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Existencia de Dios

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Existencia de Dios

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La existencia de Dios es un argumento que plantea cuestiones
filosóficas fundamentales en relación con la ontología, e implica
un debate entre diferentes ideas, cuya expresión habitualmente no se limita al
mundo de la racionalidad, sino que se extiende al de las creencias. El teísmo y
el ateísmo son las posturas teóricas favorables y contrarias a la existencia de
Dios o divinidad alguna, respectivamente. Por su parte, el agnosticismo niega
la posibilidad de conocer la existencia de Dios.
El debate en torno a este tema ha sido objeto de argumentos a favor y en
contra, propuestos por filósofos, teólogos y otros pensadores. Los argumentos
a favor de la existencia de Dios suelen incluir
cuestiones metafísicas, empíricas, antropológicas y gnoseológicas. Las
alegaciones en contra, suelen incluir
cuestiones empíricas y razonamientos deductivos o inductivos. Sin embargo,
no existe una definición universalmente aceptada de Dios. Algunas definiciones
sobre Dios no son tan específicas como para permitir llegar a probar que exista
una realidad que se ajuste a tales definiciones, y por lo tanto existen diferentes
líneas de debate.
Aunque hace tiempo buena parte del mundo académico occidental veía la
cuestión de la existencia de Dios como un tema intocable o
un pseudoproblema, esta cuestión ha vuelto a suscitar debates vivos en
filosofía. De hecho, se ha llegado a escribir: «En el mundo académico, Dios no
está muerto en referencia a la muerte de Dios descrita por Nietzsche: volvió a
la vida a finales de los años sesenta».1

Índice

 1Aspectos filosóficos y religiosos


o 1.1Definición de Dios
o 1.2¿Se puede demostrar la existencia de
Dios?
 1.2.1Vías de conocimiento de
Dios
 1.2.1.1Desde la
revelación
general
 1.2.1.2Desde la
revelación
especial
 1.2.2Carga de la prueba de la
demostración
 2Argumentos a favor de la existencia de Dios
 3Argumentos en contra de la existencia de Dios
o 3.1Argumentos empíricos
o 3.2Argumentos deductivos
o 3.3Argumentos inductivos
o 3.4Argumentos subjetivos
o 3.5Argumentos hinduistas
 3.5.1La doctrina ateísta
sankhia
 3.5.2La doctrina ateísta
mimansa
 4Véase también
 5Notas
 6Bibliografía
 7Enlaces externos
o 7.1A favor
o 7.2En contra

Aspectos filosóficos y religiosos[editar]


Definición de Dios[editar]
Artículos principales: Dios,  Deidad  y  Ontología.

En la cultura occidental, el término «Dios» normalmente se ha referido al


concepto teísta de un ser supremo, diferente de cualquier otro ser.
El teísmo clásico afirma que Dios posee toda posible perfección, incluyendo
cualidades tales como la omnisciencia, la omnipotencia y la omnibenevolencia,
y que es providente con su creación.
Sin embargo, esta definición no es la única posible definición de Dios. Otros
enfoques filosóficos toman una simple definición de Dios como «motor inmóvil»
o «causa incausada»,2 o «el creador definitivo»3 o «un ser superior sobre el
cual nada puede ser concebido»4 a partir de lo cual se pueden deducir sus
propiedades clásicas.5Por el contrario, el panteísmo no cree en un Dios
personal. Por ejemplo, Spinoza y sus seguidores filosóficos (por
ejemplo, Einstein) utilizan el término «Dios» en un sentido filosófico particular,
para significar, aproximadamente, la sustancia o principios esenciales de
la naturaleza.6
En la rama del hinduismo denominada advaita vedanta, la realidad se
considera en última instancia un único ser, ajeno a las cualidades y al cambio,
llamado nirguna Brahman (‘Dios sin cualidades’), que se supone más allá de la
comprensión humana ordinaria; siendo el mundo que normalmente percibimos,
compuesto de pluralidad de objetos, provocado por las consecuencias de
nuestras acciones. La doctrina adwaita introduce el concepto de saguna
Brahman (‘Bráhman con cualidades’) como una manera de referirse a ese
Brahman ante el pueblo.7A esta deidad sí se le atribuyen cualidades tales como
la omnisciencia, la omnipotencia y la omnibenevolencia.
Las religiones politeístas utilizan la palabra «dios» para múltiples seres con
diversos grados de poder y habilidades, que en relatos como los de la mitología
grecorromana (Homero, Hesíodo, Virgilio, Ovidio) aparecen antropomorfizados,
con vicios y virtudes humanas (luchando, engañando, discutiendo, etc.).
¿Se puede demostrar la existencia de Dios?[editar]
Vías de conocimiento de Dios[editar]
Siguiendo la fe cristiana, los filósofos y teólogos protestantes distinguen dos
formas de conocer a Dios:
 Doctrinas procedentes de la revelación
general, es decir, exclusivamente de la
razón, obteniendo conclusiones basadas en
observaciones relativamente obvias del
mundo y de uno mismo.
 Doctrinas procedentes de la revelación
especial, que surgen fundamentalmente de
la fe en la revelación inspirada por Dios,
incluyendo la vida de Cristo, pero que no
pueden ser probadas ni previstas solo por la
razón, tales como la doctrina de
la Trinidad y de la Encarnación, cómo por
ejemplo Juan 3:16.
La Iglesia católica además incluye un tercer tipo de revelaciones, conocidas
como revelaciones privadas. Es el caso de apariciones marianas, visiones que
experimentaron los santos (como san Pablo), milagros, y otro tipo de
fenómenos que no pretenden ampliar ni mejorar la revelación de Cristo, sino
que la confirman. Los fieles católicos no tienen obligación de asentir este tipo
de revelaciones.
Desde la revelación general[editar]
En el marco de quienes piensan poder probar la existencia de Dios desde la
razón, el Catecismo de la Iglesia Católica, siguiendo la tradición tomista y la
definición dogmática del Concilio Vaticano I, postulan que en la doctrina de
la Iglesia católica, se admite la validez de pruebas de la existencia de Dios
como las presentadas en las Cinco Vías de santo Tomás de Aquino.
Muchas otras confesiones cristianas comparten el punto de vista de que la
existencia de Dios puede ser demostrada sin recurrir a la revelación. Los
católicos sostienen que el argumento puede ser conocido, en línea de principio,
por todos, incluso sin ninguna revelación divina, ya que es anterior a la
cristiandad. San Pablo utilizó este argumento al insistir en que los paganos no
tenían excusa:
Desde la creación del mundo, la invisible naturaleza de Dios ―es decir, su poder eterno y
divinidad― se han percibido claramente en las cosas que han sido hechas.
Pablo de Tarso, Carta a los romanos (1.20)

