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Dimensiones de La Ética:: Ensayo de Inteligencia Emocional

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Dimensiones de la ética:

Ensayo de inteligencia emocional


(Un homenaje a Nelson Mandela)

Ángel Alfonso Martín Caño


Dra. Rocío Moldes Farelo

Universidad Europea de Madrid

Julio de 2010

1
ABSTRACT

La ponencia sistematiza los resultados de una actividad colectiva, con alumnos de


diversas asignaturas y titulaciones, en la que se ejercitan en la búsqueda selectiva de
información, en el análisis de la información obtenida, en el debate y la reflexión grupal
y, por último, en la autoevaluación del compromiso ético en los diversos ámbitos de la
actividad social.

 Actividad grupal en tres fases:


.

- Fase 1: Documentación: Se proporcionan algunas fuentes a los alumnos


(“Ética de las profesiones” Adela Cortina) y las pistas para la obtención de
otras informaciones de rigor: ensayos sobre ética ciudadana, Nelson
Mandela y la ética, Wikipedia ...

- Fase 2: Reflexión/Debate: Debate en grupos de ¾ alumnos sobre la


información obtenida. Síntesis y jerarquización de ideas y valores claves
asociados a la ética

- Fase 3: Implicación: Ejemplos de experiencia personal y de personas del


entorno sobre diversos modos y grados de implicación ética. Conciencia
como universitario, como joven, como profesional (futuro), como ciudadano.

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1.- INTRODUCCIÓN

La concesión del “Honoris Causa” al político y pensador sudafricano Nelson Mandela


por la Universidad Europea de Madrid, supuso una magnífica oportunidad, en el ámbito
académico, para recordar y analizar la relevancia y vigencia de su figura y el significado
del movimiento anti–apartheid.

Al abordar estas cuestiones, sistemáticamente se erigía como elemento central el tema


de la ética. Sobre el pilar ético se apoyaba la “épica misión de paz” que permitió
articular una idea: superar de forma pacífica el sistema del apartheid a cambio de
instaurar un sistema democrático en Suráfrica.

Fue en este contexto cuando se nos ocurrió plantear una práctica relativa a las
“dimensiones de la ética”. Nos pareció que sería muy atractivo vincularla a otro
concepto, profusamente utilizado como competencia transversal: la inteligencia
emocional. Así elaboramos una práctica para la que fuese necesario “movilizar” y
relacionar (desde un enfoque puramente “competencial”), las ideas que argumentan el
interés de ambas nociones en el actual contexto. Las dimensiones de la ética se
aplicarían a dos espacios: el laboral y el civil (o ciudadano), para debatir, a partir de esta
división, las similitudes, diferencias y contradicciones entre los dos espacios.

En primer lugar, se trataba de caracterizar brevemente las tendencias que rigen el actual
marco socio-productivo, definido como sociedad de la información, del conocimiento,
global, etc.

El cambio terminológico que va de las cualificaciones (medida de la capacidad


productiva) a las competencias (medida menos orgánica y centrada en el desempeño) es
el símbolo de una nueva concepción en la forma de relacionarse, y ellas constituirían el
punto de partida. En un mercado saturado, en el que los consumidores demandan no
sólo nuevos productos sino nuevas experiencias, parece previsible que las ideas
(nuevas) y la capacidad para comunicarlas de una forma efectiva, sea una exigencia del
paradigma contemporáneo.

¿Qué mecanismos se han puesto en marcha en las organizaciones para que surjan
nuevas ideas que posibiliten sobrevivir en mercados muy competitivos?, ¿de qué
herramientas se sirven los ciudadanos para adaptarse a las exigencias, a veces
incompatibles, entre vida personal y laboral? .

Responderíamos a estas preguntas identificando y analizando “dimensiones de la ética”,


desde un enfoque en el que estuviese muy presente la inteligencia emocional.

