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Informacion Cancer

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La 

inmunohistoquímica es un procedimiento histopatológico que se basa en la


utilización de anticuerpos que mediante reacciones antígeno-anticuerpo, posteriormente
reveladas enzimáticamente, permiten identificar marcadores antigénicos en los tejidos
embebidos en parafina y que luego se observan en el microscopio óptico.
Esta técnica tiene más de 70 años de historia pero su uso en la patología quirúrgica, para
el estudio de biopsias, se estableció en 1990.
En la actualidad se ha logrado la automatización del método inmunohistoquímico con
anticuerpos mono y/o policlonales de calidad internacional. Esto permite una
determinación más segura y estandarizada,  en tiempos optimizados, con la consecuente
mayor rapidez para la obtención de los resultados.

“El estudio anatomopatológico convencional de las biopsias es


ineludible. La inmunomarcación es complementaria, a
veces permite la definición del diagnóstico, impactando
directamente en los pacientes(…)”
Las preguntas más frecuentes son para qué usamos la inmunohistoquímica y cuándo es
necesaria su indicación médica.
El estudio anatomopatológico convencional de las biopsias es ineludible. La
inmunomarcación es un paso secundario y complementario, que en determinadas
circunstancias se convierte en el instrumento de definición del diagnóstico, logrando
como consecuencia el tratamiento y pronóstico que impacta directamente en los
pacientes.
La inmunohistoquímica se aplica en las siguientes circunstancias:
 Para determinar si una lesión está localizada o es invasora.
 Definir tumores benignos, malignos o cuyo potencial de malignizar es incierto.
 Diferenciar tumores primarios de un órgano o si son secundarios metastáticos,
por ejemplo el órgano más frecuente es el pulmón.
 Si son metastáticos, colabora en la identificación del tumor primario o en la
disminución de las diferentes posibilidades que dio origen a una metástasis.
 Tipificar a los tumores en su estirpe: epitelial (carcinomas), tejidos blandos
(sarcomas), hemolinfoides (linfomas), entre otros.
 Ordenar a los tumores según las diferentes clasificaciones internacionales de
cada órgano en particular.
Además, juega un rol fundamental a la hora de seleccionar el  tratamiento, terapias
llamadas target, como son los biomarcadores en tumores de mama. También colabora
en establecer pronóstico, posibles recurrencias o recaídas de la enfermedad, y las
respuestas a los tratamientos. Por último, en algunas situaciones, asiste en la
identificación de alteraciones cromosómicas o genéticas.
Todas estas situaciones mencionadas deben ser correlacionadas con la historia clínica
del paciente, lo cual significa integrar con el laboratorio de análisis y serologías
tumorales específicas y las imágenes complementarias como Tomografía
Computarizada y/o Resonancia.

Marcadores Tumorales:

Los antígenos asociados a tumores (AAT) pueden ayudar a diagnosticar diversos


tumores y, en ocasiones, determinan la respuesta al tratamiento o la recurrencia. Un
marcador tumoral ideal debería
 Ser liberado solo del tejido tumoral
 Ser específico para un tipo de tumor dado
 Ser detectable a bajos niveles de carga de células tumorales
 Tener una relación directa con la carga de células tumorales
 Estar presente en todos los pacientes con tumor

Aunque la mayoría de los tumores liberan macromoléculas antigénicas detectables a la


circulación, ningún marcador tumoral reúne todos los requisitos para tener especificidad
o sensibilidad suficientes para ser usado en el diagnóstico temprano o en programas
masivos de detección sistemática de cáncer.

El antígeno carcinoembrionario (CEA) es un complejo proteína-polisacárido presente


