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Filosofia en Enfermeria 1

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FILOSOFÍA EN ENFERMERÍA I

Milagros Carreño
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA RIOJA 2021
HISTORIA DE LA FILOSOFIA

Para entender lo que es la filosofía para nosotros, debemos comprender cómo


impacta en nuestras vidas.
Podemos contar la historia de una persona que está en el campo. Y a lejos ve un
molino. Se alegra porque tiene sed. Se ríe y piensa en Don Quijote, que confundía
molinos de viento con gigantes. - ¿Cómo pude equivocarme tanto? Se trata de un
galpón. Sí, un galpón, seguramente lleno de trigo.
Está cansado, pero sigue caminando. Vuelve a detenerse y ahora se enoja consigo
mismo porque comprueba que no es un galpón sino un tractor. Finalmente llegó al
lugar y el dueño del tractor le da de beber. Le agradece. Ahora que ha recuperado
fuerzas continúa con su rumbo, pero el ya no es el de antes.
A lo lejos ve algo, pero no se atreve a decir qué es.
Ha caído con la duda.
Nunca sabrá, se dice, qué ve.
Los sentidos siempre pueden engañarte. Ha tenido varias visiones falsas y tiene
miedo de volver a arriesgarse, a ilusionarse. Luego se corrige. Escucha su interior
“no, tus visiones no fueron falsas. Has visto bien; tus ojos no han fallado, lo
que falló fue la interpretación que hiciste de aquella visión confusa, tu
elaboración de la imagen”.
Continúa pensando “hubiera podido desviarme de esa ruta y emprender otro
recorrido. Entonces jamás habría sabido que mi visión, había sido falsa”.
Finalmente concluye “Qué complicado es todo. Uno se pone a pensar y, lejos
de aclarar las cosas, no hace más que sumar interrogantes”.
Porque PENSAR ES CRECER EN INTERROGANTES. Es justamente lo que va
enriqueciendo tu vida.
Repitiendo fórmulas establecidas por la sociedad, que “los sentidos engañan” y
luego llegaron a la conclusión de que eres tú quién se engaña mientras
interpretas los datos que los sentidos te arrojan. En ese momento diste un salto,
y creciste.
A menudo, estamos muy seguro de lo que vemos y, sin embargo, lo que vemos es
una apariencia, no es la realidad.
NADA ES LO QUE PARECE SER.
Si, eso es la filosofía. Estamos rodeados de apariencias. Cuando uno se
despierta, quiere conocer la verdad, lo que oculta detrás de las apariencias. En
griego se dice ALETHEIA, lo des-cubierto, es decir, la verdad. De eso se ocupa
la filosofía.
Entonces, ¿Por qué no somos todos filósofos?
Porque no todos nos despertamos. Algunos, mejor dicho, una amplia mayoría,
pasan la vida entre las apariencias y con ellas se satisfacen.
Todo esto no se trata de amargarte, al contrario. Si despiertas y tomas consciencia
de la apariencia, anhelarás el conocimiento de la verdad profunda, des-tapada, de la
ALETHEIA. Allí hallarás el bien, lo permanente.
Todo esto no se trata de amargarte, al contrario. Si despiertas y tomas consciencia
de la apariencia, anhelarás el conocimiento de la verdad profunda, des-tapada, de la
ALETHEIA. Allí hallarás el bien, lo permanente.

Cuando la apariencia entra en crisis, cuando falla, si estás dispuesto a darte cuenta,
se produce la fractura.
La realidad se rompe, ahí te detienes, y piensas.
Perder la protección que brindan las apariencias es un dolor, pero saber que uno
sale de la oscuridad a la luz es una dicha.

Para explicar la ruptura, el quiebre de la realidad, tenemos que hablar de la crisis,


como punto de partida del filosofar.

Una realidad de pareja. El amor hacia su pareja, la extraña, la quiere, piensa en ella.
Luego, en un momento para el otro, hay una distancia entre ellos, y uno de ellos se
pone a pensar y se pregunta ¿ESO ES EL AMOR O ES MI AMOR?
Aquí ya no se piensa en la pareja del otro o en uno mismo, sino en un problema que
está por encima de la pareja. El problema de un concepto, de una idea, del saber
qué es el amor y qué se distingue de mi amor. Entonces uno aquí, abandona lo que
es particular y lo aprendido y también recuerdas que hay otras personas
enamoradas.
En esta situación la persona buscará saber lo que es el amor, pero verificar que lo
suyo, en efecto, es amor, y no una locura momentáneamente o delirante. Saber si
está en lo cierto o si todo es mera fantasía de ella, real, muy real. Todos esos
sentimientos que llama amor tal vez merezcan otro nombre y pertenezcan a una
realidad de otro orden.
Él está en crisis. Francamente cada vez está menos seguro. Después de todo, ¿Por
qué quiere a su pareja?

Aquí una pregunta que desvela, cuando desvela, se piensa. Y cuando uno piensa,
quiere saber la verdad. Y cuando quiere saber la verdad, nos alejamos de la
realidad. Ya no estamos involucrados en eso que pasa, sino que eso que pasa
ahora me ofrece como objeto de contemplación, de pregunta, de asombro.
Cuando la persona se pregunta si esa situación con su pareja es amor o es una
ilusión de él, o es su manera de amar y no amor, hace filosofía. Porque esta
inseguro de lo que vive. Porque cayó en la duda.
También podemos hablar de algo tan natural como el ejercicio de caminar se torna
problema y obliga a pensar.
Una escalera se rompe y debemos pensar en los escalones, en los pies, en la
manera de extender los pies.
CRISIS.
Sí, CRISIS.
Se ha roto algo. Se ha roto la escalera.
Mientras vivimos, no pensamos en lo que estamos viviendo.

Cuando vamos al cine y nos entregamos a la película. Pero si de pronto hay un


corte de luz, despertamos y tomamos consciencia: estamos en un cine viendo una
película, y algo está fallando.
CRISIS.
Significa eso, algo que se rompe y, porque se rompe, hay que analizarlo. De ahí
viene el término “crítica”, que significa análisis o estudio de algo para emitir un juicio.
Y de ahí también “criterio”, que es el razonamiento adecuado.
La crisis nos obliga a pensar. Pensar es consecuencia de alguna crisis.
La crisis produce análisis, reflexión. Cuando el pensamiento es sistemático, cuando
abarca los grandes temas de la vida y busca e indaga qué es el amor, qué es el
bien, qué es la vida, sin dejar llevar por las preferencias individuales, se llama
filosofía.