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2.- MARCO CONCEPTUAL:

a) La inteligencia emocional

Dice el sociólogo Z. Bauman, en su libro “La sociedad individualizada”, (2001) que


vivimos en sociedades “desesperadas por comunicarse”, para explicar, entre otros
aspectos, el auge y masivo uso de la comunicación virtual.

El hecho es que comunicar, (saber comunicar, tener habilidades comunicativas etc.) es


un objetivo para la mayoría de las personas en el actual modelo social. En el sistema
educativo, la adquisición de habilidades comunicativas es una prioridad (una
competencia transversal), en la vida social carecer de ellas puede ser causa de estigma y
en el ámbito laboral es el requisito fundamental para “liderar equipos”, que serán el
factor diferenciador y el activo más importante de la organización.

Se puede decir que, en nuestros días, la habilidad para comunicar de una persona será la
clave de su éxito social y profesional. No en vano las tendencias contemporáneas de la
gestión de personas giran en torno a esta idea.

En este marco conceptual (algunos autores hablan de la “revolución de los conceptos”,


porque ya no se concibe gestionar personas sin referirse a innovación, creatividad o
talento), la metáfora de la persona para estudiar las organizaciones (enfoque
antropomórfico) es la tendencia más innovadora, en el centro de la cual se halla la
inteligencia emocional incluida en la corriente del “feelings management”, que, a su
vez, incluye aspectos como: coaching, storytelling etc.

De forma muy sintetizada, la inteligencia emocional se puede definir como la capacidad


para conectar eficazmente pensamiento y emoción. De esta definición se deduce que,
el contenido de la comunicación es una condición necesaria, pero no suficiente para
conseguir una comunicación eficaz. La inteligencia emocional es útil porque el proceso
de comunicación está orientado en dos frentes: el emocional: motivación, (hemisferio
derecho) y el racional: información (hemisferio izquierdo).

Los expertos coinciden en que, en el proceso comunicativo, lo que decimos –el


contenido- se considera más importante que cómo lo decimos -la forma-, el aspecto
formal suele descuidarse. Por eso manejar la inteligencia emocional potencia la
comunicación en tanto en cuanto, supera (o al menos identifica) el “desajuste” entre lo
que decimos (comunicación verbal) y lo que sentimos (comunicación) no verbal.

Si existe desajuste entre lo que digo y lo que siento la comunicación será siempre
ineficaz. El objetivo de la comunicación eficaz sería doble:

-tener en cuenta la idiosincrasia del interlocutor


4
-combinar saber, querer y poder.

Saber es estructurar el mensaje (claro y suficiente). Querer, tiene que ver con la actitud
del emisor y está condicionada por los pensamientos que tenga con relación a mí
mismo, al proceso comunicativo, y al receptor. Poder, significa escuchar activamente
para influir.

¿Cuál es el objetivo de la comunicación?, alcanzar objetivos y generar acción en común.


Siempre comunicamos para conseguir algo.

Es importante matizar, porque debe quedar claro, que información y comunicación son
procesos diferentes. Toda comunicación necesita información, pero no toda información
presupone comunicación (puedo informar sin comunicar).

La información nutre a la comunicación, (no en vano el objetivo de la información es


facilitar la toma de decisiones), pero la comunicación integra dos significados:

-transmite información y logra entenderse.

Si el análisis del proceso comunicativo y la herramienta de la inteligencia emocional


son el alma de este enfoque, a su amparo han crecido prácticas como el coaching y el
storytelling management.

El coaching puede entenderse como un sistema que busca liberar el potencial que todos
llevamos dentro a través de un proceso de acompañamiento, donde el facilitador o
coach, apoya a la persona o coachee y actúa de puente entre su vida actual y su vida
deseada, a través del autoconocimiento y la acción. Esta claramente orientado a la vida
profesional.

Storytelling management, “es una escuela de gestión nacida a mediados de los años
noventa en Estados Unidos y que preconiza la introducción en la empresa de griots o
narradores” (C Salmon, 2009). El origen de esta tendencia hay que buscarlo en los
resultados de diferentes investigaciones (realizadas entre los años 2001 y 2003) que
demostraban que el silencio era una constante en las empresas y que resultaba
extremadamente costoso tanto para ellas como para sus trabajadores.