Desde la revelación especial[editar]


La Biblia no parece interesada en demostrar la existencia de Dios mediante
pruebas metódicas o convencionales. Se asume la existencia de Dios como
evidente, como creencia natural para el hombre. Pues la fe aunque puede
apoyarse en los datos de la razón, no surge necesariamente de un proceso
demostrativo:
La idea de que el hombre llega a conocer a Dios, o alcanza comunión con él mediante sus propios
esfuerzos es completamente extraña al Antiguo Testamento. Dios habla, aparece; el hombre
escucha y contempla. Dios se acerca al hombre; acuerda un pacto o inicia relaciones especiales con
el hombre; le da mandamientos. El hombre lo recibe cuando se acerca a Dios, acepta su voluntad y
obedece sus preceptos. Jamás se presenta a Moisés o a los profetas en actitud pensante,
reflexionando sobre el Invisible y llegando a conclusiones con respecto a él, o ascendiendo a
concepciones elevadas de la divinidad. El Invisible se manifiesta a sí mismo ante ellos, y ellos lo
saben.
A. B. Davidson8
Sin embargo, la vida y obra de Jesús, las experiencias de diversos santos, los
milagros como el de Alexis Carrel con la estatua de María en
Lourdes (Francia), las apariciones marianas y otros muchos fenómenos que se
derivan de esta revelación son y han sido objeto de estudio de numerosos
escritores ateos y apologistas cristianos.
Carga de la prueba de la demostración[editar]
En el tema de la existencia de Dios se presenta una carga de la
prueba impuesta sobre quienes afirman la existencia de Dios; ya que la
exigencia contraria (pretender que sean los ateos quienes demuestren que
Dios no existe) supone por regla general una imposibilidad lógica, ya que no se
puede demostrar una inexistencia. Para los ateos, querer o pedir que se
demuestre la inexistencia de Dios no tiene sentido. De esta manera, por
ejemplo, la analogía de la llamada tetera de Russell, arguye que la carga de
prueba acerca de la existencia de Dios debe recaer en el teísta en vez del no
creyente. El razonamiento de Russell es el siguiente:
Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en
una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la
tetera es demasiado pequeña como para ser vista incluso por los telescopios más potentes. Pero si
yo dijera que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una
presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda razón que estoy
diciendo tonterías. Sin embargo, si la existencia de tal tetera se afirmara en libros antiguos, si se
enseñara cada domingo como verdad sagrada, si se instalara en la mente de los niños en la
escuela, la vacilación para creer en su existencia sería un signo de excentricidad, y quien dudara
merecería la atención de un psiquiatra en un tiempo iluminado, o la del inquisidor en tiempos
anteriores.
Bertrand Russell, en el artículo «Is there a God?» (‘¿Hay un Dios?’)

Aunque en la práctica sí se puede demostrar la inexistencia de algo cuando


existe una hipótesis planteada, ya que en matemáticas es muy común
desmentir postulados de afirmaciones a priori, ya que su método de
comprobación es numérico y el resultado es concreto (por ejemplo, la
imposibilidad de la cuadratura del círculo o el teorema de incompletitud de
Gödel); la prueba para la no existencia de Dios que se supone es atemporal,
aespacial y espiritual, se vuelve casi imposible por métodos numéricos o
empíricos. De esta manera, es común exigir la carga de la prueba sobre los
teístas.
Sin embargo, la misma dificultad existe para probar la existencia de Dios
mediante esos métodos. Y muchos teístas opinan que dada la gran evidencia
de la complejidad del cosmos y de la vida, la existencia de seres que
interactúan, la consciencia, y otros fenómenos difícilmente explicables por pura
física y que no parece ser fruto del azar; la carga de prueba debe caer sobre el
ateo, que debe dar una explicación convincente a estos temas.

