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La Administración Pública

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACION SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RAFAEL MARIA BARALT”
PROGRAMA ADMINISTRACIÓN
GERENCIA INDUSTRIAL
SEDE CIUDAD OJEDA-EDO.ZULIA

LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

BACHILLER.
GABRIELA DEL VALLE SALINAS VASQUEZ
CI: 29.672.582
SECCIÓN 31211
I SEMESTRE-2021
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Por administración pública se entiende la disciplina y también el ámbito de acción


en materia de gestión de los recursos del Estado, de las empresas públicas y de
las instituciones que componen el patrimonio público.

La administración pública se ocupa de gestionar el contacto entre la ciudadanía y


el poder público, no sólo en las instituciones burocráticas del Estado, sino también
en las empresas estatales, en los entes de salud, en las fuerzas armadas, en la
policía, los bomberos, el servicio postal y los parques nacionales, entre otros. En
cambio, no abarca los sectores judiciales y legislativos.

Este concepto puede entenderse desde dos puntos de vista:


 Formalmente, se refiere a los organismos públicos que han recibido del
poder político las competencias para atender necesidades puntuales de la
ciudadanía en asuntos de interés general, como la salud, la burocracia.
 Materialmente, se refiere a la actividad administrativa del Estado, es decir, a
la gestión de sí mismo, para reforzar el cumplimiento de las leyes y la
satisfacción de las necesidades públicas, así como su relación con
organismos particulares.

La administración pública tiene el privilegio de lo contencioso-administrativo, o


sea, del derecho procesal administrativo, capaz de gestionar actos de gestión (el
Estado actúa como persona jurídica) o actos de autoridad (ejecutados por el
Estado por decreto).
NOCIÓN DE ACTOS ADMINISTRATIVOS:

El acto administrativo es toda declaración jurídica unilateral y ejecutiva, efectuada


en el ejercicio de la función administrativa, que produce efectos jurídicos
individuales en forma directa

El acto administrativo es un acto jurídico cuya característica principal es que


emana de la Administración Pública para imponer su voluntad en el ejercicio de
una potestad administrativa. Sus normas, fiscalización y legalidad provienen del
Derecho Administrativo.

Debe diferenciarse de otros actos jurídicos. Está sujeto al sistema de control de


las Administraciones Públicas y sus distintas expresiones deben tener fines de
servicio al interés general.

Los actos administrativos producen efectos jurídicos, pero solo pueden ser
dictados en el marco de una potestad concedida por ley.

Definido este concepto, pasamos ahora al análisis del mismo.

 Es una Declaración

El acto administrativo es una declaración, entendiendo por tal un proceso de


exteriorización intelectual, no material, que toma para su expresión y comprensión
datos simbólicos del lenguaje hablado o escrito y signos convencionales.

El pronunciamiento declarativo es de diverso contenido. Puede ser:

- De decisión, cuando va dirigido a un fin, a un deseo o querer de la


Administración; por ejemplo, una orden, permiso, autorización o sanción;

- De cognición, cuando certifica el conocimiento de un hecho de relevancia


jurídica; son los casos de las certificaciones de nacimiento, defunción e
inscripciones en registros públicos
- De opinión, cuando valora y emite juicio sobre un estado, situación, acto o hecho;
son los casos de certificados de buena conducta, salud o higiene.

 Unilateral

En el acto administrativo, la emanación y el contenido de toda declaración


dependen de la voluntad de un solo sujeto de derecho: el Estado o ente público no
estatal, en su caso.

Se excluye del concepto de acto administrativo a los contratos porque son


declaraciones bilaterales o de voluntad común. La declaración tiene que ser
unilateral. Desestimamos, entonces, la idea de los actos administrativos
bilaterales; de ahí que el contrato administrativo no sea un acto administrativo.
Para algunos autores, los actos administrativos pueden ser unilaterales o
bilaterales tanto en su formación, si concurren al acto las voluntades de uno o más
sujetos de derecho, como en sus efectos, si acarrean derechos y deberes para
una o más partes.

La jurisprudencia ha indicado con precisión que "El acto administrativo es una


declaración jurídica unilateral y concreta de la Administración Pública, en ejercicio
de un poder legal, tendiente a realizar o a producir actos jurídicos, creadores de
situaciones jurídicas subjetivas, al par que aplicar el derecho al hecho
controvertido".

El acto es unilateral, aunque se necesite la "voluntad concurrente o coadyuvante".


El hecho de que ciertos actos unilaterales necesiten de la solicitud, notificación,
aceptación, asentimiento o adhesión del particular para producir sus efectos, no
les quita su calidad de unilaterales. Tampoco dejan de ser unilaterales por el
hecho de que la voluntad administrativa se forme mediante la intervención de dos
o más órganos administrativos, en cuyo caso se denominan actos complejos.