IDEAS Y CREENCIAS

Detrás de cada conducta hay un conjunto de pautas en formas de ideas y/o


creencias que presta a la acción de cierta lógica, un fundamento relativo a la
sociedad, la cultura, el entorno, el tiempo histórico.
José Ortega y Gasset, en El espíritu de la letra: Las creencias constituyen la base
de nuestra vida, el terreno sobre el que acontece la experiencia.
Toda nuestra conducta, incluso la intelectual, depende de cuáles sean nuestras
creencias profundas, de las que no siempre somos conscientes.
Ralph Linton, antropólogo contemporáneo: Una tribu que trata de detener una
epidemia de fiebre por medio de una cacería de brujas en gran escala actúa
lógicamente de acuerdo con la creencia impuesta por su cultura. Las brujas son las
responsables de la enfermedad. Cuando nosotros tratamos de lograr el mismo fin
por medio de la vacuna.
También actuamos lógicamente basándonos en el conocimiento, producto cultural,
de que la enfermedad es causada por ciertas bacterias. La mayoría de los miembros
de nuestra sociedad jamás ha visto un germen, pero se les ha enseñado que
existen y sin más demostración, aceptan su existencia.
Y así habrían encontrado más lógica la cacería de brujas que la vacunación.
Es tan lógico el comportamiento de estas dos culturas.
En cuanto ambos son fieles a un sistema de pautas dadas como indudables dentro
de determinado contexto social. Uno CREE en la hechicería, el otro CREE en la
vacuna.
¿ CUÁNDO Y CÓMO SURGEN LAS IDEAS? Cuando en el marco de alguna
creencia se abre, de pronto, la brecha de la duda.
Como enseña Ortega y Gasset: en la CREENCIA: SE ESTÁ; en la DUDA: SE CAE.
La creencia da tranquilidad; la duda, incertidumbre, indecisión.
Cuando se cae en la duda, es preciso salvan de inmediato esa situación:
PENSANDO.
Ahí es donde aparece las ideas, porque hay un problema que resolver.
PROBLEMA ACTUALIDAD: ¿Qué debo hacer para ser feliz? ¿Cómo manejar la
vida? Las respuestas preestablecidas, las que existen hace muchos años, las que
nos satisficieron hasta este momento, estaban allí como una calle asfaltada, un
cumpleaños celebrando con nuestros familiares y amigos.
Hasta que empieza a fallar las grandes creencias.
El asfalto de la calle está roto y hace difícil caminar, entonces ¿Qué pie debo
utilizar, debo caminar rápido o despacio?
Hay que pensar. Es tiempo de filosofar.
Dice Ortega y Gasset: Para que la filosofía surja en un pueblo, es preciso que
se haya producido una ruptura con el mundo real.
Así también los griegos se retiraron del Estado (abandonaron las obligaciones del
Estado) cuando empezaron a pensar; y empezaron a pensar cuando afuera, en el
mundo, todo era turbulento y desdichado. Fue entonces que los filósofos se retiraron
a su mundo ideal; los filósofos han sido, como el pueblo los llamó, unos holgazanes.
La filosofía surge cuando la vida pública ya no satisface y deja de tener interés para
el pueblo, cuando el ciudadano ya no puede formar parte alguna en la
administración del Estado.
Afuera no satisface. Afuera no encontramos respuestas. Debemos buscarlas dentro
de nosotros.
La filosofía surge cuando la vida moral de un pueblo se ha disuelto y el espíritu ha
huido al mundo del pensamiento para buscar un reino de lo interior. El primer modo
de existencia de un pueblo es la moral simple. En el filosofar pongo mi vida, me
pongo a mí mismo frente a mí.
FILOSOFÍA SUPONE QUE YA NO ESTOY SATISFECHO CON MI VIDA.
Por otro lado, para resumir todo lo que hemos visto, podemos hablar sobre dos
puntos importantes:
1- ACTIVIDAD NATURALMENTE HUMANA: El encuentro con la verdad es todo un
acontecimiento. Empezar a oponerse a una idea o inquietud sobre la realidad,
especialmente aquellas que nos parecen evidentes.
Éste fue el modo como los grandes filósofos comenzaron a hacer filosofía, y
luego sistematizaron hasta hacerla una ciencia.

El SABER FILOSÓFICO tiene dos pres-requisitos, primero el amor a la verdad y,


segundo, la capacidad de afrontar retos.
Porque conlleva una cierta rebeldía con respecto a la comodidad de lo ya sabido.
El saber filosófico es accesible para todos, no es un privilegio. Es natural para el
hombre de alcanzar a la verdad.
Porque la filosofía conlleva un grado de saber muy alto porque apunta a los
principios radicales de la realidad, y esto, le corresponde a las capacidades o
facultades propias del hombre.
Aquí podemos hablar de que la verdad deslumbra, pero no es fascinante.
No es fascinante porque suele ir cargado de emotividad, hasta puede manipular
llevando a senderos extraños y no a la verdad. En cambio, lo que deslumbra, es su
conocimiento profundo de la realidad es libre, no busca obtener alguna ventaja
extraña a la verdad misma, por eso, la verdad nos hace libres, la persona queda
a su servicio.
Como dijimos antes, el saber filosófico es un saber sistémico y es accesible para
todos, pero debemos saber que hay coherencias entre diferentes puntos, debido a
los temas que tratan y a la profundidad.
Aristóteles dice “todo hombre desea por naturaleza saber”, estamos hechos
para el conocimiento no sólo sensorialmente sino también intelectualmente,
porque el hombre está constituido por una tendencia al saber, a la verdad,
porque estamos hechos para ella.
Todos anhelamos saber, porque los seres humanos sufren mucho cuando se
encuentran a merced del error o de la ignorancia porque uno de los remedios
para sanar el dolor o tristeza es conocer la verdad, el por qué de aquello, y nos
garantizará el gozo, la plenitud.
El saber es un requerimiento de nuestra naturaleza.
Aquí podemos partir para plantearnos la realidad, pero debemos tener en cuenta
que no basta los planteamientos parciales o superficiales porque los problemas no
se solucionan sino se agravan. El modo de ejercer la filosofía es volviéndose a
plantear los problemas que los grandes filósofos han tratado de comprender.
La filosofía misma es la continua búsqueda y encuentro. Cuando hablamos de
búsqueda es siempre nueva del saber, cada descubrimiento se vive como si fuese
el primero. Podemos hablar del filósofo es una persona, en cierto modo, ingenua
que aspira a la verdad a pesar de todo. La verdad es poderosa y sólo se entrega a
sus grandes amadores, si no fuese así, la verdad no tendría valor.
2- SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE LA PALABRA FILOSOFÍA: La filosofía está
compuesta de dos vocablos, FILO-SOPHIA. FILO: AMOR; SOPHIA: SABIDURÍA.
El amor a la sabiduría.
En latín sabiduría se expresa con el término SAPIENTIA, que viene de SAPERE,
que significa en un sentido amplio SABER, por lo que el sabio es un buen
conocedor, el que juzga acertadamente, gracias a que domina los temas que ha
estudiado. Supone un saber superior al ordinario.
El término SABIO tiene un antecedente histórico. Pitágoras empezó a usar la
palabra filósofo, cuando se le preguntó cuál era su oficio, y él respondió que no
sabía ningún arte, sino era simplemente filósofo; y para que se entendiera mejor,
hizo una comparación con las fiestas olímpicas, diciendo que unos acudían para
competir, otros para hacer negocios, y otros sólo para el placer de ver el
espectáculo; éstos últimos serían los filósofos.
Qué es la filosofía, la explicación que realiza Platón, en el banquete, sostiene que el
amor es hijos de Poros, el dios de la abundancia y de Penia, la diosa de la pobreza.
Aquí el amor tiene una combinación de los dos.
La filosofía tiene, por una parte, riqueza, que le viene del tema al cual tiende: la
sabiduría, y, por otra parte, riqueza, que le viene del tema al cual tiende la sabiduría,
y por otra parte, pobreza, del hecho de no poseerla, de estar siempre continua
tensión hacia ella. En esta vida no tendremos la posesión completa del saber, pero
tampoco carecemos absolutamente de él.
Un saber nunca acaba, que no se agota el conocimiento de la realidad, sino se
dirige hacia él y en la medida que lo consigue renueva y continua su búsqueda.
A partir de esto el nombre de sabio se cambió por el de filósofo y el nombre de
sabiduría por el de filosofía. El nombre sabio corresponde a quién busca y ama a la
sabiduría por sí misma.
Es una actividad propiamente humana ya que la inteligencia humana está hecha
para poseer la verdad, en definitiva, la realidad.
Y en el libro VI de la ética a Nicómaco. Ahí se entiende la sabiduría como un hábito,
es decir, como una disposición del espíritu, de una virtud intelectual. Se trata de un
hábito que el hombre adquiere (los hábitos pueden ser innatos o adquiridos por el
ejercicio) en su inteligencia.