en los carcinomas de colon y en el intestino fetal normal, el páncreas y el hígado. Las
concentraciones sanguíneas son altas en pacientes con carcinoma de colon, pero la
especificidad es relativamente baja, porque se observan resultados positivos en grandes
fumadores y en pacientes con cirrosis, colitis ulcerosa y otros cánceres (p.
ej., mama, páncreas , vejiga, ovarios, cuello uterino ). El control de las concentraciones de
CEA puede ser útil para detectar la recurrencia del cáncer después de la resección del
tumor si el paciente tenía, inicialmente, un CEA elevado y para refinar las estimaciones
de pronóstico según el estadio.
La alfa-fetoproteína, un producto normal de las células hepáticas fetales, también está
presente en el suero de pacientes con carcinoma hepatocelular primario , tumores de
células germinativas no seminomatosos y, con frecuencia, carcinoma embrionario
ovárico o testicular. En ocasiones, las concentraciones son útiles para estimar el
pronóstico o, menos a menudo, para el diagnóstico.
La subunidad beta de la gonadotropina coriónica humana (beta-hCG), medida por
inmunoanálisis, es el principal marcador clínico en mujeres con neoplasia trofoblástica
gestacional (NTG), un espectro de enfermedades que incluye la mola hidatiforme, la
NTG no metastásica y la metastásica, y en alrededor de dos tercios de los hombres con
carcinomas embrionarios o coriocarcinomas testiculares. Se mide la subunidad beta
porque es específica de la hCG. Este marcador está presente en bajas concentraciones
en individuos sanos. Las concentraciones aumentan durante el embarazo.
El antígeno prostático específico (PSA), una glucoproteína localizada en las células
del epitelio de los conductos de la glándula prostática, puede detectarse en bajas
concentraciones en el suero de hombres sanos. Utilizando un límite superior normal
apropiado, los análisis con anticuerpos monoclonales detectan concentraciones séricas
elevadas de PSA en alrededor del 90% de los pacientes con cáncer de
próstata avanzado, aun en ausencia de enfermedad metastásica definida. Es más
sensible que la fosfatasa ácida prostática. Sin embargo, como el PSA está elevado en
otras enfermedades (p. ej., hipertrofia prostática benigna, prostatitis, instrumentación
reciente del aparato urogenital), es menos específico. Puede utilizarse el PSA para
confirmar las recidivas después del diagnóstico y el tratamiento del carcinoma de
próstata.
El CA 125 es clínicamente útil para detectar, diagnosticar y controlar el tratamiento
del cáncer de ovario, aunque cualquier proceso inflamatorio peritoneal y algunos otros
cánceres pueden aumentar su concentración.
La beta-2 microglobulina suele estar aumentada en el mieloma múltiple  y algunos
linfomas. Su principal aplicación es para el pronóstico.
El estudio del CA 19-9 se desarrolló originalmente para detectar cáncer colorrectal, pero
probó ser más sensible para el cáncer de páncreas . Se lo utiliza principalmente para
valorar la respuesta al tratamiento en pacientes con cáncer de páncreas avanzado. El
CA 19-9 también puede estar aumentado en otros cánceres digestivos, en particular
cáncer de las vías biliares y algunos trastornos benignos de las vías biliares y
colestásicos.
El CA 15-3 y el CA 27-29 están aumentados en la mayoría de los casos de cáncer de
mama metastásico. Las concentraciones también pueden ser altas en otras
enfermedades. Estos marcadores se utilizan, fundamentalmente, para controlar la
respuesta al tratamiento.
La cromogranina A se utiliza como marcador de tumores carcinoides  y otros tumores
neuroendocrinos. La sensibilidad y la especificidad para tumores neuroendocrinos
pueden superar el 75%, y la exactitud diagnóstica es más alta en tumores difusos que
localizados. Puede haber aumento de las concentraciones en otros cánceres, como
pulmón y próstata, y en algunos trastornos benignos (p. ej., hipertensión primaria,
nefropatía crónica, gastritis atrófica crónica).
La tiroglobulina es producida por la tiroides y puede estar aumentada en diversos
trastornos tiroideos. Se la utiliza principalmente como marcador después de la
tiroidectomía completa para detectar cáncer de tiroides recurrente y controlar la
respuesta al tratamiento en el cáncer de tiroides metastásico.
La TA-90 es una subunidad muy inmunógena de un antígeno asociado a tumores
urinarios, que está presente en el 70% de los melanomas;sarcomas de partes blandas; y
carcinomas de mama, colon y pulmón. Algunos estudios han mostrado que las
concentraciones de TA-90 pueden predecir con exactitud la supervivencia y la presencia
de enfermedad subclínica después del tratamiento quirúrgico del melanoma.
Los médicos deben conocer los factores predisponentes e interrogar específicamente
acerca de cáncer familiar, exposición ambiental (incluidos antecedentes de tabaquismo)
y enfermedades previas o actuales (p. ej., trastornos autoinmunitarios, tratamiento
inmunosupresor previo, hepatitis B o hepatitis C, infección por HIV, prueba de
Papanicolaou [citología cervical] anormal, infección por papilomavirus humano).

