Revista APFRA - AÑO 30-Nº31-2019 - PSICOLOGIA FORENSE
Revista APFRA - AÑO 30-Nº31-2019 - PSICOLOGIA FORENSE
Revista APFRA - AÑO 30-Nº31-2019 - PSICOLOGIA FORENSE
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ASOCIACIÓN DE PSICÓLOGOS FORENSES
DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
Organo de Fiscalización
INTRODUCCION
Nuevos desafíos en Psicología Jurídica
Lic. Norma Griselda Miotto
Presidente de la Asociación de Psicólogos Forenses de la República Argentina
TITULOS
Los derechos de los niños, niñas y adolescentes: el derecho a ser oído.
Dra. Yael Bendel.
Asesora General del Ministerio Publico Tutelar de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires
Lic. Denise Benatuil.
Coordinadora del área de la sala de entrevistas del Ministerio Público Tutelar de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Directora de la Carrera de Psicología en
la Universidad de Palermo.
Lic. Fernanda Mattera
Equipo Infanto Juvenil del Ministerio Publico Tutelar de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires
1. Introducción
La visión actual sobre los procesos judiciales que involucran de algún modo a
niñas, niñas y adolescentes (NNyA) ha abandonado rotundamente las
concepciones que se tenían durante la vigencia del patronato de menores, en
donde su voluntad era suplida por la figura del asesor tutelar, y ha incorporado
la mirada de los derechos en todos los órdenes e instancias de los procesos.
Estas transformaciones han permeado fuertemente en los procesos de familia,
que conforman una parte fundamental del entramado normativo e institucional
del así llamado sistema de protección integral de derechos. De manera que para
desarrollar los lineamientos centrales del abordaje que el poder judicial realiza
respecto de NNyA en los procesos de familia es fundamental comprender el
funcionamiento del sistema de protección. De forma muy general, nos referimos
a un conjunto de normas, instituciones y personas que interactúan entre sí para
lograr la satisfacción de los derechos del niño.
La ley 26061 indica que
“[e]l Sistema de Protección Integral de Derechos de las Niñas, Niños y
Adolescentes está conformado por todos aquellos organismos, entidades y
servicios que diseñan, planifican, coordinan, orientan, ejecutan y supervisan las
políticas públicas, de gestión estatal o privadas, en el ámbito nacional, provincial
y municipal, destinados a la promoción, prevención, asistencia, protección,
resguardo y restablecimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes,
y establece los medios a través de los cuales se asegura el efectivo goce de los
derechos y garantías reconocidos en la Constitución Nacional, la Convención
sobre los Derechos del Niño, demás tratados de derechos humanos ratificados
por el Estado argentino y el ordenamiento jurídico nacional. // La Política de
Protección Integral de Derechos de las niñas, niños y adolescentes debe ser
implementada mediante una concertación articulada de acciones de la Nación,
las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los Municipios.”
1 De ello dan cuenta la recomendación general n° 31 del Comité para la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer y la observación general n° 18 del Comité de los Derechos del Niño sobre las prácticas
nocivas, adoptadas de manera conjunta.
la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (resulta
fundamental en la protección de los derechos del niño en ámbitos institucionales
de privación y restricción de la libertad2).
Dentro de las leyes nacionales, el pilar del sistema lo constituye la ley de
Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (n°
26061), pero también se deben incluir el Código Civil y Comercial
(principalmente, mediante la consolidación de los principios de interés superior
del niño ―art. 639 inc. a―, autonomía progresiva ―art. 639 inc. b― y derecho
a ser escuchado ―art. 639 inc. c―), así como también el Código Penal (que a
través de la tipificación de determinadas conductas busca proteger derechos
fundamentales de NNyA: ej. Grooming ―art. 131―, trabajo de niñas, niños y
adolescentes prohibido ―art. 148 bis―). Resulta fundamental en la protección
de los derechos de las niñas la Ley de Protección Integral para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que
Desarrollen sus Relaciones Interpersonales (n° 26485). También es muy
importante en la protección de NNyA la ley de Protección contra la Violencia
Familiar (n° 24417).
En la Ciudad de Buenos Aires, debemos incluir a la Ley de Protección Integral
de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (n° 114) y al Régimen Procesal
Penal Juvenil (ley n° 2451).
4. La corresponsabilidad
La intervención del sistema de protección de derechos se basa en la
corresponsabilidad de todos los actores que cumplen alguna función respecto de
la garantía de los derechos del niño. Esta corresponsabilidad supone que todos
(tanto agentes estatales como no estatales) deben actuar de acuerdo a su rol
(en el ámbito de su competencia) de manera articulada con el resto.3 En este
3 El Comité de los Derechos del Niño señala, por ejemplo, en su observación general n° 21 sobre los
derechos de los niños en situación de calle: “Las estrategias para los niños en situación de calle deberían
tener en consideración el papel de los agentes estatales y no estatales. (…) Los Estados tienen la obligación
de ayudar a los padres o cuidadores a proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos y en
consonancia con la evolución de las facultades del niño, las condiciones de vida que sean necesarias para
su desarrollo óptimo (arts. 5, 18 y 27). Los Estados también deberían apoyar a la sociedad civil, como
agentes complementarios, a la hora de proporcionar servicios personalizados y especializados para los niños
sentido, los adultos que conviven directa o indirectamente con los NNyA, ya sea
porque son cercanos a ellos ―como los vecinos― o porque realizan tareas de
cuidado en establecimientos donde permanecen transitoriamente ―escuelas,
hospitales, clubes, centros culturales― son considerados por la ley como
responsables del cuidado. De allí se deriva el deber de comunicar al organismo
administrativo la existencia de derechos vulnerados (art. 304, ley 26061). A su
vez, el Poder Judicial es responsable de garantizar el acceso a la justicia de
todos los NNYA.
Es importante señalar que el cumplimiento de este deber prevalece por sobre
cualquier obligación de mantener secreto.5
en situación de calle desde un enfoque basado en los derechos del niño, mediante la financiación, la
acreditación y la regulación. El sector empresarial debe cumplir sus responsabilidades en relación con los
derechos del niño y los Estados deberían velar por que así sea. Los agentes estatales y no estatales tienen
que coordinarse. Los Estados tienen la obligación legal de velar por que los proveedores de servicios del
sector privado actúen de conformidad con las disposiciones de la Convención.” (párrafo 15). Otro ejemplo
de responsabilidades coordinadas en la garantía de los derechos del niño aparece en la observación general
n° 7 sobre los derechos del niño en la primera infancia: “En muchos países y regiones, la primera infancia
ha recibido escasa prioridad en el desarrollo de servicios de calidad, que a menudo han sido fragmentarios.
Frecuentemente han sido responsabilidad de diversos departamentos gubernamentales en los planos central
y local, y su planificación a menudo ha sido poco sistemática y descoordinada. En algunos casos, también
han corrido a cargo en gran medida del sector privado y el voluntariado, sin recursos, normativas o garantías
de calidad suficientes. Se insta a los Estados Partes a desarrollar estrategias basadas en derechos,
coordinadas y multisectoriales, a fin de que el interés superior del niño sea siempre el punto de partida en
la planificación y prestación de servicios. Estos deberán basarse en un enfoque sistemático e integrado de
la elaboración de leyes y políticas para todos los niños de hasta 8 años de edad. Se necesita una estructura
global de servicios, disposiciones y centros para la primera infancia, respaldada por sistemas de información
y supervisión. Esos servicios globales se coordinarán con la asistencia ofrecida a los padres y respetarán
plenamente sus responsabilidades, así como sus circunstancias y necesidades (…)” (párrafo 22)
4 “Los miembros de los establecimientos educativos y de salud, públicos o privados y todo agente o
funcionario público que tuviere conocimiento de la vulneración de derechos de las niñas, niños o
adolescentes, deberá comunicar dicha circunstancia ante la autoridad administrativa de protección de
derechos en el ámbito local, bajo apercibimiento de incurrir en responsabilidad por dicha omisión.”
5 El ejercicio de este deber funciona como causal de justificación para revelar el secreto. Conforme art. 10
primer párrafo del Código Civil y Comercial de la Nación: “El ejercicio regular de un derecho propio o el
cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto”; y artículo 34, inc. 4
del Código Penal de la Nación: no es punible quien “obrare en cumplimiento de un deber o en el legítimo
ejercicio de su derecho, autoridad o cargo.”
expresamente sus arts. 66 (apellido), 113 (tutela), 425 inc. a. (matrimonio), 564
inc. a. (información reproducción asistida), arts. 595 inc. f., 598 y 617 incs. a, b,
d, 635 inc. c. (adopción), arts. 639 inc. c, 643, 646 inc. C, 653 inc. c, 655
(responsabilidad parental), art. 707 (proceso familia); y el art. 17 de la ley 114.
Como lo señala el Comité de los Derechos del Niño en su OG 12,
“El artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño ("la Convención")
es una disposición sin precedentes en un tratado de derechos humanos; apunta
a la condición jurídica y social del niño, que, por un lado, carece de la plena
autonomía del adulto pero, por el otro, es sujeto de derechos. En el párrafo 1 se
garantiza a todo niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el
derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al
niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la
edad y madurez del niño. El párrafo 2 afirma, en particular, que debe otorgarse
al niño el derecho a ser escuchado en todo procedimiento judicial o
administrativo que lo afecte.” (párrafo 1)
La Convención sobre los derechos del Niño utiliza el vocablo escuchar, la ley 26061 el de oír,
pero su interpretación a partir del tenor global de la norma, debe ser entendido como el de
escuchar de manera activa, ya que téngase en cuenta que esta última norma menciona que la
opinión del niño deberá ser tenida primordialmente en cuenta, con lo cual enfatizamos el sentido
de escucha
• Garantizar que el/la niño/a no oirá, ni verá a quienes están en la sala contigua.
• Permitir que en la sala de observación haya tanta gente como el/la juez/a
autorice, dando lugar a que pueda realizarse una escucha interdisciplinaria
9. Palabras finales
Como lo señalamos en la introducción, el rol de las asesorías tutelares se ha
transformado radicalmente desde sus orígenes bajo la vigencia del patronato de
menores hasta la actualidad. Originariamente esta figura se pensaba como una
institución que suplía la voluntad del niño y expresaba qué era lo mejor para él
bajo criterios que no tenían que ver con aquello que NNyA querían, sino con lo
que consideraban los adultos que intervenían en el proceso. Actualmente el
Ministerio Público Tutelar es un organismo que ha desarrollado una estructura al
servicio de la garantía de los derechos de NNyA, que promueve la escucha y
brinda las mejores condiciones posibles para que ella se desarrolle en un
ambiente amigable. El camino que debemos seguir construyendo es el de
generar cada día una mejor calidad institucional que profundice lo hasta aquí
logrado y que haga que el tránsito de NNyA por los distintos procesos sea una
experiencia que contribuya a superar las situaciones traumáticas que los han
traído hacia nosotros.
Referencias bibliográficas
Cavagnaro, M. V. (2010). Oír o escuchar a los niños? Una diferencia que no es
menor disponible en: http://www.saij.gob.ar/maria-victoria-cavagnaro-oir-
escuchar-ninos-una-diferencia-es-menor-dacf100069-2010-09-15/123456789-
0abc-defg9600-01fcanirtcod
Código Civil y Comercial de la Nación (CCyC)
Comité de los Derechos del Niño (2009), Observación General Nº 12 sobre el
derecho del niño a ser escuchado
Comité de los Derechos del Niño (2013), Observación general Nº 14 sobre el
derecho del niño a que su interés superior sea una consideración primordial
Comité de los Derechos del Niño (2016), Observación General N° 20 sobre la
efectividad de los derechos del niño durante la adolescencia
Comité de los Derechos del Niño (2017), Observación General N° 21
sobre los niños en situación de calle
Famá, M. V. (2015). Capacidad progresiva de niñas, niños y adolescentes en el
Código Civil y Comercial. 20/10/2015, La ley 2015-F, 463. Disponible en:
AR/DOC/3698/2015
Ley 114. Protección Integral de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
Sanción: 03/12/1998. Promulgación: De hecho del 04/01/1999. Publicación:
BOCBA N° 624 del 03/02/1999
Ley 26061. Ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes. Sancionada: septiembre 28 de 2005. Promulgada de hecho:
octubre 21 de 2005
Ley 23.849. Apruébase la Convención sobre los Derechos del Niño. Sancionada:
Setiembre 27 de 1990. Promulgada de hecho: Octubre 16 de 1990
Ministerio Público Fiscal (2018), Oficina de Investigación y Estadísticas Político-
Criminales de la Procuración General de la Nación y el Cuerpo de Peritos
Forenses. Jornada contra el Abuso Sexual Infantil. Buenos Aires- Congreso de
la Nación-
OVD (2018) Informe estadístico
Vigo, F. C.(2016) El derecho del niño a ser oído en la justicia de familia.
Disponible en:
http://www.nuevocodigocivil.com/wp-content/uploads/2016/08/VIGO-2016.-El-
derecho-del-ni%C3%B1o-a-ser-o%C3%ADdo-en-la-justicia-de-familia.-1.pdf
Ciberdelitos vinculados con la Violencia de Género y/o
Explotación Sexual
Es importante saber que toda manipulación sexual sobre los niños, niñas y/o
adolescentes pueden ser manifestada por los distintos indicadores que revelan
los mismos en su conducta diaria y sabiendo cuales son los mismos, el
profesional de la salud puede advertir o preguntar a sus progenitores o adultos
responsables si se han observado sobre el menor.
Aspectos CONDUCTUALES
• Cambios bruscos en la conducta.
• Retraimiento. Inhibición.
• Irritabilidad.
• Respuestas de miedo.
• Alteraciones en el sueño y/o en la alimentación.
Aspectos AFECTIVOS
• Tono depresivo.
• Ansiedad, nerviosismo.
• Baja autoestima.
• Sentimientos de culpa.
• Distanciamiento afectivo.
Aspectos COGNITIVOS
• Fallas en la atención.
• Fallas en la memoria.
• Bajo rendimiento escolar.
Aspectos SOCIALES
• Baja capacidad de las habilidades sociales.
• Problemas con las relaciones “cara a cara”.
• Pérdida de interés de actividades offline.