¿CÓMO SE ADQUIERE ESTE HÁBITO DE LA SABIDURÍA?

La sabiduría es la consideración de las causas primeras.


Lo específico del ser humano, lo que lo diferencian de otros vivientes, es su
naturaleza racional.
El intelecto humano puede ser tanto TEÓRICO como PRÁCTICO, ya que se
puede aplicar al conocimiento de los principios más radicales de la realidad
(SABIDURÍA TEÓRICA), o se puede aplicar a los asuntos concentrados y prácticos
(SABIDURÍA PRÁCTICA). Así, la sabiduría teórica tiene por objeto las causas
primeras y la filosofía apuntará en primer y principal en lugar a la sabiduría teórica,
que no se propone ninguna aplicación práctica, ninguna utilidad. La sabiduría
práctica consiste en saber aplicar los principios éticos fundamentales a situaciones
concretas, De ahí que sea clave la virtud de la prudencia.
La sabiduría es también ciencia, ciencia es el conocimiento de verdades a las que
se llega por demostración a partir de unos principios: la sabiduría filosófica añade a
la ciencia la característica de versar sobre los mismos principios y juzgar sobre todo
las cosas.
3 – DEFINICIÓN ESENCIAL DE FILOSOFÍA: La filosofía es un tipo de saber que va
a lo radical. Por eso se lo ha definido como “conocimiento de la totalidad de la
realidad, pro sus causas últimas, adquirido por la luz de la razón”.
1. SABER DE LA TOTALIDAD: El objetivo de la filosofía es la totalidad de lo real:
el universo, el ser humano y Dios, que es la realidad más radical. Sin embargo,
hay muchas ciencias que comprenden el estudio de la realidad. Para separar lo
conveniente y distinguir entre objeto materia y objeto formal.

OBJETO MATERIAL: Es aquello que se estudia, la materia de la cual se ocupa una


ciencia. El objeto material de la filosofía es todas las cosas, la realidad en su totalidad.
En esto se diferencia de las ciencias particulares, que sólo atienden a una parte de la
realidad.
Toda realidad puede ser material de estudio filosófico.

OBJETO FORMAL: Es la perspectiva, el método, desde los cuales se estudia el objeto


material. El objeto formal de la filosofía es el estudio de la realidad, buscando sus
principios y las causas más profundas del ser y la naturaleza de los seres. Este punto
de vista es lo más propio de la filosofía, y es lo que le distingue de los otros tipos de
saber.

El objetivo material de la filosofía puede coincidir con otros saberes que también
se ocupan de la totalidad, pero se distingue de ellos en su objeto formal, es decir, en
la perspectiva con que estudia la realidad.
2. POR SUS CAUSAS ÚLTIMAS: El objeto formal reside también la distinción
entre el saber filosófico y el de las ciencias particulares.
Por ejemplo, la filosofía se diferencia de las demás ciencias en que llega a
preguntarse por las causas últimas. Por ejemplo, tanto la psicología, la
anatomía, la sociología y la filosofía estudian al ser humano. Sin embargo, cada
una de ellas lo estudia desde una perspectiva distinta.
La filosofía va más allá de las causas inmediatas, hasta llegar a las causas
esenciales, o los principios más radicales de la realidad, por tanto, llevar a
profundizar.
Las preguntas profundas que apuntan a las causas más profundas, lo cual
puede ser respondidas desde la filosofía.
3. A LA LUZ DE LA RAZÓN: La filosofía es un saber radical, es decir, un saber
que trata de explicarse las cosas de modo radical, averiguando causas que
están más allá de la realidad sensible, de lo que aparece ante nosotros de
manera inmediata.
La filosofía procede según la luz de la razón. En cambio, la teología es un
saber que se basa en el dato revelado, es decir en la fe sobrenatural. Es
supraracional (por encima de lo racional).
La filosofía es por ello un saber natural, a diferencia de la fe que es un saber
sobrenatural.
4. FILOSOFÍA Y CONCEPCIÓN DEL UNIVERSO: Como hemos señalado, la
filosofía es un saber connatural al hombre; porque cada persona tiene una
concepción de la realidad, del hombre, de Dios, y del mundo; cada uno tiene su
filosofía.
Sin embargo, lo importante es tratar de someter la propia filosofía a un examen
para ver si está o no correctamente fundamentada. Por ello, el estudio
ordenado de la filosofía es muy recomendable para tener una visión radical de
la realidad y también proporciona suficiente criterio para saber diferenciar
aciertos y errores de las ideas predominantes en los ámbitos científicos,
culturales y sociales.
Por otra parte, la filosofía deber entrar en diálogo con las diferentes ciencias.
Para esto hay que disponerse a mucho estudio y a un continuo diálogo. Tal
como sucede en cualquier saber específico, en filosofía sólo se adquiere una
adecuada perspectiva cuando se ha llegado a un cierto nivel de conocimientos.
Esta dificultad se hace mayor cuando la filosofía versa sobre la ciencia,
psicología, arte, etc. En estos casos se requiere una reflexión sobre
conocimiento proporcionados por otras ciencias, de las cuales se debe tener un
conocimiento o base suficiente, de lo contrario, la pretensión de la filosofía de
iluminar esas creencias se queda desautorizadas.
¿Q U É NO S MUEVE A F I L O SO F A R ?

