticados. El precio de venta en los
mercados de Holanda y Reino Unido, se han mantenido estables, mientras que
65
en los mercados de Alemania aumentaron de manera significativa en el mismo
período.
En cuanto al desarrollo de una campaña de promoción de la pitaya, los detallistas
sugirieron las siguientes estrategias: preparar afiches y folletos con información
sobre la pitaya, destacando su mejor sabor frente a otros productos (incluso
exóticos) así como la facilidad de pelarla y consumirla; publicar folletos con
recetas indicando las opciones de preparación (con énfasis en ensaladas de
frutas y postres) y realizar actividades como las degustaciones que induzcan a
probar el producto por primera vez. Asimismo, sugirieron disminuir los precios
de venta simultáneamente con la campaña promocional, como mecanismo para
inducir a un mayor número de consumidores a realizar la compra por primera
vez, así como incluir la canasta de fruta en la promoción, teniendo en cuenta
que es uno de los vehículos que ha permitido vender la pitaya en varios mercados.
En opinión de los detallistas, el desarrollo de un sello de origen Producto de
Colombia, para la pitaya, orientado principalmente a aquellos consumidores
muy sofisticados que están permanentemente buscando productos exóticos
diferentes, podría ser también una estrategia promisoria para desarrollar este
mercado. Por último, anotaron que las campañas promocionales deben estar
dirigidas a consumidores en zonas urbanas de alto ingreso.
4.2.2. Israel
Domesticación de la pitaya colombiana en Israel. Desde 1984 los investigadores
de la Universidad Ben Gurion (Israel) vienen adelantando un proyecto de
investigación para la domesticación de 40 especies silvestres de todo el mundo,
cuatro de las cuales han sido exitosas en la etapa de adaptación y se encuentran
actualmente en la segunda fase de investigación que consiste en hacer la
evaluación económica del cultivo (costos de producción y productividad).
Dentro de estas especies se encuentra la pitaya colombiana (Selenicereus
megalanthus) así como tres especies más de cactus trepadores (género
Hylocereus), el cactus Cereus Peruvianus (otra especie de pitaya), el zapote
blanco (casimiroa edullis Rutaceae) y la manzana del desierto (Zizyphus
mauritania Ramnaceae).
De otra parte, de acuerdo con investigaciones de Barbeau3 (G Barbeau, 1990),
se cree que la floración en la pitaya es influenciada por al longitud del día u
horas luz por día. La fructificación de la pitaya en Israel ocurre en dos o
tres ciclos de junio a noviembre y se cree que esto es efecto de la
temperatura.
66
Estudios en Israel de la citogenética de la Selenicereus megalanthus están
esperando explicar la baja concentración de semillas y el bajo peso de su
fruto. El cruce con Hylocereus ha producido frutas más pesadas.
Estudios moleculares están siendo llevados actualmente en Israel, con el
fin de entender las relaciones taxonómicas entre las pitayas.
Con los avances en el cultivo de Cereus peruvianus, se esta buscando llegar
a una planta que no necesite soporte o tutorado, lo cual reduciría
significativamente los costos de producción de esta planta.
4.3. Publicidad
Para responder a las recomendaciones de los comercializadores externos,
principalmente quienes exponen la necesidad de dar mayor publicidad a
esta fruta, se está proponiendo el diseño de afiches como el que a
continuación se presenta, para su exhibición en los puntos de venta
67
5. PROCESOS DE ELABORACIÓN DE
PRODUCTOS DE PITAYA
A continuación se presentan los procesos de elaboración para el néctar, la
mermelada y la salsa para el yogur y el helado de pitaya.
En todos ellos, el proceso es el mismo hasta la obtención de la pulpa. De allí en
adelante se diferencian tanto en la formulación como en el proceso, por lo tanto
a continuación se presentará inicialmente el proceso de obtención de la pulpa y
posteriormente la elaboración de cada uno de los productos mencionados
Obtención de la pulpa
Seleccionar frutos maduros, sanos, libres de daños externos e irregularidades.
Lavar la fruta con abundante agua potable, retirando la suciedad e impurezas
presentes.
Sumergir la fruta en agua a 90 °C por 5 minutos.
Escurrir la fruta.
Pelar de forma manual con la ayuda de un cuchillo, realizando un corte a lo
largo.
Obtener la pulpa en despulpadora industrial cuando los volúmenes son
considerables o cortar la fruta en porciones pequeñas y con una batidora
doméstica agitar hasta cuando se observe fluidez de la semilla y la pulpa.
Separar la pulpa con la ayuda de un colador.
68
Elaboración néctar de pitaya
El néctar de frutas es una bebida
refrescante obtenida al mezclar pulpa de
fruta, azúcar y agua.
Pesar la pulpa obtenida previamente.
Utilizar las siguientes proporciones:
Pulpa 70 %
Azúcar 1.6 %
Agua 28.4 %
Mezclar los componentes.
Colocar la mezcla a fuego alto,
agitando constantemente hasta que se
alcancen los 90 °C por 12 segundos.
Enfriar la mezcla, colocándola en un baño de agua fría, sin que se enfrié
demasiado (40 °C).
Servir en frascos limpios, dejando 1 cm entre el líquido y la tapa.
Tapar a media rosca ( sin ajustar definitivamente la tapa)
Colocar los frascos en una recipiente grande de doble fondo con agua
caliente a 70 °C sin que el nivel sobre pase el cuello de los frascos por
un tiempo de 15 minutos
Cerrar definitivamente la tapa de los frascos
Cubrir con agua caliente dejando hervir por 15 minutos.
Retirar los frascos y dejar enfriar al ambiente.
Almacenar en un lugar fresco seco, limpio y donde no les de la luz del
día o en nevera a 4°C.
Consumir frio, agitando antes de servir.
69
Elaboración de mermelada de Pitaya
Pesar la pulpa en balanza.
Utilizar las siguientes proporciones
Pulpa 59.73 %
Azúcar 39.82 %
Carragenina 0.45 %
Mezclar la carragenina con la quinta parte del azúcar. Dejar la mezcla para
adicionar posteriormente.
Colocar la totalidad de la pulpa en un recipiente de fondo plano y boca ancha.
Dejar evaporar la pulpa de fruta por 15 minutos, (cuidando que la evaporación
se efectué a fuego moderado no muy bajo).
Incorporar lentamente el azúcar restante.
Concentrar hasta obtener un cuerpo denso (tiempo aproximado 15- 20 minutos
para volúmenes de 1½ kilogramo).
Adicionar la carragenina mezclada con el azúcar.
Agitar fuertemente evitando que se formen grumos.
Continuar con la evaporación por un
tiempo de dos a cinco minutos.
Envasar en caliente el producto en
frascos esterilizados en agua a 90°C
por 15 minutos.
Servir cuidando que el nivel no
sobrepase el cuello del frasco.
Tapar herméticamente ajustando la
tapa e invertir los frascos por 2
minutos.
Almacenar en lugar fresco libre de
humedad y de la luz solar.
70
Elaboración de salsa para saborizar yogur de pitaya
Colocar la pulpa en un recipiente limpio y llevar a baño Maria 60 °C por 15
minutos
Prepara un almíbar al 60% de azúcar, dejar hervir por 5 minutos y refrigerar
Saborización del yogur de pitaya
Yogur natural 60%
Pulpa 30 %
Jarabe al 60% 10 %
Mezclar y homogenizar el producto
Dosificar en envases acordes a la presentación
Almacenar en refrigeración a 4 °C
Elaboración del yogur natural
Tomar la leche (de cantina o de bolsa), observando que se encuentre de
buen color, olor y sabor, libre de materiales extraños.
En un recipiente limpio someterla a una temperatura de 90 °C por 5 minutos.
Servir el cultivo partir de un yogur finess natural sin azúcar (en una proporción
del 3 % respecto del volumen de la leche a fermentar).
Colocar un montaje de baño María en donde se pueda colocar el recipiente
con la leche a fermentar. (el agua debe permanecer a 40  42 °C) el recipiente
debe de contar con un doble fondo.
Enfriar la leche colocando el recipiente en agua fría hasta que la leche alcance
una temperatura de 40 °C.
71
Sostener la temperatura de 40 °C y adicionar el yogur en la proporción
indicada.
Mezclar y homogenizar la mezcla
Tapar el recipiente y llevar a baño maría (el tiempo de incubación promedio
debe ser de 4  4 y 1/2 horas).
Enfriar la mezcla hasta que alcance una temperatura de 15-18 °C.
Refrigerar a una temperatura de 4  7 °C
Efectuar el rompimiento del coagulo (con la ayuda de un mezclador limpio).
Saborizar el yogur con salsa de frutas y jarabe según la formulación
establecida en una proporción del 25% respecto del total de la mezcla
Dosificar y almacenar a 4 °C.
Yogur
Helado
72
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3 La pitaya rouge, un nouveau fruit exotique. Fruits 45: 141-7; translated into
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 CitationsCitations0
 ReferencesReferences18