Los síntomas que sugieren un cáncer oculto pueden incluir

 Cansancio

 Pérdida de peso

 Fiebres

 Sudoración nocturna

 Tos

 Hemoptisis

 Hematemesis

 Hematoquecia

 Modificación del ritmo evacuatorio

 Dolor persistente

Otros síntomas pueden estar presentes según el sitio del cáncer (p. ej., ronquera en el
cáncer de laringe o sangrado vaginal anormal en el cáncer uterino).

Examen físico
Debe prestarse particular atención a la piel, los ganglios linfáticos, los pulmones, las
mamas, el abdomen y los testículos. También es importante la exploración prostática,
rectal y vaginal. Los hallazgos ayudan a dirigir los estudios adicionales, como
radiografías y biopsias.

Estudios complementarios
Las pruebas incluyen pruebas de imágenes, marcadores tumorales séricos, y la biopsia;
una o más puede estar indicada en pacientes con una anamnesis o hallazgos físicos o
de laboratorio sugerentes.
Los estudios de imágenes suelen incluir radiografías, ecografía, TC, PET y RM. Estos
estudios ayudan a detectar anormalidades, determinar la cualidad de una masa (sólida o
quística), suministrar dimensiones y establecer la relación con estructuras circundantes,
que puede ser importante si se considera biopsia o cirugía.
Los marcadores tumorales séricos pueden aportar evidencia que corrobora los
hallazgos sugestivos de un determinado cáncer (vése Inmunodiagnóstico tumoral). La
mayoría no se utilizan como pruebas de detección de rutina, excepto en pacientes de
alto riesgo. Los ejemplos útiles son
PRUEBA ANALÍTICA

Tumor Markers

 Alfa-fetoproteína (carcinoma hepatocelular , carcinoma testicular )


 Antígeno carcinoembrionario (cáncer de colon)
 Gonadotropina coriónica humana beta (coriocarcinoma, carcinoma testicular)

 Inmunoglobulinas séricas (mieloma múltiple)


 Pruebas moleculares como BCR-ABL1 (leucemia mieloide crónica)
 CA 125 (cáncer de ovario)
 CA 27-29 (cáncer de mama)
 Antígeno prostático-específico (cáncer de próstata )
Algunos de estos marcadores tumorales en suero pueden ser más útiles en el
seguimiento de la respuesta al tratamiento en lugar de en la detección de tumores.

Casi siempre se requiere biopsia para confirmar el diagnóstico y el tejido de origen


cuando se sospecha de cáncer. Por lo general, la elección del sitio de biopsia depende
de la facilidad de acceso y el grado de invasión de la prueba. Si hay linfadenopatías, la
biopsia con aguja fina o gruesa a veces permite conocer el tipo de tumor. Las biopsias
de núcleo o el vaciamiento ganglionar se recomiendan para el diagnóstico de los
linfomas, porque la preservación de la estructura ganglionar es importante para arribar a
un diagnóstico preciso. En ocasiones se requiere una biopsia a cielo abierto. Otras vías
de biopsia son broncoscopia para tumores mediastínicos o pulmonares centrales de fácil
acceso, biopsia hepática percutánea si hay lesiones hepáticas, y biopsia guiada por TC o
ecografía si hay imágenes sospechosas en pulmón o tejidos blandos.
La determinación del grado del tumor es un parámetro histológico de la agresividad
del tumor y aporta información pronóstica importante. Se determina por examen del
espécimen de tejido. El grado se basa en el aspecto morfológico de las células
tumorales, incluido el aspecto de los núcleos, el citoplasma y los nucléolos, la frecuencia
de mitosis y el grado de necrosis. En muchos cánceres, se han desarrollado escalas de
clasificación en grados.
Las pruebas moleculares, como análisis cromosómicos, hibridación in situ fluorescente
(FISH), PCR [reacción en cadena de la polimerasa] y pruebas de antígeno de la
superficie celular (p. ej., en linfomas, leucemias, cánceres de pulmón y tubo digestivo)
ayudan a delinear el origen de los cánceres metastásicos, sobre todo en los cánceres de
origen desconocido, y pueden ser útiles para seleccionar el tratamiento.
Estadificación
Una vez que se realiza un diagnóstico histológico, la estadificación (es decir, determinar
la extensión de la enfermedad) ayuda a adoptar decisiones terapéuticas e influye en el
pronóstico. La estadificación clínica utiliza datos de la anamnesis, la exploración física,
los estudios por la imagen, las pruebas de laboratorio y de la biopsia de médula ósea,
ganglios linfáticos u otras localizaciones de presunta enfermedad. Para la estadificación
de neoplasias específicas, véanse detalles en el comentario pertinente al órgano.