El filósofo Alemán Karl Jaspers, en un pequeño libro titulado La filosofía, trata de


responder a esta cuestión y señala tres motivos por los cuales los seres humanos
sienten la necesidad de filosofar.
1. EL ASOMBRO: Nuestra admiración por lo que nos rodea y por lo que nos
resulta extraño nos llevar a querer conocer.
En la admiración advertimos todo lo que no sabemos, descubrimos nuestra
ignorancia. Nos preguntamos por aquello que ocasiona nuestro asombro,
nuestra sorpresa.
2. LA DUDA: Tratamos de dar respuesta a las preguntas que se dieron por
nuestro asombro. Pero ni bien creemos satisfacernos con estas respuestas,
surge en nosotros la duda. Advertimos que todo conocimiento humano es
falible y desconfiamos de nuestro imperfecto saber. La duda aparece,
entonces, cuando tomamos consciencia de la inseguridad e incerteza del
conocimiento humano. Por eso, ante cada aparente solución surge un nuevo
problema y la posibilidad siempre latente del error.
- EL ARTE DE SABER PREGUNTAR: Podemos decir que los filósofos es un
gran insatisfecho, pero no en el sentido de la intranquilidad de sí mismo, sino
de tener una gran capacidad de preguntar.
Es posible conformarnos con las respuestas elementales. Inclusive el filósofo
se plantea ¿Para qué más? . El podría responder ¿Y por qué menos? . Según
Aristóteles, “Es indigno del ser humano no acceder a un conocimiento del
que es capaza”.
Por otro lado, las preguntas que se refieren a lo que estamos tranquilamente
acostumbrados, a lo que damos por hecho, lo que casi nadie se pregunta. Pero
ya tenemos una pista para saber preguntar y es precisamente preguntarnos
sobre lo obvio, sobre lo que transcurre nuestra vida y casi nadie se pregunta.
- SANA IRONÍA: (Otro elemento que recibimos pro la tradición Socrática)
Sócrates y sus discípulos ejercían el arte de la pregunta en la ciudad.
El filósofo se había propuesto una tarea en su vida: lograr que sus
conciudadanos reconocieran su ignorancia y que se abrieran así a la
posibilidad de conocer. El preguntaba a los sabios y extranjeros que visitaban
su ciudad, y los sabios respondían con mucha seguridad. Pero Sócrates no se
conformaba con sus respuestas y seguía preguntando, con esta serie de
preguntas mostraba al resto las contradicciones y los errores de sus
argumentos, hasta que éstos, vencidos, reconocían ignorar la respuesta
correcta ¿Les daba Sócrates la respuesta? . No, porque él tampoco la tenía, y
mostraba que sus opiniones se basaban en las costumbres y no en la razón y
que eran incapaces de defender con argumentos correctos lo que consideraban
bueno, justo o verdadero.
Cuando Sócrates tuvo 70 años, fue acusado ante los Tribunales de Atenas.
El cargo de corromper a los jóvenes significaba acusar a Sócrates de apartar a
los jóvenes del saber tradicional, de hacerlos dudar sobre la moral impartida
por sus padres y desviarlos del camino correcto.
En su defensa, Sócrates negó la legitimidad de la acusación. Él estaba
convencido de haber beneficiado a su ciudad con su tarea.
Los había alertado sobre la necesidad de reflexionar, utilizar la propia razón
para comprender el universo y la conducta de los hombres.
3. LAS SITUACIONES LÍMITE: Siempre estamos inmersos en alguna situación.
Las situaciones son cambiantes y nos exigen respuestas variadas. Pero hay
situaciones permanentes, que no cambian. Son situaciones fundamentales,
definitivas, que revelan nuestros límites: no podemos no morir, no podemos no
sufrir, no podemos no sentir angustia. Por lo general, somos conscientes de
estar en una situación límite cuando vivimos momentos difíciles: la muerte de
un ser querido, la enfermedad de alguien cercano, el amor no correspondido, el
fracaso de un proyecto. La consciencia de nuestros límites nos lleva a filosofar
porque surge necesariamente en nosotros la pregunta por el sentido y el valor
de la existencia humana.
C O M I E N Z O H I S T Ó R I CO D E L A F I LO S O F Í A
E N O C C I D E N T E

Si la filosofía surge del asombro, la duda y de las situaciones límites; si la filosofía


es el deseo del saber y ese deseo no puede ser colmado; entonces la filosofía
existe desde que existe el hombre y dejará de existir sólo si se extingue la especie
humana.
Sin embargo, tuvo sus comienzos hace unos 2500 años en Grecia. En efecto, en el
siglo VI antes de Cristo, comenzó a desarrollarse en Grecia una nueva forma de
pensar, de comprender el mundo que nos rodeaba sin recurrir a las tradiciones que
todo lo explicaban por la acción de los dioses. Estos hombres usaron su razón para
hallar argumentos que hicieran comprensibles el universo y la conducta humana.
Por ejemplo, el filósofo Protágoras, consideró que había que investigar la naturaleza
sin tomar en cuenta la cuestión de si los dioses existían o no. Demócrito, por su
parte, aseguró que todo lo existente estaba compuesto de partes indivisibles
llamadas “átomos”.
Este tipo de explicación se distingue de la explicación propia de esas épocas: la
explicación mística . Los mitos son narraciones con las que se pretende explicar el
origen del mundo o de cualquier otro aspecto de la cultura de un pueblo. En los
mitos se personifican y divinizan fenómenos naturales.
En la explicación mística se entiende que lo que sucede en la naturaleza depende
de la voluntad de los dioses. Desde esta perspectiva, no se advierte la regularidad
de los fenómenos naturales.
La explicación racional, en cambio, no recurre a las divinidades para interpretar las
fuerzas y fenómenos naturales. Surgen las ideas de “necesidad” y de “ley”. Lo que
sucede en la naturaleza puede ser comprendido por nuestra razón pues no es el
producto del enojo o el capricho de un dios.
En resumen, la filosofía entendida como el ansia del saber y la necesidad de
responder a las preguntas fundamentales de nuestra existencia no tiene un
comienzo histórico y es propia de todas las culturas. Pero la filosofía entendida
como el ejercicio del pensamiento racional para intentar responder a esas
cuestiones es un logro propio de la cultura occidental y tiene su comienzo en el sigo
VI antes de Cristo.