Pitaya: Cosecha y poscosecha (PDF Download Available). Available from:


https://www.researchgate.net/publication/316159055_Pitaya_Cosecha_y_poscosecha
[accessed Oct 14 2017].

Pitaya
Contenido del artículo

Origen, distribución e importancia

Descripción
Hylocereus undatun y otras especies e
Polinización
híbridos (Tabla 1 abajo)
Variedades
Nombres comunes: Inglés: Strawberry
Clima
pear, dragon fruit, night blooming
Propagación
cereus. Español: pitahaya, tuna, nopal,
pitajaya. Productividad

Cultivo
Familia: Cactaceae
Suelo

Origen, distribución e importancia Enfermedades y plagas


Es originaria de la América Tropical, el
sur de México, costa del Pacífico de Cosecha maduración y almacenamiento
Guatemala, Costa Rica y El Salvador, Usos como alimento
Venezuela, Colombia, Ecuador,
Curazao, Panamá, Brasil y Uruguay y
está distribuida por América tropical y
subtropical, el sur de Florida, el
Caribe, Hawaii, Asia y Australia.
Taiwán, Viet Nam, Malasia e Israel.
Desde la época precolombina, las
pitayas han sido muy comunes en sus
países de origen donde son
consumidas por la población en
general. Recientemente, las pitayas se
comercializan en los mercados Diferentes frutos de pitaya
internacionales y se han convertido en
la fruta de exportación más
importante de Vietnam. Se prevee
que la demanda aumentará durante los próximos años a medida que esta
deliciosa fruta se vuelva más conocida en otros mercados.
Descripción
El tallo de la pitaya es de crecimiento rápido, la planta es perenne,
terrestre, epífita, como los cactus. Es triangular con tres caras o a veces 4 o 5,
verde, carnoso, articulado por secciones rectas, y ramificado. Cada segmento
del tallo tiene 3 planos, con alas onduladas, (costillas) con márgenes mas o
menos córneos y puede tener de 1 a 3 pequeñas espinas o ser sin espinas. Las
secciones del tallo generan raíces aéreas que se adhieren a la superficie sobre la
que crecen para trepar. El tallo puede alcanzar unos 20 pies (6.1 m) de largo.

Las flores son hermafroditas, sin embargo, algunas especies de pitaya y ciertos


cultivares son auto incompatibles. Son en forma decampana, muy vistosas,
comestibles, blancas (rosadas en algunas especies) y muy grandes, muy
fragantes, nocturnas, y pueden alcanzar 14 pulgadas de largo (36 cm) y 9
pulgadas de ancho (23 cm). estambres y estigmas son lobulados de color crema.

El fruto es una baya carnosa, oblonga de alrededor de 4.5 pulgadas (11 cm) de


grueso con piel de color rojo o amarillo con aletas y con o sin espinas. La pulpa
puede ser blanca, roja o púrpura dependiendo de la especie. Las semillas son
muy pequeñas, numerosas y negras incrustadas dentro de la pulpa.

Polinización
Se ha reportado incompatibilidad en varios cultivares. Para garantizar la
producción de frutas, es mejor plantar 2 o 3 tipos genéticos diferentes (no el
mismo clon). La polinización cruzada entre los diferentes tipos en la plantación
asegura una mejor producción de frutos de mejor tamaño. Las mariposas
nocturnas y los murciélagos son buenos polinizadores, ya que las flores se abren
en la noche cuando no hay actividad de las abejas. Todas las especies se inter-
polinizan entre sí.

Variedades
En la actualidad, existen algunas variedades con nombre (Tabla 2). Para la
siembra, los productores están utilizando varias especies e híbridos con
diferentes colores de piel y pulpa. Muchas selecciones se han hecho y están
disponibles en los EE.UU. Existen programas de mejoramiento en Taiwán, Viet
Nam e Israel. En los países donde las pitayas son nativas, las selecciones
partiendo de las plantas naturales están siendo utilizadas. Muchos de ellas han
sido introducidas en los países que están interesados en el cultivo.