Estos resultados conducen a que determinadas organizaciones rindan culto a la


comunicación y su trabajo esencial consista en facilitar el intercambio de información,
que permitiese gestionar abiertamente un conflicto. La forma de hacerlo es contar el
plan estratégico como un relato con el que todo el mundo pueda identificarse:
personalizado, humanizado… en definitiva lleno de sentimientos.

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b) Las dimensiones de la ética

Situados en un proceso de conocimiento basado en la inteligencia emocional, conviene


recordar que el objeto central de reflexión planteado a los alumnos gira en torno a las
dimensiones en que la ética puede verse reflejada en los ámbitos en que discurre la vida
cotidiana. Y para ello, parece necesario elaborar un preámbulo mínimo que enmarque la
ética, la moral y las responsabilidades sociales y profesionales.

La importancia de la ética radica en que los problemas que estudia son aquellos que
surgen a diario, en la vida familiar, en la actividad profesional ¿Me he comportado
correctamente? ¿Soy libre para actuar de este modo? ¿Quién me obliga a realizar esta
actividad? ...

Desde que el hombre se agrupa en sociedades percibe la necesidad de desarrollar una


serie de reglas que permitan y faciliten la convivencia. Puede decirse por ello que la
moral es una constante en la vida humana. Si el hombre no puede vivir fuera de la
sociedad, tampoco puede vivir sin un determinado conjunto de normas y valores. El
hombre es un “animal ético”.

La palabra ética deriva del griego “ethos” y alude a “modo de ser o carácter”. En
ocasiones tiende a confundirse ética con moral, concepto que deriva del latín y puede
traducirse por “costumbre”. La diferencia estriba en que la moral establece las reglas
que han de seguirse para hacer el bien y evitar el mal. O, de otro modo, es “el conjunto
de normas y hechos que conducen al hombre hacia la práctica de las buenas costumbres,
la honestidad y el cumplimiento del deber”. Mientras que la ética es “aquella parte de la
filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”. En suma, la moral
plantea lo que ha de hacerse y la ética conduce a que se practiquen y apliquen las
normas morales.

Si nos planteamos analizar las dimensiones de la ética en un ámbito específico es


importante no perder la referencia de las coordenadas que hemos señalado. Por ejemplo,
reflexionar sobre la ética en el ´contexto universitario nos remite básicamente a tres
actores fundamentales: la empresa (Universidad), el profesorado, los alumnos.

La actividad que brevemente se sintetiza en estas páginas responde al proceso de


reflexión de los alumnos sobre la forma en que ellos mismos se sienten interpelados por
la ética (el espacio transversal de las competencias), más allá de los concretos procesos
de aprendizaje de materias específicas.

El profesorado, junto a las lógicas exigencias de cualificación profesional, debe también


sentirse interpelado respecto a sus retos éticos: honestidad ante la empresa en el
desempeño de su trabajo, lealtad y generosidad en la relación profesional con sus
compañeros, entrega a los alumnos, compromiso social.

La empresa, y muy especialmente la dedicada a transmitir, compartir y generar


conocimiento, debe responder a una demanda social que no se encuentra en conflicto
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con el logro de los razonables beneficios. Actualmente, el modo en que las empresas
asumen sus compromisos éticos se concreta en las actuaciones de RSC
(Responsabilidad Social Corporativa).

Como ejemplo de la importancia creciente que las empresas conceden a la dimensión


ética de su actividad, sirva el informe de las actuaciones de RSC realizadas por la UEM
durante el pasado curso.

