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Maquina de Anestesia

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BIBLIOTECA MÉDICA DEL HOSPITAL GENERAL DE CULIACAN

LA MAQUINA DE ANESTESIA

Familiarizarse con el aparato de anestesia para el anestesiólogo es una de sus


labores básicas, para lo que requiere no sólo saber su funcionamiento, sino
que las características básicas de que sus componentes estén de acuerdo con
los estándares de seguridad publicados por el American National Standard
Institute en la norma Z 79.8, siendo la principal área laboral del anestesiólogo y
que a la vez le permite elegir y combinar gases medidos, vaporizar cantidades
exactas de gases anestésicos y por lo tanto administrar concentraciones
controladas de mezcla de anestésicos a través de las vías respiratorias. A
pesar de la diversidad de aparatos de anestesia que se fabrican en el mundo,
sus aspectos funcionales son prácticamente similares; puede servir de mesa
para equipo, accesorios y medicamentos, cuenta con cajones para guardar lo
que sea necesario, así como manuales de conservación y funcionamiento.

Siendo el área de trabajo más frecuentada por el anestesiólogo deben


observarse algunas características como son materiales de construcción,
resistencia de los mismos, colocación de monitores, flujómetros, características
de los mismos, oxímetros, espirómetros, manómetros, y la iluminación que
debe ser indirecta y difusa para que los indicadores y alarmas sean fácilmente
localizados sin grandes desplazamientos de la cabeza u ojos del anestesiólogo.

Inicialmente los primeros dispositivos para administrar anestesia eran vasos de


metal o vidrio llenos parcialmente de éter dietílico o cloroformo en donde el
paciente inhalaba los vapores, aumentando su superficie de evaporación por
medio de esponjas, gasas, conductos de cobre o recipientes de superficie
ancha. El cloroformo se aplicaba en volúmenes conocidos en bolsas de aire,
bombeando aire a través del líquido sin tomar en consideración la ventilación
del paciente. El óxido nitroso menos potente se inhalaba directamente de los
gasómetros o de bolsas de seda aceitada.

En 1903 Harcourt usó válvulas unidireccionales para la aplicación del


cloroformo y aplicándole calor podía aumentar la vaporización del líquido. El
N2O se dispuso en forma comprimida desde 1880 por el dentista White de
Nueva Inglaterra pero su aplicación clínica a pesar de las ventajas de los gases
comprimidos, no se usó por falta de válvulas de reducción. Entre 1910 y 1930
las invenciones, investigaciones y estudios científicos de varios anestesiólogos
revolucionaron el diseño de las máquinas de anestesia. A partir de 1930 el
diseño y la función básica de los aparatos de anestesia es muy similar a los
que se emplean en la actualidad, siendo su características principales,
seguridad para los pacientes, construidos con materiales cada vez de mejor
calidad, desarrollo de vaporizadores desde el de marmita de cobre (1940) a los
que actualmente se utilizan, siendo aparatos de flujo continuo, algunos de los
cuales utilizan algún tipo de microprocesador, tratando de establecer
estándares internacionales en el diseño del equipo con el fin aumentar la
compatibilidad y seguridad en su manejo.

Los aparatos de anestesia son equipos de precisión con detalles de mecánica,


ingeniería y electrónica para poder asegurar una cantidad exacta de un gas
que sea predicible para la seguridad del paciente. Los equipos de anestesia
constan de cuatro características importantes: una fuente de O2 y una forma de
eliminación de CO2, una fuente de líquidos o gases anestésicos, y un sistema
de inhalación para lo que requieren cilindros y sus yugos, válvulas de ajuste,
flujómetros, medidores de presión y sistema de inhalación para administrar la
mezcla anestésica a las vías respiratorias del paciente.