• Sobreadaptación
• Retraimiento
• Depresión
• Inhibición sexual llamativa
• Intolerancia frente a manifestaciones verbales de contenido sexual
• Distanciamiento afectivo.
• Inhibición.
• Irritabilidad
• Importantes dificultades en las relaciones interpersonales.
NO REVICTIMIZAR al NNyA
NO CULPABILIZAR al NNyA
Resumen
Objetivo: Conocer las características sociodemográficas, tipo de lesiones y
afectación emocional en las mujeres atendidas en el Instituto de Medicina Legal
y Ciencias Forenses de San Juan de Miraflores (Lima Sur - Perú), en los casos
de violencia de género (contra la mujer), durante el período de Enero a Diciembre
del 2016.
Metodología: El Tipo de diseño: es “no experimental” de tipo Transversal y
“exploratorio”. Se utilizó el muestreo probabilístico aleatorio simple, analizándose
130 casos, evaluadas tanto física como psicológicamente. Se analizaron
variables sociodemográficas, médico - legales y psicológicas. Como
instrumentos, se utilizaron los Certificados de Reconocimientos Médico Legales,
Protocolos de Pericias Psicológicas, y la Base de Datos del Sistema DICEMEL.
Se utilizó la versión 20 del SPSS.
Resultados: Se encontró que: en su mayoría son mujeres de 26 a 40 años,
casadas/convivientes y con secundaria completa; son solicitados más por la
Policía Nacional; los presuntos agresores (78%) son sus parejas o ex parejas;
agredidas más por Contusiones, predominando de 1 a 10 días de Incapacidad
Médico Legal y con signos de Lesiones Traumáticas Recientes; casi la mitad
acudieron a su Reconocimiento Médico Legal en menos de 24 horas de
transcurrido el evento; la tercera parte de las víctimas señalaron que la causa de
la agresión fueron “los celos” seguidos por “consumo de alcohol y/o drogas de
sus parejas”; en la mayoría de los casos en que se encontró la presencia de una
Dinámica de Violencia Familiar sí presentaron afectación emocional.
Conclusiones: Los tipos de lesiones no guardan relación con la afectación
emocional encontrada. Así también, en muchos casos en que se acude por
Violencia familiar no se encuentra dicha violencia ni afectación emocional sino
más bien una relación conflictiva de pareja, y con evidencia de ganancias
secundarias (ej.: procesos de tenencia, pensiones alimenticias, causales de
divorcios, etc.).
Palabras claves:
Caracterización, Violencia de Género, Psicología forense, Evaluación Médico –
Legal.
Introducción
Según uno de los artículos del libro “La violencia contra las mujeres: responde
el sector Salud”, realizado en el 2003 por la Organización Panamericana de la
Salud y publicado en la Revista Futuros (2005), a medida que pasa el tiempo,
son cada vez más numerosas las pruebas y mayor la concienciación entre los
proveedores de servicios de salud y las personas encargadas de formular las
políticas de los resultados negativos para la salud causados por la violencia
basada en el género, que ha sido asociada con riesgos y problemas para la
salud reproductiva, enfermedades crónicas, consecuencias psicológicas,
lesiones y la muerte.
En un reporte realizado por el Instituto de Medicina Legal de Huila - Colombia
(Diario del Huila, 2011), durante el 2010 en el Huila se registraron 285
homicidios, 3.540 casos de violencia interpersonal, 2.123 reportes de violencia
intrafamiliar y 415 casos de violencia sexual, cifras que dejan ver un panorama
preocupante en el Departamento. Se encontró, en el caso sólo de mujeres, que
el 21,61% realizaban ocupaciones relacionadas con el hogar, el 9,70% eran
estudiantes, el 6,09% eran comerciantes, el 5,06% se desempeñaba como
personal doméstico, entre otros. Sobre la violencia interpersonal, el Instituto de
Medicina Legal para el caso del Huila realizó un total de 3.540
peritaciones clínico-forenses por violencia interpersonal; cifra que con relación
al año anterior presenta un incremento del 4 %.
En otro estudio descriptivo de Contreras, Arteaga y Latorre (2004) que se hizo
sobre las mujeres que consultan el Instituto Nacional de Medicina Legal en
Bucaramanga (Colombia), el cual tuvo como objetivo describir las
características sociales y demográficas de una muestra de mujeres mayores de
14 años de Bucaramanga, remitidas por lesiones personales a los peritos del
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INML Y CF), durante
tres meses del año 2004; con una muestra de 531 mujeres, se encontró que la
mediana de edad fue de 28 años, 8 años la mediana del nivel educativo (2º año
de secundaria aproximadamente, en nuestro país) y la edad de la emancipación
17 años. Las mujeres con violencia conyugal se diferenciaron del otro grupo,
por haber estado casadas o unidas, por convivir la mayoría en unión libre, por
contar con menor edad, por permanecer como amas de casa, por ser agredidas
por su cónyuge pero también por su ex – cónyuge, por haber recibido maltrato
físico en forma periódica, y por recibir de 8 a 30 días de incapacidad médico
legal, también por ser evaluadas más tempranamente, llevar mayor tiempo de
convivencia, tener más hijos, y encontrarse en proceso de separación conyugal
o divorcio. Dicha investigación tuvo como conclusión que la mayoría de
dictámenes forenses por lesiones no fatales en Bucaramanga, se realizan en
mujeres que denunciaron violencia conyugal.
En un estudio de Velásquez (2004) donde se presenta el reporte estadístico de
atención en violencia intrafamiliar en el Servicio Legal Integral Municipal de la
ciudad de la Paz (Bolivia), entre los meses de marzo a agosto del año 2004, el
cual tuvo como objetivo describir la población víctima y las características de la
misma, pero en el que no menciona su muestra ni se analiza a nivel porcentual,
se encontró que la violencia se encuentra orientada generalmente hacia la mujer
y es esta la que realiza sus denuncias, sin embargo en términos de apoyo la
mayor parte de las veces este sólo tiene un carácter orientativo y diagnóstico. El
maltrato no es propiedad de una edad, sino se presenta en todas las edades sin
embargo existe un rango superior entre los 20 y 40 años (511 casos) que es la
etapa de mayor convivencia o de pareja existente. Por otra parte, el alcohol
parece un elemento central de abuso (110 casos). La forma en la que se
presenta el maltrato es diversa y en este sentido probablemente al inicio la
víctima no lo perciba como tal sino cuando este se ha incorporado a la rutina
diaria y sólo es denunciado cuando el daño físico es elevado no cuando está en
sus inicios.
La Medicina Legal y Forense siempre ha estado vinculada al estudio de la
violencia en todas sus manifestaciones (Lorente, 2010); de hecho, en sus
orígenes, asociados históricamente a la Constitutio Criminalis Carolina (1532),
ya se recogía la participación de los médicos en la valoración de las lesiones
para proceder a su justa reparación. Así, por ejemplo, encontramos
clasificaciones según el tipo de lesiones (contusas, incisas, punzantes, etc.),
según el tipo de instrumento (por armas blancas, armas de fuego, agentes
físicos, químicos, biológicos), según algunos mecanismos (ahorcamiento,
sumersión, precipitación), según la región anatómica afectada (craneales,
torácicas, abdominales), según las consecuencias (mortales, mutilantes) y según
la intencionalidad (homicidas, accidentales, suicidas).
En el estudio sobre La Violencia de Género como causa de Maltrato Infantil
(Sepúlveda, 2006), se reporta que las repercusiones que tiene para el desarrollo
evolutivo, emocional, cognitivo y social de los menores, el ser testigos de la
violencia hacia sus madres, así como el problema de la transmisión
transgeneracional de los comportamientos violentos. Dentro de las estadísticas
de violencia intrafamiliar, el 77% corresponde a violencia en la pareja (del
hombre a la mujer), frente a un 8% que se sitúa la violencia contra menores, y la
realizada contra ancianos u otros convivientes que supone un 15%; así como
estimaciones del Ministerio del Interior, 1/3 del total de los casos de homicidio
cometidos anualmente tienen como víctima y victimario a miembros de una
misma familia y alrededor de ¼ parte de las denuncias de delitos y faltas de
lesiones presentadas en dependencias policiales se producen en el ámbito
familiar. Se concluye mencionando que uno de los mitos que hay que superar,
es que la Violencia de Género sólo forma parte de los conflictos de pareja. Está
demostrado que el maltrato a la mujer se extiende a sus hijos e hijas, afectando
negativamente su bienestar y su desarrollo, con secuelas a largo plazo; llegando
incluso a transmitirse a sucesivas generaciones.
En una revisión realizada por Pacora y Kendall (2006) sobre la Violencia contra
la mujer en el Perú, encontraron que el 33% de las mujeres que han estado
unidas alguna vez, con rangos que fluctúan entre 15% y 52%, han sufrido alguna
forma de violencia física por parte de sus parejas. La Violencia basada en género
representa la mitad de las muertes violentas de mujeres en el mundo. El
feminicidio es la sexta causa de muerte de mujeres entre 15 y 49 años.
Anualmente más de 9000 mujeres mueren por violencia de sus parejas y 3
millones sufren abuso físico de parte de sus maridos o novios. El 20% de niñas
sufre de abusos sexuales, casi siempre de familiares o conocidos. Entre las
mujeres que habían estado embarazadas alguna vez, el 15% en Lima y 28% en
Cusco habían sufrido violencia física en por lo menos un embarazo. De estas,
un tercio en Lima y más de la mitad en Cusco, habían sido golpeadas con el pie
o con el puño en el abdomen. Se observa un mayor deterioro de la salud de la
mujer violentada cuando el perpetrador es la pareja, las mujeres que habían sido
víctimas de agresión física por parte de su pareja tenían una probabilidad 2 veces
mayor de afirmar que su salud general era mala en comparación con las mujeres
que nunca habían sido maltratadas.
En otro estudio realizado por Velarde (2009) que tuvo como propósito describir
las características del Perfil psicosocial de una muestra de los usuarios atendidos
en el área de Psicología Forense de la División Médico Legal B Apurímac en el
segundo semestre del 2008, en la Ciudad de Abancay (Apurímac – Perú), se
encontró que las características más comunes de los usuarios es que son
personas 31 a 40 años, mujeres, por Violencia Familiar, con Primaria Incompleta,
son estudiantes, forzadas sexualmente, el agresor es la pareja o ex pareja
quienes usualmente no trabajan y están sobrios, y el 45,3% sufren Violencia
Física y Psicológica, concluye que la violencia Familiar, se da especialmente en
mujeres y niños, y se ha convertido en una auténtica epidemia que desborda los
límites geográficos, culturales, económicos y sociales.
En el estudio realizado por Santa Cruz (2010) en la División Clínico Forense del
Instituto de Medicina Legal del Perú, en el año 2010, con el objetivo de
dimensionar y determinar las características socio – demográficas de la
Violencia familiar de tipo física contra la mujer, encontró que ser adulta (25 – 60
años), católica, conviviente y/o casada, con secundaria completa y ama de casa
son las variables más frecuentes en las usuarias de DICLIFOR. Con respecto
al agresor, los altos índices del conviviente (43,3 %) y/o cónyuge (23,3 %)
determinan que la violencia familiar sea principalmente violencia de pareja. El
primer pariente por consanguinidad agresor fue el hermano (a) en el 6,7 % de
casos. Las Comisarías (93,71%) siguen siendo las instituciones donde más se
acude a denunciar la violencia física y un 46,7 % lo hizo dentro de las 24 horas
de producido el evento. El 87,21% de las mujeres presentaron lesiones
contusas simples, que fueron valoradas con una incapacidad médico legal de
01 a 10 días en un 92,45 %, que se traducen como Falta de lesiones, según el
código penal.
Objetivo: Conocer las características sociodemográficas, tipo de lesiones y
afectación emocional de las mujeres víctimas en el Instituto de Medicina Legal y
Ciencias Forenses de Lima Sur (Perú), en los casos de violencia de género
(contra la mujer), evaluadas en Psicología forense y en Medicina legal, durante
el período de Enero a Diciembre del 2016.
Método
Este trabajo es de carácter Descriptivo. El tipo de diseño corresponde al “no
experimental” de tipo Transversal y “exploratorio”,
Población Objetivo: Fueron el total de usuarias atendidas en el Área de
Medicina Legal y Psicología Forense, dentro del período de muestra.
Tamaño de la Muestra: Se tomó en cuenta al total de mujeres que fueron
atendidas por el servicio médico – legal y de psicología forense, y que hayan
cumplido los criterios de selección. Se encontraron 130 casos.
Tipo de Muestreo: Se utilizó el muestreo probabilístico de tipo aleatorio simple.
Variables a estudiar: Se incorporó y analizó las siguientes variables: Variables
sociodemográficas, Variables médicos legales, y Variables psicológicas.
Criterios de Inclusión: Denunciantes, víctimas, Sexo femenino, de 06 a 70 años,
cualquier estado civil, Violencia ejercida por parte del sexo masculino, durante el
año 2016, con examen médico-legal y psicológico a la misma usuaria.
Criterios de Exclusión: Agresoras, denunciadas, de sexo masculino, fuera de los
meses planteados.
Técnicas de recolección de datos: Se utilizaron las fuentes documentales,
donde se revisaron los certificados y protocolos de las pericias. Además, se
consultó la base de datos de la Institución.
Instrumentos de recolección de datos: Certificados de reconocimiento
médico-legal, protocolos de pericias psicológicas, y la base de datos del Instituto
de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Análisis estadístico: Se utilizó principalmente la estadística descriptiva y el
Programa Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS: V. 20).
Resultados
Se encontró que: en su mayoría son mujeres de 26 a 40 años,
casadas/convivientes y con secundaria completa; son solicitados más por la
Policía Nacional; los presuntos agresores (78%) son sus parejas o ex parejas;
agredidas más por Contusiones, predominando de 1 a 10 días de Incapacidad
Médico Legal y con signos de Lesiones Traumáticas Recientes; casi la mitad
acudieron a su evaluación en menos de 24 horas de transcurrido el evento. De
los casos de violencia de género, la tercera parte estaba inmersa dentro de
violencia familiar, la tercera parte de las víctimas señalaron que las causas de la
agresión fueron “los celos” seguidos por “consumo de alcohol y/o drogas de sus
parejas”; y en la mayoría de los casos con Violencia Familiar las mujeres sí
presentaron “afectación emocional”.