La responsabilidad social corporativa, el buen gobierno de las empresas, son temas


recurrentes no sólo en las escuelas de negocios, que potencian las asignaturas relativas a
estas cuestiones en sus planes de estudios, sino en la prensa generalista que le dedica
suplementos y con mucha frecuencia espacios en sus columnas desde los enfoques más
variados.
Algunos autores dicen, críticamente, que nunca estuvo tan presente en los discursos y
tan ausente en las conductas. El hecho es que se trata de un “tema prioritario”, en el
conjunto de la sociedad, en los sectores más diversos y de las formas más variadas.
Baste citar, como ejemplo, la publicidad (lanzada desde el ámbito deportivo) cuyo
eslogan es “lo que ellos hacen, los niños lo imitan”.
La exigencia de conductas éticas desde la ciudadanía ha tenido, posiblemente, sus
reivindicaciones y prácticas más efectivas y visibles en la protección y respeto del
medio ambiente, y el desarrollo de la conciencia ecológica.
El desarrollo sostenible, la idea de seguir creciendo económicamente sin que el
entorno sufra las consecuencias, ha sido desde los últimos años del siglo XX uno de los
movimientos sociales con mayor empuje y aceptación entre la población.
Las empresas, en tanto sistemas abiertos, han ido progresivamente incorporando las
prácticas del buen gobierno bajo la expresión de “responsabilidad social corporativa”,
presentada como un instrumento de gestión de la empresa, cuyo núcleo es la
responsabilidad.
Se trata de un enfoque humanista que pretende responder a un momento de cambio, en
el que el paradigma del capitalismo liberal experimenta una reformulación. Significa
que la empresa debe guiarse, además de por criterios económicos, por criterios
humanistas que no tienen porqué suponer un decremento de la rentabilidad.

La RSC tiene varias dimensiones, junto a sus obligaciones fiscales y legales, las más
tradicionales son: el medioambiente, (nadie discute que haya que cuidarlo más allá de lo
legal) la acción social u obra social, (que las empresas dediquen parte de su dinero a las
capas más desfavorecidas es siempre positivo en términos de imagen en el entorno), por
último las relaciones laborales, todo lo que trascienda las obligaciones contractuales
fideliza y motiva a la plantilla, (medidas sociales etc.)

Pero para responder a las exigencias del actual contexto, han surgido nuevas áreas, entre
las que tiene especial relevancia: la competencia, moverse en el límite perjudica a los
consumidores. Los consumidores tienen hoy poder. No es que se les cuide, es que
perjudicarlos tiene efectos. La inversión del orden jerárquico tradicional (jefes, clientes,

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trabajadores,) al orden comercial (consumidores, trabajadores, jefes).La innovación
tecnológica, no se obliga por ley, pero se practica. La corrupción alejarse de esa franja
intermedia entre el negocio y la corrupción. La relación con los medios, tampoco se
obliga por ley a no financiar programas basura, se trata de que los directivos se
avergüencen de aportar dinero para los programas de esta naturaleza. Transparencia
informativa y contable.

En definitiva un gobierno corporativo (otra medida que se incorporó primero por


imagen, pero que ahora es práctica común), transparencia informativa y contable, de
manera que las medidas de RSC sean siempre voluntarias, pero que esté garantizada la
transparencia informativa. Uno decide lo que hace, pero no como lo cuenta.

Todas ellas pueden agruparse bajo la expresión de “ética y factor humano”, y tiene una
influencia decisiva en las contemporáneas prácticas de gestión de personas.

Tal vez pueda decirse que los excesos del hiper desarrollo y el hiper consumo nos estén
abocando a una nueva era en la que los impactos éticos sobre el entorno nos estimulen a
nuevas formas de reflexión y compromiso.

3.- OBJETIVOS:

Respecto a los contenidos planteados, los objetivos prioritarios han sido:

* Reflexionar sobre la relevancia de la ética y ejercitarse en el desarrollo de la


inteligencia emocional.

* Identificar las principales dificultades para separar la esfera laboral de la ciudadana.

* Constatar la influencia del ámbito laboral en el resto de ámbitos sociales.

4.- METODOLOGÍA

a) EL CONTEXTO.

La actividad fue realizada con estudiantes de tres grupos diferentes (todos de últimos
cursos), en tres asignaturas diferentes, en dos Facultades distintas.

