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Bibliografia Lector Pasado

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RECUERDOS INMENSO EN LETRAS

En un grato recuerdo de mi niñez, solía levantarme tarde todas las mañanas a mis cinco años de
edad, me gustaba el calor de mis cobijas cuando me abrazaban; mi madre me levantaba con
cantos lindos para mis oídos y murmullos que hacía que mis despertares fueran los más bellos e
inolvidables, en una mesa todas las mañanas se encontraba mi desayuno en mi preferido y
magnifico lugar, esa hermosa y dichosa mesa echa por las laboriosas manos de mi abuelo, aquel
gran hombre el que siempre eh considerado como mi padre; sentía que era la niña más
afortunada del mundo por disponer de muchos placeres, mi abuela consentidora esa magnífica
mujer, para ella era su nieta consentida, podría hacer miles de travesuras pero jamás me
regañaba, pero para mis hermanos era la chiquilla insoportable y zalamera, sabía que sentían tal
vez un poco de odio hacia mí porque el cuidado y mimos se centraban en mi persona, eso pasaba
por mi mente aunque tal vez no fuera así; siempre fui la niña de sus ojos como sucede en la mayor
parte de las familias, la ultima es siempre la que van a cuidar y mimar mucho.

Mi madre una mujer muy trabajadora, luchadora que siempre quería brindarnos lo mejor de lo
mejor, cansada, agotada, casi sin alientos, porque el lugar de trabajo se encontraba muy apartado
de la casa en donde habitamos y sin importar todo esto, ella con una sonrisa enorme me miraba y
hacia que todo fuera un lugar mágico, siempre me preguntaba cómo había estado, si había
comido, si había por lo menos encontrado un lugar cómodo para descansar.

En época de escuela, Estando tan lejos de casa, esta mujer guerrera me ayudaba con mis tareas a
veces se trasnochaba ayudándome a realizar trabajos de manualidades porque ella era muy
creativa y tenía fe en cumpliría todos mis sueños por ello sus contribuciones eran para guiarme de
la mejor manera.

En las noches después de cenar todos juntos y como se acostumbra en mi resguardo nos
reuníamos en un lugar cálido que le solemos llamar TULLPA donde realizamos diálogos con
nuestros mayores (abuelos), niños, jóvenes para compartir conocimientos, historias, experiencias
de las vidas de cada uno, también aquellas historias que nos ponen la piel de gallina, las llamamos
mitologías yanaconas, cuentos de la duenda, del miriako; un ser protector de la naturaleza, eso
solía decir mi abuelo con el objetivo de aportar un aprendizaje y fortalecimiento a nuestras raíces,
a nuestro conocimiento. Al llegar el final de la noche, mi madre me llevaba cargada en sus brazos,
me colocaba en la cama y se alistaba a contarme un cuento, recuerdo tanto que después de oír
tantas historias de miedo, ella me cantaba una canción que la titulaba “la guala y el gallinazo”, la
cantaba para que pudiera dormir tranquila sin necesidad de estar pensando en los relatos
anteriores.

Esas historias, cuentos, cantos y hasta poesías que mi madre me recitaba, aun estando agotada
por el largo día de trabajo buscaba la forma de variar los temas para que no me disgustara las
actividades de lectura que noche tras noche me recitaba, su plan era que me gustara que
disfrutara cada párrafo, cada verso, cada uno de los relatos de mis abuelos y hasta de ella cuando
se disponían a realizarlo; sentir como buscaban la forma de mostrarme lo bello que era sumergirse
en un libro, cada una de estas cosas y actos contribuyo a mi amor por la lectura, más que todo
influyo más en los temas de mitologías, de fantasías y un poco de poesía, me inspiro a realizar
varios proyectos de investigación en mi colegio, pero recuerdo también con gran orgullo las
creaciones de una gran cantidad de poesías una de ellas decía así textualmente en sus párrafos:

“ …Ha llegado el momento,


De que te hagas la pregunta,
¿Qué estás haciendo por tu vida?
Donde están tus ideales?

Esos anhelos que tenías


Que tu pueblo sea libre
Donde la comunidad entera
Tenga techo y comida…”

Esta poesía la recuerdo con gran aprecio y la nombre: “EL MOMENTO”. Era una forma de expresar
lo que se debía hacer en un instante, analizar mi ser y hacer todas aquellas preguntas que nos
carcomen la cabeza de manera que pudiera ir encontrando las respuestas que en algún momento
darán solución a todo aquello que conocemos y así poder contribuir a su desarrollo y evolución,
lograr que como pueblo llegáramos a ser unidos y de gran fuerza para forjar un gran camino de
ejemplo, sabiduría y ser agradecidos con la riqueza de nuestro territorio ancestral.