Argumentos a favor de la existencia de Dios[editar]


 El argumento cosmológico sostuvo que hay
una «primera causa», o «motor» de todo lo
existente, que es identificado como Dios.
 Similar al anterior, el argumento
de Aristóteles es el del primer motor inmóvil.
Es debido a que todo móvil, a su vez debe
ser movido por un motor y este a su vez,
debe ser movido por otro motor, de modo
que la cadena de móviles necesita de un
primer motor que no sea movido a su vez
por otro. Sobre este primer motor
inmóvil, Aristóteles dirá que debe
ser acto puro, forma pura, pues si no
estuviese en acto sería imposible que pueda
ser motor de algo. El libro central donde
Aristóteles habla de él es Metafísica XII.
Este mismo pasaje será reinterpretado por
buena parte de la filosofía occidental (desde
santo Tomás de Aquino hasta Kant, y desde
san Alberto Magno hasta Hegel). Así, el
primer motor funge como el principio último
de la cosmología aristotélica. Mueve
directamente a los astros del primer cielo,
estos tratan de imitarlo dando vueltas en
círculo. El círculo responde al acto más
perfecto según la mentalidad griega, pues
no tiene comienzo ni fin, es continuo.
Además, Aristóteles describe al primer
motor como "gnoesis gnoeseos"
(conocimiento de conocimiento), así el
primer motor vuelve sobre sí, conociendo
solo lo más perfecto: él mismo. Esto
responde al porqué de la estructura esférica
del universo según Aristóteles. Por otra
parte, no resulta fácil saber si este motor
coincida con el Dios cristiano. Da un parecer
afirmativo Tomás de Aquino. En otra
interpretación, el primer motor aristotélico no
conocería el mundo sublunar (la Tierra),
sino solo realizaría la actividad más
perfecta: pensar, conocer. Y solo puede
conocer lo más perfecto que es él mismo.
De esta manera no habría lugar para los
hombres o el universo en el pensar del
primer motor; es más, al primer motor no le
interesa conocer algo que no sea él. De
aquí se siguen dos rasgos importantes, que
el primer motor: no es providente y tampoco
nos conoce. Además, no es de algún modo
infinito, recordemos que los griegos
repudiaban la idea del infinito
(cfr. Metafísica II,2). Esto último responde a
que el conocimiento es finito (conocer es
justo poner límites a la realidad) y el
conocimiento de algo ilimitado, al no poder
ser fijado, acaba por no ser conocimiento.
 Las cinco vías de Tomás de Aquino, que
aprovecha argumentaciones
de Aristóteles y Platón, algunas tan
compartidas como la quinta, sobre el orden
en el mundo, que llega hasta Voltaire, a su
modo: «Hay Dios, porque no hay reloj sin
relojero».
 El argumento teleológico sostiene que
el orden del universo y su complejidad se
explican mejor por referencia a un Dios
creador (argumento similar al
del creacionismo o el diseño
inteligente contra
el evolucionismo darwinista).9
 El argumento ontológico, a diferencia de los
demás, es apriorístico, es decir, se trata de
una demostración en la que no interviene
ningún factor de la realidad. Se basa en
argumentos acerca de un «ser mayor que el
cual no puede ser pensado». Fue enunciado
por primera vez por Avicena y San Anselmo:
«Todos, incluso aquellos que niegan la
existencia de Dios, tienen en su mente la
noción de Dios; en efecto, si no la tuvieran,
no entenderían lo que dicen cuando afirman
que no existe. Ahora bien, esa noción es la
del ser más allá del cual no cabe ni siquiera
concebir algo más perfecto. Pues bien, ése
ser perfectísimo ha de existir
necesariamente, pues, de no ser así,
cualquier cosa que existiera sería más
perfecta que Él y eso sería contradictorio.
Por lo tanto, es necesario que Dios exista».
Rechazado por Tomás de Aquino, Roger
Bacon, Hume y Kant, entre otros, pero
admitido por Descartes, Gödel y Hegel,
entre otros. Kant demostró que definir algo
incluso como un ser necesario (Dios), no
implica su existencia. Alvin
Plantinga formula este argumento para
demostrar que, si es lógicamente posible
para Dios (un ser necesario) existir, Dios
existe, pero es incapaz de refutar a Kant y
demostrar que sea lógicamente necesario
que exista un ser definido como necesario.10
 El problema cuerpo-mente sugiere que la
relación de la conciencia con la materia se
entiende mejor en términos de la existencia
de Dios.
 Los argumentos que sostienen que alguna
cualidad física observada en el universo es
de una importancia fundamental y no un
epifenómeno (como la justicia, la belleza,
el amor o la experiencia religiosa) defienden
el teísmo frente al materialismo.
 El argumento antrópico sugiere que un
hecho básico, como nuestra propia
existencia, se explica mejor por la existencia
de Dios.
 El argumento moral sostiene que la
existencia objetiva de la moralidad depende
de la existencia de Dios.
 El argumento trascendental sugiere
que lógica, ciencia, ética, y otras cosas que
son tomadas en serio, dejarían de ser
tomadas en serio o perderían sentido en
ausencia de Dios; y que en última instancia,
los argumentos ateos deben refutarse a sí
mismos si se insiste con rigurosa
coherencia.
 La apuesta de Pascal, un argumento creado
por Blaise Pascal en una discusión sobre la
creencia en la existencia de Dios, basado
en el supuesto de que la existencia de Dios
es una cuestión de azar. El argumento
plantea que, aunque no se conoce de modo
seguro si Dios existe, lo racional es apostar
que sí existe.
 La doctrina de la voluntad de creer del
filósofo pragmático William James es un
intento de demostrar a Dios, mostrando que
la aprobación del teísmo como una hipótesis
«funciona» en la vida de un creyente. Esta
doctrina depende en gran medida de la
teoría pragmática de la verdad de James,
donde las creencias son probadas por la
manera en que funcionan después de que
son adoptadas, en vez de por pruebas
anteriores a la conversión (una forma
del método hipotético deductivo).
 Argumentos basados en la reivindicación
de milagros específicos atribuidos a Dios
asociados con acontecimientos o
personajes históricos.
 El argumento del consenso universal: la
creencia en Dios o en el mundo
sobrenatural arranca del paleolítico (suelen
interpretarse de ese modo distintas
manifestaciones espirituales de la cultura
material, desde los rituales
de enterramiento hasta el arte paleolítico) y
llega hasta hoy mismo (se han calculado
cifras de más del 80% de la población
mundial como creyente en alguna religión).
 El físico y sacerdote anglicano John C.
Polkinghorne contradice el argumento
del problema del mal contra la existencia de
Dios, basándose en ideas del escritor
británico Charles Kingsley acerca
del evolucionismo de Darwin. Polkinghorne
expone una justificación de la existencia del
mal y el sufrimiento en el mundo
(concretamente de la enfermedad
del cáncer) desde un punto de vista
científico, justificación que hace coherente
con la idea de un Dios "bueno". El mal y el
sufrimiento no son más que el "coste" de la
autonomía, del "hacerse a sí misma", que
Dios permite en la naturaleza:
Las mutaciones genéticas engendran nuevas formas de vida, pero exactamente los mismos
procesos bioquímicos hacen que otras células mutantes se conviertan en malignas. No se puede
tener lo uno sin lo otro. En el mundo hay cáncer no porque el Creador sea indiferente o
incompetente, sino porque es el coste inevitable de una creación a la que se le permite hacerse a sí
misma. No creo de ninguna manera que esta sea una respuesta completa a las dificultades que
plantea el sufrimiento, pero al menos nos deja entrever que la existencia de la enfermedad no es
algo gratuito. [Y sobre el sentido de la devoción de Dios:] Dios es merecedor de nuestra devoción
porque Dios es en último término el fundamento de la bondad, la verdad y la belleza. 1112