Los gases que se emplean actualmente en anestesia son el O2, aire y N2O; el
hospital suele distribuirlos al quirófano por medio de tuberías; éstas pueden
fallar o los aparatos deben usarse en áreas que no disponen de tubería. Los
aparatos de anestesia cuentan con cilindros de gas comprimido de reserva
tamaño E (10.625 x 74.375 con 660 L para el oxígeno y 1680 L para el N2O);
en algunos lugares que no hay fuente de O2 central se utilizan los llamados
tanque madrina que son de tamaño G (21.25 x 137.5 cm con 5600 L/O2 Y
14620 L/N2O) con presiones de 750 a 2000 psi (libras por pulgada cuadrada) y
mediante válvulas reductoras se ajustan de 35 a 50 Psi lo que permite así su
uso. Pasan por tuberías de autocontrol de seguridad, para suprimir los gases
anestésicos si se reduce la presión de O2, con alarmas audibles; después
pasan por válvulas en aguja y medidores de flujo para introducirse en los
vaporizadores y pasan al paciente. Todos los equipos cuentan con válvulas de
flujo rápido manual de O2 para llenar con rapidez el circuito.

COMPONENTES DEL APARATO DE ANESTESIA

Cilindros de gas comprimido

Se define como cualquier material o combinación que tenga en el recipiente


una presión absoluta mayor de 40 libras por pulgada cuadrada a 21.1 °C o una
presión absoluta que excede de 140 libras por pulgada cuadrada a 54.5 °C o
cualquier líquido o material inflamable que tenga una presión de vapor que
excede de 40 libras por pulgada cuadrada a 37.7 °C.

Los cilindros se fabrican según las normas del Department of Transportation


(DOT); son de tamaño que van de la letra A que es el más pequeño a la letra
G, construidos completamente de acero con paredes de grosor mínimo de 3/8
de pulgada, aunque algunos cilindros se fabrican con aleación de molibdeno y
pesan menos que los de acero; deben contar con una elasticidad no superior al
10%, sometiéndose a prueba por presión hidrostática cuando menos una vez
cada cinco años; tienen una válvula para sellar su contenido, la cual
proporciona una entrada para llenar el cilindro y para poder controlar la salida
de su contenido. Para los gases médicos se suele indicar el contenido de los
cilindros llenos en términos de galones a 21.1 °C y a una presión atmosférica;
los gases licuados en cilindros se expresan en término de peso.

Yugo. Se emplea para fijar los cilindros de gas a la máquina de anestesia o al


regulador; tiene forma circular o rectangular de metal con cremallera ajustable;
en su parte interna cuenta con un cople que se fija a la parte correspondiente
del cilindro, con un sistema de seguridad a base de espigas y orificios llamadas
"hembras" y "machos" respectivamente y una colocación diferente para cada
gas en la parte inferior de la espiga central para evitar errores en la colocación
del gas (llamado sistema pin index). Las medidas de seguridad para el manejo
de los tanques son simples, tales como no poner en contacto con aceite a los
cilindros, válvulas, reguladores, calibradores, boquillas, manos, o guantes
aceitados, especialmente con O2 u N2O ya que puede haber una explosión; no
usar flama directa para detectar fugas, evitar chispas o flamas cerca de los
tanques y abrir las válvulas lentamente; deben cerrarse todas las válvulas y
medidores cuando no se usen; al usar un cilindro se le debe indentificar
perfectamente por el color y la marca de los hombros del cilindro, que señala:
presión de trabajo, número de serie, propietario, marca de inspectores, tamaño
del cilindro, material de elaboración del cilindro, expansión elástica en cm3 a
3360 psi, fecha de nueva inspección, marca del fabricante y fecha de la prueba
original. Y como medidas de seguridad no intentar mezclar gases, no rellenar
los cilindros, no almacenar los gases a temperatura menor a 22.2 °C y no
someterlos a más de 51.6 °C.

El código de color para cilindros de gas anestésico de 11 cm de diámetro por


45 cm de largo o más pequeños empleados en la máquina de anestesia usa el
verde para el oxígeno, azul para N2O, anaranjado para ciclopropano, gris para
el CO2, gris y verde para CO2 y O2 y helio marrón, aplicándose esto colores
cuando menos a los hombros, y en caso que no se adhieran con colores en los
cilindros cromados se deben usar etiquetas con los colores antes
mencionados.