FI L O S O FÍ A Y C I E NCI A

El comienzo de la explicación racional, el cambio de actitud para mirar los hechos


nos rodea y para mirarnos a nosotros mismos, indica el comienzo tanto de la
filosofía como de la ciencia. En sus inicios, ciencia y filosofía no se hallaban
separadas como lo están en nuestros tiempos. Los primeros filósofos se ocuparon
de todos los temas del conocimiento. Encontramos filósofos como Aristóteles, que
escribían sobre cuestiones relativas a la biología, la física, la astronomía, la filosofía.
Es que en esas épocas el saber estaba unificado y no existían las diferentes
disciplinas científicas y, menos aún, las especialidades. El conocimiento disponible
era muy limitado y podía ser abarcado por una misma persona.
A partir de los tiempos modernos está el proceso de separación entre la ciencia y
filosofía. El aumento del conocimiento sobre el universo hizo necesario esta
separación. Para poder profundizar el saber había que restringirlo, recortar sectores
de la realidad para poder estudiarlo con la mayor profundidad y precisión posible.
Cuando la filosofía se pregunta a sí misma por su condición, esa pregunta es
siempre filosófica. Las ciencias no se preguntan por sí mismas.
Cuando lo hacen, tenemos filosofía de las ciencias. La filosofía se plantea como
saber que totaliza todos los saberes, el saber que reflexiona sobre todos los
saberes.
Por otro lado, la ciencia no piensa y eso significa que no se piensa en sí misma, sino
que va hacia adelante descubriendo lo verificable, que es reproducible. Pero la
pregunta del por qué y del para qué de la ciencia le corresponde a la filosofía.
Aquí podemos observar lo notable es que el científico no tiene menor idea ni
sospecha jamás cuando planteaba la fórmula genial (aquello por lo cual lo llaman
sabio) que iba a poder ser utilizada para esto. De aquí que también los científicos,
cuando ven estallar las bombas atómicas, dicen: caramba, ¿qué hicimos? . Y
bueno, sus fórmulas fueron utilizadas para eso. O sea, el científico no es un sabio,
porque no tiene ni siquiera el saber de su propio saber, porque a la ciencia le falta la
autorreflexión, y porque a la ciencia le falta contextualizarse con la historia y la
política.
Y estos científicos, a los cuales se llama sabios, no tienen la mejor idea de lo que
están haciendo. Porque el científico no aspira a un saber totalizador, porque no
totaliza su propia praxis, porque no piensa dentro de qué política y va a ser sobre
todo utilizada o manipulada. Por el contrario, el filósofo tiene que saber esto, es la
obligación de filosofo reflexionar sobre esto.
Por eso la filosofía piensa a la ciencia y se piensa a sí misma. Es el amor al
saber, y no es el saber muchas cosas lo que hace de un hombre sabio. Lo toma de
Heráclito, al que todos conocen sobre todo por el magnifico y famoso río en que el
nadie se puede bañarse dos veces, porque a cada momento es y ya no es el
mismo, y que constituye una de las más formidables metáforas de la realidad,
porque todo fluye y por esto todo es y no es.
Por otro lado, en el fragmento 35 Heráclito dice “Conviene pues, sin duda, que los
hombres amantes de la sabiduría conozcan y tengan conocimiento de muchísimas
cosas”. A partir, de la caída de las filosofías dialécticas de la totalización, se llama
una desagregación del saber, una fragmentarización del saber. Con lo cual realiza
un movimiento interesante, que es el de reflexionar sobre aquello que ha pasado
desapercibido o no ha ocupado un primer plano en las reflexiones de los filósofos:
las minorías sexuales, feminismo, el problema de la filosofía africana.
Lo que plantea Heráclito es que el filósofo tiene que saber muchas cosas, porque la
filosofía es un saber total, se ocupa de todo, no hay nada que sea ajeno a la
filosofía.
Y luego, en el fragmento 40, Heráclito dice “la mucha erudición no enseña a tener
inteligencia” , pero que además la conocemos por conocer a muchos eruditos es
un compulsivo del saber, pero no de la reflexión. Sabe, sabe, sabe, y nunca
sabe lo suficiente. En realidad, nunca en esta vida vamos a saber lo suficiente, de
modo que el erudito no se detiene nunca, ósea, no piensa nunca.
Ese momento de detenimiento es el momento de la reflexión. El erudito no se
detiene nunca porque lo que quiere es siempre saber más.
Jamás vamos a terminar de saber todo lo que hay que saber.
Entonces ahí hay dos caminos señalados por Heráclito en estos fragmentos.
1- Es el intentar saber todo lo que es posible saber.
2- Es animarse a pensar, lo cual no es una limitación, es la otra posibilidad de lo
infinito.
En lugar de querer saberlo todo y acumular conocimientos compulsivamente, tratar
de pensarlo todo, para lo cual no necesitamos saberlo todo.
Podemos decir que pensar no es la erudición, el pensar es el poder que tiene el
hombre de preguntarse acerca de la realidad.
La filosofía existe porque la erudición no alcanza.