 Francis Collins, genetista coordinador
del Proyecto Genoma Humano en Estados
Unidos, afirma: «No sé de ningún conflicto
irreconciliable entre el conocimiento
científico sobre la Evolución y la idea de un
Dios creador. Yo soy genetista pero creo en
Dios». Otros científicos renombrados que
sustentan esta idea: Sir John Houghton,
Carl Feit, Russell Stannard.13
 Según Richard Swinburne, catedrático de la
Universidad de Oxford, «Las investigaciones
científicas recientes sobre la estructura fina
del universo demuestran que la materia
inicial y las leyes de la naturaleza tenían
que presentar cualidades realmente
especiales para que en él pudiera
evolucionar la vida». Sobre la existencia de
leyes fundamentales que rigen la materia,
opina Swinburne: «Es algo extraordinario.
Creo que Dios debía tener una razón para
ello. Que la materia se comporte de este
modo, no solo es bello, sino que permite a
los seres finitos como nosotros influir sobre
el mundo y sobre nuestro prójimo».14
 Según la periodista de divulgación científica
Julia Hinde, algunos científicos «señalan
que la capacidad cognitiva humana, que
supera ampliamente las exigencias
impuestas por la presión evolutiva, y que
nos permite percibir las complejidades del
universo, apunta a Dios. Otros aluden a la
incapacidad de la ciencia, hasta el
momento, para explicar cabalmente el
origen de la vida. [...] Michael Behe,
bioquímico de la Universidad de Lehigh en
Estados Unidos, sostiene que la evolución
darwinista es incapaz de dar cuenta de todo
lo que existe en el mundo viviente».15

Argumentos en contra de la existencia de Dios[editar]


Cada uno de los siguientes argumentos tiene por objeto mostrar que las
características que describen y/o definen a Dios (o a los dioses), posiblemente
no responden a la realidad, al carecer intrínsecamente de sentido,
ser contradictorias en sí mismas, o hallarse en contradicción con hechos
científicos o históricos conocidos. Es decir, que no hay suficientes razones para
creer en un Dios o dioses. No obstante, algunos de estos razonamientos se
refieren a una definición específica de Dios, ya que no todas las religiones
definen a Dios de igual manera.
Argumentos empíricos[editar]
Dependen de datos empíricos o demostrables para ejemplificar sus
conclusiones.