Estudios de diagnóstico por imágenes


Los estudios por la imagen, en especial TC, PET y RM, permiten detectar metástasis
cerebrales, pulmonares o abdomen, incluidas las glándulas suprarrenales, ganglios
linfáticos retroperitoneales, hígado y bazo. La RM (con contraste de gadolinio) es el
procedimiento de elección para el reconocimiento y la evaluación de los tumores
cerebrales, tanto primarios como metastásicos. Cada vez se recurre más a la PET para
determinar la actividad metabólica de un ganglio linfático, un nódulo pulmonar u otro tipo
de tumor. La PET-TC integradas pueden ser valiosas, especialmente en el cáncer de
pulmón, cabeza y cuello, y mama, y en el linfoma.

Puede utilizarse ecografía para estudiar los tumores mamarios, orbitarios, tiroideos,
cardíacos, pericárdicos, pancreáticos, renales, testiculares y retroperitoneales. Puede
ayudar a guiar biopsias percutáneas y diferenciar los quistes llenos de líquido de las
masas sólidas.

Las gammagrafías pueden identificar varios tipos de metástasis (p. ej., cáncer de
tiroides). Detectan crecimiento óseo anormal (es decir, actividad osteoblástica) antes de
que sea visible en las radiografías simples. Por lo tanto, las gammagrafías óseas son
inútiles en neoplasias exclusivamente líticas (p. ej., mieloma múltiple); las radiografías
óseas sistemáticas son el estudio de elección en este tipo de enfermedades.

Pruebas de laboratorio
Las mediciones de las concentraciones séricas de los compuestos químicos y las
enzimas pueden ayudar a la estadificación. El aumento de las concentraciones de
enzimas hepáticas (fosfatasa alcalina, LDH, ALT) y las concentraciones elevadas de
bilirrubina sugieren metástasis hepáticas. El aumento de fosfatasa alcalina y calcio
sérico puede ser la primera evidencia de metástasis óseas. Las concentraciones
elevadas de nitrógeno ureico en sangre o creatinina pueden indicar uropatía obstructiva
secundaria a una masa pélvica, una obstrucción intrarrenal debido a la precipitación
tubular de la proteína de mieloma o nefropatía por ácido úrico debido a un linfoma u
otros cánceres. A menudo, se observa aumento de las concentraciones de ácido úrico
en pacientes con tumores de rápida proliferación y en aquellos con trastornos
mieloproliferativos y linfoproliferativos.

Pruebas invasivas
La mediastinoscopia  es especialmente valiosa en la estadificación del cáncer no
microcítico de pulmón. Cuando se detecta compromiso de ganglios mediastínicos, los
pacientes pueden beneficiarse con quimiorradioterapia inicial y resección ulterior del
tumor.
La aspiración y biopsia de médula ósea tienen especial utilidad para detectar metástasis
de linfomas malignos y cáncer microcítico de pulmón. La biopsia de médula ósea es
positiva en el momento del diagnóstico en el 50-70% de los pacientes con linfoma
maligno (grado bajo e intermedio) y en el 15-18% de los pacientes con cáncer microcítico
de pulmón. Debe practicarse biopsia de médula ósea en pacientes con alteraciones
hematológicas inexplicables (es decir, anemia, trombocitopenia, pancitopenia).

La biopsia de ganglios linfáticos regionales forma parte de la evaluación de muchos


tumores, como cánceres de mama, tiroides, estómago, pulmón y colon y melanoma. La
extirpación de un ganglio linfático centinela (que se define por la absorción de un agente
de contraste o un radioisótopo inyectado en el sitio del tumor) puede permitir una biopsia
ganglionar limitada pero definitiva en pacientes con cáncer de mama o melanoma
primario.

Tipos de quimioterapia

Tipos de quimioterapia
 

Agentes alquilantes
Los agentes alquilantes alcanzan su mayor nivel de actividad durante la fase de reposo
celular. Estos tipos de fármacos no son específicos al ciclo celular. Existen varios tipos de
agentes alquilantes que se utilizan en los tratamientos de quimioterapia:

 Derivados del gas mostaza: mecloretamina, ciclofosfamida, clorambucil, melfalán e


ifosfamida.
 Etileniminas: tiotepa y hexametilmelamina.
 Alquilsulfonatos: busulfán.
 Hidrazinas y triazinas: altretamina, procarbazina, dacarbazina y temozolomida.
 Nitrosureas: carmustina, lomustina y estreptozocina. Las nitrosureas son únicas
debido a que, a diferencia de la mayoría de los tipos de tratamiento de
quimioterapia, éstas pueden atravezar la barrera hematoencefálica (sangre-
cerebro). Pueden ser útiles para el tratamiento de tumores cerebrales.
 Sales de metal: carboplatina, cisplatina y oxaliplatina.

