Taller Dogma 1 2 3
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TEMA
1 QUÉ ES LA TEOLOGÍA
La teología es ciencia. La razón del creyente, iluminada por la fe, trata
de comprender mejor los misterios revelados por Dios y exponerlos de
manera sistemática y ordenada, basándose en la Sagrada Escritura y en
la Tradición de la Iglesia. La teología presupone la fe, no es un mero ejer-
cicio de curiosidad intelectual y se trata de ciencia de salvación porque
debe ayudar al hombre a conseguir su destino eterno.
SUMARIO
1. SENTIDO Y NATURALEZA DE LA ACTIVIDAD TEOLÓGICA a) Comprender
la Palabra de Dios • Presupone la fe • Se basa en la capacidad de la razón
humana • Supone un esfuerzo intelectual b) Es una actividad de la Iglesia c)
Continuidad con otros conocimientos 2. LA TEOLOGÍA, DESARROLLO
ESPONTÁNEO DE LA FE a) Es una ciencia de salvación. Necesaria. • No es
puro conocimiento teórico • Es una necesidad de la vida cristina b) Es un
desarrollo espontáneo de la fe • La teología espontánea como vida espiritual c)
Procede siempre de la fe • Sin fe no es posible la teología • La aceptación del
misterio es firme d) La fe impulsa la reflexión • Los misterios revelados tienen
sentido e) Hay una teología que es ciencia 3. LOS TÉRMINOS TEOLOGÍA
Y TEÓLOGO a) Significado no cristiano b) Significado cristiano 4. EN
CUENTRO HISTÓRICO ENTRE LA PALABRA Y EL LOGOS a) No ha sido
un hecho fortuito b) El Prólogo de San Juan y el puente entre fe y razón c)
Conexión entre filosofía y teología • Elementos y horizontes comunes • La fe
supera pero no elimina la razón • Búsqueda del sentido último • La filosofía
como modo de vida • Autoridad y argumentación racional • No ha habido
reparto de papeles 5. NOCIÓN DE TEOLOGÍA a) Definición • Fides quaerens
intellectum b) La fe es el presupuesto absoluto • Fe que piensa • Trasunto de la
ciencia divina c) Es ciencia de la fe • Implica la fe la Iglesia • Es ciencia discursiva
y metódica • Carácter intelectual • Función de defender, exponer y relacionar la
fe d) Es imperfecta • Humildad del teólogo 6. LA TEOLOGÍA COMO TRABAJO
ECLESIAL a) Función eclesial de la teología • Responsabilidades y límites • La
Iglesia no es una instancia extraña • La teología es servicio b) Autonomía del
teólogo c) La teología se dirige al mundo de la cultura
1. Sentido y naturaleza de la actividad teológica 9
¿A qué se llama teología? Llamamos teología a la actividad de los creyentes
que tratan de comprender más profundamente la Palabra de Dios y de ex-
ponerla de manera ordenada y sistemática, en base a la Sagrada Escritura, la
Tradición de la Iglesia, y con el Magisterio como guía.
Es fe que busca evidencias y razones. Recibe su materia prima de la Revelación. A la
teología pertenece tanto el creer como el pensar. Sin ambas actividades fundidas en
un mismo y único acto del cristiano –creencia y pensamiento– no hay teología.
Los autores cristianos introducen en estos términos aspectos nuevos, con reso-
nancias y significaciones originales.
• San Justino utiliza el verbo teologizar para designar la actividad exegética
sobre los textos bíblicos. San Clemente de Alejandría distingue la teogo-
nía (fábulas mitológicas) de la verdadera teología (conocimiento cristiano de
Dios). Para Orígenes, teología es una doctrina recta sobre Dios. Eusebio
de Cesarea es autor de una obra denominada «Teología eclesiástica», don-
de la voz teología aparece por primera vez en el título de un libro cristiano.
San Basilio es el primero que distingue entre teología, como doctrina so-
bre Dios, y economía, como historia de salvación.