 El argumento de las revelaciones


inconsistentes se opone a la existencia de la
deidad llamada "Dios", como se describe en
los libros sagrados (tales como
el Tanaj judío, la Biblia cristiana o
el Corán islámico) mediante la identificación
de contradicciones entre las distintas
escrituras, dentro de una misma escritura, o
entre la escritura y los hechos conocidos.
Para ser eficaz, este argumento requiere
confrontarse con la llamada infalibilidad
o inerrancia bíblica. La Biblia no es
demostración de la existencia de Dios, ya
que implicaría un argumento circular: «Dios
existe porque dice en este libro que existe»,
asegura el creyente. «Pero, ¿tal libro lo
escribió Dios?», puede preguntar el ateo. A
lo que contesta el creyente: «No, lo escribió
el hombre, pero fue revelado por Dios», lo
que supone un nuevo círculo continuo
argumental. Sin embargo
los musulmanes presentan el Corán como
prueba empírica de la existencia de Dios, no
tanto por lo que el Corán afirme que sea
revelado por Dios (que sería un argumento
circular) sino por su belleza (falacia  ad
consequentiam). En este sentido, cuando
a Mahoma se le solicitaban referencias
sobre algún milagro, él respondía que su
único milagro había sido el Corán.

 El problema del mal se opone a la


existencia de un Dios que es al mismo
tiempo omnipotente y omnibenevolente argu
mentando que ese Dios no debe permitir la
existencia del mal o el sufrimiento en el
mundo.
 El argumento del diseño se opone a la idea
de que Dios creó la vida. Recurre para ello a
los múltiples ejemplos biológicos que
parecen exhibir un mal diseño, así como a
la innumerable evidencia de adaptaciones
como consecuencia de la evolución
biológica. Esta viene regulada por
la selección natural y no es resultado
del creacionismo o de un diseño inteligente.
Este razonamiento se opone al argumento
teleológico y a otras teorías.

 El argumento de la no creencia se opone a


la existencia de un Dios omnipotente y de
que los seres humanos crean en él. La
simple existencia de seres humanos que no
lo hacen, demuestra la incapacidad de Dios
para lograrlo.

 El argumento de la parsimonia (o aplicación


del principio de la navaja de Occam)
sostiene que, dado que teorías naturales (es
decir, que no recurren a lo sobrenatural)
explican adecuadamente el desarrollo de la
religión y la creencia en los dioses,16 la
existencia real de tales agentes
sobrenaturales es superflua y puede
prescindirse de ella, a no ser que se
demuestre su necesidad para la explicación
del fenómeno religioso.
 La falta de apariciones divinas a lo largo de
la historia, ya que solo se atestiguan en
escasos relatos bíblicos de la Antigüedad y
ante muy pocos testigos,17 se ha esgrimido
como fuerte evidencia contra la existencia
de Dios. Las nulas pruebas reales de
fenómenos sobrenaturales en el espacio,
tras siglos de observación astronómica,
constituyen otra prueba en contrario. La
propia ciencia de la lógica propone: «Todos
los cuervos son negros hasta que aparezca
uno blanco», de lo que cabe deducir, por
transposición lógica, que Dios no existe
hasta que aparezca. Las pruebas
subjetivas, por sentimientos personales, al
estilo de «sentir su presencia y saber que
existe», no sirven como prueba, ni para ser
falseadas (en referencia al filósofo Popper).
Uno podría sentirse habitado también por
el Diablo o por el espíritu del pirata Henry
Morgan y no habría manera alguna de
probarlo. A este respecto, Richard
Dawkins escribió en El espejismo de
Dios "Cuando una persona sufre delirio, se
le llama locura. Cuando muchas personas
sufren un delirio, se llama religión".
Argumentos deductivos[editar]

