La Vida Rosaura
La Vida Rosaura
La Vida Rosaura
Personajes
Raymundo
Rosaura
Raymundo esta vestido elegantemente de traje y corbata. Camina con actitud altiva, se
estira como si le molestase el cuello de la camisa.
Rosaura: mujer sensible de aspecto común. Viste ropa sencilla. Trae su cartera y
bolsas de compras.
Raymundo y Rosaura son novios.
Departamento de un ambiente. Pocos muebles, una mesa con dos sillas, una cama, un
perchero y un espejo.
Raymundo impaciente espera mirándose al espejo.
Entra Rosaura.
Raymundo (muy excitado) Rosaura llegue hace trece minutos y no estabas. ¡Como puede ser!
Tengo que contarte lo que pasó, finalmente encontré el secreto. Lo sabía, tarde o temprano las
cosas suceden.
Raymundo Mi trabajo ha tomado un desarrollo excepcional. Son años de oficio. Ahora tengo el
mundo en mis manos: RAYMUNDO GARAZZI: UN HOMBRE Y UNA SOLUCIÓN. Cuando
conozcan mi proyecto en la Empresa... el impacto que les voy a provocar. ¡Pasé al frente! Lo
sabía, era solo cuestión de tiempo. (mientras habla se mira al espejo atraído por un impulso
irresistible) El triunfo, a personas como yo, siempre les llega... y pensar que alguna vez lo puse
en duda. Ah, se terminaron los problemas para el resto de mi vida.
Rosaura ¿Vos crees Raymundo, será tan así?. Me da un poco d miedo escucharte decir eso...
Raymundo (saca papeles de un ataché y los coloca sobre la mesa) ¿Miedo? Mira Rosaura, es
posible que no te sea fácil estar al lado de una personalidad como la mía, te entiendo, es lógico
que suceda, pero tendrás que hacer un esfuerzo. Te ayudaré. (la acerca hacia él mostrándole
unas planillas) Y no creas que sólo me preocupa mi trabajo, he pensado tardes enteras en
nosotros: planifiqué toda nuestra vida, vení mirá como organicé nuestro futuro (Le muestra la
planilla).
Raymundo Te he considerado en todos tus detalles. Escuchá: NOS CASAMOS. En dos meses
te daré mi apellido. Tenés treinta años y considero que es tu edad tope.
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Rosaura Estoy mareada, de tantas emociones debe ser, y yo.. .que tonta, venía pensando en
sorprenderte con mis compras. Unas pavadas...
Raymundo (interrumpiendo) Muy bien Rosaura, no son pavadas, hacés muy bien en ocuparte
de las pequeñeces, se necesitan, está bien, así debe ser.
Rosaura Y sí... son cosas de todos los días... ¡Ah! y también te compré un shampú especial para
caída de cabellos, ¿Viste que se te está cayendo? Recuerdo el primer día que te vi, me enamore
de ese mechón que te caía sobre los ojos...
Raymundo (reponiendo del impacto) Pero por favor Rosaura. Calma. ( Junta los mechones y
los tira en un cesto, al pasar por el espejo se mira y se da lustre en la pelada) No es para tanto.
Rosaura Ni un pelo te quedó. Seguro que te vuelve a crecer, debe ser una reacción... y si no,
Raymundo, probamos con lociones, masajes, injertos...
Raymundo ¿Injertos? Mirá si va a ser tan importante tener la cabeza poblada de pelos, por
favor ¡Que ocurrencia!...
Rosaura Es que tenias un pelo tan lindo. No, claro, importante no es, lo que pasa es que pienso
con criterio femenino y para una no tener pelo, que horror. Una vez vi una película en la cual
ella se sacaba la peluca y quedaba pelada, él daba un grito de espanto.
Raymundo Estos días yendo en subte observé lo desprolijo que lucen las personas con pelos
caídos sobre la ropa y me dije: “ Esto a mi no me tiene que pasar.” Ahora sí que me siento
realmente impecable.
Rosaura (se mira y se sacude la blusa) Me cuesta imaginarte entrando a la iglesia así... quizá
poniéndote un lindo sombrero... Ay por favor no te dejes estar con el dentista, hace tiempo que
estás por llamarlo. ¿Sí, mi amor?
Raymundo Mis dientes son verdaderas perlas. ( los muestra mirándose al espejo) Ahora se
aflojaron, pasa muchas veces...
Raymundo Claro, en general a las personas con características parecidas a las mías, con esta
manera de enfrentar la vida de mandíbulas bien apretadas. ( Hace el gesto apretando las
mandíbulas.) He observado destacadas personalidades con los dientes flojos.