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Un primer grupo, compuesto de 30 alumnos, cursaba la asignaturas de Dirección de
Recursos Humanos en el último año de su carrera (quinto), en la Facultad de Ingenieros
de Caminos Canales y Puertos. El segundo grupo, compuesto de 18 alumnos, cursaba la
asignatura de Marketing Político, en cuarto curso en la Facultad de Comunicación y
Humanidades. El último grupo, compuesto de 43 alumnos, cursaba la asignatura de
Opinión Pública en cuarto curso, también en la Facultad de Comunicación y
Humanidades.
En total realizamos esta actividad con 91 alumnos. En este contexto se produjeron,
como se explica detalladamente en el apartado relativo a su participación, algunas
diferencias y matices significativos en la forma de abordar la tarea, en función del perfil
de los estudiantes y la pertenencia a las dos Facultades, que enriquecieron
considerablemente la experiencia.

b) LA TEMÁTICA Y EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS

La temática de la práctica se inserta de lleno en las coordenadas definidas en el


Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), vinculadas a los aspectos éticos y la
educación en valores. Por tanto, la totalidad de las competencias trabajadas en el
ejercicio responden con exactitud a alguna de las planteadas, de forma transversal, en
los programas de las tres asignaturas participantes.

Las competencias trabajadas se sintetizan a continuación.

Desde el punto de vista metodológico la práctica, en una primera fase, se basó en el


análisis y gestión de la información. Se trataba de activar la capacidad de síntesis y
ordenación de las ideas, a partir de los textos recomendados. Simultáneamente, se debía
complementar la información aportada con búsqueda, selección y evaluación de nuevos
documentos.

La exposición, correspondiente a la segunda fase, incidía en la competencia que


persigue presentaciones lógicas, ordenadas y con la utilización del léxico apropiado. En
definitiva habilidad comunicativa.

En la tercera y última fase, que hemos llamado de implicación, se pretendía que los
chicos expresasen su conciencia como joven, como profesional (futuro), como
ciudadano. En definitiva se requería un juicio (más o menos crítico), mediante una
argumentación lógica. Desarrollo de la autonomía.

A lo largo de todo el proceso, el trabajo en grupo, fue una exigencia para la


consecución de los objetivos. Para su buen funcionamiento a “nivel tarea”, se trabajan
las competencias de planificación, responsabilidad y sobre todo la incorporación de
debate (respeto e inclusión de los criterios ajenos a los propios).

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No resulta posible elaborar un cronograma preciso del desarrollo de la actividad pues, al
tratarse de grupos de alumnos distintos, las distintas fases de la experiencia no
coincidieron necesariamente en el tiempo. Sin embargo, la metodología acordada por
los profesores fue aplicada a todos los grupos de alumnos de acuerdo con las tres fases
previamente establecidas y anteriormente descritas

C) LOS RESULTADOS DE LA PARTICIPACIÓN

La actividad propuesta fue objeto de notable interés por parte de los alumnos, lo que
derivó en amplios y enriquecedores debates en el aula (hasta el punto de que, a
posteriori, los profesores sintieron no haber tomado la iniciativa de grabar las
intervenciones para sacar el máximo partido al trabajo individual y colectivo).

Las tres fases en que se desarrolló la actividad llevan a una serie de conclusiones que
también pueden ser sintetizadas en tres:

 Documentación: La mayor parte de los alumnos, a pesar de encontrarse en el


curso final de carrera, carecen de habilidades suficientes a la hora de diversificar
los criterios para la obtención de documentación básica. Suelen limitarse al uso
de un buscador de internet, (el más usado) y desconocen la existencia de bases
de datos cualificadas y especializadas

 Reflexión y debate: Como contrapartida, y a pesar de la deficiente


documentación, muestran un alto nivel análitico y reflexivoy una notable
implicación en los debates grupales y colectivos en el conjunto del aula-