S IMI L I T UD E S Y DI FE R E NCI A S E NT RE
FI L O S O FÍ A Y CI E N CI A

La similitud fundamental entre filosofía y ciencia ya ha sido señalada: ambas


pretenden dar explicaciones racionales. Se oponen, por lo tanto, a las explicaciones
míticas y a las opiniones infundadas. Tanto la filosofía como la ciencia exigen
justificar lo opinado.
No tienen miedo a lo desconocido. Por eso, buscan conocer en lugar de cubrir la
propia ignorancia con falsas creencias.
Por lo tanto, difiere en varios aspectos. A continuación, enumeramos algunos de
ellos:
- LA FILOSOFÍA CARECE DE RESULTADOS UNIVERSALMENTE
VÁLIDOS: Es una actividad racional pero subjetiva. Es por eso por lo que
cada filósofo elabora su filosofía. Y las respuestas que dan los filósofos a las
mismas preguntas pueden ser contradictorias entre sí.
Por ejemplo, en relación con la pregunta ¿Qué podemos conocer? , han
surgido varias respuestas.
Para algunos filósofos, la capacidad de la razón humana no tiene límites: a
través de ella podemos conocer tanto el funcionamiento del universo como la
necesidad de la existencia de Dios.
Para otros filósofos, sólo podemos conocer lo que se nos muestra en la
experiencia: podemos conocer los fenómenos naturales, pero no podemos
saber nada acerca de la existencia de Dios.
La ciencia, en cambio, logra dar respuestas que pueden ser corroboradas y
aceptadas por todos los científicos.
- LA FILOSOFÍA NO PROGRESA: Como las respuestas dadas por los
filósofos nunca son definitivas, no puede afirmarse que un filosofo actual esté
más cerca de la verdad que un filósofo de otras épocas. Por eso, estudiar
filosofía implicar estudiar a los grandes pensadores de la historia. Si la
filosofía progresa, no tendría vigencia en la actualidad.
La historia de la ciencia es progresiva. Por eso, un científico actual sabe
mucho más acerca de la realidad que uno científico de otras épocas.
- LA FILOSOFÍA BUSCA UN SABER UNIVERSAL: La filosofía no tiene
deseos particulares. No desea conocer un ámbito específico de la realidad ni
se caracteriza por ocuparse de un tema determinado. Se interesa por todo,
sus preguntas tienen carácter general.

FU NCI Ó N A CT UA L D E L A FI L O S O FÍ A

La filosofía no logra respuestas definitivas ni universalmente válidas. La filosofía no


progresa. La ciencia logra conocimientos universalmente válidos y su progreso es
cada vez más acelerado. ¿Qué función puede cumplir la filosofía? ¿Cuál puede ser
su utilidad?
Por un lado, la filosofía ocupa el lugar que la ciencia ha dejado vacante. La ciencia
puede decirnos cómo se comportan los seres vivos, pero no pueden decirnos cuál
es el sentido de la vida.
Y si bien las respuestas filosóficas nunca son definitivas, esto no significa que sean
rechazables o inútiles. Las respuestas ofrecidas por los filósofos nos abren a nuevas
posibilidades, nos invitan a pensar y a liberarnos de nuestras creencias infundadas.
La filosofía es un saber que surge del amor: amor a la vida y amor a los seres
humanos. Desde estas perspectivas, la filosofía intenta que sus respuestas, puedan
servir, puedan orientar la conducta de los hombres.
Así, a los problemas que la filosofía siempre se ha planteado, se le agregan los
problemas propios de nuestra época y que están relacionados, en gran medida, con
la ciencia.
Además, la filosofía tiene asignada otra tarea: la de tratar unificar el saber
fragmentado que nos ofrece la ciencia. Ya nos hemos referido a la creciente
especialización específica. Esta especialización fragmentada la realidad para poder
estudiarla. Cada especialidad profundiza los conocimientos sobre un aspecto
reducido de esa realidad. Y el especialista, debido a su tarea, sabe mucho sobre
poco. Frente a esta situación, algunos filósofos se han interesado en lograr una
visión menos parcializada. Para ello, toman lo que cada ciencia dice sobre su objeto
de estudio e intentan construir con ese saber una visión conjunta y coherente del
universo.

P RO B L E MA S DE L A FI L O S O FÍ A

Si se revisa la historia de la filosofía, puede advertirse que las respuestas son muy
variadas pero las preguntas son, las mismas.
Los filósofos se distinguen por sus respuestas, pero se identifican por su deseo de
saber.
Las distintas preguntas que se formulan los filósofos han dado lugar a la
constitución de diferentes ramas de la filosofía.
METAFÍSICA: ¿Qué es la realidad? ¿Existe una realidad aparente y
otra real? ¿Qué es lo aparente? ¿Existe Dios?
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO: ¿Qué es el conocimiento? ¿Es
posible conocer? Si es posible, ¿Cuál es el alcance del conocimiento
humano? ¿Qué es la verdad?
ANTROPOLOGÍA FILOSOFÍCA: ¿Qué es el hombre? ¿Es algo más
que un animal consciente? ¿Posee alma?
ÉTICA: ¿Qué es el bien? ¿Qué es el mal? ¿Cómo debemos actuar?
ESTÉTICA: ¿Qué es lo bello? ¿Qué es lo feo? ¿Algo es bello porque
nos agrada o nos agrada porque es bello?
FILOSOFÍA DE LA CIENCIA: ¿Cuáles son las características
principales del conocimiento científico? ¿La ciencia es la única forma
de acceder a la verdad?
FILOSOFÍA POLÍTICA: ¿Qué es la política? ¿Qué relación existe
entre ética y política? ¿Qué es lo que da legitimidad a un gobierno?
FILOSOFÍA DE LA HISTORIA: ¿Qué diferencia existe entre el
acontecer histórico y el acontecer natural? ¿Existe leyes de la historia?
Si existen, ¿ En qué se diferencian de las leyes naturales?

¿Q U É E S L A ME TA FÍ S I CA ?
El nombre significa “ más allá de la física”, y se aplica a lo que Aristóteles llamó
“filosofía primera” . La naturaleza de esta disciplina: al buscar la explicación última
del ser de los entes del universo, ha de remontarse más allá de lo material y
sensible hasta los principios más radicales (Acto de ser, esencia, causas, etc) .
La metafísica estudia la realidad del universo, pues éste tiene esencia y acto de ser.
El objetivo material de la metafísica es toda la realidad del universo y su objeto
formal, es el estudio del ser del universo con los hábitos intelectuales
correspondientes. Por lo demás, es un saber que se apoya en las Ciencias
Particulares.
Podemos ir más allá del conocimiento sensible. En las ciencias es posible
universalizar aquello que se ha experimentado prescindiendo de los elementos
concretos.
Pero, todavía no se llega ala captación del ser, de que aquella realidad “es”, de que
las cosas “son” . Para acceder hasta este nivel hace falta profundizar más todavía,
para alcanzar lo más radical de la realidad. A ese nivel llega la metafísica.

L A FI L O S O FÍ A DE L A NA TU RA L E ZA

Estudia los seres que conforman la naturaleza.


El universo que se estudia aquí no es el universo físico, ni la física es la física
matemática, sino que su perspectiva es fundamentalmente filosófica.

