1
1
1
30 de mayo de 2021
Querida Giselle:
Las convicciones son un poco difíciles de creer, pero siempre supe que debía hacer esto.
Siempre supe que debía despedirme. Siento no poder verte a los ojos y decirte lo mucho
que te amo, siento no poder degustar nunca más el sinfónico espectáculo nocturno que nos
solían dar las estrellas en aquellas noches en que tú y yo vivíamos en nuestro pequeño e
inocente mundo y, siento también irme de esta forma.
Espero nunca poder olvidarte, a ti, a la chica por la que cambié mis ideales, creencias y
hasta personalidad. Recuerdo muchas cosas que vivimos, que sentimos, que hicimos.
Tengo miedo de olvidarme de tu sonrisa, esa misma que me iluminaba y le daba brillo a
mi vida y cada vez que la veía crecía en mi interior una sensación de armonía. Tu voz, tu
melodiosa y dulce voz, cómo desearía poder quedarme a tu lado y poder escucharla por
mucho más tiempo. Solo espero que cumplas tu promesa y sigas cantándome hasta el día
de tu muerte, o si lo deseas, hasta el día de la mía, pero prométeme que solo me cantarás a
mí.
Mira al cielo, él guarda todos nuestros recuerdos, él lo vio todo. Lo presenció también a
parte de nosotras. Nuestras emociones, nuestras pasiones, nuestros anhelos, él lo sabe más
que nadie. Míralo, que, si llego a olvidarte, él hablará por mí y te contará todo lo que
generaba mi corazón cada que vez que tocaba tu mano y nos abrazábamos bajo la luna.
Quiero que comas nuestro helado favorito sin botar ni una sola lagrima, porque la débil
soy yo, tu siempre has sido fuerte, espero que puedas serlo cuando me vaya.
Espero muchas cosas de ti, sé que no me decepcionaras. En los días lluviosos mi recuerdo
te hará compañía y en los cálidos creo que puedes comer un helado pensando en mí, eso es
suficiente. Tú siempre fuiste y serás suficiente. Suficiente para que sienta que no debo
irme, pero lastimosamente no es algo que pueda elegir yo. Quiero que también busques el
suéter que nunca te devolví. Sí, tampoco tengo la valentía para devolverlo. No tengo la
valentía suficiente para mirarte a los ojos y decirte que me iré para siempre. No quiero un
ultimo beso, no quiero una ultima noche a tu lado, no quiero que sea la ultima vez, no.
Quiero que sea el comienzo de una búsqueda que tal vez no tenga fin, pero que es
necesaria. Debes buscar a alguien que te ame mucho más que yo, que esté dispuesta a vivir
contigo aquí, no estés triste por mí, a donde quiera que vaya, yo estuve muchas veces en el
cielo contigo. Nada va a ser peor que perderte y tener que volver a buscarte. Pero tendré
esperanzas, por ti, por mí y por nuestro amor.
Quiero que le sonrías a la vida, pero que me cantes solo a mí, a mi recuerdo.
No estés triste, tal vez en nuestra próxima vida no me toque despedirme a mí, sino a ti. Lo
siento, no es nada fácil. Lo siento de nuevo. Siempre va a haber algo que nos impida estar
juntas, porque el universo no puede permitir que haya un amor más fuerte que el que
siente por sus galaxias, por eso no podemos estar juntas. Nuestro amor va más allá de la
realidad y por eso nos han condenado a la vida y la muerte.
Siento mucho tener que morir por culpa de una enfermedad que, al parecer, al igual que
las personas a nuestro alrededor, también siente envidia de lo bello que seguirá siendo
nuestro amor. Siento ser tan débil. Por favor ámame hasta que esta vida te lo permita, en la
otra lo haré yo.
Te amaré hasta que tenga la certeza de que no existes en ninguna de mis vidas.
Camila.