Tabla 1 Especies de pitaya

Especie Color
Piel Pulpa
Hylocereus undatus Roja Blanca
Hylocereus triangularis Amarilla Blanca
Hylocereus costaricenes Roja Roja
Hylocereus polyrhizus Roja Roja
Hylocereus ocamponis Roja Roja
Selenicereus megalanthus Amarilla Blanca
Cereus triangularis Amarilla Blanca
Acanthocereus pitajaya Amarilla Blanca
Cereus ocamponis Roja Roja

Tabla 2. Variedades disponibles en La Florida

Necesidad
Color Color
de Peso
Nombre1 Origen Especie de la de la Sabor Rec.2
polinizació (lbs)
piel pulpa
n cruzada
Rosado
brillante,
Californi 0.5- Semidulce
Alice H. undatus Si con Blanca P
a 1.0 , buena
aletas
verdes
Rosado
Guatemal H. claro, Rosad
American 0.5- Buen
guatemalens No con o S
Beauty a 1.0 sabor
is aletas oscuro
verdes
Roja,
Bloody Californi H. 0.25 Rojo Semidulce
Si aletas N
Mary a polyrhizus -0.5 oscuro , buena
verdes
Rosado
Sabor
0.75 claro,
Cosmic Californi Rosad parecido a S
H. undatus No - con
Charlie a a la uva/kiwi
1.25 aletas
verdes
Rosada
Costa
Rican Costa Rica Hylocereus Si
0.25 con Rojo Buen
P
spp. -0.5 aletas oscuro sabor
Sunset
verdes
Rosado
0.75 claro, Sabor algo
Californi Rosad
Dark Star H. undatus No - con parecido a S
a a
1.25 aletas la uva
verdes
Rosado
brillante,
verde en Dulce y
David Californi 0.5-
H. undatus No los Blanca algo S
Bowie a 1.0
márgene amarga
s de las
aletas
Rosado
H.
Californi 0.5- brillante,
Delight polyrhizus x No Blanca Dulce S
a 1.0 aletas
H. undatus
verdes
Central Rosada,
0.5-
Guyute America H. undatus No aletas Blanca Dulce S
1.0
verdes
H. undatus x Rosada, Rosad
Halleys Californi 1.5- Dulce,
H. No aletas o S
Comet a 2.0 buen sabor
polyrhizus verdes oscuro
Rosado
Central Semidulce
0.75 brillante,
Harpua America H. undatus No Blanca , buen P
-1.0 aletas
sabor
verdes
Rosado Dulce,
N (sabor
L.A. Californi 0.75 brillante, sabor
H. undatus Si Blanca remanente
Women a -1.5 aletas remanente
)
verdes malo
Rosado
Guatemal H. Dulce,
Lake 0.75 brillante,
a guatemalens No Blanca algo P
Atitlan -1.0 aletas
is amarga
verdes
Makisupa Central H. undatus x No 0.75 Rosada, Rosad Dulce, S
ligerament
America H. aletas o
-1.0 e
polyrhizus verdes oscuro
astringente
Rosado
Californi 0.75 brillante,
Neitzl H. undatus No Blanca Dulce S
a -1.0 aletas
verdes
Rosado
H.
Physical Californi 0.75 oscuro, Rosad Dulce,
polyrhizus x No S
Graffiti a -1.5 aletas a buen sabor
H. undatus
verdes
Rosado Dulce con
Rosad
Purple Californi 1.0- oscuro, sabor
H. undatus No o S
Haze a 2.0 aletas como
oscuro
verdes uva/kiwi
Rosado
oscuro, Semidulce
H. 0.5-
Red Jaina Florida Yes aletas Roja , buen N
ployrhizus 0.75
rosado sabor
oscuro
Rosado
oscuro,
Seoul 0.75
Florida H. undatus No aletas Blanca Dulce S
Kitchen -1.0
verde
claro 
Rosado
Thompso Californi 0.75 brillante, Dulce,
H. undatus No Blanca S
n a -1.5 aletas buen sabor
verdes
Rosado
Vietnam 0.5- brillante,
Vietnam H. undatus No Blanca Semidulce S
Jaina 1.5 aletas
verdes
Rosado Dulce,
0.15 Rosad
Voodoo H. oscuro, sabor
Florida No - o P
Child ployrhizus aletas como la
0.25 oscuro
verdes uva
Amarillo
brillante, Dulce,
Yellow Selenicereus 0.5-
Florida No aletas Blanca muy buen S
Dragon megalanthus 0.75
con tinte sabor
verde
Zamorano Hondura H. No 0.5- Aletas Roja Dulce S
s ployrhizus 1.0 rojas con
márgene
s verdes
1
 Selecionada y nombrada en La Florida.
2
 Recomendada para ser usada en los jardines de las casas; S=si; P=posiblemente; N=no.

Clima
Las pitayas crecen bien en climas tropicales y subtropicales, sobre todo en zonas
libres de heladas. Toleran climas frescos o cálidos, siempre que las temperaturas
no excedan los 100°F (38°C). Se adaptan a sombra parcial y pueden resultar
dañadas por la luz solar extrema. Se les considera como cultivo de pleno sol en
sus países de origen. Las estimaciones iniciales de las zonas nativas indican que
las temperaturas óptimas para el crecimiento están entre 65 y 77°F (18-25°C).

Se han reportado daños severos por quemaduras del sol en algunas zonas de
crecimiento del tallo con baja humedad o elevadas alturas. Se recomienda
alrededor del 30% de sombra durante los primeros 3 a 4 meses después de
plantada donde la insolación tiene niveles perjudiciales. Sin embargo, mucha
sombra produce poca fruta y de baja
calidad.

Las pitayas resultan dañadas por la exposición de larga duración a temperaturas


bajo cero  (31°F, -2°C). No obstante, se recuperan rápidamente de las lesiones
por congelación ligera.

El viento parece no producir problemas a las pitayas, sin embargo, los vientos
muy fuertes o los huracanes pueden causar daños considerables a los enrejados
o soportes, y en consecuencia a las plantas.

Las pitayas pueden tolerar condiciones de suelo salino. Algunas referencias las


clasifican de moderada a altamente tolerante a las sal.

Propagación
La planta puede propagarse a partir de semillas, sin embargo las frutas y las
características del tallo son variables, y el tiempo de la siembra a la producción
de fruta puede ser de hasta 7 años. Se prefiere la propagación asexual, y el uso
de las estacas de tallo está generalizada. Por lo general se utilizan segmentos de
tallo enteros de 6 a 15 pulgadas (12-38 cm). Un corte inclinado se hace en la
base del tallo, luego los cortes se tratan con un fungicida y se dejan cicarizar
(secar y curar) durante 7-8 días en un lugar seco y a la sombra antes de que se
planten directamente en el campo o bien en maceteros. Algunos propagadores
aplican hormonas de enraizamiento a los cortes después del curado, pero antes
de plantarlas. Los esquejescrecen muy rápido (1.2 pulgadas [3 cm] por día) y
producen muchos frutos de 6 a 9 meses después de la siembra. Los recortes
mas largos suelen alcanzar el enrejado de apoyo más rápido que los más cortos.
Las pitayas también pueden ser injertadas, pero esta práctica no es común. El
injerto tiene un uso potencial durante la selección de portainjertos adaptables a
diferentes tipos de suelo y sus problemas. Las estacas toman entre 4-6 meses
para desarrollar un buen sistema radicular en las macetas y estar listas para la
siembra en el campo.