El almacenamiento de los tanques debe ser en un sitio específico, seco, frío,


ventilado y a prueba de fuego; se separan los gases inflamables de O2 y N2O,
así como los llenos de los vacíos, en lugares que no tengan tránsito intenso,
con las válvulas siempre cerradas y protegidas por sus capuchones.

Los reguladores de presión se emplean para reducir la presión de una fuente


de alta presión a una presión baja de trabajo (35-60 psi) permitiendo la
expansión del gas comprimido a presión baja y a velocidad constante para
satisfacer las demandas dentro de su capacidad.

El manómetro es un equipo que sirve para medir la tensión de fluidos


airiformes; los cilindros suelen tener dos manómetros; el más cercano al
cilindro mide la presión del gas en el interior en libras por pulgadas cuadradas
(psi) y el otro la presión reducida o de trabajo, o la velocidad de expulsión o
flujo del gas en litros por minuto; con una presión más baja se tiene la ventaja
que reduce las posibilidades de tubos, mangueras y correcciones que se
puedan romper, y por otro permite ajustes más finos y más constantes en los
medidores de flujos lo que no sería posible si la presión fuese más alta;
básicamente un regulador trata de lograr un equilibrio entre fuerzas
cambiantes, que por un lado están las fuerzas del gas del interior del cilindro y
por el otro lado están las fuerzas mecánicas que ejercen los resortes o muelles.
Hay dos tipos de reguladores de presión para gas, se denominan directos e
indirectos y esto depende de la dirección en que se ejerce la presión no
regulada o interna en la válvula de regulación; si el cierre de la válvula está en
dirección opuesta a la presión interior del gas se llama de regulación; ésta
ayudada por la presión no regulada del gas se le denomina regulador de tipo
indirecto; aunque algunos autores mencionan los reguladores de presión
neumática de presión equilibrada o del tipo de demanda recíproca, ambos
reducen la presión de suministro alta hasta la presión atmosférica.

Manómetros

Sirven para medir la presión en el equipo de anestesia. Hay dos tipos: uno es el
calibrador de tubo de Burdon que se usa en las líneas de abastecimiento de
gas y otras de alta presión; actúa como un globo vacío y largo, que a medida
que aumenta la presión de su interior se llena, siendo un tubo de cobre o
bronce pequeño que maneja presiones de 10 a 2000 psi. Las marcas de los
medidores de flujo se indican en litros y sólo son indicadores del flujo real. El
otro tipo de manómetro es el anaeroide; se usa para medir la presión en áreas
de presión baja, como la salida, el circuito respiratorio y sitios del ventilador;
también se usa en esfigmomanómetros, osciloscopios, etc, los cuales
funcionan como fuelles de concertina, comprimidos por un resorte.

Los dispositivos de seguridad contra falla de abasto de O2, sólo advierten


cuando la presión es baja, por cualquier motivo; aunque algunos equipos
interrumpen la administración de N2O cuando falla el O2, en algunos otros
tiene alarma de silbato, por que es recomendable que el anestesiólogo se
familiarice con el equipo con el cual labora, recordando que no alarman sobre
concentraciones bajas de O2 y que éstas son funciones de los oxímetros.

Válvulas de retención

Son dispositivos para evitar flujo retrógrado, impidiendo el paso de un cilindro a


otro parcialmente vacío; también se aplican en los vaporizadores de derivación
los cuales evitan que los cambios de presión debidos al ciclo respiratorio
causen una ventilación retrógrada del ventilador y cause cambios en la
vaporización de los líquidos anestésicos.

Las válvulas de los cilindros se usan para sellar el contenido del cilindro y
permitir su liberación controlada cuando se usan. Hay dos tipos; uno para
cilindros grandes, con giro de 360° en sentido contrario a las manecillas del
reloj. El otro tipo es para tanques pequeños, con una superficie del "tipo flujo
rzápido" para la salida del cilindro y un manejo desprendible que cuando se
gira en sentido contrario a las manecillas del reloj desplaza un diafragma hacia
arriba, lo que permite el flujo de gas; las válvulas son los índices ("hembras")
de alfileres para ajustar a los acopladores específicos.
Las válvulas de interrupción y entrelazadas se agrupan mecánicamente para
conveniencia y flexibilidad, las cuales sirven como control en caso de
vaporizadores en serie y evitan la mezclas de líquidos anestésicos.

