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Resumen Bulmer

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RESUMEN LA HISTORIA ECONOMICA DE AMERICA LATINA DESDE LA

INDEPENDENCIA DE VICTOR BULMER THOMAS

CAPITULO III

EL SECTOR EXPORTADOR

Y LA ECONOMÍA MUNDIAL CA. 1850-1914

A mediados del siglo xix el crecimiento de la economía mundial y la expansión


secular del comercio internacional constituyen el trasfondo de todo análisis sobre
la política y el desarrollo económicos de América Latina se menciona el avance
económico en América Latina basado en la integración directa a la economía
mundial por medio de exportación de productos y importación de los capitales en
el primer periodo de vida no se pudo dar por sentado un desarrollo a las
exportaciones de productos externos que fueran favorables.

El problema no se facilita por la atención de las potencias extranjeras, cuyo


respeto a la Independencia latinoamericana podía ser ambivalente. Esos episodios
imperialistas fueron causa y efecto de la debilidad y la inestabilidad de políticas en
América Latina. La estabilidad política también se ve amenazada por un número
de disputas territoriales entre Estados latinoamericanos, que en algunos casos
llegan a poner en peligro la supervivencia de un país. Un ejemplo trágico fue la
Guerra de la Triple Alianza (1865-1870), que lanzó a Paraguay, gobernado por
Francisco Solano López, a un conflicto suicida con Argentina, Brasil y Uruguay. Al
final se permite que Paraguay, derrotado, sobreviviera como país independiente,
pero sólo tras haber perdido algunos de sus territorios.

Bolivia padece su debilidad militar. Durante la Guerra del Pacífico (1879-1883) une
fuerzas con Perú contra Chile, pero la derrota le hizo perder su litoral en el
Pacífico y junto con Perú una extensa franja de desierto rica en nitratos. Unos 20
años después, Bolivia tuvo que ceder Acre a Brasil, en un episodio notablemente
similar a la pérdida de Texas por México, y Ecuador, durante todo el siglo XIX, se
ve obligado a ceder territorios a Colombia, Perú y Brasil. En este juego de suma
cero de cesiones territoriales el que más gana a Brasil. Se valió de una mezcla de
fuerza y diplomacia para extender sus fronteras aún más allá de las que había
heredado de Portugal.

En el siglo previo a la primera Guerra Mundial en la mayor parte de América


Latina la opción era la anarquía, el gobierno oligárquico o la dictadura. En la última
se podía ofrecer estabilidad durante un tiempo como se hizo en Venezuela con
Antonio Guzmán Blanco (1870-1888) y un progreso económico como se hizo en
México Porfirio Díaz (1876-1911) y nunca se basó en un consenso general, por lo
que, se reflejó intereses de un grupo limitado. Los gobiernos sabían y creían saber
qué hacer para promover la exportación de productos primarios: que se
consideraba que los principales ingredientes eran impuestos los modestos a la
exportación, inversiones públicas en infraestructura social y promoción de la
inversión extranjera. Pero no analiza como se podría transformar el desarrollo del
sector exportador al resto de la economía.

La política económica se preocupaba de todas las necesidades del sector


exportador, y su repercusión sobre el resto de la economía pero esta sigue siendo
incierta. La opinión dominante ve la necesidad de ampliar el sector exportador,
basándose en el supuesto, de alguna manera imprecisa, el aumento de las
exportaciones incrementaría el desarrollo de la productividad y el cambio
estructural de toda una economía.

Los extranjeros y los latinoamericanos de la época se preocupan de el sector


exportador y sus actividades complementarias de las exportaciones como vías
férreas; en un buen desempeño de las exportaciones la clave del éxito. Siempre
que el sector de las exportaciones se expanda, el resto de la economía se las
arregle. Es el optimismo bien fundado en el caso de Argentina, donde los
beneficios del aumento del sector exportador estan produciendo la transformación
de la agricultura, manufacturas servicios nacionales; pero estaba fuera de lugar en
el caso de Bolivia y Ecuador, donde la baja productividad de la economía no se
exportara casi si no se modifica ni siquiera durante los periodos de una rápida
expansión las exportaciones.