 La táctica del Boeing 747 definitivo, que


aparece en el libro El espejismo de Dios,
de Richard Dawkins, es un contra-
argumento del argumento del diseño. Este
afirma que una estructura compleja y
ordenada tiene por fuerza que haber sido
diseñada. Sin embargo, un dios que es el
responsable de la creación de un universo
tal sería al menos tan complicado como el
universo que él ha creado. Por lo tanto,
también ese dios debe exigir un diseñador,
cuyo diseño del mismo modo requeriría un
diseñador, y así, ad infinitum. De esta
manera se demuestra que este argumento
es una falacia lógica, con o sin petición de
principio. Este “truco” muestra que Dios no
es el origen de la complejidad, sino que esta
simplemente ha existido siempre. También
afirma que el diseño no explica la
complejidad, que solo la selección natural
puede explicar.
 La paradoja de la omnipotencia sugiere que
el concepto de una entidad omnipotente es
lógicamente contradictoria, partiendo de la
consideración de cuestiones como: "¿Puede
Dios crear una roca tan grande que no
pueda levantarla?" o "Si Dios es
todopoderoso, ¿podría crear un ser más
poderoso que él?". Del mismo modo, un
dios omnipotente que deseara saber la
posición de todos los átomos en el universo
a lo largo de sus 14 mil millones de años de
historia, así como su futuro infinito, debería
poseer una memoria más grande que el
conjunto infinito de estados posibles en el
universo actual.
 El problema del infierno es la idea de que la
condenación eterna por los actos realizados
en una existencia finita contradice
la omnibenevolencia y omnipresencia divina
s.
 El argumento del libre albedrío (también
llamado paradoja de la voluntad
libre o fatalismo teológico) se opone a la
existencia de un Dios omnisciente dotado
de libre albedrío -el mismo de que se hallan
dotadas sus criaturas-, debido a que ambas
propiedades son contradictorias. De
acuerdo con este argumento, si Dios ya
conoce el futuro, entonces la humanidad
está destinada a corroborar dicho
conocimiento, por lo que se hallaría exenta
de la voluntad libre de apartarse de dicho
plan. Por lo tanto, nuestro libre albedrío
contradice la existencia de un dios
omnisciente. Otro argumento que ataca
directamente la existencia de un
dios omnisciente dotado de libre albedrío es
que la voluntad de Dios mismo estaría
obligada (y por tanto exenta de libre
albedrío) a seguir lo que Dios conoce de
antemano de sí mismo, para toda la
eternidad.
 Un contra-argumento del argumento
cosmológico (todo tiene una causa anterior
y superior) parte de la suposición de que las
cosas no pueden existir sin haber sido
creadas por sus creadores, lo que se aplica
a Dios, generándose así un círculo
vicioso de creadores. Esto ataca la premisa
de que el universo es la segunda causa
(después de Dios, que se afirma que es la
primera causa).
 El no-cognitivismo teológico, tal como se
utiliza en la literatura, por lo general trata de
desmentir el dios-concepto a través de la
demostración de que es imposible de
verificar por medio de pruebas científicas.
 El argumento antrópico afirma que, si Dios
es omnisciente, omnipotente y perfecto
moralmente, habría creado otros seres
moralmente perfectos en lugar de seres
humanos imperfectos.
Argumentos inductivos[editar]
Este tipo de argumentos procede a través del llamado razonamiento inductivo.

 La argumentación ateo-existencialista de la
no existencia de un ser perfecto y sensible
parte, de acuerdo con el existencialismo, del
aserto de que la existencia es anterior a la
esencia, y de que un ser sensible no puede
ser también completo y perfecto. Esto está
explicado en El ser y la nada, de Jean-Paul
Sartre. Según este filósofo, Dios sería un
"pour-soi" (un ser-para-sí, una conciencia),
pero sería también un "en-soi" (un ser-en-sí,
una cosa), lo que supone una contradicción
en los términos. Un argumento similar
aparece en la novela Grimus, de Salman
Rushdie: «Lo que está completo también
está muerto».
 El argumento de la ausencia de razón trata
de demostrar que un ser omnipotente y
omnisciente no tendría ninguna razón para
actuar de una manera determinada, en
particular mediante la creación de
un universo, dado que no tendría
necesidades, querencias o deseos, ya que
conceptos tales son propia y subjetivamente
humanos. Esto entraña una contradicción
con el hecho de existir el universo; por lo
tanto, un Dios omnipotente no puede existir.
Este argumento es expuesto por Scott
Adams en el libro God’s Debris, que
propone una forma de pandeísmo como
modelo teológico fundamental. Un
argumento similar se presenta en el libro
de Ludwig von Mises La acción humana. Se
refirió a él como el
"argumento praxeológico", afirmando que un
ser perfecto debe tener desde siempre