Las válvulas con interruptor de flujo rápido, se usan para administrar un flujo de
O2 alto por lo general a 30 L/min o más, directamente del abastecimiento al
circuito respiratorio.

Flujómetros

Son aparatos para medir las cantidades de un gas en movimiento. Inicialmente


con los primeros aparatos de anestesia los pacientes podían inspirar a través
de un recipiente con líquido volátil y el gas diluyente, así que el flujo del gas a
través del vaporizador dependía del volumen corriente del paciente. Cuando se
dipuso de válvulas reductoras fue posible el flujo de O2 y gases anestésicos a
un circuito respiratorio; los primeros flujómetros fueron válvulas simples de
cierre al estilo de la llave de agua, vaciando los flujos de acuerdo a los cambios
de presión de abastecimiento. El desarrollo del tubo de Thorpe y de las
válvulas de agujas facilitó el control del flujo de los gases. Existen dos tipos de
flujómetro.

a) De orificio variable, el más conocido llamado tubo de Thorpe o de flotador de


nivel; el diámetro del orificio varía en correspondencia con el índice del flujo de
gas, siendo el índice de la corriente proporcional al área del orificio o sea al
cuadrado del diámetro del orificio. Estos flujómetros están hechos de un tubo
de vidrio cuyo calibre aumenta de abajo hacia arriba con un flotador de nivel
que se mueve de un extremo a otro del tubo, tomando en cuenta que la
densidad del gas, en estas circunstancias, es el factor de mayor importancia
para determinar la velocidad de flujo del gas, siendo el volumen del gas
inversamente proporcional a la raíz cuadrada de su densidad. Los cambios en
la presión barométrica y la temperatura afectan en forma significativa el
funcionamiento de los flujómetros.

b) Los medidores del flujo constante, se basan en la velocidad de un gas que


pasa a través de un orificio y crea una diferencia de presión en ambos lados del
mismo; la diferencia de presión varía con el volumen del gas, pudiendo medirse
al agregar un tubo estrecho en forma de U a cada lado del orificio; en este
principio se basan los flujómetros de agua.

En la actualidad se utilizan flujómetros de orificio variable con válvulas de aguja


que suministran un flujo de gas seleccionado de una fuente de función
regulada, siendo un bastón cilíndrico que sale de una base y tiene un tornillo de
rosca fina que es la válvula de aguja y suelen operar con flujos pequeños y
suelen abrirse mucho más del grado necesario para que el medidor de flujo
llegue a la escala más alta calibrada y como medida de seguridad las manijas
tienen forma y color diferentes correspondientes del código internacional para
gases comprimidos. En los medidores de flujo con tubo Thorpe el flujo de gas
que pasa entre el flotador y las paredes del tubo Thorpe sostiene el mismo flujo
del gas; los flujos se leen en la parte superior de las bobinas y en el centro en
los flotadores esféricos.
Recipientes para cal sodada

Hay de dos tipos: de vaivén y el de circuito, siendo este último el que se utiliza
en la actualidad y se requieren válvulas unidireccionales; existen tres factores
que pueden alterar la eficacia para absorber el CO2 como son tamaño de los
recipientes, compresión defectuosa del material de absorción así como su
característica físico-química, y mal funcionamiento de las válvulas.

El CO2 en presencia de agua se hidrata formando ácido carbónico,


reaccionando con un hidróxido metálico dando una reacción de neutralización
formando agua, bicarbonato y calor. Waters fue el primer anestesiólogo que
desarrolló y aplicó la cal sodada en el hombre tal como se usa en la actualidad
y está formada por hidróxido de calcio en un 80%, hidróxido de sodio y potasio
en 5%, agua 15% y sustancias inertes sílice y Kicselguhr como endurecedor. El
hidróxido de Na y K actúan como catalizadores para iniciar la reacción de CO2
con la cal sodada y en presencia de humedad ésta es instantánea formando
carbonato y bicarbonato de Na y K, reaccionado con el hidróxido de calcio para
formar carbonato y bicarbonato de calcio + agua; la cal sodada absorbe el 19%
de su peso de CO2.

