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Resumen Del Alquimista - Reino Dennys

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

COORDINACIÓN DE ADMISIÓN Y
NIVELACIÓN

CÁTEDRA DE COMUNICACIÓN ACADMICA

DOCENTE: ING.PAMELA JACQUELINE


SALAZAR TOAQUIZA

ESTUDIANTE: REINO PAGUAY DENNYS


FABRICIO

FECHA DE ENTREGA: 30 DE JULIO DE 2020

PERIODO ACADEMICO: JULIO - OCTUBRE


2020
DESARROLLO

El alquimista cuenta la historia de un muchacho llamado Santiago, un pastor de ovejas quien

tuvo un sueño extraño sobre un tesoro, él sabía leer, había estudiado latín, español y teología,

pero decidió ser pastor por la razón de que ellos viajaban y cada día junto a sus ovejas cumplía

su sueño de viajar “Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que torna la vida

interesante”. Una vieja leyó sus manos, él comenzó a contarle el sueño que ya era repetitivo y la

vieja le dijo que quería una décima parte del tesoro si lo encontraba e hizo un juramento frente al

corazón sagrado de Jesús. África quedaba a pocas horas de tarifa solo tocaba cruzar el pequeño

estrecho en barco, pero él no tomaba una decisión, un día lo encontró el rey de Salem, quien por

ayudarle a tomar una decisión le pidió la décima parte de sus ovejas y él le mostraría como llegar

al tesoro. Todos tenemos una Leyenda personal en la juventud, pero con el tiempo va perdiendo

fuerza, “cumplir la leyenda personal es la única obligación del hombre” dijo el rey. Estaba atado

a sus ovejas y no quería dejarlas pues habían pasado mucho tiempo junto a él, así que comenzó a

envidiar la libertad del viento ya que nada se lo impedía, las ovejas, la hija del comerciante, los

campos de Andalucía era apenas algunos pasos de su leyenda personal. Anduvo por 40 días y

llego a un hermoso castillo, allí vivía el sabio, el viejo le dijo no puedes confiar en un hombre si

no conoces su casa, después le dio un consejo “el secreto de la felicidad esta en mirar todas las

maravillas del mundo, pero nunca olvidarse de las dos gotas de aceite”. Viajó a África a un lugar

totalmente extraño para él, en un bar conoció a un árabe que supuestamente iba ser su guía para

viajar a las pirámides, cuando salieron del bar el árabe robo al muchacho, así que decidió no

confiar en nadie, cuando quiso renunciar a su sueño urim y tumim, dos piedras que le había

regalado el rey eligieron suerte por él, así que lanzo una pregunta clara y sencilla, saco una

piedra y supo que la bendición del viejo seguía con él, así que decidió seguir su camino. Pronto
se dio cuenta que estaba aplicando las mismas lecciones que le habían enseñado sus ovejas en el

mundo extraño. Sin dinero el muchacho entró a la tienda de un mercader y limpió los cristales a

cambio de un plato de comida, el mercader dijo que no hacía falta por que tenía que dar de comer

al hambriento y lo contrató. Mientras el muchacho limpiaba los cristales entraron dos personas a

la tienda. Durante su trabajo en la tienda las ventas habían subido y él tuvo la idea de hacer una

estantería para atraer clientes y el dueño le otorgó su permiso, pasaron los meses y las ventas

aumentaba, él pensaba en regresar a Andalucía con el dinero que había ganado. El muchacho

tubo otra idea para aumentar las ventas y acortar el día de regreso, pero el dueño de la tienda dijo

“toda bendición no aceptada se convierte en maldición” y sí, las ventas aumentaron. Después de

varios meses llego el día esperado para por fin regresar a España, pero sus piedras lo hicieron

entrar en duda, él ya sabía cuidar ovejas, pero no sabía si podría ir a través del desierto para

conocer las pirámides y encontrar su tesoro. El mismo día el muchacho conoció a un inglés, él

también tenía dos piedras urim y tumim, el inglés buscaba al alquimista y el muchacho quería ir

a Egipto así que partieron en una caravana. Mientras viajaban el muchacho terminó haciendo

amistad con el camellero y mutuamente contaban sus historias, en su ruta se encontraban con

otras caravanas y compartían información, también cosas que el otro necesitaba. Una noche el

inglés converso con el muchacho, tras contarle su historia el inglés dijo que el principio que

mueve todas las cosas en alquimia se denomina “el alma del mundo” y es una fuerza positiva. El

inglés le conversó sobre la alquimia y dijo al muchacho que la piedra filosofal puede transformar

grandes cantidades de metal en oro, entonces el muchacho quedo interesado en la alquimia. El

muchacho leía libros en inglés y un día devolvió los libros entonces le dijo al inglés “aprendí que

el mundo tiene alma y quien entienda esa alma, entenderá el lenguaje de las cosas” también

aprendió que muchos alquimistas vivieron su leyenda personal. Después de varios días y noches
de travesía llegaron al oasis, ahí estaba el alquimista y vio que en la caravana venia el hombre al

que debía instruir, al día siguiente los dos buscaron al alquimista sin éxito. En el oasis, el

muchacho vio una mujer y entonces pensó que ahí estaba el puro lenguaje del mundo, el quedo

anonadado por aquella mujer, mientras tanto el inglés fue a buscar al alquimista. Cada uno tenía

su leyenda personal, el inglés quería convertir el plomo en oro y él encontrar su tesoro, pero un

parte ya la había encontrado en aquella mujer. Un día el muchacho tuvo una visión extraña y fue

donde los jefes triviales, les advirtió sobre un ataque y logro salvar el oasis. El alquimista le dio

un consejo: que tenía que seguir su leyenda personal y su mujer lo esperaría. Al amanecer

partieron rumbo a las pirámides todo el camino hablaron sobre el corazón, sobre el alma del

mundo y un día fueron capturados por una de las tribus en guerra, tuvieron 3 días para demostrar

que era mago, al tercer día contemplo al desierto para que lo ayudase a convertirse en viento,

entonces el viento soplaba más fuerte y el sol brillaba con más intensidad y todos quedaron

asombrados por lo que había demostrado el muchacho, pero el Alquimista y el General

sonrieron. “El amor es la fuerza que transforma y mejora el alma del mundo”. Después el

Alquimista mostró como convertir el plomo en oro, pero esta ya era su leyenda personal no del

muchacho entonces le entrego un pedazo de oro y partió, el muchacho camino por el desierto,

llego a las pirámides de Egipto y lloro de felicidad y dio gracias a Dios por creer en su leyenda

personal. El muchacho cavó en el lugar donde cayeron sus lágrimas sin encontrar nada, un ladrón

le dijo que allí donde estaba cavando había tenido un sueño igual, tenía que viajar a España y

cavar en las raíces de un sicomoro que estaba en la antigua iglesia, al fin había encontrado su

tesoro. Él regreso a España, al lugar donde había tenido aquel sueño así que cavó y encontró el

tesoro, después guardo las piedras en el baúl porque también eran su tesoro. El viento trajo un

aroma del desierto era su mujer Fátima que lo llamaba.

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