resueltos todos sus deseos y necesidades,
y, de tomar alguna iniciativa en el presente,
esto, por sí solo, probaría su incapacidad,
demostrándolo imperfecto.
 El argumento de la "inducción histórica"
concluye que, dado que la mayoría de las
religiones teístas a lo largo de la historia
(por ejemplo, la religión del Antiguo Egipto,
o la antigua religión griega), tanto como sus
dioses, finalmente han llegado a ser
consideradas falsas o absurdas, todas las
religiones teístas, incluidas las
contemporáneas, lo son, siguiendo un
razonamiento inductivo. Esto se comprende
bien a partir de la conocida cita de Stephen
F. Roberts: «Yo sostengo que tanto usted
como yo somos ateos. Yo únicamente creo
en un dios menos que usted. Cuando usted
entienda por qué motivo rechaza a todos los
demás dioses posibles, entenderá por qué
motivo rechazo yo el suyo».
 Una prueba biológica, fundada en Darwin,
es la comprobación de que el ADN del
chimpancé y el humano tienen más de un
99% de elementos en común, con el
agregado de los numerosos hallazgos, en el
registro fósil, del linaje completo humano,
desde el Australopitecus hasta el Homo
habilis, el Homo ergaster, Homo
erectus, Homo heidelbergensis, Homo
neanderthaliensis, Homo floresiensis, Homo
rhodesiensis y finalmente Homo sapiens.
Conocedor Charles Darwin de la filosofía
de Epicuro, planteaba al respecto: «No
puedo llegar a persuadirme de que un Dios
benéfico hubiera creado adrede a
los icneumónidos (avispas endoparásitas)
con la intención expresa de que se
comieran desde dentro a las orugas vivas, o
de que los gatos jugaran a muerte con los
ratones».[cita  requerida]
Argumentos subjetivos[editar]
Al igual que los argumentos a favor de la existencia de Dios, los argumentos
subjetivos en contra de la divinidad sobrenatural se basan principalmente en el
testimonio o la experiencia de testigos, o bien en las proposiciones de las
religiones reveladas en general.
 El argumento testimonial da crédito a los
testigos personales contemporáneos y del
pasado, que, o bien no creen, o bien dudan
de la existencia de Dios, por la simple razón
de que nunca se les ha hecho visible.
 El argumento del conflicto de religiones
aduce que cada una de estas da una
versión diferente de lo que Dios es y de lo
que Dios quiere. Ya que todas las versiones
contradictorias no pueden ser correctas,
muchas, si no todas las religiones, deben
ser erróneas.
 El argumento de la decepción sostiene que,
cuando se le pide, no hay ninguna ayuda
visible de Dios, por lo tanto no hay ninguna
razón para creer que hay un Dios que
provee.
Argumentos hinduistas[editar]
El ateísmo hinduista esgrime diversos razonamientos para rechazar un Dios
creador o Íshwara. Hay que tener en cuenta que en el hinduismo hay dos
corrientes distintas: una que es impersonal (no hay dios) y la otra, que
promueve Krishna que rechaza la anterior y señala que hay un dios personal.
En la línea impersonal está por ejemplo el budismo.
La doctrina ateísta sankhia[editar]
El texto del Samkhia-sutra (o Sankhia-pravachana-sutra) ―de la
doctrina Sankhia―, afirma que no hay lugar filosófico para un Dios creador.
También se argumenta en este texto que la existencia de Íshwara no puede ser
probada, y por lo tanto no puede ser admitida. 18 La escuela sankhia argumenta
en contra de la existencia de Dios por motivos metafísicos. Sostiene, por
ejemplo, que un Dios inmutable no puede ser la fuente de un mundo siempre
cambiante; Dios era una hipótesis metafísica necesaria exigida por las
circunstancias.19 Los textos del sankhia tratan además de demostrar que la
idea de Dios es inconcebible y contradictoria, y algunos comentarios son
esgrimidos con claridad sobre este tema. El Sankhya-tattva-kaumudi afirma
que un Dios perfecto no puede tener necesidad de crear un mundo, y si el
motivo de Dios es la bondad, la doctrina inquiere si es razonable llamar a existir
a seres que, en el no ser, no padecían sufrimiento alguno. La doctrina sankhia
postula que una deidad benevolente debería crear solo criaturas felices, no un
mundo imperfecto como el mundo real.20
La doctrina ateísta mimansa[editar]
Los defensores de la doctrina mimamsa ―fundada en ciertos rituales y en
la ortopraxis― afirman que ninguna evidencia supuestamente probatoria de la
existencia de Dios era convincente. Argumentan que no hay necesidad de
postular un creador para el mundo, al igual que no había necesidad de un autor
para componer el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del
II milenio a. C.) o de un dios para validar los rituales.21 El mimamsa afirma que
los dioses mencionados en los Vedas no tienen existencia aparte de
los mantras que repiten sus nombres. En ese sentido, el único poder divino
emanará de los mantras.22