Los gránulos de cal sodada cuando están frescos se rompen con facilidad entre
los dedos, con sabor amargo por su pH alcalino y cuando están gastados son
duros y sin sabor. A la cal sodada se le añade colorante que indica el pH
orgánico para proporcionar un control visual de su estado. Se usan violeta de
etilo, naranja de etilo y el amarillo tipo arcilla. Los gránulos tiene tamaños de 4
a 8, esto quiere decir que pasan a través de una coladera que tenga de 4 a 8
orificios por pulgada cuadrada, para que su absorción sea máxima con poca
resistencia al flujo del gas que pase por ella.

El reservorio contiene dos cámaras para la cal sodada, separadas por una
malla de alambre con una capacidad cada uno para almacenar 500 cc de aire.
Al usar cámaras seriadas, se saturan las primeras, pudiendo cambiar sólo la
primera y se deben colocar en forma invertida, es decir la cal de medio uso y
después la renovada, con buenos resultados y adecuada economía. Los
recipientes tienen marco metálico para eliminar calor con lados de plástico
transparente para poder ver el cambio de color de la cal usada y un reservorio
en el fondo para recibir el exceso de vapor de agua de los gases espirados con
su válvula de evacuación.

Vaporizadores

Su función en la anestesia es proporcionar vaporización de líquidos volátiles


dentro de una concentración regulable. Para la vaporización se requiere
conocer algunos principios, como una fuente de calor externa, es decir una
sustancia con la que el anestésico entre en contacto, pero al hacerlo se reduce
la temperatura del líquido reduciendo su energía cinética, por lo que se
requiere para una mejor vaporización un mayor aporte de calor para lo que se
necesita aumento de la superficie de evaporación, reducción de la presión de
vapor sobre el anestésico, calentamiento directo o una fuente indirecta de
calor.
Por lo antes mencionado, un aspecto importante de los vaporizadores es el
método por el cual el gas transportador capta el agente volatilizado y desde
este punto de vista hay dos tipos de vaporizadores de acuerdo al diseño: de
"extracción" cuando el gas transportador pasa sobre la superficie del líquido y
el otro cuando el gas pasa a través del líquido (Cuadro 3).

Para lo cual se requieren ciertas características como son:

a) Complejidad. Son obvios los peligros del mal funcionamiento de un


dispositivo complicado, por lo que los sencillos suelen ser seguros y más
prácticos.
b) Resistencia al flujo. Suelen tener resistencia baja al flujo de gas para una
mayor interfase aire-líquido, por lo que el gas transportador se requiere
descomponer en partículas más pequeñas y éstas pasar a través del líquido o
de una mecha.
c) Estabilidad a la temperatura. Para una vaporización uniforme se requiere
que los vaporizadores sean construidos como materiales con alta capacitancia
y conductancia al calor por lo que una concentración de vapor elegida no debe
alterarse por los cambios de temperatura ambiental o del líquido.
d) Estabilidad del flujo. Con flujos bajos suele ocurrir un equilibrio del gas
transportador con el vapor en el momento de su paso y permitir una
concentración más alta del anestésico; con flujos más altos puede haber un
equilibrio más lento y se vaporizará menor cantidad de anestésico; la
construcción de los vaporizadores modernos permite una concentración
constante a diferentes flujos.
e) Precisión. Los vaporizadores deben permitir concentraciones de
administración de gases controlables y predecibles.

Por lo anterior podemos efectuar la siguiente clasificación de vaporizadores:

1. Unidades que permiten la obtención de grandes superficies para


evaporación.