La voluntad del administrado no interviene en la preparación del acto; puede ser


causa de su formación, por ejemplo, una petición, que sólo vale como requisito de
eficacia del acto administrativo, pero sin que tal voluntad integre el acto. La
voluntad del administrado no es elemento esencial del acto, ni presupuesto básico
de él.

Así ocurre con el permiso de uso del dominio público u otorgamiento de un retiro
jubilatorio voluntario. Son actos administrativos unilaterales en sus efectos y
también en su formación, pues la voluntad del administrado no integra el acto. El
hecho de que el particular solicite, provoque o acepte una declaración de voluntad
administrativa, no significa que el administrado integre con su voluntad el acto.

Entre el acto administrativo cuya emanación requiere la solicitud, pedido o


conformidad del interesado y el acto, que no los requiere, existe solo una
diferencia de forma, que en nada modifica el régimen jurídico aplicable.

 Efectuada en ejercicio de la función administrativa

La función administrativa constituye la nota calificadora del derecho administrativo.


Por ello no puede estar ausente del concepto del acto administrativo, que es una
de las formas jurídicas por las que se expresa la voluntad pública estatal y no
estatal7.

El acto administrativo es dictado en ejercicio de la función administrativa, sin


importar qué órgano la ejerce. El acto puede emanar de cualquier órgano estatal
que actúe en ejercicio de la función administrativa (ejecutivo, legislativo y judicial)
e incluso de entes públicos no estatales.

El concepto de acto administrativo comprende los actos de esa índole emitidos por
el órgano ejecutivo y los de igual naturaleza emitidos por los órganos legislativo y
judicial, pues todos están sometidos en general a los mismos principios jurídicos.
Comprende, por tanto, acciones de la más variada índole: decreto, disposición,
orden, resolución, decisión, autorización, permiso, etc., emitidas siempre por un
órgano estatal o público no estatal.
Como consecuencia de lo expuesto, estimamos que los entes públicos no
estatales pueden emitir actos administrativos. Así, lo son los actos de las
corporaciones profesionales, asociaciones, universidades privadas, etcétera.

Muchas entidades han sido creadas por el legislador para ejercer cierto tipo de
funciones administrativas; se les confiere legalmente un cierto poder público para
actuar en nombre del Estado y con su competencia. En estos casos parecería
contradecir a la realidad que se les negara a los actos emanados por esas
entidades el carácter de administrativos, a los efectos de la aplicación del régimen
legal correspondiente (nulidades, vicios, recursos, etcétera).

 Que produce efectos jurídicos

No toda la actividad administrativa produce efectos jurídicos. Por ello, algunos


autores clasifican el ejercicio de la actividad administrativa en actos y hechos no
jurídicos, en contraposición con actos y hechos jurídicos.

La actividad administrativa productora de efectos jurídicos no sólo se manifiesta a


través de actos administrativos, sino también por medio de hechos administrativos,
contratos administrativos, simples actos de la administración y reglamentos
administrativos.

Que produce efectos jurídicos significa que crea derechos u obligaciones para
ambas partes: la Administración y el administrado.

En el caso específico del acto administrativo, interesa determinar el alcance y tipo


de efecto jurídico que produce, para lo cual previamente tenemos que enumerar y
definir el contenido.
IDENTIFICAR LAS CAUSAS DE IRREGULARIDAD DEL ACTO
ADMINISTRATIVO Y RELACIONARLA CON LAS FORMAS DE
CONVALIDACIÓN.

Se habla de irregularidad de un acto administrativo, cuando ese acto no sea


perfecto o que algunos de los elementos del acto por algún motivo sea irregular.
Dicho de otra manera, que el acto administrativo no reúna los requisitos
modalidades necesarios para que opere con plenitud.
 
Tenemos la nulidad absoluta de los actos administrativo y la nulidad relativa del
mismo Nulidades Absolutas o radicales: Art, 19 LOPA allí se establece 4
numerales de forma taxativa a través del cual se puede considerar un acto nulo
absolutamente: "Los actos administrativos serán absolutamente nulos en los
siguientes casos:
- Cuando así este expresamente determinado por una norma constitución o
legas; violación de la cosa juzgada administrativa.
- Cuando resuelvan un caso precedente decidido con carácter definitivo y
que haya creado derechos particulares, salvo autorización expresa la Ley.
Vicio en el objeto.
- Cuando su contenido sea de imposible o ilegal ejecución, y; incompetencia,
manifiesta. . Ausencia total de procedimiento
- Cuando hubieren sido dictados por autoridades manifiestamente
incompetentes, o con prescindencia total y absoluta del procedimiento
legalmente establecido. Anulabilidad.