Tabla 1.
Edad
EDAD Frecuencia Porcentaje (%)
De 6 a 11 años 2 1.5
De 12 a 17 años 6 4.6
De 18 a 25 años 18 13.8
De 26 a 40 años 68 52.3
De 41 a 60 años 32 24.6
Tabla 4.
Grado de Instrucción
GRADO DE INSTRUCCIÓN Frecuencia Porcentaje
Iletrado 2 1.5
Primaria Incompleta 14 10.8
Primaria Completa 10 7.7
Secundaria Incompleta 22 16.9
Secundaria completa 46 35.4
Superior incompleto 24 18.5
Superior completa 12 9.2
Tabla 5.
Entidad Solicitante (lugares en donde denuncian)
LUGARES EN DONDE DENUNCIAN Frecuencia Porcentaje
Policía Nacional del Perú 98 75.4
Ministerio Público 28 21.5
Poder Judicial 4 3.1
Otros 0 0.0
En la Tabla Nº 5, referida a los lugares en donde denuncian, observamos que el
75,4% fueron solicitadas por la “Policía Nacional”, seguidas con el 21,5 % por el
“Ministerio Público (Fiscalías)”.
Tabla 6.
Presunto Agresor
AGRESOR Frecuencia Porcentaje
Cónyuge 30 23.1
Conviviente 42 32.3
Ex conviviente o Ex cónyuge 30 23.1
Descendiente 6 4.6
Hermano 2 1.5
Padrastro 2 1.5
Vecino 2 1.5
Otros 16 12.3
LESIONES
Tabla 8.
Agente causante
AGENTE CAUSANTE Frecuencia Porcentaje
Contusiones 96 73.8
Arma blanca 2 1.5
No presenta Lesiones Traumáticas
32 24.6
Recientes (LTR)
Tabla 9.
Días de Incapacidad Médico Legal
INCAPACIDAD MÉDICO – LEGAL Frecuencia Porcentaje
De 1 a 10 días 94 72.3
De 11 a 29 días 4 3.1
No requiere de incapacidad 32 24.6
En la Tabla Nº 9, referida a los días de Incapacidad Médico Legal se observa
que el 72,3% de las evaluadas obtuvieron “de 1 a 10 días” de incapacidad y el
3,1% obtuvo “de 11 a 29 días” de incapacidad, mientras que el 24,6% “no”
requirió de días de incapacidad.
Tabla 10.
Presencia de signos de Lesiones Traumáticas Recientes (LTR)
PRESENTA SIGNOS DE LESIONES
Frecuencia Porcentaje
TRAUMÁTICAS RECIENTES (LTR)
Si 100 76.9
No 30 23.1
Tabla 11.
Número de veces de Reconocimientos Médico Legales (RML)
NUMERO DE VECES DE RML Frecuencia Porcentaje
De 1 a 2 veces 114 87.7
De 3 a 4 veces 6 4.6
Más de 4 veces 10 7.7
Tabla 12.
Tiempo transcurrido del evento al Reconocimiento Médico Legal (RML)
TIEMPO TRANSCURRIDO DEL
Frecuencia Porcentaje
EVENTO AL RML
Menos de 24 horas 52 40.0
De 24 a 48 horas 26 20.0
De 48 a 72 horas 20 15.4
De 4 a 10 días 18 13.8
Más de 10 días 14 10.8
Tabla 14.
Número de veces de Pericia Psicológica
NÚMERO DE PERICIAS PSICOLÓGICAS Frecuencia Porcentaje
De 2 a 3 veces 46 35.4
De 4 a 6 veces 4 3.1
1 vez 80 61.5
Tabla 15.
Dinámica de Violencia Familiar
DINÁMICA DE VIOLENCIA FAMILIAR Frecuencia Porcentaje
Si 38 29.2
No 92 70.8
Tabla 18.
Causas de la Agresión o Violencia
CAUSAS DE LA AGRESIÓN O VIOLENCIA Frecuencia Porcentaje
Celos 42 32.3
Infidelidad 6 4.6
Modelo de violencia familiar en la infancia 2 1.5
Factores socio-culturales 22 16.9
Factores económicos 12 9.2
Consumo de alcohol u otras drogas 16 12.3
Tabla 20.
Signos de Lesiones Traumáticas Recientes (LTR) y Presencia de Afectación
Emocional
PRESENCIA DE AFECTACION EMOCIONAL
SIGNOS DE LESIONES
TRAUMATICAS RECIENTES Si No
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje TOTAL
Si 32 24.6 68 52.3 76,9
No 14 10.8 16 12.3 23,1
Total 46 35.4 84 64.6 100
Tabla 21.
Tipo de violencia y Afectación Emocional
PRESENCIA DE AFECTACIÓN EMOCIONAL
TIPO DE VIOLENCIA
DENUNCIADA Si No
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Física 4 3.1 60 46.2
Psicológica 10 7.7 4 3.1
Sexual 8 6.2 6 4.6
Física y Psicológica 20 15.4 2 1.5
Física, Psicológica y Sexual 4 3.1 0 0.0
Física y Sexual 0 0.0 2 1.5
Sin Violencia 0 0.0 10 7.7
Tabla 24.
Tiempo transcurrido del evento al Reconocimiento Médico Legal (RML) y
Afectación Emocional
Conclusiones
Se encontró que las víctimas que denunciaron y presentaron lesiones físicas,
estos no guardaron relación con la afectación emocional encontrada. Así
también, en muchos casos en que se acudió por violencia familiar no se encontró
dicha violencia ni afectación emocional sino más bien una relación conflictiva de
pareja, y con evidencia de ganancias secundarias (ej.: procesos de tenencia,
pensiones alimenticias, causales de divorcios, etc.).
Introducción
Por muchas razones la violencia contra la pareja se ha convertido en el foco de
atención de servicios médicos-sanitarios, jurídicos, policiales y sociales Por
múltiples razones médico-sanitarias, ético-jurídicas, policiales y sociales. Los
asesinatos de pareja, la violencia física y sexual, las formas graves y crónicas de
la violencia psicológica, así como una variada combinación de malos tratos y
abusos, componen este fenómeno que reunimos bajo la etiqueta de violencia
contra la pareja.
Durante las VIII Jornadas de Violencia de Género y Delitos Conexos organizadas
por el Ministerio Público Fiscal, el Consejo de Procuradores, Fiscales,
Defensores y Asesores Grales. y el Consejo Federal de Política Criminal (Abril
2019, Mendoza), los oradores insistieron sobre la importancia de avanzar en la
sistematización de las tareas de evaluar el riesgo de violencia, planificar y
monitorear la intervención destinada a prevenir su reiteración. Similar
preocupación aparece en las publicaciones más actuales, la mayor parte las
encontramos en revistas científicas internacionales y disponibles en formato
digital, allí recomiendan la supervisión, el análisis de los resultados y la
valoración de propuestas de modificación dirigidas a la mejora del instrumento y
de la seguridad de las víctimas.
En contexto forense, la predicción del riesgo es requerida por parte del juzgador,
como apoyo científico para la gestión del potencial riesgo referidas a la
supervisión y control del agresor (imposición de penas y/o medidas de seguridad
y monitorización en fase de ejecución de sentencia) como a la adopción de
medidas de protección sobre la víctima.
En el caso de la violencia de pareja, víctima y victimario están identificados, lo
que pareciera facilitar la predicción. No obstante, los complejos lazos afectivos
intrínsecos a las personas implicadas en las relaciones de pareja 10, además de
las múltiples formas que adopta la violencia ejercida, hacen de su reiteración una
posibilidad fluctuante delicada para su sistematización o medición (Andrés-
Pueyo, 2009; Andrés-Pueyo y Redondo, 2007), y se hace necesaria la inversión
de numerosos esfuerzos de investigación para llegar al comprender el problema.
Problema
El conocimiento de la técnica de la valoración del riesgo, para la predicción de la
violencia, nos dice que nunca podremos saber si una persona realizará un
determinado acto violento en el futuro sólo podremos estimar la probabilidad de
que, en determinadas ocasiones y condiciones (en un entorno familiar, escolar,
etc.) y para un intervalo temporal limitado (semanas o meses) aparezca un acto
violento. Por lo tanto, la predicción de la violencia se transforma en una
valoración del riesgo relativo de que suceda un comportamiento violento por
parte de una persona en un entorno determinado y por un periodo temporal más
o menos preciso (Andrés Pueyo, Lopez & Alvarez, 2008)
Para la predicción del riesgo de violencia contra la pareja han sido más escasos,
los avances en el desarrollo de herramientas siempre comparado con el grupo
destinado a violencia general o reincidencia delictiva (Kropp y Hart, 2004).
Tienen poco recorrido en el tiempo (Hilton, Harris y Rice, 2001), más aún en el
caso de los diseñados y adaptados en países de habla hispana, tal es el caso
del EPV-R en España (ver Echeburúa, Amor, Loinaz y Corral, 2010).
Algunas voces del mundo jurídico y de la propia comunidad profesional observan
con inquietud lo que consideran que atentan contra la presunción de inocencia y
el principio del libre albedrío (Hernández, 2010; Martínez, 2014). Sus
argumentos apuntan a las consecuencias derivadas de los errores predictivos—
falsos positivos: restricción de derechos y libertades y estigmatización de los
enjuiciados; falsos negativos: riesgo de revictimización para los denunciantes—
obligan a los peritos psicólogos a afrontar este reto desde la máxima rigurosidad
científica.
Las evaluaciones de riesgo de violencia llevadas a cabo en el Poder Judicial de
10
Valoración psicológica del riesgo de violencia: alcance y limitaciones para su uso en el contexto forense. José Manuel Muñoz
Vicente - Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid, España y Juan José López-Ossorio- Unidad Central de Atención
a la Familia y Mujer (UFAM), Policía Nacional, España. Anuario de Psicología Jurídica 26 (2016) 130-40 - Vol. 26 Núm.1
la Provincia de San Luis hasta ahora se realizan con limitaciones respecto de las
fuentes de información, esto es, a partir del autoinforme de la potencial víctima.
Ello obedece a la simple razón que la evaluación está temporalmente asociada
a la interposición de denuncia por violencia familiar ante al funcionario judicial
(abogado) para munir al juez de un diagnóstico de riesgo en un término de 24hs
y sustentar la urgente determinación de medidas de protección. Se produce
mediante la entrevista semiestructurada e interdisciplinaria (psicólogo y
trabajador social) con la víctima, siguiendo un cuestionario ad hoc para la
recolectar información sobre la presencia de una amplia lista de factores de
riesgo y de protección11, a la que se le adiciona lo obtenido de la búsqueda de
antecedentes judiciales previos que estuvieran disponibles al momento, en
general, no con cierta escasez, condición propia de confidencialidad de las
actuaciones judiciales.
En general muchos estudios epidemiológicos de violencia contra la pareja
utilizan cuestionarios construidos “ad hoc” sin una calidad contrastada por lo que
12.
sus resultados pueden estar influenciados por un nivel considerable de error
En este tipo procedimiento, basado en la historia clínica o en la entrevista y los
test y fundamentado mayoritariamente en diagnósticos psiquiátricos, se toma
una decisión (juicio clínico o predicción) con arreglo a la información obtenida
por el evaluador siguiendo el procedimiento propio de la clínica. Aun siendo el
más frecuente, recibe las críticas que plantean que no sigue normas fijas o
estables, y que las decisiones se ponderan a juicio discrecional del evaluador.
Para los sostenedores de esta posición, la estrategia clínica presenta una
fiabilidad interjueces baja y agregan, una fundamentación teórica débil. Se
presupone —con mucha frecuencia erróneamente— que todas las carreras
violentas son estáticas, no modificables, y que las personas violentas están
destinadas a comportarse de ese modo. En cualquier caso, con este
procedimiento es muy difícil reconstruir el proceso de toma de decisiones, en el
caso de que se desee revisarlo (Elbogen, Calkins, Scalora y Tomkins, 2002;
11
para la confección del elenco de factores se tuvieron en cuenta las escalas EPV-R, SARA, ODARA, DA,
B-SAFER, RVD- BCN, y la Guia de Buenas Prácticas para la evaluación psicológica forense del riesgo
de violencia contra la mujer en las relaciones de pareja. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid España
12
A. Andrés Pueyo, S. López, y E. Álvarez “VALORACIÓN DEL RIESGO DE VIOLENCIA CONTRA
LA PAREJA POR MEDIO DE LA SARA” Papeles del Psicólogo, 2008. Vol. 29(1), pp. 107-122
Maden, 2007). Materia interesante de polémica, puesto que los señalados como
sesgos pueden ser reducidos encargando la evaluación a profesionales
experimentados y formados en violencia familiar y con perspectiva de género. Lo
que en esa polémica queda un tanto desatendido es que el enfoque clínico tal
vez tienda a dar mayor importancia al perfil psicopatológico como explicación de
la violencia, y hallarnos limitados cuando la casuística no confirma trastornos
psicopatológicos en quien ejerce violencia.
Haciendo foco en la faceta pronóstica de los diagnósticos de riesgo, hace pocos
años algunos ajustes metodológicos en las investigaciones permitieron
demostrar que el método clínico presenta una habilidad predictiva mejor que el
azar, aunque modesta y parcialmente basada en claves incorrectas (Dolan &
Doyle, 2000; Monahan & Steadman, 1994; Mossman, 1994; Lidz, Mulvey &
Gardner, 1993).
Para este trabajo nos interesan los posibles niveles de acierto, como mecánica
previa y orientativa de la búsqueda de procedimientos que mejoren la
consistencia de las decisiones pronósticas y secundariamente a la transparencia
de los procesos que los profesionales realizan para decidir sus pronósticos y
predicciones (Kropp et al, 1995). Se le podrían adicionar otras futuras utilidades,
por ejemplo: aumentar el rigor de las decisiones, la protección de los bienes y la
seguridad de las víctimas y agresores, la gestión de la seguridad y la prevención
de la violencia contra la pareja. Como es lógico una estimación reiterada y una
gestión adecuada del riesgo es la secuencia más apropiada para la prevención
individualizada de la violencia (Dutton y Kropp, 2000). En el único caso donde
este optimismo es más limitado es en la predicción del asesinato de la pareja ya
que su escasa prevalencia hace difícil una predicción eficaz.
