TUTORIA
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Después de haber observado y analizado las imágenes, reflexionamos y respondemos estas preguntas:
NUESTRAS EMOCIONES
Todas y todos sentimos emociones desde el momento en que nacemos; incluso
antes, desde el vientre de nuestras madres. Las emociones son reacciones que
experimentamos en algún momento: pena, alegría, miedo, ira, vergüenza,
ansiedad, etc. Algunas nos hacen sentir bien, otras no tan bien. Reconocer lo
que estamos sintiendo es muy importante para conocernos a nosotras/os
mismas/os, regular nuestras respuestas ante esas emociones y promover
nuestro bienestar.
María elaboró un hermoso manto tejido a mano. Durante varios días y noches, se esforzó
por dar una sorpresa a su mamá. Pero sucedió que un día antes de entregárselo, su
hermano menor lo tomó para cubrirse de la lluvia y cayó al barro. María encontró el
manto sucio, enlodado, y se llenó de ira.
Al experimentar esa emoción, María sintió que el ritmo de su corazón se aceleraba, que su
respiración se agitaba, lo cual estaba relacionado con el aumento de su presión arterial y
el ritmo cardiaco. Estas son respuestas neurofisiológicas. Todas las emociones presentan
diferentes formas de expresión fisiológica (nos ponemos rojos, sentimos sensaciones en
el estómago, nuestros músculos se ponen rígidos, etc.)
María tenía el ceño fruncido, su voz sonaba fuerte, su actitud y sus palabras parecían
amenazadoras. Este es el componente conductual de la emoción de la ira (igualmente,
dependiendo de la emoción, las conductas que desarrollamos son diferentes).
Por otro lado, mientras María salía a averiguar lo que había pasado con el manto, pensaba
en quién podía haberlo hecho: “Seguro lo ha hecho a propósito”. Todos los pensamientos
reales o irreales que acompañan a la emoción forman parte del componente cognitivo. Estos
pensamientos pueden aumentar o disminuir la emoción.
Recuerda:
1. Las emociones son parte de nosotras/os. Por ello, debemos aprender a conocerlas y aceptarlas.
Esto nos permitirá entenderlas mejor cuando las sintamos y poder regularlas.
2. No existen emociones buenas ni malas. Las emociones nos permiten estar en contacto con
nuestro entorno y, sobre todo, socializar con otras personas. La dificultad surge cuando dejamos
que nuestras emociones nos dominen o desborden.
Luego de reflexionar sobre nuestras emociones, estamos listas y listos para poner en práctica lo
aprendido.
Acabamos de ver que las emociones tienen componentes. Es importante que conozcamos
nuestras emociones y cómo reaccionamos cuando las sentimos.
• Nuestras emociones son innatas. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos
ayudan a darnos cuenta de lo que sucede. Nos preparan para dar la respuesta más
adecuada en cada ocasión.
• No existen emociones buenas o emociones malas. Todas son importantes. Incluso
las que nos causan malestar, porque nos preparan para la defensa o huida.
• Conocer nuestras emociones y cómo funcionan es muy importante para
conocernos mejor y saber regularlas.