Los tres primeros numerales se consideran que son causales de nulidad absoluta,
sin embargo en el numera 4 se observa que se desprende que hay dos causas:
1. Por una parte la incompetencia manifiesta del órgano.
2. Por otra parte la ausencia del procedimiento. Estas son las causa más
comunes.
Ausencia total de procedimiento, quiere decir que falte todo o una parte bien
esencial de ese procedimiento, no le da posibilidad a la administración; la
Jurisprudencia a tratado de explicar esa falta absoluta del procedimiento, de
alguna u otra manera la administración Pública genera la actividad tendiente a la
formación de un expediente administrativo, que va a generar la decisión final del
acto administrativo, Se establece que estaría viciado de nulidad absoluta cuando:
- Ocurra la carencia total y absoluta de los trámites procedimientos
legalmente establecidos.
- Se aplique un procedimiento distinto al previsto por la ley correspondiente,
es decir, cuando por una errónea calificación previa del procedimiento a
seguir se desvié la actuación administrativa del iterprocedimental que
debía aplicarse de conformidad con el texto legal correspondiente y esto es
lo que se denomina en doctrina “Desviación del Procedimiento”. La
administración está aplicando un procedimiento de manera errónea porque
no es el adecuado para el caso en cuestión.
- Cuando se prescinde de principios y reglas esenciales para la formación de
la voluntad administrativa o se transgredan frases de los procedimientos
que constituyan garantías esenciales del administrado. Esto es lo que
denomina el Principio de la esencialidad. Se verifican cualquiera de las 3
situaciones que terminamos de mencionar cuando se viole este principio de
la esencialidad, cuando se desvía el procedimiento o cuando hay una
carencia total o parcial del procedimiento, allí tiene que verificarse la nulidad
y ser declarada, de otra manera si esa falla en el procedimiento no le
acarrea un perjuicio al administrado, ese acto será atacado de nulidad
relativa.

La convalidación del acto administrativo es la subsanación de los defectos de


los que adolece un acto anulable. El instituto de la convalidación, que constituye
una excepción a la declaración de anulabilidad de los actos administrativos,
pretende la subsanación de los defectos de los que adolezca aquel acto que no
incurra en causa de nulidad de pleno derecho mediante la emisión de un acto
convalidatorio que depure los vicios de anulabilidad.
Tanto la doctrina cuanto la jurisprudencia administrativa emanada a partir de la
década de los 60’, ha reconocido la figura de la convalidación de los actos
irregulares. Se entiende por convalidar “confirmar o revalidar, especialmente los
actos jurídicos” (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, 21°
Edición, página 562), lo que implica la existencia de un acto administrativo emitido.
Es decir, y no obstante la invalidación de los actos irregulares tratado en la Ley
19.880, existiría consenso de que es posible validar estos actos, pero
cumpliéndose al menos los siguientes requisitos:
Que se convalide actos formales y no simples actuaciones de hecho.
- La convalidación debe contenerse en un acto administrativo formal, siendo
inaceptable una simple visación
- Que la convalidación recaiga en actos específicos, determinados
- Que el acto se haya incorporado al patrimonio de terceros de buena fe, por
razones de seguridad jurídica y de estabilidad del acto administrativo

Beladiez Rojo define el concepto de Convalidación, desde una perspectiva


funcional, señalando que es “el resultado que se produce cuando un acto inválido,
adquiere invalidez. Luego, es posible identificar distintos medios o técnicas de
Convalidación, como la convalidación por subsanación de vicios o la convalidación
por el transcurso del tiempo y en general, todos aquellos casos en que un acto
inválido adquiere validez.

Para que opere la Convalidación de un acto es necesario que se cumplan tres


requisitos:
1. Que exista un acto inválido que convalidar
2. Que se conserve íntegramente el contenido del acto
3. Que la convalidación tenga efectos retroactivos

Respecto al primer requisito, cabe señalar que es suficiente que el acto sea
inválido y que su vicio sea tan grave como para que la invalidez pueda declararse
formalmente por el órgano competente.
Respecto al segundo requisito, es necesario que la conservación del acto sea
íntegra puesto que esto permite distinguirlo de otras técnicas de conservación de
los actos administrativos como lo es la nulidad parcial.

Respecto al tercer requisito, esto es, que la convalidación tenga efectos


retroactivos, se explica en la funcionalidad que tiene esta técnica de conservación.
Si el objetivo es que un acto en principio inválido adquiera validez, entonces no
tiene sentido que los efectos que produzca la convalidación sean sólo a futuro. Si
el acto se convalida, es porque tanto los efectos para el futuro como los del
pasado son relevantes de tutela jurídica para el Derecho y merecen ser
conservados. De otra forma, no tendría sentido validar un acto si el contenido de la
declaración es la misma antes y después de la convalidación. A esto se agrega
que se puede llegar al absurdo que se siga considerando que el acto es inválido
en el pasado y se pueda solicitar la nulidad del acto previo a la convalidación, lo
cual no es posible, ya que como lo señala PERRONE COPANO57, no es
admisible la división del acto en dos fases distintas: la fase anterior a la
convalidación y la fase posterior a esta, ya que el régimen jurídico del acto
convalidado debe ser unitario.

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