Rosaura ¡Que raro! Yo nunca lo vi. ¿No me habré dado cuenta? (comienza a poner la mesa).
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Raymundo No observarás los detalles. Pensaba lo desagradable que es el olor a pelo. Ese
champú, Rosaura, el que compraste, podrías empezar a usarlo vos y lavarte el pelo todos los
días.
Rosaura ¿Porqué? ¿tengo olor?... Sabés, pienso en mi traje de novia todos los días, lo imagino
largo, bien, bien largo (riendo), con cola. Y el color no se... ¿te gustaría blanco o rosa pálido?
Raymundo Blanco, blanco, como debe ser. Rosaura necesito concentración, debo preparar el
escrito y presentarlo el lunes. (habla mirándose al espejo) Teniendo en mis manos la solución
perfecta al problema que hace años arrastra la empresa no puedo permitirme una demora.
( Hace gestos extraños con la boca) Con – cen – tra – ción.
Raymundo (sin los dientes) Tal como lo habíamos previsto, se aflojaron del todo, que se le va a
hacer. (se limpia con la servilleta y se sienta en la mesa).
Rosaura ¡Ay Dios mío! ¿Tan flojos estaban? ¡No te quedó nada!.
Raymundo Nada, gracias a Dios. Se acabó eso de masticar como vacas, con movimientos
canibalísticos. Es tan desagradable a los ojos esa forma de hincar los dientes que tienen las
personas.
Rosaura Hablás de un modo tan raro, apenas si te entiendo. (pisa la comida con un tenedor)
¡Justo que el lunes tenías esa reunión tan importante! ¡Que mala suerte!
Raymundo Rosaura, un hombre inteligente lo demuestra justamente cuando puede resolver los
imprevistos. (Se mira al espejo regocijado con su imagen) ¡Bien parado sobre sus piernas!,
enfrenta los desafíos que la vida impone (Raymundo sale).
Rosaura canta el Ave María y cose su vestido de novia blanco y con cola. Raymundo entra de
traje y corbata con su ataché bajo el brazo sin piernas sobre una patineta.
3
Rosaura ¡Raymundo!
Raymundo ¿Qué sorpresa, eh?... No me esperabas a esta hora, no aguanté y me vine no más.
¡Presente el proyecto! (Busca el espejo y no alcanza, se estira para poder mirarse).
Los dejé boquiabiertos, no te das una idea la recepción que tuvo mi propuesta, se produjo un
silencio en el que no se sentía el volar de una mosca.
Raymundo Ningún problema. Como verás (tocando con sus manos el piso) esta cercanía con lo
terrenal, este estado de comunión con la firmeza pura de la tierra... sabés Rosaura la energía que
transmite, la potencia que llega desde las profundidades. ¡Nunca me he sentido mejor!
Rosaura (Con su vestido de novia entre los brazos) ¿Y te parece que así podrás entrar a la
iglesia?.
Raymundo No soy hombre de volver a atrás. Te llevaré en mis brazos ante el altar sintiéndome
un pilar a tu lado. (busca el Espejo).
Tranquila Rosaura, la ansiedad es el peor enemigo del hombre. Me subís a la cama por
favor... Hay telarañas debajo de la mesa, ¿las viste?.
Rosaura en ese ir y venir choca con los zapatos de Raymundo, los levanta y mira.
(Observándola) Por fin me los saque de encima, regalalos Rosaura, alguien puede
necesitarlos.
Rosaura (sentada) Sí, claro, yo estuve sentada toda la tarde y termine mi vestido...
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Dejálo así nomás. (Cuelgan a un costado las mangas que Rosaura comienza a
arremangar)
Rosaura ¿No tendríamos que llamar al médico?
Rosaura ¡Estas blanco como un papel! (Le toca la frente, toma las pulsaciones del cuello) No
encuentro el pulso (Desesperada lo toca por todas partes) ¡El corazón no late!
Rosaura (Lo mira horrorizada. Apoya su cabeza sobre el pecho de Raymundo) ¡Estás muerto,
Raymundo, muerto!
Raymundo ¿Muerto? (va cayendo de costado)
Rosaura No, no, todo perdido. Todos mis sueños. No respirás más. Estás completamente
muerto. ¿Qué me hiciste? Mi vestido blanco, mis ilusiones, tu corazón no late...
Raymundo (caído sobre la cama) Como podes tener un discurso tan elemental... ¿No te
preguntás acaso por el enigma que plantea la existencia del alma? ¿Y los hechos inexplicables
que se originan en el pensamiento de toda la raza humana?... Un corazón latiendo... ¿Eso es lo
único que importa para vos?... Por favor, Rosaura, la vida...es otra cosa.
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La vida, Rosaura
De Susana Gutiérrez Posse