Tal vez por querer ayudar, por formarme e interactuar con mi comunidad, la única forma
que tenía a través de poesías poder dar conocer todo lo que vivía en mi pueblo, lo que
estaba pasando lo que podría pasar y lo que se esperaba, grandes retos, grandes
aventuras, donde no iba ser fácil, claro está dicho, “en la vida nada es fácil “ todo tiene su
complicación, el hecho es saber lograr el objetivo y ahí estaba, tratando de lograr mis
objetivos, inicie el recorrido en un lugar especial donde compartí mi primer libro
“CUENTOS DE LA SELVA” él fue por iniciativa propia cuando tenía 6 años, me motivo por
sus historias fantásticas, por variar porque eran pequeñas lecturas que hacían que mi
mente saliera del contexto se entrara aun mundo de pura creación imaginaria, y eso era
lo que yo quería trasmitir en este espacio que había encontrado, se llamaba ORATORIO, un
lugar amplio, con una sala gigante decorada con bombas, con diversidad de muñecos
cálidos, al salir de la sala, había un prado grande color verde hermoso que se podría
recostar y más allá un patio donde se solía jugar y hacer grandes cosas, pero lo que más
me gustaba de aquel lugar en un rincón que tenía, donde había un árbol grandote que al
salir el sol cubría la mayor parte de su círculo, y además de eso tenía como a modo de un
plancito lo mas de cálido, lo más chévere, lo más único, y ahí en ese lugar me gustaba
llevar a mis niños; así decían cuando nuestras docentes nos ponían a cargo a los
chiquitines, lleven a sus niños a vivir nuevas experiencias, aquí vale la pena decir que mis
niños eran encantadores no solo por su belleza si no porque eran muy imperativos, aun
mas cuando les leía las historias de mi libro, para mí eso era muy significativo, el saber
que les encantaba el lugar y que les gustaba escucharme.

Tantos momentos, tantas emociones, alegrías, tristezas y llantos, se tuvieron aquel día que por
cuestiones de la vida y los cambios que siempre hay cada año en cualquier lugar del mundo, esta
vez le toco a Rioblanco, nuestras docente del oratorio tuvieron que marcharse e irse lejos a seguir
con sus estudios y aquel lugar mágico se perdió, cerraron todo , nuestro niños no volvieron más,
mi lugar preferido fue dañado, cortaron el hermoso árbol, todo se derrumbó en un solo segundo,
solo quedan recuerdos inolvidables, sonrisas explotadoras y mente muy abiertas para un mejor
mañana.
Al transcurrir el tiempo la experiencia que tuve con estos pequeños y grandes conocedores de la
vida me enseñaron mucho, aprendí de ellos valiosas cosas entre ellas la paciencia, la cual hoy
puedo decir que me ha servido muchísimo, en mis 21 años tuve hijo, hermoso el, gordo, con ojos
grandes color negro radiantes, el cual ha sido una de las tantas cosas hermosas que me ha podido
pasar, el motivo de todo, el que me saca sonrisas ¡ah! y no puedo mentir también enojos y hasta “
canas” como dice el dicho, pero es y será siempre el mayor de mis alegrías y en el que puedo
compartir, ya tres años con la ayuda de mi compañero hemos contado, leído, inventado cuentos,
historias con la finalidad de que tenga un gusto por la lectura y más allá por la escritura, que se
logre entrar a ese mundo fantástico como lo digo yo, donde tú puedes crear o simplemente ser
parte de esas bellas historias, tratando así de poder dejarle a mi hijo esa huella de amor, de
aventura, pasión por conocer cada página, cada párrafo, cada letra que nos contribuye millones de
libros que hay por ver y explorar.

Ahora lo que trato de entenderme, donde, en que momento, en qué lugar, perdí esa rutina que
en mi adolescencia tenia, ¿Qué paso? Siempre una y otra vez la misma pregunta ¿Qué paso con
migo? ¿Dónde quedo mi espíritu aventurero? ¿Mis creaciones? ¿Mis escritos? ¿Dónde?
Respuestas que nunca encuentro y que me eh esforzado por obtener aunque se alguna de ellas,
será por el ¿tiempo? ¿Por el cambio? ¿Por qué? … son diarias estas preguntas, sin embargo eh
logrado poco a poco volver, a aventurarme a conocer nuevas letras, obviamente ya no es lo mismo
de antes, mis gustos han cambiado, no sé porque, pero mis gusto tomaron otros rumbos, me
gusta mucho las novelas, historias reales, crónicas, misterios, siento que el lugar perfecto para
estas lecturas es un lugar apartado del ruido, en lugar como tenía en mi adolescencia, debajo de
un árbol, con los rayos del sol pasando por tu cuerpo, la brisas del viento rosando tus mejillas, el
suave y cómodo prado ajustándose a tu mayor comodidad, y lo más importante un cafecito
caliente para el atardecer frío y poder concluir con éxito esas hermosas lecturas. Lugares así en mi
vivir, siento y aconsejo son los mejores para poder obtener mejor una interpretación de ellos.

Finalmente a lo largo de la vida he caminado y experimentado, he conocido personas que


quieren que evolucione, que siga de alguna manera explorando cosas y libros, pero no todo es
color de rosa, así como hay personas que te desean lo mejor, encontraras personas que quieren
verte caer, que hacen muchas cosas, tal vez cosas inimaginables para que tus metas se trunquen,
pero esa mi amigo, esa es la vida, esa que te enseña que debes luchar, caer, aprender y hasta en
algunos casos llorar, pero siempre, como decía mi abuela, hay algo por que luchar, una fuerza que
crece dentro de nosotros para levantarnos después de cada caída y seguir luchando por aquello
que queremos, aquello que nos motiva, y es ese algo lo que siempre nos va a mantener en pie de
lucha, a seguir explorando y experimentando todo aquello que nos pone la vida, eso que así sea
muy fuerte lo vamos a vencer .

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