El sistema de evaluación de riesgo se compone de varias etapas, cada con sus
procedimientos, en la práctica judicial cotidiana la capacidad predictiva es un
tema algo descuidado o desatendido, o por lo menos es muy escaso en las
comunicaciones profesionales.
A su vez, confluye con el Seguimiento previsto por el Art 34 de la Ley N°26.485
de Protección Integral de La Mujer, que reza “Durante el trámite de la causa, por
el tiempo que se juzgue adecuado, el/la juez/a deberá controlar la eficacia de las
medidas y decisiones adoptadas, ya sea a través de la comparecencia de las
partes al tribunal, con la frecuencia que se ordene, y/o mediante la intervención
del equipo interdisciplinario, quienes elaborarán informes periódicos acerca de
la situación”13.
Entonces, con miras a intentar un método que sistematice los datos hemos de
utilizar un versión abreviada del procedimiento metodológico que podemos
intentar siguiendo el “Manual de evaluación del riesgo de violencia: Metodología
y ámbitos de aplicación” (Ed. Pirámide, 2017) cuyo autor es Dr. Ismael Loinaz
Calvo perteneciente al Grupo de Estudios Avanzados en Violencia GEAV,
Universidad de Barcelona España, que servirá funcionalmente como modalidad
de corrección y feedback de los propios procesos e instrumentos.
Método
El presente estudio tiene por objeto realizar una aproximación exploratoria sobre
la eficacia predictiva de los diagnósticos de riesgo basados en el autoreporte de
la potencial víctima. La eficacia o capacidad predictiva viene definida como la
expresión numérica del total de clasificaciones correctas de una predicción, es
decir, el total de aciertos, verdaderos positivos y verdaderos negativos (Loinaz,
2017). Surge de la combinación de la predicción (riesgo estimado) con el
resultado real, la reincidencia. El cálculo de los falsos positivos y los falsos
negativos está fundamentado en decisiones dicotómicas, algo que en muchos
no es coherente ni con las herramientas aplicadas (que estiman el riesgo en 3
categorías y no en dos) ni con el resultado de la conducta humana (Loinaz,
2017). La decisión metodológica es agrupar los niveles de riesgo bajo y
moderado bajo la categoría estimación negativa, de no reincidencia, y por la
afirmativa (positiva) el nivel alto.
El resultado objetivo que se suele utilizar en las investigaciones es la reincidencia
oficial, vale decir, si el presunto agresor ha reincidido, si se le ha detenido o
condenado. Sin embargo, el resultado que puede estar disponible suele ser
mucho más heterogéneo, por ejemplo si podemos contar con el autoinforme del
presunto agresor, el autoinforme de la víctima o de un registro oficial (Loinaz,
13
Se impone a la autoridad judicial el deber de seguimiento, disposición innovadora de la ley. Enuncia
algunos de los modos que pueden elegirse para hacerlo, sin perjuicio de cualquier otro que estime adecuado
el magistrado interviniente. La falta de seguimiento de las medidas adoptadas es además un modo de
incumplimiento por omisión de las obligaciones del Estado hacia las víctimas, que encuadra en una
violencia institucional.
2017). Respecto de la reincidencia violenta, que es el alcance que aplicaremos
en esta oportunidad, interesa si ha producido una nueva agresión entre las
personas del binomio denunciante-denunciado, es decir, el resultado real con
independencia del veredicto final. Tal como lo usaremos aquí no abarca ni
implica reincidencia delictiva.
Muestra
Se han seleccionado los casos de violencia de pareja evaluados por el
Departamento Interdisciplinario de Riesgo de la Primera Circunscripción Judicial
de San Luis correspondientes al trimestre que abarca diciembre de 2018 a
febrero de 2019 con los cuales interesaba computar la reincidencia violenta a
partir de información contrastada por medio de la doble consulta de fuentes. El
total de las evaluaciones efectuadas en ese periodo alcanza a 92, de este
cantidad el 65 % (60 casos) corresponden violencia en el ámbito de la pareja, es
decir, han denunciado sufrir violencia por parte de aquella persona con la que
mantiene o ha mantenido una relación de pareja. Así la muestra inicial estuvo
compuesta por 60 exptes. que corresponden a 60 personas pero la muestra
definitiva quedó conformada por 44 casos, se han excluido 16 casos en los que
no se pudo obtener el contacto telefónico con la víctima luego de tres intentos,
impidiendo contrastar el dato oficial sobre la producción de nuevos episodios de
violencia.
Procedimiento
Cada uno de los casos está compuesto por un expte que contiene la denuncia y
la evaluación de riesgo, identificados numéricamente, el cual fue revisado una
vez vencido el intervalo temporal de 3 meses. Para el presente estudio fue
accesible contar con dos fuentes de datos, el primero proviene del expte. judicial
(dato oficial) y la segunda, el autoinforme de la víctima., directamente con esta o
a través de un informante colateral, familiar o persona de confianza, previa
consulta sobre si accede a responder a la encuesta sobre su situación con
posterioridad a la denuncia judicial. Esto nos permite, a los fines investigativos,
disminuir sesgos, especialmente los provenientes del desgaste de las víctimas
durante el proceso judicial y la representatividad o confiabilidad de cifra oficial.
Se computa en sentido positivo la reincidencia cuando en alguna de las dos
fuentes surja el dato de una agresión nueva contra la pareja, vale decir si hay
nueva denuncia o comunicado tal evento dentro del expte, o la circunstancia
inversa, que del expte. haya testimonio de otros eventos violentos y la víctima
responda en sentido contrario.
La forma habitual de presentar los resultados sobre predicción de eventos es
mediante tablas de contingencia 2x2 (Andrés Pueyo, 2009; Constanzo y Krauss,
2012). Una fila de la tabla corresponde a la valoración efectuada, estimamos que
existe un riesgo elevado de que el individuo vuelva a agredir? La otra columna
se compone con lo que realmente ha ocurrido, es decir, con el resultado real.
Se determinan entonces verdaderos positivos, verdaderos negativos, falsos
positivos y falsos negativos. Los Verdaderos Positivos corresponden a los
aciertos relacionados con la ocurrencia del evento (estimar que un individuo
reincidirá y confirmar que finalmente lo hace); los Verdaderos Negativos se
tratan de aciertos relacionados con la no ocurrencia del evento (estimar que un
individuo no reincidirá y confirmar que finalmente no lo hace. El Falso Positivo
(error Tipo I o Alfa) consiste en atribuir un resultado positivo (ya sea riesgo
alto/reincidencia) a una persona que finalmente no actúa en la dirección
predicha. El falso negativo (error Tipo II o beta) se computará cuando hemos
atribuido un resultado negativo (riesgo bajo/ no reincidencia) a una persona que
finalmente se comporta volviendo a agredir y violentar. Para Loinaz, en el ámbito
de la evaluación de riesgo los tipos de errores más relevantes son el Tipo I o
alfa y el Tipo II o beta.
Posteriormente se procede al cálculo de la sensibilidad14, especificidad15 y
eficacia diagnóstica o capacidad predictiva. Se agrega el valor predictivo positivo
y el valor predictivo negativo para la muestra en estudio.
Análisis de los datos y resultados
Se han procesado los datos de la muestra con las variables género (91%
mujeres), edad promedio (35 años), condición laboral (23% subsidio social, 18%
14
también llamada fracción de verdaderos positivos, entendiendo que una herramienta en sensible cuando
es capaz de detectar correctamente aquellos caos que sì cumplen con el criterio resultado, es decir, haber
vuelto a agredir (Loinaz, 2017).
15
también llamada fracción de verdaderos negativos y se significa que una herramienta específica cuando
es capaz de diferenciar aquellos casos que no cumplen con el criterio, es decir, no vuelven a agredir
(Loinaz, 2017)
desempleado, 16% dependencia sector privado y 16% autónomo, 11% ama de
casa). Otras variables son relativas a la unión de pareja al momento de la
denuncia: hijos con el denunciado(77%), estado de la relación (vigente 20% y
finalizada 80%), tipos de violencia (psicológica 100%, física (43%, patrimonial
16%, sexual 9%), judicialización previa (39%), cronicidad (59%), nivel de riesgo
asignado (bajo 45%, medio 34%, alto 20%), medidas judiciales (exclusión del
hogar, restricción de acercamiento, reintegro al hogar, restitución de
pertenencias, cese de los actos, otras como tratamientos, pericias, audiencias,
etc.).
En la muestra predominan claramente las relaciones finalizadas (80 % o 35 son
ex pareja) o que han iniciado la separación al momento de acudir a la
intervención judicial. Vale decir, que 8 de cada 10 denuncias se asocian con
personas que están iniciando la ruptura o ya se han separado de quien ejerce
violencia. Cuando fueron entrevistadas telefónicamente el 77 % indicó que no
retomó la relación de pareja. Un 18% convivía con quien había denunciado al
momento del inicio del proceso judicial. Similar tendencia hallamos en una
estudio previo16 efectuado con una muestra de mujeres jóvenes, de hasta 24
años, de toda la provincia. En ese momento entendimos que el factor juventud
tenía una función de empuje hacia nuevos proyectos, mayor penetración de las
campañas de concientización la motivación para procurarse ingresos propios
mediante el estudio y salida laboral, también advertimos que el apoyo familiar
había aumentado como respaldo de la iniciativa de la víctima de abandonar su
pareja.
El 43% de los denunciados como agresores registraban al menos una
antecedente policial o judicial, excluyendo los asuntos derivados de la denuncia
actual, un 43% presentaba consumos problemáticos de alcohol y un 32% de
otras drogas (marihuana preferentemente y cocaína).
La cifra del 59 % de cumplimiento y el 27% de cumplimento parcial de las
medidas judiciales de protección, específicamente la restricción de
acercamiento, nos alentaría hacia un balance optimista sobre el impacto de la
medida judicial en las parejas finalizadas, siempre teniendo presente un periodo
de tiempo acotado, los tres primeros meses. Por otra parte sabemos que quien
16
Perlo N, Moya V. y Bottino M. “Violencia de Género en la Juventud de San Luis” 2º Congreso
Nacional de Psicología y Salud Mental Facultad de Psicología UNSL, mayo 2019
ejerce violencia con su pareja puede ser considerado ocasional (59% de las
denuncias se refieren a agresiones episódicas) y por lo demás, normo-adaptado.
En el proceso decisional costo/beneficio, la difusión de medidas judiciales de
encarcelamiento podría promover la percepción mayor de pérdidas en relación
a las ganancias, si la motivación para infringir las normas responde a estrategias
para conseguir un fin, el de mantener el poder y sometimiento en el caso de la
violencia contra la pareja.
La mayoría de las víctimas consultadas (77 %) reportan que sostienen la
separación con el denunciado y que no han experimentados nuevas agresiones
físicas desde la presentación judicial. Un número muy inferior de casos (9%)
informan sobre agresiones verbales, generalmente en ocasión del régimen
comunicacional con los niños, pareciera estar asociado a la firme decisión de
evitar todo contacto, convirtiéndose esto es una vía bastante eficaz para su
autocuidado, esto es, disminuir la exposición a oportunidades de victimización,
manteniendo distancia física y espacial.
Dado que la proporción el 67 % de personas encuestadas que no retoman la
relación con quien han acusado de violencia contra ellas, podría aventurarse que
el hecho mismo de acudir al sistema judicial contiene en sí un principio de
finalización o definición de una situación insatisfactoria.
Sensibilidad: 25 %
Especificidad: 80%
Eficacia Diagnóstica: 75%
Valor Predictivo Positivo: 11 % Valor Predictivo Negativo: 91%
Error Tipo I o alfa: 18% Error Tipo II o beta: 7 %
Discusión
La calidad de la información es esencial, tengamos en cuenta que impacta sobre
la rigurosidad técnica medición del riesgo. Se necesita un buen volumen de datos
para contrastar los datos que aparecen contradictorios. Permite además
disminuir los sesgos o tendencias propias de cada una de las fuentes y las
ganancias secundarias derivadas de una antecedente judicial. Será fundamental
en este proceso específico de evaluación forense contrastar los datos expuestos
por las personas peritadas con múltiples fuentes de información.
En lo relativo a las dificultades que se tuvo para contactar a las víctimas, y en
base a la experiencia cotidiana se enumeran algunas hipótesis plausibles en
materia de trazabilidad de las mismas: las enumeramos sin jerarquizar unas
sobre otras: h1: La persona que responde inmediatamente al teléfono ha
mejorado su situación personal, informa que ha seguido adelante con su plan de
vida sin nuevas agresiones; h2: la víctima se comporta de modo desconfiado
ante un llamado desde un celular que no figura en su agenda, ha aprendido como
autodefensa a receptar al mundo externo con recelo y cautela, cuando no
suspicacia, h3: para su propio resguardo cambia de número de teléfono, lo deja
apagado, etc., h4: no desea la interferencia de familiares ni de instituciones de
estado o justicia con posterioridad a la reconciliación con su pareja agresora, h5:
la víctima continúa en pareja con quien ejerce violencia y no tiene libertad para
responder al teléfono o puede desatar nuevamente castigos, h6: tratándose de
una población socioeconómicamente con recursos limitados, contar con línea de
celular activa se ve afectada por las mermas económicas experimentadas por
las consecuencias propias de su posibilidad de autonomía y en muchos casos
por la falta de aportes de cuotas alimentaria por el ex compañero.
Los errores asumibles en esta materia, sostiene Loinaz (2017) son diferentes a
los asumibles en otras disciplinas o metodologías, inciden directamente sobre
algo tan esencial como la seguridad de distintas personas. Decimos en plural
pues sabemos que más del 77% de los episodios de violencia contra la pareja
se producen teniendo de testigos a NNyA cuando no, también víctimas). En la
muestra hallamos una cifra de error del 25%, distribuidos en Tipo I: 18% y tipo II:
7%.