 Carecen de imaginación y/o experiencia a la hora de imaginar o recrear posibles


situaciones cotidianas o laborales en las que se planteen dilemas de carácter
ético

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Cuadro 1.- Actitudes y comportamientos asociados a la ética civil
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 Estrategia de integración  No cooperación en la  “Agente del perdón y


 Lucha por una meta inmoralidad la reconciliación”
 Compromiso con las  Aceptación de efectos  Mejorar la sociedad
personas concretas colaterales  Vinculación ética civil
 Bueno para individuo:  Responsabilidad y y política
Bueno para sociedad conciencia individual  Principio del bien
 Sentido y legitimidad  Exigencia y búsqueda de común
social igualdad de  Conjunto de valores
 Asunción de oportunidades y derechos
responsabilidades
 Trazar el curso, no
navegarlo

Cuadro 2.- Actitudes y comportamientos asociados a la ética profesional


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 Códigos deontológicos  Observar las  Mejorar la sociedad


 Interés por la meta disposiciones normativas  Educación como arma
 Aspiración a la excelencia  Cualificación y  Aspiración a la
 Motivos colectivos actualización profesional excelencia
 Actividad que presta un  Competencia como  Promover vida digna
servicio estimulo a la mejora  Orientación a un fin
 Dar sentido a la profesión  Límites del individuo y de  Compromiso consigo
 Revalorizar la vida la organización mismo
cotidiana  Actuación en beneficio
 Proporcionar bienes del cliente, por encima de
sociales criterios personales

Sorprendentemente, y a pesar de las diversas especialidades académicas que cursan, la


síntesis de actitudes y comportamientos asociados a la ética (Cuadros 1 y 2) y de valores
que pueden considerarse asociados y definidores de ella 8cuadro3) son notablemente
similares, aunque en algunos casos aparecen lógicamente conceptos que remiten
claramente a la titulación especifica que se encuentran cursando

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Cuadro 3.- Valores en que cristaliza la ética
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- Compromiso - Integridad - Honradez


- Vocación - Solidaridad - Compañerismo
- Perdón - Equidad - Generosidad
- Transparencia - Igualdad - Perdón
- Responsabilidad - Tolerancia - Responsabilidad
- Tolerancia - Dignidad - Tolerancia
- Justicia - Diálogo - Dedicación
- Liderazgo - Independencia - Derechos humanos
transformacional - Respeto - Servicio
- Reconciliación - Lealtad - Humildad
- Grandeza - Justicia - Calidad de vida
- Vocación - Empatía - Hermandad
- Igualdad - Humildad - Empatía
- Alianza - Prudencia - Libertad
- Bienestar - Excelencia - Transparencia
- Lealtad - Constancia - Veracidad
- Sonreir - Compromiso - Confianza
- Emancipación - Esperanza - Respeto
- Personalidad moral - Sostenibilidad - Madurez
- Dignidad - Humanismo
- Integridad - Cooperación
- Consenso

BIBLIOGRAFÍA:

AYLLÓN José Ramón, Ética Razonada, Rialp, Madrid (varias ediciones)

BLANCO,A. (COORD.) (2009) Desarrollo y Evaluación de Competencias en


Educación Superior, Madrid, Narcea.

BAUMAN, Z.; (2001) La sociedad individualizada. Madrid, Cátedra.,

BOLADERAS, M.:(1993) «Libertad y tolerancia. Éticas para sociedades


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CORTINA, A.:(1986) «Ética mínima. Introducción a la filosofía práctica».


Madrid, Tecnos,

FERNÁNDEZ, AGUADO, J.; (2008) Dirigir personas en la empresa. Enfoque


conceptual y aplicaciones prácticas, Madrid, Pirámide.
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MOORE, S.; MURPHY, M.; (2009) Estudiantes excelentes. 100 ideas prácticas
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PELÁEZ Miguel Ángel,(1991) Ética, profesión y virtud, Rialp, Madrid,

RODRÍGUEZ LUÑO Ángel,(2001) Ética general, Eunsa, Pamplona,

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