La demanda mundial y el modelo de crecimiento impulsado por las


exportaciones.-

En el siglo XIX el producto nacional bruto (PNB) real per cápita en Estados Unidos
aumentó a un ritmo anual de 1.5% se considera una meta la tasa de desarrollo de
los países de América latina de 1850 que necesitaban los países de América
Latina después de 1850: el ritmo que necesitaban un extraordinario éxito sobre la
economía de los estado unidos y duplicar los niveles de vida de 50 años objeto
para las normas del siglo XX.

En ese periodo la población de América Latina creció aproximadamente al mismo


ritmo (1.5%), hubo notables variaciones entre países. Se, puede considerarse que
el objetivo de la tasa de crecimiento para el producto interno bruto (PIB) durante
este lapso fue de 3% anual para la región, cuando para ciertos países esta cifra,
debe ajustarse arriba o hacia abajo, según el aumento de la población superase o
alcanzase la tasa regional de la expansión demográfica. El crecimiento del sector
no exportador es más complejo. Podemos considerar cuatro posibilidades.

 Primera, la productividad laboral en la economía no exportadora no


cambia, por la cual el valor agregado aumenta linealmente con la oferta de
mano de obra.
 En segundo lugar, industrialización de los países avanzados iba
produciendo una transferencia de recursos de la agricultura a las
manufacturas y una migración rápida a un ritmo de 0.5% anual, como
resultado del progreso tecnológico, por lo cual el valor agregado al sector
no exportador crece 0.5% más el crecimiento anual de la población.
 En tercer lugar, un giro de libre comercio en el siglo XIX reduce
preferencias a las colonias europeas la discriminación de América hacia los
mercados de Europa da un inicio a un proceso de creación de comercio
que permite aumentar la participación del mercado de otros países
comercio internacional habían desaparecido casi por completo.
 En cuarto lugar, la balanza fiscal se agrava por los gastos adicionales que
se tiene que hacer para las repúblicas que recién se independizaron, había
un gran cantidad de ejércitos que mantener pensionar a los veteranos de
las guerras y proteger las fronteras los reclamos por los daños de guerra
se agravaron toda una serie de disputas regionales que se van proliferando
después de la independencia.

Así que la Independencia ofrece dos grandes ventajas el libre comercio y el


acceso a los mercados internacionales de capital que a largo plazo crean
oportunidades para el avance económico y se acarrean una serie de desventajas
que en corto plazo superan sus beneficios las repúblicas.

Hay continuidad con el colonialismo no sólo en la esfera económica sino también


en la organización política. Algunos miembros de la élite política están a favor de
un cambio radical y un sistema de estructuras básicas del poder.

El desempeño de las exportaciones.-

El monopolio imperial en el comercio internacional y la transición al libre comercio


no significaron el laissez, la cuestión de qué impuestos, aranceles y otras
restricciones debían aplicarse al comercio exterior fue causa importante del debate
en los primeros decenios a la Independencia.

En América Latina las nuevas exportaciones que llegan a dominar los ingresos
por rubro fueron de origen agrícola. Algunas, como el caucho (Brasil, Perú) y la
lana (Argentina, Uruguay), eran indispensables para las fábricas de Europa y
Estados Unidos. Otras, como el henequén de México, se expandieron en
respuesta a las nuevas tecnologías que se adoptaban en las praderas de América
del Norte. La introducción de nuevos los productos no necesariamente condujo a
la diversificación de las exportaciones. Por el contrario, el aumento de las
exportaciones nuevas a menudo coincidió con el eclipse de los productos
tradicionales, por lo que la concentración de exportaciones siguió siendo muy alta.
La introducción de los nuevos productos no supero a los antiguos, y Argentina
simplemente amplió la gama de sus exportaciones. En 1913 se recibe divisas por
una impresionante variedad de productos cereales y ganaderos.

Evidenciándose que el comercio exterior de América Latina estaba dominado por


el intercambio de productos primarios por bienes manufacturados.

