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Ensayo

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Ensayo sobre el papel de enfermería en la prevención y

tratamiento de infecciones intrahospitalarias en tiempos de


pandemia.

Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, son conocidas


como todas aquellas infecciones que desarrollan las personas a las que se le
han administrado cuidados en todos los niveles asistenciales: Atención
Primaria, centros sociosanitarios, atención domiciliaria, hospitales de día, entre
otros.

Por otra parte, las infecciones intrahospitalarias son aquellas infecciones


que tiende a adquirir un paciente después de estar las primeras 72 horas en el
hospital y que no estaba presente en el período de incubación o al ingreso. La
ruptura de las barreras naturales es una de las causas que facilitan su
implantación por el uso de técnicas invasivas. La sufren entre un 5 a 10% de
los pacientes. Algunos ejemplos de infecciones intrahospitalarias pueden ser,
catéter venoso central o vía venosa central, sonda urinaria, infección de herida
producto de una operación, ventilación mecánica. A su vez se conocen varios
tipos de infecciones intrahospitalarias, entre las cuales destacan el tracto
urinario, las vías respiratorias tanto la superior como la inferior, piel y mucosas,
tracto genital, gastrointestinal y bacteremias o septicemias. Las infecciones
más frecuentes: Tracto urinario se da en un 40%, las Herida quirúrgica en un
20 a 25%, el Tracto respiratorio: entre un 15 y 20% y la Bacteremia asociada al
catéter en un 10%.

Las principales funciones de los profesionales enfermeros, están


encaminadas a prevenir y controlar infecciones relacionadas con la asistencia
sanitaria, así como garantizar la seguridad del paciente que recibe los
cuidados. La prevención es fundamental para evitar la diseminación de los
microorganismos entre los pacientes y los profesionales cuando se prestan los
cuidados, garantizando, de esta forma, una atención segura. Entre sus
competencias podemos encontrar cuatro áreas de actuación: vigilancia y
control de la infección, sistemas y métodos de prevención y control de las
infecciones (higiene y saneamiento), calidad, seguridad del paciente.
Cabe destacar que en la actualidad, hace dos años aproximadamente a
nivel mundial estamos pasando una situación crítica en el ámbito global de la
salud, por la aparición del coronavirus el tan comúnmente conocido como
COVID-19, el cual es una enfermedad infecciosa causada por el SARS-CoV-2,
donde esta tiende a producir síntomas similares a los de una gripe, entre los
cuales incluye fiebre, tos, disnea (dificultad para respirar), mialgia (dolor
muscular) y fatiga. En casos grave, se caracteriza por producir neumonía.

La transmisión del SARS-CoV-2 se produce mediante pequeñas gotas


que se emiten al hablar, estornudar, toser o espirar, que al ser despedidas por
un portador (que puede no tener síntomas de la enfermedad o estar
incubándola) pasan directamente a otra persona mediante la inhalación, o
quedan sobre los objetos y superficies que rodean al emisor, y luego, a través
de las manos, que lo recogen del ambiente contaminado, toman contacto con
las membranas mucosas orales, nasales y oculares, es decir, al tocarse la
boca, la nariz o los ojos.

La pandemia de COVID-19 comenzó afectado de manera


desproporcionada a las personas de edad avanzada y especialmente a
aquellas que viven en los centros de salud asistencial, pero actualmente no ve
edad, sexo, ni patología alguna para adherirse a las personas. En muchos
países, específicamente los datos demuestran que más del 40% de las
muertes relacionadas con la COVID-19 se hallaban vinculadas con el personal
de salud que prestaban sus servicios en las entidades hospitalarias. Los
residentes de los centros de atención hospitalaria a menudo están expuestos a
un riesgo elevado, ya que las medidas de prevención son escasas y no se
dispone de medios adecuados para propiciar la recuperación de la COVID-19;
además, el acceso de los residentes a los servicios básicos de salud se ve
limitado dadas las dificultades que atraviesan los sistemas sanitarios durante
los picos de COVID-19.