El VPP (11%) y el VPN (91%) siempre están contrapuestos, y la mejora de uno
empeora el otro, si se quiere detectar más casos reincidentes (sensibilidad) los
haremos a costa de detectar peor aquellos que no reinciden (especificidad). Para
quienes trabajamos como operadores jurídicos parece recomendable asumir la
decisión final en términos sociopolíticos, especialmente, en pos del interés mayor
de la protección de la posible víctima frente al potencial agresor.
El elevado porcentaje de verdaderos negativos (73%) podría estar influenciado
por el alcance del fuero de familia, siendo que los casos que se tornan graves y
contienen lesiones y amenazas creíbles tramitan por los juzgado penales y
contravencionales, generando nuevas causas con otra identificación numérica.
Conclusiones
El art. 34 de la Ley N°26485 incluye el seguimiento pero deja amplitud respecto
al modo de cumplirlo. El seguimiento es sumamente interesante y pertinente en
lo relativo a la reincidencia. Esta experiencia tentativa se diseñó como una
primera prueba o piloto para combinar lo obtenido del seguimiento con algunos
procesos del modelo científico sobre la eficacia predictiva de los pronósticos
emitidos, siguiendo los lineamientos técnicos específicos para evaluación de
riesgo del “Manual de evaluación del riesgo de violencia: Metodología y ámbitos
de aplicación” cuyo autor es Dr. Ismael Loinaz Calvo perteneciente al Grupo de
Estudios Avanzados en Violencia GEAV, Universidad de Barcelona España, año
2017.
Hallamos algunas dificultades al intentarlo, en principio despierta resistencia,
amén de lo que lo propio de la operatoria metodológica, insume esfuerzo de
tiempo y recursos materiales. No es tarea sencilla recolectar información sobre
el resultado objetivo de la intervención judicial, tanto por los derroteros legales
que sigue el expte judicial como por localizabilidad de las víctimas, a pesar que
se intente mejorar la trazabilidad mediante la comunicación telefónica, sea esta
directa con ellas o indirecta (colaterales) a través de sus personas de confianza.
Aplicar conceptos como eficacia predictiva podrían ayudar en los ajustes o
calibres de los propios instrumentos, siempre necesarios y más aún cuando
disponemos de única estrategia como el juicio clínico, a pesar de lo cual podría
ser que la experticia del forense pudiese compensar (VPN: 91%), aun así nos
quedamos incompletos porque todavía queda el punto de recrear el proceso de
toma de decisión. Parece superado pero tal vez no lo sea tanto el debate sobre
los mejores métodos, si el juicio clínico estructurado, actuarial o el mixto.
Aunque algunos servicios utilicen las herramientas nacidas del juicio clínico
estructurado17 todavía nos queda sortear la objeción respecto de que no están
validadas para la población local, esto nos deja como conjunto profesional
todavía muy cerca de mantenernos en la tradición clínica de Latinoamérica.
entonces re-visitamos la capacidad predictiva y encontramos que los porcentajes
de reincidencia en la muestra trabajada son bajos (20%)
17
como por ejemplo las conocidas guías DA Evaluación de Peligro (Campbell , Webster y Glass, 2009),
EPV-R (Echeburrua, 2010), ,SARA V2 (Kropp y Hart 2016) , ODARA(Hilton; Harris, Rice, Lang,
Cormier, Lineas, 2014), B-SAFER. (Kropp y Hart, 2010)
Como perspectiva de trabajo tenemos el objetivo de mejorar nuestros
pronósticos, ampliar las mediciones sumando periodos de tiempo, medir
reincidencia a los 6 y los 12 meses, las cifras obtenidas deben ser evaluadas con
cautela en razón del limitado alcance del fuero familiar (respecto del recorrido
temporal total del conflicto interpersonal), sería enriquecedor ampliar la visión de
contar con datos del fuero penal cuando se desdobla la causa y se realiza
compulsa de actuaciones. Lo que resulta muy claro es que se hace necesario
empeñarse en validar las escalas o guías para nuestra población, y obtener
evidencia empírica sobre el funcionamiento de las mismas en nuestra realidad.
Las medias se cumplen en un 59%, parcialmente en un 27% y se incumplen
14%, mejor de lo que se hubo presumido al iniciar el estudio, la denuncia
enunciaría ya una postura de empoderamiento, la operatoria jurídica muestra
cierta funcionalidad específicamente mejor cuando se trata de la prohibición de
acercamiento. Ya que la violencia psicológica suele repetirse en ocasión del
régimen comunicacional con los hijos, un interesante resulta la prohibición de
contacto, además del acercamiento (parecería protectora de la violencia física)
Los expertos sostienen que el uso de protocolos estructurados para la valoración
profesional del riesgo de violencia ayuda en toma de decisiones pronósticas,
pudiendo incrementar la capacidad predictiva de los profesionales, reduce la
tasa de falsos positivos y falsos negativos, mejoraría la eficacia de las medidas
preventivas al adecuarlas a los niveles de riesgo estimados y a las necesidades
detectadas en cada caso individualizado, transparentando los procesos que se
realizan y colaborando en la comunicación entre colegas de diferentes regiones
y países.
Referencias Bibliográficas
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contra la Pareja por medio de la SARA” Papeles del Psicólogo, 2008. Vol. 29(1),
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Cataluña.
“Manual de Atención Psicológica a Víctimas de Maltrato Machista” (2016) Colegio Oficial de la Psicología
de Gipuzkoa, Catalunya España
Resumen
El presente trabajo busca analizar el concepto de retractación descripto por
Summit en su definición de Síndrome de Acomodación al Abuso Sexual a la luz
de los aportes de la Teoría de la Comunicación Humana.
Las presiones familiares pueden en determinados casos, operar como
sostenedoras del silencio, no permitiendo que el proceso de justicia acceda
al relato del menor.
El espacio de pericia resulta entonces un espacio diferente, que mediante las
técnicas psicológicas, habilita otros canales de expresión a través de los cuales
- eventualmente - pueden obtenerse indicadores de otro orden que den cuenta
de vivencias internas no dichas.
Para llevar a cabo este análisis se utilizó un caso real en el que se presume
existió retractación negativa y se analiza la presencia de un indicador
proyectivo especifico y recurrente, al cual podría asignársele valor de indicador
compatible con A.S.I. (Abuso sexual infantil)
De la obtención de este indicador se abren líneas de hipótesis para pensar de
qué manera puede el psiquismo infantil organizar un mensaje manipulativo y
descalificante por parte del adulto cuidador tendiente a desestimar la revelación
del abuso, y si tal experiencia puede ser pesquisada mediante los indicadores
proyectivos, obtenidos a través de una pericia.
Palabras claves: comunicación patológica – indicadores - síndrome de
acomodación - abuso sexual.
Introducción
Las transacciones son intercambios comunicacionales mediante los cuales los
sujetos definen quienes son, cuáles son sus roles y construyen de esta manera
la realidad que habitan.
“La naturaleza de la interrelación familiar es tal, que el niño no puede ignorar
nada de lo que el padre o madre le comunica, debe aprehenderlo tan
exactamente como le sea posible y debe acatar, por lo menos, una mínima
instrucción implícita en ese mensaje “. ( Sluzky. p.5.)
Las relaciones intrafamiliares tienen un carácter vital, puesto que otorgan calidad
de instrucción a la mayoría de los mensajes dirigidos a los hijos.
En ellos están implícitos, los castigos, las amenazas, la aprobación, la
aceptación, el rechazo.
El niño va organizando la realidad y su propia interioridad a partir de vínculos
causales lógicos que otorgan sentido y coherencia a los acontecimientos
Es el adulto y su función normativizadora la que va instaurando la congruencia
entre los mensajes y los comportamientos; elemento fundamental para que la
organización interna y externa puedan llevarse a cabo de manera normal.
Método
María es una niña de 9 años que arriba al espacio de pericia ante la solicitud de
la fiscalía de turno atento a que las enormes discrepancias existentes entre lo
relatado en su Declaración Testimonial en Cámara Gesell (hecho anodino, soso,
sin connotación sexual alguna) y la denuncia original efectuada por un referente
afectivo extra familiar al cual la niña le habría revelado hechos de perpetramiento
sexual.-
Criada en un ambiente familiar en el que se presume la existencia de malos
tratos físicos, verbales, carencias afectivas importantes, una fuerte impronta de
la religiosidad; con una buena adaptación tanto social, escolar y una afectividad
impostada que simula afectos positivos inauténticos, tendientes a complacer al
otro y hacer un “como si” ella siempre se sintiera bien.
Su carácter extrovertido y verborragico le permite interactuar sin ningún
inconveniente, aceptando de buen gusto la realización de las consignas
formuladas.
Para esta valoración, se aplicaron los test proyectivos de uso habitual: H.T.P.
Familia Kinetica y psicodiagnostico de Rorschach (entre otros más que
conforman la batería) y se somete a la exploración de indicadores que tengan
algún tipo de correlato con experiencias de naturaleza traumática.-
No se plasmara en este trabajo toda la información vertida por los mismos ya
que excedería los alcances de este trabajo. No obstante, es importante destacar
que se trata de un caso en el que no hay otra información de relevancia más que
la aportada por las técnicas. Atento a la poca colaboración observada y la
desestimación que realiza la familia sobre la niña en cuestión.-
Resulto llamativa, a esta valoración, la presencia repetida de un mismo indicador
proyectivo vertido en las tres técnicas mencionadas: el contenido mugre,
(suciedad)-
Se le pidió la realización una Casa perteneciente al trío H. T. P. Simbolismo que
permite indagar como son los vínculos intrafamiliares y como es la capacidad
para afrontar las tensiones de las relaciones íntimas y la percepción de los
problemas. (Buck, 2008, p.54)
A nivel grafico no surgen elementos de relevancia, excepto el relato que sigue al
grafismo, en el que la niña cuenta la historia de una casa que está deshabitada,
que estuvo habitada por una familia que se tuvo que ir debido a que había
muchos chanchos que hacían “mugre”, a quienes la familia los mata, luego se
marchan del lugar y dejan la puerta con llave para que no pueda entrar nadie.
Rápidamente la niña se percata que si no van a vivir más, deberían dejarla
abierta sin llave. No obstante luego advierte que se olvidaron la hornalla prendida
por lo que finalmente en esa casa no podrá vivir más nadie, porque se quemara
por completo.
La ansiedad de muerte aparece en asociación al registro aversivo que provoca
la suciedad interna de aquella casa que resulta imposible de metabolizar y por lo
tanto concluye en la destrucción total-
Dicho contenido, vuelve a aparecer cuando se le requiere dibujar la figura
humana perteneciente al trío H. T. P.
En este caso, aparece representada por la madre a quien grafica barriendo la
mugre, y a ella misma quien en complementariedad y en otra situación colabora,
con esta en la limpieza de la casa (Familia Kinetica)
Luego de esto, el proceso de evaluación sigue con la aplicación del RO. Técnica
por excelencia que permite conocer las sutilezas intimas del ser humano y que
en el tema que avoca este escrito arriba nuevamente al mismo indicador.
En este caso, elicitado a partir de la Lamina I, lamina que interpele al sujeto con
la pregunta: quien eres tu, hoy, aquí y con todo tu bagaje histórico. (Passalacqua
2013)
El contenido vertido en esta oportunidad pone en evidencia la presencia de dos
mujeres que hacen una actuación, un “teatro” cuyos vestidos están “sucios” y “
manchados porque se les cayó una lata de pintura negra encima”, y que no
obstante deben continuar con la actuación “para que los niños puedan jugar”.
Posteriormente en la siguiente lámina (LII) aparece otro contenido que pondera
hacia una valencia de significación perturbadora.
La lamina II del RO, aquella que muestra al sujeto en sus aspectos más
estructurales de personalidad elicita los siguientes contenidos:
“El corazón de una mujer manchado” “que tiene que ir a un doctor para que se
lo limpie con alcohol”; “pulmones con sangre”; “una garganta con sangre
reventada” a causa de que “una madera o una chapa se le cayó encima”, que
no podrá recuperase y que terminara muriéndose.
Así mismo y como última respuesta en la fase de interrogatorio en esta lamina,
son percibidas “dos lauchas” a las cuales se les corto la patita porque “se les
engancho en una traba”, las cuales “pedían ayuda” pero a quienes ninguna
persona pudo ayudar debido a que “se asustaron” con el grito de “socorro”, de
pedido de auxilio. Finalmente, los animalitos terminaron muriéndose.
El contenido revela en este caso, vivencias de indefensión, de sufrimiento
asociados una vez más al contenido antes emergente: la mancha (en este caso
no como suciedad sino como anomalía/ enfermedad interna, como macula
interna)
Es aquí donde se revelan profundas experiencias de daño que han calado la
estructura misma de su ser y dan base para correlacionarlo con los indicadores
recurrentes correlativos a vivencias de suciedad que las victimas adultas suelen
referir ante vivencias traumáticas sexuales
¿Tiene en este caso, la mancha de mugre correlato con la macula moral que
suelen experimentar las víctimas de este tipo de hechos?
Para pensar esta línea de hipótesis, hay que remitirse al contenido emergente
en la lámina VI, lamina de la sexualidad, en la que aparece la presencia de
texturas desagradables, indicador que hace referencia a una gran dosis de
destructividad y de componentes agresivos.-
Las connotaciones negativas que le son transmitidas no solo por el perpetrador
sino por la familia que impone la presión de mantener el secreto, comunican
sentimientos de culpa maldad y vergüenza, que abonan sentimientos de
estigmatización (Pool. 2005 )
Es interesante observar como los desplazamientos llevados a cabo por el
psiquismo surcan el obstáculo de la palabra para materializarse en una
simbolización.-
Deshonor, rechazo, marginalización suelen ser vivencias que acompañan las
sentimientos de fatalidad.
El carácter reprensible que es comunicado por la familia donde ocurren las
retractaciones, confirman los peores temores de las víctimas, marginándola y
excluyéndola de la red natural.
¿Es la presión de la retractación, la que puede estar reforzando las vivencias de
extrema indefensión que se elicitan en el contenido de la lámina II, antes citado?
El miedo al destierro, a perder el amor de los seres queridos, a la marginación y
a la estigmatización (que encarnan los arquetipos de la exclusión) parece estar
proyectado en la casa del H.T.P y en lo que aparece recurrentemente sin que
halle una resolución final: la suciedad, la mancha.