Se recomienda sembrar tanto las estacas curadas como las pre-plantadas en


macetas, en agujeros de por lo menos 24 pulgadas (60 cm) de diámetro y
profundidad a los que se agrega materia orgánica mezclada con la tierra. Si
existe el riesgo de que el nivel freático suba a niveles peligrosamente altos o el
riesgo de inundaciones las pitayas pueden ser sembradas en canteros altos
formados con la propia tierra de los alrededores.

Productividad
Las plantas de 3 a 4 años de edad pueden producir alrededor de 220 libras (100
kg) de fruta por año. La vida de una plantación de pitaya se estima en unos 20
años, aunque algunos cosechadores dicen que la vida útil de la plantación es de
15 años.

Cultivo
Las plantas de Pitaya pueden llegar a ser bastante grandes y difundidas, y por lo
tanto se deben plantar de 15 a 25 pies (4.5-6.1 m) o más de distancia de los
árboles, estructuras y líneas eléctricas. Un enrejado fuerte debe construirse
para que pueda soportar varios cientos de libras de peso de los tallos. Un
enrejado débil puede caer bajo el peso de una planta de pitaya madura. No se
deben usar alambres en el enrejado, ya que pueden cortar o dañar los tallos. Si
se utiliza alambre, debe estar cubierto por mangueras. Para la siembra en los
jardines de las casas, se puede construir un enrejado para las plantas
individuales que consiste en un poste central con una estructura en la parte
superior para apoyar la planta. Las plantas individuales pueden crecen también
en un árbol bajo o sobre un montón de piedras o bloques que servirían como
soporte.

Hay dos tipos de poda que deben llevarse a cabo para obtener la máxima
producción, salud y calidad de las frutas. La primera consiste en una poda de
conformación para guiar el crecimiento de las plantas hasta que alcancen la
parte superior del enrejado y se ditribuyan luego por él. Esto implica la
eliminación de cualquier tallo lateral a lo largo del tallo principal hasta que
llegue al tope del enrejado, y la atadura del tallo principal a los postes del
enrejado. Poco después de que las plantas alcanzan la parte superior del
enrejado, la parte terminal se debe cortar para inducir ramas laterales, las que
deben ser atadas con simetría a los soportes del enrejado.

Las pitayas crecen rápidamente y producen una extensa distribución. Si no se


hace ninguna poda posterior de aclareo, eventualmente habrá una masa muy
densa de tallos que reducirán la penetración de la luz a los tallos bajos, lo que
interfiere con la producción de frutos. Por otra parte, una densa maraña de
tallos pueden dar lugar a una mayor incidencia de insectos y enfermedades. La
poda de producción consiste en la extracción de las ramas dañadas, enfermas o
muertas así como los que llegan al suelo. También se pueden quitar los tallos
que interfieren con las prácticas
culturales y la cosecha. Se pueden
eliminar de forma selectiva algunos tallos para garantizar una buena sujeción
del resto de la planta y de esta forma evitar la rotura de las ramas y el
hacinamiento. Las plantas de pitaya son vigorosas y puede ser necesario
podarlas de una a tres veces por año. La poda también induce a la floración y
una gran ramificación. Es mejor podar poco después de la cosecha y eliminar
todos los tallos resultantes de la poda del campo. Los recortes de los tallos
pueden llevarse a un lugar lejos del campo y compostarse.

Se debe esperar aproximadamente un mes después de la siembra o hasta que


las plantas empiezan a crecer para iniciar la fertilización. La fertilización en el
primer año debe ser frecuente (cada 2 meses) con aplicaciones ligeras de 0,25
libras (118 g) por planta. Se puede utilizar un 6-6-6, 8-3-9, 8-4-12, con 2-3%
de magnesio o alguna fórmula similar. La adición de 4 libras (1,2 kg) de estiércol
bien descompuesto o compost alrededor de la base de la planta, pero sin tocar
el tronco es recomendable durante el primer año. Para las plantas que crecen
en pH alto, en los suelos calcáreos, se debe utilizar un aerosol por planta de
0.25-0.5 oz (7-15 g), de hierro quelado. Se puede aplicar una pequeña cantidad
de sulfato ferroso en la base de las plantas que crecen en suelos de pH neutro y
bajo. La estación lluviosa, durante la temporada cálida, es la mejor época para la
aplicación de los elementos menores. Durante el segundo y tercer año, se
aumenta gradualmente la cantidad de fertilizante seco a 0.3-0.4 libras (136-182
g) por planta cada dos meses usando alguna de las fórmulas anteriores. Se usa
también un mayor aumento gradual de la cantidad de estiércol o abono a cerca
de 6 libras (2,7 kg) por planta, utilizando el mismo número de aerosoles de
elementos menores y aumentando gradualmente el hierro quelado a 0.75-1.00
oz (22-29 g) por planta. Después del cuarto año se debe aplicar 0,50 a 0,75 libras
(227-341 g) de fertilizante por planta de las fórmulas anteriores, con 3 a 4
aplicaciones por año, así como los elementos menores y las recomendaciones
de quelato de hierro. Aplicar estiércol o compost a razón 5 libras (2,2 kg) en
cada aplicación, dos veces al año.

Aunque las pitayas son miembros de la familia de los cactus y puede soportar
períodos de sequía, tienen una necesidad de agua bastante alta. Sin embargo, la
humedad excesiva en el suelo se traducirá en el desarrollo de enfermedades
bacterianas y de hongos. Un período seco resulta necesario para la inducción de
una floración abundante, pero una vez que las plantas estén en flor, los
períodos de sequía pueden resultar en una pobre producción.
Suelo
Las pitayas se adaptan a una amplia gama de suelos siempre que estén bien
drenados. Ellas crecen bien en los suelos calcáreos y bien drenados, del sur de la
Florida. Al igual que con otros cultivos de frutas, pueden mostrar deficiencias de
elementos menores en los suelos pobres de alto pH, del sur de Florida. Las
pitayas prosperan en suelos ricos en materia orgánica, o cuando se agrega
estiércol.

Enfermedades y plagas
Se han reportados algunos daños causados por ácaros, hormigas, cochinillas,
escarabajos, barrenadores (Diatrea), babosas y moscas de la fruta. Los
mapaches, zarigüeyas, ratas y pájaros también pueden causar daños a las frutas
y las plantas.