Por encima o a través del agente líquido con gran superficie de exposición se
hace pasar una porción variable de la corriente de gas anestésico.

a) Superficie de gasa.
b) Mechas de algodón.
c) Artefactos de burbujeo.
d) Artefactos de "goteo"; goteo de éter líquido en superficies metálicas.

2. Métodos para disminuir la presión de vapor.

Se utiliza el principio de "arrastre" de corrientes de aire o gas. Se usa en


unidades de la clase 1.

a) Se basan en el movimiento de aire que ocasiona la respiración.


b) Se basa en corriente independiente de aire.

3. Con fuente directa de calor.


a) Con plancha de calentamiento eléctrico.
b) Con riego de agua caliente.

4. Artefactos que proporcionan calor en forma indirecta.

a) Vaporizador de éter de Edison; el calor de absorción proviene de carbón


activado.
b) Calor de cristalización; calor químico. Cristales con punto de fusión baja:
CaCl2 hidratado; paradiclorobenceno.
c) Contacto con material con calor y conducción elevados.

Circuito respiratorio

Por último, revisaremos el circuito respiratorio del aparato de anestesia, en el


cual los gases y vapores mezclados pasan al paciente con resistencia baja a la
inspiración y espiración con un esfuerzo ventilatorio mínimo, favoreciendo la
absorción de CO2, humectación y eliminación adecuada de los gases de
desecho, siendo los componentes principales: tubos respiratorios, válvulas
respiratorias, bolsa reservorio, recipiente de absorción de CO2, un sitio para la
entrada de flujo de gas fresco, una válvula de chasquido para el exceso de gas,
una pieza de Y, codo y mascarilla.

Los tubos respiratorios de casi 1 m de largo con diámetro de 22 mm de


diámetro interno, son corrugados, lo que permite flujo turbulento, para la
mezcla adecuada de gases y regulación de temperatura de los mismos,
construidos en caucho conductivo, aunque en la actualidad no son necesarios;
los de plástico desechable, son adecuados, ligeros y baratos. Su distensibilidad
aconsejable varía de 0 a 5 ml/metros de longitud y con volumen de 400 - 500
ml/m, por lo que en 150 ml de gas, valorando este gas como espacio muerto
del sistema, la resistencia al flujo de gas es pequeña alrededor de 1 cm de
H2O L/min. Existen en el mercado tubos de diámetro más pequeño para niños
y lactantes.

Un circuito respiratorio tiene dos válvulas respiratorias idénticas, una en el


extremo inspiratorio y otra en el espiratorio, cuya función es conservar el flujo
unidireccional de los gases dentro del circuito; en los aparatos modernos se
localizan cerca del recipiente de la cal sodada. Deben tener resistencia baja y
capacidad alta, es decir deben abrirse con poca presión y cerrarse con rapidez
y completa. Las válvulas tipo "domo", están construidas con un borde circular
en cuña, ocluidas por un disco ligero de diámetro un poco mayor, hidrofóbico
para que el agua condensada no haga que se adhiera al borde en cuña y
aumente la resistencia de abertura. El domo está construido de plástico
transparente removible para ver fácilmente el disco y proporcionar
mantenimiento.

Las bolsas para la respiración, suelen llamarse bolsa reservorio, ya que


proporcionan un reservorio para gases anestésicos o de oxígeno, además que
permiten valorar visiblemente la existencia y volumen aproximado de
ventilación y proporcionar ventilación manual en caso necesario. Las bolsas
reservorio suelen ser elípticas para más fácil manipulación, de látex o caucho,
no resbaladizas; algunas suelen ser conductivas aunque esto último no es
necesario y van de 0.5 - 6 L de capacidad, siendo lo óptimo la que conserva un
volumen entre la capacidad inspiratoria del paciente y la capacidad vital, por lo
que la más adecuada para el promedio de los adultos es la de 3L. La bolsa
reservorio es la única parte colapsable del circuito de anestesia, y deben las
válvulas respiratorias colocarse entre la bolsa resevorio y el paciente.

Como menciona Collins en su libro: "El anestesiólogo es al mismo tiempo


médico, científico y artista. Como artista se le juzga por el estado de su
equipo".

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