Posiblemente la mancha negra que yace en el vestido de las mujeres que actúan,
pueda ser acaso la proyección de la macula moral y el deshonor consecuencia
de la imposibilidad que tienen las victimas de metabolizar por si solas,
experiencias impropias de esta naturaleza.
Discusión
El tamiz de la comunicación patológica, y el de las presiones familiares que
operan para la retractación y/o la información en falso, no pueden escaparse a
la intensificación de la función proyectiva y de la vigilancia perceptual que se
desarrollan los contextos en los que hay un elevado estrés, ( Bellak. L 2007)
como aquel emparentado al elevado sufrimiento de las víctimas de A.S.I. (abuso
sexual infantil)
Pareciera, al igual que se pregunta el poeta que las palabras que no se
quedaron, o las miradas que un día partieron, no dejan de existir y permanecen
atrapadas o escondidas, esperando ser develadas.-
“La respuesta del niño a la violencia sexual sufrida será diferente y dependerá
de la génesis del vínculo causal consciente y del grado de equilibrio logrado en
la organización cognitiva. Estos conceptos son esenciales porque se refieren a
la gestión de la realidad de todo individuo así como a la adaptación a su entorno.
(…) El modo de relacionarse de un niño que ha sufrido abuso sexual con el
entorno social será cualitativamente diferente del de un niño que ha tenido
vivencias menos traumáticas. “( Perrone, 1997, p.2 )
A esta tarea coadyuva la función integradora del psiquismo que en su función
adaptativa, propende hacia otras formas de expresión, como en este caso, la
proyección gráfica y verbal, marca única e irrepetible donde se plasma la
singularidad de ese sujeto en especial.
La culpabilización que la mayor parte de las veces subyace a estas vivencias y
es reforzada por mensajes incongruentes y patologizantes que alteran los
vínculos causalistas, confunden la relación causa - efecto, e incrementan los
sentimientos de culpa que quedan suspendidos con escasas posibilidades de
comprensión racional.
Cuando el niño no puede mostrar su sufrimiento, porque originalmente cuando
lo mostró el mismo fue desconfirmado, no puede vincular causalidades entre la
falta, la norma y la ausencia de responsabilidad atribuible al vínculo parental, en
este caso, a quienes deberían haberla cuidado y no lo hicieron. (Perrone, 1997)
No poder comprender las señales del contexto, que normalmente son las que
clarifican los mensajes recibidos, lo subsume en una masa inconexa que no le
permite dilucidar el significado de las emociones emergentes.-
Emociones que a través del mecanismo proyectivo pueden poner en evidencia
simbólica el registro interno del niño. Abona la esperanza de que la verdad
subjetiva pueda ser dicha y capturada por la riqueza inconmensurable que
ofrecen las técnicas proyectivas.-
Pareciera que aunque la palabra haya sido censurada, la verdad subjetiva puja
por ser expresada.
Las connotaciones negativas transmitidas por el abuso sexual se ven reforzadas
por la descalificación de la revelación original, por la desconfirmacion del ser de
ese niño y por la ley del silencio que impone profundos mensajes de miedo, culpa
y vergüenza.
Conclusión
La retractación en un testimonio infantil suele ser una situación compleja, límite
de la palabra que deja al proceso de investigación fiscal sin la posibilidad de
contar con el relato.
El trasfondo familiar que acompaña a la revelación de estos hechos suele ser
movilizante, ya que impacta en la estructura del sistema, el cual, como todo ser
viviente despliega una serie de mecanismos adaptativos tendientes a garantizar
la homeostasis del sistema familiar.
En este sistema, se inserta el niño, individuo que dada su dependencia e
inmadurez debe acatar las instrucciones implícitas en los mensajes recibidos.
Cuando dichos mensajes son incongruentes, es decir existe una discontinuidad
entre ambos (entre un niño que revela un abuso y un adulto que desestima la
revelación) se produce comunicacionalmente hablando, una descalificación, y
la negación del ser de ese sujeto
Esta descalificación, que niega la realidad de los hechos relatados, silencia la
palabra, pero no la verdad subjetiva.
Realidad ante la cual el psiquismo forzosamente realiza un trabajo adaptativo
que deja entrever su dinámica a través de los indicadores proyectivos que
asoman a la superficie.
Esos indicadores, pueden ser pesquisados mediante contenidos específicos
que permiten inferir que algo orden traumático y/o perturbador allí se expresa.
Estos contenidos que remiten al orden de lo subjetivo, de lo singular, de lo
emocional, escapan a la presión obsturante del entorno familiar descalificador,
transmutándose, según pudo observarse en el caso analizado, en contenidos
sórdidos, impuros (mugre, suciedad) asociado a daño extensivo, además, a la
sexualidad.
La vivencia de macula interna de sentirse sucio por dentro, es la que abona los
sentimientos de estigmatización: deshonor, miedo al rechazo, a la
marginalización, y al destierro del grupo familiar.
Estos miedos son corroborados por los mensajes reprensibles comunicados por
el entorno familiar que presiona para que la retractación sea llevada a cabo.
La imposibilidad que el niño tiene de poder meta comunicar los mismos
(entiéndase poder salirse del marco comunicacional que plantea el vínculo con
el adulto a los efectos de poder cuestionar, denunciar contradicciones,
incoherencias, sesgos, escamoteos de significados por citar algunos) lo atrapa
en un marco del cual no puede salirse, reforzando de esta manera la
preexistente vivencia de estigmatización, secuela -entre tantas otras- del abuso
sexual.
La ley del silencio que se impone, recuerda el riesgo de la expulsión: el castigo
ante la falta de haber quebrado con la revelación del hecho, el equilibrio del
sistema familiar.
Sistema que detenta el poder que ha sido cuestionado por la original revelación
poniéndose en peligro la hegemonía del status quo reinante.-
Al igual que sucede en el mito griego de Ulises, el castigo más doloroso no es la
muerte, sino la expulsión y la errancia legitimada como consecuencia de la falta
de ese sujeto. No importa si esa falta existió o no. O si el castigo esta explícito o
no.
Culpa y expiación subyacen al inconsciente, y se transmutan en contenidos
identificables, como en este caso, la sordidez y la macula.
Pareciera que la suciedad no está en el afuera sino en el ojo que mancha, porque
el ojo que mancha es un ojo que está sucio.
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Lista de cotejo como instrumento para la evaluación
psicológica forense en el delito de extorsión
Resumen
La lista de cotejo sirve para evaluar, pero también sirve como elemento
diagnóstico en la identificación del perfil psicológico del extorsionador, partiendo
de ella podemos especificar su modo de cooperación y posible vínculo dentro de
la delincuencia organizada (D.O.). Dicha lista de cotejo fue elaborada,
modificada y adaptada, fue piloteada en 100 casos y se comprobó su utilidad en
800 casos de evaluación psicológica forense, durante un intervalo de tiempo de
2012 a 2019. Se validó por medio de dos jueceos 1) por 20 expertos en servicio
activo de psicología forense y 2) 20 profesionales que laboran en ambientes de
procuración de justicia y participan en las diferentes etapas de juicios orales en
el sistema penal adversarial, mismos que cuentan con profesiones distintas a la
Psicología. Se obtuvo como resultado; una versión de la lista de cotejo que
puede aplicarse tanto a la persona en su calidad de víctima como a la persona
en su calidad de extorsionador. Se concluye que la lista de cotejo resulta útil
como instrumento de evaluación y diagnóstico en psicológica forense, dentro del
estudio del delito de extorsión.
Método.
En específico este documento es una propuesta para evaluación que sugiere
utilizar la lista de cotejo como instrumento (estrategia) para la evaluación
psicológica forense del delito de extorsión, también permite obtener un
diagnóstico que resultará útil como evidencia psicológica en la etapa de
investigación formal dentro del proceso penal denominado sistema adversarial
de juicios orales.
Se aplica con base en 3 fases psicológicas de la extorsión:
1 – Fase Inicial de Contacto, 2 – Fase Intermedia de Contenido, 3 – Fase de
Cierre o de conclusión
Cada fase incluye cinco (5) sub fases contenidas en un formato y descritas líneas
abajo en este mismo documento. Aclarando que, si bien cada una de las fases
puede ser semejante en lo general, debe resultar totalmente distinta en lo
particular. Con el fin de obtener por lo menos uno de los 5 diagnósticos, 1)
extorsionador familiarizado, 2) extorsionador pescador, 3) extorsionador fortuito,
4) extorsionador bribón, 5) extorsionador durmiente; también incluimos en el
documento las características de cada uno de los diagnósticos.
Se trata de una propuesta estrategia y/o técnica para la evaluación psicológica
forense en delitos de extorsión que se presentan en la legislación del Estado de
Hidalgo, México. Pero no se excluye la posibilidad de ser adaptada a otras
legislaciones internacionales que también reconocen a la extorsión como
precursora del delito de secuestro. El Psicólogo forense tiene un medio de
análisis y un instrumento de medición que le permitirá obtener un diagnóstico
descriptivo de la clasificación del extorsionador a manera de diagnosis y un
pronóstico que oriente el manejo operativo de los agentes de investigación,
también logra obtener “la evidencia objetiva y material de su apreciación”. Su
aplicación se realiza durante la entrevista psicológica forense, focaliza el hecho
antijurídico de acuerdo al código de procedimiento penal (Congreso General de
los Estados Unidos Mexicanos, 2014; Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos, 2010 & Gobierno del Estado de Hidalgo, 2013), al mismo tiempo que
sirve como instrumento de evaluación, posteriormente tiene el mismo potencial
como evidencia material – medio de prueba frente a la autoridad oficial del
proceso penal adversarial.
La lista de cotejo como instrumento se ha usado tradicionalmente en ambientes
educativos para la evaluación de actividades asociadas a tareas escolares,
permite corroborar la elaboración de puntos específicos de una actividad escolar
a evaluar. Ahora proponemos que dicha técnica, la elaboración de listas de
cotejo, tenga también uso forense en la evaluación psicológica de personas
involucradas en el delito de extorsión.
Para aplicar de forma efectiva la lista de cortejo aquí propuesta, es necesario
contar con pleno conocimiento y manejo conceptual, técnico, teórico –
metodológico, de cada una de las 3 fases psicológicas de la extorsión, así como
también de cada una de las 15 sub fases (1 - Inicial: 1.1 llamada telefónica, 1.2
mensaje a celular, 1.3 correo electrónico, 1.4 anónimo, 1.5 cara a cara. 2 –
intermedia: 2.1 sin solicitud de dinero, 2.2 calidad de la información, 2.3 solicitud
de dinero, 2.4 solicitud de distanciamiento físico, 2.5 solicitud encubierta. 3 –
conclusión: 3.1 El extorsionador cortará la comunicación, 3.2 Insistirá
inmediatamente, 3.3 Insistirá en el mediano plazo, 3.4 Otro negociador, 3.5
Acuerda deuda a largo plazo) que las integran, mismas que por un lado son
conocidas o rutinarias para el psicólogo especializado, pero por otro lado, son
ajenas a las personas en sentido común, por lo tanto no las reconocen y no
pueden identificarlas desde el sentido común, ni técnica, ni conceptualmente. Es
precisamente el desconocimiento técnico de la persona evaluada el que permite
al Psicólogo Forense, evaluar durante la entrevista sin que la persona evaluada
se percate de lo que el Psicólogo está evaluando a través de su discurso.
Descripción de las fases psicológicas de la extorsión:
1. Inicial - Contacto: En esta fase se debe destacar que el extorsionador utiliza
dos factores, 1 - la sorpresa; la víctima no espera un evento de extorsión, mucho
menos si se trata de una persona sin antecedentes de conflictos interpersonales,
como comúnmente se dice, una “persona trabajadora”. 2 - el miedo; el
extorsionador evoca de forma inmediata a una persona o cosa (situación) de vital
importancia para la víctima de extorsión. Es determinante para la elaboración del
perfil criminal tomar en cuenta que generalmente uno de los dos factores
(sorpresa / miedo) domina sobre el otro, siendo común que dicha dominancia
sea derivada de la preferencia mental del criminal, es así que se comienza a
dibujar el perfil del extorsionador.
1.1 Llamada telefónica: El extorsionador realiza la llamada telefónica como
un acto cobarde que resguarda la mayor parte de su personalidad,
metafóricamente se dice que “no da la cara”, él extorsionador supone que
de esa forma no será identificado. Pero con apoyo de la huella psicológica
deducimos que el extorsionador no tiene la convicción de llegar a un
contacto físico, ni de pasar al acto (acciones que dañen la integridad física
de la víctima de extorsión, ni de algún bien jurídico) por lo tanto, mediante
su proceder nos deja ver que es un extorsionador de baja peligrosidad
para la integridad física de las víctimas (reales y potenciales).
1.2 Mensaje a celular: Se puede considerar, del mismo modo que en la
llamada telefónica, que se trata de un acto cobarde con las mismas
características ya mencionadas en el punto anterior, el mensaje a celular
es una evolución de varios medios electrónicos que han visto su aparición
y desaparición como medio electrónico en las últimas décadas, por
ejemplo, el dispositivo beeper y radio localizador.
1.3 Correo electrónico: También se trata de un medio semejante a los dos
anteriores, utilizado en lo cotidiano, pero de temporalidad social limitada
y destinado a desaparecer en décadas venideras, nos debe llamar la
atención la forma en que el extorsionador obtuvo la dirección electrónica,
desde luego se trata de algún vínculo personal o triangulado, en donde
podemos asegurar que el criminal se encuentra dentro del hábitat
electrónico de la víctima, es decir, dentro de la comunidad intersubjetiva
que las variaciones de la WEB permiten (diferentes redes sociales). Esta
fase se considera de mediana peligrosidad.
1.4 Anónimo: Aparentemente se encuentra en las mismas condiciones de
las tres clasificaciones anteriores, pero no es así, porque debemos tomar
en cuenta que el anónimo implica una convicción mayor (ejercicio de la
voluntad y consciencia) que facilita el acercamiento físico al hábitat
inmediato de la víctima, en ese sentido representa mediana - marcada
peligrosidad para la integridad física de la víctima real y de la potencial.