Para casi todos los profesionales de la salud, esto es completamente


nuevo. Sabíamos que el número de personas infectadas con la COVID-19 iba a
aumentar, progresivamente pero no que fuera a ocurrir tan aceleradamente. Y
vamos a continuar viendo un incremento impresionante en los números de
casos presentes o activos como suelen llamarles, ya que muchos pacientes
regresan unos días después a los centros de salud tras empeorar con sus
síntomas. Estos si tenían otras enfermedades previas, se observan síntomas
como niveles bajos de oxigenación o de presión arterial. Cuando tienen
neumonía y dificultades para respirar se les intuba. Esto es preocupante,
porque se teme no contar con suficientes respiradores, tal cual sucede
actualmente en nuestro estado sucre, específicamente en el Hospital Antonio
Patricio de Alcalá. De igual forma, la situación también es difícil para los
pacientes porque no se permite que sus familiares los acompañen.

Lo que se vive hoy en día, son circunstancias de mucho estrés para


todos los profesionales de la salud e incluso para los pacientes, ya que como
profesionales del ámbito de salud se les quiere prestar los mejores cuidados
posibles, pero a la vez debemos ser protegidos para no adquirir el virus, no
llevarlo a nuestros hogares, ni a nuestras familias. Es difícil, sobre todo cuando
ven a un colega que se enferma y requiere intubación, y muchos han dejado
de vivir a consecuencia de sus complicaciones.

Es por esta razón que el cuidado debe ser extremo, tanto con los
enfermeros en brindarles los medios de cuidado, de prevención, de seguridad;
como con los pacientes a la hora de ser atendidos, suministrarles los
medicamentos, ect. Es decir, mientras los enfermeros tengan las medidas de
seguridad adecuadas, estos podrán ejercer de manera eficaz su desempeño y
velar por el bienestar de los pacientes enfermos.

Siempre hay que hablar de la salud a nivel global, pero controlar las
enfermedades transmisibles es complicado porque lo que sucede en un país
repercute y se transmite a otros. Por eso es importante prepararse para
cualquier crisis, porque para nadie es un secreto que a pesar de llevar dos
años con esta crisis viral, es decir, con esta pandemia mundial, el virus se
encuentra mutando y hay países donde están peores que al comienzo de la
misma.

La pandemia de coronavirus ha demostrado que el déficit del número de


enfermeras es tan importante que deben figurar en los registros de riesgos
nacionales de los países. No contar con suficientes enfermeras supone un gran
riesgo no solo en relación con la salud de la población sino también con la
economía, las normas y libertades sociales. A lo largo de los años, los
gobiernos de todo el mundo han hablado largo y tendido sobre planificación de
personal y acerca de sus intenciones de ser autosuficientes formando a su
equipo de asistencia médica, es decir, a sus propias enfermeras, pero sus
acciones no han reflejado sus palabras. Las evidencias demuestran que la
enfermería es una inversión que garantiza una mejor salud global como retorno
positivo.

Esta pandemia ha evidenciado también la necesidad e importancia de


disponer de profesionales de salud con buenas condiciones de trabajo
(inclusive equipos de protección individual y otros recursos, apoyo al trabajo en
equipo y educación continuada), así como el rol relevante que desempeñan los
profesionales de enfermería en los sistemas de salud. Los profesionales de
enfermería son la primera línea de cuidados y tienen un rol crucial en la mejora
del acceso y de la calidad de la atención de salud.

Finalmente, los gobiernos deberían invertir mucho más en la educación


de enfermería, para así formar profesionales de calidad, donde los mismos
tengan el conocimiento necesario para llevar a cabo tan importante labor,
teniendo en cuenta que estos deben saber cuáles son las precauciones que
deben tener a la hora de atender a un paciente, así como también las normas
hospitalarias a seguir para evitar la propagación de enfermedad o de virus
entre pacientes, donde deben saber que ciertos instrumentos médicos son de
uso personal, para evitar lo antes mencionado. Ya teniendo profesionales
honorables, pueden proceder a crear puestos de trabajo para promover el
liderazgo de tan importante profesión, para así garantizar que haya suficientes
profesionales con las competencias adecuadas para contar con un sistema de
salud eficaz, equitativa y sostenible. Eso sí, tomando en cuenta que los
profesionales de salud también necesitan conocer cuáles son las directrices en
cuanto a los cuidados, medidas y los parámetros que deben seguir a la hora de
ingresar a un centro de salud. De igual manera, otorgarles las medidas de
seguridad adecuadas, para que estos a la hora de desempeñar sus funciones,
no corran ningún riesgo, y tampoco coloquen en peligro la vida de los
pacientes.
Bachiller: Carmelis Soto.

C.I: 25.416.020.

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