Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Mi Hermana La Mayor: Héctor Abad Faciolince

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

6 ESP EC I A L C O L O M B I A

INTRAMUROS

Mi hermana la mayor
Héctor Abad Faciolince*

Tres de las hermanas de Héctor Abad, de izquierda a derecha:


Clara (izq.), Marta y, de pie, en actitud protectora, Maryluz, la mayor.

Mi hermana la mayor arregla muertos. Cuando de que la vida, o mejor dicho, la muerte, sea un poco vergüenza, nada le da miedo. Cuando hay algo casi
preparar cadáveres se trata, todos preferimos no menos insoportable o un poco más llevadera. imposible de resolver, en la casa pensamos: si no lo
saber bien cómo se hacen estas cosas; no pregun- Ser la hija mayor tiene ventajas y desventajas. Hay resuelve Maryluz, no lo resuelve nadie.
tamos mucho y mejor miramos para otro lado. Pero responsabilidades con las que nadie más es capaz Los muertos no hablan, los muertos no sienten, a los
ella, Maryluz, arregla muertos desde que tenía 21 de cargar porque los otros hermanos son muy jóve- muertos no les importa que los vean desnudos, páli-
años. Empezó a hacerlo con otra de mis hermanas, nes. Y una de ellas ha sido, para mi pobre hermana dos, demacrados, en el peor momento de su vida, por
Marta, que se murió de cáncer a los 16, y fue mi pa- mayor, arreglar a los muertos que se nos van mu- decirlo así. O quizá haya un momento aun peor, bajo
dre –que era médico– el que le enseñó de qué ma- riendo. Digo pobre, pero al mismo tiempo pienso tierra, pero ese ya casi nunca, por fortuna, lo tene-
nera hay que preparar a alguien cuando se muere, que esa dificultad le ha dado parte de la fuerza de mos que ver. La podredumbre final ocurre a oscuras,
para no tener sorpresas desagradables antes del carácter que tiene: Maryluz no se amilana ante en la húmeda y fría tierra, a ojos de los gusanos y de
entierro. En medio del dolor, y sobreponiéndose a ninguna dificultad; ella pasa por encima de lo que las bacterias (si es que tienen ojos), que no se impre-
él, hay que superar el fastidio y la impresión, para sea, sin rendirse nunca. Nada le da asco, nada le da sionan por nada y a nadie se lo cuentan.
ESPECIAL COLOMB IA 7