1.5 Cara a cara: El extorsionador tiene la osadía y el atrevimiento de realizar
un contacto físico con la víctima, en el justo momento y tiempo en el que
la víctima se encuentra vulnerable (posibilidad de ser lastimada)
presumimos que tiene información avanzada y/o detallada de la víctima y
se ha tomado tiempo suficiente para vigilarla, también es posible que
cuente con un informante, de cualquier modo este evento marca una
peligrosidad alta, curiosa y paradojamente la peligrosidad alta es mutua,
porque el activo también queda expuesto para la identificación,
investigación y en su momento detención.
2. Intermedia de Contenido: En esta fase se trata de analizar el contenido del
discurso en su aspecto lingüístico (literal) y paralingüístico (metalenguaje) ¿qué
dice el extorsionador, con aquello que dice…? en esta segunda fase de la lista
de cotejo, será mucho más claro el perfil del extorsionador, en su extensión e
intensión, el extorsionador utiliza en esta fase dos factores que debemos evaluar,
1 - lo amenazante y 2 - lo condicionado del discurso. Aquí se hace evidente el
móvil del extorsionador y con ellos el riesgo para la víctima (real) y la supuesta
víctima (potencial). El extorsionador despliega la amenaza para instaurar en la
víctima la sensación de vulnerabilidad (posibilidad de ser lastimado en lo
personal o en su bien jurídico, incluso de amistad) el extorsionador “se introduce
en la mente de la víctima”, trabajando básicamente con razonamientos ( piensa
que…) y supuestos lógicos (que pasaría si yo… quieres que… de ti depende…)
mismos que la víctima dará por hechos ciertos o por lo menos dignos de
credibilidad, el extorsionador habla con volumen alto, firmeza y certeza, es
enfático cuando se trata del supuesto de hacer daño o de las instrucciones para
depositar dinero, incluso llega a ser dominante y humillante con la víctima, de
esa forma bloquea el pensamiento de la víctima haciéndole saber, metafórica o
literalmente, que es el extorsionador quien manda y tiene todo bajo su control
(¡yo doy las ordenes…! ¡Cállate y escucha! ¡Yo mando!). En este momento la
víctima supone que se encuentra en las manos del extorsionador, se
experimenta totalmente vulnerable, ese fue el objetivo del extorsionador y centró
todo su esfuerzo en lograrlo, ahora el extorsionador dará instrucciones a la
víctima, para activarse y seguir las instrucciones que conductualmente incluye el
ascenso de la víctima al medio de traslado hasta llegar a un área de confort para
el extorsionador, cercano a un lugar donde pueda realizar el depósito del dinero
solicitado.
Aspectos éticos
Apegados a derechos humanos y para no exponer la identidad de las personas
que participaron en este trabajo, se resguarda su identidad, pero se advierte a
los interesados en el tema, que los investigadores contamos con una lista a
discreción para la identificación clínica de los participantes, dichos participantes
han extendido su consentimiento para ser contactados en caso de ser necesario.
Resultados
Resultado 1: materialidad de la lista de cotejo en formato:
Lista de cotejo para la evaluación psicológica forense de la persona
pasiva/activa en el delito de extorsión
Insistimos con algo que en forma recurrente hemos machacado una y otra vez,
sin poder doblegar más que en parte los prejuicios que planean sobre toda la
temática que nos incumbe. En efecto, una y otra vez y cada vez más claramente
se vislumbra un reverdecer de políticas y pautas de comunicación, donde se
insiste en hacer del problema de las adicciones una cuestión univoca, esto es
considerar que las sustancias producen las adicciones casi por mera presencia
y a su vez estas adicciones se restringe a las sustancias psicoactivas prohibidas.
A lo largo del tiempo la postura rígida ha hecho convertir como única expresión
de adicción a las sustancias psicoactivas prohibidas (a partir de aquí SPP), como
las únicas causantes de adicciones y más paradojalmente aún, considerar que
la mera ingesta convierte a quien la efectúa en adicto sin pasar por ninguna etapa
previa y armando a partir de ese descriterio toda una parafernalia de situaciones
parentales; familia adicta o adictiva o adictógena, grupos de generación de
consumo, pautas culturales relajadas, desenfreno, valores alterados, etc. ligados
más a concepciones morales, que asertos científicos.
Nos olvidamos frecuentemente, que adicciones hay tantas como
comportamientos compulsivos pueden haber: juego, plataformas digitales,
alimentación, alcoholismo, tabaquismo, streamming, etc.
Lo particularmente extraño es que la mayor parte de los casos, para llegar a una
adicción y haber pasado etapas anteriores en un compendio que denominamos
consumos problemáticos, el producto final, esto es la compulsión
omnicomprensiva necesito un largo camino de estructuración, conformación y
manifestación evidente e insoslayable.
Sin embargo a ojos de la condena social, a las primeras manifestaciones de
cualquier tipo de consumo SPP (vulgarmente conocidas como “droga”) se
prenden la mayoría de las alarmas sociales, pero sobre todo en los niveles
menos informados y más propensos a estar sintonizados con el modelo de
comunicación sesgado que rige este tipo de noticias. Para que esto se produzca,
es necesario que una y otra vez por error o conveniencia se repita el esquema
de conjunción producto de la sumatoria de lo emanado desde el modelo Ético
Jurídico (sucesor en su concepción de una manera de enfoque de la Ética
Puritana) y las secuelas sobrevivientes al día de hoy del Modelo Médico Sanitario
(con una clara inspiración en el positivismo decimonónico). Ambos conforman lo
que llamaríamos discurso mixto dominante o discurso oficial, que no quiere decir
que sea de gobierno, aunque pueda constituir la línea de una representación
política gubernamental; las sentencias judiciales en muchos casos; los informes
técnicos que hacen a esas sentencias; el promedio de la comprensión del
sistema escolar sobre el tema y obviamente no podemos dejar de lado a los
medios que son los principales intermediarios entre esa subjetividad y la
población en general. Ahora bien, suele suceder que quienes más se incorporan
a este discurso, en muchos casos y sumidos en su subjetividad, acuerdan con
un principio de hierro: quien se empatiza con la sustancia, contempla una doble
vertiente de perspectiva, delincuente o enfermo en el mejor de los casos, pero
casi como una condena en sí misma.
La poca reflexión sobre lo relativo de estos asertos, hace que se repita una y otra
vez la cadena de sucesos que enfatizan esta problemática muy por encima de
los registros reales que tiene, aun a nivel mundial. Incluso se aferran a
cuestiones tales como afirmar que el 60% de los presos en los EE.UU., lo son
en función del consumo de sustancias, olvidando desde ya que si algo está
prohibido y se convierte en un objeto de ese tenor va a redundar en que toda la
secuela posterior los será en función de esa supuesta primera cadena de delito.
Quiere decir que si la sola aproximación/apropiación del objeto prohibido, califica
los posteriores pasos que se dan en ese sentido, esto es el proceso de detención
primaria, cárcel, aprendizajes colaterales e ingreso ya al circuito delictivo. Por
supuesto, esto es un proceso retroalimentario permanente, toda vez que la
conformación del sistema comunicacional, de “bajada” valorativa acerca de
determinados consumos y de posicionamiento subjetivo en las políticas de
control, conforman un panorama que repite una y otra vez los resultados donde
queda sin especificar, ni los antecedentes previos al consumo, ni la particular
visión que tiene la sociedad acerca de los mismos, siempre hablando de SPP.
Tengamos en cuenta, que la prohibición general sobre las llamadas sustancias
peligrosas, como orden general hacia el mundo no tiene más de 45 años y no
nos remite a ninguna práctica anterior similar en extensión y alcance. Como lo
he comentado en anteriores oportunidades, esto tiene una historia de una
prohibición anterior fallida y por tanto destituida (Ley Seca), que repetía en su
cotidianeidad hechos de confrontaciones de grupos de delito, como así también
de crimen organizado ya en otra escala, lo que redunda incluso en muertes
indeseadas como resultados de dichos enfrentamientos y apropiaciones.
Asimismo, como el volumen del delito de cultivo o fabricación, tráfico, depósito,
lavado de activos, evasiones impositivas y fiscales, contrabando etc. es de una
magnitud tan considerable, que de desaparecer significaría un desmedro
importante para la economía mundial, es que tal vez como razón fundante, hasta
ahora no se producen mellas significativas, en cuanto a la disminución de la
demanda mundial, que además debemos señalar, que la mitad de la misma se
produce en el país que ha liderado la mundialización de la prohibición del
fenómeno.
Eso si también vamos a marcarlo que los crecientes usos y costumbre acerca de
diversas sustancias prohibidas, nos han llevado a que en el caso de la
marihuana, los propios EE.UU. ya se han desfederalizado en más de 16 estados,
de cualquier prohibición acerca del consumo de la misma en cualquier forma o
empleo.
En este sentido, el mundo ha sido dispar según quien decide hacer una lectura
diferente respecto de las nuevas apropiaciones sobre usos y costumbres como
por ejemplo el proceso de la regulación por parte de Uruguay del consumo de
esa sustancia. Las farmacias uruguayas no odian cambiar el trabajar con dinero
que no fuera canjeable ante el Banco de la República y hace menos de un año,
voceros de Wall Street, dijeron que no podían darle concesiones a un país que
fomentaba el uso de sustancias prohibidas. Cabría preguntarse, si pusieron esos
reparos para los propios estados desfederalizados de EE.UU, o para Canadá,
que como país decidió desincriminar absolutamente todos los usos de esta
sustancia.
Hasta aquí e introductorio, algunas consideraciones sobre lo que se había
considerado un fenómeno al cual había que llevarle una guerra en contra hasta
la actual configuración sobre el problema mundial de las drogas, expresión, esta
última, que difícilmente lleve una idea acerca de lo que se quiere decir, toda vez
que, según los datos de la OMS, o sea un organismo especifico de las Naciones
Unidas, la población global de consumidores (de los cuales el casi 70% es
absolutamente ocasional) es de 300 millones aproximadamente. De los mismos,
se entiende que el 5%, esto es unos 15 millones de personas, son adictos
(consumidores full time). Esto es que, estamos hablando de un problema de
significación política, no tendría la relevancia que hoy se le da. Y está claro, que
hasta ahora ha servido no solamente para armar ese negocio del cual ya
hablamos, sino también a los fines de controlar a través del uso o servir como
herramienta de control de aquellos que previamente se quiere controlar. Si
estableciéramos que la población general, tiene sectores que ya están
automáticamente incorporados por su pertenencia y donde además sus faltas
son poco registradas o sencillamente “no vistas”, tenemos como resultado un
mundo donde los desiguales dentro de ese esquema, son compelidos a cumplir
un determinado esquema o ser vistos como transgresores. En el esquema de las
sustancias, esto se cumple al pie de la letra.
Diríamos que, para la concepción que entronizó a las sustancias como
demoníacas, uso este comodín para recrear la imagen, que entre otras
posibilidades todas negativas desde ya, que a su paso actuaba como una suerte
de Atila, arrasando todo en su camino. Por tanto siguiendo esa huella, todo lo
que tuviera que ver con un consumidor final, a la vez era un desprendimiento de
situaciones anteriores que lo llevaban en ese sentido. Y por tanto incluso, ya
revestían características casi inmodificables como para contribuir
significativamente a esta conformación.
Indudablemente, las familias de consumidores problemáticos, en muchos casos
suelen tener características que dinamizan o consolidan una posibilitación en el
sentido de ese comportamiento. ¿Cuál sería el límite de este tipo de concepción?
Más que probablemente, resulta establecido que nuestros estudios son
sesgados, especialmente en determinados medios que suelen mirar a un otro
construido, como aquel capaz de producir las diferencias o cambios negativos.
Desde una noticia, hasta una causa concluida y de acuerdo al modelo o la suma
de los mismos con que se analiza el fenómeno, es que son contabilizadas las
razones como para configurar un fenómeno en forma insoslayable.
Si pudiéramos representar trianguladamente la totalidad de personas abarcadas
por un fenómeno, observaríamos que una parte de esa representación va a estar
casi automáticamente excluida, de casi cualquier mirada reprobatoria. En el otro
triángulo donde se puedan dar los supuestos desvíos, en el principio de la
prohibición, la sola presencia de sustancias automatizaba la caída en la
exclusión. Por lo tanto, cualquier familia afectada, incluso incurría en la denuncia
de su propio hijo en tanto evitación de ser sindicada de la misma forma. Pero
cuando tenemos una observación consistente de la realidad, en casi todos los
fenómenos de exclusión que tienen que ver con formas diversas de no
observancia de normas e incursión en el delito inclusive, vamos a observar su
entorno como impulsor del delito, y por tanto también a su ámbito familiar. Es
frecuente en los informes del caso, hablar de la irregularidad o hacer todo una
tipología acerca de la supuesta o real disgregación de esa familia. Y en algunos
casos, de casi su permanente aceptación de las conductas digresivas como
forma de vida.
De nuevo la visión de sesgo, se hace carne del contexto social en su parte
ordenadora y calificadora de conducta de los sectores menos favorecidos. En
esos casos cualquier digresión a las normas supuestamente establecidas como
intangibles, se las ve como motivaciones del consumo del usuario a dichas
agrupaciones familiares deterioradas o ensambladas. Queremos reseñar
nuevamente, que las mismas características en otros ámbitos no son marcadas
como tales, a tal punto que es frecuente registrar en las revistas de actualidad
que pretenden ser glamorosas, todo tipo de armado de familia, sin ninguna
connotación al respecto de ser única en esa manera de constituirse como tal. O
sea, lo diferente se acepta como usos y costumbres novedosos, en otro sector
son negativos o indeseables.
Cabría destacar, que la única relación válida respecto de una familia es
considerarla en un sentido más amplio, partiendo de la base que a lo largo de la
historia y a través de las distintas culturas, esta forma de agrupación que asegura
sucesión y derechos de propiedad varía en mucho en su constitución y alcances.
Y bastaría decir, que lo más válido a ser significado es si el afectado por un
proceso, en este caso de un consumo excesivo de sustancias, tiene o no un
grupo de afectos inmediatos continente. Y esto puede variar, desde una novia, a
un grupo de amigos pasando por algún pariente cercano o no que se haga cargo,
o un grupo ampliado, etc. El tema es si puede contar o no con él. A la inversa es
si no pudo contar con alguien o algunos que lo pudieran sostener siquiera
mínimamente.