Maximizar los ingresos del gobierno a partir de impuestos al comercio no


significaba una tasa punitiva de impuestos. Por el contrario, las tasas demasiado
altas desalentarían toda importación y favorecerían el contrabando, dejando sin
ingresos al gobierno.

Los precios de las exportaciones de materias primas y de las importaciones de


manufacturas no fueron estables en el prolongado periodo que terminó en la
primera Guerra Mundial.

Así el periodo transcurrido entre la Independencia, en la década de 1820, y


mediados del siglo XIX, las importaciones latinoamericanas estuvieron dominadas
por los textiles. Sin embargo, los precios iban disminuyendo espectacularmente
conforme la Revolución Industrial reducía los costos unitarios de producción de los
países exportadores.

El descenso de precios de las exportaciones británicas fue, en parte,


consecuencia de la mayor productividad del sector exportador que había en ese
momento.

De este modo, durante los primeros años después de la Independencia los


intereses locales pudieron aprovechar, con fines proteccionistas, los gravámenes
destinados a aumentar los ingresos.

Subproducto de la maximización del ingreso era vulnerable de dos maneras:


 Primera, si una industria local no logra responder con bienes suficientes la
calidad y cantidad para competir con las importaciones solía causar
resentimientos cuando el costo de la vida empezaba a subir.
 En segundo lugar, la maximización del ingreso sólo era una meta
condicionada.

El sector exportador: La segunda mitad del siglo XVIII habían allanado el camino
al surgimiento de buen número de nuevas exportaciones agrícolas de América
Latina, para muchos países una base sobre la economía exportadora que seguía
siendo la minería. Las minas habían sufrido mucho durante los dos primeros
decenios del siglo XIX los mercados exteriores habían sido trastornados por las
guerras napoleónicas, y la lucha por la Independencia había obligado a muchos
dueños de minas a abandonar la producción, lo que a su vez había causado
inundaciones y agotamiento.

En 1890 y 1913, cuando en América Latina la estabilidad política era la regla, y no


la excepción, las exportaciones de muchos países fueron insatisfactorias. En un
caso, el de Bolivia, la explicación es sencilla: sin duda el aumento de las
exportaciones de estaño boliviano fue espectacular, pero a la larga se vieron
arrastradas por la caída relativa y absoluta de la plata.

Con frecuencia se seguían explotando las mismas vetas, pero con la diferencia de
que los empresarios mineros se concentraban en extraer el estaño, y no el
contenido de plata, aunque también se descubrieron algunos nuevos depósitos de
aquel metal.

El clima y la tierra desempeña un papel muy particular los ciclos del comercio
mundial también intervinieron en la reducción de los ingresos por exportaciones,
aunque ninguna de las depresiones comerciales anteriores a la guerra parece
haber afectado a todos los países industrializados al mismo tiempo América
Latina, con su débil base industrial y su sistema de comercio abierto, era el
mercado obvio, y la competencia por una participación en él entre los principales
países industrializados se intensificó hacia fines de esa época.
Así el periodo transcurrido entre la Independencia, en la década de 1820, y
mediados del siglo XIX, las importaciones latinoamericanas estuvieron dominadas
por los textiles. Sin embargo, el precio de los mismos iba cayendo
espectacularmente conforme la Revolución Industrial reducía los costos unitarios
de producción de los países exportadores.

El crecimiento de las exportaciones después de la Independencia distó mucho de


ser espectacular, pero al menos parece haber ido acompañado por una mejoría en
los términos netos de intercambio comercial. Aunque descendió el precio de
algunas exportaciones de productos primarios latinoamericanos (como cueros, añil
y vainilla), cayó más aún el precio de las importaciones (en particular textiles y
prendas de vestir).

ANALISIS DEL CAPITULO III

De la lectura del presente texto se puede deducir claramente que las Reformas
ayudaron a introducir nuevas exportaciones agrícolas, pero la minería siempre fue
el eje principal de la economía colonial. Capitalistas extranjeros pretendieron
reimpulsar la economía minera, pero fracasaron, por capital insuficiente y por un
clima de inestabilidad Intentos de intervenciones europeas sobre América Latina,
doctrina de no intervención estadounidense. Episodios de historia imperialista.

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