3. Hacer Ja tarea con la psicopedagoga
Liliana Volando
Entre la tarea y el juego
Hablar de “la tarea escolar” nos remite a intervenciones clinicas
con nifios a partir de los cinco 0 seis afios, cuando desde el jardin
empiezan las propuestas de “hagamos un trabajito”.
“Chicos, dejen de jugar, vamos a trabajar”, dice la maestra de
primer grado.
Lo que hasta ese momento era juego deviene trabajo. El espacio
de juego queda relegado a favor de lo que, a partir de entonces, se
entiende como “lo serio”. La escuela en su propuesta abre un antes
y un después. El contrato didactico plantea modificaciones en sus
reglas, ubicando un nuevo momento en la infancia.
‘Alhaber pasado por la primera infancia se espera que el nifio haya
podido hacer un trabajo psiquico que le permita sostenerse con una
nueva investidura! que es la de “alumno”. Si bien ya en el nivel inicial
esto se empieza a construir, la expectativa en primer grado es que esta
posicién pueda estar disponible para ser usada como prét-@-porter. Al
entrar en la escuela los nifios suman rostros a su identidad, ya no sdlo
son hijos, nietos, sobrinos, hermanos, sino que tienen que aprender
a ser alumnos respondiendo al ideario escolar, a las aspiraciones de
cada docente y con relacién a un grupo de compafieros
La expectativa del contexto (docentes, padres y la sociedad en
general) se modifica sustancialmente; el “trabajo” se piensa en contra-
posicién al “juego”, las reglas cambian y el nifio debe devenir alumno,
pero esto no es automatico, en soledad, ni de un momento para otro.
Desde una perspectiva psicoanalitica, aprender es concebido como
1, Liamo “investidura” a la representacién que se carga de libido dando un estatus
psiquico diferente.
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