Suelos
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La calidad del suelo es lo bien que el suelo hace lo que queremos que haga.
Un suelo sano y de alta calidad es fértil, tiene buena estructura del suelo y
es biológicamente activo.
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UPDATED: OCTOBER 17, 2017
Recolección de una muestra para análisis de suelo. Foto cortesiá de Penn State Extension
La calidad del suelo es fundamental para las prácticas agrícolas. Un suelo fértil y sano
le provee a las plantas los nutrientes esenciales para crecer y desarrollarse y las
características físicas del suelo como su estructura y sus agregados le permiten al agua
y al oxígeno llegar a las raíces de las plantas. Los suelos también se describen como
"suelos sanos o suelos de calidad", porque describen suelos que no solamente son
fértiles sino que también tienen propiedades físicas y biológicas para sostener la
productividad, mantener la calidad del medio ambiente y promover la sanidad de
plantas y de animales. ¿Pero, a qué se le llama calidad del suelo? La calidad del suelo
quiere decir la capacidad de un tipo específico de suelo de funcionar para sostener la
productividad de las plantas y de los animales, mantener o mejorar la calidad del agua
y del aire y también de mantener la sanidad y la vivienda de los humanos.
El pH (la acidez) del suelo es otro aspecto importante para su fertilidad. El pH en sí,
no es un nutriente, pero es la medida de la acidez del suelo. La mayoríade los cultivos
crecen mejor en suelos con un pH entre 6.2 y 6.8. Este es el rango en que las raíces
absorben mejor la mayoría de los nutrientes del suelo.
La materia orgánica
La materia orgánica esta compuesta de residuos de plantas y de animales que se han
muerto, de microorganismos vivos y muertos del suelo que al descomponerse y unirse
en el suelo forman esta materia. La mayoría de los suelos agrícolas contienen una
proporción muy pequeña de materia orgánica (menos del 5%), pero esta pequeñisima
cantidad juega un papel muy importante para la calidad del suelo. La materia orgánica
le ayuda a la fertilidad, a la estructura y a la actividad biológica del suelo. Se le
agrega materia orgánica a los suelos al añadirle los cultivos de cobertera, los
estiércoles, las compostas y con la rotación de cultivos.
Las partículas del suelo varían mucho de tamaño, como se muestra en esta ilustración. Ilustración
cortesiá de Meg DeBrito.
El conocer la textura del suelo le permite a usted saber que tan bien el suelo retiene el
agua, que tan bien retendrá y soltará los nutrientes y responderá a las diferentes
prácticas de cultivo. Por ejemplo, un suelo arcilloso retiene más nutrientes y más agua
que un suelo arenoso, pero será más susceptible a la compactación al ararse y
cultivarse. La compactación dificulta el crecimiento de las raíces.
En un suelo sano las partículas de arena, limo y arcilla no estan flotando por sí
mismas. Esas partículas se juntan a otras, a la materia orgánica y a los pequeños poros
y forman lo que llamamos, agregados de suelo. Los agregados de suelo más fuertes y
más estables se unen con más fuerza, aún cuando les impactan las gotas de lluvia o
son aplastados por las pisadas de nuestros pasos. Si agarramos un puñado de suelo
sano sentiríamos que es fácil de desmoronar y ligero, esto se debe a los agregados más
estables del suelo.
La compactación de suelos
La compactación de suelos ocurre cuando a los agregados del suelo se les comprime
haciendo quelos espacios entre los poros se achiquen. Generalmente, esto ocurre
debido al peso de maquinaria pesada tales como tractores que pasan sobre el suelo,
especialmente si los suelos estan mojados. Los suelos pueden volverse compactos en
la superficie, pero también en la capa inferior justo por debajo de la profundidad de la
labranza (compactación del subsuelo). Las plantas tienen mucha dificultad para crecer
en suelos compactos porque los agregados están presionados muy juntos dejando muy
poco espacio entre poros para el aire y el agua que son esenciales para el crecimiento
de las raíces.
Las partículas del suelo varían mucho de tamaño, como se muestra en esta ilustración. Ilustración
cortesiá de Meg DeBrito.
La retención de agua
Se llama capacidad de retención de agua a la cantidad de agua que un determinado
suelo puede retener y después puede poner a disposición de la planta. La capacidad de
retención de agua está determinada por la textura del suelo y por la cantidad de
espacios porosos donde se alojan el aire y el agua. Los suelos arenosos tienen muy
baja capacidad de retención de agua, mientras que los limos y los suelos arcillosos
tienden a retener mas agua y tienen una capacidad de retención muy alta. Un cultivo
plantado en un suelo arenoso necesita ser irrigado con más frecuencia pero con menos
agua que un cultivo plantado en un suelo arcilloso o en uno limoso. Un suelo arcilloso
o uno limoso tienen más capacidad de reterner agua por lo que los cultivos no
necesitan ser irrigados con mucha frecuencia. Como los suelos compactos reducen el
espacio poroso para el agua y el aire tienen muy baja o menos capacidad de retener el
agua.