Varias enfermedades importantes atacan a las pitayas. Estas incluyen la


bacteria Xanthomonas compestris, que provoca una grave pudrición del tallo, así
como la Dothiorella y la antracnosis. En la Florida se han observado daños
severos por antracnosis en las plantas de nuevos sembradíos de pitaya, y la
antracnosis también ataca a los frutos. El Fusarium oxysporum también ha
atacado las plantas.

Cosecha, maduración y almacenamiento


Las pitayas espinosas son más difíciles de cosechar que las sin espinas. Para la
cosecha de pitayas espinosas se recomienda el uso de guantes de cuero y
camisas de mangas largas. La temporada de maduración de H. undatus en la
Florida por lo general va de junio a noviembre. Resultan necesarias las tijeras
manuales de corte para separar los frutos de las plantas. Hay que ser muy
cuidadoso de no dañar la fruta, y eliminar cualquier saliente en la inserción del
tallo cortando el pedúnculo (tallo de la fruta) a ras de la superficie del fruto. Se
colectan solo las frutas bien formadas y coloreadas. Las frutas se mantendrán
bien 4 ó 5 días a temperatura ambiente o varias semanas en bolsas de plástico
en el refrigerador.
Usos como alimento
La mayoría de pitayas se consumen frescas, sin embargo, la pulpa congelada
puede ser utilizada para hacer helados, yogurt, jaleas, conservas, mermeladas,
zumos, dulces y pasteles. Los botones de las flores sin abrir se pueden cocinar y
comer como vegetal. Las semillas de la pitaya contienen un aceite que es un
laxante suave. Las pitaya son nutritivas (Tabla 3).

Tabla 3. Valor nutritivo por 100 g de la pulpa fresca

Consituyente Especie
H. guatemalensis1 H. undatus1 S. megalanthus2
Agua 83% 89% 85%
Proteína 0.16-0.23 g 0.5 g 0.4 g
Grasa 0.21-0.61 g 0.1 g 0.1 g
Fibra 0.7-0.9 g 0.3 g 0.5 g
Ceniza 0.54-0.68 g 0.5 g 0.4 g
Calcio 6.3-8.8 mg 6.0 mg 10.0 mg
Fósforo 30.2-36.1 mg 19.0 mg 16.0 mg
Hierro 0.55-0.65 mg 0.4 mg 0.3 mg
Caroteno 0.005-0.012 mg NR NR
Tiamina 0.28-0.43 mg 0 mg 0 mg
Riboflavina 0.28-0.45 mg 0 mg 0 mg
Niacina 0.297-0.430 mg 0.2 mg 0.2 mg
Ácido ascórbico 8-9 mg 25 mg 4 mg

1 Tomado de: Julia F. Morton. 1987. Fruits of Warm Climates. p. 505.

2 Tomado de: Tabla de Composicion de Alimentos. 1992. ICBF.6ta Ed. INCAPYFAO y FAO (De: El Cultivo de
Pitaya y su Posicionamiento en el Mercado. p19, http://www.angelfire.com/ia2/ingenieriaagricola/
pitaya.htm).
CULTIVO DE LA PITAYA 
(PITAHAYA, DRAGON FRUIT O FRUTA DEL DRAGÓN)

Buenas a todos. Después de un tiempo sin publicar nada, hoy os traigo un cultivo que
tengo en casa y que es muy peculiar: la pitaya o fruta del dragón.

CC By Maja Dumat

DESCRIPCIÓN:
Se trata de un cactus suculento, muy rústico, compuesto por largas costillas
triangulares. Es muy fácil de tener en contenedor, ya que las raíces penetran muy poco
en la tierra. Además, a lo largo de los tallos va generando raíces que le ayudan a
trepar por muros y troncos.
CC By SA Luisfi

Lo curioso de esta planta es que a simple vista es un cactus trepador de lo más


corriente, que posiblemente hasta hayamos visto muchas veces, pero no nos
imaginamos que pueda dar una fruta tan curiosa y tan increíblemente bonita. Yo creo
que nunca la he visto con fruta porque como os contaré más adelante, su polinización
es bastante complicada aquí en España, por lo que se requiere polinización manual.

CC By Etsai SA
CC By Fibonacci SA

Como podéis ver en la fotografía de la izquierda, se trata de una fruta con forma de
huevo (yo pienso que de ahí viene su nombre de dragon fruit... yo nunca he visto un
huevo de dragón jeje pero si existieran seguro que se parecerían a una pitaya : ),
miden como una palma de la mano de grande, y con un color rosa fucsia brillante o
amarillo (según la variedad). Está cubierta de una especie de escamas o bracteas (no
os preocupéis, no pinchan... al menos en la variedad rosa, la amarilla sí tiene púas).
Se suele consumir fresca o en macedonia de frutas, sobre todo por lo decorativa que
es. Yo he tenido la ocasión de probarla alguna vez en el mercado de la Boquería en
Barcelona (las venden ya partidas por la mitad y con una cucharita para que vayas
comiéndotela por la calle). Su pulpa es muy muy jugosa, azucarada pero sin ningún
sabor en especial... digamos que está rica y su textura es crujiente y refrescante. Toda
la pulpa está llena de pequeñísimas semillas (a mi me recuerdan a las de amapola)
que crujen al morderlas. Es muy agradable de consumir esta fruta y está llena de
vitaminas y minerales.

Pues bien. Os cuento. Existen 2 tipos principalmente, aunque cada uno de ellos tiene
luego distintas variedades: la pitaya rosa (la hay con pulpa blanca y con pulpa roja), y
la pitaya amarilla (la que véis arriba). He podido ver en distintos viveros pitaya
amarilla con etiqueta que muestra en la foto una pitaya rosa. Que no os confundan, las
plantas son muy fáciles de distinguir... Os cuento (a ver si consigo explicarme, jeje):
Pitaya rosa
Pitaya amarilla

La pitaya rosa tiene los bocados convexos, es decir, hacia fuera. 

La pitaya amarilla tiene los bocados cóncavos, es decir, hacia dentro.

Algo muy curioso de las pitayas es su flor. Tiene unas flores enormes (de hasta 30 cm.
de largo) y bellísimas. Son nocturnas (de ahí que a esta planta también se la llame
Reina de la Noche), y solo abren durante una noche, tras la cual, hayan sido
fecundadas o no, se cierran y mueren.

CULTIVO:
Sabéis que todos los cultivos que os muestro son de plantas y árboles que tengo en mi
terraza, siempre en macetas, no hay trampa ni cartón : ). Pues os cuento: compré 4
variedades distintas hará como diez meses, en abril de 2015. Son dos de pitaya rosa
con pulpa blanca, una de pitaya rosa con pulpa roja y una de pitaya amarilla. Eran
bastante pequeñitas... como de 20 centímetros de largo... y 10 meses después fijaros
como se han puesto! crecen a una velocidad brutal.
A esta planta le gustan los suelos arenosos, por lo que mezclé 50% sustrato con 50%
arena lavada de río. Por lo demás no hay que preocuparse mucho... durante el invierno
no requiere riego y durante el verano pues una vez a la semana o cada dos semanas
(recordad que es un cactus). Por supuesto les encanta el sol, aunque también podrían
crecer a media sombra (eso sí, he leído que a la sombra producirán menos y con peor
calidad).