Véase también[editar]
 Categoría:Argumentos ateístas  Problema del mal
 Categoría:Argumentos teístas  Filosofía de la religión
 Apología cristiana  Apuesta de Pascal
 Concepto de dios en el budismo  Filosofía del absurdo
 William Lane Craig  Metafísica
 Espectro de probabilidad teísta  Racionalismo
 Teología natural  Quinque viae
 Un Universo de la nada

Notas[editar]
1. ↑ La cita original es: «God is not 'dead' in
academia; he returned to life in the late 1960s»,
citado por Quentin Smith en The Rationality of
Theism. Habla del cambio experimentado desde la
hostilidad hacia el teísmo en la Encyclopedia of
Philosophy de Paul Edwards(1967) hacia una
mayor simpatía hacia el teísmo en la Routledge
Encyclopedia of Philosophy, más reciente.
2. ↑ Tomás de Aquino, véase Cinco vías.
3. ↑ Una reexposición moderna, véase [1]
4. ↑ Según el argumento ontológico de San Anselmo
5. ↑ Véase Richard Swinburne Does God Exist?,
o John Polkinghorne.
6. ↑ Ver los artículos sobre estos autores, y sobre
todo el artículo de Einstein de 1940 en la
revista Nature.
7. ↑ Hebbar, Neria Harish. «El Upanishad principal».
Archivado desde htm el original el 8 de marzo de
2009. Consultado el 12 de enero de 2007.
8. ↑ Pearlman, Myer (1992): Teología bíblica y
sistemática (pág. 23). Madrid: Vida, 1992. ISBN 0-
8297-1372-7.
9. ↑ Richard Dawkins El relojero ciego
10. ↑ Plantinga lo atribuye a Charles Hartshorne. Alvin
PLANTINGA (1998): «Arguments for the existence
of God». En E. Craig (ed.): Routledge Encyclopedia
of Philosophy. Londres: Routledge. Consultado en
marzo de 2007, en Routledge.com (enlace
roto disponible enInternet Archive; véase el historial,
la primera versión y la última)..
11. ↑ Harriet Swain, ed.: Las grandes preguntas de la
ciencia. Ed. Crítica - Barcelona, 2011. ISBN 978-
84-9892-231-8 pp. 24-25
12. ↑ Sobre este aspecto, el físico y cosmólogo
británico Roger Penrose, al relacionar la evolución
biológica con la Segunda Ley de la Termodinámica,
ofrece una peculiar perspectiva cruzada acerca de
lo "natural", lo "aleatorio" y lo "milagroso" como
factores desencadenantes de la vida. Afirma que la
mera existencia de vida no proporciona por sí
misma ningún argumento para la plena validez de
la Segunda Ley (la que se supone que rige el
universo), que postula un punto de partida, o
singularidad, extraordinariamente especial, y un
aumento subsiguiente de la llamada entropía. De
tal manera que, si descartamos la Segunda Ley,
«[...] sería mucho menos probable que la creación
de vida llegara por medios naturales, ya sea por
selección natural o por cualquier otro proceso
aparentemente "natural", que por una creación
"milagrosa" simplemente a partir de colisiones
aleatorias de las partículas constituyentes». Este
supuesto de improbabilidad lo trae a colación
Penrose debido a que la vida ejemplifica una
entropía decreciente, lo que está «en violento
desacuerdo con la Segunda Ley, en lugar de
ofrecer una demostración de la misma». (En Ciclos
del tiempo. Barcelona, Debolsillo, 2011. ISBN 978-
84-9989-199-6 p. 52)
13. ↑ citado por Julia Hinde en Las grandes preguntas
de la ciencia. Ed. Crítica - Barcelona, 2011. ISBN
978-84-9892-231-8 p. 17
14. ↑ Citado por Hinde en op. cit. p. 19-20
15. ↑ op. cit., p. 20
16. ↑ Pascal Boyer: Religion Explained: The
Evolutionary Origins of Religious Thought. Basic
Books, 2001.
17. ↑ Cfr. Exodo 33:7-34:35)
18. ↑ Sāṁkhyapravacanasūtra I.92.
19. ↑ The six systems of Indian philosophy (‘los seis
sistemas de la filosofía india’), publicado en Google
Libros.
20. ↑ Eliot, Charles: Hinduism and buddhism,
volumen II, pág. 243. Publicado en Google Libros.
21. ↑ Neville, Robert: Religious truth (pág. 51).
Publicado en Google Libros.
22. ↑ Coward, Harold: The perfectibility of human
nature in eastern and western thought(pág. 114).
Publicado en Google Libros.

Bibliografía[editar]
 Rogelio Rovira (1991). La fuga del no ser.
Ediciones Encuentro. ISBN 9788474902747.
 Antonio Millán-Puelles (2002). Léxico
filosófico (2ª edición). Madrid:
Rialp. ISBN 9788432134166. Archivado
desde el original el 12 de febrero de 2012.
Consultado el 17 de noviembre de 2010.

Enlaces externos[editar]
A favor[editar]
 Prueba matemática de Gödel, sobre la
existencia de Dios.
 20 argumentos de la existencia de Dios (en
inglés).
 Pruebas de la existencia de Dios (incluye
una versión muy resumida de las cinco vías
de Santo Tomás).
 Siete pruebas de la existencia de Dios
 ¿Por qué creer en Dios? Contenido
multimedia sobre la razonabilidad y
conveniencia de Dios.
 En clase con un alumno ateo, reflexión
sobre la existencia de Dios.
 Dios Existe: Argumentos explicados de
manera sencilla y breve.
 Fe razonable, cinco razones de por qué
Dios existe...
En contra[editar]

  Wikisource en francés contiene una copia


de Existencia de Dios., de Sebastián Faure
 ¿El Dios del sufrimiento?, por Peter Singer,
en El País, 1 de junio de 2008.
 Probablemente Dios no existe, fragmento
del libro de Joan Carles Marset y Gabriel
García Voltà. 2009. Ediciones Bronce (en El
País, 22 de noviembre de 2009).
 Ahmad, Mirza Tahir: Revelation, Rationality,
Knowledge & Truth, 1998.
 Broad, C. D.: «Arguments for the Existence
of God», en la revista Journal of Theological
Studies 40: 16-30 (pág. 156-67), 1939.
 Cohen, Morris R.: «The Dark Side of
Religion» en Arthur L. Swift, Jr (ed.)
[1933]: Religion Today, a Challenging
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Cohen: The Faith of a Liberal, 1946.
 Everitt, Nicholas (2004). The Non-Existence
of God: An Introduction. Londres:
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 FreeThoughtPedia (enciclopedia del
librepensamiento): «Common Theist
Arguments» y «Theological Criticisms»
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 Ratzsch, Del: «Teleological Arguments for
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 Rouvière, Jean-Marc: Brèves méditations
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L’Harmattan, 2006. ISBN 2-7475-9922-1.
 Swinburne, Richard: The Existence of God.
Nueva York: Clarendon, 1991.
 Sobel, Jordan H. (2004). Logic and theism:
Arguments for and against beliefs in God.
Cambridge: Cambridge University
Press. ISBN 0-87975-307-2.
 Proyectos Wikimedia

  Datos: Q1699404

 Identificadores

 Microsoft Academic: 2776971825

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