Pero, por supuesto, para aquellos que obran como continuadores de un cliché
instituido, establecen una maldad creciente a los procesos originados en cuadros
de insuficiencia o carencia. Todos nuestros estudios tienen una característica
igualitaria, están dirigidos a aquellos que son nuestros objetos de preocupación
o trabajo y son del centro hacia la periferia. A la clase media le toca adherirse de
una u otra manera al mandato superior cumpliéndolo o haciéndolo cumplir a
quienes están bajo su control. De este desfasaje del contrato social, naturalizado
hasta el extremo, surgen las categorías que hacen a la diferenciación y a la
condena. En definitiva lo que se caracteriza en unos, se ignora o soslaya en
otros. Lo que se toma como bromas, travesuras o cuestiones mayúsculas pero
sin registro para unos, suelen ser precaución, desprecio, persecución y condena
para otros.
Bibliografía
*Bachor, A. y Calabrese, A. Clase I “Modelos Preventivos”, Curso de
Actualización: Los Alcances del Modelo de Intervención en los Consumos
Problemáticos, SEDRONAR-Ministerio de Salud de la Nación, 2015.
*Bleichmar, S. “De la Creencia al Prejuicio”, en Vertex, Revista Argentina de
Psiquiatía, Vol. XVIII, pág. 42-45, 2007
*Bourgois, P. “En Busca de Respeto”, Ed. Siglo XXI, Bs. As., 2015
*Calabrese, A. Clase sobre Desvío Social y Categoría Conceptual de Distancia
*González Zorrilla, C. “Drogas y Control Social”
*Mosto, D. “Algunas Puntuaciones Acerca del Lazo y la Intervención”, en La
Intervención en lo Social Narrada desde los Ateneos, Cuadernos de Margen, Bs.
As., 2010
Niñas, niños y adolescentes en el narcotráfico
Norberto Emmerich
Doctor en Ciencias Políticas y Lic. en Relaciones Internacionales.
En América Latina
El 32% de los adolescentes latinoamericanos vive en factores de riesgo, entre
ellas la violencia, la adicción a las drogas o problemas con autoridades.
La violencia relacionada con las bandas, maras (pandillas) y las drogas "va en
aumento" y los adolescentes aparecen como los responsables, pero son mucho
más frecuentemente las víctimas. Hay entre 25.000 y 125.000 pandilleros en
Guatemala, El Salvador y Honduras.
El Informe Mundial de Unicef indica que en América Latina y el Caribe viven 108
millones de adolescentes entre 10 y 19 años --el 19% de la población total de la
región-- de los cuales 15 millones vive con menos de un dólar al día.
Brasil
"En Brasil el 84% de estudiantes de 143 escuelas de las capitales de seis
estados consideran que su escuela es violenta y un 70% admite haber sido
víctima de la violencia en la escuela".
El número de niños de entre 10 y 12 años que se vincula con redes de
narcotráfico en las favelas de Río de Janeiro aumentó un 50 % entre 2006 y
2017, según un estudio divulgado hoy por el Observatorio de Favelas, una Ong
brasileña.
De acuerdo con la investigación, de los menores de edad vinculados a bandas
de narcotraficantes en las favelas de Río de Janeiro en 2006, un 6,5% tenía entre
10 y 12 años, un porcentaje que alcanzó el 13% en 2017.
No obstante, son los adolescentes de entre 13 y 15 años los que más están
vinculados con el comercio ilegal de drogas.
Según la investigación, la participación de los menores en redes de narcotráfico
tiene relación con la deserción escolar.
El 78,2% de los entrevistados no va a la escuela, solo el 16,1% llega a la
enseñanza media y la mayoría de los jóvenes que abandona las aulas lo hace
entre los grados quinto y séptimo de primaria.
De acuerdo con el sondeo, la mayoría de los jóvenes que habita en favelas de
Río dejó de estudiar entre los 15 y los 16 años y el 40,4% de ellos dijo haberlo
hecho para ganar dinero y ayudar a sus familias.
De hecho, según el estudio, esta es una de las motivaciones para ingresar a las
redes del narcotráfico. "Ayudar a la familia" ocupa el primer lugar en el sondeo,
con el 62,1 % de las respuestas, seguido por el deseo de "ganar mucho dinero",
que corresponde al 47,5 % de las motivaciones.
México
En México la población infantil de 5 a 17 años asciende a 29,3 millones, de ellos
3,2 millones son explotados laboralmente y se estima que 460.000 han pasado
a engrosar las filas de las organizaciones criminales. Desde 2006 se han
registrado unas 16.759 muertes por homicidio de menores de edad. Continúan
desaparecidos cerca de 7 mil niños, niñas y adolescentes.
En 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estimaba
que 30.000 niños y niñas cooperaban con grupos criminales en diversas
funciones. Para 2018 se calculaba que 46.000 menores estaban reclutados por
el narco en México, según lo afirmado por Alfonso Durazo, actual secretario de
Seguridad Pública del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, un
incremento del 153%.
"Aunque no se tiene la plena certeza, sobre el número de niños involucrados en
actividades delictivas del crimen organizado, pues las autoridades no se han
preocupado en elaborar estadísticas con cifras oficiales, se hablan de
aproximadamente 30.000 niños y niñas que cooperan con los grupos criminales
de varias formas y están involucrados en la comisión de 22 delitos diferentes",
resalta REDIM - Red por los Derechos de la Infancia.
Un informe reciente, publicado por la Redim, revela que tres niñas, niños y
adolescentes son asesinados a diario en México, debido a la crisis de violencia,
que solo durante el 2018 dejó más de 33.000 víctimas fatales.
En los tres primeros meses del año 2019 se contabilizan 285 homicidios dolosos
contra niñas, niños y adolescentes, es decir, 3.2 casos cada día.
El gobierno de López Obrador busca una solución en la universalización del
empleo y el estudio mediante un sistema de becas. Las medidas aplicadas
contemplan una beca de 85 dólares (1.600 pesos) cada dos meses a estudiantes
de nivel básico y medio superior, a fin de que no abandonen la escuela, mientras
que a los universitarios, provenientes de familias de escasos recursos, se les
asignan 126 dólares (2.400 pesos) mensuales. El principio es muy bonito pero la
política lo corrompe totalmente.
'Jóvenes Construyendo el Futuro', por otra parte, es un programa que está
destinado a la población entre 18 y 29 años que no está estudiando ni tiene
empleo. Bajo esta modalidad, los candidatos son contratados por un tutor que le
enseña un oficio y profesión, por lo que se les otorga un salario de 189 dólares
(3.600 pesos) al mes.
Una estrategia
Entre 2007 y 2009 eran sobre todo "víctimas colaterales". "Los niños morían por
balas perdidas en combates entre grupos criminales o grupos criminales y
fuerzas del Estado". Pero, a partir de 2010, comenzaron a documentar ataques
dirigidos a menores.
"Los blancos eran los hijos de policías o soldados o los hijos de personas
vinculadas al crimen. Comenzaron las venganzas". Y después, hacia 2012
"vimos con mucha preocupación como ya no eran solo homicidios, sino también
empezaron a mutilar cuerpos. También asesinatos de familias completas, de los
que se han visto muchos casos en los últimos años".
El director de REDIM explica que los ataques directos y con violencia extrema
contra menores es una forma del crimen organizado de generar terror. "Es lo que
buscaban asesinando al bebé en Minatitlán: generar terror, dolor, indignación".
Y su cometido se cumple al haber una total impunidad.
En México ya existe el marco legal para que estos niños sean atendidos, entre
ellos la Ley General de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y el sistema
Nacional de Protección Integral a Niños, Niñas y Adolescentes. "Existen los
mecanismos pero no se ponen en práctica porque la infancia no es un tema de
prioridad política.
Durante el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no ha disminuido
el nivel de violencia vinculada al crimen organizado. La nueva administración
muestra la misma tendencia de militarización de los ex presidentes Calderón y
Peña Nieto, con la Guardia Nacional, se mantiene intacto el pacto de impunidad
y corrupción, reflejado en los altos niveles de violencia contra la niñez.
Además de Jefe del Estado Mexicano, AMLO es también Presidente del Sistema
Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) qué
sesionó el pasado 30 de abril de 2019 -día del niño y la niña- sin la presencia de
López Obrador.
Colombia
Los adolescentes, son los preferidos por las bandas criminales, “Cundinamarca,
Antioquia y Valle del Cauca son los departamentos que presentan el mayor
índice de aprehensiones de menores en el periodo señalado”.
El rol del Psicólogo en el nuevo orden legal
BIBLIOGRAFÍA
- Acordada Nº 626, 08 de noviembre de 1978
- Acordada Nº 869/2018
- Código de Ética - Colegio de Psicólogos de la provincia de Tucumán
- Código Penal de la Provincia de Tucumán, Comentado anotado y concordado
Tomo II, Tucumán 2016, Ed. Bibliotex
- CODIGO PROCESAL PENAL DE LA NACION Ley 25.852, Modificación.
(Sancionada: Diciembre 4 de 2003 - Promulgada: Enero 6 de 2004)
- Ley y Reglamento Colegio de Psicólogos de Tucumán – 2017
- Sbdar, C. B., Dato, M., Sánchez, Edgardo y Zelarayán, L. M. (2015). Protocolo
interinstitucional para la atención de niños, niñas y adolescentes víctimas o
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ocolo.pdf
- Volnovich R. Jorge (comp,) Abuso Sexual en la Infancia 2, campo de análisis e
intervención. Grupo Editorial Lumen Hvmanitas 2006
El discurrir de la subjetividad en el damero de la justicia
Introducción
El tema propuesto tiene como objetivo fundamental reflexionar sobre la tarea
pericial que desempeña el psicólogo en la etapa del cumplimiento de la condena
del autor de un delito, y la importancia del trabajo interdisciplinario en función del
futuro proyecto de vida del condenado y su posibilidad de recuperación bio –
psico – social. Ello no solo lo implica poner en juego su responsabilidad
individual, sino que dicho proceso es compartido necesariamente con un
entramado familiar, social, educativo y laboral que desde lo ambiental le ofrezca
alternativas diferentes a las que tuvo antes de cometer el ilícito por el cual se
encuentra cumpliendo una sanción penal. Esta articulación del sujeto con el
afuera social involucra e implica una actividad compartida con un equipo, en la
cual el perito psicólogo ejerce un rol de importancia trascendental en su tarea de
asesorar al juez en su toma de decisiones que necesariamente otorgan al sujeto
sus derechos bajo el amparo de las leyes que lo regulan.
En tal sentido, no debe perder de vista el enfoque jurídico que es el soporte legal
de su actividad esencial, que debe ser siempre en articulación interdisciplinaria
con el derecho.
Desde el marco jurídico el Principio del Régimen Penitenciario Progresivo
que regula la disciplina y tratamiento del autor de un delito, tiene como base la
educación y el trabajo. En el mismo hay distintos períodos:
Período de Observación.
Período de Tratamiento (que puede ser fraccionado en fases) y de tipo
obligatorio (normas que regulan el régimen penitenciario) o facultativo
(actividades terapéuticas que se desarrollan de manera
interdisciplinaria, programada e individualizada en el interior de un
establecimiento penitenciario, con la finalidad de lograr la adecuada re
- inserción social del condenado).
Período de Prueba.
Período de Libertad Condicional.
MODIFICIACIONES DE SU USO EN LA
PROVINCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO
Nivel Manifiesto:
Refiere a la breve descripción fenoménica que hace alusión a la presentación
del entrevistado. Los datos que se describen, no solo son pautas semiológicas
utilizadas para el diagnóstico posterior, sino que también ubican a la persona
examinada en el aquí y ahora. -
Dinámica de Personalidad:
La personalidad es un concepto ciertamente complejo, y no es el objetivo de este
glosario realizar un análisis crítico ni semiótico del mismo, sino simplemente,
ilustrar a S.S. sobre el alcance operativo del término en el ámbito pericial de la
Ejecución de la Pena . En este sentido, se entenderá que:
Posicionamiento Subjetivo:
Analizaremos dicho concepto en sus dos componentes:
1) Posicionamiento, es la acción o efecto de posicionar, es decir, tomar una
actitud o postura frente a un asunto.
2) subjetividad hace referencia a la singularidad humana.
Por lo cual entenderemos que: es el singular modo con el cual la persona
condenada, se ubica frente a determinada situación (delito, abuso de sustancias,
límites legales etc.).
Componentes Sociales.
Refiere al Conjunto de influencias que recibe el sujeto del medio que lo rodea,
es decir, familiar, laboral, educacional etc.-
Se tendrá en cuenta, como ya se ha mencionado (ver personalidad), que desde
que somos pequeños aprendemos a comportarnos dentro de la sociedad y a
identificar las normas y convenciones que debemos seguir para ser
considerados miembros de ella. La sociedad es el entorno propio de la persona.
Tolerancia a la frustración:
Analizaremos dicho concepto en sus dos componentes:
1) Frustración: estado emocional (con concomitantes biológicas y psicológicas)
desencadenado frente aquellos acontecimientos que involucran la reducción o
supresión en la capacidad de satisfacción de deseos personales. -
2) Tolerancia: cualidad o capacidad que tiene un organismo vivo para resistir
y/o aceptar.
Por lo descrito, entenderemos por tolerancia a la frustración: a la capacidad de
la persona humana, de sobrellevar adaptativamente la disminución, postergación
o negación de sus deseos o necesidades personales. -
Bibliografía de Consulta
· Abraham Maslow La personalidad creadora. Barcelona: Editorial Kairós. (1991).
· Abraham Maslow Motivación y personalidad. Madrid: Ediciones Díaz de
Santos.– (1982).
· Abraham Maslow Amplitud potencial de la naturaleza humana. México: Editorial
Trillas.
· Asociación Estadounidense de Psiquiatría Manual diagnóstico y estadístico de
los trastornos mentales .- 5ta. Ed.- 2013.-
· A W. Allport .-Psicología de la Personalidad.- Ed. Paidos 1968
* Editor Responsable APFRA
* Personería Jurídica Nº 11.513.684
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