Una cosa muy importante es darle la forma adecuada para que en el futuro produzca
ricas frutas: al ser trepadora, siempre debe estar sujeta a una guía como un tronco
vivo o muerto, un pilar o un muro.  En mi caso como veis las he puesto sobre una
pérgola de metal. Tened en cuenta que cada rama pesa mucho, por lo visto cuando se
hacen grandes si no se controlan pueden llegar a pesar toneladas... Pues bien, lo
importante es ponerla junto a un tutor y veréis que va creciendo y le van saliendo
nuevas yemas o ramitas laterales. Hay que quitárselas, solo dejad una vara que vaya
trepando, y cuando haya alcanzado la longitud deseada (en mi caso las he dejado
hasta los 2 metros) cortad la punta, y de ahí brotarán las ramas laterales en forma de
palmera, quedando muy bonita y facilitando después la recolección de la fruta.

Yo las suelo abonar una vez al mes con abono para cactus, y me ha ido muy bien.

Por el momento como veis están preciosas pero no me han echado ninguna flor. He
leído que durante el primer año no suelen florecer, al siguiente darán de 1 a 5, al
siguiente 25, ... Por eso y habiendo leído que florecen en primavera-verano, espero
esta temporada poder enseñaros mis primeras flores y frutos de pitaya.

POLINIZACIÓN: 
Al ser tan grandes estas flores y al ser nocturnas, parece ser que son polinizadas en
sus países de origen por murciélagos y grandes polillas. Aquí no se si va a ser posible,
por lo que en cuanto florezcan procederé a la polinización manual. Aquí os dejo un
interesante video de youtube sobre cómo se realiza la polinización manual de la pitaya:

REPRODUCCIÓN O MULTIPLICACIÓN:
Lo más fácil es reproducir estas plantas a través de esquejes o trozos de ramas. Se
coge una rama de unos 20 cm. de largo. Se corta la parte inferior con un corte limpio y
desinfectado y se deja curar en una zona aireada y sombreada durante unos 10 días
(hasta que veáis que el corte se ha secado). Si la plantamos sin curar la herida
seguramente se os pudrirá. Una vez esté seca la herida se introduce unos centímetros
en la tierra y a esperar : ) En un mes comenzará a echar sus primeras raíces y
posteriormente sus ramitas. 

Pues bien, espero que os haya parecido interesante este nuevo post que os he traído.
Pronto intentaré colgar alguna foto o video de las flores y frutos de mis pitayas. Un
abrazo a todos : )

Publicado por Pelayo Ruiz en 5:25 

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Etiquetas: frutas exóticas, Piitaya

23 comentarios:
1.

El cultivo de la Pitahaya

El género al que pertenece la pitahaya es originario de América Central.


Concretamente esta especie se corresponde con una planta perenne, de porte
rastrero y abundante ramificación.

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1. Taxonomía y origen
2. Morfología
3. Requerimientos edafoclimáticos
4. Propagación 
5. Técnicas de cultivo
6. Plagas y enfermedades
6.1. Plagas
6.2. Enfermedades
7. Cosecha y postcosecha

1. TAXONOMÍA Y ORIGEN 

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Familia Cactaceae

Género Hylocereus

H. undatus
Especie
H. megalanthus

Nombre común Pitahaya, Pitaya, Fruta del dragón

El género Hylocereus es originario de América tropical, principalmente de América central


y el Caribe. Entre las especies más cultivadas se encuentra Hylocereus undatus. 

2. MORFOLOGÍA

Se trata de una planta perenne de carácter epfítico o terrestre, de porte rastrero y


abundante ramificación. Pueden llegar a alcanzar de 0,5 a 2m de largo. 

- Raíz: La pitaya presenta dos tipos de raíces: 1) Las raíces primarias forman un sistema
de raíces delgadas y superficiales con función de absorción y 2) las raíces secundarias o
adventicias se desarrollan en la parte aérea con función de sostén. 
- Tallo: Los tallos o vainas son muy ramificados, de color verde, suculentos, con tres
aristas o caras y articulados por secciones rectas. Los bordes de las vainas presentan
areolas, en las cuales se encuentran grupos de espinas de 2 a 4mm, consideradas hojas
modificadas. De la parte superior de las areolas nacen flores y ramificaciones. El tallo actúa
como regulador hídrico y participa en la fotosíntesis.

Hylocereus undatus. Fotografía: Forest and Kim Starr

[ampliar imagen]

- Flor: Presenta flores hermafroditas, grandes (15-30cm de largo), tubulares y de color


blanco, amarillento o rosado. De la parte inferior de la flor nacen grandes segmentos
lanceolados, delgados y acuminados de color crema. Sus flores abren durante la noche, las
cuales se encuentran orientadas hacia la luz de la luna.
Dragon Fruit. Fotografía: TANAKA Juuyoh

[ampliar imagen]

Pueden darse 5-6 ciclos de floración, donde en una misma planta pueden coincidir varios
estadíos fenológicos. Muchas de las especies requieren polinización cruzada, aunque son
autofértiles.
Flor de pitahaya. Fotografía: Forest and Kim Starr

[ampliar imagen]
- Fruto: Se trata de una baya con forma oval, de unos 6-12cm de diámetro y de color rojo o
amarillo. La mayoría de las especies presentan una epidermis carnosa con brácteas
triangulares de aspecto ceroso. La pulpa del fruto es translúcida, conteniendo en su
interior numerosas semillas negras. Concretamente, la especie Selenicereus
megalanthus presenta una epidermis amarilla, tuberosa y provista de espinas. 

Fruto de pitahaya. Fotografía: Bárbara Dieu

[ampliar imagen]

3. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

- Temperatura: La pitahaya prefiere climas cálidos subhúmedos. No obstante, también


se desarrolla adecuadamente en climas secos. La temperatura óptima para el desarrollo de
la planta oscila en torno a 16-25ºC, no tolerando las bajas temperaturas. Por otro lado,
temperaturas superiores a los 38ºC pueden originar daños por quemaduras. 
- Luz: El cultivo de la pitaya requiere de alta luminosidad para el desarrollo de los
diferentes procesos fisiológicos. Una adecuada iluminación estimula la brotación de las
yemas florales. 