• Para los escritores cristianos de los primeros siglos, el teólogo es un viden-
te directo de los misterios divinos, que se hallan patentes a su espíritu por
gracia extraordinaria. Teólogo es quien goza de la contemplación mística
de Dios.
• El término teología presenta en los escritores cristianos del Occidente latino
una aparición lenta y relativamente tardía. San Agustín emplea cerca de
ochenta veces las palabras teología y teólogo, pero lo hace casi siempre en
el sentido que les daba el autor latino Varrón (†27 a. C.). Éste distinguía
entre teología física o natural (interpretación filosófica de las causas), poé-
tica (mitología), y política (culto sagrado). Pedro Abelardo (1079-1142) es
12 el primero que utiliza la palabra teología con el sentido actual científico y
académico.
• No debe olvidarse una diferencia capital que existe entre la Palabra bíbli-
ca y el logos griego. La Palabra vincula por su autoridad, que es la autori-
dad de Dios. El creyente escucha la Palabra, la acepta devotamente y no
pide de momento razones, ni examina el contenido de la Palabra misma,
es decir, no la somete a comprobaciones por parte de la razón. El logos vin-
cula en cambio por su lógica interna, que es captada inmediatamente por
el intelecto del que escucha y le mueve a la aceptación.
Pero esta diversidad entre autoridad de fe y argumentación racional no ha originado
para el cristianismo y el pensamiento griego, respectivamente, vías exclusivas e inco-
municables para llegar a las verdades buscadas. Es decir, no ha existido un reparto
de papeles, en el que los griegos hayan monopolizado los caminos racionales de la
demostración, y los cristianos se hayan limitado a creer y aceptar la Palabra de una
autoridad revelante.
Lee los siguientes textos y haz un comentario personal utilizando los conte-
nidos aprendidos:
La teología es una ciencia que tiene a su disposición todas las posibilidades del cono-
cimiento humano. Es libre en el uso de sus métodos y análisis. Pero, al mismo tiempo,
debe tener en cuenta su relación con la fe de la Iglesia. La fe no es algo que nos debe-
mos a nosotros mismos; más bien «está edificada sobre el fundamento de los apóstoles
y de los profetas, siendo piedra angular el mismo Cristo Jesús» (Ef 2, 20). También la teo-
logía debe dar por supuesta la fe, pero no puede producirla. Y el teólogo está siempre
apoyado en los padres en la fe. El sabe que su especialidad no se compone de una serie
de objetos o materiales históricos mezclados en un alambique artificioso, sino que se
trata de la fe viva de la Iglesia. No en vano el teólogo enseña en nombre y por encargo
de la comunidad de fe eclesial. Debe ineludiblemente hacer nuevas propuestas dirigi-
das a la comprensión de la fe, pero éstas no son más que una oferta a toda la Iglesia.
Muchas cosas deben ser corregidas y ampliadas en un diálogo fraterno hasta que toda
la Iglesia pueda aceptarlas. La teología, en el fondo, debe ser un servicio enormemente
desinteresado a la comunidad de los creyentes. Por ese motivo, de su esencia forman
parte la discusión imparcial y objetiva, el diálogo fraterno, la apertura y la disposición
de cambio de cara a las propias opiniones.
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Por su propia naturaleza la fe interpela la inteligencia, porque descubre al hombre
la verdad sobre su destino y el camino para alcanzarlo. Aunque la verdad revelada
supere nuestro modo de hablar y nuestros conceptos sean imperfectos frente a su
insondable grandeza (cf. Ef 3, 19), sin embargo invita a nuestra razón –don de Dios
otorgado para captar la verdad– a entrar en su luz, capacitándola así para compren-
der en cierta medida lo que ha creído. La ciencia teológica, que busca la inteligencia
de la fe respondiendo a la invitación de la voz de la verdad ayuda al pueblo de Dios,
según el mandamiento del Apóstol (cf. 1 P 3, 15), a dar cuenta de su esperanza a aque-
llos que se lo piden.
Instrucción sobre la vocación eclesial del teólogo, 1990, n. 6.