L A A N TRO P O L O G Í A FI L O S Ó FI CA

La filosofía clásica entendió que el estudio filosófico del hombre es parte de la


filosofía de lo viviente.
Su objetivo propio es el estudio radical del hombre, en cuanto a su esencia y a su
acto de ser personal. En este estudio tiene en cuenta la mayor cantidad de aportes
que sobre el hombre hayan hecho las ciencias particulares.
La esencia humana es estudiada por la filosofía de modo causal. Para esto se
empieza con el estudio de las operaciones específicas del ser humano, aquellas que
le distinguen de todos los demás vivientes: las de la inteligencia y las de la voluntad.
El ser humano es una unidad, todas las operaciones se co-implican unas con otras,
porque no puede haber un ser humano que sea sólo inteligencia, ni sólo voluntad.

GNOS E O L O G Í A O TE O RI A DE L CO NO CI MI E NTO
Se ocupa del conocimiento (gnoscere: conocer). También se le suele llamar teoría
del conocimiento y epistemología. Se ocupa de estudiar el conocimiento humano,
las facultades cognoscitivas de cada uno de los actos cognoscitivos que realiza el
ser humano.
También las diferentes teorías y corrientes epistemológicas, con sus respectivas
pretensiones de verdad.

L A TE O L O G Í A N A TURA L

Es un saber natural de Dios, procede por medio de la luz natural del entendimiento.
Si el filosofo es capaz de conocer al universo, al hombre, desde luego que no podrá
dejar de lado a Dios.

L A É TI C A

Está es una filosofía práctica, que se ocupa de la acción humana libre, es decir
susceptible de calificación moral: buena o mala.
La ética es una parte de la antropología filosófica, es una ciencia práctica en el
sentido de que ordena el obrar humano según su Fin Último, no se detiene en la
contemplación de la verdad, sino que aplica ese saber a las acciones humanas,
proporcionando el conocimiento necesario para que el hombre obre bien
moralmente. Se suele dividir en ética personal y ética social, aunque las dos van
muy relacionadas.

F I L O S O FÍ A P RÁ CTI CA

Aunque la ética es la filosofía práctica por excelencia, se suele considerar dentro de


este apartado a la filosofía de las ciencias humanas prácticas: Filosofía del Derecho,
Filosofía de la Historia, Filosofía de la Economía, Filosofía de la Empresa, Filosofía
de la Educación, Filosofía de la Acción Directiva.
Toda esta parte de la filosofía se ocupa de los Fundamentos de cada una de
aquellas ciencias sobre las que versan: sobre el derecho, la historia, la economía, la
empresa, la educación y la acción directiva, se estudia el estatuto propio de cada
ciencia y se la relaciona con la persona humana y con la sociedad.

L A FI L O S O FÍ A DE L Y DE L A TÉ C N I CA
Estudia los aportes del arte y de la técnica al mundo humano y discierne su calidad
de medios respecto del Fin Último del hombre.
No sólo reflexiona sobre el tipo de actividad que les constituye, sino también en su
sentido y finalidad respecto de los seres humanos.

L A L Ó G I CA

La lógica estudia la validez de los distintos tipos de razonamiento, o sea, qué


condiciones o qué leyes deben cumplirse para que sean correctos. La lógica estudia
los procedimientos de la inteligencia, con el fin de asegurar que sean correctos y
conduzcan a la verdad. Se distingue de la gnoseología en las condiciones que han
de darse para que los razonamientos sean verdaderos.

FIL O S O FÍ A Y CI E N CI A S P A RTI CUL A RE S

La filosofía las ciencias particulares consiste, sobre todo en que la filosofía estudia
la realidad en su aspecto más radical y buscando sus causas últimas, mientras que
las ciencias particulares estudian aspectos concretos de la realidad, buscando
causas más inmediatas.
Además, el ámbito propio de las ciencias particulares (las ciencias naturales: física,
biología, o de las ciencias humanas: la sociología, la historia) está constituido por
aspectos determinados de la realidad (propiedades físicas, comportamientos
humanos) que se estudian buscando explicaciones que no sobrepasan ese nivel
(cómo unas propiedades físicas influyen en otras, o unos comportamientos
humanos en otros). La filosofía, en cambio, estudia toda la realidad en cuanto tal, y
no uno aspectos de ella.
Al buscar las últimas causas de la realidad, la filosofía llega al estudio de las
realidades espirituales y las considera en sí mismas: el conocimiento del alma
humana, Dios. Además, trata todos los aspectos de la realidad a la luz de las
explicaciones filosóficas estrictamente radicales.
El cientificismo , al contrario, afirma que el método de las ciencias experimentales
es el único válido para conocer la realidad.
Respecto al cientificismo optimista de los siglos XVIII y XIX, que veía en las ciencias
la solución de todos los problemas humanos, el cientificismo reciente suele ser
pesimista, exagerando los límites de la ciencia, afirmando que nunca se puede
llegar a conocer con certeza a ninguna verdad.
Puede hablarse también de un cientificismo respecto a las ciencias humanas. Por
ejemplo, el “historicismo” que reduce toda la explicación de la realidad, a factores
históricos que además respondían a leyes necesarias.
En este sentido, hay que tener en cuenta las bases filosóficas de las ciencias
particulares que son muy importantes. Las ciencias particulares consideran la
realidad desde una perspectiva y con un método que no son filosóficas. Peor se
fundamentan en la metafísica o en la antropología.
Sucede que las ciencias particulares se basan implícitamente en determinadas
concepciones acerca de la realidad que estudian, y la reflexión es una tarea
filosófica.
Por lo tanto, es posible que una ciencia particular se construya sobre unas bases
metafísicas más o menos equivocadas. Tal fue el caso de la física mecanicista,
edificada sobre el presupuesto de que todas las propiedades de la materia se
reducen a los aspectos relacionados con una cantidad; y lo mismo sucede con la
sociología que admita la existencia de leyes necesarias en los comportamientos
sociales.
El mecanicismo concibe la realidad al modo de una máquina mecánica, donde todo
se explica por el desplazamiento de piezas, materiales.
El conductismo supone que todo en el hombre se reduce a factores materiales,
bajo el pretexto de que otros factores (como la consciencia, el espíritu, la libertad,
etc) no pueden someterse a los métodos de la ciencia experimental.
Estas posturas son de doctrinas reduccionistas, porque reducen la realidad que
estudian a algunos aspectos prescindiendo de otros. Y, en cuanto que suele
presentarse como conclusiones científicas sin serlo, son doctrinas pseudo-
científicas, en las que lagunas verdades parciales y científicas se encuentran
mezcladas con otras afirmaciones falsas.
Cuanto más elevado es el objeto que tienen las ciencias particulares, mayor será su
vinculación con la filosofía.
Las ciencias que se ocupan directamente del hombre (como la psicología, la
sociología, y la historia) utilizarán necesariamente conocimientos filosóficos, y la
verdad de sus conclusiones dependerá en buena parte de que esa base metafísica
sea correcta.
La identificación debida al influjo del positivismo, entre ciencias “particulares” y
ciencias “positivas” conducen a notables confusiones. En realidad, no existen
ninguna ciencia “positiva”, si con ese nombre se quiere designar una ciencia que no
tenga ninguna relación con la metafísica. Si esto fuera así, entonces no sería
ciencia, sino sólo un instrumento pragmático, sin valor para conocer la realidad, que
es lo propio de la ciencia.
Sin embargo, aunque las ciencias particulares tienen unas bases metafísicas, éstas
tienen su propia autonomía.
La filosofía, aunque tiene una función de juzgar y dirigir a las demás ciencias,
respeta su autonomía. La filosofía no interfiere con ellas en el mismo terreno, pues
su función directiva se ejercita desde un plano superior.
Tanto la ciencia como la filosofía sacan sus conclusiones según sus métodos
propios; pero, además, las conclusiones científicas puede ser objeto de estudio
filosófico.
En la antigüedad y en la Edad Media, los estudios científicos-experimentales se
agrupaban, junto con los filosóficos, en la llamada filosofía natural.
Inclusive, la obra principal de Newton es un tratado de física moderna, tenía como
título “principios matemáticos de la filosofía natural” . Hasta comienzos del signo
XVII, se consideraba la filosofía como el conjunto de todo el saber.
Sin embargo, el desarrollo de las ciencias experimentales desde el sigo XVII,
parecía a algunos ser el único conocimiento válido de la naturaleza, y la filosofía
quedaba reducida a reflexiones metodológicas .
En el siglo XIX, la filosofía era una simple “reflexión” sobre los resultados científicos
que no tenía ningún valor, entendiendo pro científico todo conocimiento “positivo”.
Luego, en el sigo XX se ha producido importantes avances científicos que han
ayudado a comprender más el método experimental. El método experimental es
válido dentro de un ámbito de la realidad.
El ser humano ha descubierto el método experimental como válido para poder
solucionar los problemas humanos (lo que ha dado origen a la ciencia), sin
embargo, ha ido más allá de reconocerlo como válido para un ámbito de la realidad,
y entonces lo ha absolutizado.