La exposición prolongada a radiación solar directa puede ser perjudicial para la pitaya, por
lo que es conveniente que su exposición sea parcial (sombra en un 30%). Sin embargo, un
exceso de sombra puede provocar la disminución de la producción. 

- Sustrato: Se trata de una planta, que debido a su rusticidad, se adapta a suelos secos,
pobres y pedregosos. No obstante, prefieren suelos franco-arenosos, húmedos, con buen
drenaje por su sensibilidad al encharcamiento, ricos en materia orgánica y pH ligeramente
ácido (5,5-6,5). 

- Riego: Se trata de una planta que no requiere abundante agua. Se deben dar riegos de
apoyo durante los dos primeros años de la plantación con el objetivo de estimular un
adecuado crecimiento vegetativo. Los siguientes años, únicamente se debe regar durante la
floración ya que si se riega durante la época de sequía puede provocar una disminución de
la floración.

4. PROPAGACIÓN

La multiplicación más usual de la pitahaya es mediante propagación vegetativa por medio


de estacas. La propagación por semillas no es aconsejable, ya que es un proceso muy lento,
pudiendo transcurrir para ser una planta productiva, al menos 7 años. 

La propagación vegetativa por esquejes consiste en cortar tallos de unos 25-30cm de


longitud procedentes de plantas madre. Los tallos seleccionados deben ser de al menos dos
años de edad. Seguidamente, se deben dejar cicatrizar durante 3-7días a la sombra. A
posteriori se procede a la siembra en bolsas de vivero de 20x30cm. Antes de esta labor es
recomendable la desinfección de las vainas con fungicidas y bactericidas y el sustrato
empleado debe tener una buena capacidad de drenaje y ser rico en materia orgánica.
Además, resulta importante inocularlo con micorrizas. 
Las estacas se deben colocar con la misma orientación que tenían en la planta madre,
cortando el extremo apical para interrumpir la dormancia y que la emisión de brotes sea
más rápida. Los riegos han de ser periódicos, así como la eliminación de malas hierbas. En
estas condiciones, el material vegetal debe permanecer unos 3-4 meses antes del trasplante
definitivo. 

5. TÉCNICAS DE CULTIVO

- Preparación de suelo: La preparación del suelo se debe realizar al menos un mes


antes de la plantación. Para ello, se debe dar una labor de subsolado para mantener el
suelo aireado y con buena capacidad de drenaje. Es recomendable realizar un análisis de
suelo para llevar a cabo la aportación de enmiendas y correcciones necesarias. 

- Plantación: La plantación de pitahaya, previamente enraizada, se lleva a cabo al inicio


del invierno. Por el contrario, si se realiza durante la estación seca, se debe dar un riego
abundante tanto antes de la siembra y como después de la misma, así como incorporar
materia orgánica (hojarasca, aserrín, etc.) para evitar altas temperaturas y reducir las
pérdidas de humedad. 

La plantación también se puede llevar a cabo por medio de siembra directa de estacas. Este
tipo de plantación, se realiza a mediados de otoño. Es recomendable colocar tres vainas por
soporte, siendo el marco de plantación más usual de 3x3m y orientación norte-sur. Para
una plantación intensiva, se recomienda un marco de 3x1,5m. 

Durante la colocación de las plantas enraizadas, se debe retirar la bolsa de plástico sin
dañar las raíces. Por último, es conveniente realizar un aporcado de tierra alrededor de las
plantas. 

- Tutorado: Esta labor se lleva a cabo al inicio de la plantación. Existen dos tipos de


tutores:

Vivos: Deben ser árboles de rápido crecimiento y enraizamiento, de corteza suave,


resistentes a plagas y enfermedades y que no sean hospederos de plagas y enfermedades
que afecten a la pitaya. Este tipo de tutor tiene la ventaja de ofrecer a la pitahaya la sombra
que necesitan. De todos modos, se deben podar frecuentemente con el fin de evitar
rebrotes que compitan por la luz solar. Algunas de las plantas más frecuentes son: Madero
Negro (Gliricidia sepium), Helequeme (Erithrina poepigiana) y Chilamate (Ficus
alobata).

Inertes: Estos tutores normalmente son de madera y deben ser resistentes, ya que tienen
que soportar el peso de la planta de pitahaya.

Los sistemas de tutorado más utilizados son los siguientes:

Sistema tradicional: Este sistema consiste en la colocación de un tutor junto a la


plántula. El tutor debe ser de al menos 3m de largo con un diámetro superior a 10cm y
capaz de soportar el peso de la planta.

Sistema de espaldera tradicional: Este método consiste en la colocación de soportes


de 2,5m de alto, separados a una distancia de 3m. Los postes quedan unidos por dos
alambres cubiertos con una manguera para evitar que la planta sufra daños. Un alambre se
sitúa en la parte superior del poste y el otro a 50cm desde el suelo. Es recomendable
colocar un tutor de apoyo junto a cada planta, con el fin de ayudar a ésta a alcanzar la parte
superior de la espaldera.

Sistema de espaldera el “T”: Con este sistema las ramas productivas cuelgan sobre las
calles, facilitando así la cosecha del fruto. Consiste en colocar una serie de postes de unos
2m de alto y en forma de “T” sobre un eje principal. La distancia entre postes suele ser de
3m y, generalmente son de madera. En cada extremo se sujeta una hilera de alambre
galvanizado cubierto de una manguera.

- Poda: La pitaya es una planta que crece muy rápido, formando una masa densa de tallos.
Por este motivo, la poda es una labor imprescindible para mantener la plantación en
buenas condiciones. Existen varios tipos de poda:
Poda de formación: Esta poda se realiza desde el inicio de la plantación. Consiste en la
eliminación de todos los brotes dejando una o dos vainas hasta que alcancen el extremo del
soporte. Los tallos laterales deben ser eliminados. Una vez alcanzada la cima, se debe
despuntar la planta, permitiendo así el desarrollo de vainas laterales desde el extremo.

Poda de limpieza: Esta poda consiste en la eliminación de aquellas vainas que han sido
afectadas por plagas o enfermedades y/o que se encuentren mal ubicadas. El corte de los
tallos se debe hacer en el entrenudo y el material afectado debe quemarse o enterrarse
fuera de la plantación.

Poda de producción: Esta poda se suele realizar a partir del tercer año de la plantación.
Consiste en la eliminación de las vainas improductivas situadas en la parte inferior del tallo
principal. El objetivo principal es mejorar la aireación, permitir una mayor exposición a la
luz solar, evitar el peso excesivo de la planta y disminuir el exceso de humedad.

- Polinización: Existen variedades de pitaya tanto autocompatibles como


autoincompatibles. No obstante, se ha demostrado que la polinización cruzada de forma
manual da lugar a una producción mayor y de mejor calidad. 