BIOGRAFÍAS, AUTOBIOGRAFÍAS Y MEMORIAS


Mi hermana tiene un trato íntimo y cariñoso con do este implica labores como esta. Al fin y al cabo en
los muertos. Ella no arregla a nadie que no sea de todas las familias, poco a poco, la gente se va yendo.
la familia, o como mucho la madre o el esposo o el Sé que últimamente de estas cosas se encargan las
hijo de una amiga muy íntima. Ella arregla tan bien a empresas de pompas fúnebres. Sé que de esto se ha-
los muertos (los deja tan presentables, casi como si bla poco, porque el tema es incómodo. Pero no sé por
estuvieran vivos) que uno de mis primos, un empre- qué también sospecho que en esos tanatorios no lo
sario exitoso, al ver a su madre muerta, nuestra tía, tratan a uno, después de muerto, con mucho respeto
tan bien arregladita, casi tan agradable de mirar por ni con mucho cariño. No sé por qué los que se dedican
última vez, le propuso a mi hermana que montaran a esto como un oficio lucrativo, me parecen personas
juntos un negocio (él se ofreció a poner el capital, mi con una cierta deformación en la personalidad. Quizá
Toda la familia: de izquierda a derecha Clara, mi madre, Eva, Sol,
hermana aportaría la mano de obra) de recomponer mi padre, yo, Marta -con los brazos en jarras- y Maryluz, la her- me equivoque. En todo caso cuando hay alguien de la
a los muertos. Mi hermana no quiso. mana mayor. familia que lo sabe hacer, me parece mejor, más sa-
bio, más amoroso, y preferible, acudir a ella. Y para la
EN MEDIO DEL DOLOR, Y SOBREPONIÉNDO- sustancia para ganarle a la podredumbre, al menos por amortajadora, a la larga, un oficio tan duro, tiene una
SE A ÉL, HAY QUE SUPERAR EL FASTIDIO Y un tiempo, la carrera. No sé mucho más. recompensa secreta. Toda dificultad, a las personas
LA IMPRESIÓN, PARA QUE LA VIDA, O MEJOR Creo que hay generosidad y entrega en esta lúgu- que son capaces de cosas así, les parece poca cosa.
DICHO, LA MUERTE, SEA UN POCO MENOS IN- bre tarea. Con ella se regala el último consuelo de A mi hermana nada le parece muy difícil. En realidad,
SOPORTABLE O UN POCO MÁS LLEVADERA. una mirada que no sea de horror. Es un acto sereno, solo la muerte la derrota. Pero entonces, todavía, hace
firme, amoroso. De hecho, mi hermana no pudo, no algo más, lo único que puede hacerse, lo que hace la
En toda familia, tarde o temprano, alguien es derrotado tuvo el valor de arreglar a nuestro padre cuando lo vida más llevadera: nos entrega a nuestros muertos,
definitivamente. Cuando eso pasa en la mía, Maryluz mataron. Tuvimos que llevarlo a un tanatorio, y las por última vez, de un modo aceptable. Por ella pode-
aparece y hace lo que debe, pero no por dinero. Lo hizo multitudes nos arrebataron nuestra muerte íntima. mos despedirnos de ellos sin llevarnos como última
con mi hermana Marta, después con mis abuelos, con Pero el rostro de mi padre estaba hinchado y defor- imagen el más triste y horrendo de los recuerdos.
algunos tíos, con su suegra, con el esposo o con la me por la violencia de las balas, mal arreglado por
madre de algún amigo, o con hijos de amigas íntimas. un enterrador de oficio, incompetente, o por un em- Foto del autor: Daniela Abad
Seguro que algún día lo hará conmigo, hijos de amigas balsamador sin amor. No quisiera tener el recuerdo
íntimas. Seguro algún día lo hará conmigo o con mi de él así. De mi hermana, en cambio, recuerdo mi *Héctor Abad Faciolince nació en Medellín en 1958 y es-
madre, aunque no sepamos bien qué es lo que hace. gesto unos segundos antes de que la bajaran a la tudió Literatura en la Universidad de Turín. Desde los veinte
Sé que usa algodones y gasas para tapar algunos ori- tierra profunda: abrí por última vez la tapa del ataúd años ha vivido en diferentes ciudades del mundo. Desde su
ficios. Sé que usa coloretes, pintalabios, pestañinas y y mi último recuerdo que tengo de Marta es el de regreso a Colombia ha combinado la escritura de novelas, en-
jeringas para devolverle a la piel cierta vitalidad. una adolescente rosada y todavía hermosa, gracias sayos, poemas y cuentos, con trabajos periodísticos y edito-
Ella es una maquilladora experta y desde muy peque- a mi hermana la mayor. Cuando yo me muera, qui- riales. Entre sus libros se destacan Tratado de culinaria para
ña se encarga de peinar a mi madre para las fiestas, así siera que mis hijos pudieran asomarse a la tapa del mujeres tristes (1997), Fragmentos de amor furtivo (1998),
que en asuntos de peluquería y estética facial tiene ex- ataúd, y mirarme, y hablarme, sin asco y sin miedo. Basura (2000), Angosta (2003), el libro de poesía Testamen-
periencia. Pero supongo que, como amortajadora, debe to involuntario (2012). El olvido que seremos (2006, Premio
hacer cosas más oscuras e íntimas que una peluquera. CREO QUE HAY GENEROSIDAD Y ENTREGA Wola-Duke en Estados Unidos y Casa de América Latina en
Sé que a los muertos hay que vestirlos bien, y a tiempo, EN ESTA LÚGUBRE TAREA. CON ELLA SE Lisboa), su obra más leída es una novela autobiográfica y el
pues si no es muy difícil que los miembros les doblen y REGALA EL ÚLTIMO CONSUELO DE UNA MI- libro más vendido en Colombia, traducido a más de diez idio-
la ropa les quepa. Sé que hay que cerrarles los ojos y re- RADA QUE NO SEA DE HORROR. ES UN ACTO mas. Ha sido periodista y columnista de las revistas Cambio
llenarles los cachetes para que no se hundan y para que SERENO, FIRME, AMOROSO. y Semana, y actualmente publica sus crónicas y artículos en
los pómulos no se marquen demasiado. Sé que la lividez el diario EL ESPECTADOR y es colaborador habitual de EL
va bajando y que la rigidez se vuelve de piedra. Sospe- Hay oficios raros en esta vida. Y uno de los más raros PAÍS de Madrid. Además, es Director de la Biblioteca de la
cho que hay que poner algunas inyecciones de alguna y difíciles es el oficio de hija mayor. Sobre todo cuan- Universidad Eafit en Medellín.

También podría gustarte