Alcaloides vegetales
Los alcaloides vegetales son tratamientos de quimioterapia derivados de determinados
tipos de plantas. Los alcaloides de la vinca se producen a partir de la planta vinca rosea
(Catharanthus rosea). Los taxanos se producen a partir de la corteza del árbol tejo del
Pacífico (Taxus). Los alcaloides de la vinca y los taxanos también se conocen como
agentes antimicrotubulares. Las podofilotoxinas son derivados de la manzana de mayo o
"mandrágora americana". Los análogos de la camptotecina son derivados del "árbol de la
felicidad" asiático (Camptotheca acuminata). Las podofilotoxinas y los análogos de la
camptotecina también son conocidos como inhibidores de la topoisomerasa, que se usan
en determinados tipos de quimioterapia. Los alcaloides vegetales son específicos al ciclo
celular. Esto significa que atacan las células durante diversas fases de la división.

 Alcaloides de la vinca: vincristina, vinblastina y vinorelbina.


 Taxanos: paclitaxel y docetaxel.
 Podofilotoxinas: etopósido y tenipósido.
 Análogos de camptotecina: irinotecán y topotecán.

Antibióticos antitumorales
Los antibióticos antitumorales son tratamientos químicos realizados con productos
naturales producidos por especies del hongo del suelo Estreptomices. Estos fármacos
actúan durante múltiples fases del ciclo celular y se consideran específicos al ciclo
celular. Existen varios tipos de antibióticos antitumorales:

 Antraciclinas: doxorubicina, daunorubicina, epirubicina, mitoxantrona e idarubicina.


 Cromomicinas: dactinomicina y plicamicina.
 Otros: mitomicina y bleomicina.

Antimetabolitos
Los antimetabolitos son tipos de tratamientos de quimioterapia muy similares a las
sustancias normales que se encuentran dentro de la célula. Cuando las células incorporan
estas sustancias a su metabolismo celular, pierden la capacidad de dividirse. Los
antimetabolitos son específicos al ciclo celular. Atacan las células en fases muy
específicas del ciclo. Los antimetabolitos se clasifican de acuerdo con las sustancias con
que interfieren.

 Antagonista del ácido fólico: metotrexato.


 Antagonistas de la pirimidina: 5-fluoruracilo, floxuridina, citarabina, capecitabina y
gemcitabina.
 Antagonistas de las purinas: 6-mercaptopurina y 6-tioguanina.
 Inhibidores de la adenosina deaminasa: cladribina, fludarabina, nelarabina y
pentostatina.

Inhibidores de las topoisomerasas


Los inhibidores de la topoisomerasa son tipos de fármacos de quimioterapia que interfieren
en la acción de las enzimas topoisomerasas (topoisomerasa I y II). Durante el proceso de
los tratamientos de quimioterapia, las enzimas topoisomerasas controlan la manipulación
de la estructura del ADN necesaria para la replicación.

 Inhibidores de la topoisomerasa I: irinotecán, topotecán.


 Inhibidores de la topoisomerasa II: amsacrina, etoposida, fosfato de etoposida,
teniposida.
Antineoplásicos misceláneos
Varios tipos útiles de fármacos de quimioterapia son únicos:

 Inhibidor de reductasa ribonucleótida: hidroxiurea. 


 Inhibidor del esteroides adrenocorticales: mitotano.
 Enzimas: asparaginasa y pegaspargasa.
 Agente antimicrotubular: estramustina.
 Retinoides: bexaroteno, isotretinoína, tretinoína (ATRA).

Además de los tipos mencionados de quimioterapia, existen muchos otros tipos de


tratamientos químicos como, por ejemplo, la terapia dirigida, la inmunoterapia y la terapia
hormonal.
http://chemocare.com/es/chemotherapy/what-is-chemotherapy/teacuterminos-de-
quimioterapia.aspx

Dentro de una familia, el grado de histocompatibilidad entre los hermanos puede ser


que compartan dos haplotipos (HLA idéntico) un haplotipo (haplo-idéntico) o
ninguno. ... Los padres y los hijos comparten un haplotipo. Aplotipos.

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