La polinización cruzada debe llevarse a cabo desde antes de la apertura de la flor. Consiste
en cubrir el estigma de una flor con el polen de otra flor diferente o incluso de otra especie.
Para ello, se recurre a la ayuda de un pincel. Por otro lado, también es importante saber
que el polen puede almacenarse durante 3- 9 meses a una temperatura aproximada de
-18ºC. 

- Fertilización: Previamente a la fertilización, es recomendable realizar un análisis de


suelo. Por lo general, la pitaya es una planta exigente en potasio y nitrógeno, y en menor
medida en fósforo. La aplicación del fertilizante, se realiza en zanjas circulares alrededor
de la planta. 

Durante el verano, es conveniente realizar aplicaciones foliares de fertilizantes, ya que


favorecen la floración y la fructificación. 
6. PLAGAS Y ENFERMEDADES

6.1. Plagas

- Chinche patón (Leptoglossus zonatus): Se trata de una plaga que afecta a la pitaya


durante los meses secos. Tanto las larvas como los adultos originan daños al alimentarse
de las vainas, ya que succionan la savia provocando clorosis en ellas. Además, también
afectan a los botones florales, cuyos síntomas se manifiestan con un cierto color rojizo. Por
otro lado, también provocan daños indirectos ya que las heridas originadas se convierten
en puntos de entrada de hongos y bacterias. 

Para su control se deben realizar monitoreos, observando si en el haz de las vainas existe
presencia de huevos-plaga. Además, se deben eliminar las malas hierbas, podar la planta
favoreciendo una adecuada aireación, eliminar material vegetal afectado, aplicar productos
preventivos, etc. 

- Mosca del botón floral (Dasiops saltans): Se trata de un díptero que afecta


generalmente a la pitaya amarilla (H. megalanthus). Esta plaga origina daños al
alimentarse de las estructuras internas del botón floral, causando la deformación y
posterior caída de éste. Los botones florales afectados se tornan de color rojizo. Este
síntoma se distingue del ataque de la chinche patón, en que este último origina un color
pardo en las anteras y pistilos.

El control químico para combatir esta plaga no es muy efectivo debido a la rápida
aparición de resistencias. Por tanto, se recomienda monitorear la plaga, además de usar
trampas McPhail con atrayentes de proteínas hidrolizadas a base de maíz y soja. 

- Hormiga (Atta cephalotes): Esta plaga afecta a vainas, botones florales y frutos,


produciendo daños que reducen la calidad del fruto. 

Para su control biológico se puede utilizar la cepa LBB-1 de Beauveria bassiana. Otro
método de control consiste en la introducción de plantas repelentes como el vetiver
(Chrysopogon zizanioides).
- Picudo negro (Metamasius sp.): Se trata de una plaga, cuyos principales daños son
causados por las larvas al perforar galerías en el interior de los tallos. El adulto causa daños
en las vainas de las hojas como consecuencia de la oviposición. También afectan a botones
florales y frutos, originando deformaciones y pudriciones en el fruto.

El control químico es poco eficiente y para el control biológico, existen especies de


bracónidos que parasitan al picudo negro.

- Barrenador del tallo (Maracayia chlorisalis): Los daños son producidos por las larvas
que penetran en el interior de las vainas, originando cavidades en su interior. Como
consecuencia, el tejido vegetal comienza a pudrirse. Las heridas causadas son un punto de
entrada de enfermedades. Para el control es conveniente llevar a cabo el monitoreo de la
plaga, aplicando aceite de neem antes de que ésta perfore las vainas.

6.2. Enfermedades

- Pudrición del tallo (Erwinia carotovora): Se trata de la enfermedad más perjudicial


para la pitaya. Los síntomas se manifiestan con manchas cloróticas, pudiendo llegar a
cubrir toda la vaina, hasta originar una pudrición acuosa. 

El control químico para combatir esta enfermedad no es efectivo, por lo que se debe
recurrir a medidas preventivos como: eliminación del material vegetal afectado,
mantenimiento del follaje seco, evitar heridas en las plantas, desinfección de herramientas
de poda, etc. 

- Ojo de pescado (Dothiorella sp.): Los síntomas de esta enfermedad se manifiestan en


las vainas por la presencia de pequeñas manchas circulares de color pardo con puntos
anaranjados en el centro. Para controlarla se recomienda llevar a cabo una serie de
medidas preventivas como: plantación de material sano, eliminación del material vegetal
afectado mantenimiento del follaje seco, evitar heridas en las plantas, desinfección de
herramientas de poda, etc. 
- Antracnosis (Colletotrichum sp.): El hongo causante de esta enfermedad se ve
favorecido por la presencia de alta humedad relativa y temperatura (20-30ºC). Los
síntomas se manifiestan en vainas y frutos con la presencia de manchas circulares de color
negro y hundidas. 

El síntoma más característico de esta enfermedad es la marchitez y el colapso de las


plantas. En los tallos y estolones se observan manchas circulares de color pardo-negruzco,
mientras que en el fruto se producen manchas hundidas de coloración parda y cubiertas de
esporas rosadas o anaranjadas.

Se deben realizar una serie de medidas preventivas para llevar a cabo el manejo de esta
enfermedad, tales como:
- Plantación de material vegetal sano.
- Eliminación de material vegetal afectado.
- Desinfección del material empleado.
- Suelos con buena capacidad de drenaje.

Para su control químico se recomienda realizar aplicaciones preventivas durante la


floración y el desarrollo de frutos. Si se presentan los primeros síntomas de esta
enfermedad, se debe recurrir a la aplicación de fungicidas autorizados.

7. COSECHA Y POSTCOSECHA

La pitahaya tiene una producción escalonada que va desde mediados de otoño a principios
de primavera, pudiendo extenderse incluso hasta finales de primavera. La recolección de
los frutos debe hacerse cuando están maduros, iniciando el corte desde el pedúnculo con
cuidado de no dañar al fruto ni a la vaina. Los frutos deben presentarse en perfecto estado,
sin manchas, cicatrices y asintomáticos. 

Es conveniente llevar a cabo el pre-enfriamiento de los frutos con el fin de retrasar el


proceso de maduración. Esta labor consiste en sumergir los frutos en agua fría con un
detergente específico. Posteriormente, se procede a la desinfección y secado de frutos.
Previamente al empaquetamiento se debe realizar una clasificación según el tamaño y peso
del fruto. 

Categoría Diámetro (cm) Peso (g)

I 20-25 250-300

II 25-30 400-450

Para exportación, la forma más usual de empaque se realiza en cajas de cartón, con los
frutos separados entre sí y en una cantidad de 9-12 unidades por caja. 

Finalmente, los frutos deben ser almacenados a una temperatura de 10-12ºC y una
humedad relativa de 80-85%.

Fuente: Redacción Infoagro

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