F I L O S O F Í A, FE Y TE O L O G Í A

La filosofía se diferencia de la fe, pero no se opone a ella. La fe es un tipo de


conocimiento y la filosofía es otro distinto, pero los dos son conocimiento.
La fe, aún la fe natural, es un acto de entendimiento que es movido por la voluntad
para asistir con certeza, sin miedo a que sea verdad la opinión contraria, basándose
en la autoridad y testimonio del otro.
En la fe existe firmeza, certeza, en el conocimiento. Quien cree tiene motivos
suficientes que le inducen a creer; no cree sin fundamento. Por lo tanto, más que
creer algo, uno cree a alguien.
La fe sobrenatural sucede algo parecido, con la diferencia de que Aquel a quien se
cree es Dios mismo, Autor de la verdad que nos revela, y Quien no puede ni
engañarse ni engañarnos. Por eso la razón no se contrapone a la fe, sino son
saberes complementarios, ya que tanto la razón como la fe tienen el mismo origen.
“La fe no destruye la razón, sino que la supera y le confiere plenitud”.
La fe se define como la virtud sobrenatural por la que, con inspiración y ayuda de la
gracia de Dios, creemos ser verdadero lo que por El ha sido revelado, no por la
intrínseca verdad de las cosas, percibida por la luz natural de la razón, sino por la
autoridad del mismo Dios que revela, el cual no puede ni engañarse ni engañarnos.
Aunque podemos alcanzar pro la luz de la razón buena parte de las verdades
reveladas, Dios ha querido revelarlas positivamente porque a veces la razón
humana puede errar y en vez de acercarse a la verdad divina, puede equivocarse
en el camino.
Respecto a las diferencias entre filosofía y teología, es que, la teología es la ciencia
de la fe, es decir, la ciencia que, bajo la luz de la revelación divina, trata a Dios, de
su ser y de sus obras y de las criaturas en cuanto se refieren a Dios. Se fundamenta
y procede a partir del dato revelado. En cambio, la filosofía procede según la luz
natural de la razón.
Se dice también que la filosofía es sierva de la teología, porque cuando se ejercita
bien la razón, es posible encontrarse a Dios, ya que no puede haber oposición entre
fe y razón debido a que como hemos dicho tanto la razón como la fe tienen el
mismo origen: Dios.
La razón aporta a la teología, y también la fe es una cierta ayuda para la filosofía.
Mediante el recto ejercicio de la razón, la teología puede demostrar los preámbulos
de la fe: existencia de Dios, del alma humana.
A su vez, el cristianismo aporta, indirectamente, a la filosofía. Es claro de que el
cristianismo no una filosofía, sino una religión. Sin embargo, su influencia es radical
a lo largo de la historia y también en la investigación filosófica. Existen quienes
niegan la posibilidad de una Filosofía cristiana porque sostienen que el filósofo
cristiano ya tiene contestadas, por la fe, las preguntas más fundamentales sobre sí
mismo, el universo y Dios.
Por otro lado, también ha existido en la historia de la filosofía, una filosofía cristiana
en la Edad Media, especialmente con San Agustín y Santo Tomás de Aquino. Sus
filosofías son una clara manifestación de que es posible una relación adecuada
entre cristianismo y Filosofía. También ha existido algunas concepciones erróneas
en torno a esa relación entre filosofía y fe. Una de esas es la posición de la absoluta
independencia de religión y filosofía. En la edad media se llamó “teoría de las dos
verdades”.
Estas concepciones han tenido una vigencia actual cuando se ha dicho que la
religión pertenece al sentimiento, en cambio la filosofía a la razón, pero aún con ser
contradictorias pueden tener cabida en la misma persona.
Otra postura es la del gnosticismo, que considera que el cristianismo es una
“versión popularizada” del saber filosófico y fue declarada herética por la iglesia.
Una tercera teoría es la que sostiene que hay incompatibilidad entre cristianismo y
filosofía, debido a que como decíamos al principio, el cristiano ya posee de
antemano una concepción sobre la realidad. En este caso, el cristiano sólo podría
hacer apologética, no filosofía. Sin embargo, como veremos la influencia del
cristianismo en la filosofía es parcial, ya que, aunque alguna verdad le ha ofrecido al
filósofo para su consideración, sin embargo, no le ha eximido del trabajo intelectual.

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